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GREGORIO DE NISA
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3. Gregorio de Nisa es considerado el Padre de la teología mística, desde su doctrina
espiritual, ¿por qué?
Porque Gregorio de Nisa es un gran maestro en la vida espiritual. Él considera que la
vida espiritual es tender a la perfección, que se da progresivamente con una incesante
transformación, en tender a ir siempre hacia adelante. Gregorio manifiesta que este progreso
del alma no tiene término y que su participación en la naturaleza divina no es posible sino en
los límites propios de la criatura. Esto no quiere decir que el deseo del alma permanezca
insatisfecho, pues Dios, a medida en que se comunica, dilata las posibilidades del alma para
hacerla capaz de más grandes bienes. Así pues, el alma se hace «domicilio de Dios». La unión
del alma con el divino es real, vivida como participación. No se trata de conocer algo de Dios
sino de tener en sí a Dios. La visión mística de Dios al interno del alma es anticipación de la
visión beatífica.
4. En 10 frases concretas describe la teología de la imagen de Gregorio de Nisa
1. La humanidad sola está entre los seres semejantes a Dios.
2. La imagen divina se refleja en el alma como en un espejo.
3. El alma, abandonando su morada corporal, alcanza su morada natural.
4. En esta vida el hombre es capaz de intuir a Dios y de experimentarlo en la virtud.
5. El conocimiento de Dios se da entre la purificación y la apatheia (impasibilidad de
frente a las pasiones)
6. El esfuerzo ascético es fundamental para que el hombre pueda conocer su imagen
creativa y a Dios mismo.
7. El mal que se ha presentado en la huella divina ha hecho inutilizable en el hombre
la cualidad que permanece escondida bajo indignos revestimientos.
8. Si el hombre con el celo de su conducta cancela la suciedad que se dispersó en su
corazón, retornará a brillar en él la belleza creada a imagen de Dios.
9. El hombre es imagen del Verbo.
10. La divinidad es pureza, rechazo de las pasiones y remoción de todo mal.
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contra el politeísmo. Por otra parte, los griegos y los latinos expresaban de manera diferente
el misterio de la Trinidad, que se mueve en lados opuestos: los griegos parten de las personas
divinas, es decir, de la pluralidad, para llegar a la unidad de la naturaleza; los latinos, a la
inversa, parten de la unidad de la naturaleza divina, para llegar a las tres personas. Tanto el
latino como el griego parten desde la unidad de Dios. Sólo que esta unidad para los latinos
está concebida como impersonal o pre-personal. Para los griegos, sin embargo, se trata de
una unidad ya personalizada. San Gregorio de Nisa concibe la unidad de Dios en esta forma:
La unidad de las tres personas divinas es dada, por él, en el hecho de que el Hijo es
perfectamente (sustancialmente) «unido» al Padre, como lo es también el Espíritu Santo por
medio del Hijo. ¡Dios es uno, pero no solitario!
El tercer apartado nos presenta a San Gregorio de Nisa como un guía para el
conocimiento de Dios a través del comentario que él hace del texto bíblico de Ex 24, 15-18
acerca de la manifestación de Dios a Moisés en sus diferentes etapas: en la luz, en la nube y,
finalmente, en la oscuridad. El verdadero conocimiento y la visión de Dios consiste en ver
que él es invisible, porque lo que el alma busca trasciende todo conocimiento, separado en
cada parte de su incomprensibilidad como por una oscuridad.
Finalmente, en la cuarta parte se menciona acerca de la novedad que introduce
Gregorio de Nisa en el pensamiento cristiano: para encontrar a Dios hay que ir más allá de
los límites de la razón. La parte más alta de la persona, la razón, no se excluye de la búsqueda
de Dios; no se está obligado a elegir entre la fe y el seguir a la inteligencia. En el mismo
instante que la razón reconoce su límite, lo fractura y lo supera. Entiende que no puede
entender, «ve que no puede ver», decía el Niceno, pero también entiende que un Dios que se
entiende no sería más Dios. Es una tarea del conocimiento humano entender que hay cosas
que no puede entender. El mundo de la fe es oscuro para los que miran desde el exterior, pero
es brillante para los que entran en ella. El niceno, sobre la incognoscibilidad de Dios nos
asegura que lejos del humillarse y privarse de algo, esta incognoscibilidad se hace para llenar
al hombre de entusiasmo y de alegría; nos dice que Dios es infinitamente más grande, más
hermoso, más bueno, de lo que seremos capaces de pensar, y que todo esto es para nosotros,
para que nuestro gozo sea completo.