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I. DIALECTO
dialecto (Del lat. dialectus, y este del gr. διάλεκτος).
1. m. Ling. Sistema lingüístico considerado con relación al grupo de los varios derivados de
un tronco común. El español es uno de los dialectos nacidos del latín.
2. m. Ling. Sistema lingüístico derivado de otro, normalmente con una concreta limitación
geográfica, pero sin diferenciación suficiente frente a otros de origen común.
3. m. Ling. Estructura lingüística, simultánea a otra, que no alcanza la categoría social de
lengua.
De acuerdo con Coseriu (1981), la palabra “dialecto” procede del griego διαλεχτοζ, que
significa “modo de hablar” […]. Por consiguiente, en el sentido etimológico, o sea, según la
visión griega de las cosas del lenguaje –la que, por otra parte, no ha cambiado mucho en este
caso-, un “dialecto” es un modo interindividual de hablar, un “genus loquendi” [modo de hablar,
término que emplea Quintiliano al referirse a los dialectos griegos] tradicional.
[…] hay, entre “lengua” y “dialecto” diferencia de estatus histórico (real o atribuido); un
“dialecto”, sin dejar intrínsecamente una “lengua”, se considera como subordinado a otra
“lengua” de orden superior. O, dicho de otro modo, el término dialecto, en cuanto opuesto a
lengua, designa una lengua menor distinguida dentro de (o incluida en) una lengua mayor, que
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es, justamente, una lengua histórica (un “idioma”). Una lengua histórica –salvo casos
especiales- no es un modo de hablar único, sino una “familia” histórica de modos de hablar
afines e interdependientes, y los dialectos son miembros de esta familia o constituyen familias
menores dentro de la familia menor.
Para Coseriu la lengua es un sistema de isoglosas, por lo que es necesario recordar que una
isoglosa es una línea imaginaria que separa dos áreas geográficas que se distinguen por un
rasgo dialectal concreto, sea este de tipo fonológico, léxico o cualquier otro.
Así, pues, en sentido “objetivo” (por lo que designa), el término dialecto –contrariamente a la
opinión muy difundida- no significa otra cosa que el término lengua. Pero, si todo “dialecto” es
una lengua, no toda “lengua” es un dialecto.
COSERIU, EUGENIO. 1981. "Los conceptos de 'dialecto', 'nivel' y 'estilo de lengua' y el sentido propio
de la dialectología", separata de Lingüística Española Actual III / 1, ICI, Madrid.
La lengua cambia porque se está “haciendo” de manera constante y hablar es una actividad
creadora. La lengua no se impone al hablante, sino que este “dispone” de ella para concretar su
libertad expresiva. Pero todo aquello en lo que lo hablado por el hablante se aleje de los
modelos existentes en la lengua puede llamarse innovación. La aceptación de esa innovación
por parte del oyente, como modelo de ulteriores expresiones, puede llamarse adopción.
De acuerdo con Montes Giraldo (1982), dialecto es ‘variante’ la que presupone un proceso de
variación o cambio, por lo cual no es posible entrar a la teoría del dialecto sin tener en cuenta
dichas nociones. Siguiendo a Coseriu, afirma que la lengua cambia porque como instrumento
principal de la comunicación humana tiene que ajustarse siempre a las nuevas necesidades de
la vida de la sociedad y del individuo que son esencialmente móviles, cambiantes y dinámicas.
De hecho, se sabe que el habla de un individuo o idiolecto no permanece idéntica a sí misma,
pues la lengua, tanto en el plano individual como en el colectivo, es un hacerse permanente,
que si bien tiene períodos de mayor actividad, nunca cesa totalmente.
Montes Giraldo destaca la distinción entre innovación y cambio: la primera es el acto puramente
individual de un hablante que al realizar la comunicación introduce variaciones mayores o
menores en el sistema lingüístico que utiliza. La innovación se convierte en cambio si es
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adoptada por un grupo de hablantes y se hace norma válida dentro de una comunidad
lingüística dada. “Es claro que la innovación es la fuente del cambio lingüístico y que si
queremos explicarnos el mecanismo sicolingüístico del cambio es allí donde debemos buscar la
explicación. Podemos (y debemos) también pasar del análisis del mecanismo del cambio en el
habla individual al de los resultados de tal mecanismo comprobables en el sistema general de la
lengua” (Montes Giraldo, 1982: 5). Agrega el siguiente esquema:
Montes Giraldo menciona los criterios para asignar un dialecto a una lengua, aspecto
fundamental para abordar la dialectología:
• Subordinación
• Conciencia lingüística: junto con el anterior y el siguiente, forman un conjunto
interrelacionado.
• Ideal de lengua: depende del anterior
• Intercomprensión: relativo y poco útil, según Montes Giraldo, pues la intercomprensión
es siempre gradual.
• Histórico-genético
• Lingüístico-estructural
COSERIU, EUGENIO. 1978. “El problema del cambio lingüístico”. Sincronía, diacronía e historia. Madrid:
Gredos.
MONTES GIRALDO, JOSÉ JOAQUÍN.1982. Dialectología general e hispanoamericana Bogotá: Instituto Caro y
Cuervo. Lectura obligatoria, aunque sea solo el punto (h): pp. 30 a 33.
III. DIALECTOLOGÍA
Martinet sitúa la dialectología como una articulación histórica de la lingüística, es decir, como
una etapa en el desarrollo de esta ciencia. En rigor, "dialectología" no es el nombre de una
disciplina claramente circunscrita, relacionada con todos los aspectos de un objeto dado, sino
una de las articulaciones históricas de la lingüística, una reacción contra la preocupación casi
exclusiva de muchas generaciones de estudiosos con las lenguas escritas normativizadas.
Para Coseriu, la dialectología registra y estudia la variedad idiomática como tal (no reduciéndola
a la homogeneidad), y trata de sacar de la variedad misma inferencias acerca del modo como
funcionan, se constituyen y se modifican las tradiciones idiomáticas.
Montes Giraldo propone considerar la dialectología como la disciplina lingüística que estudia las
variantes y variedades de las lenguas históricas y su integración en conjuntos unitarios por
medio de la articulación de las diversas normas vigentes en cada idioma para dar cabal razón
de la estructura de los diversos (sub)sistemas lingüísticos y de la articulación dialectal de las
variadas normas en un conjunto unitario en el espacio geográfico y social la dialectología
recurre a la gramática (sistémica), a la geolingüística y a la sociología.
CONCLUSIÓN
Una lengua tan extendida geográficamente como el español conlleva distintas realizaciones y,
por ende, variedades. Es necesario recordar que, según Coseriu, las variedades lingüísticas son:
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geográficas o diatópicas, socioculturales o diastráticas, estilísticas o diafásicas y asigna el
concepto de dialecto a las variables regionales, a pesar de que la dialectología también
considera las variedades sociales, por lo cual en ciertas áreas se relaciona estrechamente con la
sociolingüística. Por ejemplo, desde el punto de vista del estrato sociocultural, el cockney,
propio del East End de Londres, zona marcadamente popular, es catalogado por los lingüistas
un dialecto dentro del inglés británico.
En el caso de España el fenómeno dialectal es complejo, pues en dicho territorio se observa una
gran variedad lingüística. El latín peninsular dio lugar al mozárabe, que desapareció, al gallego-
portugués, el leonés, el castellano, el aragonés y el catalán. El gallego-portugués, el catalán y el
castellano se constituyeron en lenguas; el leonés y el aragonés, faltos de norma y de uso
escrito, quedaron reducidos a dialectos, al tiempo que su extensión geográfica disminuyó. Este
proceso coincidió con la imposición geográfica y cultural del castellano en la mayor parte de la
península: a partir de él surgieron los dialectos meridionales (singularmente, el andaluz) y,
según la dialectología tradicional, el español de América, asunto que genera un amplio debate.
Dentro de los dialectos meridionales se menciona el extremeño, el murciano, el canario. En el
norte de España se destaca el astur-leonés pues, para Menéndez Pidal (1906) lo consideraba,
junto al castellano en sus distintas variedades, al mozárabe y el navarro-aragonés uno de los
cuatro grupos dialectales dentro de la península ibérica que contribuyen a la formación de la
lengua española moderna. Para sus hablantes, el asturiano o bable es una lengua, posee
gramática, diccionario e incluso la Academia de la Lengua Asturiana.
Lo recientemente expuesto muestra de manera muy general el fenómeno de los dialectos, por
lo cual es necesario abordar otros conceptos para comprender de forma más completa el
español americano.
RECURSOS
http://orlandclassiques.blogspot.com/2015/06/castellano-dialectos-del-espanol.html
BIBLIOGRAFÍA
En el curso presencial de Español de América I se consideran obligatorios los siguientes textos:
COSERIU, EUGENIO, 1981, "Los conceptos de 'dialecto', 'nivel' y 'estilo de lengua' y el sentido propio de la dialectología", separata
de Lingüística Española Actual III / 1, ICI, Madrid. Es un texto breve, pero muy complejo, razón por la cual se ha
incluido en este documento algunos puntos esenciales.
HOCKETT, CHARLES, 1971, Curso de Lingüística Moderna, Buenos Aires, Losada. Solo lo referido a aspectos dialectológicos
MARTINET, ANDRÉ, 1965, Elementos de Lingüística General, Madrid, Gredos, Capítulo 5, pg. 180-213. Ídem, Cap. V
MONTES GIRALDO, JOSÉ JOAQUÍN, 1982, Dialectología general e hispanoamericana, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo. Aunque todo
el capítulo es relevante, se considerará lectura obligatoria solo lo referido a los criterios.
Bibliografía complementaria
LIPSKI, JOHN M.,1994, El español de América, Madrid, Cátedra. Un capítulo de dicho texto es destacado en clase con objeto de
discutir sobre la aplicabilidad del concepto de dialecto al español de América. No suele ser parte de la bibliografía
obligatoria.