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EJE 2: EVALUACIÓN
Análisis del proceso de evaluación como una práctica compleja que se presenta al docente como una
problemática de índole técnica, normativa y ética al mismo tiempo.
CONTENIDOS:
Evaluación. Concepción, enfoques, tipos y ámbitos.
Dimensión tecnológica vs. Dimensión Crítica. Naturaleza, funciones, ventajas y desventajas
de ambas dimensiones.
La evaluación en el aula. Concepción de la evaluación desde el profesor y desde el alumno.
Estrategias. Criterios de evaluación. Instrumentos. Informes evaluativos. Normativa.
Orientaciones del diseño Curricular.
Dimensión ética de la evaluación.
BIBLIOGRAFÍA
Bertoni,A.,Poggi, M. y Teobaldo M. (1999) Evaluación, nuevos significados para una práctica
compleja. Ed. Kapelusz. Bs. As. Pag 16-20; 24-29
Camilloni, A.Ceiman, S., Litwin,E. y Palou de Mate, M.C. (1998) La evaluación de los aprendizajes
en el debate didáctico contemporáneo. Ed. Paidós Educador. Bs. As. Pags. 35-66
Delauro, Mariela. (2006) Técnicas Informales de Evaluación – CATs (Classroom
Assessment Techniques) Angelo & Cross. Ficha de cátedra
Díaz Barriga Arceo, F y Hernández Roja., (2002)G. ESTRATEGIAS DOCENTES PARA UN
APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO. Una interpretación constructivista. McGraw-Hill. México, D.F. MX.
2002
Gvirtz, S. y Palamidessi, M. (2000) El ABC de la tarea docente: curriculum y enseñanza, Buenos
Aires, Aique. Cap.8
Harf, R. y Azzerboni, D. (2006) Conduciendo la escuela. Manual de gestión directiva y evaluación
institucional. Ed. Novedades educativas. Bs. As. Cap.6
Programación y enseñanza. Introducción al Diseño Curricular. (2007) DGCyE. Pag
Santos Guerra, M. A. “Evaluar es comprender. De la concepción técnica a la dimensión crítica”.
Revista Investigación en la Escuela, Nº 30, 1996.
Diseños Curriculares de la Provincia de Buenos Aires
EVALUACIÓN
Calidad de la evaluación
Sistemática y no ocasional
Rigurosa y no arbitraria
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Canalizada y no dispersa
Conocida y no subrepticia…
Implica:
FUNCIONES
b).- Realizar un análisis de las causas que provocaron las deficiencias en el logro de los fines
propuestos.
c).- Tomar las decisiones pertinentes con respecto a los procedimientos utilizados para la
enseñanza.
SELECCIÓN DE TEXTOS
BERTONI, Alicia, Margarita Poggi y Marta Teobaldo: “ EVALUACIÓN NUEVOS SIGNIFICADOS PARA
UNA PRÁCTICA COMPLEJA”. Ed. Kapelusz. 1999. Págs. 16-20; 24-29
etc. En el mismo sentido, más que evaluar el cumplimiento de los objetivos, interesa comprender las
razones por las cuales éstos son o no alcanzados y entender qué representa esta situación en
términos didácticos.
Como acción comunicativa, la evaluación nos permite una aproximación a ella desde el punto de vista
semántico. Tanto en el diccionario, como en las acepciones más habituales del término, o aquellas
asociadas con él, aparecen involucrados diferentes significados. Recuperemos algunos de ellos:
No obstante, los diferentes términos -en ocasiones complementarios, en otras opuestos- implican
distintas perspectivas desde el punto de vista de la evaluación educativa. Analicemos algunos de
ellos, tratando de poner algún orden en la lectura.
Podríamos afirmar que de los términos enunciados pueden desprenderse, por lo menos, dos
perspectivas sobre la evaluación.
En primer lugar, evaluar parece involucrar el hecho de medir con precisión; en este sentido, expresar
una cantidad precisa, cifrada. En otras palabras, alude a expresar una medida cuantificada.
En segundo lugar, evaluar implica operaciones como estimar, apreciar, aprehender, en otros términos,
pronunciar un juicio cualitativo y, eventualmente, aproximativo sobre una realidad.
"Evaluar es en consecuencia un término bien singular que puede expresar una cosa y su contrario: lo
preciso y lo aproximado, lo cuantitativo y lo cualitativo". Es imposible, por lo tanto, no destacar el grado
de ambigüedad presente en la evaluación y lo que ello implica a la hora de generar y producir prácticas
evaluativas en las instituciones escolares.
Por otra parte, más allá de estas dos grandes posiciones señaladas, aparecería, en algunos de los
términos que se asocian a la evaluación, la idea de ayuda, sostén o apoyo, con lo que ello implica
desde el punto de vista educativo.
- La evaluación y el control:
En función de esta ambigüedad del término, que refleja lo que sucede en las prácticas evaluativas,
Jacques Ardoino y Guy Berger presentan la evaluación como un "Jano moderno" con un doble perfil:
un lado muestra un perfil filosófico, en la medida en que toda evaluación plantea el problema del valor,
del sentido y de la significación de aquello que se evalúa (lo que requiere un tratamiento cualitativo); el
otro lado muestra un perfil técnico, ya que la evaluación constituye un dispositivo compuesto por
métodos, técnicas e instrumentos empleados "para dar cuenta y rendir cuenta" (de manera
cuantitativa) de los resultados obtenidos. Ese perfil se asocia con la noción de control.
Para los autores mencionados, sin embargo, ambas nociones pertenecen a dos órdenes diferentes y a
dos paradigmas epistemológicos distintos. Veamos la significación de cada uno de los términos.
La palabra "control" tiene su origen en la lengua francesa, en la contracción de la expresión "contre-
rôle”, empleada para designar el "doble registro" necesario para autenticar las escrituras. Adoptada
por numerosas lenguas, la expresión ha conservado a lo largo del tiempo el sentido administrativo de
su origen.
En nuestra vida cotidiana la palabra expresa múltiples y diversas situaciones: control administrativo,
control financiero, control fiscal, control policial, control aduanero, control industrial, control de calidad,
etcétera.
La mayor parte de los instrumentos de medición que empleamos son instrumentos de control. También
implican operaciones de control los mecanismos cibernéticos que regulan la transmisión y recepción
de información en sistemas simples o complejos.
En el campo educativo, los exámenes, el registro de asistencias, las amonestaciones, etc., son
procedimientos explícitos de control.
Esta diversidad de usos y acepciones ha conducido a considerar el control "corno un sistema, un
dispositivo y una metodología, constituidas por un conjunto de procedimientos que tiene por objeto (y
objetivo) establecer la conformidad (o la no conformidad), y aun la identidad, entre una norma, un
patrón, un modelo y los fenómenos u objetos con los que se los compara, y en ausencia de esta
conformidad o identidad, establecer la medida de su diferencia".
Es importante retener, para la comprensión de este término y su ulterior comparación con el de
evaluación, que el control se efectúa a partir de un elemento externo y anterior (desde el punto de vista
lógico, no necesariamente cronológico) al acto mismo del control. Los exámenes y las
amonestaciones, por ejemplo, existen, en tanto instrumentos, con anterioridad a la instancia de su
aplicación y con independencia de ella.
De manera totalmente opuesta, la evaluación -de acuerdo con su propia etimologia- implica la
problematización sobre los valores y sobre el sentido de lo que ocurre en la situación observada.
Evaluar es aprehender las significaciones propias, particulares de los actos humanos. Importa más, en
esta acepción, la aprehensión de los significados que la coherencia o conformidad con un modelo
dado.
La cuestión del sentido introduce otra diferencia sustancial: mientras el control siempre opera a partir
de un solo y único referente, que es el patrón de medida como norma homogeneizadora de lo que se
mide, la evaluación es multireferencial en tanto debe aprehender significaciones heterogéneas. Está
siempre abierta al sentido y, por lo mismo, es inacabada.
A diferencia de los acontecimientos que se miden a través de instrumentos de control, la evaluación se
aplica a procesos humanos en los cuales la dimensión temporal es histórica e irreversible porque
consiste en el tiempo vivido. Por lo tanto, no puede estar referida a estructuras objetivas en el mismo
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sentido que el control, que mide los acontecimientos conforme al tiempo cronológico: un año, un mes,
una semana, etcétera.
La comprensión de las características específicas de los procesos de control y evaluación permite
advertir que la oposición entre ambos es, en realidad, una cuestión que excede el problema de los
métodos y de las técnicas de cada uno. Se trata, más bien, de un problema epistemológico que se
traduce en la confrontación entre dos paradigmas distintos.
Sin embargo, más allá de la oposición entre ambos procesos, se ha observado que ellos comparten
ciertas funciones comunes, indispensables para la regulación crítica de la acción. Regulación, en el
sentido que permiten ajustar las acciones con relación a un objetivo establecido, y crítica, porque
dicho ajuste se realiza a partir de una lectura orientada. Esta propiedad compartida por ambos
procesos conduce a considerar que la regulación crítica de la acción puede ser concebida a lo
largo de un "continum" constituido por dos polos: el control por un lado, y la evaluación
interpretativa, por el otro.
Dentro de ese continuum se ubica, hacia el polo del control, la evaluación es que, como se vio
anteriormente, se inclina hacia lo cuantitativo. En cierta forma, también la evaluación apreciativa con
un referente predeterminado tiene ciertas propiedades que la relacionan con el control en el sentido
de que, si el referente está totalmente explicitado, el proceso evaluativo consiste en verificar, en la
realidad, en qué medida aquél ha sido alcanzado. En cambio, la evaluación apreciativa sin referente
predeterminado se ubica en el polo de la evaluación, toda vez que carece de un modelo referencial y
apela a la interpretación de la realidad observada. Se ubican en esta línea, fundamentalmente, las
orientaciones basadas en el paradigma interpretativo, que, como veremos más adelante, plantean la
construcción del referente en el proceso mismo de evaluación.
La introducción del concepto de regulación crítica permite separar la evaluación estimativa de
la medición en sentido estricto. Entre ambas existe una frontera, ya que el objetivo de toda medición
es hacer una descripción cuantitativa de la realidad, efectuar una lectura de ella lo más "objetiva"
posible. La evaluación estimativa, en cambio, no tiene corno único objetivo medir, sino emitir un juicio a
partir de los datos que la medición provee. Este tipo de evaluación pone de manifiesto que la realidad
que se evalúa no puede -en sentido estricto- ser medida, pero, además, que la intención dominante no
es sólo conocer sino regular. Recordemos el ejemplo que dimos a propósito de este tipo de evaluación
cuando se empleaba en situaciones experimentales a partir de la incorporación de un nuevo programa
o método, destinado a mejorar los aprendizajes. En ese caso, la información suministrada por la
evaluación para estimar la medida en que la innovación curricular o metodológica mejoraba los
resultados estaba al servicio de la regulación del proceso de enseñanza, permitiendo así introducir
modificaciones en este último.
A pesar de que tanto el control como la evaluación cumplen una función de regulación crítica para la
acción, ambos procesos pueden ser necesarios porque dicha función tiene un carácter distinto en cada
caso.
Habitualmente, sin embargo, suelen utilizarse los conceptos de medición y evaluación de manera
confusa y poco discriminada. El término "evaluación", por ejemplo, es empleado de manera genérica y
subsume prácticas muy heterogéneas, que incluyen las de medición en el sentido estricto de control.
Parece adecuado suponer, como lo hacen Ardoino y Berger, que las connotaciones negativas que
afectan al proceso de control inhiben la explicitación de su uso en las situaciones en que se lo emplea,
con lo cual se induce a errores o confusiones conceptuales, por una parte, y se anula o limita la
posibilidad de su uso, por otra.
En resumen, el control y la evaluación son funciones interdependientes, idealmente complementarias
pero, sin embargo, teóricamente distintas por los paradigmas en que se fundan. En efecto, mientras en
los casos en que se opera a partir del control se procede a establecer el grado de conformidad de un
objeto o de una situación con relación a una norma o a un sentido dado, en la evaluación, el sentido se
construye en el proceso de interacción y de intercambio de significaciones.
Ambos procesos son necesarios para la inteligibilidad y la regulación de las acciones, aunque no
podrían ser ubicados en el mismo registro, porque el tipo de información que proveen es diferente.
La consideración de algunas de las características propias de las metodologías del control y de la
evaluación muestran sus diferencias y su posible complementariedad.
En el primer caso, el análisis de situaciones y de comportamientos, individuales o colectivos, supone
interesarse por indicadores, construidos en función de criterios que, a la vez, remiten a los paradigmas
fundantes. A este conjunto se agregan los instrumentos para medir o apreciar los efectos o resultados.
Desde otra perspectiva, que se relaciona con los análisis de tipo cualitativo, interesa describir e
interpretar el sentido de las situaciones observadas.
La complementariedad de los enfoques permitiría indagar sobre las causas de los resultados
cuantitativos obtenidos, es decir, sobre el fundamento de ellos, incorporando el uso de instrumentos
que permitan recoger información adicional de carácter cualitativo. Tal complementariedad permitiría
trabajar en el nivel de lo implícito, de los presupuestos, de los esquemas de valoración, etc., que
operan en la dinámica de la interacción de los actores, en las distintas fases del proceso evaluativo.
Esta posible combinatoria de metodologías abre nuevas perspectivas para la evaluación. De hecho, es
el camino que hemos comenzado a construir en la investigación que realizamos en un grupo de
escuelas primarias de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. A ella nos referiremos,
específicamente, en el próximo capítulo.
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Este tipo de técnicas suelen utilizarse en forma periódica o al finalizar un ciclo completo de
enseñanza y aprendizaje. Dentro de ellas encontramos varias modalidades:
No quisiéramos terminar esta sección sin haber incluido un cuadro integrador basado en
Herman, Aschbacher y Winters (1992), en el que se señalan las tendencias y nuevas propuestas que
han aparecido en los últimos años sobre la evaluación de los aprendizajes escolares.
- Del exclusivo énfasis sobre los productos de aprendizaje al interés conjunto de productos y
procesos de aprendizaje realizados por el estudiante
- De la respuesta pasiva-reproductiva a la construcción activa de los contenidos curriculares
- De la evaluación de conocimientos y habilidades discretos y aislados a la evaluación integrada y
contextualizada (vgr. Evaluación de portafolios o evaluación de la ejecución o de solución de
problemas)
- Atención a los aspectos metacognitivos (automonitoreo y aprendizaje de estrategias para aprender
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Profesores de tiempo completo de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México
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Usualmente un docente emplea diferentes técnicas para asegurarse que los alumnos están
aprendiendo. Estas técnicas constituyen las estrategias formales de evaluación.
Para evaluar de manera informal, los docentes también apelan a múltiples técnicas como efectuar
preguntas, escuchar las opiniones o comentarios de los alumnos, atender a las expresiones gestuales,
etc. Estas estrategias, aunque informales, nos permiten evaluar y revisar la propia práctica, a saber:
disminuir el ritmo del dictado de las clases, revisar
algún material, consigna o trabajo específico en base a las preguntas o malentendidos que pudieran
surgir, etc. Los CATs (la traducción sería técnicas informales de evaluación) son estrategias simples
que nos permiten recolectar información sobre el aprendizaje de los alumnos para tender a su
mejoramiento. Representan retroalimentaciones –feedbacks- inmediatas que permiten averiguar
cuánto y hasta cómo están aprendiendo los alumnos aquello que estamos tratando de enseñarles. Son
técnicas muy específicas que permiten al docente focalizarse en respuestas esenciales que dan
cuenta del nivel de aprendizaje de los alumnos. Representan un complemento de las evaluaciones
formales, pero no las reemplazan. Como se expresó antes, nos aportan datos sobre el proceso de
aprendizaje a medida que el mismo va ocurriendo.
Comenzar por aplicarlo en una clase, preferentemente en aquella que uno se siente confortable, tanto
con el grupo humano como con los contenidos a dictar. No es conveniente comenzar con aspectos
que han provocado gran dificultad hasta que el docente no tenga la experiencia suficiente.
Elegir la clase en la cual se lo va a aplicar, previendo los minutos necesarios para su implementación.
Debajo se listan cinco técnicas diferentes cuyas características fundamentales son la flexibilidad para
adaptarse a diferentes situaciones y la simpleza y rapidez con que pueden ser aplicadas. A través de
ellas se puede recoger información que es muy simple de analizar. Por estas razones, constituyen muy
buenas técnicas para
introducirse en el tema. Ellas son:
La redacción de un minuto
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Profesora y Licenciada en Ciencias de la Educación. Magister en Ciencia, Tecnología y Sociedad. Especialista
en el uso de nuevas tecnologías en el ámbito educativo. Universidad Nacional de Tres de Febrero
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Se les solicita a los alumnos que respondan a dos preguntas: (1) ¿Cuál fue el aspecto más importante
que aprendimos hoy? (2) ¿Qué aspectos son los que más te preocupan del tema que acabamos de
trabajar?
Parafraseo dirigido
Aquí se les pide a los chicos que parafraseen un contenido, en dos o tres oraciones, para una
audiencia específica (algo similar a las técnicas de persuasión). Por ejemplo, una posible consigna
para esta clase podría ser que parafraseen los CATs de una forma que capte la atención de los
compañeros para que éstos los valoren como técnicas provechosas.
Aplicaciones concretas
Apunta a desarrollar habilidades para transferir los conocimientos a situaciones de la vida cotidiana o a
otras áreas. Por ejemplo, en una clase donde se trabaja el tema de la producción de un determinado
país, pedirles ejemplos de productos con y sin valor agregado.
Avisarle a los alumnos, al principio de la clase, sobre lo que se va a realizar. Por sobre todas las
cosas, que les quede bien claro que el objetivo fundamental es recabar información o datos sobre el
proceso de enseñanza y de aprendizaje con miras a mejorarlo y no para “ponerles una nota”. Por esta
razón, conviene que respondan de manera anónima.
Cuando llegue el momento de aplicar la técnica, asegurarse que todos los chicos comprendieron las
instrucciones sobre lo que tienen que hacer. Las primeras veces conviene escribir los pasos en el
pizarrón o en la hoja que se les entrega para realizar la técnica. Informarles cuánto tiempo tienen para
completar la tarea. Las primeras veces puede ser conveniente darles un tiempito extra.
Una vez que todos entregan (y por supuesto la clase esté finalizada), dar una “hojeada” a todas las
respuestas como para tener una visión general sobre las mismas. Luego analizar cada una en
particular, para poder determinar el porcentaje de respuestas correctas e incorrectas, el/los contenido/s
que necesitan revisarse o reforzarse, etc. Este es el momento en que cada una de las respuestas se
convierte en el feedback de la clase, en datos para el análisis.
En el año 2000, dos comités del Consejo Nacional de Investigación que hacen parte de la Academia
Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, publicaron "How People Learn; Brain, Mind, Experience
and School" (Cómo Aprende la Gente; Cerebro, Mente, Experiencia y Escuela) [1], un informe muy
importante sobre el surgimiento del aprendizaje como un campo científico cada vez más sólido. El
libro enfatiza algunos hallazgos caracterizados por la rigurosa investigación que los soporta y por el
gran impacto que tienen sobre como enseñamos.
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Uno de esos hallazgos claves, que debe convertirse en un principio de nuestro trabajo educativo,
dice así: "Un enfoque 'metacognitivo' en la instrucción puede ayudar a los estudiantes a tomar el
control de su propio aprendizaje definiendo los objetivos de éste y haciendo seguimiento a su
progreso en la búsqueda de su logro".
La siguiente nota sobre el proceso de auto evaluación por parte del estudiante, traducida de
Eduplace.com [2], puede ser de ayuda a los educadores en la aplicación práctica de este principio
del enfoque 'metacognitivo'.
Cuando los estudiantes se convierten en miembros activos del proceso de aprendizaje adquieren
una mejor perspectiva de ellos mismos como lectores, escritores y pensadores. A medida que los
estudiantes reflexionan sobre lo que han aprendido y de qué manera lo han aprendido, ellos
desarrollan herramientas que les permiten convertirse en aprendices más efectivos.
Los estudiantes necesitan examinar su trabajo y pensar sobre lo que hacen bien y cuales son las
áreas en las cuáles aún necesitan ayuda.
Para poder guiar a los estudiantes en la comprensión del proceso de Auto Evaluación, es
conveniente que ellos llenen un formulario de auto reflexión o auto evaluación que usted haya
diseñado.
Una vez que los estudiantes hayan reflexionado sobre su aprendizaje estarán listos para fijarse
nuevas metas. Mientras trabajan para lograrlas se les debe estimular para que a intervalos
regulares, reflexionen sobre la "jornada" de aprendizaje que están llevando a cabo. Durante esos
períodos de auto reflexión puede usted solicitarles que pongan por escrito sus observaciones para
ayudarlos a reafirmar sus metas y motivarlos a alcanzarlas. Con la practica los estudiantes que se
auto evalúan se convierten en aprendices más concientes, capaces de aplicar el conocimiento de
sus necesidades y sus estilos de aprendizaje, a nuevas áreas de estudio.
A medida que los estudiantes se convierten en participantes más activos del proceso de valoración,
comienzan a evaluar sus fortalezas y actitudes, analizando su progreso en un área particular y
estableciendo metas para el aprendizaje futuro.
Es posible que usted quiera utilizar esta pequeña lección para familiarizar a los estudiantes con el
establecimiento de metas.
Modelo / Enseñanza
Pregunte a sus estudiantes si han salido de viaje alguna vez. Discuta con ellos los pasos que se
siguen en la planeación de un viaje, haciendo énfasis en que la decisión más importante es la
inicial: A donde ir. Dígale a los estudiantes que ellos están en una jornada de aprendizaje y que
cada uno de ellos debe decidir a donde quiere ir.
Practique / Aplique
Pida a los estudiantes que lleven a cabo una lluvia de ideas y basándose en ella construyan una
lista de lo que quieren aprender en el año. Pídales que sean específicos en el momento de
establecer sus metas. Al decir, por ejemplo, que se desea "aprender el significado de palabras
desconocidas" en lugar de "convertirse en un mejor lector". Guíelos en la selección de dos o tres de
estas metas para trabajarlas durante los próximos tres meses.
Estos tipos de auto evaluación comparten un tema común: solicitar a los estudiantes que revisen
su trabajo para que se den cuenta de lo que han aprendido y cuales son las áreas en las que aún
les falta claridad. Aunque cada método difiere un poco, todos deben incluir el tiempo suficiente
para hacer una consideración a profundidad y evaluar el progreso.
Cuando los estudiantes entienden los criterios de lo que es un buen trabajo, antes de comenzar
una actividad de lectura o escritura, tienen una mayor posibilidad de alcanzar esos criterios. La
clave para esta comprensión es que los criterios sean claros. A medida que los estudiantes evalúan
su propio trabajo usted puede pedirles que establezcan sus propios criterios de lo que es para ellos
un buen trabajo. Ayúdeles a clarificar sus criterios a medida que evalúan su propio trabajo.
Las observaciones y reflexiones de los estudiantes pueden suministrar también retro alimentación
valiosa para que usted refine o reevalúe su plan de enseñanza. A medida que los estudiantes
contesten preguntas sobre su aprendizaje y las estrategias que están utilizando, reflexione sobre
sus respuestas para encontrar lo que realmente están aprendiendo y evidencien si están
aprendiendo lo que usted pretende enseñarles, entonces usted podrá refinar o reevaluar su plan.
Para que la reflexión tenga significado se necesita práctica. Esta es una verdad que aplica tanto a
los maestros como a los estudiantes. Usted puede apoyar mejor a sus estudiantes en los esfuerzos
de auto evaluación que realizan, si regularmente les da un tiempo sin interrupciones, para que
piensen sobre su progreso. Es posible que al principio usted tenga que guiarlos en la reflexión con
preguntas como estas:
A medida que los estudiantes participan en el proceso de auto evaluación, van a tener muchas
oportunidades para recoger algunos de sus trabajos escritos y manifestar sus reacciones sobre
algunos tópicos que hayan leído. Reuniones individuales con los estudiantes pueden ayudarles a
guiar estos períodos de auto reflexión y reforzar la idea de que conservar y evaluar el trabajo son
pasos importantes en la auto evaluación.
REFERENCIAS:
[1] National Academy Press. "How People Learn; Brain, Mind, Experience and School" (Cómo
Aprende la gente; Cerebro, Mente, Experiencia y Escuela).
(http://www.nap.edu/openbook/0309070368/html/R1.html).
Para comenzar a elaborarlo, se puede trabajar con dos tipos de materiales: por un lado la
normativa oficial del nivel correspondiente, ESB, EPB, etc., (resoluciones, documentos, etc.) que
fija las características formales de la evaluación, en cuanto a plazos y pautas de calificación,
acreditación y promoción:
-períodos de evaluación
-formas de calificar
-requisitos para la acreditación
-plazos para las acciones
-responsabilidades de los docentes y del director
-información a alumnos y padres
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-Otros.
(En un Plan de Evaluación Institucional tienen que estar especificados todos estos aspectos,
organizados con un cronograma.).
El otro tipo de materiales que es necesario tener en cuanta al momento de elaborar el Plan de
Evaluación Institucional, son los materiales curriculares, que son todos los materiales, instrumentos y
medios que proporcionan a los docentes “pautas y criterios para la toma de decisiones, tanto en la
planificación como en la intervención directa en los procesos de enseñanza y su evaluación” 3. Esto
incluiría los textos teóricos o prácticos4 de la didáctica general o las didácticas específicas que
propongan encuadres para la actividad pedagógica de evaluar, que la problematicen, que propongan
distintas miradas o experiencias de innovaciones. Estos materiales tienen la función de ayudarnos a
preguntarnos y a tomar decisiones sobre:
El modelo a implementar es variable, pero está sujeto a ciertas condiciones, tiene que ser
resultado del debate y el acuerdo de la mayoría, tiene que ser un plan de trabajo fundamentado y
reflexivo, tiene que ser un instrumento de comunicación, del cual todos los actores institucionales
estén al informados, y tiene que ser sujeto a revisión anualmente.
Régimen de asistencia.
1- Reflexione sobre su práctica docente y selecciones una problemática que le preocupe sobre la
evaluación de los aprendizajes de sus alumnos.
2- Analice en el Diseño Curricular del nivel donde usted se desempeña o aspira a desempeñarse,
las orientaciones sobre evaluación.
4- Elabore una hipótesis sobre las causas del problema y diseñe (brevemente) una propuesta de
superación.
Para la entrega se podrá trabajar en grupos o individualmente, pero el trabajo tendrá que estar
contextualizado en situaciones reales de trabajo, por lo que sería conveniente que se formaran
agrupamientos por materias afines, o por niveles, o por modalidades.
Extensión máxima del trabajo: 5 páginas A4, Arial 11, interlineado 1,5.
Hemos realizado juntos hasta aquí un recorrido que se propuso ayudarlo a pensar en estrategias de
acción para enriquecer su trabajo profesional como docente.
Para cerrar el proceso realizado en 2° Año, le solicitamos que complete esta autoevaluación.
3. De las actividades y lecturas realizadas cuáles considera que le permitieron reformular algunas de
sus prácticas.
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