CONCILIO DE NICEA (325) Documentación: Carta de Eusebio di Cesarea

Atanasio, De decretis Nicaenae Synodis,

escrito 25 años después de Nicea
Reacciones al interno del Concilio:

Extrema izquierda Posición intermedia Posición central Posición intermedia Extrema derecha
Arrio, el Logos Eusebio de Alejandro de Eustacio de Marcelo de Ancira,
divino era extraño Cesarea, más Alejandría, quien Antioquia, monarquiano
a la sustancia del subordinante continuaba una afirmaba una sola radical que
Padre y no respecto a posición hypóstasis del desarrollaba la
coeterno con Él, Alejandro, pero sin moderadamente Padre y del Hijo, doctrina de Pablo
pero participe del llegar a la subordinante, es articulada en dos de Samosata:
mundo de la afirmación arriana decir, la teología de prósopa, pero Logos dynamis no
creación de todos de la creaturalidad las tres hypóstasis refutaba el personal del Padre,
los otros seres: dios del Logos. monarquianismo emitida para crear
en cuanto creador, radical de Marcelo. el mundo, se
de la divinidad encarnó en el
extraña e inferior a hombre Jesús,
aquella suma del destinada a
Padre. reabsorverse al fin
del mundo, en la
mónada del Padre
y su reino tendrá
fin.

1. Eusebio de Nicomedia; los seguidores de Antioquia (colucionistas) que a la fórmula

de Arrio le quitaban la expresión “creado de la nada”, fieles al pensamiento de
Arrio.
2. Eusebio de Cesarea (propone la fórmula bíblica sin alguna innovación de términos:
Hijo del Padre, “Dios de Dios, Luz de Luz”); subordinacionistas moderados.
3. Alejandro, Atanasio, Osio de Cordova (proponen como base la fórmula de Eusebio
de Cesarea, pero la definen: “Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado no
hecho”, homooúsios = consubstancial al Padre, o igual al Padre) de homos (igual).
4. Eustacio de Antioquia, Marcelo de Ancira (muy unidos al principio de la
“monarquía” (mónos = uno), caen en el modalismo, sabelianismo. Escuela contraria
a Orígenes que hablaba de tres hypóstasis: Padre – Hijo – Espíritu Santo

Después de Nicea:
En Oriente (335-355)
El frente anti–sabeliano guiado por Eusebio de Cesarea y Eusebio de Nicomedia. Sobre
todo éste último, hombre hábil, transformó la defensa anti–sabeliana en una eliminación
sistemática de todo el Oriente de aquellos por los cuales la ortodoxia se definía solo con la
fórmula de Nicea.
Las deposiciones de obispos continuaron hasta que se llegó al concilio de Tiro–Jerusalén
(llamado latrocinio de Tiro, en julio–septiembre del 335) donde fue depuesto Atanasio.
Durante casi 20 años lo que prevaleció en el frente de los Orientales fue el anti–
sabelianismo. Los concilios se limitaron a registrar la voluntad imperial filoarriana

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(concilio de Arlés del 353, concilio de Milán del 355, concilio de Béziers del 356). Sólo
pocos continuaron proclamando la fidelidad al concilio de Nicea: Lucífero de Cagliari,
Hilario de Poitiers, Liberio obispo de Roma, Osio de Córdova, Eusebio de Vercelli
(Lucífero de Cagliari, Eusebio de Vercelli, Hilario de Poitiers, que fueron exiliados en
Oriente).
Constantino murió en el 337, le sucedieron: Constante (niceno), Constancio II (filoarriano),
Constantino II (niceno).
Al no lograrse una estabilidad doctrinal, se llegó a la radicalización del arrianismo con el
diácono Aecio de Antioquía. Él identificaba la esencia divina con la noción de no engénito,
típica del Padre; se ahí se deriva que el Hijo es de la misma substancia (consubstancial),
aparece totalmente diverso, (en griego anómoios), de aquí el término de la herejía anomea;
a éstos se une el obispo Eunomio (arriano radical). Como respuesta al rechazo de los
seguidores del anómoios (el Hijo totalmente diverso del Padre), surge la corriente que
buscará definir hasta dónde es la semejanza entre el Padre y el Hijo: el Verbo es semejante
al Padre en todo dirán algunos, también en la sustancia, homoioúsios.
De estos homeousianos, como Basilio de Ancira, se preparan varios grupos, siempre más o
menos subordinacionistas. Su fórmula era: “el Hijo es semejante al Padre”, de aquí es
donde surge el nombre de homeístas. Su jefe será Acacio. En el año 357 la fórmula del
concilio de Sirmio es netamente subordinacionista.

Síntesis de la controversia trinitaria en el siglo IV (esquema)

Los presupuestos
- La doctrina trinitaria de Orígenes
- La controversia de los dos Dionisios
- Los acontecimientos de Pablo de Samosata y la teología antioquena. Entre el 264–
268, algunos obispos de Siria, Palestina y Asia Menor, acusaron a Pablo de
Samosata obispo de Antioquía, de doctrina adopcionista (Cristo es un mero hombre
dotado de carismas divinos particulares, según Pablo de Samosata en Cristo hay una
inhabitación divina particular antes del Logos, él consideraba al Logos una
dynamis, una facultad operativa de Dios antes de la existencia, por lo tanto no era
una hypóstasis = entidad personalmente subsistente).
Frente a este tipo de adopcionismo muy monarquiano, los adversarios de Pablo de
Samosata –los origenistas– entienden una cristología de tipo logos–sarx (el Logos se
encarnó en un cuerpo humano privado de alma, en el cual el Logos asumió las funciones;
esta doctrina funda sus raíces en la infravaloración de la importancia del cuerpo humano de
Cristo en relación con su divinidad, que fue una constante de la teología alejandrina. La
cristología logos–sarx resalta la unidad en Cristo).

Arrio y el inicio de la controversia en Alejandría

- Doctrina teológica de Arrio (ver Carta de Arrio a Eusebio de Nicomedia)
- Desarrollo de los hechos. Concilio de Alejandría y huída de Arrio junto a Eusebio
de Cesarea.
- Carta de Constantino y misión de Osio de Córdoba
- Convocación de un concilio de la Iglesia universal

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El concilio de Nicea (325)
- El año 328 reclamo de los exiliados (Eusebio de Nicomedia).
- Concilio de Antioquía (año 327) y deposición de Eustacio (modalismo,
sabelianismo).
- Concilio de Tiro (335) y condena de Atanasio obispo de Alejandría.
- Condena de Marcelo obispo de Ancira (Constantinopla 336), monarquiano radical.

La intervención del Occidente

- Modificación de la situación política. Constancio emperador en Oriente y el
emperador Constante en Occidente.
- Autorización a los obispos exilidos en Occiente de regresar a sus sedes (año 337 por
obra del emperador Constantino).
- Año 341 Concilio de Roma: lo convoca Liberio obispo de Roma, rehabilitación de
Atanacio y de Marcelo de Ancira, y el todo el Oriente es acusado de ser arriano.
- Año 341 Concilio de Antioquía: profesión de fe de Antioquía, teología
homeousiana (profesión de fe que será dominante en Oriente hasta el año 357).
- Año 343 Concilio de Sérdica: ruptura entre los occidentales y orientales (concilio
convocado por Julio obispo de Roma).
- Año 350, el emperador Constancio reunifica el imperio.
- Año 353 Concilio de Arlés, de Milán (año 355), Béziers (año 356). El episcopado
occidental, excepto algunos (Eusebio de Vercelli, Lucifero de Cagliari, Hilario de
Poitieres, condena de Atanasio, y Liberio obispo de Roma que es exiliado).
- Se reabre la cuestión teológica.
- Año 357 Concilio de Sirmio: fórmula de fe anomea por parte de Valente, Ursacio y
Germinio.
- Reacciones ante la profesión de Sirmio: año 358 Concilio de Ancira, reafirmación
de la fórmula de Antioquia del 341.
- Emperador Constancio queriendo que regrese la paz, convoca para un concilio en
dos momentos: para los occidentales en Rimini y para los orientales en Seleucia
(año 359).

Los Concilios de Rimini y Seleucia (359) Costantinopla (360)

La restauración pagana del emperador Juliano (360-363)

- Reclamo de todos los exiliados.
- Inicio de la reacción anti–arriana en Occidente guiada por Hilario de Poitiers.
- Concilio de Alejandría (año 362) convocado por Atanasio: propuesta del homoúsios
niceno como fórmula común a todos los anti–arrianos.
- El cisma de Antioquia y el sínodo del 363 (aceptación del homoúsios por parte de
Melecio obispo de Antioquía pero sin aceptar a Atanasio).
- El inicio de la controversia sobre el Espíritu Santo (macedonianos y pneumáticos).

Graciano (363-354), Valentiniano I (364-375): política de neutralidad en cuestiones

religiosas en Occidente.

Valente: política anti–homoousina y anti–homeousiana en Oriente (edicto de cuestiones

religiosas en Occidente).

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 - Año 364 Concilio de Lampsaco, los homeousianos acogidos por Liberio obispo de
Roma en la comunión, sólo después de haber firmado el credo niceno.

La obra de profundización teolgíaca de los Padres Capadocios Basilio di Cesarea

o La polémica con Eunomio
o La reflexión sobre el Espíritu Santo
- La elaboración de Gregogorio Nacianceno y Gregorio de Nisa.

Muerte de Valente, edicto de la tolerancia del emperador Graciano (375-383), regreso

de todos los obispos a sus sedes.

Teodosio es nombrado augusto por parte del imperio de Oriente (gobernado por
Graciano entre agosto del 378 y enero del 379)
- Política religiosa de Teodocio: modificación radical del inicio de Valente y apoyo a
la fe nicena.
- Edicto del año 380 en Tesalónica: ordena a sus súbditos el seguir la fe católica de
Roma y de Alejandría.

El Concilio de Costantinopla (381)

San Basilio precisa conceptos y palabras. Esencia (ousía): aquello que es común (tò
koinòn) a los individuos de una misma especie (para Dios es la divinidad). Propiedades
individuales o características (idiómata, idiótetes, caracteres): es decir aquello que es
propio (tò ídion), son las notas individuantes que diversifican las pertenencias a una misma
esencia: para el Padre es la paternidad; para el Hijo es la filiación; para el Espíritu Santo es
la fuerza santificante.
Hipóstasis (hypostásis): es la persona, el individuo determinado existente a parte; resulta
de la unión entre la esencia y las propiedades individuantes: Hypóstasis = ousía + idiómata
Espíritu Santo:
- “…y en el Espíritu Santo”. Se expresa que el Espíritu es santo por naturaleza
divina, sólo Dios es santo y le permite ser santificador.
- “Señor”. No se le llama Dios porque la Sagrada Escritura no lo llama así (reserva
basiliana). Pero Señor es un nombre propiamente divino.
- “Y vivificante”. Referencia a su papel creador, re-creador y divinizador en la
economía de salvación. Es aquel que comunica la vida divina. Posee la vida por
naturaleza. Está del lado de los que dan la vida, no de los que la reciben; ¿de dónde
viene esta vida?
- “Que procede del Padre”. Jn 15,26: en esta época el término no tiene un sentido
elaborado. Con el término no indican en qué se distingue del Padre y del Hijo, sino
simplemente afirman que no es criatura porque proviene de Dios, no ingénito ni
engendrado. La expresión intenta expresar la consustancialidad del Espíritu.
“Que juntamente con el Padre es adorado y glorificado”.

El Concilio de Aquilea (381): convocado por Ambrosio obispo de Milán y presidido por el
obispo de Aquilea, Valeriano; condenó a los obispos filo-arrianos Palladio y Secondiniano
y la doctrina arriana difundida entre los pueblos germanos que invadieron la parte
occidental del Imperio romano.

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