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Licenciatura en Periodismo

REDACCION

UNIDAD I

La comunicación en acción
El proceso de comunicación. El enfoque funcionalista y la crítica desde la comunicación. Las funciones
del comunicador. El periodista como comunicador social: Trabajar la materia informativa, reducir la
incertidumbre, co- construir la realidad social. Los medios de comunicación y su función en la sociedad:
Qué nos comunican y cómo nos comunican.
1- La comunicación en acción

Redacción es la primera de una serie de asignaturas que, como podemos intuir, están
relacionadas con la escritura y con los usos del lenguaje propios del quehacer del periodista.
Desde esa misma intuición podemos suponer, antes de adentrarnos en el programa, que
aprenderemos en este trayecto una serie de procedimientos específicos correspondientes al
tipo de escritura que nos exige la profesión. Eso es cierto parcialmente, porque lo que
realmente vamos a hacer es adquirir una serie de competencias comunicativas, es decir que
aprenderemos a construir textos formalmente correctos, pero también adecuados a diferentes
intenciones, situaciones e interlocutores.

Así, comunicación aparece como la primera palabra clave en nuestro recorrido. Pero, ¿qué es
la comunicación? Muchos pensadores han dedicado tiempo y esfuerzo a encontrar la
respuesta a esta pregunta. Y resulta un poco raro que sea difícil hacerlo porque, nadie lo niega,
comunicarse es una experiencia que conocemos y vivimos a diario. Entonces, ¿por qué parece
que el significado de “comunicación” se nos escapa todo el tiempo? Para Dominique Wolton
(2007) ,  un importante teórico de la comunicación, se trata de una palabra “…inasible,
polémica, ingobernable. Se desliza desde que uno la aborda, desborda de sentidos y de
referencias sobre todo en la sociedad contemporánea, dominada por la apertura y los
intercambios incesantes”.

Cuando nos preguntan qué es la comunicación y necesariamente tenemos que dar una
respuesta rápida, tendemos a decir que es la transmisión de información. Y es curioso porque
en otras circunstancias expresamos que lo importante entre padres e hijos  y en las parejas es
la comunicación, que estamos comunicados con nuestros amigos por medio de las redes
sociales, que tal o cual empresa comunica una imagen de seriedad. Aunque en todos estos
casos seguramente ocurre que hay intercambios, ¿es sólo de información?

Empecemos a respondernos por partes todos estos interrogantes. En principio,


tenemos tan arraigada la idea de que la comunicación es transmisión de información porque la
Teoría Matemática de la Información, que provenía de la física y había sido elaborada por
ingenieros, fue retomada por lingüistas y otros teóricos para explicar los procesos
comunicacionales, por ser simple y fácilmente explicable y aplicable. El modelo que persiste
porque es reproducido en la educación formal (probablemente todos nosotros, y sus padres,
tíos, etc. lo reconozcamos sin dificultad) es el que elaboró el lingüista ruso Roman Jacobson
para representar la comunicación verbal, y desarrollar a partir de él las funciones del lenguaje
(ver pag. ) Sin embargo, otros cuestionaron este modelo porque pensaban que no siempre la
comunicación es lineal, verbal e intencional, sino que es un proceso social permanente, a
veces no verbal, en el que cada individuo participa, en vez de ser el origen o el fin de la
misma. Ives Winkins (1987) planteó, retomando las reflexiones de los científicos de la
“Universidad Invisible” o Escuela de Palo Alto1, que si el esquema tradicional de la
comunicación partía de un modelo lineal basado en el telégrafo, en realidad la comunicación
entre personas más bien funcionaba como una orquesta. Leamos algunos fragmentos de su

1
En sus inicios, la Escuela de Palo Alto (California, EE.UU), no tenía sede física, sino que se trataba de una red de
investigadores pensando acerca de diversas cuestiones con una perspectiva similar. Sobre todo estaban
interesados en la comunicación humana como interacción social. Sus principales representantes
son Gregory Bateson, Ray Birdwhistell, Don D. Jackson, Stuart Sigman, Albert Scheflen, Paul Watzlawick, Edward
T. Hall y Erving Goffman.
artículo “El telégrafo y la orquesta”, en los que se explica la crítica que hacen los miembros de
la universidad invisible al modelo telegráfico:

LA NUEVA COMUNICACIÓN (1984)


“El telégrafo y la orquesta” (recorte y subrayado de cátedra)

“(…)Según estos investigadores, la teoría de Shannon ha sido concebida por y para


ingenieros de telecomunicaciones, y hay que dejársela a ellos. La comunicación debe
estudiarse en las ciencias humanas según un modelo que le sea propio. Estos
investigadores estiman que la utilización del modelo de Shannon en lingüistica,
antropología o psicología ha conducido al resurgimiento de los presupuestos clásicos de
la psicología filosófica sobre la naturaleza del hombre y de la comunicación. Según ellos,
la concepción de la comunicación entre dos individuos como transmisión de un mensaje
sucesivamente codificado y después descodificado, reanima una tradición filosófica en
la que el hombre se concibe como un espíritu enjaulado en un cuerpo, que emite
pensamientos en forma de ristras de palabras. Esas palabras salen por un orificio ad hoc
y son recogidas por embudos igualmente ad hoc, que las envían al espíritu del
interlocutor, el cual las analiza y extrae su sentido. Según esta tradición, la
comunicación entre dos individuos es, pues, un acto verbal, consciente y voluntario.
Para nuestros investigadores, si la investigación de la comunicación interpersonal
retoma por su cuenta estas posiciones filosóficas antiguas, no podrá salir jamás de las
aporías en las que desembocan. Según ellos, hay que partir otra vez de la visión
“ingenua” del historiador natural, como se decía en el siglo XVIII, es decir, desde el
punto de vista del observador del comportamiento natural. Los seres humanos se
mueven, emiten sonidos, ingurgitan alimentos, se reúnen en pequeños grupos de
jóvenes y de mayores, de hombres y mujeres, etc. Es posible desarrollar esta
descripción naturalista al infinito. Igualmente se puede disponer los millares de
comportamientos observables en categorías, clases y géneros a partir de múltiples
oposiciones, pero esta tarea también puede proseguir sin terminar jamás. Para los
miembros de la universidad invisible, la investigación de la comunicación entre los
hombres sólo comienza a partir del momento en que se formula la pregunta: ¿cuáles
son, entre los millares de comportamientos corporalmente posibles, los que retiene la
cultura para constituir conjuntos significativos? Esta pregunta puede parecer extraña.
De hecho, se trata simplemente de una generalización de la cuestión fundamental del
lingüista que, ante los millares de sonidos que puede producir el aparato de la fonación,
intenta localizar las pocas decenas de sonidos utilizadas por una cultura para constituir
una lengua determinada. Plantear esta cuestión de una selección y una organización de
los comportamientos entraña la adhesión a un postulado: la existencia de “códigos” del
comportamiento personal e interpersonal, regularían su apropiación en el contexto y,
por lo mismo, su significación. . Pues bien, los investigadores que reaccionaban
contra el modelo verbal, voluntario y consciente de la comunicación, llamarán
precisamente comunicación a toda utilización de esos códigos. En consecuencia, “no
es posible dejar de comunicarse (…)

Para estos autores, la comunicación es, pues, un proceso social permanente que
integra múltiples modos de comportamiento: la palabra, el gesto, la mirada, la
mímica, el espacio interindividual, etc. No se trata de establecer una oposición entre la
comunicación verbal y la “comunicación no verbal”: la comunicación es un todo
integrado. Birdwhistell, uno de los primeros teóricos de la universidad invisible, dirá un
día a este respecto: “Para mí, hablar de comunicación no verbal tiene tanto sentido
como hablar de fisiología no cardiaca.” De la misma manera, para estos autores no se
puede aislar cada componente del sistema de comunicación global y hablar de
“lenguaje del cuerpo”, “lenguaje de los gestos”, etc., asumiendo con ello que cada
postura o cada gesto remite inequívocamente a una significación particular. Como
ocurre con los enunciados del lenguaje verbal, los “mensajes” procedentes de otros
modos de comunicación carecen de significación intrínseca: sólo en el contexto del
conjunto de los modos de comunicación, relacionado a su vez, con el contexto de
interacción, puede adquirir sentido la significación (…)
La analogía de la orquesta tiene la finalidad de hacer comprender cómo puede decirse
que cada individuo participa en la comunicación, en vez de decir que constituye el
origen o el fin de la misma. La imagen de la partitura invisible recuerda más
precisamente el postulado fundamental de una gramática del comportamiento que
cada uno utiliza en sus intercambios más diversos con el otro. En este sentido
podríamos hablar de un modelo orquestal de la comunicación, por oposición al “modelo
telegráfico”. 8 ' El modelo orquestal, de hecho, vuelve a ver en la comunicación el
fenómeno social que tan bien expresaba el primer sentido de la palabra, tanto en
francés como en ingles: la puesta en común, la participación, la comunión” (…)

Indaguemos un poco más acerca del modelo de comunicación que se opone al telegráfico a
través de la lectura de un recorte del capítulo “Comunicación” del libro Lingüística y enseñanza
de  la lengua, de Marta Marín.

LINGÜÍSTICA Y ESEÑANZA DE LA LENGUA

Cap 2- La comunicación
Introducción

En el capítulo anterior expusimos un enfoque de la enseñanza de la lengua basado en la


comunicación y en los textos. Esto requiere precisiones acerca de la comunicación; luego, en un
capítulo posterior nos ocuparemos de los textos.
Todos los textos escolares para la enseñanza de la lengua que seguían el enfoque estructuralista
mostraban, con ligeras variantes, este esquema de la comunicación con ligeras variantes, por lo cual
suponemos que es ampliamente conocido:
Este modelo se basa en la representación de la comunicación que estableció el lingüista Roman
Jakobson en 1963 y fue ampliamente aceptada y difundida por el estructuralismo. Se trata de un
modelo muy productivo, ya que a partir de él Jakobson estableció las funciones del lenguaje.
Sin embargo, investigaciones posteriores de antropólogos y psiquiatras, por un lado, y de
lingüistas, por el otro, han producido críticas y ampliaciones a este esquema básico.

La comunicación: asunto de ingenieros, antropólogos y lingüistas

Como la antropología se ocupa de los comportamientos humanos, la comunicación es un tema de


estudio crucial para esa disciplina, porque el concepto de comunicación excede los aspectos puramente
lingüísticos o verbales. Tampoco se la concibe sólo como transmisión de informaciones, sino que la
antropología y la comunicología sostienen que los seres humanos comunican, primordialmente, modos
de conducta. Por otra parte, además, hay una gran cantidad de comportamientos sociales ligados al
acto de comunicarse que son motivo de interés, más allá de lo que corresponde estrictamente a la
lingüística.
Por estas razones, ya se consideran inaceptables los modelos esquemáticos y mecanicistas de la
comunicación, como el de Jakobson, que se remonta a los modelos teóricos de matemáticos e
ingenieros.
En 1948, el científico estadounidense Wienner estaba dedicado a estudiar la conducta de tiro de
los cañones antiaéreos y publicó un libro donde apareció el concepto de retroacción o
retroalimentación (feedback). En 1949, uno de sus discípulos, Claude Shannon, ingeniero de una
empresa telefónica, publicó The Mathematic Theory of Comunication, donde formuló una teoría clara
de la transmisión de información, aplicable especialmente a dispositivos como el telégrafo y el
teléfono, tal como puede verse en la figura 2.

Figura 2. 1

El concepto de información de Shannon es una magnitud estadística, abstracta, aplicable a los


dispositivos mencionados antes, e independiente de la significación del mensaje. Por estas razones, los
comunicólogos dicen que es un concepto "ciego".
Roman Jakobson produjo un esquema bastante similar cuando estableció las funciones del
2
lenguaje :

"Los diferentes factores inalienables de la comunicación verbal


pueden representarse esquemáticamente de la siguiente manera:
contexto
destinador……………………………mensaje………………………destinatario

contacto

código

Cada uno de estos seis factores da origen a una función lingüística


diferente..."

Jakobson, R. (1984)

Jakobson, incluso, hace explícitas las relaciones entre su modelo y el de Shannon:

¿Cuál es, exactamente, la relación entre esta ingeniería de la


comunicación y la lingüística? ¿Existe por casualidad algún
conflicto entre estos dos tipos de enfoque? ¡De ninguna manera! En
realidad, la lingüística estructural y la investigación llevada a
cabo por los teóricos de la comunicación tienen
unos fines convergentes...

Jakobson, R., op. cit.

Pero, como dijimos antes, los comunicólogos sostienen que la comunicación humana no es un
hecho mecánico en el que el emisor (persona o máquina) transmite información a un receptor (persona
o máquina), sino un proceso dinámico en el que las personas se encuentran inmersas en situaciones
sociales que condicionan su comunicación. Es más: corrientes actuales de la lingüística (Ducrot, 1994)
3
sostienen que el lenguaje no es informativo, sino argumentativo y otros sostienen que la
comunicación, especialmente la de los medios masivos, transmite patrones de conducta (publicidad,
teleteatros, etc.) o de pensamiento (noticieros, programas periodísticos).

La comunicación es más que lenguaje

Una de las leyes de la comunicología es: "Es imposible no comunicarse". Esto quiere decir que la
comunicación se establece de diferentes maneras, no sólo por medio del lenguaje. Por ejemplo, cuando
un conferenciante está hablando, aunque el auditorio no responda verbalmente, él recibe datos acerca
de su discurso, porque los oyentes emiten diversas señales no verbales que el conferenciante puede
interpretar, por ejemplo:
Los oyentes se mueven inquietos, tosen o bostezan; esto comunica aburrimiento o poco
interés.
Los oyentes hacen, de pronto, un silencio notable; esto suele comunicar que están
sorprendidos o conmovidos.
Los oyentes miran fijamente al que habla o toman notas con rapidez; esto comunica
interés.

Si usted vuelve a leer la lista anterior (que es obviamente incompleta y sólo ejemplificadora),
observará que allí se mencionan los gestos, la mirada y el silencio, todos elementos no verbales que
producen comunicación por sí mismos o están presentes en la comunicación verbal.
La llamada comunicación no verbal ha sido profusamente estudiada, pero lo que interesa
realmente es que su código no es universal, sino cultural. Es decir, los gestos corporales,
movimientos, silencios y expresiones faciales son señales distintas para diferentes culturas.

Es así como, sentarse en cuclillas para conversar o eructar después de haber comido, son señales
de buena educación para culturas orientales; del mismo modo que mover brazos y manos mientras se
habla es natural para las culturas latinas y extraño para las anglosajonas. Un suizo o un alemán tal vez
se sienta molesto si su interlocutor le pone la mano en el hombro mientras le habla, en tanto que esto
es muy normal para un irlandés (etnia de origen celta, y no sajón) o un italiano (…)

Estos comportamientos están presentes en la comunicación no verbal y en la comunicación


lingüística y son interdependientes de la situación comunicativa o contexto.
La situación comunicativa está constituida por:

las personas,

el lugar,

el asunto

y el momento.

Por ejemplo, un estudiante está cursando una materia y hay un tema que no comprende bien.

¿Cómo hablaría esto con un compañero? ¿Cómo se lo comunicaría a un amigo ajeno al estudio?

¿Cómo se lo diría al profesor de esa materia? Su texto dirigido al profesor, ¿sería el mismo si se lo
dice durante el curso que si se lo dice durante el examen final? ¿A qué se deben las diferencias?
Analicemos los componentes de la situación comunicativa. El ítem las personas abarca varios
aspectos: factores psíquicos y relacionales, factores sociales, factores lingüísticos y cognitivos y
factores situacionales.
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Las personas . Factores psíquicos y relacionales.

• El vínculo que existe entre ellas; mayor o menor familiaridad, etcétera.


• La historia de ese vínculo: malentendidos anteriores, lo reciente o antiguo de la relación.
• Las imágenes que cada uno tiene de sí mismo y del otro: ¿quién soy yo para decir esto?
¿Quién es él/ella para decirme esto?
El vínculo, la historia del vínculo y las imágenes mentales de los interactuantes son algunos de los
factores que pueden determinar, por ejemplo, que para el mensaje “Cerrar la puerta” se elijan las
siguientes variantes: ¡Cerrá la puerta!/¡Cerrá la puerta, por favor!/¿Quisieras cerrar la puerta?/¿Me
hace el favor de cerrar la puerta?/Esa puerta, ¿podría cerrarse, si no es molestia?
Todos los esquemas de la comunicación presentan la instancia emisora y la receptora en relación
simétrica, es decir, que ambas partes están en el mismo nivel. Pero esto es una simplificación
esquemática, porque cualquier situación de la vida real demuestra que las relaciones suelen ser en
general asimétricas, de modo que ambas partes tienen distinta jerarquía. Es decir que siempre la
comunicación revela las relaciones de poder entre los interlocutores.
Por otra parte, las posiciones emisor-receptor, que en el esquema matemático son claras y fijas,
resultan intercambiables hasta en la comunicación humana más trivial. Por otra parte, en la
comunicación oral las interrupciones y la superposición de emisiones son más o menos habituales
según las culturas. Pero, de todos modos, la situación comunicativa hace que estas superposiciones se
consideren aceptables o no (por ejemplo, se las considera inadecuadas en situaciones formales).

Las personas. Factores sociales.

• Inserción social de los interlocutores: clase social, grupo profesional, grupo laboral, grado de
instrucción.

Esto equivale a decir que los textos que se produzcan en diferentes situaciones comunicativas
estarán ligados al contexto social de los interlocutores, no sólo por los temas, sino también por las
marcas sociales que aparecen en el lenguaje: en la dicción, en el vocabulario y en la entonación. Es
sabido, por ejemplo, que las clases sociales más altas de Buenos Aires (o quienes quieren imitarlas)
desonorizan las “s” internas de las palabras o alocuciones ('mo'ca' = 'mosca'), además de eso, entre
otras peculiaridades, dan cierta entonación particular a sus enunciados. Lo mismo ocurre con el
vocabulario: 'pieza', 'cuarto', 'habitación' son palabras propias de distintos grupos sociales para
designar el mismo objeto.

Las personas. Factores lingüísticos y cognitivos

• Conocimientos acerca de la lengua que tenga cada una de las personas que se comunican:
vocabulario, uso de las convenciones, correcciones e incorrecciones.
• Conocimientos acerca de las convenciones discursivas (competencia discursiva, mencionada
en el capítulo anterior), es decir, el tipo de discurso apropiado a diferentes situaciones.
• Conocimientos acerca del mundo. Cuanto más coincidentes son estos saberes, menos malos
entendidos suele haber.
• Las diferencias individuales en el uso del código, o variaciones debidas al hablante (se verán
más adelante en este mismo capítulo). Algunas se deben a la inserción social, como dijimos
antes, mientras otras se deben a factores geográficos y/o de edad).
• Conocimientos acerca de la posibilidad de usar lenguaje formal o informal según la situación
comunicativa. En general, puede decirse que a mayor instrucción, mayor flexibilidad del
lenguaje según el contexto, pero hay que tener en cuenta que el grado de flexibilización
también tiene origen psíquico e ideológico.
• Conocimientos compartidos acerca del lenguaje no verbal: gestos y expresiones.
• Coincidencias ideológicas (conjuntos de creencias acerca del mundo).

El lugar y el momento. Factores situacionales

• Presencia o no de terceros. En la mayoría de los actos comunicativos están involucradas varias


personas; por ejemplo, además del destinatario directo pueden existir oyentes adicionales,
previstos o no: una clase puede ser oída por otros desde el pasillo, una carta puede ser leída
por otra persona, en un reportaje radial hay dos personas que dialogan para otras, los oyentes.

Del mismo modo, un mensaje puede no tener un emisor único. Esto se ve claramente en la
publicidad: la firma anunciante + la agencia + el redactor del aviso + el medio que lo hace público. Por
estas razones actualmente se considera apropiado reemplazar "emisor-receptor" por "instancia emisora
-instancia receptora".

Un nuevo esquema de la comunicación

Las observaciones que preceden, y otras, han llevado a la lingüista francesa Kerbrat-Orecchioni a
formular un nuevo esquema de la comunicación, tal como aparece en la figura 2. 4.

Figura 2. 4

Kerbrat, además, explica algunos de los componentes de su modelo:


Competencias lingüística y paralingüística: incluye la capacidad para "armar" enunciados según las
reglas gramaticales (emisor) y para interpretarlos (receptor), así como la capacidad de usar y de
interpretar la entonación (que es el elemento más cercano a lo lingüístico), y algunos elementos no
verbales como los gestos, la distancia, la mirada, los silencios, según la cultura en que la
comunicación se produzca.
Competencias ideológica y cultural: abarca lo que hemos denominado antes "conocimiento del
mundo" o “competencia enciclopédica”. Téngase en cuenta que la palabra "ideológica" no alude a
ideología política, sino al conjunto de creencias y representaciones acerca del mundo. En
general,suele comprobarse que la comunicación es más fluida cuando las instancias emisora y
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receptora comparten un mismo universo ideológico y cultural.
Determinaciones psicológicas: Se refiere a las imágenes de sí mismo y del otro que tienen los que se
comunican, así como de su vínculo (ver Factores lingüísticos y cognitivos).
Restricciones del universo del discurso: el emisor (o instancia emisora) no elige libremente "lo que
debe o quiere decir", sino que está restringido por la situación comunicativa y por las

características del tipo de discurso o texto que esa situación le impone. Los distintos elementos
que componen la situación comunicativa o contexto, por un lado, y el tipo de discurso, por el otro,
determinan, conjuntamente, "lo que puede y debe decirse". Entonces, las características de los
tipos de discurso o texto son conocimientos que la instancia emisora necesita para hacer eficaz y
adecuada su comunicación. Por ejemplo, necesita conocer cuál es la organización y el léxico
adecuados para una carta administrativa. Del mismo modo, la instancia receptora usa su
conocimiento acerca de las restricciones y características de los diferentes tipos de texto para
interpretar lo que lee y/o escucha.
Modelo de producción/interpretación: se trata de un conjunto de reglas (aún no explicitadas por los
lingüistas) que rigen los procesos de codificación y decodificación y que son comunes a todos los
usuarios de una lengua. Parecería ser que incluyen tanto la competencia lingüística como la
ideológica y cultural y datos acerca del contexto comunicativo (…)

Bibliografía

Jakobson, R: Ensayos de lingüística general. Barcelona, Ariel, 1984. Kerbrat-


Orecchioni, C.: La enunciación. Buenos Aires. Hachette, 1986. Bateson, C. y
otros: La nueva comunicación. Barcelona, Kairós, 1984.

Watzlawick, P., Beavin, J. y Jackson, o.: Teoría de la comunicación humana. Buenos Aires, Tiempo
Contemporáneo, 1973.

Ducrot, O.: Teoría de la argumentación. Madrid, Credos, 1994.

Hallyday, M. A. K.: El lenguaje como semiótica social. México, F. C. E., 1982. Rosa,
N.: Léxico de lingüística y semiología. Buenos Aires, Centro Editor, 1991.
TP Nº 1- Guía de lectura e interpretación

A partir de la lectura integral y detallada de la los textos


propuestos, respondan los siguientes interrogantes.

1) ¿De dónde parte el difundido modelo de comunicación verbal planteado por el


lingüista Roman Jackobson?

2) ¿Por qué los antropólogos y comunicólogos relacionados con la Escuela de


Palo Alto consideran inaceptables los modelos de comunicación de tipo
mecanicista como el de Jakobson? ¿En qué consiste la comunicación para
estos investigadores y de qué pregunta esencial desarrollan la investigación en
comunicación?

3) Los comunicólogos plantean que es imposible no comunicarse, y esto es así


porque la comunicación se establece a través de distintos comportamientos
codificados, no sólo por el lenguaje. ¿Qué elementos no verbales intervienen
en la comunicación? Expliquen ejemplificando a partir de una se las siguientes
situaciones: a) acto político masivo de un candidato a presidente b)
conferencia de prensa brindada por el técnico de un reconocido equipo de
futbol.

4) Tanto el lenguaje como los comportamientos analizados en la respuesta


anterior, dependen de la situación comunicativa ¿cuáles son los factores que
la conforman? Intenten ejemplificarlos explicando qué cuestiones tendrá que
tener en cuenta un profesor universitario en la situación comunicativa
“primeras clases de primer año” para establecer comunicación con sus
alumnos.

2- Las competencias comunicativas

En la lectura anterior exploramos el concepto de comunicación e identificamos los factores que


constituyen a las situaciones comunicativas concretas. Ahora bien, como estamos en Redacción, y
comenzamos a recorrer la serie de asignaturas relacionadas con el periodismo gráfico, el lenguaje
verbal escrito será una mediación fundamental en las situaciones comunicativas que imaginemos o
experimentemos, y nuestras competencias comunicativas tendrán que ver, como decíamos al principio,
con la posibilidad de construir textos. Veamos entonces, a partir de un fragmento de otro capítulo del
mismo libro de Marta Marín, en qué consiste.

LINGÜÍSTICA Y ESEÑANZA DE LA LENGUA

Marín, Marta. Aique, Buenos Aires, 2000


Cap 1: El enfoque comunicacional para la enseñanza de la lengua (fragmento)

(…) Cuando el sistema de signos que se usa para comunicarse es la lengua, la competencia
comunicativa incluye otras competencias, como lo muestra el siguiente esquema:

La competencia lingüística consiste en la capacidad de formular enunciados sintáctica y


léxicamente adecuados, de modo que puedan ser comprendidos. Por ejemplo: “Esta planta se
está marchitando” y no "marchitando planta se esta está".
La competencia discursiva consiste en la capacidad de elegir el tipo de texto adecuado a la
situación o circunstancia en que está el que se comunica. Por ejemplo: los alumnos quieren
organizar un festival y tienen que pedir permiso a la dirección de la escuela. Deciden que vaya
Fernando. Fernando se presenta a la directora y en lugar de solicitar autorización, comienza
informando: "Estamos organizando un festival en la escuela; mi papá y el de Simón van a armar
el escenario..."
La competencia textual consiste en la capacidad de construir un texto bien organizado
dentro del tipo elegido. Por ejemplo: narrar de modo inteligible y no desordenadamente, incluir
en una solicitud las causas por las cuales se requiere algo, etcétera.
La competencia pragmática consiste en la capacidad de lograr un determinado efecto
intencional mediante el texto que se ha construido; por ejemplo: convencer al interlocutor
mediante argumentos adecuados para ese efecto y mediante una cierta disposición de esos
argumentos en el texto.
La competencia enciclopédica consiste en el conocimiento del mundo y en el conjunto de
saberes más particularizados que permiten un intercambio comunicativo eficaz, por parte de los
interlocutores. Esta competencia excedería el ámbito de los aprendizajes en el área de la lengua
que pueda proponerse la escuela, pero forma parte de una concepción integral del lenguaje y de
la educación (…)
3- La comunicación, los periodistas y la construcción de la
actualidad

Si podemos definir a la comunicación como un proceso que involucra la producción de sentido,


entonces los comunicadores sociales son profesionales que intervienen en los procesos de
producción de sentido, y los periodistas como un tipo específico de comunicador intervienen en
un proceso muy concreto ¿cuál? Lorenzo Gomis, un importante teórico español del periodismo,
se refiere a él (en un texto que leeremos a continuación) como la construcción de un “presente
social de referencia”, “lo que está pasando” un poco en todos lados, y que conocemos más o
menos todos. Dice el autor que “El conjunto de los medios forma hoy un círculo de realidad
envolvente que se convierte en referencia diaria de nuestra vida, telón de fondo de la vida en
común”. Alejandro Rost, un investigador argentino, retoma el concepto de presente social, y lo
llama “actualidad”. También, en consonancia con Gomis y otros pensadores contemporáneos
del periodismo, considera la actividad periodística como una construcción: “La actualidad es el
resultado de una actividad profesional de interpretación de los medios pero también de una
negociación entre los intereses de distintos actores: los propios medios, las fuentes y
personajes, las audiencias y la sociedad como un todo normativo”.
Leamos entonces a los autores propuestos para comenzar esta reflexión sobre la profesión
periodística (una costumbre que no deberíamos abandonar nunca).

LORENZO GOMIS
TEORÍA DEL PERIODISMO.CÓMO SE FORMA EL PRESENTE (1991)
1. Los medios forman cada día el presente social de referencia (fragmento)

A lo largo del día, el ser humano recoge y concentra de vez en cuando sus energías en un
esfuerzo por entrar en contacto y quizá en comunión con la realidad. En ese esfuerzo trata de recibir y
de dar. El creyente religioso llama oración a esos momentos de intensidad comunicativa. Veréis a los
monjes acudir a toque de campana y levantarse para cantar maitines o recogerse para las vísperas o
recapitular en las completas. El gregoriano es el vehículo musical de esos antiguos y persistentes
mensajes. Pero no es preciso acudir a un monasterio para presenciar esos intentos tradicionales de
entrar en contacto con la realidad. En las mismas calles veréis de pronto a los creyentes musulmanes
volver su rostro hacia la Meca y recogerse en oración. Y son millones en todo el mundo.
En un mundo secularizado como el que vivimos, esos momentos de comunión o contacto
recogido con la realidad envolvente no tienen carácter religioso, sino social. No consisten en oración,
sino en información. No hay un proceso de llamada y escucha, sino de recepción pasiva. La reacción
consistirá después en el comentario. La lectura del diario con el desayuno o en la primera hora de la
oficina, la escucha del noticiario radiado al despertar o al salir de casa en coche, los noticiarios
televisados con que, como en el tradicional ángelus de mediodía, se interrumpe la jornada para
escuchar las noticias, o recapitularla antes de cenar con otro noticiario, son las formas actuales de
contacto o comunicación con el entorno. Y lo que los medios de comunicación hacen es ofrecernos el
presente social. Sin ellos, el presente social resultaría pobre y encogido, sería apenas el de la familia, la
vecindad más inmediata, el medio de trabajo. Gracias a los medios, vivimos en el mundo y sabemos lo
que está pasando un poco en todas partes.
Más aún, gracias a los medios percibimos la realidad no con la fugacidad de un instante aquí
mismo, sino como un período consistente y objetivado, como algo que es posible percibir y comentar,
como una referencia general. Son los medios los que mantienen la permanencia de una constelación de
hechos que no se desvanecen al difundirlos, sino que impresionan a la audiencia, dan qué pensar,
suscitan comentarios y siguen presentes en la conversación. El presente social de los medios dura por lo
menos un par de días y su permanencia en los comentarios -que mantienen vivo ese presente- se
prolonga por lo menos una semana. El comentario hace más intenso y duradero el efecto de la noticia.
En la gama de percepciones que se dan en la vida cotidiana hay que acotar la percepción
periodística del entorno, pues lo que los medios escogen y montan es lo que laboriosamente forma la
imagen periodística de la realidad que ellos ofrecen: su imagen del presente social. La percepción
periodística es una característica profesional de los hombres y mujeres que trabajan en los medios de
comunicación. Tendremos que examinar con cuidado qué es lo que buscan y escogen y con qué
criterios, pues esos son los que configuran lo que en una sociedad llamamos presente o también
actualidad. Pero, por lo pronto, la práctica del periodismo puede entenderse en términos de pesquisa y
de investigación, de «paulatina reducción de la incertidumbre», con publicación de hipótesis y
conjeturas sobre lo que es todavía incierto (Del REY, 1989, pág. 38).

LOS MEDIOS FORMAN EL PRESENTE SOCIAL DE REFERENCIA


EI RITUAL DE LAS NOTICIAS
Entre los ritos de la vida cotidiana en el mundo civilizado está el de abrir el periódico por la
mañana, conectar la radio cuando circulamos en coche y se acerca la hora en punto o poner la
televisión cuando todo el mundo ha llegado a casa para la comida y van a dar el telediario. Los horarios
no serán los mismos de un país a otro. Pero todos los que leen un diario, escuchan el noticiario radiado
o ven y oyen las noticias en la televisión están entrando en contacto con la realidad global que les
envuelve, se detienen a captar el presente social en que viven. Ese es el sentido del rito.
El conjunto de los medios forma hoy un círculo de realidad envolvente que se convierte en
referencia diaria de nuestra vida, telón de fondo de la vida en común. No tiene la lejanía misteriosa ni
acaso la íntima intensidad del círculo descrito antes: el de la comunicación religiosa. Pero no carece de
semejanzas.
Por si alguien juzga caprichosa y fuera de lugar la evocación del otro telón de fondo que ha
dominado la vida humana a lo largo de siglos y que en amplios segmentos de la civilización de nuestro
tiempo persiste vigente, habremos de recordar que ya entre el siglo pasado y el presente, en los
orígenes de la sociología, para DURKH EIM (1912) la raíz de la vida religiosa está en la sociedad, que
toda creación es producto de una síntesis y que si las síntesis de representaciones particulares que se
producen en el seno de cada conciencia individual ya son por sí mismas productoras de novedades,
mucho más eficaces serán aún esas vastas síntesis de conciencias que son las sociedades.
Es la sociedad humana la que se hace presente pues en el noticiario. Más allá, los creyentes
siguen remitiéndose de una manera discontinua y vacilante a un último círculo, pero en un mundo
secularizado, la imagen periodística de la realidad se ha convertido en la referencia general del presente
social que nos envuelve.
No hay que olvidar tampoco que tradicionalmente ha existido, y sigue existiendo aún, un primer
círculo de referencias: la imagen que podríamos llamar vecinal de la realidad. Durante siglos, en las
tribus, en las aldeas, en los barrios de las ciudades, la conversación de los vecinos ha tejido un mundo
diario de referencias cambiantes, de novedades comentables, en el que se formaban las noticias de la
sociedad inmediata y reducida en que cada cual vivía. Ese mundo de la conversación engendró ya hace
siglos los primeros y rudimentarios medios de comunicación modernos (VNRIN d'AINVELLE, 1965),
cuando los cortesanos que no tenían acceso directo al rey y los funcionarios y sus esposas querían
hablar de lo que el rey hacía, de las grandes cuestiones del reino y de lo más curioso que sucedía en el
mundo, Pero el círculo de la imagen vecinal de la realidad se ha enriquecido hoy con los productos del
segundo círculo: el de los medios. Los vecinos siguen comentando la enfermedad del hijo de Fulana y la
caprichosa e inesperada huida de Zutana con un vendedor ambulante, pero además comentan algunas
de las novedades de la imagen periodística que ofrecen los medios. Y ésas que se incorporan a la
conversación son en el fondo las verdaderas noticias, las que influyen en las actitudes y conductas de la
gente. Lo que no se comenta no produce efectos de noticia.
La imagen vecinal de la realidad ha sido siempre una imagen construida socialmente. Los dimes y
diretes, la comidilla aldeana, la charla cerca del fuego no han sido una percepción directa de la realidad
del entorno, sino una referencia tejida de aportaciones, generalmente interesadas, de los demás
vecinos. En esto se parecia y se parece a la imagen que ofrecen los medios, pero la diferencia está en
que la formación o construcción de la realidad que sirven los medios es una actividad profesional de
mediación, el fruto de una organización que se dedica precisamente a interpretar la realidad social y
mediar entre los que hacen de productores del espectáculo mundano y la gran multitud que cumple
funciones de público. Eso sin olvidar que también los actores forman parte del público y contemplan el
espectáculo. «Me he enterado por la prensa», declara el señor ministro cuando le acercan los
micrófonos de la curiosidad profesional. Los medios actúan de mediadores entre la realidad global y el
público o audiencia que se sirve de cada uno de ellos. Pero esa mediación es algo más que simple
comunicación. Los medios no sólo transmiten, sino que preparan, elaboran y presentan una realidad
que no tienen más remedio que modificar cuando no formar. El medio no es un espejo (EPSTEIN, 1974),
porque el espejo no toma decisiones, sino que refleja simplemente lo que tiene ante sí, mientras los
que animan los medios adoptan decisiones, siguiendo una política, luchan contra la falta de tiempo, la
distracción de los colaboradores, la limitación de recursos. No será noticia probablemente lo que no
tenga imagen con que aparecer en el telediario y eso dependerá de si ocurre en una ciudad con un
equipo de cámaras en el lugar adecuado y el momento oportuno.

LOS MEDIOS FORMAN EL PRESENTE SOCIAL DE REFERENCIA


La metáfora del espejo evoca igualmente una inmediatez: es lo que en aquel momento está delante lo
que refleja. Mientras que el presente social que ofrecen los medios raramente ocurre en ese momento.
Sucedió horas antes, un día, dos, acaso más, E incluso las imágenes que se mueven ante nuestra vista
sólo en menos de la mitad de los casos (datos de las tres grandes cadenas de televisión americanas en
los primeros setenta) corresponden al mismo día y a veces sólo llegan a un tercio de las imágenes las
que pertenecen al día. Eso cuando no ha habido que añadir un sonido imaginario a una película que
carcce de él o agrupar imágenes significativas para producir la impresión que se supone que se trata de
producir (EpsTEIN, 1974). Tampoco da cuenta de la realidad la metáfora de la ventana (Gaye
TUCHMAN, 1983), Una ventana da a una realidad exterior a los espectadores e independiente de ellos.
Pasa lo que pasa, no lo que nosotros decidimos que está pasando. Mientras que los medios deciden qué
está pasando, qué imagen de la realidad exterior van a producir y ofrecer a sus espectadores. Lo que los
medios presentan no es ni un espejo ni una ventana. Y no puede ser de otra manera. Ni el espejo ni la
ventana tienen en cuenta como metáforas la mediación del lenguaje, que es esencial en los medios de
comunicación, especialmente cuando de transmitir información se trata. El lenguaje es capaz de «hacer
presente» una diversidad de objetos que se hallan ausentes del «aquí y ahora» (BHRoER y LUCKMANN,
1984, pág. 58). Gracias al lenguaje, una acumulación enorme de experiencias y significados puede llegar
a objetivarse en el «aquí y ahora». Todo un mundo puede actualizarse en cualquier momento gracias al
lenguaje. El lenguaje me «hace presentes» no sólo a los semejantes que están físicamente ausentes en
ese momento, sino también a los del pasado recordado o reconstruido, como también a otros
proyectos hacia el futuro como figuras reales o imaginarias (…)

TP Nº 2- Guía de lectura e interpretación


A partir de la lectura integral y detallada de la los textos propuestos, respondan los
siguientes interrogantes:
1) ¿En qué consiste la actualidad periodística o presente social de referencia?
2) Rost dice que “los hechos no se revelan por sí solos, son apreciados por el medio, es
decir, son siempre producto de una interpretación selectiva de la realidad”. En ese
proceso, ¿solo intervienen los medios en su rol profesional de interpretación?
3) ¿A qué podemos llamar realidad y qué relación guardan los medios con ella según los
autores?
4) ¿Cómo entiende Gomis a la práctica del periodismo? ¿Qué quiere decir que los medios
actúan como mediadores entre la audiencia y la realidad global? ¿Por qué no son
adecuadas las metáforas del espejo y la ventana?
5) ¿Termina la elaboración de la actualidad con la elaboración que hacen los medios?
Desarrollen lo que plantea Rost al respecto y reflexionen, ¿sólo los medios construyen
hoy en día el presente social de referencia?
6) ¿De qué maneras se apropia la audiencia de la interpretación periodística de la realidad?
7) Resuman cuáles son los intereses de cada uno de los actores involucrados en el proceso
de construcción de la realidad, y qué influencia tiena cada uno en dicho proceso.

Bibliografía General:

Gomis, Lorenzo (1991) Teoría del periodismo. Cómo se forma el presente. Paidós, Barcelona

Marín, Marta (2000) Lingüística y enseñanza de la lengua. Aique, Buenos Aires.

Rost, Alejandro (2009). “Desde los hechos hasta la noticia. Los actores que intervienen en la
construcción de actualidad”. Revista de la Facultad, 15, 237–265

Winkin, Ives (1984) “El telegrafo y la orquesta", en Bateson, Gregory y otros La nueva
comunicación. Kairos, Barcelona

Wolton, Dominique (2007)  Pensar la comunicación. Prometeo Libros, Buenos Aires.


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