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EL SURTIDO.
Por: Reynaldo Pérez González
Los minoristas y otras empresas de distribución utilizan la palabra «surtido»; mientras que las
empresas industriales o fabricantes usan el vocablo «gama» para referirse a la colección de
productos presentes en su catálogo comercial.
El surtido se define de acuerdo con el tipo de público al que está orientado el establecimiento.
Los objetivos básicos del surtido son satisfacer las necesidades de los consumidores y
rentabilizar al máximo el punto de venta.
ARTICULO: Versión específica de un producto que tiene una designación propia en el catálogo
del establecimiento (modelo, talla, color, etc.)
Es factible proponer una serie de etapas que permiten establecer la constitución del surtido en
función del conocimiento detallado de la demanda del mercado. Dichas etapas se comentan a
continuación.
Para lograr el doble objetivo, el surtido se suele desagregar de forma piramidal estructurado en
niveles.
Estos niveles varían con el tipo de establecimiento. Los comercios más pequeños tienen
solamente tres niveles; mientras que los grandes establecen todos los niveles que necesitan
para la gestión rentable del surtido. De forma genérica, pueden ser:
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SECTORES O DEPARTAMENTOS
SECCIONES
FAMILIAS
SUB-FAMILIAS
REFERENCIAS
3. FAMILIAS: Formada por grupos de productos que satisfacen una misma necesidad.
Leches, margarinas, yogures, quesos…
3.- PROFUNDIDAD: Es el número de referencias que componen cada familia o subfamilia, es decir, la
variedad de productos ofrecidos para satisfacer una misma necesidad. Se puede denominar al surtido,
según este criterio, profundo o poco profundo.
Una tienda especializada en imagen y sonido puede disponer de un surtido más profundo de marcas y
tamaños de televisores que una tienda de electrodomésticos que además vende frigoríficos, lavadoras,
lavavajillas y otros pequeños electrodomésticos.
Todos estos componentes del surtido únicamente pueden ser considerados en términos relativos. Si una
empresa detallista dispone de cinco líneas y quince referencias por línea, cuando su competidor más
próximo cuenta con dos líneas y cuatro referencias por línea, será difícil establecer en términos absolutos
que dicha empresa detallista tiene un surtido amplio y profundo, pero comparativamente su surtido es
más amplio y profundo que el de la competencia.
La mayoría de las formas comerciales o distintos tipos de establecimientos detallistas se caracterizan por
adoptar una de las alternativas siguientes en lo que a política de surtido se refiere:
La combinación de las tres dimensiones de la gama de productos nos ofrece cuatro estrategias
diferentes: (POLITICAS DE SURTIDO)
• SURTIDO ESTRECHO Y PROFUNDO: Pocas familias con muchas referencias, indica que es
una tienda especializada. Satisface pocas necesidades, pero con una posibilidad de elección
muy amplia de referencias.
- Es el caso de las medianas y grandes superficies especializadas o de tiendas especializadas.
Ejemplo: Pepe Ganga, Decoriente, Fedco.
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• SURTIDO ESTRECHO Y POCO PROFUNDO: Pocas familias y pocas referencias, indica un
comercio muy especializado, que incluso trabajan bajo pedido o que ofrecen productos de alto
valor económico, o pequeños almacenes especializados.
- Se cubren pocas necesidades y además con pocas alternativas de elección.
- La venta ambulante o los comerciantes de los mercados de abastos suelen trabajar con este tipo
de surtido.
Estrecho y profundo: (Pocas líneas o familias de producto y gran número de referencias por línea)
* Imagen especializada * Variedad limitada
* Amplias posibilidades para el cliente en una * Mercado limitado
Misma línea * Tráfico limitado
* Personal especializado
* Lealtad del consumidor
* Pocos clientes insatisfechos
* Menos costoso que el amplio y profundo.
Estrecho y poco profundo: (Pocas líneas o familias de producto y número reducido de referencias)
* Basada en clientes de proximidad y * Variedad de productos limitada
ocasional * Clientes insatisfechos
* Es menos costoso * Tráfico limitado
* Alta rotación de productos. * Imagen débil
* Lealtad reducida
2.-1.-1. CUANTITATIVOS:
Criterios de fácil medición ya que se aplican a través de datos objetivos, de forma que el valor, obtenido
en cada criterio para cada referencia, indica la importancia de cada referencia en el surtido.
1.- Cantidad de ventas por referencia: Generalmente cuanto más altas sean las ventas de un producto
o familia de productos, mayor será su importancia dentro del surtido.
Para realizar el análisis de las ventas se suele utilizar el método ABC que es un método de análisis en el
cual se clasifican los artículos vendidos en un establecimiento de comercio. Los artículos se clasifican en
3 grupos por orden descendente del volumen de ventas en un tiempo dado, de la siguiente manera:
• GRUPO DE CABECERA: El grupo A, que incluye una pequeña cantidad de artículos
generalmente estratégicos para el establecimiento (alrededor del 20% del conjunto de las
referencias) que representan entre el 60 y 80% de la cifra de ventas
• GRUPO INTERMEDIO: El grupo B que incluye una parte media de los artículos (Alrededor del
40% de las referencias) que representan una parte media de las ventas del negocio (Alrededor
del 15%)
• GRUPO DE COLA, el grupo C, que implica un gran número de artículos poco corrientes (El
restante 40%) que representan una pequeña parte de la cifra de ventas (Alrededor del 5%)
El método ABC es una aplicación de la regla de Pareto (o regla del 20/80) según la cual en un surtido
eficiente el 20 % de las referencias representan el 80% de las ventas del negocio.
En este sentido, cuando la estructura de ventas es demasiado concentrada (el 15 % de las
referencias constituye el 90% de la cifra de facturación) la principal explicación está en la insuficiencia
de referencias del surtido, lo que se traduce en una hiperconcentración de las ventas. Cuando por el
contrario la estructura de ventas está demasiado atomizada (el 40% de las referencias constituye el
40% de la cifra de facturación) la razón más corriente es el exceso de referencias en la subfamilia o
segmentos de mercado que tiene como consecuencia una implantación subdimensionada por
artículo. Por tanto, cuando la estructura de venta de una subfamilia de productos o segmentos de
mercado está lo más cerca posible de la curva normal admitiremos que puede mantenerse el número
de referencias con unos precios y una implantación coherentes.
Sin embargo, toda subfamilia de productos o segmentos de mercado puede tener una curva de venta
distinta a esta estructura. No obstante, es preciso introducir los correctivos convenientes.
El volumen de ventas se calcula para cada referencia multiplicando el precio de venta por las unidades
vendidas. Posteriormente se calcula el porcentaje que representa cada referencia en el volumen de
ventas y sobre la cantidad total de ventas. Ejemplo.
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REFERENCIA PRECIO PRECIO UNIDADES STOCK
DE DE VENDIDAS MEDIO
COSTE VENTA EN $
2132 4284
ANALISIS - DIAGNOSTICO
Se puede observar que las referencias más importantes son la A10-1 y la A10-2 ya que entre las dos
representan el 66% del volumen de ventas y el 75% de las unidades vendidas, la menos importante
según este criterio es la referencia A10-6.
Si se quiere comprobar la regla de Pareto (80/20), se puede ver que el 33,3% de las referencias
proporciona el 66% de los ingresos y el 75% de las unidades de venta, por tanto sería conveniente
eliminar una de las referencias que menos proporciona para acercarse convenientemente a la
especificación de productos ABC.
3.- Margen de venta: Se puede definir siempre el margen de venta, también denominado margen de
contribución, como la diferencia entre el precio de coste y el precio de venta al público, este criterio se
suele expresar en tanto por ciento. Hay que tener en cuenta que los productos más vendidos, los de
compra habitual, suelen tener un margen pequeño y los menos vendidos, los de compra esporádica,
suelen tener un gran margen. Por tanto, este criterio complementa, matizándolo, al anterior.
• Para calcular el margen de ventas para cada referencia se aplica la siguiente fórmula:
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• M= Margen de ventas
• Pv= Precio de venta
• Pc= Precio de coste
ANALISIS – DIAGNOSTICO
Se cumple la premisa de que el producto de menor margen es el producto que más se vende y el
producto con mayor margen es el que menos se vende.
Hay un caso inadecuado que es la referencia A10-5 que tiene uno de los márgenes más bajos y es el
segundo que menos se vende.
4.- Rotación: Se entiende por rotación el número de veces que hay que reponer las existencias de una
referencia en un período de tiempo concreto, por tanto, se puede hablar de rotación diaria, semanal,
mensual, etc. Para valorar la rotación se aplica el denominado coeficiente de rotación, que es la relación
existente entre el coste de las referencias y el stock medio de éstas y, que indica el número de veces que
se recupera la inversión en cada período.
• Para determinar los productos que más y menos rotan se aplica el coeficiente de rotación que
responde a la siguiente fórmula:
• Dónde
• CR= Coeficiente de Rotación
• PC= Precio de coste de las referencias vendidas.
• SM= Stock Medio en unidades monetarias.
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REFERENCIA PRECIO UNIDADES STOCK CR
DE VENDIDAS MEDIO
COSTE EN $
5.- Rentabilidad: La rentabilidad se puede definir como el rendimiento del capital invertido expresado en
tanto por ciento. Para calcular la rentabilidad de una referencia o una familia de productos se divide el
beneficio obtenido con el producto, entre su coste y se multiplica por cien.
Para lograr rentabilidad es preciso que el valor de los criterios 1,3 y 4 sea alto, un producto que tiene cifra
alta en ventas con un buen margen de ventas y un coeficiente de rotación elevado, evidentemente, será
un producto muy rentable y por tanto básico en la formación del surtido.
ANALISIS – DIAGNOSTICO
2.-1.-2. CUALITATIVOS:
Criterios de muy difícil medición ya que se basan en datos subjetivos pero que explican, de alguna
manera, los resultados de la aplicación de los criterios cualitativos, y por tanto los complementan, los
más utilizados son:
1.- Prestigio: Para mantener el prestigio del establecimiento es pr3eciso contar con unas cuantas
referencias clave que proporcionan buena imagen. Desde un punto de vista cuantitativo estas referencias
se eliminarían, con lo que se perderían ventas en los productos que son cuantitativamente rentables. Por
tanto, es preciso detectar esas referencias de calidad.
2.- Notoriedad: Se dice que un producto tiene notoriedad cuando es conocido por la mayor parte de la
clientela potencial. La notoriedad de un producto puede ser positiva, buena imagen de la marca que lo
respalda, o negativa, mala imagen de la marca.
A la hora de gestionar un surtido, el establecimiento comercial actúa sobre sus cuatro dimensiones
básicas, amplitud, profundidad, longitud y coherencia, teniendo en cuenta la influencia que ejercen
algunos factores tales como la dimensión del punto de venta, el tamaño de los productos, los objetivos de
rentabilidad y el comportamiento de la clientela, entre otros. En particular, es necesario considerar:
1. TAMAÑO DE LA TIENDA:
La superficie disponible, así como la longitud total del lineal, influyen directamente sobre las dimensiones
del surtido. Al ser fijas estas medidas de la tienda, establecen un límite al número de productos que se
pueden presentar y almacenar. Un aumento de la amplitud del surtido será siempre en detrimento de su
profundidad y viceversa.
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2. RENTABILIDAD DE LA TIENDA:
Cuanto mayor sea el número de referencia de una línea de productos, más lenta puede ser la rotación de
los inventarios. Para compensar este inconveniente el detallista, en teoría, debería aumentar sus precios
de venta. Pero, ¿qué prefiere un cliente? ¿unas posibilidades mayores de elección a precios menos
competitivos o unas posibilidades menores a precios mas bajos?
En definitiva, son múltiples los factores que determinan el surtido y de cuya interacción resulta una
imagen favorable o deseada. Como más importantes cabe mencionar la vocación del detallista, la
demanda del mercado, la mayor o menor afluencia de distintas categorías de clientes con necesidades y
hábitos propios, el entorno comercial que crea competencia para ciertos artículos y brinda oportunidades
para otros, la superficie de venta y el capital del que se dispone para inversiones fijas (mobiliario,
instalaciones) y para inventarios (importancia de la rotación).
En conclusión, la tienda debe conseguir el equilibrio entre la máxima satisfacción de la clientela, que en
caso límite deseará poder elegir entre todos los productos existentes (aunque termine comprando solo
unos pocos) y su propia rentabilidad, que podría ser más elevada si oferta un mínimo de productos.
Para conseguir este objetivo hay que llegar a una optimización tanto de la amplitud como de la
profundidad del surtido, eligiendo la composición mas adecuada en función de los objetivos de la
empresa detallista, de los factores físicos de la tienda, las características de los productos vendidos y el
tipo de clientes.