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1. ENTRE ADOLESCENTES, JÓVENES Y ADULTOS.

Rascovan

Las formas de vivir la existencia humana estan asociadas a coordenadas socio históricas y
culturales propias de cada epoca. El periodo conocido como "modernidad" ha configurado
esquemas de pensamiento de tal magnitud que su potencia y eficacia generaron una cosmovision
del mundo y del ser humano cuyos efectos siguen, con relativa vigencia, hasta nuestros dias.
La busqueda de un nuevo paradigma nos permitira animarnos a reconocer lo fluido, cambiante,
dinamico, multidimensional y complejo en la constitucion de la subjetividad, dejando de concebirla
como una estructura esencial, unica, estatica y absoluta.
Identidad y diferencia se articulan de este modo en la construccion de la subjetividad, ya que
siempre se es en relacion con el otro (semejante, imagen especular) y el Otro (la Ley, el
inconsciente, el tesoro de significantes). La subjetividad sera, pues, una configuracion que se
organiza desde la alteridad/otre-dad, sin sustancializarse.
La psicologia, la sociologia y el conjunto de las ciencias sociales son herederas de esos
discursos. Nacieron bajo el influjo moderno-positivista y sus marcas fundacionales perduran, a
traves de variadas y refinadas formas, hasta el presente. La logica se sostuvo a traves de los
procesos de normalizacion y clasificacion que permitieron construir mapas sobre territorios,
edificando identidades, en una maniobra que permitio mantener estable, estatico lo que en rigor
es cambiante, incesante. Se hace irresistible seguir reproduciendo estos esquemas de
pensamiento. EL mapa no es el territorio.
Estamos viviendo la "disolucion" de un mundo: el de la fisica clasica y el del sujeto moderno. Ya a
comienzos del siglo XX se hicieron evidentes las fisuras del pensamiento atomista y esencialista.
El quiebre de la certidumbre en Las ciencias duras fue recibido con alborozo en el mundo de las
humanidades, pero la satisfaccion dio paso al temor y la inquietud cuando Le Llego el turno de
ajustar las cuentas con el Sujeto (Najmanovich, 2006: 4).

EL ADIÓS A LAS ESENCIAS


Los modelos conceptuales de la modernidad fueron eficaces en contextos relativamente estables
y lograron estandarizar los comportamientos sociales a traves de diferentes instituciones: familia,
escuela, fabrica, ejercito, que generaron formas colectivas de domesticacion.
La escuela fue la principaL institucion responsable de producir subjetividad moderna. Al distribuir
a Los sujetos por edades, agruparlos y promoverlos de año en año de manera establecida y
estandarizada, inventa, produce infancia, adolescencia, juventud. Esta separacion deL mundo de
los adultos ha colaborado en el desarrollo de atributos y peculiaridades para una misma edad, en
la produccion de formas propias de vivir.
Escuelas primarias, secundarias y Luego estudios superiores fueron -y todavia son- los
responsables de producir sujetos a partir de esas necesidades.
Alrededor de la adolescencia, de La juventud, se va construyendo una "imagen" que se traduce
en las formas cotidianas del discurso. Toda cultura halla su sustento en determinadas condiciones
materiales de la sociedad y en cierto imaginario social, entendido como el conjunto de imagenes
-cuyo origen es generalmente inconsciente-, que tinen La relacion de los sujetos con el mundo de
los otros y de los objetos.
Marcela Fridman nombra como "alumnidad" el proceso a través del cual el adulto se ubica en el
lugar de niño que debe callar, escuchar y obedecer. Es un fenómeno observable en muchas
escenas aulicas de instituciones de
distintos niveles de ensenanza [incluso en posgrados universitarios); la posicion "infantil"
del estudiante independientemente de su edad cronologica esta asociada no solo
al aspecto academico sino tambien al relacional (entre docentes y alumnos, y entre
alumnos entre si). adolescentes y jovenes, como si fueran un todo compacto, como si todos Los
adolescentes y jovenes fueran iguales por ser asi nominados.
En las diferentes etapas historicas, la adolescencia y la juventud son portadoras de determinadas
caracteristicas. A la manera de un signo, se les adjudica un conjunto de valores socioculturales
con los que predominantemente se las reconoce.
la sociedad necesita de la juventud para perpetuarse. Los jovenes son una suerte de relevo
generacional, que permite llevar a cabo la transmision y apropiacion cultural. Los adultos son los
responsables de esta mision de integracion de las generaciones jovenes a la sociedad. No se
trata de una tarea mecanica, lineal. Al mismo tiempo que se busca la adaptacion, los sujetos
adolescentes y jovenes, con sus capacidades y potencialidades, procuran generar procesos de
cambio. De modo tal que en este proceso surgen fuerzas que pueden tener sentidos contrarios:
reforzar lo existente, conservando las actuales estructuras, o promover su transformacion.

SUBJETIVIDAD, SUJETO, YO.


Comencemos por señalar que la categoría subjetividad ha permitido integrar lo idéntico y lo
diferente, la estructura y el acontecimiento, lo individual y lo social, lo publico y lo privado.
Llamamos "subjetividad", el ser humano se constituye como tal, ingresando al mundo simbólico,
cultural y regido por las Lógicas del Lenguaje. En ese sentido. aL hablar de subjetividad nos
enfrentamos con aquello que resulta irreductible a la trama que conforman La sociedad y Los
sujetos que La componen. No hay sujeto sin sociedad, ni sociedad sin sujeto. Los procesos de
acogida al mundo humano y Los recorridos posteriores que se transitan a Lo largo de la vida van
cambiando de acuerdo con Las epocas y produciendo diferentes formas de vivir, de producir
subjetividad.
Las instituciones sociales son Las que instituyen las formas de organizar La subjetividad. Si la
familia y la escuela fueron (y en buena medida siguen siendo) Las principales agencias de
subjetivacion, en la actualidad la comparten con Los discursos mediaticos y Las tecnologias de la
informacion y la comunicacion o pierden terreno frente a ellos.
En nuestras sociedades capitalistas -tecnologicas, globalizadas y desiguales- cada vez resulta
mas dificil abrir nuevos surcos, nuevos recorridos de subjetivacion.
El proceso de subjetivacion es la accion de dar sentido, de significar y poner una marca de origen
(firmar) un proceso de metabolizacion. Dar un sentido personal, un made in rny name
acompanado del acto que siempre implica. La subjetividad es materia que se produce en el
intercambio entre otros sistemas (intrapsiquico), por el intercambio con los otros (intersubjetivo),
por el intercambio con el medio (transubjetivo).
Los procesos de subjetivacion representan un momento constitutivo de los procesos de sentido y
significacion que rompen con una pretendida homogeneizacion. Si hay subjetivacion, hay
condiciones para su produccion, de modo que los procesos de subjetivacion infantil, adolescente y
juvenil remiten a las condiciones materiales, simbolicas y discursivas que los producen. No hay
infancia, adolescencia ni juventud; hay sujetos portadores de ciertos signos. Son ninos,
adolescentes, jovenes y adultos que viven sus vidas de una manera socialmente instituida, es
decir, sometidos a ciertas logicas de poder (de significacion), aunque, justamente, seran los
procesos de subjetivacion los responsables de producir ese plus sobre lo establecido hege-
monicamente.
subjetividad no es asimilable a sujeto. La denominacion "sujeto del inconsciente", instituida por el
psicoanalisis, marca la relacion del sujeto con el deseo, es decir, sujeto de deseo inconsciente,
sujeto constituido a partir de una falta estructural que produce su division; de alli sujeto barrado.
Sujeto tampoco es igual a yo. Para el psicoanalisis se trata de una instancia del aparato psiquico,
una construccion que se produce de manera inconsciente a partir de la relacion que el sujeto
establece con Los otros y con su cuerpo.
El registro de un yo, asiento de la identidad, solo sera posible desde la otredad. Hay yo porque
hay otros. El proceso de identificacion es justamente la operatoria psicologica por la cual el yo
establece relaciones con los otros, hace lazo. Para comprender la dinamica del psiquismo,
sinteticamente podriamos decir que la identificacion, desde una perspectiva psicoanalítica, se
despliega en dos sentidos: un lugar en el que se identifica, la imagen, y el lugar desde donde se
identifica, la posicion social y cultural. El primero, de orden imaginario, esta asociado con lo que
se conoce como yo ideal. El segundo sentido corresponde al registro simbolico y se relaciona con
el denominado ideal del yo.
Ese yo ideal seria el molde de unidad primera del sujeto. A partir de alli y sobre ese sosten se van
hilvanado las identificaciones posteriores. Vale puntualizar que la identificacion primaria produce
alineacion, enajenacion. El sujeto se ve, se reconoce, alli donde no esta, en esa imagen. El
reconocimiento de esa imagen permitira adquirir atributos de permanencia, de identidad, de
sustancia. el niño nace en un mundo de simbolizaciones, nace en una trama de significaciones
que determina lugares, lugares sociales que, en la modernidad, estan asociados con la institucion
familia (Rodulfo, 1989].
Siguiendo con la disquisicion entre sujeto y subjetividad, De-nise Najmanovich, sugiere una
distincion: El sujeto no se caracteriza solamente por su subjetividad, sino por ser al mismo tiempo
capaz de objetivar, es decir, de convenir, de acordar en el seno de la comunidad, de producir un
imaginario comun y por tanto de construir su realidad.
Las cualidades de la subjetividad adolescente y/o juvenil no forman parte de una esencia
adolescente o joven, sino que se construyen en un "entre", son efectos de los procesos de
intercambio intra e intergeneracionales como factores que producen identidad y diferencia.
Apartado del determinismo monista-dualista clasico del pensamiento moderno, los abordajes del
paradigma de la complejidad reubican y revalorizan el lugar de la diferencia como factor de
creacion y cambio.

LO ADOLESCENTE Y LO JOVEN COMO DEVENIR SUBJETIVO


El devenir subjetivo, marcado por sus itinerarios, trayectos y transiciones, por sus puntos, cortes,
articulaciones y fracturas, por procesos de crecimiento, desarrollo y maduracion, promovio -como
hemos senalado- que el paradigma moderno lo transformara en etapas a traves de mecanismos
de normalizacion y clasificacion.
Para pensar acerca de Las figuras de La alteridad en su version mas radical, debemos puntualizar
que en la constitucion del sujeto quedara siempre un resto imposible de ser simbolizado y, por lo
mismo, sera vivido como lo radicalmente ajeno, como "lo Otro". Sobre esta experiencia de
ajenidad, rechazada por indomable, se asienta la construccion del Otro en relacion con el cual se
articularan las tres figuras de la alteridad en su version mas radical: el extranjero, para ubicar la
categoria de lo extrano; la muerte, como lo irrepresentable que atentaria contra la integridad del
yo; y la sexualidad, que bajo la forma del exceso surgira en el trasfondo de lo traumatico
inasimilable.
Si el sujeto se construye a partir del Otro simbolico es porque, el ser hablante, debe someterse a
las leyes del lenguaje aun antes de nacer, en tanto las relaciones entre sus progenitores estan
reguladas por la palabra.
Sostenemos que la adolescencia puede ser entendida desde el psicoanalisis como una
contundente conmocion estructural, un fundamental y trabajoso replanteo del sentimiento de si, de
la identidad del sujeto. La integracion sociocultural de las generaciones jovenes es una
adaptacion activa, dialectica con el medio, que permite, a partir del registro de las coordenadas
epocales, promover procesos de cambios y transformaciones que, al producirse -no
necesariamente de manera efectiva-, modifican a los propios sujetos.

ENTRE EL SOSTEN Y LA AUTONOMIA


El cachorro humano necesita del sosten [para su armado subjetivo. Como proponia Fernando
Ulloa, el sosten esta relacionado con los dispositivos socioculturales ligados al cuidado y a la
ternura, y es resultado de la coartacion del fin ultimo de la pulsion. En primer termino, la empatia
que garantiza el adecuado suministro, esencialmente el abrigo y el alimento. En segundo termino,
el miramiento, un mirar con amoroso interes a alguien que, aun salido de las propias entranas, es
advertido como sujeto otro, sujeto ajeno. El miramiento garantizara el gradual desprendimiento de
este sujeto a traves de los años.
Podriamos pensar lo adulto, en tanto sosten, como una funcion social encarnada por diferentes
sujetos que hospedan al recien llegado. Una hospitalidad y un sosten que generan condiciones
favorables para la construccion subjetiva. Por eso, hay un trabajo psiquico especifico que llevan a
cabo ninos y adolescentes de identificacion, desidentificacion y resignificacion iden-tificatoria que
requieren la presencia de otro que asuma una posicion adulta particular, sustentada en el
reconocimiento de esa produccion psiquica. Una posicion que, al mismo tiempo que ofrece
sosten, soporta la confrontacion.
La construccion subjetiva se produce, entonces, en ese enfre del nino, adolescente y/o joven con
el adulto. Lo adulto como funcion, expresada en la responsabilidad de atenderlos y acompanarlos
en la busqueda de la autonomia.
Asi como podemos pensar lo adulto como funcion de sosten para el desarrollo de los procesos de
subjetivacion, tambien podemos reconocer lo adulto como representante de los poderes
hegemonicos, como operatoria para sostener el sistema. Lo adulto en tiempos de Estado-nacion
se constituyo como principal sosten de su politica domesticadora.
Lo adolescente y lo joven como busqueda de autonomia implican replantear criticamente la nocion
de transicion, abandonar La idea de un mero pasaje a Lo adulto (vease el capitulo 9 de este libro).
La busqueda de autonomia tiene un estatuto que produce comunion con otros, busquedas
colectivas de formas de vivir La vida, culturas juveniles, podriamos decir, mas cercanas a Las
Logicas hegemonicas mercantiles, en algunos casos, y mas proximas a busquedas
contraculturales, en otros.
La autonomia siempre involucra al otro y al colectivo social. La autonomia es una interrogacion 9!
Limitada que apela a un nuevo modo de la logica, la logica de los magmas, que implica establecer
una nocion no excluyente entre la racionalidad y la imaginacion, entre la determinacion y la
indeterminacion.
De esta manera habria una autonomia como acceso a los lugares que supuestamente un sujeto
adulto deberia alcanzar de acuerdo con los valores dominantes y otra que se asociaria al ejercicio
de una autonomia, en el sentido de procurarnos nuestras propias leyes, de configurar un nuevo
modo de lo social opuesto a la heteronomia, en tanto orden juridico impuesto por los sectores mas
poderosos del privilegio. La autonomia como desinstitucion de la funcion del discurso amo, como
opuesto a la alienacion; figuras siempre relativas, no absolutas.

LOS NIÑOS, ADOLESCENTES Y JÓVENES COMO SUJETOS DE DERECHO


Un sujeto de derecho referido a condiciones materiales y simbolicas de existencia. Un sujeto con
derecho a desplegar todas las potencialidades a las que un ser humano puede acceder. La
obligatoriedad de la escuela secundaria es, sin duda, una conquista de los derechos de los
jovenes a la educacion aunque no parece suficiente. Se requiere la aplicacion de un conjunto de
decisiones politicas para dejar de reproducir procesos de segmentacion al interior de las
diferentes instituciones escolares, romper la transmision intergeneracional de la pobreza y la
exclusion. Si en la actualidad existe la voluntad politica de recuperar el lugar del Estado frente a la
hegemonia del mercado, son necesarias politicas de inclusion a traves de acciones concretas, no
solo de retencion, sino de respeto, proteccion y garantia para el pleno ejercicio de los derechos de
adolescentes y jovenes.
Las areas prioritarias en La formuLacion de poLiticas de juventud segun La CEPAL (2007: 321 ]
tienen que ver con Las siguientes cuestiones:
• Reconocimiento de derechos e !guaLdad ante la ley.
• Acceso equitativo a los recursos de La sociedad e igualdad de oportunidades.
• Acceso a una caLidad de vida estimada adecuada.
• Recursos para el Logro de La autonomia y La emancipacion.
• Participacion en los procesos democraticos y en el ejercicio de La ciudadania.

Las sociedades actuales, profundamente desiguales (a pesar de algunos intentos destacables en


algunos paises Latinoamericanos por revertiria], siguen vigentes y son motivo de severa
preocupacion. Para enfrentar el desafio de construir sociedades inclusivas es necesario contarcon
legislacion, politicas publicas e institucionalidad orientadas al pleno reconocimiento de las
capacidades y los derechos de ninos, adolescentes y jovenes, y las medidas necesarias para su
cumplimiento. Se trata de hacer frente a la redistribucion del poder que implique la participacion
juvenil genuina y la construccion de puentes para favorecer una relacion intergeneracional que
revalorice los aportes de los jovenes en terminos de conocimientos, experiencias e innovacion.
La situacion de los adolescentes y los jovenes latinoamericanos requiere de diversas acciones
articuladas en lo municipal, nacional y regional como parte de una estrategia integral de
reconocimiento de derechos e igualdad ante la ley, que suponga el acceso equitativo a los
recursos de la sociedad, a la igualdad de oportunidades, al logro de la autonomia, la
emancipacion y la participacion en los procesos democraticos, es decir, al ejercicio pleno de la
ciudadania.
7.LAS PRÁ CTICAS DE LA ORIENTACIÓ N
EDUCATIVA por Sergio Rascovan

ESCUELA, ESTADO Y MERCADO


Pensar la relación entre Estado, mercado y escuela resulta indispensable. el impacto que las
políticas neoliberales produjeron en los países latinoamericanos en los últimos años: vaciamiento
de la educación y salud públicas, deterioro de las condiciones laborales y bajos salarios de los
trabajadores.
Lo propio de este tiempo es la pelea por la recuperación del derecho a la educación y a la salud
para todos. Los sistemas educativos -y la escuela en particular- nacidos hace dos siglos deben
ser inexorablemente modificados.
Los sistemas de dominación van cambiando con las épocas. El régimen disciplinario, autoritario,
fue el principal en tiempos de apogeo de los Estados nacionales. Ese escenario rigió
hegemónicamente hasta que el mercado (de la mano del capital financiero) comenzó a disputarle
su lugar como principal regulador de la vida social. Argentina fue -con epicentro en los años 2001
y 2002- uno de sus más tristes y ejemplares exponentes.
Recordemos que los años del desguace del Estado se sostuvieron con teorías amparadas en
nombre de la libertad. Así, la mitad de la población quedo marginada, excluida, literalmente
afuera, desafiliada.
El imperativo actual en educación es generar espacios para pensar, para crear, para darnos
permiso a reinventar una institución que todavía tiene mucha vigencia y sigue siendo uno de los
principales sostenes en la constitución de ciudadanía y en la promoción de los derechos
humanos.

LAS PRÁCTICAS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA


Comencemos por afirmar que existe un conjunto de acciones en distintos niveles y ciclos del
sistema educativo que abordan un amplio espectro de problemáticas y de conflictos que
atraviesan dimensiones pedagógicas, institucionales, sociales y subjetivas.
las dificultades en los procesos de enseñanza-aprendizaje de los alumnos, el denominado fracaso
escolar, los problemas de retención -básicamente- en los ciclos medio y superior, el abandono
escolar y los conflictos de convivencia en las instituciones. Sumado a las diversas problemáticas
psicosociales que atraviesan la vida cotidiana de los centros educativos, (violencia, alcohol,
drogas), con las problemáticas de inserción ocupacional y la elección de trayectorias futuras.
Podríamos concebir a la Orientación Educativa como el conjunto de discursos y prácticas
-sostenidos por profesionales especializados- que promueve la interrogación de la dimensión
conflictiva de las instituciones educativas, al mismo tiempo que colabora en el desarrollo y
cumplimiento de sus funciones específicas.
puede situarse en la dimensión conflictiva propia de las intersecciones entre los sujetos, los
grupos, las instituciones y las comunidades.La dimensión conflictiva está asociada a situaciones
problemáticas específicas, pero también al malestar de la cultura en general.
La función de la Orientación Educativa se desplegaría en un doble circuito. Por un lado, una
posición analítica, clínica, en un sentido amplio del término, basada en la deconstrucción de la
dimensión conflictiva de la vida en las instituciones educativas y del malestar como expresión de
ella. Por otro, en una posición pedagógica centrada en la construcción de líneas de acción, de
estrategias de intervención, de programas relacionados con la vida institucional y las
problemáticas psicosociales de época.
Ulloa hace referencia a los distintos colectivos humanos donde puede desarrollarse el
pensamiento crítico. A través de la noción de numerosidad social intentaba dar cuenta de una
práctica que va más allá del dispositivo psicoanalítico más habitual que, como el mismo sostenía,
es bicorporal y tripersonal: bicorporal por la dupla analista-analizante y tripersonal por la
constitución social que nos habita.
El mismo autor nos ensena que la clínica hace referencia a una práctica de la escucha, a una
manera de tramitar, de procesar los datos de un campo, alejada de la medicina e incluso de la
patología. La escucha es un proceso de apertura a la "diferencia", a la otredad.
Escuchar es la operatoria para registrar lo que el otro esconde, niega, enmascara. Es un o ír más
allá de lo dicho en idos decires, intentando captar la relación que el sujeto tiene con el Otro.
Los conflictos institucionales y subjetivos tienen, en algunos casos, un carácter relativamente
previsible, mientras que en otros, están dominados por lo imponderable. Por ello, en ciertas
ocasiones el profesional "orientador" puede anticiparse a través de diferentes dispositivos,
programas y estrategias de abordaje. En La cotidianeidad de La vida institucional no serían
-necesariamente- distinguibles. Mientras la posición clinico-analitica está centrada en la escucha,
la segunda permite planificar acciones que colaboren en La eficacia del funcionamiento del
dispositivo escolar y de la salud de los diferentes actores.
La Orientación Educativa constituye -en conjunto- una estrategia de acompañamiento de los
diferentes actores que componen la escena educativa. Y, como tal, supone una tarea artesanal
donde los saberes, las técnicas y los recursos de los profesionales están al servicio del abordaje y
la resolución de las problemáticas particulares y singulares de cada institución, revalorizando las
capacidades instituyentes de Los sujetos que la componen. En esta dirección, la eficacia de las
prácticas de orientación estará asociada a su inclusión e integración en el proyecto educativo
institucional.
Este enfoque se propone confrontar con las concepciones de Orientación Educativa que se
presentan "neutras" desde el punto de vista ideológico y alejado de toda reflexión sobre La
cuestión de las finalidades sociales que persiguen.
se procurara analizar las problemáticas de la vida actual, reconociendo las singularidades y las
especificidades de cada sujeto y sector social, así como también el análisis de las operaciones
que sostienen y promueven ciertos ideales. Es decir, se busca interrogar los conflictos presentes
en la vida escolar, articulándolos con el contexto sociocultural y las lógicas de poder que lo
sostienen.
La descripcion de Habermas 11986) sobre los tipos de conocimientos relacionados con intereses
humanos puede sintetizarse de la siguiente forma:
 un primer tipo de conocimiento es el que proporcionan las ciencias de la naturaleza y la
tecnica. Su interes fundamental es la manipulacion de las fuerzas de la naturaleza. Se
trata de un conocimiento técnico.
 Un segundo tipo de conocimiento es el que nos suministran las ciencias hermeneuticas y
las tradiciones culturales. Su interes se basa en la comprension.
 Un tercer tipo de conocimiento intenta una autoconstitucion historica del hombre por
medio de la emancipacion de las condiciones opresoras. Este es el conocimiento
emancipador. los diversos atravesamientos que producen y hacen funcionar la
maquinaria social de acuerdo con Los modelos hegemonica-mente constituidos. En ese
sentido, explora y problematiza sobre las logicas de poder en los procesos de
institucionalizacion.
En sintesis, el abordaje mencionado propone no legitimar lo que ya se sabe sobre los problemas
subjetivos e institucionales y sobre los dispositivos tradicionales de atencion-acompanamiento,
sino abrir interrogantes sobre sus enunciados y sus practicas con el proposito de alentarnos a
pensar la Orientación Educativa de otro modo.

INTERSECCIONES ENTRE SALUD Y EDUCACIÓN


Es por ello que al nominar intersecciones entre salud y educacion, intentamos alejarnos de un
lugar omnipotente y omnisciente. Mas que orientar procuramos promover en las instituciones y en
los sujetos (que la sostienen pero tambien la transforman) maneras de tramitacion de las
problematicas que se ubican en las intersecciones entre salud y educacion.
Como ya hemos senalado, las intersecciones entre salud y educacion estan inscriptas en un
territorio de entrecruzamientos de instituciones sociales (educacion, salud), de sistemas (sistema
educativo, sistema de salud, servicios sociales) y de disciplinas (ciencias de La educaci on,
psicologia, psicopedagogia).
La nominacion intersecciones entre salud [mental podriamos agregar) y educacion es
representativa de lo que hacemos, pero fundamentalmente de lo que queremos hacer. Esto es,
enunciar ciertos problemas sin reducirlos al dispositivo escolar. El nombre Orientacion Educativa
ha devenido concepto polisemico que devela ciertas marcas de origen, es decir, un sentido
originario fuertemente directivo, clasificador, con posiciones paternalistas y normalizadoras.
Tambien el nombre salud mental (politicas de salud mental, el sector salud mental y campo de
salud mental, segun el caso) condensa las mismas marcas fundacionales.
Sostener la denominacion "salud mental" tiene el unico proposito de reconocer un campo de
problematicas, pero tambien de practicas intersectoriales, interdisciplinarias, !nterprofe-sionales e
interinstitucionales. La cuestion de La salud mental supone una problematica principalmente
politica, en la que el Estado desempena un rol decisivo como garante en La condicion de sujeto
de derecho de Los usuarios de sus servicios y la proteccion contra toda discriminacion. Al
respecto, la Ley Nacional 26.657 reconoce la salud mental como un proceso determinado por
componentes historicos, socioeconomicos, culturales, biologicos y psicologicos, cuya
preservacion y mejoramiento implica una dinamica de construccion social vinculada a la
concrecion de los derechos humanos y sociales de toda persona.
A su vez agrega que el Estado debe promover que las autoridades de salud de cada jurisdicci on,
en coordinacion con las areas de educacion, desarrollo social, trabajo y otras que
correspondan, !mplementen acciones de inclusion social, laboral y de atencion en salud mental
comunitaria.
En ese vector, podriamos situar la salud mental comunitaria (SMC) en las complejas
interpelaciones que se producen entre los sujetos y los conjuntos sociales. Calificar de
comunitaria la salud mental hace visible la imposibilidad de reducir los problemas psiquicos al
sujeto o a la sociedad exclusivamente. Entender la salud mental como comunitaria es hacer
hincapie en las interrelaciones que se producen entre sujetos y sociedad, constituyendose de
este modo en un campo de analisis e intervencion propio.
Las perspectivas criticas para comprender e intervenir en las intersecciones entre salud y
educacion pondran mayor interes en Los sectores mas desprotegidos de la poblacion,
estimulando que Las practicas de Orientacion Educativa puedan integrarse al conjunto de las
politicas sociaLes en general, lo que lleva a la posibilidad de que coexistan y se articulen -en el
mejor de los casoscomo dispositivos de intervencion en instituciones educativas y de salud con
otros programas de alcance social y comunitario.
La salud mental sera comunitaria en tanto trascienda los limites impuestos por las concepciones
insulares del padecimiento psiquico. De ese modo se ocupara de una gama mucho mas amplia
de dimensiones conflictivas de la vida, de diversos sufrimientos humanos, lo cual necesariamente
pone en cuestion las formas de comprender esta practica como una intervencion estrechamente
ligada al diagnostico.
La salud mental sera comunitaria en tanto procure desentranar las problematicas del poder,
develar la dimension politica y social de todo padecimiento y sus formas de abordaje. La salud
mental sera comunitaria, tambien, cuando logre constituirse como una practica sanitaria que
promueva espacios de participacion colectiva, a traves de los cuales el colectivo mismo defina
sus propios problemas y, obviamente, la busqueda de sus soluciones.

LAS TUTORÍAS COMO DISPOSITIVO DE ACOMPAÑAMIENTO


Las tutorias forman parte de Las practicas de Orientacion Educativa o, siguiendo con Lo que
veniamos sosteniendo, son parte del campo de probLematicas que corresponden a Las
intersecciones entre salud y educacion. Se trata de una construccion pedagogica, de un
dispositivo que surge como efecto de un proceso sociohistorico que genero Las condiciones para
su institucionaLizacion y que se sostendra mientras tenga sentido, mientras conserve sus
funciones.
Las tutorias como dispositivo son una de las posibles estrategias que ayudan a sostener Las
trayectorias de Los estudiantes, dinamizar Los procesos de ensenanza-aprendizaje, al mismo
tiempo que colaboran en hacer mas habitable La vida cotidiana en La institucion educativa.
Creemos que la crisis actual de las instituciones educativas requiere de mucho an alisis y
creatividad para transitarla. Vivimos un intenso proceso de metamorfosis social que se expresa
en distintos planos de la vida cotidiana. Las instituciones educativas no son lo que eran, pero
tampoco han encontrado su nueva forma. Entre los factores que interrogan la actual estructura
institucional escolar podemos mencionar las nuevas tecnologias que, por ejemplo, imprimen otra
velocidad al ritmo de la vida social, a los intercambios entre los sujetos, muy contrastantes con
los ritmos, los tiempos, los estilos y el funcionamiento tradicional escolar.
Las tutorias son un recurso para encarar procesos de acompanamiento y sosten. Decimos
"acompanamiento" como algo opuesto al concepto de tutelaje, pero en sintonia con otras
nociones como las de autoridad, presencia, confianza, escucha, habilitacion, transmision. Asi las
tutorias podran ser pensadas como una practica centrada en los cuidados. Se trata de "hacernos
cargo" entre todos los actores institucionales que intervienen en el proceso de ensenanza-
aprendizaje de reconocer que la tarea educadora se ha vuelto cada vez mas compleja y dificil,
que entre todos tenemos que buscar vias alternativas para que se pueda cumplir la mision social
de toda institucion educativa, esto es, promover aprendizajes significativos para vivir la compleja
vida sociocultural de nuestros tiempos y, a la vez, facilitar la construccion de subjetividades.
Las tutorias seran espacios en que puedan !nteractuar diversos actores, de manera que sea una
preocupacion de todos y cada uno de sus miembros. Como ya hemos advertido, una de las
principales limitaciones de La accion tutonal sera que se restrinja exclusivamente a las tareas del
que fuera designado con el nombre de tutor.
Es tambien recomendable que el equipo de tutores este coordinado por un profesional (docente,
psicologo/a, psicopedagogo/ a), cuya funcion principal sea organizar, sostener y supervisar la
tarea para articular politicas institucionales. El efecto de la coordinacion ira perfilando una
direccionalidad al trabajo. En cada institucion debera pensarse como y quien debera asumir esa
funcion, pero pensamos que no puede estar acefala. subrayamos que no habra un programa de
orientacion y tutorias sostenido en el tiempo sin inclusion en un proyecto educativo institucional
que lo sostenga y el debido reconocimiento salarial para la tarea.

LAS TUTORÍAS Y LA ÉTICA EN RELACIÓN CON EL OTRO


La institucion en su conjunto sera la responsable de promover trayectorias saludables de los
estudiantes. Estara mas cerca de lograrlo en la medida que cumpla su funcion central de
ensenanzaaprendizaje pero, tambien, de otorgarle un lugar prioritario a los procesos de
subjetivacion como aspecto inherente a las practicas educativas.
Las tutorias seran, pues, herramientas para favorecer el encuentro entre los estudiantes, a traves
de la estimulacion de los procesos de socializacion que les permitan, en tanto recien llegados, ir
construyendo, en su trayectoria estudiantil, un sentimiento de pertenencia institucional que
colabore a sostener sus propios proyectos personales y educativos, buscando formas singulares
de sortear los diversos obstaculos y dificultades que la vida academica presenta.
las practicas de las tutorias suponen estrategias, tecnicas, actividades, recursos, pero
basicamente una etica respecto del otro. Una etica basada en el encuentro con la otredad del
otro, con ese misterio que siempre entrana el otro. Un etica fundada en la necesidad de
deconstruir la imagen determinada y prefijada del otro, en la necesidad de dejar caer un supuesto
saber acerca del otro, en la necesidad de buscar insistentemente una revision critica respecto de
los dispositivos racionales y tecnicos que describen y etiquetan al otro.
La etica que sostiene e ilumina nuestra practica tiene que ver con aceptar que la relacion con el
otro no es una relacion idílica ni armoniosa de comunion, ni de empatia, que lo reconocemos
como semejante pero al mismo tiempo como distinto.
La presentación de la persona en la vida cotidiana ERVING GOFFMAN

1 El escenario de la actuación social: proyección del yo y vulnerabilidad situacional

Cuando el individuo proyecta una definición de la situación al presentarse ante otros, debemos
tener en cuenta que los otros, por muy pasivos que sean, proyectarán a su vez eficazmente una
definición de la situación en virtud de su respuesta al individuo y de cualquier línea de acción que
inicien hacia él. (...) De todos modos, en la medida en que los otros actúan como si el individuo
hubiera transmitido una impresión determinada, podemos adoptar una actitud funcional o
pragmática y decir que éste ha proyectado «eficazmente» una determinada definición de la
situación y promovido «eficazmente» la comprensión de que prevalece determinado estado de
cosas. En conjunto, los participantes contribuyen a una sola definición total de la situación, que
implica no tanto un acuerdo real respecto de lo que existe sino más bien un acuerdo real sobre
cuáles serán las demandas temporariamente aceptadas. (...) Sin embargo, durante el período en
que el individuo se encuentra en la inmediata presencia de otros, pueden tener lugar pocos
acontecimientos que proporcionen a los otros la información concluyente que necesitarán si han
de dirigir su actividad sensatamente. (...) Dado el hecho de que un individuo proyecta eficazmente
una definición de la situación cuando llega a presencia de otros, cabe suponer que dentro de la
interacción quizá tengan lugar hechos que contradigan, desacrediten o arrojen dudas sobre esta
proyección. Cuando ocurren estos sucesos disruptivos, la interacción en sí puede llegar a
detenerse en un punto de confusión y desconcierto. Algunos de los supuestos sobre los cuales se
habían afirmado las respuestas de los participantes se vuelven insostenibles, y los participantes
se encuentran en el seno de una interacción cuya situación había sido equivocadamente definida
y ahora ya no está definida en modo alguno.

En tales momentos el individuo cuya presentación ha sido desacreditada puede sentirse


avergonzado, mientras los demás se muestran hostiles, y es posible que todos lleguen a
encontrarse incómodos, perplejos, desconcertados, experimentando el tipo de anomia que se
genera cuando el pequeño sistema social de la interacción cara a cara se derrumba. Al colocar el
acento en que la definición de la situación proyectada por un individuo tiende a proporcionar un
plan para la actividad cooperativa subsiguiente -al prestar énfasis a este punto de vista de la
acción - no debemos pasar por alto un hecho decisivo: cualquier definición proyectada de la
situación tiene un carácter moral particular. Es este carácter moral de las proyecciones el que nos
interesa principalmente en este trabajo. La sociedad está organizada sobre el principio de que
todo individuo que posee ciertas características sociales tiene un derecho moral a esperar que
otros lo valoren y lo traten de un modo apropiado. En conexión con este principio hay un segundo:
un individuo que implícita o explícitamente pretende tener ciertas características sociales deberá
ser en realidad lo que alega ser. En consecuencia, cuando un individuo proyecta una definición de
la situación y con ello hace una demanda implícita o explícita de ser una persona de determinado
tipo, automáticamente presenta una exigencia moral a los otros, obligándolos a valorarlo y tratarlo
de la manera que tienen derecho a esperar las personas de su tipo. También, implícitamente
renuncia a toda demanda de ser lo que él no parece ser, y en consecuencia renuncia al
tratamiento que sería apropiado para dichos individuos. Los otros descubren, entonces, que el
individuo les ha informado acerca de lo que «es» y de lo que ellos deberían ver en ese «es». No
se puede juzgar la importancia de las disrupciones que causan problemas de definición por la
frecuencia con que aquéllas tienen lugar, ya que aparentemente ocurrirían con mayor asiduidad
aun si no se tomaran precauciones constantes. Encontramos que se emplean de continuo
prácticas preventivas para evitar esas perturbaciones, y también prácticas correctivas para
compensar los casos de descrédito que no se han podido evitar con éxito. Cuando el sujeto
emplea estas estrategias y tácticas para proteger sus propias proyecciones podemos referirnos a
ellas como «practicas defensivas»; cuando un participante las emplea para salvar la definición de
la situación proyectada por otro, hablamos de «prácticas protectivas» o «tacto». En conjunto, las
prácticas defensivas y protectivas comprenden las técnicas empleadas para salvaguardar la
impresión fomentada por una persona en presencia de otras. Se debería agregar que si bien
podemos mostrarnos dispuestos a aceptar que ninguna impresión fomentada sobreviviría si no se
empleasen las tácticas defensivas, estamos quizá menos dispuestos a ver cuán pocas
impresiones sobrevivirían si aquellos que las reciben no lo hicieran con tacto. (...) Debajo de toda
interacción social parece haber una dialéctica fundamental. Cuando un individuo se encuentra con
otros quiere descubrirlos hechos característicos de la situación. Si tuviera esa información podría
saber qué es lo que ocurrirá, y estaría en condiciones de dar a conocer al resto de los presentes
el debido cupo de información compatible con su propio interés. Para poner plenamente al
descubierto la naturaleza fáctica de la situación sería necesario que el individuo conociera todos
los datos sociales pertinentes acerca de los otros. Sería necesario que conociera, asimismo, el
resultado real o el producto final de la actividad de las demás personas durante la interacción, así
como sus sentimientos más íntimos respecto de su propia persona. Raras veces se tiene acceso
a una información completa de este orden; a falta de ella, el individuo tiende a emplear sustitutos
-señales, tanteos, insinuaciones, gestos expresivos, símbolos de estatus, etc.- como medios de
predicción. En suma, puesto que la realidad que interesa al individuo no es perceptible en ese
momento, este debe confiar, en cambio, en las apariencias. Y, paradójicamente cuanto más se
interesa el individuo por la realidad que no es accesible a la percepción, tanto más deberá
concentrar su atención en las apariencias. El individuo tiende a tratar a las otras personas
presentes sobre la base de la impresión que dan acerca del pasado y el futuro. Es aquí donde los
actos comunicativos se transforman en actos morales. Las impresiones que dan las otras
personas tienden a ser consideradas como reclamos y promesas hechas en forma implícita, y los
reclamos y promesas tienen un carácter moral. El individuo piensa: «Utilizo las impresiones que
tengo de ustedes como un medio de comprobar lo que son y lo que han hecho, pero ustedes no
deben llevarme por un camino equivocado». Lo peculiar acerca de esto es que el individuo tiende
a asumir esta posición aunque crea que los otros no tienen conciencia de muchos de sus
comportamientos expresivos y pueda esperar que los explotará sobre la base de la información
que recoge acerca de ellos. Puesto que las fuentes de impresiones usadas por el sujeto
observador entrañan una multitud de normas relativas a la cortesía y al decoro, al intercambio
social y al desempeño de la tarea, podemos apreciar otra vez cómo la vida diaria se halla
enredada entre líneas morales discriminatorias. Adoptemos ahora el punto de vista de los otros. Si
quieren comportarse como caballeros y jugar limpio con el individuo darán poca importancia
consciente al hecho de suscitar impresiones sobre sí mismos, y actuarán, en cambio, sin engaños
ni estratagemas, permitiendo que el individuo reciba impresiones válidas sobre ellos y sus
esfuerzos. Y, si prestan atención al hecho de que son observados, no se dejarán influir
indebidamente por esto, satisfechos de saber que el individuo obtendrá una impresión correcta y
será justo con ellos. Si quisieran influir en el tratamiento que les dispensa el individuo -y esto es
algo que cabría oportunamente esperar -, tendrán a su disposición un medio caballeresco de
hacerlo. Sólo necesitan guiar su actividad en el presente de modo que sus futuras consecuencias
sean de un tenor que induciría a un individuo justo a tratarlos ahora en la forma que quieren ser
tratados; una vez hecho esto, solo les queda con fiar en la perceptibilidad y rectitud del individuo
que los observa. A veces quienes son observados emplean, por supuesto, estos medios
adecuados para influir en el trato que les da el observador; pero hay otro camino más corto y
eficaz para influir en el observador. En vez de dejar que la impresión que suscita su actividad
surja como un derivado incidental de ésta, puede reorientar su marco de referencia y dedicar sus
esfuerzos a la creación de impresiones deseadas. En lugar de lograr ciertos fines por medios
aceptables, puede tratar de producir la impresión de que logra ciertos fines por medios
aceptables. Siempre es posible manipular la impresión que el observador usa como sustituto de la
realidad, porque el signo que sustituye la presencia de una cosa, no siendo esa cosa, puede ser
empleado a falta de ella. La necesidad que tiene el observador de confiar en las representaciones
de las cosas crea la posibilidad de tergiversación. Hay muchos grupos de personas que piensan
que no podrían seguir actuando en la esfera de los negocios -sea cual fuere la índole de su
actividad- si tuvieran que limitarse a los medios caballerescos para influir en quien los observa. En
un momento u otro de su ciclo de actividad creen que es necesario reunirse y manipular
directamente la impresión que producen los observados se convierten en un equipo de actuantes,
y los observadores en el auditorio. Los actos que parecen ser hechos sobre los objetos se
transforman en gestos dirigidos al auditorio. El ciclo de actividad se dramatiza. ERVING
GOFFMAN Behaviour In Public Places: Notes On The Social Organization Of Gatherings The
Free Press, Nueva York 1966, pp. 83-88 Dos rituales de la interacción cotidiana en la modernidad:
desatención cortés y distancia de rol

2.1 Desatención cortés (civil inattention) En situaciones en las que los copresentes no participan
de n foco común de interacción o conversación, es posible que alguna persona someta a un
intenso escrutinio a los demás y refleje su opinión a través de expresiones faciales o gestuales
por ejemplo, la «mirada de odio» que un sureño blanco arroja gratuitamente a los negros que
pasan a su lado. Es posible también tratar a las personas como si no estuvieran presentes, como
objetos que no merecen más que una leve ojeada. Si la actitud de la persona es tal que se altera
su propia apariencia como resultado de la presencia de otros, podemos hablar de un «trato de no
personas»; son ejemplos de nuestra sociedad el trato que se dispensa en ocasiones a niños,
sirvientes, negros o enfermos mentales. Este tipo de trato debe ser diferenciado de otra clase de
comportamiento, que se estima más adecuado en muchas situaciones y que denominaremos
«desatención cortés». El componente esencial es que cada copresente presta una atención visual
suficiente para demostrar que aprecia la presencia del otro (y que se admite abiertamente esta
atención), pero que, al apartar con rapidez la mirada, se da a entender que no hay un motivo
especial de curiosidad. Cuando esta cortesía es representada por dos transeúntes la desatención
cortés toma la forma de un cruce de miradas que se mantiene hasta una distancia aproximada de
ocho pies y que termina con un desvío de la vista cuando están a la misma altura, una forma de
apagar las luces. En cualquier caso, estamos con probabilidad delante de la forma más delicada
de ritual interpersonal, expresión que regula constantemente el intercambio social de las
personas. Mediante el ritual de desatención cortés, la persona muestra que no alberga razón
alguna para desconfiar de los demás, serles hostil o tratar de evitarlos. (Al extender esta cortesía,
se abre a un tratamiento similar por parte de los demás). Esto demuestra que no tiene nada que
ocultar o evitar al ser mirado o al ser visto mirando, y que no está avergonzado de sí mismo o del
lugar o la compañía con la que se encuentra. (...) La moral de un grupo al contemplar esta mínima
cortesía -ritual cortés que tiende a tratar a los presentes como participantes de una situación y no
en términos de otro rasgo socialse pone a prueba cuando hace presencia alguien con una fuerte
divergencia en su estatus social o en su apariencia física. La clase media inglesa por ejemplo, se
enorgullece de prestar a personajes famosos o infames el privilegio de la desatención cortés en
público, así ocurre cuando los niños de la realeza pasean por los parques con poca gente a su
alrededor. En la sociedad americana, uno de las grandes pruebas a las que se enfrentan los
discapacitados físicos es el escrutinio al que son sometidos en sitios públicos, en una invasión de
su intimidad invasión que actúa como amplificador de sus atributos indeseables. ERVING
GOFFMAN Encounters. Two Studies In The Sociology Of Interaction The Bobs Merrill Company,
1961, pp. 93-96

2.2. Distancia de rol (Role distance) La participación en una situación cara a cara requiere de
cada persona un nivel de control sobre si misma, que incluye tanto la capacidad de ajustar y
controlar los movimientos físicos como la aptitud para dar y recibir comunicaciones. El fracaso
para mantener el equilibrio del rol situacional hace sufrir al sistema como un todo. La función de
cada persona es mantener su propio equilibrio; a su vez, puede haber participantes cuya tarea
primordial es moderar la actividad y salvaguardar el equilibrio de los otros. Muchos sistemas
incluyen mecanismos para controlar las contingencias sin que medie una amenaza real. Sin
embargo no hay sistema que sea ajeno a una posible perturbación, y algunos sistemas concretos
son campos muy apropiados para el análisis de estas contingencias, por ejemplo, los quirófanos.
Si un jinete puede ser descalificado de una competición si no sabe montar, a un niño se le puede
impedir subir a un tiovivo si carece de bono o si no hay nadie que se haga responsable de su
seguridad. Hay una diferencia obvia entre la cualificación exigida para desempeñar un rol y los
atributos que se requieren para representarlo de forma satisfactoria, una vez que ha sido
adquirido. Montar en un tiovivo con tres o cuatro años es, aparentemente, un desafío manejable
que aporta al niño una ocasión para demostrar sus capacidades. El jinete penetra por completo en
el rol que está desempeñando con la máxima concentración. Aquí, ser es hacer, y lo que se
designa «jugar a» se distingue por la seriedad de su realización. Podemos destacar tres
elementos involucrados: una aceptada vinculación al rol; una demostración de la cualificación y
capacidad para desempeñarlo; y un activo y espontáneo envolvimiento en la actividad del rol. Me
referiré con el término “abrazar” a la situación que englobe estos tres rasgos conjuntamente.
Abrazar un rol es desaparecer en el yo virtual de la situación, ser visto por completo en términos
de la imagen y confirmar expresivamente que uno lo acepta. Abrazar un rol es ser abrazado por
él. Volviendo al tiovivo, comprobamos que cuando los niños tienen cinco años la situación se
transforma. Montar en el tiovivo ya no es suficiente y esto debe demostrarse mediante una
cuidadosa consideración del papel que se desempeña. Un muchacho lleva el compás de la
música golpeando con los pies o las manos el caballito, algo que indica que la situación está bajo
absoluto control. Otro puede cambiar de caballo sin tocar con los pies la plataforma. Otro,
sujetándose con solo una mano a la barra, estira su cuerpo hacia atrás al máximo mientras
contempla el cielo sin muestra aparente de vértigo. Nótese que con estas acciones el jinete no
trata de minimizar algún inconveniente de la situación, sino el rol en su conjunto. La imagen
proyectada de sí, fruto exclusivo de su participación en la actividad, su yo virtual en el contexto, es
una imagen que aparentemente rehúye manipulando activamente la situación. Este
comportamiento intencional o no, sincero o afectado, apreciado por los presentes o no, es una
cuña entre la persona y su rol, entre el hacer y el ser. Denomino distancia de rol a esta expresión
intencionada para separar al yo de su rol putativo El mensaje que se transmite es que la persona
no niega el rol, si no el yo virtual implicado en el rol de quien lo representa El término «distancia
de rol» no se refiere a los comportamientos que no contribuyen a la parte substancial de la tarea
de un rol, sino a aquellos comportamientos vistos por los presentes como relevantes para evaluar
la vinculación del actor a su rol, y que descubren que la persona siente cierta desafección o
resistencia hacia el rol. ERVING GOFFMAN Frame analysis. An essay of the organization of
experience. Harper and Row, Nueva York 1984, cap. II, pp. 20-39 Los marcos de interpretación de
la experiencia 3.1. Los marcos primarios En las sociedades occidentales cuando las personas
reconocen un acontecimiento, sea el que sea, implican en su respuesta (y emplean de hecho) uno
o más marcos o esquemas de interpretación que denominaré marcos primarios. Los llamo
primarios porque la aplicación de estos esquemas no depende ni remite a una interpretación
«original»; un marco primario puede convertir un aspecto de la situación que pudiera haber
pasado desapercibido en algo especialmente significativo. Los marcos primarios varían en su
grado de organización. Algunos se presentan como un completo sistema de postulados y reglas;
otros -muchos otros- no tienen aparentemente un sistema articulado, sino que reflejan el saber
popular o una perspectiva difusa. Cualquiera que sea el grado de organización, cada marco
primario permite localizar, percibir, identificar, definir y clasificar un aparente número infinito de
acontecimientos. Es posible que no tengamos conciencia de esta organización y también es
posible que el marco no pueda explicar su propio desarrollo; sin embargo, estos pormenores no
impiden la facilidad y corrección con que son aplicados. En nuestra vida diaria entendemos una
distinción entre dos grandes grupos de marcos primarios. Los marcos naturales identifican
acontecimientos que carecen de orientación, dirección o guía, estrictamente físicos. Estos
acontecimientos se perciben determinados por completo desde el principio al fin. No hay ni una
intervención intencional, ni un actor que conduzca la situación. No hay éxito ni fracaso ligado a
estos hechos, ni tampoco se desprenden sanciones o gratificaciones. Prevalece un determinismo
total. Puede entenderse que estos fenómenos se deben interpretar en un marco «fundamental» y
que algunas premisas como la conservación de la energía, o la existencia de un tiempo único son
compartidas por todos. Las ciencias físicas o biológicas son dos impecables ejemplos de los
marcos naturales. Un ejemplo ordinario es el parte meteorológico. Los marcos sociales sirven
para interpretar acontecimientos que incorporan el deseo, la intención, un esfuerzo inteligente,
una mediación viva, el ser por excelencia el ser humano. Este ser es muy vulnerable; puede ser
amenazado, engatusado, adulado y desairado. Podemos llamar «hechos guiados» a sus
desempeños. Los hechos someten al actuante a «estándares» y valoraciones sociales de sus
actos basadas en su honestidad, eficiencia, economía, seguridad, elegancia, tacto, buen gusto,
etc. Hay un continuo control, más visible cuando la acción es inesperada y se requiere un
esfuerzo compensatorio adicional. Los motivos y las intenciones están implicados y su
conocimiento ayuda a seleccionar qué marco de interpretación debe ser aplicado. Empleamos el
término causalidad para referirnos al efecto ciego de la naturaleza y al efecto intencionado de la
persona, el primero visto como una cadena infinita de causas y efectos y el segundo como algo
que se inicia con una decisión mental. Sabemos que la actividad mental inteligente tiene
capacidad para penetrar en el curso del mundo natural aprovechando su determinación de origen,
con la condición de que se respete su equilibrio ecológico. Se puede afirmar que, con la
excepción de la fantasía o el pensamiento, toda actividad está sujeta a condicionantes naturales
que no pueden ser omitidos. Incluso, en una partida de damas en la que el tablero es sólo una
representación mental, no un objeto físico, los jugadores deben manejar información que
concierne a movimientos físicos, un correcto empleo de la voz o un uso adecuado de la mano
para escribir. Por tanto, aunque los acontecimientos naturales ocurren sin concurso de una
actividad inteligente, los hechos inteligentes no pueden desempeñarse sin contar con el orden
natural. Cualquier esquema de actividad social puede ser parcialmente analizado dentro de
esquemas naturales. Los actos guiados pueden responder a dos interpretaciones. Una, común a
todos los hechos, corresponde a la manipulación del mundo natural para contrarrestar sus lógicas
constricciones, otra depende de los segmentos de actividad en los que se implique el actor, por lo
que son muy variables. Cualquier juego de damas implica dos condiciones de actuación
radicalmente diferentes: una pertenece en exclusiva al mundo físico, al manejo del vehículo físico,
no al signo; la otra pertenece al ámbito de las posiciones opuestas, exigidas por el juego, es decir,
al mundo social. (...) En suma, percibimos los acontecimientos en términos de un marco primario y
este marco primario que empleamos es válido para describir el hecho al que se aplica. Cuando
amanece estamos ante un hecho natural; cuando bajamos la persiana para evitar que entre el sol
estamos ante un hecho guiado. Cuando un coronel pregunta por la causa de una muerte, espera
una respuesta que pertenece al mundo de la fisiología; cuando demanda una explicación sobre
las condiciones de la muerte, quiere una respuesta que revele la dramaturgia social susceptible
de describir algún aspecto que tenga que ver con la intencionalidad. El concepto de marco
primario es el primero que necesitamos, aunque no sea por completo satisfactorio. Es
desconcertante que empleemos varios marcos interpretativos al unísono (cuando deje de llover,
reanudaremos el juego). Hay marcos que desde el principio se imponen para responder a la
pregunta ¿Qué sucede?, cuya respuesta es un acontecimiento descrito dentro de un marco
primario. Pero con esto no desaparecen todas las dudas. Las cuestiones propias del microanálisis
quedan sin responder: ¿Qué debe entenderse por «nosotros», «aquí», «esto»? ¿Cómo se lleva a
cabo este consenso implícito? (...) Mi descripción de los marcos primarios se ha limitado a los
aspectos que movilizamos, implícita o explícitamente, cuando definimos la situación según
nuestros intereses. Por supuesto, podemos realizar interpretaciones equivocadas y fuera de lugar;
más adelante trataremos este tema. Pero los actores utilizan los marcos primarios con corrección
casi siempre. La lectura que realizamos de los acontecimientos diferencia con exactitud los
procesos y elementos que la actividad manifiesta. La vida social está organizada de forma que
comprendemos y tomamos parte de su curso con facilidad. Parece desprenderse un cierto
isomorfismo entre la percepción y la organización de lo percibido, a pesar de que pudieran
aplicarse otros principios válidos para orientar la actividad. Como muchas otras personas en
nuestra sociedad, yo suscribo esta presuposición. Tomados en su conjunto, los marcos primarios
constituyen un elemento central de la cultura del grupo social. El trabajo de interpretación hace
aparecer las principales clases de esquemas, las relaciones entre ellos y la suma de fuerzas y
agentes cuyos dispositivos de interpretación dejan al descubierto la indeterminación del mundo
real. Debemos formarnos una imagen del marco de los marcos del grupo, su sistema de creencias
su cosmología, aunque sea un tema que los estudiosos de la sociedad parecen eludir. En un
territorio como los Estados Unidos, estas fuentes cognitivas no son compartidas por todos Incluso
personas que comparten similares creencias pueden diferir en determinadas creencias como la
existencia de Dios o la telepatía. (La creencia en Dios y en la sacralidad de sus representantes en
la tierra es un tema de disenso que afecta a la consideración sobre las causas últimas. Los
científicos sociales parecen evitar este tema por cuestiones de tacto. (...) En una sociedad como
la nuestra, los marcos primarios naturales o sociales, no sólo son compartidos por quienes
participan en una actividad, sino también por aquellos que la observan. Una simple mirada sobre
una cosa es suficiente para movilizar un cuadro primario y desarrollar hipótesis sobre la situación
anterior y las secuencias posteriores. Que se preste poca atención a un acontecimiento no
significa que nos despreocupamos de lo que pasa, sino que el marco que hemos aplicado se ha
visto confirmado. Descubrir la relevancia motivacional de los presentes es un aspecto importante
para la relevancia motivacional de quien observa. La mera percepción es una forma de
penetración activa en el mundo cuya importancia parece obviarse a primera vista. Bergson trata
esta cuestión en un ensayo sobre la risa: «Es cómica toda unión de actos y acontecimientos,
insertos los unos en los otros, que nos ofrece una ilusión de la vida y una sensación de control
mecánico». «El carácter cómico está penetrado por la rigidez, el automatismo, la insociabilidad, la
distracción». «Nos reímos siempre que una persona da la impresión de ser una cosa».

3.2. Los marcos secundarios Las observaciones realizadas sobre los comportamientos en el
mundo animal nos permiten abordar el concepto central del análisis de marcos: Las claves (The
key). Entiendo por clave un conjunto de convenciones por las que una actividad dada, provista de
sentido por la aplicación de un marco primario, se transforma en otra actividad que toma a la
primera por modelo pero que es considerada por los participantes de forma diferenciada
Denominaré al proceso de transcripción (keyng). Existe una deliberada analogía con la práctica
musical. La simple observación de monos y nutrias no permite aproximarse a actividades
cercanas al juego, incluso si el juego nos evoca actividades parecidas. Bateson sugiere la
amenaza, la superstición y el ritual. En estos tres casos lo que aparece no es la cosa misma, sino
algo en lo que se inspira. Por el contrario, cuando nos centramos en el comportamiento humano
encontramos actividades parecidas a las de los monos y las claves se multiplican. No sólo
sabemos hacer lo que hace un mono, sino que sabemos poner en escena un combate según un
escenario, imaginarlo, describirlo retrospectivamente, analizarlo, etc. Voy a sugerir una definición
detallada de un marco secundario: a. Se procede a una transformación sistemática de algo que
tenia un sentido según un esquema de interpretación sin el cual el marco secundario estaría
desprovisto de significación. b. Se supone que los participantes saben y reconocen que se ha
producido una alteración sistemática que les hará definir de otro modo lo que sucede. c. El
principio y el fin de la transformación vienen marcados por índices. Por ejemplo, paréntesis
temporales que establecen estrictamente los limites. Los paréntesis espaciales indican el espacio
reservado, su extensión y sus limites. d. Las claves no están restringidas a acontecimientos que
se perciben desde una perspectiva particular. Tal y como podemos comportarnos de forma lúdica
en una actividad técnica como la carpintería, también podemos prestarnos a un ritual como el
matrimonio por placer o jugar en la nieve a ser un árbol que se cae; sin embargo, acordaremos
que los acontecimientos percibidos dentro de un esquema natural parecen menos susceptibles a
la modalización que los que se perciben dentro de un marco social. e. Para los participantes,
cualquier actividad lúdica, sea luchar o jugar a las damas, se percibe como una cosa semejante.
Si la transformación que se produce como consecuencia de la aplicación de una clave altera muy
poco la actividad en cuestión, sin embargo transforma profundamente la definición que un
participante dará de lo que pasa. Podemos poner en escena un combate o una partida de damas,
pero para los participantes lo único que pasa es un juego. La función primordial de una clave es
determinar qué es lo que sucede. En la medida en que podemos responder a la pregunta qué
sucede diciendo por ejemplo: «sólo juegan», disponemos de un punto de partida para distinguir
diferentes tipos de respuesta a esta pregunta. No podemos olvidar que ciertas acciones son
absorbentes, que hechos que se encadenan e interactúan pueden cautivarnos y transportarnos,
llevándonos a responder: «El rey Arturo ha desenvainado su espada y está presto a defender a
Ginebra», o: «La cría de nutria va a atacar a su madre», o: “Su alfil amenaza al rey" (frase que
puede ser dicha por un espectador que está a nuestro lado o, si modificamos los pronombres, a
un adversario distraído). Estas respuestas dan cuenta de la experiencia tal y como la viven las
personas en su interior. Pueden llegar tan lejos como lo permite el universo sentido de la
actividad, que podemos denominar su dominio (real). (Sólo algunos dominios pueden ser
denominados mundos; en concreto, aquellos que pueden ser considerados reales o verdaderos).
Otra posibilidad es proponer una visión de sentido común del análisis de marcos que tratamos de
elaborar. Entonces diremos: «En el libro de Scott, el personaje de Ivanhoe hace cosas muy
bizarras», «las nutrias no pelean realmente», «los hombres parecer jugar a algún juego de mesa».
Si no hay ninguna clave implicada, es decir, si se aplica un marco primario, la respuesta en los
términos de un marco también puede presentar dudas: «No, no están jugando; es una lucha real».
De hecho, cuando se desarrolla una actividad no transformada, las definiciones en términos de
marco sugieren alienación, ironía y distancia. Cuando la clave en cuestión es el juego nos
referimos a la actividad no transformada como la actividad «seria»; como veremos, no toda
actividad seria está sin transformar y no toda actividad sin transformar puede considerarse seria.
Cuando la respuesta se hace de acuerdo con el dominio más profundo de la actividad, el tiempo
juega un rol importante ya que los elementos dramáticos de la acción se desarrollan
progresivamente e implican suspenso una inquieta espera del desenlace -incluso si se trata de
una partida de damas por correspondencia-. Por el contrario cuando la respuesta se hace en
términos de marco, el tiempo parece inmovilizarse o desaparecer y la misma descripción puede
cubrir tanto un breve como un largo período de actividad, desdeñando posteriores desarrollos. El
enunciado «juegan a las damas» deja de lado todos los índices que permiten comprender la
situación de la partida de acuerdo con las posiciones estratégicas de los jugadores. Todo esto nos
conduce a la noción de realidad. Decimos que las acciones enmarcadas en términos de un marco
primario son reales o efectivas, o que suceden real o literalmente. Una clave, por ejemplo, la
puesta en escena de una acción, producirá un sentido de que lo que sucede no es ni real ni literal.
Sin embargo, diremos que la puesta en escena ha tenido realmente lugar. Una actividad no literal
se produce literalmente si se conforma al uso habitual. Los sucesos reales o efectivos son
categorías de categoría híbrida que se componen de acontecimientos percibidos en un marco
primario y acontecimientos transformados que se identifican de acuerdo con su estatus de
transformación. Podemos incluir en la misma categoría la realidad que se construye
retrospectivamente, de la que se toma consciencia cuando nuestra definición de la situación se
descubre como errónea. Pero esto es demasiado simple. En efecto, hay secuencias de acción
que incluyen una transformación pero que no son consideradas en esos términos. Nuestros ritos
de saludo incluyen a menudo preguntas sobre la salud de otro que no se entienden como
demandas reales de información. También podemos besarnos en estas ocasiones de una forma
que tiene poco que ver con el modelo sexual original. Entre hombres golpearse la espalda no
tiene nada que ver con intenciones belicosas Estas ceremonias sólo indican que dos personas se
han saludado. Un acto literal puede tener componentes figurativos que no son vistos como tales.

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