Está en la página 1de 4

El texto explicativo

Autores: Fernando Santana y Fernando Lázaro


Responsable disciplinar: Pamela Archanco Área
disciplinar: Lengua Temática: Texto explicativo.
Cita directa e indirecta. Nivel: Secundario, ciclo
básico Secuencia didáctica elaborada por Educ.ar

Propósitos generales
Promover el uso de los equipos portátiles en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Promover el trabajo en red y colaborativo, la discusión y el intercambio entre pares, la


realización en conjunto de la propuesta, la autonomía de los alumnos y el rol del docente
como orientador y facilitador del trabajo.

Estimular la búsqueda y selección crítica de información proveniente de diferentes


soportes, la evaluación y validación, el procesamiento, la jerarquización, la crítica y la
interpretación.

Introducción a las actividades


Escritura de un texto explicativo, inclusión de citas textuales y referidas. Reconocimiento
de subordinadas sustantivas.

Objetivo de las actividades


Mediante las siguientes actividades se profundizarán los conocimientos acerca de la
estructura del texto explicativo, el uso de las citas y sus distintas posibilidades. Reflexión
en torno a la subordinación sustantiva.

Objetivos pedagógicos
Actividad 1:

El texto explicativo es aquel que parte de un problema (¿por qué?, ¿cómo?) y surge para
resolver ese problema –que puede ser implícito o explícito–, para llenar un vacío de
conocimiento sobre esa cuestión determinada. Explica el problema y desencadena procesos
de comprensión de la realidad del mundo en que vivimos. Este tipo de textos tiene como
finalidad aclarar o resolver esa duda que lo originó. Un buen ejemplo de textos explicativos
son los textos académicos.
Antes de realizar las actividades se les recomienda leer junto con sus alumnos el siguiente
texto explicativo: “Lo que ‘vio’ Colón en 1492”, de I. B. Cohen.

Para poder redactar un texto explicativo hay que tener en cuenta y seguir estos pasos:
presentar el tema, dar respuesta al problema, cerrar con una evaluación conclusiva.

1) Utilizando el procesador de textos instalado en sus equipos portátiles y antes de


comenzar a redactar el texto, elegir un tema sobre un hecho social o histórico. Según el
tema elegido, responder las siguientes consignas:

a) Presentar la pregunta que dará lugar a la explicación.

b) Describir el problema del modo más objetivo posible, es decir, sin dar opiniones
sobre aquello que es objeto de la descripción. Tampoco se puede describir utilizando
solo ejemplos. En otras palabras, explicar cómo se da, en qué consiste, en qué
condiciones.

c) Desarrollar las respuestas a esa pregunta. Explicarla.

d) Pensar cómo podría concluir el texto.

2) Redactar el texto explicativo sobre la base del hecho social o histórico que eligieron.

Actividad 2:

Cuando se intenta explicar un hecho social o histórico es importante recurrir a las voces de
otras personas que también han explicado o analizado esa cuestión. Generalmente, el uso de
las voces de los otros se hace mediante citas.

1) Copiar los textos que se presentan a continuación en el procesador de textos que


tienen los equipos portátiles. Leerlos y reconocer (marcar con otro color), en ellos, en
qué momentos y de qué manera aparecen incluidas otras voces.

La cultura y el concepto

Autores como Kahn buscan mostrar la evolución del pensamiento antropológico a través
de la construcción del concepto de cultura. Para esto, tomar como punto de partida la
definición que hace Edward B. Tylor en su artículo “La ciencia de la cultura” (1871). De
alguna manera se puede considerar que Tylor fue el representante del evolucionismo en el
siglo XX. Él aplicó –en su momento– un concepto amplio de cultura para indicar los lazos
importantes entre los elementos de la historia. En este sentido, hace referencia a las
investigaciones que realizaron Morgan y Spencer como historiadores que buscaron, a
través de la comparación, la secuencia del cambio cultural desde los cazadores del
Paleolítico hasta la civilización industrial. Tylor plantea que la cultura es: “aquel todo
complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las
costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en
cuanto miembro de la sociedad” En esta definición resalta la importancia de exponer los
hechos históricos, pero no solo como una sucesión de hechos sino de la conexión de los
acontecimientos. Además, plantea cómo los fenómenos naturales son hechos concretos que
parten de una lógica dentro del orden causa y efecto. Para Tylor, la importancia del
análisis de lo individual y lo colectivo radica en la coherencia entre los dos, pues si esto no
se tiene en cuenta, pueden ser excluyentes en un momento determinado de la investigación.

Fuente: Liceus

Los conceptos de “Pueblo” y “Nación” en la propuesta de Unidad Latinoamericana


(fragmento)

Para discernir mejor el concepto de “pueblo” del de “población”, y el de “nación” del de


“país”, apelaremos a una distinción que ha sido enfatizada desde el s. XIX, pero que
deriva de los primeros sofistas griegos, de mediados del s. V a.C.: la delimitación entre
“naturaleza” y “cultura”. Pues ya Protágoras decía que: la enseñanza requiere tanto del
talento natural (phýsis) como del ejercitamiento (D. K. 80133); y Antifonte, por su parte,
cuestionaba la diferenciación habitual entre “griegos” y “bárbaros”, ya que, aducía: por
naturaleza hemos nacidos todos similarmente en todo sentido; todos, tanto griegos como
bárbaros, respiramos por la boca y la nariz, y comemos con la ayuda de las manos (D. K.
87B44). Es decir, se comenzaba a descubrir que, además de lo que existe cuando nace el
hombre, existe, y como algo nuevo, lo que el hombre hace. Así, a grandes rasgos, pues,
podemos caracterizar a la “cultura” como la acción específicamente humana y sus
productos (desde un pequeño crimen hasta la más excelsa obra de arte), a diferencia de los
procesos meramente orgánicos y físico químicos de toda índole en que no entra en juego la
mente humana.

“Población” y “pueblo”

Veamos, pues el concepto de “población”: este concierne a la totalidad de habitantes de


un lugar, aun cuando no exista otro rasgo en común que el de co habitarlo, y el de poseer,
mayoritaria o centralmente, la misma lengua y quizás el mismo origen étnico. Hasta cierto
punto, entonces, podría considerarse la “población” como un hecho natural o casi
natural. De acuerdo con lo dicho, en cambio, “pueblo” configura una creación cultural.
“Pueblo”, en efecto, designa una ligazón de los habitantes de un país en torno a un
objetivo común, un vínculo que conlleva implícitamente una voluntad de acción, o
directamente un accionar conjunto. Esta diferenciación que hacemos implica cuando
menos la posibilidad de que no todos los habitantes de un lugar participen o deseen
participar en la persecución de una meta común.

Conrado Egger Lans, en Soles digital

Comparar los dos textos leídos y responder:

1) ¿A quiénes responden esas voces? ¿Por qué se las incluye?


2) ¿Se incluyen todas de la misma manera? ¿Qué diferencias se encuentran? ¿A qué se
deben? ¿Qué se espera conseguir en uno y otro caso? ¿Una forma es mejor que otra?
¿Por qué?

Actividad 3:

Cuando transcribimos una idea o un concepto de otra persona, la estamos citando. Estas
citas pueden ser directas o indirectas. La cita directa es cuando transcribimos la idea de
una persona de manera textual. Esta idea suele escribirse entre comillas. La cita indirecta
es fiel al significado de lo que esa persona dijo, pero sus palabras no son transcriptas
textualmente. En este tipo de citas no se emplean comillas.

Muchas veces, para redactar un texto explicativo es necesario recurrir a las citas para
incluir testimonios, opiniones, etcétera.

1) Si tienen acceso a Internet, buscar ejemplos de textos explicativos.

2) Transcribir ejemplos de citas directas y citas indirectas que aparezcan en los textos
elegidos.

Bibliografía recomendada
Ciapuscio, Guiomar Elena. Tipos textuales Buenos Aires, Oficina de Publicaciones Ciclo
Básico Común, 1994.
Cohen, Jean y otros. Investigaciones retóricas II Buenos Aires, Ediciones Buenos Aires,
1982.
Marín, Marta y Hall, Beatriz. Prácticas de lectura con textos de estudio Buenos Aires,
Eudeba, 2005.
Zamudio, Berta y Atorresi, Ana. La explicación Buenos Aires, Eudeba, 2000.

También podría gustarte