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Negociacion PDF
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Objetivos:
• Aprender de que se trata la negociación y sus principales características.
• Diseñar una estrategia de negociación, presentarla y defenderla con las
tácticas y técnicas adecuadas para que llegue a buen término.
• Conocer el proceso de negociación y sus distintas etapas.
• Comunicarte con tus interlocutores de forma persuasiva.
• Identificar los diferentes tipos de negociación y sus características.
• Planificar una negociación y llevarla a la práctica con éxito, utilizando las
técnicas más adecuadas para cada situación.
Sumario:
Módulo 1: Definición y características de la negociación – Definición de diferentes
autores – Tipos básicos de negociación – Negociaciones competitivas vs.
Negociaciones colaborativas – Concepciones de la negociación – Estrategias –
Criterios para elegir el tipo de negociación adecuada – Tácticas de negociación.
“Un proceso en el que se toma una decisión conjunta por dos o más partes. Las
partes verbalizan en primer lugar sus demandas contradictorias, moviéndose
posteriormente hacia el acuerdo mediante un proceso de realización de
concesiones o búsqueda de nuevas alternativas” (Pruitt, 1986).
1. Estrategia de "ganar-ganar", en la
que se busca que ambas partes ganen,
compartiendo el beneficio.
2. Estrategia de "ganar-perder" en la
que cada parte trata de alcanzar el
máximo beneficio a costa del
oponente.
En la estrategia de "ganar-ganar" se intenta llegar a un acuerdo que sea
mutuamente beneficioso.
En este tipo de negociación se defienden los intereses propios pero también se
tienen en cuenta los del oponente.
No se percibe a la otra parte como un contrincante sino como un colaborador con
el que hay que trabajar estrechamente con el fin de encontrar una solución
satisfactoria para todos.
Este tipo de negociación genera un clima de confianza. Ambas partes asumen que
tienen que realizar concesiones, que no se pueden atrincherar en sus posiciones.
Probablemente ninguna de las partes obtenga un resultado óptimo pero sí un
acuerdo suficientemente bueno. Ambas partes se sentirán satisfechas con el
resultado obtenido lo que garantiza que cada una trate de cumplir su parte del
acuerdo.
Este clima de entendimiento hace posible que en el transcurso de la negociación se
pueda ampliar el área de colaboración con lo que al final la "tarta" a repartir
puede ser mayor que la inicial.
Por ejemplo, se comienza negociando una campaña publicitaria para el
lanzamiento de un producto y se termina incluyendo también la publicidad
de otras líneas de productos.
Además, este tipo de negociación permite estrechar relaciones
personales. Las partes querrán mantener viva esta relación profesional lo
que les lleva a maximizar en el largo plazo el beneficio de su colaboración.
Por su parte la estrategia de "ganar-perder" se caracteriza porque cada
uno busca alcanzar el máximo beneficio sin preocuparle la situación en la
que queda el otro.
Mientras que en la estrategia de "ganar-ganar" prima un ambiente de
colaboración, en esta estrategia el ambiente es de confrontación.
No se ve a la otra parte como a un colaborador, sino como a un
contrincante al que hay que derrotar. Las partes desconfían mutuamente y
utilizan distintas técnicas de presión con el fin de favorecer su posición.
Un riesgo de seguir esta estrategia es que aunque se puede salir victorioso a base de
presionar al oponente, éste, convencido de lo injusto del resultado, puede resistirse a cumplir
resistirse a cumplir su parte del acuerdo y haya que terminar en los tribunales.
Para concluir se puede indicar que la estrategia de "ganar-ganar" es fundamental en aquellos
casos en los que se desea mantener una relación duradera, contribuyendo a fortalecer los
lazos comerciales y haciendo más difícil que un tercero se haga con este contrato.
Esta estrategia se puede aplicar en la mayoría de las negociaciones, tan sólo hace falta
voluntad por ambas partes de colaborar.
La estrategia de "ganar-perder" sólo se debería aplicar en una negociación aislada ya que el
deterioro que sufre la relación personal hace difícil que la parte perdedora quiera volver a
negociar.
Un riesgo de seguir esta estrategia es que aunque se puede salir victorioso a base de
presionar al oponente, éste, convencido de lo injusto del resultado, puede resistirse a cumplir
resistirse a cumplir su parte del acuerdo y haya que terminar en los tribunales.
Para concluir se puede indicar que la estrategia de "ganar-ganar" es fundamental
en aquellos casos en los que se desea mantener una relación duradera,
contribuyendo a fortalecer los lazos comerciales y haciendo más difícil que un
tercero se haga con este contrato.
Esta estrategia se puede aplicar en la mayoría de las negociaciones, tan solo hace
falta voluntad por ambas partes de colaborar.
La estrategia de "ganar-perder" sólo se debería aplicar en una negociación aislada
ya que el deterioro que sufre la relación personal hace difícil que la parte
perdedora quiera volver a negociar.
Tácticas de negociación
Las tácticas definen las acciones particulares que cada parte realiza en la ejecución
de su estrategia.
Mientras que la estrategia marca la línea general de actuación, las tácticas son las
acciones en las que se concreta dicha estrategia.
Las tácticas las podemos clasificar en tácticas de desarrollo y tácticas de presión.
Las tácticas de desarrollo son aquellas que se limitan a concretar la estrategia
elegida, sea ésta de colaboración o de confrontación, sin que supongan un ataque
a la otra parte.
Las tácticas de presión tratan en cambio de fortalecer la propia posición y
debilitar la del contrario.
Las tácticas de desarrollo no tienen por que afectar a la relación entre las partes.
Algunos ejemplos son:
Tomar la iniciativa presentando una propuesta o esperar a que se la otra parte
quien vaya por delante.
Facilitar toda la información disponible o, por el contrario, la estrictamente
necesaria.
Hacer la primera concesión o esperar a que sea la otra parte quien de el primer
paso.
Tratar de que las negociaciones tengan lugar en las propias oficinas, en las de la
otra parte o en un lugar neutral.
Las tácticas de presión sí pueden deteriorar gravemente la relación
personal. Son tácticas que buscan confundir, intimidar o debilitar la
posición del contrario.
Algunos ejemplos de este tipo de tácticas son:
Desgaste: aferrarse a la propia posición y no hacer ninguna concesión o
hacer concesiones mínimas. Se busca agotar a la otra parte hasta que
ceda.
Ataque: atacar, presionar, intimidar, rechazar cualquier intento de la
otra parte de apaciguar los ánimos. Se busca crear una atmósfera tensa,
incomoda, en la que uno sabe desenvolverse y que perjudica al oponente.
Tácticas engañosas: dar información falsa, manifestar opiniones que no
se corresponden con la realidad, prometer cosas que no se piensan
cumplir, simular ciertos estados de ánimo. En definitiva, engañar al
oponente.
Ultimátum: presionar a la otra parte, empujarle a que tome una
decisión sin darle tiempo para reflexionar. El típico "o lo tomas o lo dejas",
"tengo otras tres personas interesadas, así que o te decides ahora o dalo
por perdido". Normalmente esta urgencia es ficticia y tan sólo busca
intranquilizar al oponente.
Exigencias crecientes: consiste en ir realizando nuevas peticiones a
medida que la otra parte va cediendo, sin que lo concedido resulte nunca
suficiente. Al final la otra parte tratará de cerrar el trato lo antes posible
para evitar este incesante goteo de nuevas exigencias.
Autoridad superior: consiste en negociar bajo la apariencia de que se
cuenta con delegación suficiente para cerrar el trato. Al final, cuando tras
muchas cesiones de la otra parte se ha alcanzado un acuerdo, se comunica
que éste queda pendiente de la conformidad de los órganos superiores de
la empresa, que plantearán nuevas exigencias.
Esta táctica también consiste en presionar a la otra parte para que acepte
unas condiciones determinadas bajo la velada amenaza de que si éstas se
modifican habrá que remitir la propuesta a un nivel superior que difícilmente
le dará su visto bueno.
Hombre bueno, hombre malo: dos personas representan a una de las
partes: una de ellas se muestra intratable, amenazante, exigente, sin el menor
interés de hacer concesiones, mientras que la otra trata de granjearse la
confianza del oponente, se muestra comprensiva, cordial, y trata de
convencerlo de que acepte su propuesta, antes de que su compañero tome
las riendas de la negociación.
Lugar de la negociación: cuando ésta tiene lugar en las oficinas de una de
las partes y ésta trata de sacar ventaja de la situación. Se trata de que el
interlocutor se sienta incómodo, infravalorado, etc., pero de una manera sutil,
sin que sea consciente de que está siendo víctima de esta estratagema.
Por ejemplo, se le hace esperar un buen rato antes de iniciar la reunión, se le
ofrece una silla más baja que la del anfitrión, se le sitúa de cara a una ventana
por donde entra una claridad muy incómoda, se le coloca en el extremo de la
mesa, quedando relegado, se interrumpe la negociación continuamente con
llamadas de teléfono, etc.
Tiempo: consiste en jugar con el tiempo en beneficio propio.
Por ejemplo, se alarga la reunión al máximo hasta vencer al oponente por
agotamiento, se fija la reunión a primera hora de la tarde tras una copiosa
comida regada con vino. Se deja transcurrir el tiempo discutiendo temas
menores y tan sólo en el último momento, cuando el interlocutor está a punto
de perder el avión, se le urge a cerrar un acuerdo de prisa y corriendo.
Por regla general estas tácticas engañosas hay que evitarlas, pueden ser
beneficiosas en un momento dado pero a la larga uno se termina granjeando
una imagen de negociador deshonesto, falso, poco fiable.
Si se emplean tiene que ser de forma discreta, tratando de que la otra parte no lo
perciba.
Si uno es descubierto el deterioro de las relaciones personales puede ser
importante.
La única táctica que realmente funciona es la profesionalidad, la preparación de
las negociaciones, la franqueza, el respeto a la otra parte y la firme defensa de los
intereses.
Para finalizar destacamos algunas ideas:
- Ante una negociación no se puede dejar a la improvisación la estrategia a seguir
ni las tácticas a utilizar. Todo ello tiene que estar definido y convenientemente
preparado antes de sentarse a la mesa de negociación.
Esto no impide que en función de como se vayan desarrollando los
acontecimientos uno vaya ajustando su actuación.
- Resulta también muy importante detectar la estrategia que sigue la otra parte y
las tácticas que utiliza. De este modo es más fácil anticipar sus movimientos y
tomar las medidas oportunas.
Módulo 2
EL MÉTODO PARA NEGOCIAR
La negociación consiste en el acercamiento de dos partes opuestas hasta
alcanzar una posición aceptable para ambas.
El espacio continuo de la negociación.
La idea de acercamiento entre dos partes, implica la de existencia de una
distancia entre ellas, y estos términos corresponden al lenguaje habitual
de la negociación.
Por ello cada parte deberá desplazarse hacia la posición de su opositor. Este
desplazamiento tiene un límite, llamado a veces punto de ruptura, que de
superarse haría que las partes prefirieran romper la negociación a acepta un
acuerdo.
El intervalo de acuerdo que se ofrece al negociador está situado entre el punto
más favorable y el límite. En la mayor parte de negociaciones estos dos
segmentos se solapan. En el intervalo en el que se solapan, existe posibilidad de
acuerdo. A ese campo o área se le llama “zona común o de intercambio”.
Puede existir un acuerdo en cualquier punto de ese campo. La situación
concreta de tal punto dependerá del poder relativo de las partes y de su
habilidad para negociar.
El intervalo que separa el punto más favorable del límite puede ser grande o
pequeño. Cuando los negociadores hablan de su margen de maniobra, están
refiriéndose a la distancia que separa ambos puntos.
En algunas negociaciones puede ocurrir que no exista zona común. En dichas
circunstancias las negociaciones quedan estancadas, salvo que una o ambas
partes recurran a una postura de fuerza con el fin de convencer a la otra parte
para que reajuste su límite.
Imposibilidad de llegar a un acuerdo
DIRIGIR
Es la tarea que se asigna a la persona con más experiencia dentro del grupo, o que
mejor conocimiento y preparación tiene en el tema objeto de negociación.
La función del dirigente es llevar las riendas de la negociación:
- Hace propuestas.
- Hace concesiones.
- Solicita suspensiones.
- Por lo general, dirige la negociación hacia su conclusión.
Esta labor es muy absorbente y hay ocasiones en las que éste se desvía del tema,
pierde el hilo de la conversación o la perspectiva de los objetivos, o se ve acosado a
preguntas que no puede o no quiere contestar inmediatamente, o incluso surgen
propuestas inesperadas que se requiere de tiempo para ser valoradas, en estos
casos es donde entra en juego el sintetizador.
SINTETIZAR
La tarea del sintetizador se resume en la de ganar tiempo para el dirigente.
Este miembro del equipo sigue de cerca la conversación y se da cuenta del momento
en que su dirigente necesita un lapso de tiempo.
Su tarea consiste en romper o desviar el curso de la discusión por unos momentos,
utilizando para ello los medios más diversos (pedir aclaraciones sobre lo que acaba de
decir la otra parte, insinuar contradicción en sus argumentos, repetir de forma
resumida lo que se acaba de decir sobre la mesa, formular preguntas, etc.).
OBSERVAR
El observador apenas participa en el intercambio explicito de información.
Permanece generalmente callado y su función consiste en observar y captar todo lo
que sucede entre los negociadores de la otra parte. Debe interpretar sus silencios,
sus titubeos y dudas ante determinadas propuestas, su entusiasmo con puntos
concretos de la propuesta, su inquietud cuando se ha tratado otro punto, lenguaje
no verbal, etc.
El mejor método para que se concentren los observadores es prohibirles hablar
durante la negociación y pedirles su opinión solamente durante las suspensiones.
Control durante la Preparación
Es importante que durante la fase de preparación se hayan establecido todos y
cada uno de los siguientes puntos.
1- Objetivos.
- Prioridades - límite (G.P.T.).
- ¿Son realistas?.
- Objetivos de la otra parte (G.P.T.).
2- Información.
- Intereses, hechos, supuestos.
- ¿Para dar?, ¿Reservada?.
3- Concesiones.
- Haz una lista de todos los temas a tratar y clasifícalos según el criterio de
mayor a menor importancia.
- Haz una lista de todas las concesiones posibles con respecto a cada punto.
- Determina que coste tienen y en qué secuencia se deberían conceder.
4- Estrategia.
- Elabora un listado con los argumentos favorables a tu posición que piensas utilizar
durante la negociación.
- Elabora un listado de los argumentos desfavorables a tus intereses y prevé como
rebatirlos si aparecen.
- Confecciona un listado de preguntas que desees formular para recabar información
que te parece interesante y que no has podido obtener antes.
- ¿Qué posición de repliegue tenemos, para el caso de que surjan
dificultades?
- ¿En que orden vamos a presentar nuestras propuestas?
- ¿Qué tácticas crees que puedes emplear en esta ocasión?
5- Tareas. Reparte los roles: Dirigente, sintetizador y observador.
6- Si tienes que negociar con alguien a quien no conoces bien o con quien no has
negociado hace poco, intenta repasar mentalmente como se desarrollaron las últimas
negociaciones.
7- No olvides ponerte en el lugar del adversario cada vez que trates un tema importante
para él.
La actitud y el comportamiento durante la
Negociación
Las personas negocian porque tienen, o creen tener, un conflicto de derechos o
intereses. Al inicio de las negociaciones es cuando las partes son más conscientes
de la existencia del conflicto y hay una mayor desconfianza mutua. Algunas
negociaciones no pasan de la sesión de apertura, rompiéndose porque las
tensiones entre las partes se ven agudizadas por su comportamiento.
En los momentos iniciales cada una de las partes da las razones por las que cree
necesaria una cosa, o trata de demostrar, razonando que algo es cierto. Las partes
discuten estas conclusiones y tratan de persuadirse mutuamente razonando.
Con el objetivo de mejorar nuestra actitud durante la negociación,
deberemos eliminar de nuestros comportamientos diversos hábitos tales
como interrumpir a nuestro interlocutor, atacarlo o acusarlo
personalmente, hablar en exceso, dominar a gritos, amenazar y
mostrarnos sarcásticos.
El ciclo de ataque-defensa y el ciclo de las acusaciones son características
comprobadas en una discusión destructiva. Si atacamos a una persona,
ésta tenderá inevitablemente a defenderse, por muy trivial o impertinente
que sea el ataque en comparación con los objetivos principales de la
negociación. Cuanto más rápidos son los ataques y las réplicas, más sube
la tensión. Aparecen los ataques personales, que afectaran a las relaciones
interpersonales con un deterioro quizás irreparable.
A fin de mejorar nuestro comportamiento durante la negociación,
deberemos llevar a cabo las siguientes conductas:
- Escuchar más y hablar menos.
- Realizar preguntas positivas que animen a nuestro opositor a explicar y
razonar su postura.
- Resumir neutralmente los temas tratados.
- No comprometernos con sus posiciones y explicaciones.
- Contrastar la firmeza de sus posiciones, averiguar sus prioridades.
-Obtener y dar información.
Una negociación no debe ser un debate. El objetivo de un negociador no
debería ser tomar una posición y defenderla a toda costa, intentando
mostrar que tiene razón, sino influir sobre el adversario, persuadirlo y
convencerlo.
El intercambio. Propuestas y Concesiones.
Antes o después los negociadores tienen que discutir sus propuestas. En el
contexto de la negociación una propuesta es una oferta o una petición
diferente de la posición inicial.
Las propuestas iniciales surgen de la fase de la discusión y constituyen la
respuesta estudiada de un negociador a lo que ha aprendido de su opositor
a través de la discusión y de las señales de este. Por ello, estas propuestas
iniciales deben ser exploratorias ya que si forzamos el ritmo podemos
espantar a la otra parte.
Es útil y aconsejable que nuestras propuestas iniciales se presenten como
propuestas condicionales con el fin de no tener problemas posteriores a la
hora del intercambio, en el que necesitaremos todo el margen de maniobra
disponible. Ejemplo: “Si ustedes están dispuestos a hacer esto y lo otro,
nosotros estamos dispuestos a estudiar la posibilidad de hacer aquello y lo
de más allá”.
La presentación de propuestas
La forma de mejorar la presentación de una propuesta está en separar esta de las
explicaciones y justificaciones que contiene. Exponga el contenido de la propuesta y
explique y justifique ese contenido. No deben mezclarse ambas cosas, la explicación
o justificación pueden parecer una disculpa.
El formato con el que se debería presentar la propuesta es:
“Si ustedes aceptan las siguientes condiciones: 1…2…3…, nosotros estamos
dispuestos a ofrecer 1…2…3…”
La Recepción de Propuestas
Debemos tener presentes dos reglas importantes a la hora de recibir propuestas.
En primer lugar, no interrumpir la exposición de las propuestas, la interrupción
suele originar antagonismo e irritación o la otra parte.
Escuchemos la propuesta, hagamos preguntas para aclarar los puntos que no
veamos claros y, después, pidamos tiempo para estudiarla o, si estamos preparados,
demos una respuesta inmediatamente.
Podemos explicar las partes de la propuesta que nos interesan para una
posible negociación y las que no nos interesan. Esto indica a nuestro
opositor las áreas que debe desarrollar. Un "no" rotundo sin más
explicación no sirve para nada, lo único que hace es IIevarnos de vuelta
a discutir o incluso a la ruptura.
A la hora de montar propuestas globales que incluyan todas las variables
presentes en la negociación, es necesario considerar varios aspectos:
1. Dirigir el paquete a los intereses e inhibiciones de la otra parte.
2. Pensar creativamente en todas las posibles variables.
3. Valorar nuestras concesiones desde el punto de vista de nuestro
opositor.
A la hora de montar la propuesta global, hagámonos las siguientes
preguntas sobre cualquier tema:
- ¿Quién obtiene algo?
- ¿Qué?
- ¿Cuánto?
- ¿Cuándo?
Es recomendable evitar llegar a acuerdos sobre temas aislados.
Antes de intercambiar una concesión es necesario plantearse tres
preguntas:
1.- ¿Qué valor tiene para mí?, ¿Cuánto me cuesta conceder esto?.
2.- ¿Qué valor tiene la concesión para la otra parte?
3.- ¿Qué quiero a cambio?, ¿Por qué lo quiero intercambiar?, ¿Cuál es el
precio?
Efectos de las Concesiones
• Consigues acercarte a la otra parte negociadora.
• Es una forma táctica de influir en el comportamiento del otro.
Creencias equivocadas con respecto a las concesiones:
• Siempre crean benevolencia del otro.
• Suavizan la actitud de la otra parte.
• Son siempre útiles para hacer que la negociación tome un buen rumbo.
Sin embargo la verdad es que las concesiones:
• Hacen que la otra parte se sienta más decidida.
• Hacen que la otra parte se comporte de manera más ambiciosa.
• Hacen que el otro desconfíe, a veces, y que piense sobre qué se esconde
realmente detrás de nuestras intenciones.
No debemos eliminar totalmente de nuestras propuestas iniciales todo
aquello que resulte inaceptable a nuestro opositor.
Cuando llega el intercambio se trata de obtener algo a cambio de
renunciar a otra cosa. Es la parte más intensa del proceso de negociación.
La regla más importante para la fase de intercambio la podemos
simplificar de la siguiente manera:
« Si usted acepta X, nosotros aceptaremos Y.»
El Cierre y el Acuerdo
El negociador se enfrenta a dos tipos de tensión. La primera es la
incertidumbre básica de la negociación: No saber realmente si hemos
conseguido sacar a nuestro opositor todas las concesiones posibles. La
segunda tensión nos empuja a llegar a un acuerdo antes de que nuestro
oponente nos saque más a nosotros.
Cuanto más tiempo dura la negociación, más tiempo tenemos para sacar todas las
concesiones posibles a nuestro opositor, pero también tiene más tiempo éste de
hacer lo mismo con nosotros.
El cierre aumentará nuestra confianza y nos llevará al acuerdo con mayor rapidez y
menor coste si esperamos a que nuestro opositor llegue a la conclusión de que ya
nos ha sacado bastante.
La decisión de cerrar la fase de intercambios es una cuestión de criterios. Si
estamos en nuestra posición límite, tendremos un gran interés en cerrar. Cualquier
prorroga del intercambio provocará unas concesiones que exceden de nuestros
límites. Lo más probable es que cerremos cuando estamos cercanos a nuestro
límite, pero esto no significa que, cuando cerremos, estemos realmente en nuestra
posición límite.
La finalidad del cierre es llegar al acuerdo, y esta idea condiciona nuestra manera
de cerrar. El cierre debe ser creíble. Para que sea aceptable, nuestra propuesta de
cierre debe satisfacer a un número suficiente de las necesidades de la otra parte.
Tipos de Cierre
El Farol
A través de esta táctica, una de las partes, exige de forma explicita a la otra
parte, que mejore su ofrecimiento, pues tiene otra/s propuesta/s que le ofrecen
condiciones más ventajosas.
“Tendrá usted que rebajar mucho el precio. Tengo ofertas (señalando una
carpeta encima de la mesa) que me dan unas condiciones mucho mejores”.
Se trata casi siempre de un “farol”. Si el negociador tiene una oferta mejor
probablemente no negociará con nosotros. Puede ocurrir que esté utilizando
ofertas de la competencia para conseguir mejores precios de unos y otros
(informando inmediatamente después a nuestro competidor de que hemos
ofrecido un precio inferior al suyo y que le gustaría que revisara su oferta).
Todos los negociadores comerciales se han encontrado con esta táctica en
alguna ocasión.
Fundación FUDE
Fundación para el Desarrollo
Educativo