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música programática 1024

sición que, además, tiene éxito comercial (como The Sex pues cada uno de los cuatro conciertos está antecedido
Pistols con God Save the Queen, 1977). El crecimiento de por un soneto sobre la estación correspondiente (posi-
múltiples compañías disqueras independientes cambió blemente compuesto por el propio Liszt); los versos del
el proceso usual de difusión (véase INDIE), como lo hizo soneto se reparten a lo largo de la partitura en lugares
también la espontaneidad inicial del movimiento punk. indicados para subrayar la descripción a la que hace
Sin embargo, las bandas punk más exitosas (Sex Pistols, referencia, como el frío “Invierno” que hace tiritar el
Clash) firmaron contratos con disqueras grandes, com- cuerpo y castañear los dientes.
prometiendo así su supuesta postura en contra de lo La música programática se estableció como género
establecido y contribuyendo a difuminar toda clara dis- en el periodo romántico, principalmente a través de la
tinción entre una música popular que aspira a tener su música de Berlioz quien proporcionó y después revisó
propia noción de autenticidad y la que se instala más una descripción detallada de todos los acontecimien-
cómodamente en su calidad de producto de consumo. tos retratados en su Symphonie fantastique de 1830. La
El proceso de fragmentación y diversificación no obra narra el “Episodio en la vida de un artista” cuando
sólo ha continuado sino que se ha intensificado. Esto se encuentra con una mujer que reúne el ideal de be-
es evidente en la multiplicidad de estilos y términos lleza y la fascinación que anhelaba encontrar y se ena-
que coexisten en la actualidad (*rhythm and blues, *rap, mora de ella. Cada vez que la mente del artista evoca
*hip-hop, *trip-hop, entre muchos otros), donde al pa- su imagen aparece un pensamiento musical recurrente,
recer cada uno tiene el potencial para atraer su propio el conocido concepto de idée fixe de la sinfonía. Los
público, generalmente exclusivo, otro factor que mina últimos dos movimientos muestran a la mujer amada
toda noción de música y cultura popular característi- desde la visión del artista bajo el efecto del opio. En
ca. Esta aparentemente interminable pluralización de el cuarto movimiento, “Marcha al patíbulo”, el artista
música popular puede considerarse reflejo de un pro- imagina que ha matado a su amada y es condenado a
ceso social e histórico más amplio, pero sugiere tam- muerte, asistiendo como observador a su propia ejecu-
bién que la música popular, más que un simple reflejo ción. En el quinto movimiento, “Sueño del aquelarre
de este proceso es un agente activo en su construcción de las brujas”, el artista se ve rodeado de un grupo de
y un enunciado de su condición actual. KG brujas y demonios celebrando el aquelarre, cuando su
& C. GILLETT, The Sound of the City: The Rise of Rock and amada se une a la celebración que consiste en una dan-
Roll (Nueva York, 1970, 2/1996). C. HAMM, Yesterdays: Popu- za de ronda y una parodia burlesca del Dies irae. Berlioz
lar Song in America (Nueva York, 1979). R. MIDDLETON, declaró que “entregar las notas del programa al público
Studying Popular Music (Buckingham, 1990). A. MOORE, que asiste a la presentación de la sinfonía es indispen-
Rock, the Primary Text: Developing a Musicology of Rock sable para la comprensión total del desarrollo de los
(Buckingham, 1993). B. LONGHURST, Popular Music and acontecimientos dramáticos de la obra”.
Society (Cambridge, 1995). S. FRITH, Performing Rites: On Como secuela de esta obra, Berlioz compuso en 1834
the Value of Popular Music (Oxford, 1996). R. PALMER, su Segunda sinfonía, Harold en Italie, título inspirado en
Dancing in the Street (Londres, 1996). R. MIDDLETON (ed.), Childe Harold de Byron. El compositor esbozó los temas
Reading Pop: Approaches to Textual Analysis in Popular de la obra teniendo en mente a personalidades como
Music (Oxford, 2000). Napoleón y María, reina de Escocia. Más convencional
música programática. Música que expresa una idea que la Symphonie fantastique, los elementos programáti-
extramusical de carácter narrativo, emocional o gráfi- cos de la obra se limitan a títulos descriptivos para cada
co. Estrictamente hablando, la música programática uno de los cuatro movimientos a la manera de la Sin-
debería estructurarse conforme a un plan textual y el fonía “Pastoral” de Beethoven, y el compositor expresa
término “programático”, de acuerdo con la definición que “más que una pintura musical es una expresión de
de Liszt, sería “todo prefacio narrado de una pieza de emociones”. Berlioz recurre nuevamente a una idée fixe,
música instrumental, con el que el compositor busca pero bajo un tratamiento distinto de las transformacio-
orientar al oyente y evitar que malinterprete el sentido nes temáticas características de la Sinfonía fantástica.
poético, dirigiendo su atención hacia el concepto poé- Liszt incursionó también en la música programática
tico total o parcial de una obra”. El concepto es anterior con el primero de sus 12 *poemas sinfónicos, Ce qu’on
a la definición de Liszt. Las Cuatro Estaciones de Vivaldi entend sur la montagne (1847-1856). Como prefacio a
contienen ejemplos de música programática barroca, la obra aparece el poema de Victor Hugo, mismo que da
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título a la obra, junto con una breve sinopsis. La repre- La serie de deslumbrantes poemas tonales de Richard
sentación narrativa permaneció como idea subyacente Strauss, que iniciara con Macbeth en 1886-1888, inclu-
en obras posteriores como Tasso: Lamento e trionfo y yó obras maestras como Don Juan y Till Eulenspiegels
Les Préludes, aunque en ambos casos los elementos pro- lustige Streiche, ejemplos perfectos de cómo proyectar un
gramáticos se elaboraron posteriormente a la compo- sentido programático con las formas convencionales. Las
sición de la obra. Las piezas posteriores de Liszt guar- pícaras andanzas del protagonista de Till Eulenspiegel
dan menos vínculos con las exigencias narrativas; su se expresan bajo la forma rondó y Don Quixote está
último poema sinfónico, Hamlet (1858), igual que las construido a manera de variaciones. Strauss recurrió a
tres evocaciones de su anterior Sinfonía Fausto de 1854- orquestas de gran tamaño y estructuras más elabora-
1857, más que una narración del personaje de Shake- das para piezas posteriores como Also sprach Zarathus-
speare se asemeja a un estudio de la personalidad del tra (1895-1896) y la obra autobiográfica Ein Helden-
atribulado príncipe. leben (1897-1898), para culminar con dos sinfonías
Con estas desviaciones de su definición original, *programáticas: Symphonia domestica (1902-1903) y
la música programática, en su búsqueda por retratar Eine Alpensinfonie (1911-1915) en 22 secciones.
una imagen o idea extramusical, comenzó a adquirir su La tendencia a abandonar las formas convencio-
connotación general de obra musical en la que el com- nales en las décadas iniciales del siglo XX produjo mu-
positor va más allá de la denominada música “abso- cha música “programática” en sentido general, pero sin
luta”, es decir, la música que no tiene una intención necesariamente implicar una programación específica.
programática. En este sentido, puede decirse que el gé- Las magníficas evocaciones de lugares, estados aními-
nero abarca gran parte de la música instrumental del cos y horas del día logradas por Debussy adoptan el
siglo XIX y comienzos del XX, incluyendo la obertura vocabulario de las artes visuales –“Nocturnos” (basado
de concierto, como en Las Hébrides de Mendelssohn, en Whistler), “Imágenes” y “bosquejos sinfónicos”– y
recurriendo a un diseño formal convencional (en el hacen uso de un sofisticado espectro de técnicas para
caso de Mendelssohn, una estructura en forma sonata), transmitir el sentido conceptual sin sacrificio de la inde-
pero inspirada en una idea literaria o de otro tipo. Las pendencia musical. Otros compositores han tendido
sinfonías “Escocesa” e “Italiana” de Mendelssohn, por un puente entre la música programática y la música
ejemplo, se caracterizan fuertemente por sus estados absoluta, aludiendo a elementos programáticos e inclu-
anímicos y otras asociaciones, pero se inspiran en fuen- so disfrazándolos en obras aparentemente abstractas,
tes demasiado disímbolas como para conformar un como Elgar en su Segunda sinfonía (1909-1911) y Berg
concepto programático coherente a la manera de la en la Sinfonía lírica (1925-1926) y en el Concierto para
Symphonie fantastique. violín (1935).
La música programática tuvo enorme popularidad En la décadas finales del siglo XX aparecieron obras
entre compositores rusos del siglo XIX como Musorgski, programáticas de compositores como Maxwell Davies
quien inmortalizara la exposición pictórica de su ami- (An Orkney Wedding with Sunrise, 1985; The Beltane
go Victor Hartmann en la suite para piano Cuadros de Fire, 1995), Benedict Mason (Lighthouses of England
una exposición (1874); en esta obra, el compositor usa and Wales, 1988) y R. Murray Schafer quien recurrió a
variaciones temáticas de una “Promenade” (recorrido, fuentes literarias, mitológicas y filosóficas orientales y
paseo) como enlace entre los diferentes cuadros de la esquimales (Dream Rainbrow Dream Thunder, 1986;
exposición (con diseños escénicos, dibujos arquitectó- Manitou, 1995). GMT/KC
nicos y pinturas), guiando al oyente en su recorrido por & E. NEWMAN, “Programme music”, Musical Studies
la galería musical. Una de las últimas obras de Rimski- (Londres, 1905, 3/1914). F. NIECKS, Programme Music in
Korsakov, antes de embarcarse en la serie de óperas que the Last Four Centuries (Londres, 1907). D. F. TOVEY, Essays
ocuparon los años finales de su vida profesional, fue in Musical Analysis, iv: Illustrative Music (Londres,
Sherezada (1888), suite sinfónica con brillante orques- 1937/R1972, abreviado 2/1981). F. HOWES, Music and its
tación basada en Las mil y una noches. En cada uno de Meanings (Londres, 1958). D. COOKE, The Language of
sus cuatro movimientos el compositor hizo referencia Music (Oxford, 1959/R). L. ORREY, Programme Music (Lon-
a una de las narraciones de Sherezada y, a manera de dres, 1975). M. CHION, Le Poème symphonique et la musique
prefacio, escribió un breve párrafo sobre esta conocida à programme (París, 1993).
historia. música pura. Véase MÚSICA ABSTRACTA.

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