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Seminario Especializado de
Estudios Regionales
Ensayo
Bases teóricas para la construcción de la
Región de estudio: El Istmo de Tehuantepec
Oaxaca y el Litoral Costero de Chiapas como
espacio de organización de la cadena
agroindustrial de mango
Realiza
Karen Fabiola Ordóñez Trujillo
Introducción
En el presente documento se exponen los elementos teóricos revisados en el
Seminario Especializado de Estudios Regionales, y que han sido retomados para
la construcción de la región de estudio del proyecto de investigación titulado La
reconfiguración de la cadena agroindustrial de mango en el Litoral Costero de
Chiapas y el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, en el periodo 1990 – 2019.
En este sentido, se revisa primero, los conceptos que a lo largo del tiempo y
desde las diversas perspectivas analíticas se han construido sobre región, así
como las principales aportaciones, desarrollos y elementos actuales persistentes
en los estudios regionales. Posteriormente se presenta el posicionamiento teórico
sobre la que se ha construido la región de estudio ya citada, finalizando con las
características de la misma, las cuales dan cuenta de la forma de su delimitación.
Ahora bien, de acuerdo con García (2006), la tradición regional nace con los
primeras representaciones geográficas de la tierra, dadas por la Grecia y Roma
clásicas. Así, la descripción de los pueblos y lugares del mundo constituian lo que
la cultura grecolatina denominaba Geografía, y que algunos autores clásicos
llamaron corografía, término que hasta el siglo XIX fue usado para referirse a los
“estudios, enumeraciones y descripciones geográficas de parcelas concretas de la
superficie terrestre, ya fueran localidades o partes de países, paises enteros o
regiones continentales” (2006:28).
Ya a partir de 1983, según García (2006), emerge una “nueva geografía regional”
o “geografía regional reconstruida”, cuyos planteamientos distintivos frente a los
planteados por la visión clásica son los siguientes:
La consideración de la disciplina como ciencia social.
El uso de concepciones de los hechos regionales. Los elementos que
definen la especificidad regional son las relaciones sociales mediadas
influidas por el espacio particular en que se desenvuelven.
Las regiones se entienden comoestructuras y procesos que se articulan o
construyen socialmente a traves de unas instituciones.
Se parte de un contenido teórico-metodológico para despues pasar al
estudio empírico o de caso.
Se presta atención a las relaciones entre los procesos de distinta escala.
Esto es, se trata de proyectar teorías que permitan la interpretación de lo
específico y particular de cada región, en el marco de mecanismos de
escalas mas amplias, así como en profundizar en relaciones entre las
estructuras y las acciones individuales, evitando lecturas unidireccionales
Sin embargo, dentro del debate regional se concluye que es difícil llegar a
un consenso acerca del concepto del Región, aunque a partir de la discusión
académica, se encontraron ciertos puntos en común, como la necesidad de
conocer las características, elementos, procesos y patrones, así como entender
sus relaciones con los espacios que la rodean o que tienen alguna influencia sobre
ésta. No obstante, a lo largo del tiempo se ha enfatizado en la importancia de
pasar al análisis del sistema en su conjunto, considerando las interrelaciones y la
dinámica que conforma a la región como un proceso sujeto al cambio constante.
En este sentido, Palacios (1983), agrupa las principales contribuciones al
estudio del concepto de región en dos grupos: el primero, en donde se incluyen
todas las formulaciones denominadas convencionales, cuyo rasgo característico
es el de hacer abstracción de toda consideración histórico-social y así postular
conceptos que se pretende sean universales. El segundo, agrupa a aquellas
contribuciones cuyo punto de partida es el reconocimiento de la vigencia de un
sistema social históricamente determinado, el cual da origen a toda concepción
regional en la medida en que sostiene que la ocupación de un territorio está
condicionada por el tipo de relaciones sociales prevalecientes entre los grupos
humanos que se asientan en determinadas partes del territorio.
Por su parte, la Costa de Chiapas, al igual que el Istmo, tiene una ubicación
geográfica estratégica, ya que es la vía de acceso hacia el estado de Chiapas y
demás regiones dentro del mismo. Sin embargo, la transformación de los medios
de transporte, junto a otros factores, representó un elemento importante en la
reconfiguración de diversas cadenas productivas existentes en esta microrregión,
entre ellas, la cadena agroindustrial de mango.
De acuerdo con Lorenzana (2013), Molina (2016) y Bassols (en Fletes,
2008), en el periodo que va del año 1910 hasta 1960, el principal medio de
transporte que conectaba al estado de Chiapas con el resto del país era el
ferroviario, teniendo éste como sus principales estaciones ferroviarias de conexión
a los municipios de Arriaga y Tonalá.
Por ello, durante dicho periodo, ambos municipios tuvieron un gran auge
económico y, principalmente Arriaga, se convirtió en el nodo central para la
movilización de mercancías que salían y entraban al centro del estado, siendo el
lugar de asentamiento de grandes empresas, principalmente, distribuidoras de
productos primarios, así como en el destino de comerciantes, agricultores y
población de distintos orígenes.
De acuerdo con Molina (2016), para el año 1970 ya era muy clara la
deficiencia del servicio ferroviario, por lo que dejó de ser el medio de transporte
idóneo para el flujo de mercancías, entre ellos, el ganado en pie. Así, uno de los
sectores productivos más afectados en estos municipios fue la ganadería, cuyos
costos de producción se elevaron al pasar ─para fines comerciales─ de un medio
de transporte más barato como el férreo (en donde se transportaban grandes
cantidades de ganado y alimento a menor costo), a uno más oneroso (Ordóñez,
2018).
Bibliografía
DAMIÁN, Araceli (1988). “Conformación histórica de la región del Soconusco,
Chiapas”. Estudios Fronterizos, año VI, vol. VII, núm. 17, septiembre-
diciembre, pp. 61-80.
INFANTE, F.; Quilantán, J.; Rocha, F.; Esquinca, H.; Castillo, A.; Ibarra Núñez, G.
y Palacio V. (2011). “Mango Ataulfo: Orgullo chiapaneco”. CONABIO.
Biodiversitas, 96:1-5.