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1. Diabetes mellitus
La acción de los vasoconstrictores se opone directamente a la de la insulina. La epinefrina aumenta la
gluconeogénesis y la descomposición del glucógeno en el hígado, lo que conduce a la hiperglucemia.
Se ha observado un aumento de la respuesta hiperglucémica a la epinefrina en diabéticos insulinodependientes.
Este riesgo varía, pero el nivel de control glucémico del diabético es un factor determinante importante. Como
resultado, los diabéticos bien controlados toleran mejor a los vasoconstrictores y tienen menos episodios de
hiperglucemia que los diabéticos mal controlados.
Los estudios han demostrado que las cantidades de epinefrina contenidas en uno a tres cartuchos de anestésico
local (0,018 a 0,054 mg) pueden ser suficientes para aumentar significativamente el riesgo de complicaciones
(cetoacidosis, hiperglucemia) en pacientes con diabetes inestable, por lo que deben evitarse hasta que su afección
quede bajo control glucémico.
Los pacientes con diabetes bien controlada, por otro lado, generalmente pueden recibir anestésicos que contienen
vasoconstrictores sin precauciones especiales.
2. Hipertensión
Aunque los vasoconstrictores pueden precipitar elevaciones significativas en la presión arterial, numerosos
estudios han demostrado que el uso de uno o dos cartuchos de lidocaína al 2% con 1:100.000 de epinefrina (0,018
a 0,036 mg de epinefrina) es poco significativo en la mayoría de los pacientes con hipertensión.
Al mejorar el nivel de anestesia, los vasoconstrictores reducen el riesgo de liberación endógena de catecolaminas
que puede resultar de un control inadecuado del dolor.
Sin embargo, para los pacientes con enfermedad avanzada, se requieren precauciones especiales. El cuidado
dental electivo debe evitarse en las siguientes situaciones:
- pacientes con presión arterial igual o superior a 180/110 (hipertensión en estadio III)
- Pacientes que tienen síntomas de hipertensión.
Los síntomas hipertensivos incluyen dolor de cabeza occipital, visión defectuosa, zumbido en los oídos, mareos,
debilidad y hormigueo en las manos y los pies.
Si es necesario un tratamiento dental de emergencia, se requiere una consulta médica y las cantidades de
vasoconstrictor deben limitarse a uno o dos cartuchos de solución 1:100.000 (0,018 a 0,036 mg de epinefrina).
En pacientes con presión arterial de 160-179/100-109 (hipertensión en estadio II), la epinefrina debe limitarse a tres
cartuchos (0,054 mg). En estos pacientes debe evitarse el uso de cordón de retracción con epinefrina e
inyecciones intraligamentarias e intraóseas.
4. Arritmia cardíaca
Los trastornos en el ritmo normal de los latidos cardíacos pueden ser el resultado de enfermedades
cardiovasculares, trastornos pulmonares, anomalías en el sistema nervioso autónomo, enfermedades sistémicas,
reacciones relacionadas con medicamentos o desequilibrios electrolíticos.
Los síntomas pueden incluir palpitaciones, mareos, síncope, dolor en el pecho y dificultad para respirar.
Se requiere interconsulta médica para pacientes con una arritmia existente o condiciones que predisponen a una
arritmia.
Los vasoconstrictores están contraindicados en los siguientes casos:
- pacientes con arritmias graves
- pacientes con una arritmia refractaria al tratamiento
Además, se deben evitar las inyecciones intraligamentarias o intraóseas en estos pacientes.