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REDACCION
UNIDAD I
La comunicación en acción
El proceso de comunicación. El enfoque funcionalista y la crítica desde la comunicación. Las funciones
del comunicador. El periodista como comunicador social: Trabajar la materia informativa, reducir la
incertidumbre, co- construir la realidad social. Los medios de comunicación y su función en la sociedad:
Qué nos comunican y cómo nos comunican.
1- La comunicación en acción
Redacción es la primera de una serie de asignaturas que, como podemos intuir, están
relacionadas con la escritura y con los usos del lenguaje propios del quehacer del periodista.
Desde esa misma intuición podemos suponer, antes de adentrarnos en el programa, que
aprenderemos en este trayecto una serie de procedimientos específicos correspondientes al
tipo de escritura que nos exige la profesión. Eso es cierto parcialmente, porque lo que
realmente vamos a hacer es adquirir una serie de competencias comunicativas, es decir que
aprenderemos a construir textos formalmente correctos, pero también adecuados a diferentes
intenciones, situaciones e interlocutores.
Así, comunicación aparece como la primera palabra clave en nuestro recorrido. Pero, ¿qué es
la comunicación? Muchos pensadores han dedicado tiempo y esfuerzo a encontrar la
respuesta a esta pregunta. Y resulta un poco raro que sea difícil hacerlo porque, nadie lo niega,
comunicarse es una experiencia que conocemos y vivimos a diario. Entonces, ¿por qué parece
que el significado de “comunicación” se nos escapa todo el tiempo? Para Dominique Wolton
(2007) , un importante teórico de la comunicación, se trata de una palabra “…inasible,
polémica, ingobernable. Se desliza desde que uno la aborda, desborda de sentidos y de
referencias sobre todo en la sociedad contemporánea, dominada por la apertura y los
intercambios incesantes”.
Cuando nos preguntan qué es la comunicación y necesariamente tenemos que dar una
respuesta rápida, tendemos a decir que es la transmisión de información. Y es curioso porque
en otras circunstancias expresamos que lo importante entre padres e hijos y en las parejas es
la comunicación, que estamos comunicados con nuestros amigos por medio de las redes
sociales, que tal o cual empresa comunica una imagen de seriedad. Aunque en todos estos
casos seguramente ocurre que hay intercambios, ¿es sólo de información?
1
En sus inicios, la Escuela de Palo Alto (California, EE.UU), no tenía sede física, sino que se trataba de una red de
investigadores pensando acerca de diversas cuestiones con una perspectiva similar. Sobre todo estaban
interesados en la comunicación humana como interacción social. Sus principales representantes
son Gregory Bateson, Ray Birdwhistell, Don D. Jackson, Stuart Sigman, Albert Scheflen, Paul Watzlawick, Edward
T. Hall y Erving Goffman.
artículo “El telégrafo y la orquesta”, en los que se explica la crítica que hacen los miembros de
la universidad invisible al modelo telegráfico:
Para estos autores, la comunicación es, pues, un proceso social permanente que
integra múltiples modos de comportamiento: la palabra, el gesto, la mirada, la
mímica, el espacio interindividual, etc. No se trata de establecer una oposición entre la
comunicación verbal y la “comunicación no verbal”: la comunicación es un todo
integrado. Birdwhistell, uno de los primeros teóricos de la universidad invisible, dirá un
día a este respecto: “Para mí, hablar de comunicación no verbal tiene tanto sentido
como hablar de fisiología no cardiaca.” De la misma manera, para estos autores no se
puede aislar cada componente del sistema de comunicación global y hablar de
“lenguaje del cuerpo”, “lenguaje de los gestos”, etc., asumiendo con ello que cada
postura o cada gesto remite inequívocamente a una significación particular. Como
ocurre con los enunciados del lenguaje verbal, los “mensajes” procedentes de otros
modos de comunicación carecen de significación intrínseca: sólo en el contexto del
conjunto de los modos de comunicación, relacionado a su vez, con el contexto de
interacción, puede adquirir sentido la significación (…)
La analogía de la orquesta tiene la finalidad de hacer comprender cómo puede decirse
que cada individuo participa en la comunicación, en vez de decir que constituye el
origen o el fin de la misma. La imagen de la partitura invisible recuerda más
precisamente el postulado fundamental de una gramática del comportamiento que
cada uno utiliza en sus intercambios más diversos con el otro. En este sentido
podríamos hablar de un modelo orquestal de la comunicación, por oposición al “modelo
telegráfico”. 8 ' El modelo orquestal, de hecho, vuelve a ver en la comunicación el
fenómeno social que tan bien expresaba el primer sentido de la palabra, tanto en
francés como en ingles: la puesta en común, la participación, la comunión” (…)
Indaguemos un poco más acerca del modelo de comunicación que se opone al telegráfico a
través de la lectura de un recorte del capítulo “Comunicación” del libro Lingüística y enseñanza
de la lengua, de Marta Marín.
Cap 2- La comunicación
Introducción
Figura 2. 1
contacto
código
Jakobson, R. (1984)
Pero, como dijimos antes, los comunicólogos sostienen que la comunicación humana no es un
hecho mecánico en el que el emisor (persona o máquina) transmite información a un receptor (persona
o máquina), sino un proceso dinámico en el que las personas se encuentran inmersas en situaciones
sociales que condicionan su comunicación. Es más: corrientes actuales de la lingüística (Ducrot, 1994)
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sostienen que el lenguaje no es informativo, sino argumentativo y otros sostienen que la
comunicación, especialmente la de los medios masivos, transmite patrones de conducta (publicidad,
teleteatros, etc.) o de pensamiento (noticieros, programas periodísticos).
Una de las leyes de la comunicología es: "Es imposible no comunicarse". Esto quiere decir que la
comunicación se establece de diferentes maneras, no sólo por medio del lenguaje. Por ejemplo, cuando
un conferenciante está hablando, aunque el auditorio no responda verbalmente, él recibe datos acerca
de su discurso, porque los oyentes emiten diversas señales no verbales que el conferenciante puede
interpretar, por ejemplo:
Los oyentes se mueven inquietos, tosen o bostezan; esto comunica aburrimiento o poco
interés.
Los oyentes hacen, de pronto, un silencio notable; esto suele comunicar que están
sorprendidos o conmovidos.
Los oyentes miran fijamente al que habla o toman notas con rapidez; esto comunica
interés.
Si usted vuelve a leer la lista anterior (que es obviamente incompleta y sólo ejemplificadora),
observará que allí se mencionan los gestos, la mirada y el silencio, todos elementos no verbales que
producen comunicación por sí mismos o están presentes en la comunicación verbal.
La llamada comunicación no verbal ha sido profusamente estudiada, pero lo que interesa
realmente es que su código no es universal, sino cultural. Es decir, los gestos corporales,
movimientos, silencios y expresiones faciales son señales distintas para diferentes culturas.
Es así como, sentarse en cuclillas para conversar o eructar después de haber comido, son señales
de buena educación para culturas orientales; del mismo modo que mover brazos y manos mientras se
habla es natural para las culturas latinas y extraño para las anglosajonas. Un suizo o un alemán tal vez
se sienta molesto si su interlocutor le pone la mano en el hombro mientras le habla, en tanto que esto
es muy normal para un irlandés (etnia de origen celta, y no sajón) o un italiano (…)
las personas,
el lugar,
el asunto
y el momento.
Por ejemplo, un estudiante está cursando una materia y hay un tema que no comprende bien.
¿Cómo hablaría esto con un compañero? ¿Cómo se lo comunicaría a un amigo ajeno al estudio?
¿Cómo se lo diría al profesor de esa materia? Su texto dirigido al profesor, ¿sería el mismo si se lo
dice durante el curso que si se lo dice durante el examen final? ¿A qué se deben las diferencias?
Analicemos los componentes de la situación comunicativa. El ítem las personas abarca varios
aspectos: factores psíquicos y relacionales, factores sociales, factores lingüísticos y cognitivos y
factores situacionales.
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Las personas . Factores psíquicos y relacionales.
• Inserción social de los interlocutores: clase social, grupo profesional, grupo laboral, grado de
instrucción.
Esto equivale a decir que los textos que se produzcan en diferentes situaciones comunicativas
estarán ligados al contexto social de los interlocutores, no sólo por los temas, sino también por las
marcas sociales que aparecen en el lenguaje: en la dicción, en el vocabulario y en la entonación. Es
sabido, por ejemplo, que las clases sociales más altas de Buenos Aires (o quienes quieren imitarlas)
desonorizan las “s” internas de las palabras o alocuciones ('mo'ca' = 'mosca'), además de eso, entre
otras peculiaridades, dan cierta entonación particular a sus enunciados. Lo mismo ocurre con el
vocabulario: 'pieza', 'cuarto', 'habitación' son palabras propias de distintos grupos sociales para
designar el mismo objeto.
• Conocimientos acerca de la lengua que tenga cada una de las personas que se comunican:
vocabulario, uso de las convenciones, correcciones e incorrecciones.
• Conocimientos acerca de las convenciones discursivas (competencia discursiva, mencionada
en el capítulo anterior), es decir, el tipo de discurso apropiado a diferentes situaciones.
• Conocimientos acerca del mundo. Cuanto más coincidentes son estos saberes, menos malos
entendidos suele haber.
• Las diferencias individuales en el uso del código, o variaciones debidas al hablante (se verán
más adelante en este mismo capítulo). Algunas se deben a la inserción social, como dijimos
antes, mientras otras se deben a factores geográficos y/o de edad).
• Conocimientos acerca de la posibilidad de usar lenguaje formal o informal según la situación
comunicativa. En general, puede decirse que a mayor instrucción, mayor flexibilidad del
lenguaje según el contexto, pero hay que tener en cuenta que el grado de flexibilización
también tiene origen psíquico e ideológico.
• Conocimientos compartidos acerca del lenguaje no verbal: gestos y expresiones.
• Coincidencias ideológicas (conjuntos de creencias acerca del mundo).
Del mismo modo, un mensaje puede no tener un emisor único. Esto se ve claramente en la
publicidad: la firma anunciante + la agencia + el redactor del aviso + el medio que lo hace público. Por
estas razones actualmente se considera apropiado reemplazar "emisor-receptor" por "instancia emisora
-instancia receptora".
Las observaciones que preceden, y otras, han llevado a la lingüista francesa Kerbrat-Orecchioni a
formular un nuevo esquema de la comunicación, tal como aparece en la figura 2. 4.
Figura 2. 4
características del tipo de discurso o texto que esa situación le impone. Los distintos elementos
que componen la situación comunicativa o contexto, por un lado, y el tipo de discurso, por el otro,
determinan, conjuntamente, "lo que puede y debe decirse". Entonces, las características de los
tipos de discurso o texto son conocimientos que la instancia emisora necesita para hacer eficaz y
adecuada su comunicación. Por ejemplo, necesita conocer cuál es la organización y el léxico
adecuados para una carta administrativa. Del mismo modo, la instancia receptora usa su
conocimiento acerca de las restricciones y características de los diferentes tipos de texto para
interpretar lo que lee y/o escucha.
Modelo de producción/interpretación: se trata de un conjunto de reglas (aún no explicitadas por los
lingüistas) que rigen los procesos de codificación y decodificación y que son comunes a todos los
usuarios de una lengua. Parecería ser que incluyen tanto la competencia lingüística como la
ideológica y cultural y datos acerca del contexto comunicativo (…)
Bibliografía
Watzlawick, P., Beavin, J. y Jackson, o.: Teoría de la comunicación humana. Buenos Aires, Tiempo
Contemporáneo, 1973.
Hallyday, M. A. K.: El lenguaje como semiótica social. México, F. C. E., 1982. Rosa,
N.: Léxico de lingüística y semiología. Buenos Aires, Centro Editor, 1991.
TP Nº 1- Guía de lectura e interpretación
(…) Cuando el sistema de signos que se usa para comunicarse es la lengua, la competencia
comunicativa incluye otras competencias, como lo muestra el siguiente esquema:
LORENZO GOMIS
TEORÍA DEL PERIODISMO.CÓMO SE FORMA EL PRESENTE (1991)
1. Los medios forman cada día el presente social de referencia (fragmento)
A lo largo del día, el ser humano recoge y concentra de vez en cuando sus energías en un
esfuerzo por entrar en contacto y quizá en comunión con la realidad. En ese esfuerzo trata de recibir y
de dar. El creyente religioso llama oración a esos momentos de intensidad comunicativa. Veréis a los
monjes acudir a toque de campana y levantarse para cantar maitines o recogerse para las vísperas o
recapitular en las completas. El gregoriano es el vehículo musical de esos antiguos y persistentes
mensajes. Pero no es preciso acudir a un monasterio para presenciar esos intentos tradicionales de
entrar en contacto con la realidad. En las mismas calles veréis de pronto a los creyentes musulmanes
volver su rostro hacia la Meca y recogerse en oración. Y son millones en todo el mundo.
En un mundo secularizado como el que vivimos, esos momentos de comunión o contacto
recogido con la realidad envolvente no tienen carácter religioso, sino social. No consisten en oración,
sino en información. No hay un proceso de llamada y escucha, sino de recepción pasiva. La reacción
consistirá después en el comentario. La lectura del diario con el desayuno o en la primera hora de la
oficina, la escucha del noticiario radiado al despertar o al salir de casa en coche, los noticiarios
televisados con que, como en el tradicional ángelus de mediodía, se interrumpe la jornada para
escuchar las noticias, o recapitularla antes de cenar con otro noticiario, son las formas actuales de
contacto o comunicación con el entorno. Y lo que los medios de comunicación hacen es ofrecernos el
presente social. Sin ellos, el presente social resultaría pobre y encogido, sería apenas el de la familia, la
vecindad más inmediata, el medio de trabajo. Gracias a los medios, vivimos en el mundo y sabemos lo
que está pasando un poco en todas partes.
Más aún, gracias a los medios percibimos la realidad no con la fugacidad de un instante aquí
mismo, sino como un período consistente y objetivado, como algo que es posible percibir y comentar,
como una referencia general. Son los medios los que mantienen la permanencia de una constelación de
hechos que no se desvanecen al difundirlos, sino que impresionan a la audiencia, dan qué pensar,
suscitan comentarios y siguen presentes en la conversación. El presente social de los medios dura por lo
menos un par de días y su permanencia en los comentarios -que mantienen vivo ese presente- se
prolonga por lo menos una semana. El comentario hace más intenso y duradero el efecto de la noticia.
En la gama de percepciones que se dan en la vida cotidiana hay que acotar la percepción
periodística del entorno, pues lo que los medios escogen y montan es lo que laboriosamente forma la
imagen periodística de la realidad que ellos ofrecen: su imagen del presente social. La percepción
periodística es una característica profesional de los hombres y mujeres que trabajan en los medios de
comunicación. Tendremos que examinar con cuidado qué es lo que buscan y escogen y con qué
criterios, pues esos son los que configuran lo que en una sociedad llamamos presente o también
actualidad. Pero, por lo pronto, la práctica del periodismo puede entenderse en términos de pesquisa y
de investigación, de «paulatina reducción de la incertidumbre», con publicación de hipótesis y
conjeturas sobre lo que es todavía incierto (Del REY, 1989, pág. 38).
Bibliografía General:
Gomis, Lorenzo (1991) Teoría del periodismo. Cómo se forma el presente. Paidós, Barcelona
Rost, Alejandro (2009). “Desde los hechos hasta la noticia. Los actores que intervienen en la
construcción de actualidad”. Revista de la Facultad, 15, 237–265
Winkin, Ives (1984) “El telegrafo y la orquesta", en Bateson, Gregory y otros La nueva
comunicación. Kairos, Barcelona