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Introducción A La Práctica de La Filosofía
Introducción A La Práctica de La Filosofía
INTRODUCCIÓN A
L A PRÁCTICA D E LA F I L O S O F Í A
Traducción
Pablo R. Arango Giraldo
Título original en inglés: On Phihsophy
Editor
Panamericana Editorial Ltda.
Dirección editorial
Andrés Olivos Lombana
Edición
Traducción
Pablo R. Arango Giraldo
Autoedición digital
L a Piragua Editores
Diseño de carátula
Diego Martínez Celis
I S B N volumen: 958-30-0886-9
I S B N colección: 958-30-0885-0
Prefacio 1
3
Libre albedrío 4 4
Necesidad y utilidad 4 0
Dios no lo permitiría 4 7
El problema 146
Reformular el problema 147
Una solución: La cuarta vía 149
Dos desafíos 152
CONTENIDO _]_
Bibliografía 267
A Pablo Arango y
Lucio y Antonieta Lince.
PREFACIO
MOSTRAR LO
QUE OTROS OCULTAN
] JACP.R rn.osoiiA
A n t e t o d o , la filosofía es un p r o c e s o h u m a n o . Ser un p e n s a d o r
i n d e p e n d i e n t e es una cuestión de a c t i t u d y s e n t i m i e n t o , t a n t o
c o m o de razón. Para c o m p r o m e t e r s e c o n eso, u n o tiene q u e a p r e n -
der de sí m i s m o , de sus p r o p i o s p r o c e s o s de p e n s a m i e n t o . Esto
significa preguntar c o n t i n u a m e n t e , analizar, c o n t e s t a r y a r g u m e n -
tar p o r u n o m i s m o (más a d e l a n t e v e r e m o s estas c u a t r o i n s t a n -
cias). Para hacer t o d o e s t o es necesario saber cuándo hay q u e ser
paciente, cuándo hay q u e simplificar, cómo ser creativo y c ó m o
ser d e s t r u c t i v o .
C a p i t u l o I. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN
Responder
Las respuestas a preguntas filosóficas no tienen que ser teorías g r a n -
diosas. Pueden consistir en frases simples. Una vez que hayamos
Capítulo (. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN 25
Argumentar
Debemos buscar evidencia o argumentos a favor de una teoría. Tam-
bién necesitamos hallar evidencia y argumentos contra otras p o s i -
bles respuestas. Pero más q u e e s t o , es indispensable ver si hay
a r g u m e n t o s c o n t u n d e n t e s que refuten la respuesta que creemos
verdadera. Éstos pueden llegar a cambiar nuestra mente, o pueden
introducir la duda (ver el Apéndice de la página 241).
A n t e la ausencia de evidencia, la mejor respuesta es: n o sé. Sin
evidencia, cualquier teoría es mera especulación y ésta se e n c u e n -
tra a un paso de la superstición, q u e es un estado en el q u e cree-
m o s a l g o s i n t e n e r u n a razón. Por e s t o d e b e m o s examinar
críticamente los argumentos á favor y en contra de una teoría. Sin
un a r g u m e n t o , ¿por qué debe alguien creer lo q u e u n o dice? N o
debería hacerlo.
¿APLICACIONES PRÁCTICAS?
Quizá desea saber cuál es la utilidad de la filosofía, para usted y
para la sociedad en general. C o m o la filosofía es a veces muy abs-
tracta, parece estar lejos de cualquier aplicación práctica.
En primer lugar, teoría y práctica no siempre están divorciadas.
La teoría concierne a nuestra comprensión del m u n d o y de n o s o -
tros mismos, y la comprensión se manifiesta usualmente en la ac-
ción. Un e j e m p l o : los grandes c a m b i o s políticos de este siglo, q u e
trajeron la democracia a la mayoría de las naciones, dependieron
26 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
Verdaderas Falsas
Necesarias 2 +2 =4 M i abuelo no
tiene nietos
Algunos ejemplos
Las preguntas conceptuales son amplias. Nos t o p a m o s c o n ellas
en t o d o s los aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, consideremos
una investigación empírica ordinaria. Necesitamos hacer un censo
c o m p l e t o de cuántos habitantes hay en la ciudad. Antes de hacer
una investigación empírica, hay preguntas conceptuales que d e b e -
mos responder: ¿Tendremos en cuenta a las personas que pasaron
la noche en un hotel?; ¿qué pasa c o n los que sólo permanecen tres
meses?; ¿y los estudiantes universitarios? No se puede i n f o r m a r
cuántos habitantes hay en la c i u d a d , a menos que antes se haya
r e s p o n d i d o a la pregunta de qué es un habitante. Ésta es una pre-
gunta n o empírica o a priori. Responderla es una condición de la
investigación empírica.
Psicología
¿Qué es psicología? ¿El estudio de la conducta? Ésta es la d e f i n i -
ción usual, peta la naturaleza de la psicología es c o n c e p t u a l m e n t e
discutible. M i e n t r a s algunos piensan q u e d e b e m o s hacer e x p e r i -
mentos sobre la c o n d u c t a , otros afirman que n o es sólo cuestión
de c o n d u c t a . Algunos dicen, p o r ejemplo, que se debe dirigir a las
causas psicológicas de la conducta, los estados mentales o proce-
sos cognitivos. O t r o s psicólogos incluyen cuadros del inconsciente
psicológico. O t r o s afirman que d e b e m o s investigar el f u n c i o n a m i e n -
t o del sistema nervioso y otros dicen que d e b e m o s construir m o d e -
los de cognición similares a los de los c o m p u t a d o r e s . En c o n s e -
c u e n c i a , h a y p r o b l e m a s m e t o d o l ó g i c o s en el e s t u d i o d e la
psicología y éstos son problemas c o n c e p t u a l e s o filosóficos. N o
se resuelven t a n sólo e x p e r i m e n t a n d o , s i n o también clarificando
nuestros c o n c e p t o s .
Historia
¿Qué es una buena explicación histórica? Ésta es una pregunta a
priori. ¿Qué causó la caída del Imperio Romano?, es una pregunta
empírica. En la historia, buscamos las razones q u e explican la Re-
forma, la Revolución Industrial, la expansión del Imperio Inca. Pero
también n e c e s i t a m o s hacer la pregunta n o empírica: ¿qué ingre-
dientes d e b e incluir una explicación histórica? C o n s i d e r e m o s la
Segunda Guerra M u n d i a l . ¿Debemos pensar en las psicologías de
líderes c o m o Hitler o Chamberlain? ¿ O tal vez la historia debe c o n -
cernir a la masa t o t a l de las personas? Otra posibilidad es que las
explicaciones históricas abarquen las fuerzas económicas o los ras-
gos estructurales de la sociedad alemana de la época. Por o t r o lado,
quizá d e b a m o s discutir las condiciones culturales q u e causaron la
guerra. Éstas son preguntas conceptuales acerca de la historia.
Biología
Las b a c t e r i a s están vivas, ¿pero l o están los virus? ¿ Q u é h a c e
q u e una cosa viva?, ¿acaso c i e r t a s f u n c i o n e s ? Un virus parece
c u m p l i r m u c h a s de esas f u n c i o n e s . ¿ Q u é es una cosa viva? Algo
32 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
q u e crece, c o m e y respira. O t r a p r e g u n t a : ¿ c ó m o d e b e m o s c l a s i -
ficar las especies?; ¿qué es una especie? Para saber cuántas e s -
pecies h a y e n la cuenca del A m a z o n a s , u n o debe saber qué es
una especie. Una más: ¿cuándo es c o r r e c t o explicar h e c h o s b i o -
lógicos e n c u a n t o a propósitos? Todas éstas s o n p r e g u n t a s d e la
filosofía d e la biología.
Economía
Tanto la m i c r o c o m o la macroeconomía involucran a f i r m a c i o n e s
conceptuales. Por ejemplo, los precios se fijan en el p u n t o en q u e
la demanda marginal es igual a la oferta marginal. Ésta es una afir-
mación a priori. Ofrece una parte d e l armazón c o n c e p t u a l d e la
microeconomía. Define parte d e la racionalidad económica. Según
la teoría microeconómica común, las personas revelan sus p r e f e -
rencias a través de las c o m p r a s q u e hacen. Ésta es una suposición
d e f i n i t o r i a o c u l t a en la curva d e la d e m a n d a . ¿ E s correcta?, ¿cuál
es la relación entre las preferencias del c o n s u m i d o r y la felicidad
humana?
En la macroeconomía, la teoría d e la m o n e d a nos dice q u e M V
es igual a PQ (la c a n t i d a d de d i n e r o en circulación, p o r la velocidad
a la q u e circula, es igual al nivel d e precios p o r la c a n t i d a d d e b i e -
nes p r o d u c i d o s ) . Ésta también es una afirmación a priori. ¿ D e b e -
mos explicar la inflación en esos términos?
ucacwn
¿ Q u é d e b e n a p r e n d e r l o s n i ñ o s ? ¿ C ó m o se d e b e d e f i n i r e
implementar u n plan d e estudios? ¿ E n qué términos se d e b e n d e f i -
nir las metas d e una universidad? Todas éstas son preguntas c o n -
ceptuales. Para responderlas, u n o tiene q u e saber algo acerca d e
niños, escuelas y universidades, pero tal c o n o c i m i e n t o n o basta.
Cualquier c a m p o d e e s t u d i o t i e n e u n a s p e c t o empírico y o t r o
c o n c e p t u a l . T r a d i c i o n a l m e n t e , el e s t u d i o científico se ha c o n c e n -
t r a d o casi exclusivamente en los a s p e c t o s empíricos d e la ciencia:
¿ c ó m o establecer o d e m o s t r a r la falsedad d e una hipótesis c o n
Capítulo 1. MOSTRAR LO O JE OTROS OCULTAN 33
Vida cotidiana
En nuestro diario vivir usamos c o n c e p t o s : aburrimiento, diversión,
rutina, trabajo, amistad. Si está considerando qué tipo de trabajo
es mejor para usted, o si está considerando su amistad c o n alguien,
o si reflexiona sobre sus obligaciones c o m o esposo o e m p l e a d o ,
en cada u n o de estos casos usted, p r o b a b l e m e n t e , está haciendo
filosofía. Quizás usted hace preguntas c o m o , ¿qué es la amistad,
después de t o d o ? ; ¿qué d e b o buscar en un trabajo? Tales p r e g u n -
tas buscan redefinir ideas importantes. Son filosóficas p o r q u e n o
estamos buscando únicamente más información, sino también una
mejor manera de organizar lo que ya sabemos. Todos n o s o t r o s lo
hacemos, y t o d o s s o m o s filósofos.
CIENCIA Y KSPECIMJ^IÓN
Por otra parte, el desacuerdo entre los filósofos es más aparente que
real: usualmente enfocan sus trabajos en los puntos de desacuerdo, tien-
den a escribir acerca de ellos. Pero lo hacen así, normalmente, creyendo
que ésa es la mejor manera de progresar.
CAPÍTULO IJ
DISCUTIR A C E R C A DE DIOS
EL PRIMEIS M O V I M I E N T O
Quizá la mejor evidencia de la existencia de Dios está siempre ante
nuestros ojos. ¡Usted la está viendo en este m o m e n t o ! El universo
m i s m o . Sin duda alguna, el universo existe. Sea lo que sea, algo
existe, y la t o t a l i d a d de lo que existe es el universo. Por más que lo
pensemos, lo más n o t o r i o es que alguna cosa existe. ¿Cómo puede
ser que algo exista? Parece que hay dos posibilidades: o ha existido
s i e m p r e , o ha llegado a ser. Y si llegó a ser, debe de haber una
explicación. La única explicación posible del nacimiento del univer-
so es Dios.
o m n i s c i e n t e , o m n i p o t e n t e y t o d o b o n d a d o s o , entonces Blod p o -
dría ser muy sabio (pero n o o m n i s c i e n t e ) , o m n i p o t e n t e y t o d o b o n -
d a d o s o ; G o g podría ser o m n i s c i e n t e , m u y p o d e r o s o (pero n o
o m n i p o t e n t e ) y t o d o b o n d a d o s o , y G o p podría ser o m n i s c i e n t e ,
o m n i p o t e n t e y m u y b o n d a d o s o (pero n o t o d o b o n d a d o s o ) . Tai
vez, la causa del p r i m e r evento n o es ningún ser en a b s o l u t o . En
otras palabras, n o hay únicamente una posible causa del primer
e v e n t o . La q u i n t a premisa declara que sólo hay una posible causa
y, en consecuencia, esta premisa es falsa. Por lo t a n t o , el a r g u -
m e n t o n o es sólido y no aporta ninguna evidencia de la e x i s t e n -
cia de Dios.
5. Dios existe
Una vez más, hemos c o n s t r u i d o argumento que pueda ser válido.
Así, para evaluarlo, sólo t e n e m o s que preguntar: ¿son verdaderas
las premisas?
Podríamos objetar la cuarta premisa de este a r g u m e n t o ("El úni-
co diseñador posible del universo es Dios"), c o n base en las m i s -
mas consideraciones que hicimos acerca de la q u i n t a premisa del
primer argumento en la sección anterior (aquella que dice "La única
causa posible del primer evento es Dios"). Es decir, p o d e m o s o b j e -
tar que hay otros posibles diseñadores del universo aparte de Dios,
y por eso este segundo a r g u m e n t o no es sólido.
Sin embargo, vale la pena examinar la segunda premisa ("Si el
universo tiene un o r d e n , entonces debe haber un diseño"). El razo-
n a m i e n t o o c u l t o en la segunda premisa es que el orden que vemos
en el universo es muy i m p r o b a b l e , y que, en consecuencia, no p u e -
de ser sólo cuestión de azar: lo más probable es que haya un plan.
Esta línea de razonamiento tiene dos problemas.
Primero, la premisa sólo nos ofrece dos alternativas para e x p l i -
car el orden: diseño o azar. Seguramente, éstas n o son las únicas
posibilidades. Si n o lo s o n , e n t o n c e s la premisa nos ofrece una
dicotomía falsa. O t r a opción es que el o r d e n en el universo se
d e b a en p a r t e a l e y e s c a u s a l e s . Por e j e m p l o , la ley causal
newtoniana (Fuerza = masa x aceleración), que explica m u c h o del
o r d e n que vemos.
En segundo lugar, la suposición oculta en esta segunda premisa es
que el orden no se debe al azar. Pero ésa parece ser una afirmación
INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
E L TERCF.R MOVIMIBNTO
En esta sección argumentaré que, c o m o es d e f i n i d o tradicional-
mente, hay evidencia para probar que Dios no existe. He aquí el
argumento:
1. Si Dios existe, e n t o n c e s es o m n i p o t e n t e , o m n i s c i e n t e y t o d o -
bondadoso
2. Si existiera un ser o m n i s c i e n t e y t o d o b o n d a d o s o , entonces no
habría ningún s u f r i m i e n t o malo o innecesario (SIN)
3. Hay s u f r i m i e n t o malo o innecesario (SIN)
Maldad
La manera c o m o he presentado el a r g u m e n t o es muy diferente de
la formulación habitual. Lo he h e c h o así para evitar c o m p l i c a c i o -
nes innecesarias. El a r g u m e n t o se formula usualmente en términos
de maldad. Pienso que la maldad, que es un c o n c e p t o teológico,
no tiene nada q u e ver aquí. " M a l d a d " sugiere una fuerza malévola
en el universo. Invoca un p u n t o de vista teológico de la ética y en
consecuencia, i n t r o d u c e el debate acerca de si el papel del ser h u -
m a n o en el universo es luchar c o n t r a la m a l d a d . Lo q u e está en
juego en el a r g u m e n t o precedente es algo más simple: el a r g u m e n -
to afirma q u e si hay algún s u f r i m i e n t o m a l o o innecesario, e n t o n -
ces Dios n o existe. El a r g u m e n t o n o es acerca del lugar de la maldad
en el universo; más bien concierne a si la existencia de s u f r i m i e n t o
malo o innecesario es evidencia suficiente contra la existencia de
Dios, tal c o m o éste es d e f i n i d o t r a d i c i o n a l m e n t e .
44 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
LiLre albedrío
Consideremos el argumento de que Dios n o puede existir p o r q u e
hay m a l d a d en el m u n d o . Algunos escritores replican que la m a l -
dad existe p o r q u e Dios nos ha d a d o libre albedrío, y hemos elegi-
d o l i b r e m e n t e hacer el m a l . La réplica del ateo es: Dios podría haber
creado personas que'eligieran l i b r e m e n t e no cometer a c t o s ' m a l o s
(o n o tantos). El creyente contesta: la libertad requiere la p o s i b i l i -
dad real del m a l . Sin embargo, este d e b a t e es irrelevante para el
a r g u m e n t o q u e he o f r e c i d o . Es así p o r q u e el a r g u m e n t o no concier-
ne a las causas del s u f r i m i e n t o . N o es pertinente, por ejemplo, si el
SIN es causado por la estupidez h u m a n a , la malicia, los desastres
naturales o el d e m o n i o . El a r g u m e n t o d e p e n d e de si hay algún s u -
f r i m i e n t o innecesario, y no de la causa de tal s u f r i m i e n t o . Usted
e n c u e n t r a a una persona a g o n i z a n d o en la calle. Hay una razón
para detener su dolor, i n d e p e n d i e n t e m e n t e de cuál sea la causa de
éste. Usted n o necesita conocer la causa, o buscar un culpable. Us-
t e d n o necesita preguntar, quién es el culpable de su s u f r i m i e n t o . El
a r g u m e n t o es acerca de la existencia de SIN, no de sus causas.
O.IR. 1: 2
M u c h o s sufrimientos s o n buenos y necesarios
2
O.IR: Abreviatura de "oración irrelevante"
Capítulo 11. DISCUTIR ACERCA DE DIOS
Necesidad y utilidad
Para probar que el sufrimiento es necesario, u n o tiene que d e m o s -
trar q u e no hay una mejor manera de lograr el o b j e t i v o en cuestión.
S u p o n g a que necesita aprender una lección, p o r e j e m p l o : llevar
siempre consigo la tarjeta de crédito c u a n d o salga de viaje al e x t e -
rior. Para aprender esta lección, usted sufre un accidente y n o p u e -
de e n c o n t r a r un hospital que lo a t i e n d a . Finalmente, un h o s p i t a l
decide ayudarlo, a pesar del hecho de q u e al parecer usted n o tiene
c o n qué pagar el t r a t a m i e n t o . Gracias a esta experiencia horrible,
u s t e d aprende que es p r u d e n t e llevar la tarjeta de crédito, en caso
d e e m e r g e n c i a . A f i r m a r q u e ese s u f r i m i e n t o era n e c e s a r i o para
a p r e n d e r la lección, equivale a a f i r m a r q u e no había una m e j o r
C a p í t u l o 11. DISCUTIR ACERCA DE DIOS
Dios no lo permitiría
Algunos de ustedes piensan: "Dios es perfecto, entonces el s u f r i -
m i e n t o en el m u n d o n o puede ser malo o innecesario". Hay que
tener c u i d a d o c o n esto. Uno n o puede presuponer que existe un
Dios o m n i p o t e n t e , omnisciente y t o d o b o n d a d o s o , para probar que
no hay SIN. La existencia de Dios, así definido, es aún cuestión de
debate. No p o d e m o s apelar a esa proposición para defenderla, sin
caer en circularidad o petición de principio. C o m p a r e m o s esta idea
con este a r g u m e n t o :
Dios existe
Por lo t a n t o , Dios existe.
5
Por e j e m p l o , A l s t o n afirma q u e no p o d e m o s determinar si el mal a p a r e n t e m e n t e
innecesario l o es realmente. (Ver ALSTON, W R, "The Inductive Argument from Evil and
the Human Cognitive C o n d i t i o n ' , en Philosophica! Perspectives, Vfol. 5 ed. f. Tomberlin,
Ridgeview, Atascadero, California. 1991.)
50 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
Hay una buena razón para pensar que NO-3 es falso. Afirmar
NO-3 es sostener que nunca hay una razón concluyente para evitar
el sufrimiento. Si nunca hay una razón concluyente, entonces, ¿cuál
es el o b j e t i v o del r a z o n a m i e n t o práctico? En el razonamiento prác-
t i c o , t r a t a m o s de descubrir, en condiciones de ignorancia e incerti-
d u m b r e , qué es lo mejor que se puede hacer en una circunstancia
dada. Tratamos de hallar una razón concluyente para actuar en s i -
tuaciones particulares. Por supuesto, tener una razón concluyente
para actuar involucra más que prevenir SIN. En ocasiones, t e n d r e -
mos una razón concluyente para n o privar a otras personas de su
autonomía, para no encarcelarlas sin razón. No o b s t a n t e , si NO-3
fuera verdadero, e n t o n c e s n o habría nunca una razón concluyente
para prevenir y evitar el sufrimiento, y el r a z o n a m i e n t o práctico es-
taría d e s p r o v i s t o de una parte i m p o r t a n t e de su o b j e t i v o . Es inade-
c u a d o c o n t e s t a r a esto: "Dios sabe m e j o r " , c o m o parece hacerlo
Swinburne. Porque eso implica que, si n o s o t r o s conociéramos m e -
jor, e n t o n c e s también podríamos saber - j u s t o c o m o alegaría Dios-
que nunca hay una razón concluyente para evitar el sufrimiento.
CAPÍTULO I I I
PREGUNTARLE LA HORA
A DIOS
Consideremos o t r o p r o b l e m a c o n respecto al c o n c e p t o t r a d i c i o -
nal de Dios. Según éste, Dios está más allá del t i e m p o y c o n o c e el
futuro.
El principio d e bivalencia dice que cualquier proposición clara e
4
4
Michael D u m m c t t distingue entre el principio de bivalencia y ia ley del tercio excluso.
El principio de bivalencia afirma que sólo hay dos valores d e verdad. La ley del tercio
excluso dice que entre " p " . y " n o p", una debe ser verdadera. La ley del tercio excluso
concierne a la negación; el principio de bivalencia concierne a los valores de verdad.
Duinmett dice q u e el principio de bivalencia es verdadero y q u e la ley del tercio
excluso es falsa. (Ver DUMMETT, M. La verdad y otros enigmas, Fondo d e Cultura Económica,
México. 1990.)
INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
Argumento 1
1. Si Dios c o n o c e el futuro, e n t o n c e s el principio de bivalencia es
verdadero respecto de p r o p o s i c i o n e s acerca del futuro
Si A entonces B
Si B entonces C
Por lo t a n t o , si A e n t o n c e s C
Capítulo 111. PREGUNTARLE LA HORA A DÍOS 53
Argumento 2
4. Si Dios c o n o c e el futuro, entonces el Principio de bivalencia se
aplica a enunciados acerca del f u t u r o y no tenemos libre albedrío
5. Tenemos libre albedrío
hasta:
L (A —> B)
hasta:
A - > LB,
TlLMPO
Apliquemos estos p u n t o s al t i e m p o . Hay dos tradiciones igualmen-
te antiguas acerca d e la naturaleza del t i e m p o . Una es el p u n t o d e
vista B del t i e m p o ; la otra p o d e m o s llamarla el p u n t o d e vista A,
que tal vez está más de acuerdo c o n el sentido común.
5
Aunque la teoría de la relatividad especial de Einstcin requiere que hagamos algunas
cualificaciones sobre esta frase, resultan irrelevantes para nuestros propósitos ahora.
Capítulo I I ! . PREGUNTARLE LA HORA A DIOS 59
E L FATALISMO Y n i . TIEMPO
¿Cuál de estos p u n t o s de vista tiene algo que ver con el fatalismo?
Si hay hechos temporales, c o m o lo afirma la concepción A, e n t o n -
ces p o d e m o s argumentar que la premisa 2 del A r g u m e n t o 1 está
justificada. Esto p o r q u e la objeción a la premisa 2 era que ésta re-
quería la idea de verdades esencialmente temporales, cuando, por
el c o n t r a r i o , t o d a s las verdades pueden ser expresadas i n t e m p o -
ralmente. Si la concepción A del t i e m p o es correcta, entonces la
idea de verdades esencialmente temporales, tales c o m o l u á n será
billonario", resulta vindicada. Por otra parte, si la concepción B del
tiempo es correcta, entonces la premisa 2 n o puede ser justificada
y el A r g u m e n t o I n o es sólido.
OTRAS MANERAS DE
PENSAR E N DIOS
7
Layton, B. ahonda en este tema en The Gnostic Scriptures, Doubleday, New York, 1987.
Capítulo IV. OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS 63
a. Sí (creyente) a. Sí
b. N o (ateo) b. No
8
Utilizo la expresión "indetectable", en lugar de "imperceptible", porque esta última
sugiere limitaciones sensoriales humanas que no son del caso.
C a p í t u l o IV. OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS
10
Para más detalles, ver THOMSON, G. "Interpretaciones del idealismo trascendental de
Kant" en ¡deas y Valores No. I I I , Bogotá, diciembre de 1999.
11
Ver KANT, 1., Crítica de la razón pura. Alfaguara, Madrid, 1994.
70 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
L() INHXPRHSAm.l:
Por otra parte, hay razones para pensar q u e hay algo acertado
en esto. Si Dios n o es una parte de este m u n d o , entonces él l o
trasciende y en tal caso, n o debemos esperar que se pueda descri-
bir c o n c o n c e p t o s que se originan y se f o r m a n en nuestra e x p e -
riencia en este m u n d o . Si Dios es trascendente, entonces Él está
13
Ver pág. 28 HÍCK, I.. Disputed Queslions, Yale University Press. New Haven, 1993, y segun-
d o capítulo de SMART. N., The Philosophy of Religión, Oxford University Press, Oxford.
1979.
14
Citado en o p cit., HICK. I.
15
Upanisad. Ediciones Sirueia, Madrid. 1995.
72 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
u
Biblia, Éxodo, Cap. 3, versículo 14.
Capítulo IV. OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS 73
17
Ver KANT, (., Crítica del juicio, Espasa Calpe, M a d r i d , 1981.
, 8
Ver SPINOZA, B., Etica, Sarpe, Madrid, 1984.
C a p í t u l o IV. OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DJOS 75
19
Ontología: Parte de la metafísica que trata del ser en general y de sus propiedades
trascendentales.
i 0
Para algunos de ios problemas de la teoría de Spinoza, ver THOMSON, G „ Bacon lo Kant,
Waveland Press, Belmont, 2001 b.
INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DL LA FILOSOFÍA
mentales.
Sin e m b a r g o , la condición para que un estado mental sea acerca
de algo, es que n o puede ser acerca de otras cosas. Pensar en u n ^
cosa es n o pensar en otra. En otras palabras, el c o n t e n i d o de los
estados mentales, c o m o creer, pensar, desear y temer, depende en
parte d e cómo se los describe. La verdad de las oraciones f o r m a -
das c o n verbos psicológicos depende de cómo se describe la cosa
en cuestión (es decir, del ángulo o aspecto que se describe). John
desea X desde una descripción, o un p u n t o de vista particular, y no
desde o t r o . De este m o d o , la intencionalidad de los estados m e n -
tales es una expresión de nuestra finitud, p o r q u e cada vez que cree-
m o s y d e s e a m o s lo hacemos necesariamente de manera parcial,
reflejando un p u n t o de vista particular y excluyendo o t r o s .
1 1
La palabra "intencional" se usa aquí en un sentido técnico que es explicado en el
capítulo VIII. Provisionalmente, la intencionalidad de los estados mentales consiste
en que son acerca de algo, es decir, que tienen c o n t e n i d o .
C a p i t u l o IV. OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS 79
CONCLUSIÓN
Si Dios es un o b j e t o o un ser que está en, que hace parte del univer-
so, entonces existe o n o existe. Si Dios n o es un o b j e t o posible en
el universo, e n t o n c e s sólo hay dos salidas posibles, s u p o n i e n d o
que el c o n c e p t o de Dios tenga sentido:
1) Dios trasciende el universo y eso implicaría que Dios trasciende
la dualidad "existir" y " n o existir".
DESAPARECER E L MUNDO
1. U n o tiene q u e creerlo
2. Lo que u n o cree tiene que ser verdadero
3. U n o debe tener una justificación razonable para su creencia
SEMBRAR S H M I L L A S Dl£ D U D A
Pensamos q u e c o n o c e m o s el m u n d o básicamente c o m o es. Q u e
el m u n d o consiste e n los o b j e t o s materiales que p e r c i b i m o s a d i a -
rio. Pero, ¿realmente l o c o n o c e m o s ? C o n t r a r i a m e n t e al s e n t i d o
, común, algunos filósofos han i n s i s t i d o en que es i m p o s i b l e estar
seguros.
84 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
Para mostrar que tales dudas están bien fundadas, Descartes dice
que podría haber un d e m o n i o p o d e r o s o y estafador q u e crea las
ideas y las sensaciones d e l m u n d o material. Él puede engañarnos
aun en estas creencias. (Ésta es la tercera y más radical fase de la
duda cartesiana). Descartes n o está haciendo la extravagante afir-
mación de q u e realmente hay u n d e m o n i o estafador; únicamente
está diciendo q u e podría haberlo. En otras palabras, está a f i r m a n -
do q u e n o t e n e m o s evidencia q u e demuestre q u e n o lo hay. Las
sensaciones q u e e x p e r i m e n t a m o s podrían ser causadas también
por los objetos materiales o por u n espíritu p o d e r o s o y maligno. En
otras palabras, n o t e n e m o s evidencia para mostrar que la teoría A)
es p r o b a b l e m e n t e más verdadera q u e la teoría B):
A h o r a es su segunda o p o r t u n i d a d de apostar. Si c o n s i d e r a m o s
con d e t e n i m i e n t o el a r g u m e n t o de Descartes, ¿cree que él está en
lo cierto? Si n o lo cree, ¿cuál es su respuesta? ¿Cómo le c o n t e s t a -
ría? Si el c o n o c i m i e n t o exige una justificación razonable, y n o la
f- C a p í t u l o V. DESAPARECER EL MUNDO 87
ir
['"tenemos, e n t o n c e s n o tenemos c o n o c i m i e n t o . De o t r o m o d o , el
i argumento d e Descartes falla. H e aquí u n problema filosófico.
Insisto en que se concentre e n este p r o b l e m a y sienta su fuerza;
no trate de escapar por el c a m i n o fácil, que este n o le ayudará a ser
un mejor pensador. Ahora q u e h e t e r m i n a d o m i c o r t o sermón, p o r
favor apueste.
El a r g u m e n t o d e Descartes tiene una debilidad. Parte de una s u -
posición muy amplia: el supuesto .de su a r g u m e n t o es q u e la única
cosa con la que una persona puede tener c o n t a c t o directo, o c o n o -
cer directamente, es el c o n t e n i d o de su conciencia o sus propias
ideas. De acuerdo c o n esto, u n o n o está al corriente de las cosas
que en el m u n d o exterior propician nuestras ideas. Pero, c o m o v e -
remos, esta suposición tiene un a r g u m e n t o interesante a su favor.
o esto o t r o
CONCLUSIONES
¿Ha hecho su apuesta? Si votó en favor de Berkeley y Descartes,
entonces tiene un problema. ¿Cómo llenamos el vacío entre nues-
tra experiencia personal de las ideas y nuestra certeza de que c o n o -
cemos el m u n d o externo? ¿Cómo justificar esa certeza -la de conocer
a tal grado el m u n d o externo-, si nunca percibimos los objetos?
Este capítulo ha sido en parte un ejemplo a m p l i o d e la primera fase
de la filosofía: preguntas y perplejidades.
Los argumentos muestran, al parecer, q u e uno n o percibe o b j e -
tos externos, sino sólo ¡deas. Entonces nos queda este problema:
¿cómo es posible q u e tengamos c o n o c i m i e n t o de los o b j e t o s m a -
teriales? Al parecer, es imposible. Podemos saber y reconocer nues-
tras sensaciones c o m o dibujos, pero nunca el m u n d o externo tal
c o m o es. Si el c o n o c i m i e n t o se basa en la experiencia sensorial,
entonces la naturaleza del m u n d o externo debe permanecer para
siempre en el misterio.
CAPÍTULO V I
MIRAR E L MUNDO
ESPEJISMO
Imagine una persona introducida en un t a n q u e de agua, c o n respi-
ración artificial, d e n t r o del cual las principales entradas sensoriales
de la persona son taponadas (ojos y oídos vendados). Después de
cierto t i e m p o , la persona comenzará a ver cosas; p o r ejemplo, p o -
drá ver un castillo. Ahora imagine a una persona abandonada en
un desierto vacío. Cuando el calor y la sed sean insoportables, la
persona verá el espejismo de un oasis. Tales personas podrían r a -
zonar de la siguiente manera:
96 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
21
Ver Sección 5.1. BFNNF/TT, J., Locke. Berkeley, Hume, Cía rendo n Press, Oxford. 1979.
100 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
Para una concepción alternativa, ver págs. 1 13 - 127 JACKSON, F., "The Exislcnce of
Mental Objects', en Perceptuaí Knowledgc, J. Dancy (ed), Oxford, 1988.
C a p í t u l o V I . MIRAR EL MUNDO 101
me parece c o r r e c t o "
OTRA IMPLICACIÓN
Descartes y los empiristas cosificaron las ideas. Esto los llevó a la
noción del velo de ideas: sólo p o d e m o s percibir directamente nues-
tras propias ideas, y nunca, a través de ellas, los o b j e t o s en el m u n -
d o externo. El argumento del lenguaje privado rechaza este velo de
ideas, pues afirma que palabras c o m o " d o l o r " no pueden n o m b r a r
objetos mentales esencialmente privados.
J 5
Ver párrafo 2 5 8 , WITTGF.NSTI-IN. L . Investigaciones filosóficas. Instituto de investigaciones
filosóficas, U N A M , Gnjalbo, Barcelona, 1988.
2 6
Ver WILLIAMS, B., Descartes: The Projecl of Puré Enquiry, Penguin, Middeiesex, 1978.
Capítulo V I . MIRAR EL MUNDO 103
¿ES U S T E D S U CUERPO?
Dualismo
Sin embargo, según Descartes, la explicación científica paraba ahí.
El pensaba que las acciones y los estados mentales de las perso-
nas n o podían ser explicados de esa manera. Descartes argumentó
que una persona es una sustancia o cosa esencialmente c o n s c i e n -
te e inmaterial. De acuerdo c o n esto, el universo c o n t i e n e al m e n o s
dos géneros de sustancias: la m e n t e , cuya esencia es ser c o n s c i e n -
te, y la materia, cuya esencia es espacial. ¿Qué es un ser h u m a n o ?
Según Descartes, un ser h u m a n o es estas dos sustancias en una
C a p í t u l o V i l . ¿ E s USTED SU CUERPO? 107
Argumento 1
Aparece en el Discurso del método, parte IV c o m o sigue:
El a r g u m e n t o c u e n t a c o n el p r i n c i p i o d e i d e n t i d a d d e l o s
indiscernibles. Este principio sostiene que los idénticos, c o m o agua
y H O deben tener todas sus propiedades en común. Si el agua
2 f
Argumento 2
1. Si d o s cosas s o n idénticas, e n t o n c e s deben tener t o d a s sus
p r o p i e d a d e s en común
108 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
les podría aplicar. Una persona que ignora la química puede argüir
c o m o sigue:
Argumento 3
1. Si el agua y el H^O fueran idénticos, tendrían que tener todas sus
propiedades en común
2. C o m o el agua tiene la propiedad de que yo n o p u e d o dudar que
existe, y
Argumento 4
1. Gorbachov es calvo
2. El ex presidente de la URSS es la misma persona que Gorbachov
Argumento S
1. Dan cree que Gorbachov es calvo
2. El ex presidente de la URSS es la misma persona que Gorbachov
Argumento Ó
1. El p e n s a m i e n t o es una cosa indivisible
2. T o d o s los o b j e t o s m a t e r i a l e s d e b e n ser e s p a c i a l m e n t e ex-
tensos
3. Cualquier cosa que sea espacialmente extensa es divisible
7. 1M conexión causal
Descartes sostiene que hay dos modos de interacción causal entre el
cuerpo y la mente. En la percepción sensorial neural, los impulsos en
el cerebro afectan la mente. Al ver un o b j e t o , por ejemplo, las ondas
de luz que éste refleja afectan el ojo, y por lo tanto, el cerebro; estos
cambios en el cerebro provocan las sensaciones visuales en la m e n -
te. Cuando actuamos voluntariamente, lo cual es una forma de activi-
dad mental, nuestra voluntad causa cambios físicos en el cerebro, y
éstos provocan a su vez los movimientos musculares y corporales.
INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
27
Ver CHURCHLAND, R, Materia y conciencia: Introducción contemporánea a la filosofía de la mente,
Editorial Gedisa, Barcelona, 1992.
C a p í t u l o V I L ¿ E s USTED SU CUERPO?
2. hl problema de la identidad
Dos objetos materiales, con las mismas propiedades, pueden distin-
guirse c o m o dos objetos distintos, y cada u n o puede ser identificado
como el mismo en diferentes tiempos por sus posiciones en el espa-
cio. Los objetos son públicamente identificables p o r su posición es-
pacio-temporal. Pero las mentes, c o m o personas sin cuerpo, no t i e -
nen una posición espacial, y así n o hay manera posible de identificar
y distinguir públicamente entre dos mentes incorpóreas similares.
Esto cuestiona la tesis de que las mentes incorpóreas son sustan-
cias, p o r q u e las sustancias tienen q u e ser públicamente i d e n t i -
ficables. Si las sustancias no fueran públicamente identificables,
entonces n o habría ningún c o n t e n i d o o s e n t i d o claro en la idea de
que d o s personas se refieren o hablan de la misma cosa. Éste es un
problema agudo para Descartes, quien asume q u e la palabra 'Yo'
puede identificar una m e n t e incorpórea. Si la palabra 'Yo' se refiere
a algo, seguramente debe referirse a una e n t i d a d que otra gente
puede identificar. Para ser referidas por palabras públicas, las cosas
deben tener criterios públicos de identidad. Y es d u d o s o que una
mente incorpórea pueda satisfacer esta condición.
Materialismo
El materialismo sostiene, por su parte, la tesis de que sólo existen
la materia y sus propiedades. N o hay nada adicional. En particular,
n o existen las mentes inmateriales. El materialismo nos presenta
el desafío de explicar cómo es posible la conciencia en un m u n d o
c o m p l e t a m e n t e material (aunque, c o m o veremos, n o supera* ese
desafío, así sea verdadero). Algunas veces, el materialismo es lla-
m a d o la teoría de la i d e n t i d a d , p o r q u e afirma que los estados m e n -
tales s o n idénticos a los estados cerebrales. Veremos que esta forma
de poner la teoría es engañosa.
2,1
El materialista puede argumentar que. c o m o lo postulación de sustancias y propie-
dades mentales n o explica la conciencia, ellas son obsoletas.
2<
' Ver AMSTRONC, D., The Materialist Theory o\ Mind, Routledge and Kegan Paul, London, 1968.
* Argumento 7
• l . Por definición, los estados mentales son t o d o l o que es capaz
de causar acciones intencionales
2. De hecho, todas las acciones intencionales s o n causadas sola-
mente por la actividad del cerebro
Argumento 8
1. Hay u n a p r o p i e d a d t a l q u e m i sensación la tiene y m i estado
cerebral n o la tiene
2. Si las sensaciones y los estados cerebrales son idénticos, e n t o n -
ces d e b e n tener las mismas propiedades
10
Si uno dice: "tengo una sensación", parece que uno tiene una cosa. Es mejor decir
que el materialista debe identificar el sentir de una manera particular con el estar en
un estado cerebral particular.
C a p í t u l o V i l . ¿ E s USTF.D su CUERPO? I 19
¿ E s ontológico el problema?
El d e b a t e entre los dualistas y los materialistas es ontológico. Es
acerca de lo que existe. El materialista afirma q u e sólo existe la
m a t e r i a y el d u a l i s t a s o s t i e n e q u e también e x i s t e n las m e n t e s
inmateriales. Pero, ¿esas dos posiciones resuelven realmente el p r o -
blema c o n el que comenzamos? El problema era: cómo reconciliar
las ciencias físicas c o n nuestra concepción cotidiana de nosotros
m i s m o s c o m o seres conscientes.
Ai cosificar ideas en la mente, o al tratarlas c o m o entidades, no
logramos explicar cómo es posible la conciencia. Por ejemplo, hay
algunos signos en el tablero: "el gato se sentó en el tapete". Esos
signos t i e n e n algún significado. Cosificar el significado sería afir-
mar q u e hay dos entidades involucradas aquí: una, es la sentencia
escrita en el t a b l e r o ; la otra, la no-física, el fantasma llamado e l n
i
¡2.000 tipos d e moléculas involucradas e n el juego. Podríamos h a -
b l a r de los d o s m i n u t o s finales describiendo las posiciones de las
Í diferentes moléculas en cada m o m e n t o . Sería una descripción lar-
: ga y aburrida. Aún así, en un sentido, eso es exactamente lo q u e
¡sucedió. El problema es que n o nos dice lo que es i m p o r t a n t e acer-
ca del partido: quién ganó, qué tácticas usaron, etcétera.
Esto, sin embargo, n o significa q u e hayamos dejado p o r fuera la
esencia inmaterial del fútbol, el espíritu del juego. N o significa q u e
nuestra larga descripción haya o m i t i d o alguna cosa inmaterial del
juego. Llamemos a la descripción m e r a m e n t e molecular EXT (en
lugar de extensional). Ahora, consideremos la descripción normal
del partido. Ésta menciona quién golpeó la pelota, quién anotó el
gol, etcétera. L l a m e m o s a esta descripción n o r m a l 1NT (en lugar
de intensional). La idea d e q u e hemos o m i t i d o alguna cosa i m p o r -
tante en nuestra descripción molecular se puede expresar c o n u n a
fórmula:
INT = EXT + M
INT = EXT + M
Una vez más, esto postula la existencia de una cosa mágica e inmate-
rial, el significado de la sentencia. Sin embargo, este postulado no
explica cómo los signos p u e d e n significar cualquier cosa. Más bien,
la situación es q u e EXT e INT s o n d o s descripciones diferentes de
la misma cosa. Agregar una cosa extra, M, n o nos ayuda a c o m -
prender la relación entre la descripción extensional y la intensional.
SALVAR LO MENTAL
DEL C O N D U C T I S M O AL ITJNCIONALTSMO
El conductista afirma q u e el c o n t e n i d o mental tiene su base en el
c o m p o r t a m i e n t o . A la pregunta, "¿qué es un estado mental?", e|
c o n d u c t i s t a contestará q u e es una disposición a actuar de cierto
m o d o , dadas ciertas entradas sensoriales. Sentir dolor es estar dis-
puesto a llorar, a amputar la parte dolorosa del cuerpo, dependiendo
de cómo y qué tan duro fue el golpe (y dónde) . 32
M u c h o s e s c r i t o r e s t r a t a n el f u n c i o n a l i s m o c o m o u n a tesis
: ontológica . Eso n o es correcto. Un dualista podría ser funcionalista
33
1 1
Ver CHURCHIAND, R, o p . cit., capítulo uno.
34
El argumento de A r m s t r o n g desde un análisis causal de ios estados mentales hasta la
teoría de la identidad fue formulado en el capítulo anterior.
" Ver, por ejemplo, Thomas Nagel, La muerte en cuestión, Fondo de Cultura Económica,
México, 1981, y SEAKI.K, j . El redescubrimiento de la mente. Crítica Grijalbo - Mondadori.
Barcelona. 1996.
130 I N T R O D U C C I Ó N A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA-
t i m i e n t o s e x q u i s i t o s n o s o n más q u e i m p u l s o s eléctricos en m i
cerebro?" 36
Impulsos neuronales y c a m b i o s químicos q u e n o pare-
cen incluir a los sentimientos mismos en lo a b s o l u t o . El materialis-
mo, al parecer, destierra el c o l o r y la conciencia del m u n d o . Sin
embargo, esas maneras de expresar la preocupación nos devuel-
ven al asunto ontológico. Ya hemos visto q u e esa aproximación n o
nos ayuda, y n o queremos volver al dualismo cartesiano.
3
' J
A lo que el materialista debe responder que no. La posición materialista no sostiene
que los sentimientos sean lo mismo que estados cerebrales. Es más bien que tener un
sentimiento es idéntico a estar en un cierto estado cerebral. Un materialista no debe
tratar los sentimientos c o m o entidades.
I N T R O D U C C I Ó N A LA PRÁCTICA DE LA F I L O S O F Í /
1,7
La frase latina significa: "conservando el mismo valor de verdad".
, H
Las oraciones no-extensionales son llamadas asnalmente "intensionales".
Capítulo VIH. SALVAR LO MENTAL 133
3 g
Ver P GiuRCHLANt). o p . cit., capítulo dos. secciones 3 y 5.
136 I N T R O D U C C I Ó N A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
4 0
Ver THOMSON. G „ üacoti lo Kant. Waveland Press. Belmont. 2001 b.
I N T R O D U C C I Ó N A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
4 1
Ver capítulo V STIC.H, S., Vrom Fotk Psuchology to Congnitive Science, MIT Press, 1983
4 4
P ClIURCHIANÍ), Op. Cit.
140 I N T R O D U C C I Ó N A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
1
' CHURCHIAND, o p . cit.
C a p í t u l o VIH. SALVAR LO MENTAL 141
CONCUJSJONKS
4 6
Al escribir este capítulo he utilizado partes de THOMSON, C , & TURHZKY. R, "A Simple
Cuide t o the Philosophy of M i n d ' e n The Experience of Philosophy. Wadsworth. Belmont.
1995.
/
CAPÍTULO I X
EL PROBLEMA D E L O S PUNTOS :
LA CIENCIA
Según la teoría física, si hacemos una lista del valor real para cada
u n o de los p u n t o s de espacio-tiempo, e n t o n c e s tendríamos una
descripción c o m p l e t a del universo. Hacer tal descripción sería físi-
c a m e n t e i m p o s i b l e : el número es tan vasto, que para hacerla no
bastaría el t i e m p o que ha pasado desde el Big Bang, pero n o i m -
p o r t a . (Realmente, la descripción sería i n c l u s o más c o m p l i c a d a
p o r q u e tendríamos q u e i n t r o d u c i r las propiedades fundamentales
de cada partícula, describir el o c u p a n t e de cada granulo en térmi-
nos probabilísticos, tener en cuenta las partículas virtuales q u e c o n s -
tituyen las fuerzas y las antipartículas.)
E L PROBLEMA
Dejando las c o m p l i c a c i o n e s a un lado, ¿realmente sería ésta una
descripción c o m p l e t a del universo? Si la teoría física es correcta,
entonces literalmente n o hay nada más; ningún artículo adicional
queda p o r fuera de nuestra lista.
Rl:FORMl I.AR T
1:1. P R O B L E M A
Ya t e n e m o s las herramientas que nos ayudarían a resolver estos
problemas. Estas cuestiones fueron resueltas indirectamente en el
capítulo anterior. Los elementos ya están en nuestras manos. Es
cuestión de aplicarlos a nuevas áreas y de reforzarlos.
En el capítulo anterior vimos que hay tres estrategias para tratar la
relación entre las descripciones extensionales de la neurociencia y
las descripciones intensionales que caracterizan el c o n t e n i d o de los
estados mentales. Tenemos el mismo problema otra vez porque las
caracterizaciones del significado del lenguaje y las descripciones
evaluativas también involucran la intencionalidad. Miremos p o r qué.
"La frase S significa que P" es directamente intensional. S u p o n -
gamos que S es "el papá de Garrett es calvo" y P es "el progenitor
masculino de Garrett es calvo". S significa que R Sin embargo, s u -
p o n g a m o s q u e P es equivalente a Q: "el único psicólogo en Wislow
es calvo" (mi padre pasa a ser el único psicólogo de Wislow). Si S 11
i T
Para demostrar que el materialismo es una teoría verdadera, sería necesario argu-
mentar que no existen ni tas clases ni otros objetos abstractos, c o m o los números.
148 I N T R O D U C C I Ó N A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA:
1. S significa que P
2. P es equivalente a Q
3. Por lo t a n t o , S significa q u e Q
4
" Ver proposición 6.521. V/mor NSTÍTN. L. Tnutalus logko - Phitosophiivs. Alian/.a editorial,
Madrid, 1987.
C a p í t u l o I X . E L P R O B L E M A DE L O S P U N T O S : LA C I E N C I A 153
• Tercero, s u p o n g a m o s q u e la idea es q u e l o i n t e n s i o n a l y l o
extensional son verdaderos en virtud d e los mismos estados de
cosas. Esto es exactamente lo que h e m o s estado d i c i e n d o , y nos
permite afirmar que el segundo es más básico que el primero,
pero sólo de la siguiente manera: lo mental (o l o evaluativo o lo
lingüístico) es sobreviniente de lo físico.
Ciencias sociales
Psicología
Macrobiología
Microbiología
Química
Macrofísica
Mecánica cuántica
CONCLUSIÓN
Para contraatacar la aparentemente fría imagen del universo o f r e c i -
da p o r las ciencias físicas, no necesitamos postular la existencia de
fantasmas, cuerpos astrales, espíritus, significados, valores (aun si
algunas de esas cosas existen). Sólo necesitamos la posibilidad de
describir las cosas materiales de manera s e n t i m e n t a l , espiritual,
significativa o evaluativa. No tenemos que suponer que estas des-
c r i p c i o n e s más interesantes tienen que reducirse a algunas des-
cripciones en términos de p u n t o s cuánticos.
APÉNDICE
CÁLCULOS
A. 1 ienipo
Supongamos que el universo tiene 20 mil millones de años.
Supongamos que el período más corto de tiempo (T-instante) es 3 x I O' 30
segundos.
a) T = 2 x 10'°años
b) 1 año = 3 x 10 segundos
7
c) I segundo = y x 10 T-instantes 36
d) T = 2 x 10" T-instantes
B. hspnclo
Supongamos que el radio del Universo (R) es de 20 mil millones de años
luz (AL). Un año luz es la distancia que la luz recorre en un año.
Supongamos que el trozo de espacio más pequeño (E-trozo) es de 10~3<5
metros.
a) R= 2 x 10 AL 10
b) I AL = I0 * m
,R
i c) I m = 10" E-trozos
d) R = 2 x 10"' E-trozos
e) V =-4-71 R' = 4,2 R 3
f) V - 4,2 (2 x I 0 ) 61 3
E-trozos 3
MORALIDAD SIN A U T O R I D A D E S
SUBJETIVISMO |
La primera concepción es llamada subjetivismo. El p u n t o crucial^
para destacar de ella es q u e niega que haya respuestas objetivas a j
las preguntas sobre lo que es c o r r e c t o e incorrecto. No hay res-J
puestas verdaderas o falsas (volveré más tarde sobre lo q u e significa
ca exactamente el término " o b j e t i v o " ) . 1
9
En favor de esta teoría: cada persona tiene su propia opinión, y j
cada u n o de n o s o t r o s t i e n e q u e d e c i d i r p o r sí m i s m o . De o t r a |
manera, o t r o s decidirían p o r mí, y nadie puede hacer eso. Además,J
las personas tienen diferentes o p i n i o n e s acerca de lo q u e es bue-2j
n o o malo: lo que es b u e n o para mí puede ser malo para usted y j
por eso n o hay moralidad universal. Adicionalmente, una m o r a l i d a d |
C a p í t u l o X. M O R A L I D A D SIN AUTORIDADES 163
Las réplicas
Hay muchos p u n t o s aquí, t o d o s mezclados; considerémoslos u n o
a uno.
Argumento 1
1. Hay d e s a c u e r d o acerca de lo q u e es m o r a l m e n t e c o r r e c t o o ;
incorrecto. i
3. N i ) l i a y realas i n ó r a l e s u n i v e r s a l e s
Esto significa que no hay reglas umversalmente aceptadas. Eso es]
verdad. La idea, una vez más, es que hay discordia. Sin embargo;f
c o m o v i m o s ya en el argumento u n o , esto no es evidencia en favor
del subjetivismo. La magnitud del desacuerdo n o es relevante.
5. L a m o r a l i d a d n o es a b s o l u t a
Érase una vez un h o m b r e q u e se negó a caminar p o r q u e había a p r e n -
d i d o que la Tierra n o estaba fija ni apoyada en nada en el espacio.
Él se quejaba, "¿cómo p u e d o esperar caminar en la Tierra si n o
tiene a p o y o y, lo peor, siempre está en m o v i m i e n t o ? " Cuando vio a
otra persona caminando, se quedó pasmado: "¿cómo puede usted
hacerlo? La Tierra está en c o n s t a n t e m o v i m i e n t o , y aún peor, está
suspendida; carece de a p o y o en el vacío". El o t r o h o m b r e frunció el
ceño y contestó: "Usted quiere f u n d a m e n t o s a b s o l u t o s . Su error
consiste en pensar q u e la falta d e f u n d a m e n t o s a b s o l u t o s es lo
m i s m o que una falta absoluta de fundamentos".
Éste es un error similar al de pensar que sólo lo a b s o l u t o f u n c i o -
na y que la única alternativa de lo absoluto es la subjetividad. El
o p u e s t o de a b s o l u t o es relativo, y el o p u e s t o de o b j e t i v o es subje-
tivo. En otras palabras, el contraste absoluto-relativo es d i s t i n t o de
la oposición objetivo-subjetivo. En consecuencia, los juicios m o r a -
les pueden ser objetivos sin que sean absolutos. Pueden ser o b j e t i -
vos, pero relativos a las circunstancias.
"La moralidad es a b s o l u t a " afirma que no depende de ninguna
otra cosa. Ésta es una oración falsa, p o r q u e lo q u e es m o r a l m e n t e
incorrecto puede depender del c o n t e x t o o la situación. Sin embar-
go, negar que es absoluta n o significa q u e sea subjetiva. A m b o s ,
subjetivismo y a b s o l u t i s m o , pueden estar equivocados.
Este p u n t o es i m p o r t a n t e p o r q u e algunos filósofos argumentan
que el rechazo de valores absolutos significa que d e b e m o s escoger
166 I N T R O D U C C I Ó N A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
En resumen:
6. N a d i e p u e d e i m p o n e r m e sus decisiones
El temor es que alguien trate de controlarlo, de decirle qué hacer en
nombre de la moralidad. En vista de que debemos controlar nuestra p r o -
pia vida, el temor nos lleva a rechazar la objetividad. Sin embargo,,
C a p í t u l o X. M O R A L I D A D SIN AUTORIDADES 167
Argumento 2
1. Si lo " m o r a l m e n t e m a l o " fuera d e f i n i d o en términos d e las d e c i -
siones de una a u t o r i d a d , entonces sería i m p o s i b l e afirmar q u e
las decisiones de la autoridad s o n buenas o malas.
2. Siempre es posible afirmar que las decisiones de una a u t o r i d a d
son buenas o malas.
5 0
La ¡dea de que Dios n o puede equivocarse exige presuponer que objetivamente Él
está en lo cierto, que este pensamiento implica la objetividad.
170 I N T R O D U C C I Ó N A LA PRÁCTICA DF. LA FILOSOFÍA
RHIATIVISMO CULTURAL
El relativista cultural dice que lo que es m o r a l m e n t e c o r r e c t o o i n -
correcto d e p e n d e de los valores que una sociedad o cultura acepta
o rechaza. El relativismo cultural no dice que lo que es considerado
en una sociedad c o m o correcto pueda ser considerado incorrecto
por otra. Ésta es una afirmación verdadera e inocua. Sin embargo,
algunas veces es una de las bases de los argumentos en favor del
relativismo cultural. Además, o t r o a r g u m e n t o dice que el relativismo
cultural es más tolerante con las distintas culturas y sociedades que
otras concepciones y por t a n t o , d e b e m o s aceptarlo.
Análisis
Podemos simplificar la discusión señalando las similitudes entre el
r e l a t i v i s m o c u l t u r a l y el s u b j e t i v i s m o . P o d r í a m o s llamarlo
subjetivismo cultural. Al igual que el subjetivismo individual, supe-
dita la incorrección moral a los valores aceptados por alguien. En
este caso, no de un individuo, sino de un g r u p o . Esto significa que
la p o s i c i ó n r e c h a z a la o b j e t i v i d a d m o r a l , c o m o l o h a c e el,
subjetivismo. Hace que lo que es m o r a l m e n t e incorrecto dependa
de lo que es aceptado por una cultura.
Argumento 2
1. Si lo " m o r a l m e n t e i n c o r r e c t o " fuera definido en términos de las
decisiones de una a u t o r i d a d , e n t o n c e s sería i m p o s i b l e afirmar
que las decisiones de la a u t o r i d a d son buenas o malas.
2, Siempre es p o s i b l e decir que las decisiones de una a u t o r i d a d
son buenas o malas.
Respuestas
Regresemos brevemente a los argumentos que en apariencia están
en favor del relativismo.
Dl:RhCIK)S MORALHS
LA LISTA AMPLIADA
He a r g u m e n t a d o que las teorías representadas desde 1 hasta 4 en
nuestra lista original son todas falsas. N o explican adecuadamente
lo q u e significa afirmar q u e matar es m o r a l m e n t e malo. Argumenté
q u e , en el caso del subjetivismo, del relativismo cultural y de la t e o -
ría del m a n d a t o divino, la razón por la cual fallan es esencialmente
la m i s m a : estas teorías definen lo " m o r a l m e n t e m a l o " en términos
de las decisiones de alguna autoridad. Tratan de responder la pre-
gunta: ¿quién decide lo q u e es correcto e incorrecto?
Agreguemos tres nuevas teorías a nuestra lista original, teorías
q u e i n t e n t a n definir lo q u e hace que una acción sea incorrecta o
correcta.
5) La m o r a l i d a d surge a causa de una especie de c o n t r a t o social
entre los individuos. Una acción X es m o r a l m e n t e incorrecta si y
sólo si está en desacuerdo c o n los principios q u e harían parte
de un c o n t r a t o tal (teoría del c o n t r a t o social).
ó) Lo q u e hace q u e una acción sea buena o mala es la felicidad o el
perjuicio general que provoca (teoría utilitarista).
7) C o m o seres racionales, las personas tienen v o l u n t a d o a u t o n o -
mía. La esencia de la moralidad es tal, q u e d e b e m o s tratar a las
personas c o m o seres autónomos y nunca c o m o meros i n s t r u -
m e n t o s . Una acción X es m o r a l m e n t e mala si y sólo si la persona
que ejecuta X lo hace c o n la intención de tratar a o t r o s sólo c o m o
un m e d i o (teoría kantiana).
UTILITARISMO
Según esta teoría, d e b e m o s definir u n a c t o moralmente c o r r e c t o ¡
en términos del daño o beneficio q u e cause. El objetivo general de J
la m o r a l i d a d es p r o m o v e r las prácticas y las acciones que resulten |
más benéficas para n o s o t r o s . Por eso, las acciones m o r a l m e n t e ^
malas s o n aquellas que causan más daño o menos beneficio que i
sus alternativas. Una acción es m o r a l m e n t e correcta si y sólo si c a u - .
sa más felicidad, considerando i m p a r c i a l m e n t e las alternativas. ¡
1
TLORÍA KANTIANA. I
Según Kant, las acciones morales tienen u n valor intrínseco. Son |
valorables, n o p o r sus efectos, s i n o d e acuerdo c o n la intención j
C a p í t u l o X. M O R A L I D A D SIN AUTORIDADES 179
CONCLUSIÓN
De las siete teorías morales que h e m o s examinado, sólo dos s o -
breviven. Las otras cinco tienen serías d e b i l i d a d e s y, a u n q u e n o
hemos excluido la posibilidad de q u e puedan ser reformuladas, de
m o d o que superen esas debilidades, vimos que sus problemas s o n
lo suficientemente serios c o m o para descartarlas d e n t r o de este
estudio i n t r o d u c t o r i o . Las que sobreviven (el utilitarismo y la teoría
kantiana) están en c o n f l i c t o . En el capítulo siguiente e x a m i n a r e -
mos por qué se enfrentan y cómo p o d e m o s resolver este conflicto.
API:NDICÍ: 1
Hí-C'llOS Y O P I N I O N E S
Veamos cómo podría ser una discusión típica. En favor, hay los
siguientes p u n t o s :
A favor E n contra
cajú 1 caja ¿
c. L a p e n a de m u e r t e i r r e v e r s i b l e ,
y los e r r o r e s serán irreversibles
también.
c a j a *\ c a j a -4
A favor En coiura
La m o r a l i d a d c o t i d i a n a c o n t i e n e estos d o s c o m p o n e n t e s , el
kantiano y el utilitarista. Pero riñen entre sí. Antes d e enfocarnos en
la manera c o m o el c o n f l i c t o puede resolverse, examinemos su n a -
turaleza. Recordemos q u e el utilitarismo sostiene q u e una acción
es moralmente correcta en la medida en q u e tenga c o m o resultado
una mayor felicidad o una utilidad g e n e r a l " Por otra parte, la t e o -
ría kantiana afirma q u e una acción es m o r a l m e n t e correcta si la
voluntad d e l agente fue movida p o r el imperativo categórico. Kant
afirma que las intenciones q u e m o t i v a n nuestras acciones deben
concordar c o n el p r i n c i p i o moral f u n d a m e n t a l , i n d e p e n d i e n t e d e
los resultados de la acción. En una de sus formas, este principio,
llamado por Kant imperativo categórico, sostiene q u e nunca d e b e -
mos tratar a una persona c o m o u n mero o b j e t o , c o m o u n m e d i o
para fines ulteriores. Debemos respetar a las personas c o m o tales,
c o m o seres libres y autónomos . 53
1) La concepción u t i l i t a r i s t a es c o n s e c u e n c i a l i s t a ; lo q u e c u e n -
ta m o r a l m e n t e es sólo el r e s u l t a d o o las c o n s e c u e n c i a s de
n u e s t r a s a c c i o n e s . N o i m p o r t a c ó m o se p r o d u c e el e f e c t o .
Por o t r o l a d o , para las teorías k a n t i a n a s , i m p o r t a la m o t i v a -
ción de la a c c i ó n ; los r e s u l t a d o s de ésta n o s o n m o r a l m e n t e
relevantes.
2) El utilitarismo sostiene q u e el único valor intrínseco es el bienes-
tar o la felicidad. Hay o t r o s valores, c o m o la autonomía y la jus-
ticia retributiva y distributiva, pero éstos s o n valiosos sólo en la
medida en q u e p r o d u c e n más f e l i c i d a d . Sólo s o n i n s t r u m e n -
talmente valiosos. Por o t r o lado, las teorías kantianas afirman
que la autonomía y la justicia retributiva s o n valores intrínsecos.
La felicidad debe ser merecida y nuestras acciones deben respe-
tar la autonomía y el libre albedrío de las personas. La justicia y
la autonomía son valores intrínsecos.
, ?
E\ texto clásico del utilitarismo es Muí.). S. Ef utilitarismo. Aguilar. Buenos Aires. 1968.
r
5 J
La exposición clásica de esta teoría es de KANT, I., Fundamentarían de la metafísica de las
costumbres, Lspasa Calpe, Madrid. 1995.
190 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
ARGUMENTOS C O N T R A HL U T I L I T A R I S M O
Un h o m b r e es acusado d e matar a un niño. El pueblo está furioso,
pide la horca c o m o castigo para el asesino, y de i n m e d i a t o . El juez,
sin embargo, sospecha que el h o m b r e es inocente. Supongamos
que tiene razón. Supongamos también que si no hay a h o r c a m i e n -
t o , el pueblo armará una trifulca y morirán muchas personas. ¿Debe
colgarse al inocente? 54
S 4
Ejemplo t o m a d o de RACHELS, J.. The Elements o¡ Moral Philosophy, McGraw HUI, New York,
1999.
192 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE I A FILOSOFÍA
E L CONFLICTO
S e g u n d o , para q u e u n d i l e m a sea p r o f u n d o , n o p u e d e o b e d e -
cer t a n sólo a la falta d e d a t o s o d e información. Tiene q u e h a -
b e r p o r l o m e n o s d o s o p c i o n e s , y n i n g u n a d e las d o s será
c l a r a m e n t e mejor q u e la o t r a , a u n si c o n o c e m o s a l g u n o s d e l o s
d a t o s empíricos p e r t i n e n t e s . C u a n d o el p r o b l e m a c o n s i s t e t a n
sólo en la carencia de algún c o n o c i m i e n t o empírico, p o d e m o s
elegir, lo cual n o c o n s t i t u y e una solución para u n c o n f l i c t o m o r a l
p r o f u n d o , sino sólo para s i t u a c i o n e s d e las q u e n o t e n e m o s s u -
f i c i e n t e información empírica.
Ejemplo 1
Imagine que está c a m i n a n d o por las montañas de Bolivia en el año
de 1947 . Usted llega a un pequeño p u e b l o en cuya plaza un jefe
56
5 6
Este ejemplo es adaptado del artículo "Una crítica al utilitarismo", en SMART, J. J. C , y
WILLIAMS, B. Utilitarismo: Pro y contra, Editorial Tecnos, Madrid, 1 9 8 4 .
R
Capítulo XI. MORALIDAD SIN REGLAS 195
hjemplo 2
.Ejemplo 3
A h o r a q u i e r o dirigirme a quienes dirían, c o n respecto al ejemplo
original, q u e se d e b e m a t a r a una persona si c o n ello se salvan
algunos más. ¡Quiero que t o d o s suden! Quiero desafiar a las i n t u i -
ciones utilitaristas q u e hace un m o m e n t o defendí . En otras pala-
bras, ahora deseo apoyar a las i n t u i c i o n e s kantianas que antes
cuestioné. El tercer e j e m p l o es el de la donación involuntaria de
órganos . Imagine que un grupo de eminentes médicos decide ins-
57
tituir una práctica tal. Los doctores se c o n o c e n los unos a los otros
y guardarán silencio. Hacen un pacto y su idea es c o m o sigue. Divi-
den a sus pacientes en dos grupos: los pacientes de la categoría A
son personas de buena salud que nadie echará de menos; no tie-
nen familiares cercanos ni amigos. Si usted pertenece a la catego-
ría A, ocurrirá que c u a n d o visite a la d o c t o r a por su infección en el
oído, ella le dirá: "para estudiar su p r o b l e m a adecuadamente, ne-
cesito d o r m i r l o c o n anestesia general". Mientras está d o r m i d o , la
d o c t o r a razona así: esta persona tiene cuatro litros de sangre fres-
ca, un buen hígado, excelentes ríñones y corazón, también ojos
jóvenes; c o n estos órganos puedo salvar las vidas de por lo menos
tres personas pobres que de otra manera morirían.
157
Este ejemplo es adaptado de HARRIS. ].. "The Survival Lottery", en Applied Elhics. P.
Singer (ed), Oxford University Press, Oxford, 1986.
Capítulo X I . MORALIDAD SIN REGLAS 197
La conclusión interina
La moralidad parece estar conformada por ambos elementos, el utilitaris-
ta y el kantiano. Ignorar por completo uno de los dos sería fanatismo * 4
LA N A I l'RALir/A D L L C O N F L I C T O
El c o n f l i c t o entre el utilitarismo y la teoría kantiana tiene dos as-
pectos.
¿Hay alguna diferencia moral en los dos casos? ¿Es el primer caso
peor que el segundo? Si lo es, el kantiano está en lo cierto cuando
insiste en la diferencia intrínseca entre hacerlo y dejar que ocurra.
Si no la hay, entonces el utilitarista tiene razón (éste insiste en que
no hay tal diferencia intrínseca).
COMHINACIÓN
1. U t i l i t a r i s m o ele reglas
El primer i n t e n t o se basa en el siguiente diagnóstico: la fuerza apa-
rente del utilitarismo radica en que sostiene que el propósito de la
moralidad es nuestro bienestar. Su principal defecto es que trata de
aplicar d i c h o propósito haciendo recomendaciones directas. ¿Hay
alguna manera de conservar el p u n t o fuerte y de eliminar el defecto?
Razones concluyentes
Una razón concluyente para la acción es aquella que, en esas cir-
cunstancias, no puede ser supeditada a o t r a razón. Una persona
C a p í t u l o Xí. MORALIDAD SIN REGLAS 203
R a / o i i c s no concluyentes
Podemos idear reglas morales generales y verdaderas en términos
de razones n o concluyentes, c o m o "hay una razón para no matar", o
"hay una razón para no causar d o l o r " . Afirmar que una persona tiene
una razón (no concluyente) para hacer A, puede ser verdad, aunque
tenga una mejor razón para hacer otra cosa. Las razones no c o n c l u -
yentes pueden ser subordinadas por razones mejores. Ciertamente,
siempre habría una razón en contra de matar, aunque la razón no
siempre será concluyente. Una razón no concluyente para la acción
puede ser derrotada por una mejor razón para hacer otra cosa.
Hay reglas morales generales desplegadas en términos de razo-
nes no concluyentes, c o m o "siempre hay una razón para no m a -
tar". Sin embargo, el problema es que tales reglas no pueden usarse
c o m o guías de la acción.
Obviamente, las razones no concluyentes pueden estar en c o n -
flicto: p o d e m o s tener razones (no concluyentes) para cometer o no
la misma acción en cualquier situación específica. Por ejemplo, t e n -
go una razón no concluyente para no mentir, pero también tengo una
razón para no causar sufrimiento. Cuando nos preguntamos si debe-
ríamos decirle la verdad terrible y atroz a tal persona, esas razones
-Por o t r o lado, entre más generales sean las descripciones, siempre existirán algunos
casos en los que la aplicabilidad de las palabras esté en cuestión. Esto se debe a que
para una palabra general no hay ninguna convención firme o una regla general que
dicte su uso. dado que no existen reglas generales.
C a p í t u l o X I . MORALIDAD SIN REGLAS 205
Mejores; razones
Tenemos d o s o p c i o n e s : las o r a c i o n e s de razones c o n c l u y e n t e s ,
(aquellas que determinan lo que d e b e m o s hacer, pero que son d e -
masiado fuertes c o m o para ser reglas generales verdaderas), y por
otra parte, están las oraciones de razones no concluyentes, (aque-
llas que pueden constituir reglas generales verdaderas, pero que son
demasiado débiles c o m o para determinar lo que d e b e m o s hacer).
La alternativa sería tratar de esbozar reglas generales en términos
de razones comparativas, así: "X es una mejor razón para la acción
que Y". Por ejemplo, l a s necesidades ofrecen razones más fuertes
para actuar que los deseos, si todas las otras cosas siguen igual". Sin
embargo, tales frases no nos dicen qué debemos hacer . 61
M
Nótese bien que: "si todas las otras cosas siguen igual" no es lo mismo que "conside-
rando todas las cosas".
206 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
CONCLUSIÓN
Esto tiene implicaciones sobre cómo debemos considerar el razo-
n a m i e n t o práctico y la m o r a l i d a d . Indica que debemos ser cautos
al definir la moralidad en términos de acciones correctas, y al razo-
n a m i e n t o práctico en términos de razones concluyentes. Los d e b a -
tes morales, c o m o los concernientes al a b o r t o , no se pueden.centrar
en lo que d e b e m o s hacer de m o d o concluyente en este s e n t i d o ,
sino que se deben ocupar del panorama general del asunto. El d e -
bate debe ser acerca de las razones generales en favor y en contra
de una acción y de la fuerza relativa de esas razones.
El alcance de la moralidad es l i m i t a d o a causa de la i m p o s i b i l i -
d a d de ofrecer s o l u c i o n e s generales q u e no sean ni d e m a s i a d o
débiles ni demasiado fuertes. En conclusión, es desesperanzador
pensar que las reglas morales decidirán por nosotros lo que hare-
mos. Las reglas pueden guiarnos, p e r o no dictarnos la solución.
Esto no significa que no haya solución para los dilemas morales.
Sólo significa que no hay una solución definida por una regla.
.1. I i l d o l o r es m a l o
Hay dos objeciones que hacer a la afirmación de que ésta es una oración
analítica. Primero, el dolor no siempre es malo. El que produce el pincha-
zo de una inyección necesaria, por ejemplo, no lo es. Pero una verdad
analítica siempre debe ser verdadera, y por lo tanto "El dolor es malo" no
es una verdad analítica.
Para responder a esta objeción, necesitamos hacer dos distinciones.
2. L l d o l o r es i n t r í n s e c a y n o c o n c l u y e n t c m e n t e malo
La segunda objeción es que la negación de una verdad analítica es una
contradicción. Negar "El dolor es malo" no es una contradicción. Sin em-
bargo, se puede responder: parece muy razonable sostener que negar "El
dolor es intrínseca y no concluyentemente malo" sería una contradicción.
Podemos aclarar esto si consideramos la naturaleza de las clasificacio-
nes. Por ejemplo, algunas cosas son sillas, y otras no. En otras palabras,
cuando clasificamos las cosas en dos clases, sillas y no sillas, es posible
cometer errores. Por supuesto, puede haber casos confusos, pero esto
no es de tratar ahora. La clasificación es objetiva. Ahora preguntemos:
¿qué es una silla? Una primera definición razonable puede ser: una cosa
hecha con el propósito de sentarse en ella. No podemos explicar el con-
cepto de silla sin mencionar el interés humano que tenemos en las sillas;
al fin y al cabo, ésa fue la razón por la cual clasificamos algunas cosas
como sillas. Por lo tanto, la clasificación está basada en el interés. A partir
de esto, podemos concluir que la evaluación es ambas cosas: es objetiva
y también se basa en intereses.
Ahora regresemos al dolor. Podemos cometer errores al clasificar el
dolor. Un amigo se cae, uno piensa que está en una agonía terrible, pero
realmente se está riendo de su cómica caída. La clasificación es objetiva:
los errores son posibles. ¿Qué es el dolor? Siguiendo el ejemplo de la silla,
cualquier definición tendría que incluir la idea de que el dolor se debe
evitar, porque fue ésa la razón por la cual clasificamos cosas como dolor y
no dolor.
hacer una evaluación adicional de que una película que hace reír y que
mantiene la atención, es una buena película. Además, si queremos ofre-
cer evidencia empírica en favor de esta segunda evaluación, tenemos que
presuponer otra premisa evaluativa, como, "la risa es buena". En otras
palabras, una conclusión evaluativa sólo se sigue de una premisa fáctica o
descriptiva dada otra premisa evaluativa. Si la tesis del abismo "es"/"debe"
es verdadera, entonces ninguna serie de oraciones meramente descripti-
vas puede tener implicaciones evaluativas, o servir como evidencia a fa-
vor de un juicio evaluativo.
Esto significa que habrá algunos juicios de valor básicos sin evidencia
empírica que los apoye . En términos simples, eso implica que si usted
63
ft?
R. Haré argumenta a favor de las decisiones de principio. (Ver HARÉ, R., Freedom and
Reason, Oxford University Press. L o n d o n , 1963.)
2 1 0 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
para la cual haya una mejor razón. Podría haber una buena razón para
soportar el dolor. Ningún conjunto finito de enunciados descriptivos
puede eliminar esa posibilidad. Debido a esto, hay un abismo entre los
enunciados de "es" y los enunciados de "deber" concluyentes.
Dado que no distingue entre enunciados de "deber" concluyentes y no
concluyentes, la falacia naturalista es en sí misma una falacia. Además,
el hecho de que falle a la hora de distinguir entre los dos tipos de enun-
ciados de "deber", conduce a un diagnóstico equivocado del abismo.
Los filósofos que sostienen que existe una falacia naturalista, argumen-
tan que esto es así porque media un abismo entre hechos y valores.
Esto no puede ser correcto. El primer punto de la página anterior lo
demuestra. Los enunciados empíricos pueden implicar afirmaciones
evaluativas. El segundo punto ofrece un diagnóstico alternativo. Los
enunciados que expresan razones concluyentes requieren que seleccio-
nemos, dentro de las circunstancias, considerando todas las cosas, y
entre todas las posibles acciones, la mejor. Requieren una totalidad. Nin-
guna colección finita de enunciados de "es" puede ofrecer esa totali-
dad. En cierto sentido, el abismo es entre lo finito y lo infinito, y no
entre hechos y valores.
Las c u a l i f i c a c i o n e s y c o m p l i c a c i o n e s i m p o r t a n t e s : nada d e e s t o i m p l i -
ca q u e el u t i l i t a r i s m o sea v e r d a d e r o . N o he d i c h o q u e o f r e c e c o n d i c i o n e s
necesarias y s u f i c i e n t e s para la m o r a l i d a d ; más b i e n l o he u t i l i z a d o c o m o
un e j e m p l o d e c ó m o una afirmación m o r a l p u e d e t e n e r los d o s e l e m e n -
t o s : u n o a priori y o t r o empírico.
C A P Í T U L O X I I
MliTAS V VALOI\l:S
RACIONALIDAD INSTRUMENTAL
Ver KANT, I., tündamenlación de ta metafísica de tas costumbres, Espasa Calpe, Madrid, 1 9 9 5 .
216 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DL LA FILOSOFÍA
PLACLR Y I I:LICII)AD
:
M t
Ver la versión clásica de esa concepción en:
• BENTHAM, J.. A/I Introduction to the Principies oj Moráis and Leyislation, Clarendon Press,
Oxford, 1 8 7 9 .
• MILL, |. S., El utilitarismo, Aguilar. Buenos Aires, 1968.
C a p í t u l o X I I . UNA MEIOR VIDA 219
a . Hl p l a c e r e s el f i n
Para hacer más vivido el asunto, Nozick nos p r o p o n e imaginar una
máquina de la experiencia . La máquina le proporcionará las expe-
67
Ver Nozic, R., Anarquía, Estado y utopía. Fondo de Cultura Económica, México, 1988.
220 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
- Lo i m p o r t a n t e en esas actividades n o es un p r o d u c t o m e n t a l ,
sino más bien la manera c o m o se ejecutan. El placer n o es un
estado mental aislado, es disfrutar lo que u n o hace. Pensar de
o t r o m o d o es instrumentalizar las actividades, convertirlas en
meros medios para el placer.
- En segundo lugar, el placer es el mínimo común d e n o m i n a d o r
entre estados mentales p o s i t i v o s . Es una cosificación y una a b s -
tracción de las d i f e r e n t e s maneras de sentir c u a n d o e j e c u t a -
m o s a c t i v i d a d e s . Lo q u e s e n t i m o s es i m p o r t a n t e , p e r o
considerar la alegría, el deleite, el gusto, sólo desde la óptica
del placer, es desatender las diferencias entre ellos y reducirlos
t o d o s a la pulpa.
6 H
Ver WITTGENSTEIN. L., Tractatus lógico - Philosophicus, Alianza Editorial, Madrid, 1987.
C a p i t u l o X I I . UNA MEIOR VIDA 223
Dl:SF:OS
La tercera concepción equivocada es pensar el bienestar, y su opuesto,
el daño, en términos de la satisfacción o la frustración de los deseos.
Muchas personas piensan q u e una mejora en la calidad de vida c o n -
siste simplemente en obtener lo que uno busca o desea. Argumentaré
que esto es un error, porque la satisfacción de los deseos per se no
constituye el valor relevante del interés propio. Ni el daño, ni el bienes-
tar, pueden definirse en términos de obtener lo que uno desea.
C o m o u n a a l t e r n a t i v a a la teoría d e l placer desarrollada p o r
Bentham y Mili, algunos filósofos utilitaristas, más recientemente,
han t r a t a d o d e desarrollar esas ideas en una teoría del bienestar en
términos d e preferencias . Los teóricos partidarios de la preferen-
69
6W
Ver. p o r ejemplo.
• GKIFFIN, )., WW/ fteing, Clarendon Press. Oxford. 1 9 8 6 .
• FKEY, R., Intercst and Rights, Clarendon Press, Oxford, 1980.
• RAWLS, 1 , A Theory of )ustice. Harvard. Boston. 1 9 7 1 .
7
" La pregunta real de Platón era acerca de lo sagrado Ver Platón, "Eutifrón" en Diálogos
de Platón, Credos, Madrid, 1985-1992.
C a p í t u l o X I I . UNA MEIOR VIDA 225
71
Para las críticas, ver:
• SCANL.ON T , "El valor del deseo y la calidad de vida", en Calidad de vida, M Nussbaum
& A. Sen (eds.) Fondo de Cultura Económica, México, 1996.
7 /
Op. cit. FRÍ-.Y, R.
228 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
I N T I : K 1 : S I : S Y N l:C"l:SII)Al)I:S
r
n
En el caso de la tesis de las preferencias informadas, toma los deseos como dados
una vez que la persona ha sido plenamente informada acerca de sus objetos.
' Por ejemplo, ver MARCUSF.. H.. El hombre unidimensional: Ensayo sobre la ideología de la
sociedad individual avanzada, Editorial Ariel. Barcelona, 1994
C a p í t u l o XII. U N A MEIOR VIDA 229
7>
Ver FRF.UD, S., "Los instintos y sus destinos" en Obras Completas, t o m o II. Editorial Biblio-
teca Nueva. Madrid. 198!.
230 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
7 6
Aquí, la palabra "interés" se usa de una manera especial, y necesita una breve expli-
cación. Los deseos pueden ser i n s t r u m e n t a l e s y no i n s t r u m e n t a l e s ; los deseos
instrumentales son deseos de cosas buscadas c o m o medios para conseguir algo. Las
cosas deseadas no instrumentalmente son deseadas por sí mismas. El termino "inte-
rés" se refiere al origen motivacional de los deseos no instrumentales.
Capítulo X I I . UNA MEIOR VIDA
77
THOMSON, G. Needs Routledge a n d Kegan Paul, London, 1983.
(
232 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
CONCLrSIONLS
7K
En el caso de la tesis de la preferencia informada, nos incito a aceptar nuestras
preferencias c o m o garantizadas, una vez que estemos plenamente informados.
C a p í t u l o X I I . UNA MEIOR VIDA 233
ACTITUDES
Las a c t i t u d e s s o n una parte m u y i m p o r t a n t e d e nuestra inteligencia. Si
u n o n o está a b i e r t o , n o escuchará. Si u n o n o es crítico, n o preguntará. Si
u n o n o es paciente, declinará. Y si u n o n o es sencillo, se enredará. Ésta n o
es una lista c o m p l e t a , p e r o c o n s i d e r e m o s cada a c t i t u d .
] . Instar abierto
Si nos aferramos a nuestras creencias, c o m o si fueran parte d e n o s o t r o s
m i s m o s , n o p o d r e m o s apreciar los p u n t o s d e vista d e otras personas.
Pero c u a n d o además estamos cerrados, n o p o d e m o s siquiera c o m p r e n -
der a cabalidad nuestras p r o p i a s creencias. Por e j e m p l o , s u p o n g a m o s q u e
u n o piensa q u e Dios existe. Para apreciar lo q u e eso significa, u n o tiene
q u e c o m p r e n d e r l o q u e se está n e g a n d o y p o r qué. La comprensión de
236 I N T R O D U C C I Ó N A I .A PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
2 . Ser crítico
N o d e b e n satisfacernos respuestas rápidas y fáciles ni preguntas s u -
perficiales. Nuestra m e n t e d e b e estar a b i e r t a , p e r o también aguzada. Para
A p é n d i c e I. RAZONAMIENTO CRÍTICO 237
¿fcs verdad?
Algunas veces i n t u i m o s q u e hay algo i n c o r r e c t o en u n a afirmación y n o
e s t a m o s m u y seguros de p o r qué. S o s p e c h a m o s q u e hay g a t o e n c e r r a d o .
Sosténgase e n ese s e n t i m i e n t o . El q u e a u s t e d n o le guste un p u n t o d e
vista n o es a r g u m e n t o e n c o n t r a , p e r o p u e d e ser u n a señal d e q u e hay
g a t o encerrado. Trate de articular l o q u e es i n c o r r e c t o . Continúe i n t e n -
t a n d o , pero recuerde q u e p u e d e estar e q u i v o c a d o .
El e x t r e m o o p u e s t o es c u a n d o n o h a l l a m o s nada i n c o r r e c t o e n ningún
p u n t o d e vista. Ninguna c a m p a n a d e alarma suena. Un r e m e d i o para e s t o
es considerar q u e cualquier concepción excluye y niega algo. ¿ Q u é e x c l u -
ye el a u t o r q u e usted está l e y e n d o ? Hacer esta p r e g u n t a pondrá d e relie-
ve la tesis q u e el a u t o r está a f i r m a n d o , y p u e d e p r o v o c a r q u e u s t e d l o
desafíe.
¿I:s relevante?
Esto es muy i m p o r t a n t e . Algunas veces los d e b a t e s s o n irrelevantes c o n
r e s p e c t o al p u n t o en cuestión. Por e j e m p l o , e n el Capítulo VII afirmé q u e
el d e b a t e ontológico e n t r e el m a t e r i a l i s m o y el d u a l i s m o es irrelevante
para la cuestión d e cómo es p o s i b l e la c o n c i e n c i a . En el Capítulo X v i m o s
q u e el d e b a t e sobre qué t a n d e a c u e r d o o en d e s a c u e r d o están las d i f e -
rentes sociedades es irrelevante para el relativismo c u l t u r a l .
¿Cuál es el argumento?
Un a u t o r e x p o n e una teoría. ¿ Q u é razón hay para aceptarla, a m e n o s q u e
haya un a r g u m e n t o a su favor? Ninguna. Por l o m e n o s debe haber una
defensa c o n t r a las o b j e c i o n e s . Esto significa q u e al leer d e b e m o s sacar a
la luz los a r g u m e n t o s y evaluarlos. En una discusión d e b e m o s preguntar
por los a r g u m e n t o s . Para saber cómo identificar, c o n s t r u i r y evaluar a r g u -
m e n t o s , ver el apéndice 2 q u e sigue al presente.
38 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE I.A FILOSOFÍA
Criticarse a si mismo.
Para algunas p e r s o n a s es difícil ser críticas c o n sus p r o p i o s p u n t o s de
v i s t a . U n o n e c e s i t a t e n e r d o s v o c e s e n su i n t e r i o r . Una q u e e x p o n e y
articula su p e n s a m i e n t o , y o t r a q u e arroja una mirada crítica s o b r e lo que
d i c e la p r i m e r a voz. Si para u s t e d es difícil ser escéptico acerca de sus
p r o p i a s c o n c e p c i o n e s , e n t o n c e s p r a c t i q u e pensar c o n la s e g u n d a voz.
Pregúntese a sí m i s m o : ¿cuál es el a r g u m e n t o más fuerte q u e mi o p o s i t o r
ofrecería?, ¿ c ó m o le respondería?
3. S e r paciente
La filosofía c o m i e n z a , o c u a n d o hay una m o s c a en n u e s t r o c e r e b r o , o
c u a n d o u n o ve una vela. Una m o s c a en el c e r e b r o es una p r e g u n t a q u e
n o se va. Una vela es c o m o un d i s c e r n i m i e n t o q u e va y viene, q u e nunca
i l u m i n a real y t o t a l m e n t e la o s c u r i d a d . Prende y apaga. L i s moscas y las
velas s o n d e s a l e n t a d o r a s .
4 . S e r sencillo
La filosofía puede ser muy complicada. Por eso, es bueno ser simple. La
simplicidad puede ser como un hacha, que corta enredos y nudos. La
simplicidad exige la capacidad de concentrarse en lo que es importante;
exige habilidad para expresar un punto en forma clara y concisa.
Un enemigo de la simplicidad es la vacilación. Si uno no está seguro de
lo que desea decir, o piensa que es un error, entonces tratará de no com-
prometerse. Agregará toda clase de especificaciones. Esto es un síntoma
de la ansiedad que se siente ante la posibilidad de equivocarse. Es mejor
decir, simple y llanamente lo que uno tiene que decir. Contemple las espe-
cificaciones después.
Otros enemigos de la simplicidad son el vocabulario técnico innecesa-
rio y las oraciones demasiado largas (iPero no le diga esto a Kant!). Si tiene
muchas ideas apiñadas, es mejor separarlas, tratarlas una por una. Si uti-
liza términos filosóficos y técnicos, como "ontológico", asegúrese de ex-
plicarlos de manera simple.
A la simplicidad le sirven los ejemplos. Un buen ejemplo da en el blan-
co. Hace obvio el punto, evita las complicaciones irrelevantes. Les ayuda
a su lector y a usted.
CONCLUSIÓN
Cultivarlas actitudes necesarias para pensar bien es vital al hacer filosofía.
Esas actitudes nos ayudan a nutrir las habilidades que necesitamos. Sin
ellas, las habilidades son como herramientas que no sabemos usar.
240 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA HLOSOFÍA
ALGUNAS HAWÍ.HMDKS
Las actitudes se expresan por sí mismas en el manejo de las habilidades.
Hay algunas habilidades que necesitamos desarrollar y que serán presen-
tadas en los otros apéndices.
1. Encontrar y elaborar un argumento.
2. Evaluar críticamente un argumento.
3. Analizar las afirmaciones.
4. Leer filosofía.
5. Escribir un trabajo.
El punto final: el corazón de la filosofía consiste en formar la mente, no en
llenarla de datos. El proceso es más importante que la información.
APÉNDICE 2
LÓGICA: IlACCK CONEXIONES
Anyumcnlo A
1. Todos los perros s o n animales
2. Fido es un perro
3 . Por lo tanto, Fido es un animal
Éste argumento es lógico o válido. Un argumento es lógicamente válido si
y sólo si la conclusión se sigue lógicamente de las premisas. "Se sigue
242 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
Argumento H
1. Todos los pescados tienen pulmones.
2. Todos los edificios son pescados.
3. Todos los edificios tienen pulmones.
Éste es un argumento válido (lógico) porque la conclusión se sigue lógica-
mente de las premisas, aunque las dos premisas son falsas. Cuando pre-
guntamos si un argumento es válido NO estamos preguntando si las
premisas y la conclusión son verdaderas.
Consideremos también lo siguiente: un argumento inválido puede te-
ner premisas y conclusión verdaderas. Por ejemplo:
Ayumcnlo C
1. La Luna es más pequeña que la Tierra.
2. Marte es más pequeño que Júpiter.
3. Por lo tanto, Plutón es más pequeño que Neptuno.
Apéndice 2. LÓGICA: HACER CONEXIONES 243
Finalmente, d e b e m o s p r e g u n t a r n o s p o r la solidez d e l a r g u m e n t o . Un
a r g u m e n t o es sólido si y sólo si es t a n t o válido o lógico, c o m o si sus
premisas s o n verdaderas. Si t e n e m o s u n a r g u m e n t o sólido, e n t o n c e s la
conclusión d e b e ser verdadera.
• P r i m e r o , escoger p a r t e d e u n t e x t o y c o n v e r t i r l o en u n a r g u m e n t o
lógicamente válido en f o r m a silogística, c o m o los a r g u m e n t o s A o B.
A h o r a u n o p u e d e empezar a extraer el a r g u m e n t o c o m o u n s i l o g i s m o .
Es p o s i b l e q u e el t e x t o tenga una o más premisas o c u l t a s . Tendrá q u e
trabajar para revelarlas. En c u a l q u i e r caso, es i m p o r t a n t e mirar si el a u t o r
d i o las premisas suficientes para i m p l i c a r lógicamente la conclusión. U n o
d e b e tratar de hacer el a r g u m e n t o lógicamente válido.
1:VALUA.R U N ARGUMENTO
C o n s i d e r e m o s el m i s m o p u n t o d e o t r a m a n e r a . Por s u p u e s t o , si un
a r g u m e n t o es válido, y las p r e m i s a s s o n verdaderas, la conclusión tiene
q u e ser verdadera. Pero si un a r g u m e n t o es válido, y las premisas falsas, la
conclusión no es necesariamente falsa. En o t r a s palabras, u n o p u e d e tener
un a r g u m e n t o lógico o válido c o n p r e m i s a s falsas y conclusión verdadera.
Un a r g u m e n t o válido c o n p r e m i s a s falsas n o o f r e c e p r u e b a o evidencia a
favor de la conclusión. Por e j e m p l o :
Apéndice 2. LÓGICA HACER CONEXIONES 245
Argumento I)
1. Todas las mujeres t i e n e n barba.
En r e s u m e n , t e n e m o s q u e hacer d o s p r e g u n t a s acerca de c u a l q u i e r a r g u -
mento.-
a) ¿ E s válido el a r g u m e n t o ? y
Hl.AHORAR UN ARGUMENTO
El p r o b l e m a más común c u a n d o h a c e m o s n u e s t r o s p r o p i o s a r g u m e n -
t o s es caer en las p e t i c i o n e s de p r i n c i p i o . Uno n o p u e d e p r e s u p o n e r q u e
la conclusión es verdadera en la estructura de las premisas. C u a n d o c o n -
ciba un a r g u m e n t o válido, piense en lo que d e b e hacer de la s i g u i e n t e
manera: t o m e d o s ideas y póngalas j u n t a s . N i n g u n a d e ellas, en sí m i s m a ,
es s u f i c i e n t e a favor de la conclusión, p e r o j u n t a s lo s o n .
U n o p u e d e pensar un a r g u m e n t o c o m o si se tratara de un p a s t e l . Se
necesita levadura, azúcar, leche y huevos. Uno n o p u e d e tener el pastel si
n o tiene Lodos los ingredientes. N i n g u n o de esos ingredientes, p o r sí s o l o ,
es un pastel. U n o sólo p u e d e tener una conclusión m e z c l a n d o los i n g r e -
d i e n t e s -las premisas i n d e p e n d i e n t e s - . Si u n o hace un p a s t e l , sin mezclar
los ingredientes, n o ha h e c h o nada en a b s o l u t o .
246 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE: LA FILOSOFÍA
no
si... e n t o n c e s
o... u...
Por ejemplo, "p —> q" significa "si p entonces q", o "si 'p' es verdadero
entonces ' q ' es verdadero". Las letras 'p' y q' simbolizan cualquier ora-
ción bien construida. Las tres formas más comunes de argumento basa-
dos en las conectivas son:
Si p entonces (j Si p entonces q O p o q
P No p No p
N i n g ú n C es A A l g ú n O no es B A l g ú n B es C
y q es el c o n s e c u e n t e . El c h i s t e q u e da i n i c i o a este apéndice es un e j e m -
p l o de la falacia de negar el a n t e c e d e n t e . El a r g u m e n t o "Si u n h o m b r e
tiene un a c u a r i o e n t o n c e s es h e t e r o s e x u a l ; la persona X n o t i e n e a c u a r i o ;
p o r t a n t o , X no es h e t e r o s e x u a l " , niega el a n t e c e d e n t e .
248 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
3. Aci lioimncm
A t a c a r a la p e r s o n a , en lugar d e a r g u m e n t a r c o n t r a la afirmación hecha
p o r ella. Por e j e m p l o : cualquiera q u e niegue la existencia d e Dios desea
m i n a r las bases de la m o r a l i d a d .
Un liondire de paja
Formular la posición q u e se q u i e r e atacar de manera d e s c u i d a d a para q u e
parezca más débil de lo q u e r e a l m e n t e es. Por e j e m p l o : el materialista
afirma q u e la m e n t e es el c e r e b r o . (Ver Capítulo Vil.)
APÉNDICE 3
ANÁLISIS
TÉRMINOS CLAVE
• ¿Cuáles son los términos clave?
Trate de identificar cuáles son las palabras que hacen el trabajo en una
frase. Por ejemplo, en la pregunta "¿cuál es el significado de la vida?", la
A p é n d i c e 3. ANÁLISIS 251
I . Definiciones
Una manera de especificar el significado es partir de una definición ade-
cuada. Las definiciones a menudo se ofrecen especificando condiciones
necesarias y suficientes.
icio*íes m'cesarías
(Por ejemplo, el oxígeno es una condición necesaria para estar vivo): si N
es una condición necesaria para A, entonces la siguiente oración condi-
cional es verdadera: si A entonces N.
No todos los términos encuentran una tal definición. Algunos son de-
masiado vagos o metafóricos para un análisis tan preciso. En tal caso,
necesitamos formas alternativas para explicar cómo funcionan.
2. ConlIMSles esenciales
Otra manera de profundizar en el significado de un término es pensar en
sus contrarios. Por ejemplo, "libre" se opone a "obstaculizado" o "forzado
a"; "necesidad" se opone a "deseo" y a "lujo". Este juego de contrarios
nos muestra cómo trabaja una expresión. ¿Cómo trabaja el contraste?
Por ejemplo, ¿qué hace que algo sea un lujo? Al responder a esta pregun-
ta, podemos captar mejor el término "necesidad". ¿Cuándo y cómo el
contraste esencial se resuelve?
252 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
3 . Ejemplos paradigmáticos
U n o q u i e r e c o m p r e n d e r la expresión "éxito". Es una palabra p o d e r o s a ,
p e r o vaga. Una f o r m a de c o m p r e n d e r l a es pensar en un m o d e l o o e j e m -
p l o i n c o n t r o v e r t i b l e d e éxito, y tratar d e explicar qué hace q u e ese e j e m -
p l o sea c l a r o . Al hacer esto, u s t e d o f r e c e u n c r i t e r i o i m p o r t a n t e para el
éxito y e s o constituirá un b u e n paso e n el análisis d e l término.
4. I'orina lógica
Pensar e n "éxito" o " l i b e r t a d " p r o b a b l e m e n t e n o n o s lleve muy lejos. E s t o
p o r q u e los d o s términos s o n s u s t a n t i v o s y parecen referirse a una cosa.
Es m e j o r pensar e n los a d j e t i v o s c o r r e s p o n d i e n t e s " e x i t o s o " y " l i b r e " ,
p o r q u e lo q u e c u e n t a c o m o una persona e x i t o s a n o sería l o m i s m o q u e l o
q u e contaría c o m o una acción o una metáfora e x i t o s a . Tener c l a r i d a d
acerca d e la forma lógica c o r r e c t a d e una frase es o t r o paso i m p o r t a n t e
en el análisis.
5. D e l ¡iliciones de d i c c i o n a r i o
Nunca c o p i e s o l a m e n t e las d e f i n i c i o n e s filosóficas q u e el d i c c i o n a r i o le
ofrece. Los d i c c i o n a r i o s u s u a l m e n t c r e p o r t a n el u s o c o r r i e n t e d e una p a -
labra, sin tratar d e clarificar o mejorar ese u s o . N o nos dicen c ó m o d e b e
usarse una palabra. N o o b s t a n t e , los d i c c i o n a r i o s p u e d e n a y u d a r n o s a
discernir.
DISTINCIONES IMPORTANTES
Una manera de analizar una proposición es señalando d i s t i n c i o n e s i m p o r -
tantes. Por e j e m p l o , en el Capítulo Vil d i s t i n g u i m o s e n t r e "la m e n t e es el
c e r e b r o " , " l o s e s t a d o s m e n t a l e s s o n e s t a d o s cerebrales" y "estar en u n
e s t a d o m e n t a l es idéntico a estar en u n e s t a d o c e r e b r a l " . Esto fue i m p o r -
t a n t e p o r q u e sólo la última es plausible. Por e j e m p l o , en el Capítulo X
d i s t i n g u i m o s d o s s e n t i d o s d e " l o q u e es c o r r e c t o en una c u l t u r a p u e d e
Apéndice 3. ANÁLISIS 253
CONTRAEJEMPLOS
Como los pensadores se preocupan por preguntas conceptuales o no
empíricas, esto significa que se interesan en definir o explicar conceptos o
palabras importantes. Una manera de desafiar una definición es pensar en
un contraejemplo: un ejemplo que vaya contra la definición.
Por ejemplo, supongamos que defino la justicia como la distribución
equitativa de algunos bienes. Sin embargo, se puede pensar en dos tipos
de contraejemplos para esta definición:
en nuestra propia voz. En voz alta, uno puede leer con vida. Imagine que
el autor está hablándole a usted.
LA P R l ' E H A DE EA RADIO
Las perdonas pueden leer un capítulo y aún así no pueden decir cuál era el
punto principal. Por ejemplo, no pueden articular si el autor estaba en
favor o en contra de la pena capital. Creen que el autor fue vago, pero
probablemente lo fue la lectura. Uno siempre debe ser capaz de captar los
puntos principales. Muchos autores parten de un punto específico, el
cual es la razón por la que escriben ese capítulo.
El remedio para esto es la prueba de la radio. Imagine que usted ha
leído el capítulo de Peter Singer sobre la eutanasia. Usted se encuentra en
una estación de radio en la que precisamente este tema es el objeto de
una breve discusión. El presentador de radio le pide que explique lo que
Singer dice en su capítulo sobre la eutanasia. Usted tiene treinta segun-
dos. No puede vacilar, porque hay un millón de personas escuchándolo.
Tiene que ser directo, conciso, ir al punto: "el objetivo principal de Singer
es... Su argumento central es... En respuesta a la objeción... él diría que..."
¿Ya ha practicado la prueba de la radio a solas? Debe tratar de hacerlo
con cualquier cosa que lea. Si no puede pasar la prueba de la radio, no ha
entendido el capítulo.
No le diga a la audiencia acerca de qué es el capítulo de Singer. No
enumere los tópicos. Dígale lo que él realmente afirma y concluye. No
diga, por ejemplo: "Singer considera la cuestión de la eutanasia y examina
las diferencias entre la eutanasia pasiva y la activa". Más bien diga: "Singer
piensa que la eutanasia se justifica cuando... Su mejor argumento en fa-
vor de esto es... Él afirma que no hay una diferencia intrínseca entre la
eutanasia pasiva y la activa, porque..."
Hay una manera de ayudarse a pasar la prueba de radio. No es infali-
ble, pero puede servir.
• Primero, encuentre la conclusión o el punto central del capítulo.
Apéndice 4 . HACER CANTAR A LOS LIBROS 259
RE IDO INTERNO
1
Una versión menos extrema del mismo problema es cuando uno lee
un pasaje, y comienzan a centellear montones de ideas en su mente. Si se
le ocurren lotes de pensamientos entonces es mejor ir sacándolos a un
lado y escribirlos en otro papel. Usted puede retornar al papel después,
luego de que haya terminado la lectura.
Leer, escuchar, pensar y escribir son prácticas beneficiosas. Son artes
para cultivar. Al trabajar en las habilidades de lectura, usted fortalecerá
sus procesos de pensamiento. Eso es en gran parte una cuestión de aten-
ción y de tratar de comprender activamente, en lugar de recibir las pala-
bras de modo pasivo.
RESUMEN
Lea cada capítulo/sección al menos dos veces: una, para tener una com-
prensión general del trabajo; y de nuevo, más cuidadosamente, para com-
prender a profundidad, tome notas y haga un mapa. No lea demasiado
rápido; si el pasaje es difícil, trate de leer en voz alta, como si el escritor le
estuviera hablando.
Para evitar la sensación de perderse en oraciones largas o en pensa-
mientos complejos, usted puede hacer tres cosas:
260 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
PASO 1: ELEGIR
Primero, es necesario decidir acerca de qué se escribirá. Supongamos
que tenemos libertad de elección. En tal caso, hay que elegir el tópico o
área que más nos interesa.
Sin embargo, un tema no basta. Es una invitación a discurrir. Es nece-
sario seleccionar una pregunta determinada. Nuestro escrito será básica-
mente una respuesta a una pregunta. Tener una pregunta le da dirección,
objetivo, y orden a nuestro trabajo. Es importante escoger una pregunta
que nos interese, que sea relevante y lo suficientemente específica como
para responderla.
En esta primera fase, hay que ser cuidadoso al seleccionar una pregun-
ta filosófica (es decir, una pregunta no empírica). De otro modo, uno se
enredará en la especulación empírica y dejará de lado la filosofía. "¿Cómo
desarrolló la humanidad el concepto de moralidad?", por ejemplo, es una
pregunta empírica. Una respuesta profesional considerará la historia y la
prehistoria; requerirá una investigación sociobiológica. Una respuesta afi-
cionada será sólo especulación. No es una pregunta conceptual o filosó-
fica, como sí lo son "¿qué es la moralidad?" o "¿corno se pueden justificar
los juicios morales?"
También hay que ser cuidadoso en no elegir una pregunta ni demasia-
do vaga ni demasiado amplia. Elija una pregunta que pueda responder, y
262 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA Dr. LA FILOSOFÍA
PASO 2: PREPARAR
Su trabajo consistirá en responder a su pregunta y en justificar su res-
puesta (es decir, su tesis) con argumentos. Sin embargo, su tesis puede
ser negativa, como, "las respuestas normales a estas cuestiones son de-
fectuosas", "estos dos argumentos a favor de X no son sólidos*.
1) Es importante escribir todas sus ideas. Luego, trate de ordenarlas se-
gún su importancia; conciba la estructura del trabajo visualizando los
puntos más importantes. En otras palabras, dibuje un mapa preliminar
del trabajo que va a escribir. Después puede convertir este esbozo en un
plan más estructurado.
2) También es importante leer e investigar; usted va a desarrollar su pro-
pia posición, pero esto no significa que no pueda utilizar los trabajos de
otros filósofos. No es necesario reinventar la bicicleta. Sin embargo, es
importante no perderse con la lectura:
• Concéntrese en los puntos que sean verdaderamente relevantes para
su plan; no se distraiga en otros asuntos. Manténgase en lo simple.
Aunque los autores que no están de acuerdo con usted pueden ayu-
darlo a comprender las objeciones que usted va a hacer.
• Leer demasiado puede ser una manera de evitar escribir; puede ser
una excusa. Haga un cronograma.
• Trate de seleccionar libros que sean útiles para su trabajo. Una manera
de hacer esto es mirando la tabla de contenidos, el índice, y hojeando
los capítulos importantes. Sin embargo, tenga presente que un libro
poco relevante puede contener una bibliografía útil.
• Cuando seleccione los libros, sea práctico. Use los que lo ayuden, en
lugar de aquellos que le puedan complicar el asunto..Normalmente, se
encuentran libros introductorios sobre muchos temas que pueden ofre-
cer una visión panorámica de un área. En general, los libros más re-
cientes tienden a ser más útiles que los más viejos. Trate de establecer
cuáles son los libros recientes más importantes sobre su pregunta. En
otras palabras, elija metódicamente.
• Deseche los apartes de sus fuentes que no sean estrictamente relevan-
tes. Es posible que no tenga que leer todo el libro. Utilice la tabla de
contenidos y la introducción, donde usualmente el autor revela su plan
para todo el libro, capítulo por capítulo.
A p é n d i c e 5. AYUDAS PARA ESCRIBIR UN ENSAYO 263
• Siempre cite sus fuentes en una nota a pie de página. Cuando discuta
con un autor, debe explicar exactamente cómo y por qué. Nunca se
limite a señalar las concepciones de otros filósofos para agregar al final
"mi opinión". Todo lo que escriba debe creerlo, más aún cuando esté
debatiendo un punto con otro autor
3) Antes de empezar a escribir su ensayo, debe planearlo. Convierta su mapa
preliminar en un plan más desarrollado. Hay algunos puntos importantes:
• Comience con una introducción; finalice con una conclusión.
• Para que sea interesante, un ensayo requiere tensión. Por ejemplo,
usted puede oponer dos concepciones y argumentar a favor de una de
ellas. Además, nuestro pensamiento también necesita esta tensión:
para comprender nuestra propia concepción, es necesario compararla
con lo que está negando.
• Estructure su trabajo. Ponga sus puntos parágrafo por parágrafo, uno
por uno, en secuencia y orden lógico. Nunca evalúe críticamente una
posición sin antes haberla explicado.
• Trate de anticiparse a las objeciones contra su posición y contra sus
argumentos. Responda a ellas. Haga objeciones tan fuertes como pue-
da a su propia posición, y responda a ellas. Un artículo pobre es, inva-
riablemente, aquel que presenta las objeciones y las posiciones opuestas
como más débiles de lo que realmente son.
• Distinga entre evaluar un argumento y evaluar una posición. Una cosa
es mostrar que un argumento a favor de la eutanasia no es sólido; otra
cosa es mostrar que la posición es falsa.
• Recuerde que las palabras clave en una pregunta a menudo requieren
explicación y análisis. Puede haber distinciones importantes que debe-
rá hacer.
No hay un único plan correcto para un trabajo. Pero ante la ausencia de
algo mejor, se puede utilizar el siguiente:
• Señale el problema
• Explique la teoría A que trata de resolver el problema
• Ofrezca el argumento principal o más fuerte a favor de la teoría A
• Evalúe críticamente el argumento
• Ofrezca el argumento más fuerte en contra de la teoría A
• Evalúe críticamente el argumento
• Señale su conclusión
264 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA
PASO 3 : ESCRIBIR
Es p r o b a b l e q u e a m e d i d a q u e escriba vaya e n c o n t r a n d o p u n t o s en los
q u e n o había p e n s a d o . Esto es n o r m a l , p e r o n o d e b e servir c o m o una
excusa para divagar. S i e m p r e sea relevante y secuencia!. N o deje ¡deas
extraviadas, a u n q u e interesantes, en m e d i o d e u n párrafo. Escríbalas en
o t r a h o j a ; más t a r d e podrá trabajar en ellas en el párrafo a p r o p i a d o . En
o t r a s palabras, si es necesario, c a m b i e su p l a n , p e r o n o lo a b a n d o n e .
ALSTON, William, "The Inductivo Argument from Evil and the Human
Cognitive Condition", en Phitosopíucal PerspeclWes, Vol. 5, ed. ). Tomberlin,
Ridgeview, Atascadero, California, 1991.
HKK, | o h n , Evil and the Love of God, Harper a n d Row, New York, 1977.