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Arnaldo Platas Martínez

Una aproximación al Estado de Derecho de Luigi Ferrajoli

Arnaldo Platas Martínez *

RESUMEN: El Estado de Derecho es uno ABSTRACT: The rule of law is one of the
de los temas centrales en el análisis de la central subjects in the analysis of modern
problemática de la sociedad moderna. Es society’s problems. Because of this, the
por ello que el debate sobre la definición, debate about the definition, reach and limits
alcance y límites del derecho se ha of the law has turned into one of the most
convertido en una de las cuestiones más important matters in the field of Law
importantes en el campo de la Filosofía del Philosophy, with it, one of the most
Derecho, con ello, uno de los autores de respected authors in the field of respective
mayor prestigio en el ámbito de la discipline is Luigi Ferrajoli, who following
disciplina respectiva es Luigi Ferrajoli, some of the important ideas of his teacher
quien siguiendo algunas de las ideas de Norberto Bobbio, constructs the concept of
importancia de su maestro Norberto rule of Law linked to the birth of Legislative
Bobbio construye el concepto de Estado de State and its ulterior development in the
Derecho unido al nacimiento del Estado Constitutional State of Law. However, in it
legislativo y su desarrollo ulterior en el exist some inconvenients that need to be
Estado Constitucional de Derecho. Sin revised with greater profusion.
embargo, en tal propuesta existen algunos
inconvenientes que se hace necesario Key words: Rule of Law, Constitutional
revisar con mayor profusión. State of Law.

Palabras claves: Estado de Derecho,


Estado Constitucional de Derecho

SUMARIO: I. Introducción, II. Estado de Derecho, III. Algunas ideas generales.


Bibliografía

                                                            

* Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Veracruzana


Arnaldo Platas Martínez

I. Introducción

En la actualidad son tres las órbitas gravitatorias de la Teoría del Derecho. La


primera, sustentada en las tesis de la argumentación, que deriva de las
afirmaciones de la teoría del discurso habermasiano, y cuyo principal exponente
es Robert Alexy, la segunda, de fuerte corte analítico, pragmático y holístico tiene
como cabeza principal a Ronald Dworkin, y la tercera, que representa a toda la
tradición centroeuropea, y que rescata la Escuela de Turín y la conformación de
una estructura lógica de los derechos humanos, y cuya guía principal se encuentra
en Luigi Ferrajoli. De éstas tres vertientes pueden derivarse todos los demás
movimientos que tienen más o menos contactos con las tres anteriores, o en su
caso, resultan de mixturas que en ocasiones no son muy congruentes como
posturas de lo jurídico.

En el presente ensayo me habré de permitir hacer algunos trazos más o menos


generales sobre la tesis de mayor relevancia de lo que en los últimos años se ha
llamado por la doctrina “garantismo” 1 y su vinculación con el llamado Estado de
Derecho desde la perspectiva neoconstitucional, como al autor italiano le agrada
llamarla. De esta manera, la postura de Ferrajoli se encuentra ubicada dentro de
tres grandes contextos de la filosofía jurídica contemporánea. El primero de ellos es
en el espacio del liberalismo político, propio de la tradición centro europea que ha
prevalecido después de la Segunda Guerra Mundial; el segundo, se refiere a la
tradición analítica propia de su maestro Norberto Bobbio y que indica algunas
características significativas a lo largo de sus primeras obras, principalmente en las
ideas del análisis normativo y los efectos de éste en la tradición que conlleva
directamente a las diferentes formas de interpretar la norma de derecho; y por
último, el contexto que se refiere principalmente a la tradición democrática propia
de los Estados liberales y que tienen que ver directamente con la asunción de los
derechos de los sujetos que viven al interior de cada Estado, y la defensa de los
mismos no solamente a través de los mecanismos tradicionales, sino la
                                                            

1 Ferrajoli, en opinión de Marina Gascón Abellán, utiliza el término garantismo en tres grandes
acepciones. En primer lugar hace una referencia a un modelo de Derecho, o para ser más exactos,
un sistema jurídico, al que se le denomina, el modelo constitucional de Estado de Derecho; en
segundo lugar, se refiere a una tendencia dentro de la teoría del derecho, que tiene que ver más con
las escuelas críticas del Derecho, que nacieron a partir de las ideas de Marx, Freud, Adorno y
Lakatos, al que le denomina positivismo jurídico crítico, como una reacción en contra del
positivismo formal de Kelsen, o en su caso, del positivismo clásico o dogmático. Y en tercer lugar,
se refiere a una ética política, que tiene implicaciones en el reconocimiento, respeto y protección de
los derechos, en el sentido más extenso de los mismos. GASCÓN ABELLÁN, Marina, “La Teoría
General del Garantismo: rasgos principales”, en Garantismo, Estudios sobre el pensamiento jurídico de
Luigi Ferrajoli, IIJ, UNAM, Ed. Trotta, Madrid, 2005, P.21-22.


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incorporación de muchos instrumentos de carácter internacional que han


permitido crear todo un sistema jurídico alrededor no únicamente del Estado, sino
también de los organismos supraestatales, que tiene como antecedente necesario a
la propia entidad que emerge a finales del siglo XVII.

II. Estado de Derecho

Bajo las premisas anteriormente analizadas podemos elaborar una reconstrucción


de lo que para Ferrajoli constituye el Estado de Derecho en el mundo moderno. Por
ello es necesario hacer algunas precisiones para entender el significado correcto de
lo que desea expresar Ferrajoli como Estado de Derecho, no solamente como una
expresión normativa, sino de manera muy importantemente normativa, lo cual
tiene algunas implicaciones importantes en la concepción propia del derecho y las
derivaciones de contacto con la sociedad.

Uno de los primeros puntos a analizar es el sentido multidisciplinario con


que arropa Ferrajoli al concepto de Estado de Derecho. Esto, viene a significar un
cambio drástico en la concepción contemporánea del mismo, no solamente en el
sentido de ser un vínculo obligado como parte de la norma creada por medio de la
ley, sino también de la lógica del derecho en cuanto a su interpretación, puesto que
se extiende hacia otras disciplinas que tradicionalmente los juristas han dejado al
margen. En esa situación, en consecuencia, aparece una deformación al positivismo
tradicional el cual ve al derecho no solamente como un objeto de la norma, sino
que es al final de cuentas el único objeto posible que pueda demostrar la realidad
de lo que son los enunciados jurídicos.

También hay modificaciones sustanciales al positivismo que arranca a finales


del siglo XIX. Solamente me habré de concretar a enumerar dos características que
son muy sintomáticas de esta diferenciación. La primera de ellas está en la idea de
que el objeto de lo jurídico no solamente se conforma con las normas, aunque si
bien es un elemento importante, hay otras expresiones de lo jurídico que se
encuentran al interior de la sociedad y que los intérpretes de las normas deben
tener cuidado de incorporarlas, no solamente como un proceso judicial sino
también como un mecanismo legislativo. En este caso, son particularmente
importantes las condiciones en las que se mueve el objeto jurídico no aislado en un
esquema estático, sino de manera muy importante como un objeto relacional
propio de una sociedad en constante cambio. Lo que implica reconocer la serie de
críticas fuertes que se hicieron desde la perspectiva del realismo norteamericano.

Para Ferrajoli el Estado de Derecho nace dentro del esquema tradicional del
Estado legislativo; y es una consecuencia necesaria de la afirmación del principio

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de legalidad, que en ese momento justificaba la presencia del Estado con un solo
criterio de existencia y de legitimidad, no solamente como producto histórico, sino
adicionalmente dentro de la lógica del derecho natural que en esos momentos se
desarrollaba con mayor vigor.

Así, para Ferrajoli 2 el Estado de Derecho ha atravesado tres grandes


momentos históricos, a partir de la inclusión del liberalismo como doctrina no
solamente capaz de explicar la realidad racional del hombre, sino
fundamentalmente, con la instauración del Estado de Derecho como fórmulas de
control y ejercicio del poder. Dichos momentos, pueden ubicarse dentro de un
esquema que va desde el modelo paleoiuspositivista, el neoiuspositivista y un
tercer modelo el que irrumpe con el sistema de visión mundial del mundo, o mejor
conocido como globalización 3 en el terreno de la economía. A estos tres modelos
les otorga características no solamente en cuanto a la naturaleza del modelo en
cuestión relacionado con la sociedad en que se vive, sino fundamentalmente en lo
que respecta a la manera de legitimación y de ejercicio de ese poder. En
consecuencia, el primero de ellos es decir, el paleoiuspositivista implica en base
con el nacimiento del Estado moderno y su ejercicio está fundado en el monopolio
de la creación de la norma jurídica. En tanto que el segundo, el neoiuspositivista
aparece después de la segunda guerra mundial, como consecuencia de las crisis de
legalidad que se dieron a lo largo de los años de la guerra, y tiene su punto de
inclusión y además legitimación en los controles constitucionales, y además, una
fuerte intervención del poder judicial como el mecanismo idóneo para resolver el
principio de supremacía constitucional, por encima del principio de legalidad, y
que está referenciado en función de la observancia de los derechos de los
individuos, independientemente de que sean garantías individuales o derechos
humanos, y que son asumidos por el Estado Constitucional de Derecho como
fórmula de legitimación del mismo.

El tercer modelo, se encuentra en un momento de diseño por el propio autor


italiano, y en este caso, lo que hace es llevar a cabo un ejercicio a través del cual es
posible una inserción del constitucionalismo de derecho privado, sino a su vez,
una intervención mayoritaria de organismos internacionales que permitan la

                                                            

2 FERRAJOLI, Luigi, Garantismo. Una discusión sobre Derecho y Democracia, Ed. Trotta, Madrid, 2006,
p. 97.
3 Se debe tener en cuenta que el concepto de globalización no es un término jurídico en el sentido

estricto de la palabra, sino que obedece de manera general al campo de la economía, donde las
características del desarrollo industrial, la expansión de los servicios y la gran capacidad de las
tecnologías de información han hecho reducir los espacios y las distancias para el intercambio de
productos.

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defensa de los derechos de los individuos, sin el menoscabo total de las propias
garantías reconocidas por los Estados.

Los tres paradigmas anteriormente enunciados no solamente explican una


situación del Estado de derecho prevaleciente, sino que además se encuentran
vinculados a determinadas orientaciones teóricas. En otras palabras, el paradigma
no es solamente exclusivo para explicar y justificar al Estado, sino también a las
formas de concepción, desarrollo, interpretación, aplicación del sistema jurídico a
los esquemas y en un momento dado se convierten en técnicas metodológicas y
sistémicas del derecho. De esta forma, nos encontramos con que hay cambios en la
naturaleza y estructura del derecho, en la naturaleza de la ciencia del derecho y en
la naturaleza de la jurisdicción. Estas tres visiones o paradigmas de lo jurídico, no
solamente son consecuencia del modelo constitucional que en el momento se
desarrolle, sino también implican una serie de relaciones directas y de intersección
de los tres modelos, y a su vez legitiman al Estado de Derecho de que se trata.

III. Algunas ideas generales

Hay en los tres modelos de Estado elementos importantes que rescatar, puesto que
intentan hacer una justificación no solamente en la norma, sino adicionalmente de
una serie de elementos que nos permitan explicar de manera congruente y racional
la función del derecho al interior de la sociedad, y en el caso del último, fuera del
ámbito del propio Estado. Y entre esos elementos podemos encontrar en primer
lugar los desplazamientos que sufre el poder legislativo en su función
legitimadora, y que la asume en el Estado Constitucional de Derecho el poder
judicial, como una fórmula de hacer de los derechos un esquema funcional de la
legitimación que trae consigo la democracia. Por tanto, la interpretación de lo
jurídico ya no está fundada necesariamente en la norma, sino en una serie de
argumentaciones, que muchas veces escapan del propio control normativo y que se
encuentran dentro de la racionalidad jurisdiccional, lo que lía al nuevo modelo de
ciencia jurídica exigida en ese paradigma.

Una segunda consecuencia que se debe tener en cuenta es la relativa a la


coexistencia de los modelos en cuestión. Si bien es cierto que los paradigmas
cambian radicalmente de un momento a otro, debido a las razones antes
apuntadas, también es cierto que se debe tener en perspectiva, en los modelos de
ciencia jurídica, que la misma no modifica, necesariamente, las lógicas de los
sujetos, o de los operadores fácticos del derecho, lo que en algunas ocasiones hace
imposible que ese Estado de Derecho se desarrolle adecuadamente al canon
establecido por el paradigma. Este es uno de los puntos en cuestión que ha sido
discutido con profusión en los últimos meses respecto de la tesis de Ferrajoli. El

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planteamiento del modelo no solamente es importante, sino que toma en cuenta


muchos de los factores de cambio que en el mundo occidental han operado. Sin
embargo, uno de los puntos de interés en la polémica es el propio cambio de los
operadores jurídicos que se quedan en el viejo planteamiento del Estado
legislativo, y que no tienen la capacidad de estructurar su argumentación, si es que
la hay, alrededor de los derechos humanos.

Si a esto le agregamos las reglas de los sistemas de protección de garantías


que se encuentran cerradas, muchas veces imposibilitando la argumentación de lo
jurídico, entonces estaremos en presencia de una serie de elementos que
imposibilitan la legitimación de ese Estado Constitucional de Derecho, pero a su
vez hacen que ese Estado se mantenga en una especie de neutralidad de lo jurídico,
que lo hace doblemente peligroso, ya que las normas de derecho se desvanecen
completamente al no definirse por ninguno de los paradigmas apuntados.

En conclusión, puedo decir que, al final de cuentas el modelo de Ferrajoli


resulta importante para explicar al Estado Constitucional de derecho bajo ópticas
diferentes al del monismo legislativo que ha imperado en los últimos años. Lo que
es necesario atender es intentar hacer una Ciencia del Derecho mucho más
independiente a los procesos normativos y que permita, a su vez, a los operadores
fácticos involucrarse en los nuevos paradigmas jurídicos.

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Bibliografía

ATIENZA, Manuel y FERRAJOLI, Luigi, Jurisdicción y Argumentación en el


Estado de Derecho, Ed. Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, México, 2005.

CARBONELL, Miguel y SALAZAR, Pedro, Garantismo. Estudios sobre el


pensamiento jurídico de Luigi Ferrajoli, Ed. Trotta, Madrid, 2005.

FERRAJOLI, Luigi, et al., Los fundamentos de los derechos fundamentales, Ed.


Trotta, Madrid, 2001.

__________, “Sobre los derechos Fundamentales”, Cuestiones Constitucionales,


núm. 15, Ed. Instituto de investigaciones Jurídicas, UNAM, México, julio-
diciembre de 2006.

__________, Epistemología Jurídica y Garantismo, Ed. Fontamara, México, 2006.

__________, Garantismo. Una discusión sobre derecho y democracia, Ed. Trotta,


Madrid, 2006.

__________, “Más allá de la soberanía y la ciudadanía: un constitucionalismo


global”, Isonomía, núm. 9, México, octubre 1998.

GASCÓN ABELLÁN, Marina, “La Teoría General del Garantismo: rasgos


principales”, en CARBONELL, Miguel y SALAZAR, Pedro, coordinadores,
Garantismo, Estudios sobre el pensamiento jurídico de Luigi Ferrajoli, IIJ UNAM, Ed.
Trotta, Madrid, 2005.

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