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UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN


FACULTAD DE HISTORIA, GEOGRAFÍA Y LETRAS
DEPARTAMENTO DE CASTELLANO

ASIGNATURA : ESPAÑOL DE AMÉRICA I


PROFESORA : TERESA AYALA PÉREZ

MATERIAL DE APOYO: FENÓMENOS DIALECTALES EN AMÉRICA (I)

En relación al español de América, es necesario considera que el proceso de hispanización


fue complejo por diversas razones, pero una de ellas fue la gran diversidad de lenguas que
se hablaban en este continente. El presente material de apoyo aborda algunos conceptos
necesarios para comprender de mejor forma las características del español americano.

I. LENGUAS EN CONTACTO
Toda vez que dos lenguas entran en contacto por razones de inmigración o conquista se
producen diversas consecuencias y es la dialectología la encargada de estudiarlas.

En primer lugar se mencionarán fenómenos abordados en Historia de la Lengua a propósito


de la imposición del latín en la península ibérica, pero que en esta asignatura se aplica a la
imposición del español en América.

1. Sustrato, adstrato, superestrato (DLE, XXIII Ed.)


sustrato.
8. m. Ling. Lengua extinguida por la implantación de otra en la misma área
geográfica, sobre la que ejerce, sin embargo, alguna influencia.
9. m. Ling. Influencia que ejerce una lengua extinguida sobre otra que, sin embargo,
se ha impuesto.
adstrato.
(Del lat. adstratus, part. pas. de adsternĕre).
1. m. Ling. Lengua que ejerce influjo sobre otra, con la que puede compartir la
misma área geográfica, estar en situación de contigüidad territorial o no tener
ninguna relación de vecindad.
2. m. Ling. Influencia que ejerce una lengua sobre otra, con la que puede compartir
la misma área geográfica, estar en situación de contigüidad territorial o no tener
ninguna relación de vecindad.
superestrato.
1. m. Ling. Lengua que se extiende por otro dominio lingüístico y que es abandonada
por sus hablantes en favor de la lengua originaria, sobre la que, sin embargo, ejerce
algún influjo.
2. m. Ling. Influencia que ejerce una lengua que se ha extendido por un área
geográfica distinta de la propia, en la que se habla otra lengua, a pesar de que
termina desapareciendo de ella.

Para Rafael Lapesa, las relaciones históricas y lingüisticas entre el español y los idiomas
aborígenes de América responden a las más diversas modalidades que pueden presentarse
en el contacto de lenguas o, con terminología más vieja, pero más exacta, en los conflictos
de lenguas y de cultura.

Existen fenómenos y problemas de superstrato, influjo de la lengua dominante sobre la


dominada; en nuestro caso, penetración de hispanismos en el nahua, en el zapoteco, en el
quechua, en el guaraní, etc. Hay hechos y problemas de adstrato, mutua influencia entre
lenguas coexistentes, ya por bilingüismo en determinado territorio, ya por vecindad de las
áreas respectivas; entran aquí desde el simple trasvase de elementos fonéticos,
morfosintácticos o léxicos de una lengua a otra, hasta la formación de lenguas híbridas.
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Se dan, por último, manifestaciones y problemas de substrato, influjo de una lengua


eliminada sobre la lengua eliminadora mediante supervivencia de caracteres y hábitos que
actúan de manera soterrada, a veces en estado latente durante siglos. Claro está que todo
fenómeno atribuible a la acción de un substrato ha tenido que ser en su origen fenómeno de
adstrato, por lo cual son muy borrosos los límites entre una y otra categoría. En todos los
casos se trata de hechos de transculturación. Para mayor complejidad, la situación de unas
lenguas indígenas respecto de otras no fue de paridad antes ni después de la conquista por
los españoles; los dos grandes imperios prehispánicos, el azteca y el incaico, habían
impuesto respectivamente el nahua y el quechua a pueblos sometidos que hablaban antes
otras lenguas. Junto a las lenguas generales, como conquistadores y misioneros llamaron a
las más extendidas, hubo y hay infinitas lenguas tribales que subsisten por debajo o al
margen de aquellas.

2. Pidgins y lenguas criollas


Ante la necesidad de establecer la comunicación, por ejemplo, por motivos de comercio, los
hablantes pueden recurrir a formas lingüísticas restringidas para dicho fin, las cuales suelen
tener una lengua base, pero mezclada con elementos del otro idioma. Estas formas
lingüísticas reciben el nombre de pidgins, sabires, lenguas o linguas francas o simplemente
lenguas en contacto.

Un caso concreto fue el proceso comercial entre chinos e ingleses o norteamericanos, en el


cual era necesario hacerse entender, por lo que los mercaderes anglohablantes hablarían a
menudo en una "media lengua" artificial, basándose en el falso supuesto de que así los
chinos los entenderían más fácilmente. Estos, a su vez, harían un esfuerzo igualmente
desesperado por imitar ese inglés, ya muy modificado. Transcurrido un tiempo suficiente de
ese intercambio, algunas convenciones quedaron establecidas: había surgido lo que en este
caso se conoce como sabir chino inglés, en inglés Chinese Pidgin English. La palabra inglesa
pidgin que aparece en la denominación de esta lengua —y de otras que surgieron en la
misma forma— es un préstamo del sabir chino-inglés, el cual a su vez la derivó de la palabra
inglesa business /bíznes/ 'negocio, asunto'.

Los sabires —llamados también lenguas francas y lenguas de intercambio— representan el


resultado más extremo que se conozca del proceso de préstamo. Durante la expansión
europea y el desarrollo del comercio mundial por obra de los mercaderes de ese origen,
surgieron a menudo circunstancias en las que era esencial para los europeos comunicarse
con otros que no conocían su lengua y cuya lengua ellos tampoco entendían.

La palabra española sabires originariamente lo mismo que lengua franca, uno de los
nombres con que se designa a una lengua de intercambio compuesta de elementos árabes y
románicos que se usa en el Mediterráneo; ambos nombres han servido luego para designar
a cualquier lengua de intercambio del mismo tipo. Descriptivamente, la información más
importante respecto de un sabir es que es una lengua. No obstante las circunstancia en que
se origina, un sabir -una vez que está establecido- tiene vida propia.

En el mundo se hablan muchos pidgins o sabires, sin embargo, aunque existe cierta
discusión al respecto, desde nuestra perspectiva no se presentan en Hispanoamérica,
probablemente, porque el español donde llega se impone y toma de las otras lenguas lo que
necesita para fortalecerse.
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Un sabir, por definición, no es una lengua materna de nadie: la aprenden, como segunda
lengua, personas lingüísticamente adultas. Lo mismo puede decirse de una lengua artificial.
Ambas carecen del estrato de formas y usos infantiles que se encuentran en todas las
lenguas naturales y que se transmiten de una generación infantil a la siguiente y carecen
también de las formas especiales de media lengua que usan grandes y chicos cuando éstos
aprenden a hablar.

Hay algunos casos, no obstante, en los que comunidades compuestas de individuos cuyas
lenguas maternas son distintas adoptan un sabir como lengua común y la trasmiten a sus
hijos, para los cuales es, entonces, una lengua materna.

Cuando ello ocurre no decimos ya que la lengua es un sabir, sino que la denominamos
criollo o lengua criolla. La criollización provee rápidamente al sabir de formas infantiles y
de media lengua, y esta diferencia entre un sabir y un criollo no debe subestimarse. En la
zona del Caribe hay varios ejemplos de lenguas criollas, habladas en su mayoría por los
descendientes de fugitivos esclavos negros.

Si adultos cuyas lenguas maternas son distintas llegan realmente a dominar una lengua
artificial, ésta puede convertirse en lengua criolla exactamente en la misma forma y con
resultados similares.
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En la zona del Caribe no hispánico, el papiamento, de base española y portuguesa, se habla


en las Antillas neerlandesas: Curaçao, Bonaire y Aruba. Asimismo, en Jamaica el criollo
desarrollado a partir de un pidgin que mezcla inglés con elementos africanos es llamado
patois.

Actividades:
Escuchar con atención los siguientes videos:
Patois jamaiquino: https://www.youtube.com/watch?v=mKXPuExUGJE
Papiamento de Aruba:https://www.youtube.com/watch?v=rhhibxLJ2Sc

En el caso del papiamento, se observa claramente su base portuguesa. Intente determinar


qué rasgos corresponden con la lengua lusa y si hay elementos del inglés o del español.

Es en este contexto donde, si existieran, deberían mencionarse las lenguas mixtas. Pero los
trabajos más recientes sugieren que no existen lenguas de este tipo. Aunque el criollo
francés de Haití es sumamente aberrante, debe clasificárselo como una variedad del francés
del norte y no como "lengua mixta". Por si parte, el sabir chino-inglés es un tipo extremo de
inglés, no de chino, en tanto que el sabir melanesio-inglés es también una variedad del
inglés y no de cualquiera de las muchas lenguas de Melanesia. El créole o criollo haitiano es
hablado por cerca de 10 millones de personas tiene como base lingüística con elementos
africanos, al igual que casi todos los criollos del Caribe no hispánico.
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Es importante destacar dos criollos afro-ibéricos: el papiamento, hablado en las islas


holandesas de Aruba, Bonaire y Curaçao, y el palenquero, que se habla en la villa
colombiana de Palenque de San Basilio.

Grupos aislados de origen africano en la República Dominicana, Cuba, Ecuador, Perú,


Venezuela, Trinidad, Panamá y Colombia emplean al hablar características que no aparecen
en otros dialectos españoles y que apuntan a variedades “africanizadas” del español
anteriores (Lipsky, 1996: 119).

El primer ejemplo conocido de pidgin afro-portugués aparece en el Cancioneiro geral de


Garcia de Resende, publicado en 1516. La pieza en cuestión, escrita por el oficial Fernam de
Silveria se suele fechar en 1455 (Giese, 1923; Leite de Vasconcellos, 1933; Teyssier, 1959:
228-29). El texto es un poema y contiene una imitación del habla de un rey tribal de “Sierra
Leona”:
A min rrey de negro estar Serra Lyoa,
lonje muyto terra onde viver nos,
andar carabela, tubao de Lixboa,
falar muyto novas casar pera vos.
Querer a mym logo ver-vos como vay;
leyxar molher mey, partir, muyto sinha,
porque sempre nos servyr vosso pay,
folgar muyto negro estar vos rrayhna
El palenquero es una lengua criolla que se habla en el Palenque de San Basilio, en Colombia,
departamento de Bolívar, a 50 kilómetros de Cartagena de Indias, el cual es habitado por los
descendientes de los cimarrones que se liberaron de la esclavitud, bajo el liderazgo de
Benlos Biohó, al finalizar el siglo XVI y a comienzos del siglo XVII.
Características:

Esta lengua tiene un mínimo sustrato portugués antiguo por los meses que los africanos
secuestrados tuvieron que pasar en los barcos de traficantes y una amplia base lexical
castellana, por la larga permanencia de sus descendientes en una región donde predomina
el habla hispana. El testimonio lingüístico muestra claramente que los antepasados africanos
de los hablantes de esta lengua eran mayoritariamente de origen bantú.
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Padre nuestro
(Palenquero):
Tatá suto lo ke ta riba sielo, santifikaro sendá nombre si, miní a reino sí, asé ño boluntá sí, aí
tiela kumo a sielo.
Nda suto agué pan ri to ma ría, peddona ma fata suto, asina kumo suto a se peddoná, lo ke se
fatá suto. Nu rejá sujo kaí andí tentación nu, librá suto ri má. Amén.

2.1. Afronegrismos en el español

Yo ser mandinga y estar negro taibo,


y estar garrapata vostro parente,
y vostro lenguaje yo muyto ben sabo
ser terra Guinea de marfuza gente,
no estar taiba mus muyto ployenta.
("copla" de Rodrigo de Reinoso, 1520)

Los rasgos más notables que se repiten en los fragmentos del afro-español son:
1. Errores de concordancia nombre-adjetivo y sujeto-verbo
2. Errores en el uso de preposiciones habituales
3. Pérdida incipiente de /s/ final, muy especialmente en la terminación verbal de
primera persona del plural, /-mos/, donde la /s/ es gramaticalmente irrelevante.
4. La /d/ intervocálica se escribe con frecuencia como /r/. En los dialectos afro-
hispánicos actuales no se puede pronunciar la /d/ como fricativa.
5. Se añaden vocales paragógicas al final de muchas palabras que acaban en
consonante. Ej. dioso/rioso > dios, y sioro/seoro/sinoro/siñolo/zeolo > señor.
6. Frecuente intercambio /l/ y /r/. Ej. Flancico 'Francisco', plimo 'primo.
7. En los primeros textos afro-hispánicos se aprecia nasalización intrusiva, representada
en los documentos escritos por la adición de una n (por ejemplo negro < nengro/
nengre/ nengue). Se aprecian también cuasi artículos como lan (lan botella).
8. Se aprecia en documentos la creación del verbo sar (a veces santar), mezcla de ser y
estar.

Palabras de origen africano:


• Banano / banana
• Batuque 'danza africana antaño popular en Bs. Aires y Montevideo), batucada
'ruido'
• Bolo 'pastel'
• bongó
• Bunda 'nalgas'
• Cachimbo/ cachimba 'pipa'
• Candombe (y el brasileño candomblé) 'grupo de baile afro-hispano'
• Dengue 'mojigatería' 'fiebre tropical'
• Gandul / guandul / guandú 'guisante o judía pequeña y verde'
• Marimba 'instrumento musical'
• Milonga 'tipo de expresión musical afro-rioplatense'
• Mucama 'criada'
• Ñame 'planta' (voz congolesa); en Cuba, 'persona de corta inteligencia'
• Mandinga 'pueblo y lengua de Senegal', 'demonio'

Influjo africano en la pronunciación:


• Cambio de /y/ y /č/ a /ñ/: chato > ñato; llamar > ñamar
• Lateralización de /r/ final de sílaba en Hispanoamérica
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De acuerdo con Lipsky (1996), la mayoría de los textos bozales 1 españoles de


Hispanoamérica, desde el siglo XVII hasta finales del XIX, no apuntan de modo convincente
a la existencia previa de un pidgin o criollo español panhispanoamericano uniforme. Las
características recurrentes de la lengua bozal pueden ser explicadas como evoluciones
espontáneas independientes o como errores naturales propios del aprendizaje. Lipsky
agrega que no es posible demostrar que la base del español bozal colonial la proporcionara
ningún criollo o pidgin ibero-romance estable; no obstante, existen o han desaparecido
recientemente varios criollos de base española en zonas de Hispanoamérica con poblaciones
mayoritariamente afrocamericanas.

3. Lenguas generales
Independientemente de la discusión respecto de la existencia o no de criollos con base
española, en la América hispánica colonial se produjo un hecho que tuvo incidencia en la
diversidad de lenguas, pero cuyo origen es extralingüístico: las lenguas generales.

La Corona, por lo general, recomendaba la enseñanza del castellano, pero los misioneros
veían que esto era imposible. El P. Blas Valera decía: "Si los españoles que son de ingenio
muy agudo y muy sabios en ciencias, no pueden como ellos dicen, aprender la lengua
general del Cuzco, ¿cómo se podrá hacer, que los indios no cultivados ni enseñados en letras
aprendan la lengua castellana?".

En 1551, el comisario general de Guatemala, se dirige al emperador: "Somos muy pocos


para enseñar la lengua de Castilla a indios. Ellos no quieren hablalla. Mejor seria hacer
general la mexicana, que es harto general y le tienen afición, y en ella hay escrito doctrina y
sermones y arte [gramatical] y vocabulario".

Se comienzan a enseñar las lenguas que los españoles creyeron que eran más conocidas por
los indios de las nuevas regiones; a estas lenguas se les daba el nombre de "lengua
general", y eran el náhuatl, el quechua, el chibcha y el tupí-guaraní, pero no el español.

La Real Cédula de 19 de septiembre de 1580, otorgada por Felipe II, ordena que en las
Universidades de Lima y México y en las ciudades donde había Real Audiencia se
establecieran cátedras de la "lengua general de los indios” y que los prelados de Indias
no ordenaran sacerdotes ni dieran licencia a clérigo que no supieran la "lengua general de
los indios de la provincia".

Fray Domingo de Santo Thomás, en Valladolid, ya había publicado en 1560 sus dos obras:
Lexicón o Vocabulario de la lengua general del Perú y Gramática o Arte de la lengua general
de los indios de los reinos del Perú, y fray Alonso de Molina el Arte de la Iengua mexicana y
castellana, impresa en México, en 1571. De este modo, las lenguas generales indígenas se
impusieron como superestratos en grandes extensiones territoriales.

En 1584, el náhuatl se hablaba desde Zacatecas hasta Nicaragua: se dio así el caso
paradójico que bajo la dominación española alcanzara una expansión que no había tenido en
la época de máximo esplendor del imperio azteca, y ello por obra de los misioneros
españoles.

Quechua: los españoles lo extendieron por diversas partes del Perú, alcanzando hasta el
NO. argentino (por eso se conserva hoy en la provincia de Santiago del Estero) y también
gran parte del Ecuador, S. de Colombia y Alto Amazonas.

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bozal. 1. adj. Dicho de una persona de raza negra: Recién sacada de su país. U. t. c. s. / 10. m. Cuba. Persona
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Lengua muisca o chibcha, de la meseta de Colombia, de la que en 1619 publicaba en


Madrid Fr. Bernardino de Lugo la Gramática en la lengua general del Nuevo Mundo lIamada
mosca. Se extendió a otros territorios gracias a los españoles.

El Tupí-guaraní de las misiones jesuíticas se extendió por todo el Paraguay, gran parte del
litoral rioplatense y de Río Grande del Sur y gran parte del Brasil; sin embargo, los
misioneros no abandonaron los estudios de otras lenguas menores.

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