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BENEDICTO XVI
ESCUELA DE POSGRADO
ACREDITACIÓN EDUCATIVA
AUTOR
Br. Consuelo Marisol Verástegui Silva
ASESOR
Ms. Ing. Edwar Alonso Rojas Ganoza
LÍNEA DE INVESTIGACIÓN
Gestión y calidad educativa
TRUJILLO, PERÚ
2020
GENERALIDADES:
Localidad : Ascope
I. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
La educación ha sido uno de los ejes que moviliza el interés de la totalidad de los
gobiernos en el mundo. Con el avance de la tecnología, nuevos retos, nuevas
necesidades surgen en los sistemas educativos orientados a garantizar la calidad
del servicio que se plantea brindar para lograr el ansiado desarrollo social y
disminuir la pobreza. A decir de (Casanova, 2012), en todo país, la educación
debe tomar el ritmo de avance de la sociedad, si se desea formar nuevas
generaciones exitosas.
La práctica pedagógica según (Ávalos, 2002), viene a ser el eje articulador de las
actividades curriculares desde su planificación hasta su evaluación, dónde se
consolida la organización de las actividades de aprendizaje, el diseño de
materiales necesarios, la previsión de recursos y estrategias para consolidar el
desarrollo de las competencias previstas. La práctica pedagógica, también se
conceptúa como una etapa de implementación de experiencias, con el fin de
mejorar los resultados en el aula.
Justificación práctica
Justificación teórica
Justificación metodológica
En el Perú, durante el año 2009, se empezó a tomar más en serio este tema,
dando origen a lo que hoy conocemos como monitoreo y acompañamiento
pedagógico. El desarrollo de la propuesta, estuvo a cargo de la Dirección
General de Educación Básica Regular, a través de las Direcciones del nivel
Inicial y Primaria; tres años más tarde, en el 2012 fue relevada por la
Dirección de Educación Superior Pedagógica centrando el énfasis de
atención en las Instituciones Educativas multigrado del nivel primario e
inicial, en este último caso, atendió tanto a las instituciones que prestaban
servicios educativos escolarizados, jardines de la infancia, como a los
Programas no escolarizados del nivel inicial (PRONOEI).
Para el (Minedu, 2018), las prácticas pedagógicas son acciones que los
docentes y directivos realizan en sus instituciones educativas con la
finalidad de mejorar los aprendizajes de sus estudiantes, poniendo en
práctica las competencias profesionales descritas en el Marco de Buen
Desempeño Docente y el Marco de Buen Desempeño del Directivo. Parten
de la identificación de necesidades u oportunidades de aprendizaje, e
implican la reflexión de docentes, directivos y comunidad educativa en su
conjunto para la implementación de alternativas de mejora. Las prácticas
pedagógicas del docente buscan que los resultados de aprendizaje de los
estudiantes estén de acuerdo con las competencias previstas en el Currículo
Nacional.
A pesar del uso común de lo que todos los docentes del Perú conocemos
como monitoreo y acompañamiento tenemos que reconocer que estos
términos no han sido conceptualizados de manera formal por los estudiosos
de la educación. Siempre se ha hablado de Supervisión Educativa, y poco de
monitoreo y acompañamiento. De estos solo tenemos referencias teóricas
planteadas por educadores dentro del marco de sus trabajos de
investigación; empero si es importante que empecemos enfocándonos en el
análisis semántico de la supervisión que es el más relacionado con el
monitoreo y acompañamiento pedagógico; empezaremos citando lo
concebido por la Real Academia de la Lengua, la que establece que el
término supervisar está referido al acto de ejercer la inspección superior en
trabajos realizados por otros. Esto es fácil de verificar de las experiencias
que hasta hace poco hemos vivido los docentes, y en muchos casos
seguimos viviendo. La supervisión, ha sido el mecanismo para que los
maestros rindamos cuentas de nuestro trabajo a los supervisores, que podía
haber sido el propio Director de la institución educativa, o los supervisores
propiamente dichos, hoy denominados especialistas en educación. La
supervisión educativa tenía un doble propósito uno y el menos importante,
era el de ayudar a mejorar el trabajo del maestro; el otro siempre fue
fiscalizar con perspectiva punitiva, sancionadora. Esta ambigüedad sólo ha
generado disonancias teóricopracticas en el imaginario de nuestras
comunidades educativas. Es por ello que se resalta la necesidad de clarificar
y conferir naturaleza distintiva a la supervisión, de modo que las interfases
conceptuales que la distinguen de otros términos y procesos, como el de
acompañamiento, estén explicitas y precisas en su más amplia posibilidad.
En este sentido, la propuesta es invertir la conceptualización de la acción; en
lugar de invalidar o deslegitimar la supervisión en el escenario del
acompañamiento, conferirle su lugar y su sentido fundamental, reconocer y
ocupar los espacios y procesos propios en este itinerario compartido de
cualificación sistémica y sistemática de las dinámicas, condiciones,
prácticas, experiencias y resultados educativos. En esta misma lógica de uso
de la supervisión, otro término que suele utilizarse como indistinto es el de
monitorear. Al respecto y ciertamente válido resulta el hecho de que el
término más parecido a supervisión que aparece en el diccionario es el de
monitoreo, lo cual se define como algo que sirve para avisar, amonestar. En
su segunda acepción alude a persona que avisa o amonesta. En su tercera
acepción se relaciona con monición, un término religioso que refiere a la
acción de amonestación de los clérigos para con sus acólitos y fieles. Otro
término relacionado a este último concepto es monitor. Según el diccionario
de dudas de la Academia de la Lengua Española, a partir del sustantivo
monitor, que en contexto de habla inglesa está referido a dispositivo o
pantalla de control, se han creado en español los verbos monitorizar y
monitorear, con el sentido de vigilar o seguir algo mediante un monitor.
Según la Academia de la Lengua, en España se emplea sólo monitorizar,
mientras que en América se usa casi exclusivamente monitorear. Este último
término ha adquirido el sentido general de supervisar o controlar, tanto en
contextos de cooperación al desarrollo como en el contexto escolar mismo.
Al acercarnos un poco más a cada uno de estos dos conceptos, si nos vamos
al término monitorizar, en el diccionario se define como observar mediante
aparatos especiales el curso de uno o varios parámetros fisiológicos o de
otra naturaleza, para detectar posibles anomalías. Sin embargo, revisando el
concepto monitor, la primera acepción que se plantea tiene una cierta
cercanía, al referirse a una persona que guía el aprendizaje deportivo. En la
segunda acepción, aparece como el hombre que amonesta o avisa. En esta
segunda acepción, guarda estrecha relación con una de las acepciones de
supervisor. En el contexto escolar el término monitor se usa comúnmente
para referir a un ayudante docente, sentido heredado del contexto militar, en
el cual el monitor es el ayudante del profesor de educación física. A medida
que la historia va cambiando, el término se va alejando de uso hacia
subalterno y esclavo, pero mantiene un matiz de asistente o supervisor.
Como puede apreciarse, todos estos conceptos relacionados con monitorear
se sitúan en la misma tesitura de vigilar, alertar, avisar, amonestar, asistir.
Ninguno de ellos, sin embargo, acuna en su evocación semántica o
etimológica los aspectos y dimensiones que constituyen la raíz etimológica
del término acompañamiento.
Del mismo modo (López, 2000, citado por Pabón, 2009), afirma que la
práctica pedagógica, requiere de conocimientos, métodos, estrategias de
parte del docente pero también de actitudes de reflexión, transformación,
autocorrección y enriquecimiento permanentes, para lograr el crecimiento
humano integral de los estudiantes y de sí mismo. A la vez, esta acción
docente es una actividad sistemática, propositiva, consciente y
comprometida, que tiene como fin último la educación de seres humanos, es
decir, el desarrollo humano de ellos.
III. METODOLOGÍA
Chevallard, Y. (1997) La transposición didáctica, del saber sabio al saber enseñado. (2a ed.).
AIQUE.
Hernández, H. (2005). El arte de ser maestro. Editorial Libro para todos. México.
https://sites.google.com/site/practicadocente1310/resumen-de-los-libros/el-arte-de-
ser-maestro-helen-hernandez
Minedu (2012). Marco del Buen Desempeño Docente. Corporación Gráfica Navarrete
Carretera Central 759 km. 2 Sta. Anita – Lima.
Minedu (2018). Buenas prácticas docentes 2018. Mavet Impresiones E.I.R.L. Lima.
Zambrano, A (2000). La mirada del sujeto educable. La pedagogía y la cuestión del otro.
Artículo. Colombia.
APÉNDICES Y ANEXOS
Anexo 1: Instrumentos de recolección de datos
Anexo 2: Consentimiento informado
Anexo 3: Otros