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FORTALECIMIENTO DE LAS LENGUAS ORIGINARIAS EN EL PERÚ

Cada 21 de febrero es celebrado el Día Internacional de la Lengua Materna, lo que debe


llevar a la a reflexión, en nuestro contexto peruano, sobre la preservación de las lenguas y
los problemas a lo que están haciendo frentes para poder cumplir con este interés de los
propios habitantes.
En una entrevista a Luis Andrade, docente del departamento de Humanidades de la
Pontificia Universidad Católica del Perú, realizada por PuntoEdu, él señala la importancia
por la preservación de las lenguas nativas por parte de sus hablantes radica en el hecho de
que la lengua sea una expresión de la identidad de su pueblo, y por parte de los
estudiosos, porque la lengua muestra lo que hace la mente humana en su afán de
comunicarse. Sin embargo, existe el deseo de trasmitir la lengua a las futuras
generaciones, por ejemplo, según censos de años anteriores, el quechua y el aymara han
sufrido la disminución en su número de hablantes.
Por parte el Estado peruano, se está ayudando a la conservación de las lenguas indígenas
con la ley de las lenguas originarias, que le da el derecho a un indígena a hablar en su
propia lengua, y por parte de instancias internacionales como por ejemplo la Unesco,
existen también iniciativas para preservar las lenguas nativas en su vitalidad.
Sin embargo, en la otra cara de la moneda, existen pueblos que deciden ya no enseñar su
lengua originaria a las nuevas generaciones, ya sea a causa de la discriminación que puede
surgir por parte de terceros hacia ellos debido a la lengua que hablan, o también por
motivos prácticos ya que las lenguas que hablan no le son útiles para poder avanzar.
Ha habido intentos de educación bilingüe, sin embargo, son iniciativas que han sido
rechazadas, ya que muchas veces no era una educación de calidad (los mismos padres de
familia lo consideraban así y como educación para pobres). Sin embrago, para ver efectos
reales de estas iniciativas educativas, aquello debe articularse con otros sectores de la
vida cotidiana a fin de reforzar la lengua nativa en la comunidad y no solo en el aula. Tal es
el caso de Bolivia que enseña el castellano, la lengua indígena de la zona, y una lengua
extranjera.
En conclusión, las políticas deben de tomar en cuenta a los hablantes de las lenguas
indígenas, con el fin de cambiar concepciones en la población que discrimina, e intentar
que estas políticas no sean focalizadas en los indígenas como si fuesen algo aislado, sino
como parte de toda la comunidad nacional.

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