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ÍNDICE:
Introducción: La crisis del positivismo jurídico
En este nuevo marco temático de la Filosofía del derecho, además de los problemas
tradicionales, la Filosofía del derecho contempla:
1. La moral.
2. La política.
3. La informática.
4. La biomedicina.
5. La sociología.
1
De esta crítica nace el post-positivismo.
2
El debate contemporáneo ha cuestionado los dos soportes sobre los que se sustentaba el
positivismo jurídico:
B. Por otro lado, al mundo de los hechos. Transformación social. Cada vez van más rápido.
Siendo el primero austriaco y el segundo escocés, en 1985 publicaron su obra conjunta en alemán,
“Fundamentos del positivismo jurídico institucionalista”, puesto que este idioma tiene una capacidad
de crear criterios y conceptos mucho más amplia que otras lenguas como el inglés. No obstante, en
1986 se editó también en lengua inglesa, dotando a su tesis de una mayor penetración.
Aunque estos autores tenían raíces distintas y ámbitos de formación diversos, la premisa de la
TEORÍA NEOINSTITUCIONALISTA de Neil MacCormick y Ota Weinberger está constituida por el
reconocimiento de la inadecuación del modelo iuspositivista, en la medida en que se sirve de
nociones “ideales” (idealización de la norma) ajenas al ser, con lo que se pierde de vista el hecho de
que el Derecho se encuentra profundamente inmerso en la realidad.
3
- Hechos institucionales (institutional facts). Son el resultado de la intervención y de la
creatividad humana. Están dotados de una dimensión y dignidad ontológica propia de la que
carecen los brutos.
La idea que se deja entrever es que no hay creatividad sin un fondo institucional. Los hechos
institucionales existen solo por acuerdo humano y proponen la existencia de determinadas
instituciones, que son, a su vez, un sistema cerrado de reglas.
Po su parte, lo que nos permite distinguir a las normas jurídicas, dentro del amplísimo conjunto de
los hechos institucionales es que:
Por lo que concierne a R.M. DWORKIN (1931), el sucesor de Herbert Hart en la cátedra de Filosofía
del Derecho de la Universidad de Oxford, en su alegato contra la tesis hartiana de separación entre
el Derecho y la Moral, sostiene que:
Los ordenamientos jurídicos no se componen tan solo de estructuras normativas, ya que
comprenden, junto a las normas en sentido estricto, LOS PRINCIPIOS, que van más allá del Derecho
establecido, en cuanto se refieren a:
o Los FINES (como el bienestar público).
o Los VALORES (como los derechos individuales).
Los principios jurídicos representan unas prescripciones genéricas, que constituyen una exigencia
de:
1) Justicia.
2) Imparcialidad.
3) Corrección.
4) Cualquier otra dimensión de la moralidad.
Por tanto, Dworkin incorpora la moralidad a la cuestión del positivismo y sostiene que los
principios son parte del derecho.
Considera el Derecho como una práctica social, integrada por un conjunto de reglas y de valores,
que dichas reglas deben desarrollar.
Los principios jurídicos son:
o Realidades distintas de las normas, pero complementarias.
o Son válidos en cuanto se corresponden con exigencias morales sentidas en un período
particular.
o Pueden modificarse con el transcurso del tiempo.
o Poseen la dimensión de la importancia respectiva (las reglas no la tienen). Cuando se solapan
varios principios, se resuelve considerando la importancia relativa de cada uno de los
principios concurrentes. Es lo que se llama la ley de la ponderación.
4
Mientras que una regla o norma en sentido estricto se aplica por subsunción, los principios se
aplican mediante la ponderación de su valor relativo al caso. Los tribunales se ven obligados a
recurrir a los principios para resolver los llamados “casos difíciles o dudosos”, en los que no resulta
posible aplicar una norma sin cometer al hacerlo una injusticia.
Con la finalidad de ilustrar el papel de los principios jurídicos, Dworkin utiliza como ejemplo la
siguiente sentencia:
CAUSA RIGGS VS. PALMER, SUSTANCIADA ANTE EL TRIBUNAL DE APELACIÓN DEL ESTADO
DE NUEVA YORK EL AÑO 1889
Cuestión planteada. Se trataba de decidir si Elmer Palmer tenía derecho a recibir la herencia que
le había asignado su abuelo Franz Palmer, a quien había asesinado mediante veneno, siete años
antes, con la finalidad de heredarle. Las leyes del Estado de Nueva York no contemplaban el
homicidio entre las causas de exclusión de la herencia.
Resultado. El tribunal decidió por mayoría (de 5 frente a 2), yendo de este modo más allá de lo
dispuesto por el Derecho positivo de sucesiones, desestimar la pretensión de Elmer Palmer.
Jueces:
o El Juez Earl, que actuó como ponente de la decisión de la sala, reconoció que, si las leyes
testamentarias se interpretaran de manera literal, sin modificaciones, atribuirán esos bienes
en propiedad al asesino.
Argumentó que los legisladores de Nueva York que regularon el testamento no pretendían
que los asesinos pudieran llegar a heredar los bienes de sus víctimas y, por tanto, no puede
producirse dicha consecuencia.
“La vigencia y efectos de todas las leyes y de todos los contratos es preciso contrastarlos a la
luz de las máximas generales y fundamentales del COMMON LAW. Nadie tiene derecho a
obtener beneficio de su propio fraude/delito”.
o Por el contrario, el voto particular disidente del Juez Gray, se basaba en una interpretación
literal de la norma testamentaria que consideraba clara (“IN CLARIS NON FIT
INTERPRETATIO”). Señaló que los tribunales no pueden inaplicarla ya que “estamos
limitados por las rígidas reglas jurídicas”.
Cuestiones:
5
NORMAS Y PRINCIPIOS JURÍDICOS
A pesar de las diferencias, las normas en sentido estricto y los principios jurídicos tienen una
fisonomía común en el ámbito de la decisión judicial. Ambos establecen derechos y obligaciones en
orden a la decisión de la controversia. Al juez le corresponde identificarlos, de tal manera que
cuando resuelve no asume una función creadora de derecho.
Dworkin reconoce que “toda teoría del derecho debe ser un ejercicio de teoría moral y política
normativa”. Este punto de vista le orienta a “asumir la idea de que la interpretación posee mayor
relevancia para la teoría jurídica de la que se le había atribuido hasta entonces”.
Con el tiempo, el momento interpretativo terminaría por convertirse en el motivo dominante de la
construcción doctrinal de Dworkin, quien construye una TEORÍA DEL DERECHO como
INTERPRETACIÓN E INTEGRIDAD, en el sentido de que el Derecho se concibe como una actividad
compleja de interpretación, que no por ello se abandona en manos del arbitrio o de la
discrecionalidad de los jueces y magistrados, sino que se encuentra firmemente vinculada a los
principios jurídicos.
La interpretación e integridad hacen referencia a la completitud y coherencia, ya que el Derecho
debe dar respuesta a los conflictos que se plantean los jueces.
“Las teorías generales del Derecho son interpretaciones generales de nuestra propia práctica
judicial”.
Con Dworkin hemos visto la importancia de la interpretación para la teoría jurídica, pero los jueces
no pueden asumir una función creadora de derecho y deben atenerse a los principios jurídicos.
Mª DOLORES VILA-CORO en su obra “La vida en la encrucijada”, nos aporta un
caso sobre la distinción entre Equidad y arbitrariedad.
“En la equidad el juez evita la aplicación fría de la ley en un caso concreto que de otro
modo puede implicar una situación injusta. La equidad para CICERÓN consiste en
interpretar de modo correcto la ley”.
Para ello trae a colación a RECASENS SITGES quien manifiesta que el mandato arbitrario supone
la ruptura de uno de los fines del Derecho, que es la seguridad jurídica.
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Desde el comienzo de los años 60 y hasta el fin de los años 70 tuvo lugar en Alemania un debate
intenso, que se hizo famoso bajo el título de “Rehabilitación de la Filosofía Práctica”. Este
movimiento, a partir de la relectura de ARISTÓTELES (384-322 A. C) y de INMANUEL KANT (1748-
1804), intentó fundamentar una concepción del Derecho y de la Política de base “renovadamente
normativa”, y se propuso recuperar los grandes problemas éticos, económicos, jurídicos y políticos
de la acción humana.
El interés por la Filosofía práctica dio lugar a la llamada polémica del positivismo en la sociología
alemana, que se materializó en el “Congreso de TÜBINGEN”, celebrado en 1961, donde se
evidenció el enfrentamiento entre:
- La justicia.
- Los derechos del hombre.
- La imparcialidad o neutralidad del Estado.
Temas que hoy se enriquecen con:
- Los derechos de las minorías culturales.
- El derecho medioambiental.
- Los derechos del nasciturus.
- La eutanasia.
- Los derechos de los animales.
LA SITUACIÓN EN ITALIA:
El positivismo jurídico se había desarrollado en las décadas de los 50 y 60 de forma
sustancialmente unitaria. Sin embargo, entra en crisis a finales de los años 60, a través
del “fecundo encuentro entre la Filosofía analítica 4 y la Teoría Pura del Derecho5 de HANS
KELSEN (1881-1973)”.
El positivismo jurídico como corriente doctrinal, a pesar de que se encuentra sometido a fuertes
críticas desde entonces, continúa constituyendo un importante punto de referencia para bastantes
estudiosos, especialmente para GIACOMO GAVAZZI y ALFONSO CATANIA.
2 Holístico = del todo o que considera algo como un todo. Concepción basada en la integración total y global
frente a un concepto o situación.
3De Karl Popper. La ciencia es racional y por tanto nuestras creencias se someten a la crítica y pueden ser
reemplazadas.
4Se desarrolló principalmente en el mundo anglosajón y debe su nombre al énfasis que puso en el análisis
del lenguaje.
5La idea subyacente en la Teoría Pura del Derecho es la autonomización del Derecho de la Política, Sociología,
Moral e Ideología. "Al descartar todo juicio de valor ético o político, la Teoría del Derecho se convierte en un
análisis lo más exacto posible de la estructura del derecho positivo”.
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AUTORES ITALIANOS:
2) Alfonso CATANIA (1945). Positivista. Considera que para la efectividad del Derecho debe ser
tenido en cuenta el comportamiento real de los hombres.
Señala que por positivismo jurídico pueden entenderse tres cosas que deben ser diferenciadas:
Hay que tener en cuenta esta distinción a la hora de criticar al positivismo jurídico, ya que no es
posible realizar una crítica genérica indiscriminada del mismo como un todo.
En todo caso, Bobbio identifica el positivismo como modo de aproximarse al estudio
del Derecho, lo acepta plenamente como método.
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En conclusión, de los tres aspectos que pueden diferenciarse en el positivismo jurídico:
a) Bobbio está dispuesto a aceptar totalmente el método, es decir, el positivismo como enfoque
metódico.
b) Por lo que respecta a la Teoría, la acepta en sentido amplio, cuyos postulados básicos
serían:
a. Considerar a la coacción como un elemento central y típico del Derecho.
b. Entender que la ley es la fuente prioritaria del Derecho.
c. Concebir a la norma jurídica como la expresión de un mandato.
A partir de los años setenta, Norberto Bobbio se acerca a una “Teoría del Derecho de tipo
Funcional” ya que el análisis de la estructura jurídica había descuidado el análisis de las
Funciones.
El Derecho es, respecto al sistema social considerado en su complejidad, un subsistema que está
situado junto a distintos subsistemas (económico, cultural, político), y lo que le distingue de estos
otros es precisamente la función característica que desarrolla.
Por tanto, la característica del Derecho es su Función. La Teoría Funcionalista del derecho se sitúa
junto a la estructura (teoría jurídica estructural) y esta transición se produce gracias a la sociología.
Bobbio terminó admitiendo que la “Teoría política debe limitar e integrar la Teoría del Derecho”. No
solo porque el generador del Derecho sea el político sino porque también influye que el Derecho
Junto a la sanción negativa (la pena, el resarcimiento del daño) aparece un nuevo instrumento
para guiar la conducta: la sanción positiva (premios e incentivos).
A partir de aquí no solo deben estudiarse los elementos estructurales sino, también, la dimensión
funcional del Derecho (lo que ya proponía GAVAZZI).
Según Scarpelli, el positivismo jurídico comporta una toma de posición política general a favor del
Derecho de Estado moderno. Esto es favorable a una técnica particular de formación de la expresión
de voluntad política, técnica por la cual la voluntad política se forma a través de procedimientos
regulados por normas positivas de estructura, y se expone en normas generales (por sus
destinatarios) y abstractas (por su formulación).
Scarpelli sostiene que el iuspositivismo “es una de las caras de la técnica política que pretende
realizar el control social mediante la producción reglada de normas generales y abstractas”, técnica
política que es característica del Estado moderno.
Igual que en el caso del Bobbio, en los años siguientes, llamados del post-positivismo, madura su
pensamiento reflejado en su obra “La Ética sin verdad” inspirada en el principio de “la gran
división” (Great División) entre lo Prescriptivo y lo Descriptivo. Se establece la separación
(imposibilidad de sacar una conclusión normativa a no ser que provenga de una premisa mayor
normativa) entre:
- Los juicios de existencia.
- Los juicios de valor.
En “La Ética sin verdad” sostiene que las proposiciones prescriptivas no son ni verdaderas ni falsas
y, por tanto, no pueden ser sometidas a juicio de verdad o falsedad, tan solo a criterios de
justificación.
Fue en este mismo período cuando Scarpelli comenzó a abordar las cuestiones de bioética desde
una perspectiva laica.
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CAPÍTULO I: LA APERTURA DE LA FILOSOFÍA DEL DERECHO A LOS
VALORES ÉTICOS- POLÍTICOS
En la introducción vimos que la crisis del positivismo jurídico contemporáneo ha producido dos
importantes efectos:
1. La superación de la tesis de la rígida separación entre el Derecho y la moral.
2. La apertura del debate filosófico-jurídico a la toma en consideración de los valores ético-
políticos. Dicha apertura ha tenido dos corrientes:
a. La llamada “Teoría constitucionalista”, “neoconstitucionalista” o “principalista del
Derecho”.
b. La nueva Teoría del Derecho Natural o Neoiusnaturalismo.
1. TEORÍA CONSTITUCIONALISTA
1.- La individualización del constitucionalismo como una específica Teoría del Derecho, 2.- su
contraposición al legalismo y 3.- la consideración de ambas como las dos concepciones básicas del
sistema jurídico, constituyen los postulados de ROBERT ALEXY Y RALF DREIER.
La Teoría constitucionalista encontró apoyo en Alexy y Dreider a finales de los 80 tras el debate
surgido en la República Federal Alemana sobre el papel de su Tribunal Constitucional, a raíz del
CASO “LÜTH” (1958)7.
En el curso de dicho debate, las teorías legalistas han desarrollado un discurso propio del
iuspositivismo tradicional. En contraste con ello, el aspecto principal de las teorías
constitucionalistas se basa en reconocer la “complejidad” de la estructura normativa de los Estados
Constitucionales Democráticos tras la segunda postguerra mundial.
7En los años 50 en Hamburgo (Alemania), Eric Lüth publicó una carta abierta en un periódico
alemán pidiendo a la sociedad alemana que no asistiera a la emisión de una película, al igual que
pidió a los cines de dicho país la no inclusión de esta película en la programación de sus sesiones
cinematográficas, debido a que su autor, Veit Harlan, fue un claro colaborador del nacismo.
Tal incitación al boicot provocó que Harlan demandase a Lüth. En primera instancia Lüth fue
condenado por boicot, ya que Harlan tenía derecho a producir y distribuir la película siempre que
estuviera dentro de los límites de la ley. Tras recurrir la sentencia, El Tribunal Constitucional
Federal alemán dictó una sentencia de gran relevancia para el neoconstitucionalismo europeo.
Señaló que:
Los derechos fundamentales son ante todo derechos de defensa del ciudadano en contra del Estado;
sin embargo, en las disposiciones de derechos fundamentales de la Ley Fundamental se incorpora
también un orden de valores objetivo, que como decisión constitucional fundamental es válida para
todas las esferas del derecho.
La expresión de una opinión, que contiene un llamado a un boicot, no viola necesariamente las buenas
costumbres en el sentido del §826 BGB; puede estar justificada constitucionalmente mediante la
libertad de opinión al ponderar todas las circunstancias del caso.
Por tanto, los derechos que nos concede la Constitución sirven para que los ciudadanos puedan
defenderse contra el Estado, pero además son derechos objetivos que impregnan todo el
ordenamiento. Es necesario aplicar e interpretar los valores y principios constitucionales.
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TEORÍA CONSTITUCIONALISTA
Ernst Forsthoff (1902-1974) fue uno de los mayores representantes del legalismo,
señalando que “La jurisprudencia se autodestruye si no sostiene incondicionalmente que
la interpretación de la Ley consiste en la obtención de la subsunción correcta en el
sentido de la deducción de dos premisas que infieren una conclusión”.
Se mofó de la concepción de la Constitución al modo de “un huevo jurídico originario” en donde todo
el sistema jurídico es o debiera ser una concreción de la Constitución (protorigen jurídico del que
todo surge, desde el Código Penal a la Ley reguladora de ascensores o de fabricación de termómetros).
Las Constituciones materiales o sustantivas en la práctica asfixian la libertad del legislador y de las
demás instituciones, que se convierten así en meros ejecutores-aplicadores del documento
constitucional.
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1) La corrección “moral” del Derecho. La conexión entre el Derecho y la Moral se argumenta
sobre la base de inclusión de contenidos morales en el derecho que se materializa en la
constitucionalización de los “principios jurídicos” y de los derechos inviolables de los
individuos, a los que se les atribuye la condición de NORMAS JURÍDICAS, pero, del máximo
rango normativo y jerárquico.
2) La importancia de los procesos de aplicación del Derecho, en particular, las garantías del
procedimiento y sus normas.
RONALD DWORKIN Y ROBERT ALEXI han sido los autores que más han profundizado en esas
tres ideas- fuerza como Teoría Constitucionalista.
RONALD DWORKIN
La reflexión de Dworkin se construye a partir de la apremiante necesidad de desarrollar nuevas
categorías teóricas que permitan comprender los efectos que producen las transformaciones de las
Constituciones normativas en los sistemas jurídicos.
Estas nuevas categorías teóricas encuentran su desarrollo en el Derecho como INTEGRIDAD. Los
aspectos reseñados por Dworkin son los siguientes:
La teoría dworkiniana sintetiza estos tres aspectos: en una visión que se sustenta en los derechos
de los individuos, y que participa de una concepción constitucional de la democracia entendida
esta no como un sistema de mayorías sino como “un proceso de debate y discusión” en el cual los
elementos de conflicto se encuentran sometidos a análisis y decisión moral; esto es, como un
sistema basado en Principios, que expresan los derechos de los individuos bajo la idea de igualdad.
ROBERT ALEXI
Por su parte, Robert Alexy (1945) se propone integrar las aportaciones de la “tradición analítica
inglesa” con la llamada “Teoría de la acción comunicativa y la ética discursiva” del filósofo alemán
Habermas (1929).
- El principio de validez del Derecho considera válidas tan solo las normas que pueden
recibir la aprobación de todos los potenciales interesados, en la medida en la que estos
participan, en general, en discursos racionales.
- Habermas introduce en el núcleo del derecho positivo la moral, pero una moral
procedimental. La moralidad se convierte así en moralidad de procedimientos no de
contenidos.
Dicho de otro modo, “el carácter normativo para juzgar acerca de la legitimidad del Derecho
no es ningún principio moral ajeno al Derecho, sino la posibilidad de desarrollar de forma
discursiva pretensiones de legitimación del fenómeno jurídico”.
La vinculación entre el discurso teórico y discurso práctico permite comprender la relación entre
el Derecho y la moral. En su obra “El concepto y la validez del Derecho” (1992) afronta esta cuestión
y reitera que la pretensión de “corrección” es un elemento necesario del concepto de Derecho, ya
que establece la conexión entre Derecho y Moralidad. Esto supone adoptar una posición claramente
en contra de las tesis iuspositivistas de la separación entre Derecho y Moral.
Alexy sostiene la “tesis de la vinculación conceptual y normativa necesaria” entre el Derecho y la
Moral y lo hace recurrriendo a una serie variad de argumentos, entre los cuales resulta fundamental
el llamado “argumento de los principios”.
Así, a través del desarrollo y concreción de la posición de Dworkin, Robert Alexy define a los
principios como una especie normativa que:
1) Tiene características singulares.
2) Cumple en el sistema jurídico funciones bien diversas de las reglas.
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Decíamos que las reglas son normas que cuando se cumple el supuesto de hecho ordenan una
consecuencia jurídica definitiva:
a) Ordenan o prohíben algo.
b) Autorizan algo.
REGLAS PRINCIPIOS
• Son normas jurídicas que cuando se cumple • Tienen un contenido más general, vago y
el supuesto de hecho, ordenan, prohíben o abstracto.
autorizan definitivamente a hacer algo. • Ordenan “optimizar”. Se pueden definir
• Son mandatos definitivos. como mandatos de optimización, es decir, no
• Su forma característica de aplicación es la prescriben conductas específicas, sino que
subsunción. reenvían a valores que han de realizarse en
• Contienen determinaciones en el ámbito de la mayor medida posible.
lo que resulta fáctica y jurídicamente es • Los derechos basados en principios son
posible. derechos “Prima Facie” (de primera
• Los derechos basados en reglas son categoría).
derechos definitivos. • Tienen un peso relativo, que permite su
realización en diferentes grados.
• Ante la concurrencia principios opuestos
hay que realizar un test de balance o p
ponderación.
ESTRUCTURA DE LA PONDERACIÓN
Adecuación
Necesidad
Principio de proporcionalidad Subprincipios
Principio de Proporcionalidad
en sentido estricto
Los subprincipios expresan la idea de “optimización” (los derechos fundamentales son mandatos
de optimización).
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• Principio de necesidad. Requiere elegir de entre dos medios que promueven un principio
de igual manera, el que intervenga menos intensamente en el otro principio.
Según Alexy, la proporcionalidad de los principios que puedan justificar racionalmente el resultado
por ponderación se puede establecer por el Método de análisis de ejemplos. Propone los ejemplos
judiciales del Tribunal Constitucional Alemán sobre varias cuestiones:
Propone los ejemplos judiciales del Tribunal Constitucional Alemán sobre varias cuestiones:
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LUHMANN, profesor de Sociología de la Universidad alemana de Bielefeld en la década de los 80,
afrontó la problemática jurídica a la luz de la Teoría General de los Sistemas Autopoiéticos.
Teoría en la que la sociedad se concibe como “un sistema social omnicomprensivo” en cuyo ámbito
residen una serie de sistemas parciales o subsistemas sociales. Ej.:
- El Derecho.
- La Religión.
- La Moral.
- La Economía.
La función de estos sistemas sociales parciales no es otra que la de contribuir a la reducción de la
contingencia y de la complejidad social, al estabilizar las expectativas de comportamiento.
• “La fuente de validez del Derecho es el mismo sistema del Derecho”, concluye Luhmann.
“Una sociedad diferenciada como la nuestra debe renunciar a una interpretación que se
funde en un punto de vista moral.
A partir de esta argumentación se produce la abierta discrepancia entre la concepción de LUHMANN
y ALEXY, así como la polémica entre LUHMANN y HABERMAS.
Por lo que concierne al primer punto de vista, Nino critica el positivismo jurídico a través de lo
que denomina: el “Teorema Fundamental de la Filosofía del Derecho”.
Según esta tesis, las normas jurídicas NO constituyen “per se” razones para la acción, esto es, las
normas jurídicas no tendrían razones suficientes para justificar acciones o decisiones (por ejemplo,
de los jueces) si estas carecieran de un fundamento moral. De esta forma, el Derecho positivo tan
solo puede ser considerado obligatorio si se encuentra acomodado a principios o razones morales.
Este teorema se elabora con la finalidad de dar una respuesta a las insuficiencias del positivismo
jurídico.
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La consideración del Derecho como un hecho o mandato tan solo consigue explicar la
“obligatoriedad del Derecho”, con el coste de toparse con la “Ley de Hume8” y de prescindir en la
consideración del Derecho de su dimensión material o “de contenido”.
Desde el segundo punto de vista, Nino adopta la tesis del “caso especial” de Robert Alexy y
desarrolla la idea de la conexión entre el Derecho y la Moral, sobre todo “en los niveles de la
justificación y de la interpretación del Derecho”.
La fundamentación moral del Derecho tiene una dimensión “procedimental” a la vez que
“discursiva” y encuentra su principal expresión en la decisión del legislador democrático.
Para Nino, el Derecho producido democráticamente puede ser considerado “obligatorio” en cuanto
aporta “razones según las cuales las normas prescritas por la autoridad democrática derivan de
principios morales válidos y contienen argumentos que justifican decisiones”.
Carlos Santiago Nino desarrolla una concepción “deliberativa” y no simplemente “agregativa” de la
democracia. El modelo deliberativo de la democracia concibe esta como un procedimiento volcado
en la adopción de las decisiones sobre la base de un debate racional, y la valora como un discurso
moral regimentado.
8 La regla lógica que prohíbe inferir conclusiones morales o normativas desde premisas fácticas.
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LA TEORÍA GENERAL DEL GARANTISMO. Es propia del Estado constitucional de Derecho. Tiene
por fundamento y fin la tutela de las libertades del individuo, frente a las variadas formas de
ejercicio arbitrario del poder, particularmente en el ámbito del Derecho penal.
Ej.: Caso Garzón. Interviene las comunicaciones entre abogado y cliente. Vulneración del derecho a
la defensa. Derecho garantista.
Con la finalidad de limitar el “poder de disposición” del juez, Luigi Ferrajoli enuncia diez axiomas
que configuran un Derecho Penal mínimo y garantista, esto es, un Derecho penal disciplinado y
regulado al máximo, que garantiza la esfera propia de la libertad del ciudadano frente a las
manifestaciones arbitrarias e imprevisibles del poder.
En contraste, Ferrajoli considera el Derecho Penal máximo como un sistema mínimamente
regulado y disciplinado, que deja amplios espacios de discrecionalidad e incluso arbitrariedad a
jueces y magistrados, los cuales pueden tomar decisiones lesivas para la libertad de los ciudadanos.
Los axiomas que configuran el Derecho Penal mínimo son:
A) Garantías sustantivas:
• Nulla poena sine crimine.
• Nullum crimen sine lege.
• Nulla lex (poenalis) sine necessitate.
• Nulla necessitas sine injuria.
• Nulla injuria sine actione.
• Nulla actio sine culpa.
B) Garantías procesales:
• Nulla culpa sine indicio.
• Nullum indicium sine acusatione.
• Nulla acusatio sine probatione.
• Nulla probatio sine defensione.
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• Tras su obra “Derechos y garantías: La ley del más débil” Ferrajoli, sin abandonar el
garantismo penal, ha procedido a abordar otras cuestiones como la soberanía, la ciudadanía
o los derechos fundamentales, en su obra “Los Fundamentos de los Derechos
Fundamentales”.
• En el capítulo I de “El Derecho como sistema de garantías” reconoce una crisis del Estado
de Derecho, que corre el riesgo de transformarse en una crisis de la democracia.
Para él, el Derecho no es natural, es artificial, construido por los hombres, entre los que están los
juristas (que tienen una importante responsabilidad). A la crisis del Derecho se añade a la crisis de
la razón jurídica (≠ sistema de garantías constitucionalmente preordenado a la tutela de los
derechos fundamentales).
2. LA EMERGENCIA DE UNA NUEVA TEORÍA DEL DERECHO NATURAL.
La apertura de la Filosofía del Derecho a los valores ético-políticos no solo ha afectado al positivismo
sino también al iusnaturalismo. Ya al poco de concluir la Segunda Guerra Mundial, las tesis
iusnaturalistas encontraron un amplio eco, sobre todo:
LA POLÉMICA HART-DEVLIN
La polémica que enfrentó a Hart y Devlin tuvo su punto de partida en el informe de conclusión del
Wolfenden Commitee -Comisión constituida por el Ministerio de Interior británico y el
Departamento de Interior de Escocia bajo la presidencia de J.F. Wolfenden- constituido con el objeto
de dictaminar “inter alia”9 acerca de la oportunidad o conveniencia de mantener o no la represión
penal de la homosexualidad y de la prostitución en el Reino Unido.
La Comisión se manifestó en dicho dictamen de manera contraria a la utilización del Derecho para
defender principios morales. “Las prácticas homosexuales voluntarias entre adultos y en privado
no deben ser consideradas delito”. Señaló como argumento decisorio que la Sociedad y el Derecho
deben dar libertad a la elección individual en materia de moralidad privada.
Pese a que la sociedad se esfuerce en equiparar la esfera del crimen con la del pecado, la moralidad
privada no es incumbencia del Derecho. No corresponde al Derecho inmiscuirse en temas de
inmoralidad, sino que debe concentrarse en aquellas actividades que amenazan al orden público o
que exponen al ciudadano ordinario a que padezca lo que resulta ofensivo o injusto.
CONCLUSIÓN DE LA COMISIÓN WOLFENDEN. La prostitución no debería ser considerada delito,
aunque deba ejercerse fuera de los lugares públicos. Como consecuencia, se eliminó del Código
Penal para los mayores de 21 años.
La base argumental de no intervención en estos casos es característica del primer
liberalismo inglés, desarrollado por STUART MILL (1806-1873) en cuya virtud el
Derecho no debiera intervenir en asuntos carácter moral privado excepto lo preciso
Atendiendo a la línea marcada por John Stuart Mill en su ensayo “On Liberty”10, cuyo objeto es
“examinar la naturaleza y los límites del poder que puede ejercer la sociedad sobre el individuo”, el
Derecho tan solo puede intervenir en las acciones que causen daño a terceros. Toda
utilización de la ley penal más allá de estos límites constituye una forma de paternalismo
legal.
• La función del Derecho no puede tener por objeto de ninguna manera la injerencia en la vida
privada del individuo ni combatir determinados patrones de comportamiento.
• El objetivo del ensayo “Sobre la libertad” es la defensa del principio destinado a regir por
completo las relaciones entre la sociedad y los individuos bajo la forma de coacción o control.
• Nadie puede ser obligado a la práctica de determinados actos porque se estima que eso sería
mejor para él, o porque le haría feliz o porque, en opinión de los demás, sería más acertado
o más justo.
En consecuencia, la sociedad, con el fin de preservar la cohesión social tiene derecho a reforzar la
moralidad interfiriendo para ello, si fuera necesario, en todos aquellos actos que atenten contra las
reglas morales fundamentales.
• LORD STEPHEN. Se opuso a la tesis de John Stuart Mill en su obra “Libertad, igualdad y
fraternidad” (1874). Consideraba que algunas acciones son de una maldad tan atroz y
vergonzosa que deberían evitarse a toda costa, con independencia de que causen o no
perjuicios a personas distintas de sus autores. Por tanto, la prevención de la inmoralidad
y la preservación de la moralidad social son fines buenos en sí mismos y justifican la
adopción de medidas por parte del Estado (drogas, ablación clítoris, poligamia…)
• LORD DEVLIN. Sostuvo una posición similar al objetar las conclusiones del informe
Wolfenden. En su obra “El reforzamiento de la moral” se pregunta por la relación entre delito
y pecado, así como hasta qué punto debe ocuparse el Derecho penal de Inglaterra del
cumplimiento de los principios morales y del castigo del pecado y de la inmoralidad como
tal.
10
“Sobre la libertad”, de 1958.
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Cuestión a la que responde aclarando tres interrogantes:
1) ¿Tiene la sociedad el derecho a enjuiciar asuntos morales o deben ser juicios privados?
Devlin concluye que sí existe la moralidad pública.
2) ¿Tiene derecho la sociedad a emitir juicios morales? Y de ser así ¿ello le da derecho a
servirse del Derecho para reforzar la moral pública?
También aquí responde afirmativamente. Hacerlo es tan necesario como tener un gobierno
competente. La sociedad puede usar el Derecho con vistas a preservar la moral al igual que
para salvaguardar cualquier otro valor esencial para la sociedad. Cuestiones estas que recoge
en “La moral del sentido común”.
3) Supuesto que la sociedad tuviera derecho a servirse del Derecho para imponer una moral
pública ¿con qué límites debe imponer hacerlo?
Estamos ante el tema crucial del equilibrio entre los derechos y los intereses de la sociedad
y los derechos y los intereses de los individuos.
Lord DEVLIN reconoce la imposibilidad de fijar unos criterios definitivos que permitan tal
conciliación, pero no renuncia a ciertos principios que el legislador deba acoger: “El máximo de
libertad individual que sea compatible con la integridad de la sociedad”.
Las leyes no debieran castigar ninguna conducta que no exceda los límites de la tolerancia, pero no
debe tolerarse todo. Los límites de la tolerancia pueden variar. Así como el principio que impone, en
la medida de lo posible, la privacidad.
• “El Derecho Penal depende para su eficacia de que incorpore los valores de la comunidad”.
Para Devlin el error del informe Wolfenden radica en que este asume la idea en cuya virtud:
“El único principio que explicaría la distinción entre delito y el pecado es que el Derecho
penal sirve para proteger a los individuos”.
• Una sociedad se constituye por una comunidad de ideas, no solo políticas, sino también
sobre la forma en que sus miembros debieran comportarse y gobernar sus vidas.
23
CONCLUSIÓN:
Las posiciones enfrentadas de Hart y Devlin son representativas de dos concepciones opuestas sobre
las limitaciones de la libertad individual: el liberalismo jurídico y el moralismo jurídico.
El liberalismo jurídico sostiene que, salvo aquellos casos en los que las acciones de un ciudadano
produzcan daños a otros, debe entenderse que todos los ciudadanos tienen la libertad de elegir los
propios valores y fines, que resulten compatibles con una igual libertad del mismo tipo para los
demás.
El moralismo jurídico, por su parte, considera que la conservación de la moralidad de una sociedad
constituye un valor tan digno de ser mantenido que justifica incluso el recurso al aparato coercitivo
del Derecho. Se apoya en dos estrategias argumentativas:
Moralidad extrínseca o externa del Derecho, cuyos contenidos son los fines que debe
perseguir el Derecho.
Moralidad intrínseca o interna del Derecho, compuesta por ocho elementos ideales
inherentes al mundo jurídico, a los que todo Derecho positivo debe adecuarse. En
consecuencia, las ocho vías para que un sistema jurídico fracase son:
Si el Derecho entrara en esas disfunciones sería “incapaz de desarrollar su función esencial que
consiste en proporcionar una orientación general de comportamiento que la gente pueda utilizar para
regular su propia conducta”
El sistema jurídico debe estar compuesto por normas generales, claras, cognoscibles, no
retroactivas, no contradictorias, etc… No tienen naturaleza sustantiva, sino “procedimental”, por lo
que su concepción del Derecho se identifica como un “Derecho Natural Procedimental”, o,
“Iusnaturalismo Tecnológico.”
24
• ALESANDRO PASSERIN D’ENTRÈVES. En su valoración de la obra de Fuller, llamó
a esta forma de concebir el Derecho: Derecho Natural Tecnológico. “Mantiene que es
posible elaborar los criterios mediante los cuales el Derecho puede ser definido y
valorado recurriendo a su finalidad, a la naturaleza de las cosas”.
Justifica la validez del derecho natural sin tener por ello que violar la regla que considera
lógicamente imposible derivar proposiciones valorativas de proposiciones fácticas. Regla
que formuló por primera vez HUME (“Tratado sobre la naturaleza humana”) por lo que
se conoce como Ley de Hume.
1) El conocimiento.
2) La vida y la salud.
3) El juego (ocio).
4) La experiencia estética (creativa o no).
5) La sociabilidad o amistad en su forma más genuina.
6) La religión (metafísica o filosófica).
7) La razonabilidad práctica.
Se trata de valores fundamentales, principios autoevidentes, distintos entre sí, pero todos dotados
de igual relevancia y a los que cualquier persona razonable tiene acceso y no puede menos que
considerar como bienes.
El ideal de Finnis es el desarrollo humano integral entendido como fin moral de la acción del
hombre, que sabe valorar estos bienes fundamentales. En su concepción adquiere un papel central
la reflexión sobre la noción de bien común. Así se podrá configurar una organización de la sociedad
que estaría, tanto jurídica como políticamente, en condiciones de garantizar la consecución de estos
fines y, más en general, la realización de los planes de vida respetuosos de los bienes fundamentales.
De este modo, Finnis llega a la valoración de una moral pública que se encontraría respaldada
por el poder político.
o Las normas que penalizan el homicidio de seres humanos inocentes (lo que alcanzaría a la
penalización del aborto).
o Las normas que penalizan el suicidio.
o Las normas que penalizan el adulterio, la fornicación, la contracepción y los actos
homosexuales.
Estas normas se apoyarían sobre una sólida tradición que tiene sus “bases cognitivas”, bien en la
fe, bien en la razón13. Por ejemplo, para Finnis el suicidio, entendido como una decisión plenamente
deliberada-lo que es bastante infrecuente- constituye una acción siempre reprobable, por cuanto
es contraria al valor fundamental de la vida.
Lo que confiere atractivo a la muerte de uno mismo suele ser, sin duda, la perspectiva de alivio o
sosiego, incluso de una esperanza de libertad o de integración personal y, a veces, una admirable
preocupación por otras personas. Pero, pese a todos esos valores positivos no se puede ocultar que
es mediante su propia muerte como el suicidio pretende y espera realizar esos bienes.
DURKHEIM realizó un análisis sociológico del suicidio. En su obra “Le suicide”, (París,
1887), calificó el martirio como un caso de suicidio. Sin embargo, el mártir no elige
directamente y por sí mismo la muerte, ni como fin ni como medio. La muerte del
mártir se produce como resultado del acto intencional y mortífero de otra persona (el
tirano o el verdugo).
Podemos plantearnos, también, el caso de la huelga de hambre donde quien la practica no tiene
ni la intención ni la voluntad de “suicidarse”, de perder su vida, sino más bien de conseguir sus
reivindicaciones: acceder a la libertad, luchar contra el tirano, demandar justicia… Aquí, como en
el martirio, no se pretende despreciar el valor absoluto de la vida, sino utilizarlo para algo que se
considera justo o conveniente.
Faralli siguiendo con Finnis afirma que → También la condena del aborto deriva del hecho, como
en el suicidio, de que el valor de la vida humana inocente no puede ser directamente atacado:
ningún argumento puede justificar un acto contra la vida y el Derecho debe prohibir los actos
que van contra esos valores.
Así, Finnis se distancia de la perspectiva liberal, que asume una posición neutra con relación a la
pluralidad de representaciones individuales del bien, y lo hace defendiendo el ideal perfeccionista
de una vida buena, válida para todos. Esta noción compleja del bien común es uno de los elementos
constitutivos del Derecho a partir de lo cual es posible legitimar el Derecho positivo.
“El hecho de la positividad sin el apoyo de ningún tipo de principio normativo previo no puede otorgar
una positivación racional a las deliberaciones del Juez o ciudadano, ni un fundamento para
reconstruir la Ley como un sistema. A la inversa, las verdades de la responsabilidad moral humana
en la comunidad política, que se articulan en principios morales adecuados, proporcionan la base de
una afirmación clara de la positividad de la ley y, realmente, de todo lo que es verdadero en el
positivismo jurídico14”.
13
Robert P. George-Christopher Tollefsen, en “Embrión, una defensa de la vida humana” señala: “Hemos
argumentado que la existencia de una norma moral contra la eliminación intencionada de una vida humana
inocente da lugar al derecho a no ser matado intencionadamente. Todos los seres humanos, hemos dicho, son
sujetos precisamente de este derecho”.
14
Obra: La verdad en el positivismo jurídico.
26
CAPÍTULO II: LA APERTURA DE LA FILOSOFÍA DEL DERECHO A LOS
HECHOS
ESQUEMA
La creciente apertura de la Filosofía del Derecho contemporánea a los hechos ha tenido sus
manifestaciones más destacadas en las teorías neoinstitucionalistas, así como en algunas
proyecciones actuales del realismo jurídico.
27
La Teoría del Derecho de MacCormick y Weinberger se sitúa más allá del positivismo y del
iusnaturalismo, al tiempo que consigue conjugar el normativismo y el realismo. Su propuesta puede
ser considerada como la desembocadura coherente de los elementos que configura el pensamiento
de ambos autores: el normativismo en el plano de la teoría jurídica y el neoemprisimo en el plano de
la Filosofía general.
• WEINBERGER enlaza con la tradición de la Teoría Pura del Derecho, de las escuelas jurídicas
de Viena y Breno representadas respectivamente por HANS KELSEN y FRANZ WEYR. Le han
influido de forma determinante las corrientes del neopositivismo lógico
Ambos reconocen la importante deuda contraída con JOHN ROGERS SEARLE, Profesor
de Filosofía de la mente y del lenguaje en la Universidad de California, Berkeley. Se
identifican con su filosofía analítica del lenguaje y se acogen, entre otras aportaciones
sus nociones de “hechos institucionales” y actos del habla, de los que individualizan y
desarrollan hasta siete modalidades de actos de habla jurídicos:
1. Declarativos
2. Imperativos
3. Asertivos
4. Expresivos
5. Exhortativos
6. Deliberativos
7. Comisivos
A partir de ambas premisas: las propias del normativismo en el plano teórico-jurídico, y las
características del neoemprisimo en el plano filosófico general, MacCormick y Weinberger llegan a
una concepción realista, que les obliga a tener que reconocer, una vez que se ha definido como
real a “todo lo que tiene existencia en el tiempo”, que las normas no constituyen una realidad
ontológicamente distinta de la realidad de los hechos empíricos. Esta afirmación entra en
polémica tanto con las concepciones iusnaturalistas como con la tradición iuspositivista kelseniana.
La crisis del positivismo jurídico terminó por favorecer la implantación y la expansión en Italia del
Realismo jurídico, aunque ya desde los años 50, LUIGI BAGOLINI (n. 1913) se fijó en la posibilidad
de aplicar a la Ética y al Derecho las nuevas lógicas del neopositivismo, cuestión en la que profundiza
y consolida GIOVANNI TARELLO (1934-1987) a partir de su estudio sobre el REALISMO JURÍDICO
NORTEAMERICANO.
28
SILVANA CASTIGNONE (n. 1931)
La influencia del enfoque realista, unida a los planteamientos empiristas, a través de sus estudios
sobre Hume, llevaron a Silvana Castignone a centrarse en el análisis del lenguaje jurídico y político,
a partir del estímulo de las “operaciones de terapia lingüística”, que muy tempranamente realizaron
los tratadistas escandinavos de la Escuela de Uppsala.
Silvana reconoce las relevantes consecuencias que en el plano de los conceptos jurídicos ha tenido
la adopción de esta perspectiva, pero reconoce también sus límites, derivados del hecho de que tales
planteamientos tienden más a deconstruir que a construir.
- HÄGERSTRÖM (1868-1939).
- LUNDSTEDT (1882-1955).
- OLIVECRONA (1887-1980)
Es el más importante de estos tres autores. Presenta el Realismo Jurídico como la plasmación en
el campo jurídico de la Filosofía analítica. Sugirió llamarlo “realismo normativista”, concepción
que tiene la ventaja de que satisface las exigencias inherentes al positivismo jurídico continental.
El “realismo normativista” ofrece una concepción que se basa en que el Derecho es una realidad no
distinta ontológicamente de la realidad de los hechos empíricos, aunque no se preste a ser reducido
a estos últimos.
De este modo, se concibe al Derecho como una realidad cultural, social y empírica compleja. Para
Pattaro una norma es la creencia de que un supuesto de hecho abstracto, es decir, un esquema de
comportamiento es objetivamente vinculante.
29
2) En el aspecto metaético:
3) En el aspecto jurídico-teórico:
Estos movimientos, que han cristalizado básicamente en América del Norte, pueden ser agrupados
en:
1) Critical legal studies o CLS (Estudios jurídicos críticos).
2) Análisis económicos del derecho. AED
3) Movimiento feminista.
Todas estas corrientes pueden ser reconducidas, con diferentes matices, al “Realismo Jurídico”
americano y a las corrientes antiformalistas de la primera mitad del S. XX. El Realismo Jurídico
(R.J.) constituye el filón de la Teoría del Derecho que alimenta en realidad todas estas corrientes.
El propio R.M. Unger girará de posición, abriendo la segunda etapa del movimiento llamada “POST-
ESTRUCTURALISTA” con la publicación “Passion an essay on personality” (1984) y los tres
volúmenes de “Politics a work in Constructive Social Theory” (1987).
Además de Roberto Mangabeira, Faralli identifica a un nutrido grupo de juristas que coinciden en
evidenciar los elementos distorsionadores que comporta el orden jurídico liberal en cuanto ofrecen
una concepción del derecho políticamente “neutral”. Entre ellos destaca a ROBERT W. GORDON,
MORTON J. HORWITZ, DUNCAN KENNEDY Y MARK TUSHNET.
30
El realismo jurídico norteamericano intentó en la primera mitad del s. XX la conciliación de las
teorías marxistas y el deconstructivismo del filósofo francés JACQUES DERRIDA (n. 1930).
El C.L.S. sostiene que el Derecho, lejos de ser racional, coherente y neutral (justo) –como
pretendían
los liberales- es arbitrario, incoherente y profundamente politizado (injusto). El Derecho está, en
realidad, al servicio de los objetivos políticos y económicos del liberalismo. Un ejemplo típico de ello
es el concepto de libertad contractual, que sirve únicamente a los fines del mercado y a los intereses
del capitalismo.
El propio principio del stare decisis, según el cual los jueces, en razón de su vinculación al
precedente, al atenerse al mismo estarían actuando en un plano técnico-jurídico y no político, si
se le examinara atentamente pondría de manifiesto que constituye una simple máscara mediante
la que se oculta la naturaleza política de las decisiones.
De aquí el propósito de los CLS de explicar que los principios y doctrinas jurídicas tienen una
textura abierta (“open texture”) por lo que pueden generar resultados contradictorios y mostrar
que las decisiones judiciales –en cuanto expresan una dinámica jurídica- resultan contingentes y
radicalmente indeterminadas.
La crítica a las teorías liberales por parte de los componentes de los CLS se despliega a través de
tres métodos de análisis:
A) LA DEMOLICIÓN (TRASHING)
o El grado en que las reglas establecidas estructuran la vida pública y privada de tal
forma que confieren poder a unos grupos en detrimento de otros.
Uno de los exponentes más destacados de los CLS, el profesor de la Universidad de Yale,
ROBERT. W. GORDON considera que la “demolición” permite mostrar tanto las
contradicciones de los discursos sobre el Derecho como la ideología que en ellos reside y
que estructura nuestra percepción de la realidad hasta el punto de suprimir visiones
alternativas de la vida social. Así se consigue esclarecer las tendencias ideológicas
subyacentes a las estructuras jurídicas.
B) LA DECONSTRUCCIÓN
Es un método de lectura de textos influenciado especialmente por JACQUES DERRIDA
a quien se vincula con la deconstrucción y con la crítica a los conceptos de verdad y teoría.
Pretende deconstruir el paradigma liberal a fin de que aflore su “estructura profunda”.
Supone sacar a la luz sus contradicciones internas comenzando por la más importante:
la contradicción existente entre el individuo y la comunidad; o entre el individualismo y el
altruismo que da lugar a dos concepciones del mundo contrapuestas:
31
• El modelo hobbesiano (el hombre es un lobo para el hombre).
Ambos se encuentran presentes en la tradición liberal que a lo largo del tiempo ha privilegiado el
modelo hobbesiano en contra del segundo.
La estructura profunda del Derecho privado se encontraría condicionada por la contraposición entre
una cosmovisión de tipo individualista (y por ello favorable al imperio de la autonomía de la
voluntad) y otra de tipo altruista (defensora de instituciones jurídicas que establecen la solidaridad
entre particulares).
C) EL ANÁLISIS HISTÓRICO
Señala que la mejor forma de revelar la condición artificiosa e ideológica del discurso jurídico es
deconstruirlo en el curso de su historia.
El análisis histórico evidencia hasta qué punto las ideas jurídicas se encuentran condicionadas por
el contexto histórico; es decir, la forma en que se justifican en los contextos sociales específicos en
los que se originan y manifiestan.
En el campo de las investigaciones históricas, GORDON resalta las relaciones de todo tipo entre el
Derecho y la Sociedad. El objetivo de sus críticas se centra en la doctrina sociológica asumida por el
Funcionalismo, que interpreta las relaciones existentes entre el Derecho y la Sociedad prescindiendo
por completo de la dimensión histórica.
La doctrina funcionalista refuerza la concepción típica de la Ciencia jurídica liberal que prescinde
en su análisis tanto de las relaciones entre los individuos, como de las del Derecho con los restantes
elementos de la vida social. Consideran las normas jurídicas de forma diferente a como son y las
presentan como reglas absolutas y universales.
El CLS. acogió algunos de los planteamientos de la llamada sociología crítica del Derecho. En esta
línea argumental, otro destacado representante de los CLS, DUNCAN KENNEDY, sostiene que el
elemento prioritario del Derecho no es la norma o la regla sino el standard, es decir, la decisión
condicionada concretamente. De hecho, mientras que la invocación a la regla supone la aceptación
del status quo social y cultural, en la medida en que consolida el estado de cosas existente y conduce
al conservadurismo, por el contrario, la consideración de los hechos concretos abre la vía al cambio
social. En otras palabras:
Los autores vinculados al Análisis Económico del Derecho consideraron a los juristas como
ingenieros sociales, pero les reprocharon que carecieran de los métodos de análisis económico que
hubieran sido pertinentes para un desarrollo más riguroso.
La propuesta que se deriva de estas dos premisas (ingeniería social y poco rigor metodológico-
analítico) tiene como representantes a:
GUIDO CALABRESI, cuya obra configura el marco teórico preciso para el desarrollo
de la corriente liberal-reformista del Análisis Económico del Derecho, conocida
como Escuela de Yale.
o El principio de máxima libertad para cada uno, en la medida en que resulte compatible
con la igual libertad de todos (principio que tiene sus manifestaciones originarias en John
Stuart Mill, para quien el Estado no debe castigar o reprimir ni las ideas personales, ni los
comportamientos que no causen daño a terceros).
FILOSOFÍA PRAGMÁTICA
33
Esta visión instrumentalista del Derecho no requiere de consideraciones morales a la hora de
decidir las formas de distribuir los recursos.
El AED considera que, si se analiza la actividad de los jueces, en orden a la interpretación y
aplicación del Derecho, se concluye que lo que vienen haciendo, aunque de forma inconsciente, es
elaborar reglas que pretenden maximizar la riqueza.
Según Posner, muchas de las doctrinas y de las instituciones del sistema jurídico se comprenden y
se explican mejor si se las interpreta como esfuerzos para promover la eficiente distribución de la
riqueza.
El sistema del Common Law en la versión de Coase y de sus colegas de la Escuela de Chicago, trata
de conseguir una eficiente asignación de recursos, o lo que es lo mismo, la eficiencia económica y
la maximización del bienestar general.
Algunos años más tarde el propio POSNER señala que los jueces del Common Law tienden a coger
con preferencia reglas eficientes. Es decir, que, en el desarrollo de su tarea de interpretación y
aplicación del Derecho, proceden a eliminar aquellas reglas del precedente menos adaptativas en
cuanto a las exigencias de la eficiencia.
Sobre esta creencia, Posner propone que cuando se afronten problemas jurídicos se tengan en
cuenta los efectos que pudieran generar las soluciones propuestas -tanto a corto como a largo plazo,
ya sea para los individuos, ya sea para el sistema. Estos efectos deben identificarse en base a
investigaciones empíricas sobre los costes/beneficios y mediante el criterio de la racionalidad
medio/fin.
▪ En primer lugar, el intérprete deberá identificar todos los significados posibles atribuibles
a una disposición determinada.
▪ En una segunda fase deberá prefigurar las consecuencias de todas las interpretaciones.
▪ En una tercera y última fase, deberá elegir la solución más eficiente, esto es, la que en
conjunto comporte mayores beneficios.
Por tanto, es importante que el Juez pueda prescindir de los precedentes en aquellas decisiones
innovadoras que en términos de coste/beneficio acarreen mayores ventajas.
Uno de los objetivos del jurista pragmático consistiría en dar nuevas soluciones que mejoren el
Derecho existente en base a determinadas decisiones valorativas.
Posner considera el Derecho como un sistema generado por la actividad conjunta de Jueces y
Abogados con ocasión de la resolución de casos jurídicos reales y que aporta soluciones efectivas a
problemas jurídicos concretos.
En el plano histórico podemos distinguir tres fases en la reflexión feminista sobre temas jurídicos:
2) Feminismo de la diferencia. A partir de finales de los años setenta se produce una rebelión
contra la lógica que pretendía que las mujeres compitieran en base a modelos y valores
34
típicamente masculinos. También reivindican la especificidad de los caracteres femeninos,
pero teniendo en consideración todo tipo de diferencias entre las distintas mujeres (de clase,
de cultura, de religión y de raza).
• El reconocimiento del papel que puede jugar el Derecho como instrumento capaz de
favorecer a las mujeres.
• A la crítica del carácter sexista de las normas jurídicas, por entender que están configuradas
sobre la base de modelos, categorías y valores prevalentemente masculinos y, por tanto,
incapaces de reflejar los puntos de vista y los intereses de las mujeres.
• Hasta un radical escepticismo sobre el posible papel emancipador del Derecho en relación
a las mujeres, en la convicción de que los intereses de las mujeres se encuentran mejor
tutelados cuanto más reducida sea la regulación jurídica.
• “El Derecho es sexista”. Esta primera fase se habría centrado en la crítica al Derecho
vigente y en mostrar que el Derecho discrimina a las mujeres.
• “El Derecho es masculino”. En la segunda fase prevalece la denuncia del Derecho, al que
se presenta como un sistema intrínsecamente masculino.
• “El Derecho es sexuado”. La tercera fase reivindica un auténtico Derecho de las mujeres.
Para G. MINDA: en la primera fase se despliega el feminismo liberal, a la que sigue la fase
intermedia, del feminismo cultural, y que, por ahora, concluye con la fase del feminismo
radical.
35
Esto les lleva a poner el énfasis en la diversidad y en la “distinta voz” de las mujeres respecto
a los hombres, que determina la diferencia de planteamientos y concepciones ante idénticos
dilemas morales.
A este respecto, Gilligan sostiene que “existe un modo típicamente femenino de afrontar los
dilemas morales y jurídicos, un modo que ha sido ignorado e infravalorado por parte de la
doctrina y en los estudios jurídicos”. Gilligan denomina a la ética femenina, ética del cuidado
y de la responsabilidad y la diferencia de la ética masculina, que sería una ética de principios
o derechos.
a) Rechaza las ideas de universalidad y neutralidad del Derecho, en cuanto “el Derecho
adopta estructuralmente el punto de vista masculino”.
MacKinnon pretende que el Derecho en materia de género llegue a ser equitativo, y para
conseguirlo considera obligado renunciar a la llamada “neutralidad de género”. La neutralidad
de género constituye un obstáculo para conseguir la igualdad. Solo si el Derecho nos muestra
la subordinación de género existente en su ámbito, podremos rectificar. Es necesario que el
Derecho reconozca su función dominantemente masculina porque cuanto más ciego sea el
Derecho al género, más difícil será lograr la igualdad.
Esta profesora parte del presupuesto de que “el Derecho no es masculino por estructura y vocación”,
sino que lo es porque históricamente ha sido elaborado por hombres. DAHL está empeñada en la
promoción de un Derecho que se esfuerce por entender la posición jurídica de la mujer con el objetivo
de mejorar su posición en la sociedad.
A finales de los 80 han surgido en Estados Unidos las TEORÍAS DE LA DIFERENCIA RACIAL, que
hunden sus raíces en la “concreta experiencia, historia, cultura y tradición intelectual de la gente
de color”. Sus exponentes más representativos son DERRICK BELL, RICHARD DELGADO Y
PATRICIA WILLIAMS.
Estos estudiosos desarrollan su crítica a la Teoría del Derecho tradicional sobre la base de la
conciencia de raza y postulan una teoría que haga posible la comprensión concreta de los problemas
raciales.
36
Denuncian la doctrina y la praxis de los derechos civiles por entender que se basan en una visión
“meritocrática” y “ciega al color”. Además, los problemas raciales se analizan desde la perspectiva
de la cultura blanca lo que perpetúa las injusticias sociales.
Los teóricos de la diferencia racial asumen bastantes postulados del multiculturalismo, y al hacerlo
sostienen la necesidad de cambios legislativos que protejan los valores de la diferencia, pero no solo
la diferencia racial, sino más en general la diferencia cultural. Solo un Derecho que sea racialmente
consciente puede hacer posible que los diversos grupos raciales vivan de manera armónica en una
sociedad multicultural.
A menudo, en el ámbito de la Filosofía política norteamericana, estas teorías se han solapado con
el feminismo desarrollado en Europa y han inspirado, parcialmente, las tesis de una CRÍTICA
FEMINISTA NEGRA.
En este sentido, según Minda, las feministas negras han llegado a reconocer que no es fácil asumir
en todos sus términos el discurso crítico de las feministas ni el discurso crítico de los teóricos negros
de la diferencia racial. La identidad de las juristas feministas negras es una identidad de encuentro
o de cruce, que ha fomentado entre ellas el desarrollo de un discurso propio acerca de la compleja
situación que generan las fuerzas combinadas del racismo y del sexo.
37
CAPÍTULO V: NUEVAS FRONTERAS PARA LA FILOSOFÍA DEL DERECHO
En las cuatro últimas décadas la sociedad ha conocido grandes, rápidas y profundas
transformaciones:
1) La informática ha supuesto un cambio radical a nivel personal y colectivo. Es una auténtica
revolución que algunos equiparan a la revolución que en su día provocara la imprenta.
2) La biomedicina /bioética. El desciframiento del genoma humano y la terapia génica
formulan enormes expectativas en relación con la salud y la vida.
- Incrementa el dominio de lo humano sobre la naturaleza y la propia vida
(fecundación artificial, investigación células adultas y/o embrionarias, bebés probeta,
vientres de alquiler, trasplante de órganos, clonación…).
3) Los flujos migratorios. Desde los países más desfavorecidos hacia los países
industrializados, han modificado la demografía de los envejecidos Estados nacionales
europeos.
- Estamos ante un nuevo escenario de pluralismo jurídico en el que se han empezado
a cuestionar conceptos tan acuñados como:
o Soberanía
o Nacionalidad
o Ciudadanía
- Todo ello ha abierto nuevos campos de investigación a los estudiosos empezando por
los filósofos del Derecho.
1. LA INFORMÁTICA
Las primeras aplicaciones al Derecho se remontan a finales de los años 40 del s. XX, aunque es a
partir de los 60/70 cuando se crean las primeras bases de datos jurídicas y los primeros archivos
informatizados de las administraciones públicas.
Posteriormente, ya en la década de los 80, se desarrollan nuevas formas de documentación jurídica
automatizada, junto a la edición electrónica y, sobre todo, la difusión generalizada de la informática
en la actividad de los despachos profesionales por obra de los microprocesadores.
Se cita al abogado LEE LOEVINGER con relación al nacimiento de la informática jurídica
quien, en 1949, acuñó el término JURIMETRÍA.
La informática jurídica ha transformado profundamente algunos aspectos típicos del
trabajo del jurista, tales como: la búsqueda documental, la gestión de la contabilidad, el
archivo y la redacción y la transmisión de documentos.
Actualmente se han incorporado a los despachos instrumentos informáticos simples, que se
encuentran relativamente estandarizados, como los ordenadores de mesa, Internet, correo
electrónico, procesadores de textos, hojas electrónicas y bases de datos.
Por otra parte, se han revolucionado tanto las modalidades de acceso a la información jurídica
(programas como LexNet), como la interacción entre los distintos operadores jurídicos (jueces,
abogados, procuradores, notarios, AA.PP, ciudadanos…). Desde el 01/01/2016 es necesario un
carné colegial que incorpora en su chip el dispositivo seguro de creación de firma electrónica de la
Autoridad de Certificación de la Abogacía (ACA).
38
Sin embargo, pese a la importancia de estos cambios en la práctica del Derecho, por sí solos no
serían suficientes para justificar la consideración de la Informática Jurídica entre las nuevas
fronteras de la filosofía del Derecho en nuestros tiempos.
CAUSAS QUE JUSTIFICAN LA INCLUSIÓN DE LA INFORMÁTICA EN LAS NUEVAS FRONTERAS
DE LA FILOSOFÍA DEL DERECHO
Entre finales de los años 60 y el inicio de los 70 comienzan los estudios informáticos jurídicos,
ya que algunos consideraban que la metodología de la informática y de la cibernética podrían
revolucionar los estudios jurídicos.
Sin embargo, debido al escaso desarrollo que entonces presentaba, la metodología informática no
prosperó, ya que sus limitados utensilios tecnológicos no se prestaban a aplicaciones significativas
en el ámbito de la decisión jurídica más allá de la búsqueda de textos jurídicos en archivos
electrónicos.
Un renacimiento del interés por los estudios de tipo teórico en el ámbito del conocimiento
informático-jurídico se produce a partir de la segunda mitad de los años 80 por la emergencia de la
nueva disciplina de la Inteligencia Artificial. Se trata de una ciencia llamada a desarrollar modelos
computacionales de comportamiento inteligente que aborda temas clásicos: contenidos, estructura
del conocimiento, estructuras lingüísticas, de un modo nuevo.
En particular, se constituyó el ámbito interdisciplinar denominado “Inteligencia Artificial y
Derecho”, donde se produce el encuentro entre la informática y el conocimiento jurídico, que ha
permitido enriquecer y desarrollar ambas disciplinas. Pronto, tales estudios comenzaron a
suministrar contribuciones significativas e innovadoras a la problemática filosófico-jurídica.
Ante todo, los estudios informático-jurídicos han dado lugar a una verdadera revolución de los
estudios de la lógica jurídica que, tradicionalmente consistían en la aplicación al ámbito jurídico
de la lógica clásica, si bien a partir de los 50 esta se había enriquecido con la construcción de la
lógica deóntica de VON WRIGHT.
Se pensó que, con la ayuda de los más potentes indicadores automáticos, la lógica clásica podía
ofrecer un modelo adecuado del razonamiento jurídico. Sin embargo, hay un obstáculo y es que el
razonamiento jurídico requiere de procesos interactivos gobernados por reglas, en los cuales
participan los sujetos interesados, y no un proceso monológico, como es la deducción lógica.
Por lo que se refiere a los PROBLEMAS DE TIPO PROCEDIMENTAL, estos han sido
abordados mediante el sistema de diálogos (Dialog Systems). Se trata de modelos formales
de interacción dialéctica, en los cuales se caracteriza de modo preciso el rol de las partes.
39
El PROBLEMA DE LA DEFECTUOSIDAD del razonamiento jurídico ha encontrado una
solución en el ámbito de los estudios sobre el razonamiento no-monotónico.
A) En el razonamiento monotónico, todos los valores que se obtienen para los atributos
quedan marcados y permanecen siempre como verdaderos. Es un razonamiento
acumulativo.
Sobre la lógica del razonamiento defectible se han desarrollado las lógicas basadas en los
argumentos. En ellas se entiende una decisión como justificada cuando se encuentra
sostenida por los argumentos que prevalecen en la dialéctica de las razones contrapuestas.
Los expertos de informática jurídica se han ocupado, además, de la lógica deóntica 15. Los temas de
la vaguedad e indeterminación han sido estudiados con los instrumentos propios de la lógica
difusa (lo que admite entre la verdadera y la falsa, situaciones intermedias). Junto a estas
investigaciones debemos señalar que:
RESUMEN:
15 Lógica deóntica
Rama de la lógica, opuesta a la lógica proposicional, que tiene por objeto el estudio de la validez o no validez de las
proposiciones, en lugar de la determinación de su verdad o falsedad. Al tener como objeto de estudio un discurso normativo
la lógica deóntica fue acusada, por los neopositivistas y los filósofos del Círculo de Viena, de incurrir en la llamada "falacia
naturalista". Sin embargo, los posteriores estudios, en los años 50 y 60, de R. M. Hare, entre otros, parecen haber permitido
soslayar dicha acusación.
40
En Italia han abierto el camino dos filósofos del Derecho:
▪ MARIO LOSANO (1936), discípulo de Bobbio. Estudioso, entre otras materias, de temas
sociológicos y comparatistas entre los que destaca su obra consagrada a “La Historia de la
noción de sistema jurídico en la cultura Occidental” y sus investigaciones sobre la
modernización jurídica del Japón, valorando las aportaciones de sus consejeros jurídicos
europeos PATERNOSTRO, BOISSONADE o ROESLER.
En 1985 publicó “Informática para las ciencias sociales” primer volumen de un curso
donde desarrolla el aspecto de la aplicación de la informática al Derecho.
2. LA BIOÉTICA
Situamos la investigación en el campo de la bioética a inicios de los años 70, momento en el que se
produce:
A) Un progresivo abandono de las investigaciones metaéticas.
B) Un renovado interés por los problemas morales concretos y específicos.
Tal fenómeno, según Faralli, puede definirse como el paso de la metaética a la ética normativa,
lo que ha supuesto una ampliación de las investigaciones de “ética aplicada” o “contextualizada”
que tiene por objeto:
- La ética ambiental.
- La ética de los negocios.
- La bioética.
El término bioética (literalmente “ética de la vida” o “ética de lo viviente”) aparece por
primera vez en 1970 en el título de un artículo del célebre oncólogo norteamericano de la
Universidad de Wisconsin, el doctor VAN RENSSEALER POTTER. El artículo, “Bioética,
la ciencia de la supervivencia” inaugura sus escritos sobre la nueva disciplina.
Potter definía la bioética como extensión de la ética, o una ética basada en el conocimiento biológico,
y vinculaba su razón de ser a la urgente necesidad de formular una nueva ética que permitiera
garantizar la supervivencia de la Humanidad a través de un estrecho diálogo entre las ciencias
biomédicas y las ciencias humanas.
En 1971 publicó “Bioética puente hacia el futuro”, fechas en las que se encontraba muy influido
por la “ecología profunda” y contemplaba el uso de la biotecnología desde la perspectiva de
garantizar la supervivencia humana, la mejora de las calidades de vida y la superación del riesgo
ecológico.
Realmente la bioética no es en sí una nueva disciplina, ni una nueva ética. Se trata de dar respuesta
a las innovaciones tecnológicas y a las cuestiones éticas que plantean.
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MAURIZIO MORI considera la bioética como un movimiento cultural surgido en Estados
Unidos en los años 70, acogido en Europa en los 80, y, extendido en los 90 por todo el
mundo, hasta el punto de que hoy en día podemos considerarlo como una cuestión
global o fenómeno planetario.
Dicho movimiento se consolidó muy pronto en el ámbito académico. Ha generado a su
vez una serie de estructuras específicas dedicadas a mantener y alimentar el debate: centros de
investigación, tanto privados como públicos, cátedras universitarias, másteres y asociaciones...Ej.
Comisión de Bioética de Durango.
En la Conferencia de Erice (1991) se diferencian hasta cuatro campos principales de esta área
de conocimiento:
1. La ética de los profesionales.
2. La medicina social.
3. La experimentación.
4. La bioecología.
Actualmente, la bioética se enfrenta a juicios y decisiones extremadamente complejas, como:
▪ ¿Cuándo se inicia la vida?, ¿Cuándo se puede hablar de persona o de vida humana?
▪ ¿Qué autonomía compete al individuo sobre su propia vida?
▪ ¿Cuándo ejercer las prácticas de reanimación o cuando dejar morir?
▪ ¿Cuáles son los límites del tratamiento y cuáles los de la experimentación humana o no
humana?...
La reflexión afecta desde temas estrictamente biológicos (cuándo se puede establecer el inicio de la
vida), a temas de naturaleza filosófica-religiosa (la sacralidad de la vida y de la muerte), a cuestiones
filosóficas-jurídicas (si se puede y cómo fijar las normas), en un contexto plural con creencias
religiosas o ideológicas, modelos culturales y sistemas de valores diversos.
La exigencia de una reglamentación jurídica se encuentra en una sociedad pluralista, con la
ausencia de valores compartidos. De aquí se deriva un doble riesgo:
• Establecer límites que respeten los valores morales de tan solo unos pocos.
• Tratar de controlar mediante leyes y disposiciones administrativas el progreso de la ciencia.
De estas premisas D’Agostino extrae unos principios sobre los que se fundamenta la bioética:
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Para Faralli, la bioética de los animales cuenta como predecesor las concepciones
utilitaristas de JEREMY BENTHAM16 en su pretensión de incluir en el cálculo de la
felicidad los intereses de los animales y en su delimitación del ámbito de la moral en
atención a la capacidad de sentir dolor o placer. Para Bentham la capacidad de
sufrimiento es la característica vital que da derecho a un ser a ser objeto de igual
consideración.
Un caballo que ha alcanzado la madurez o un perro adulto es más racional y con él es más posible
la comunicación que con un niño de un día. La cuestión no es si pueden razonar, o si pueden hablar,
sino ¿pueden sufrir?
PETER SINGER propone el utilitarismo de las preferencias, que consiste en juzgar la
moralidad de las acciones por la medida en que están de acuerdo con las preferencias de
cualquier ser afectado por esas condiciones o por sus consecuencias. Además, con el
Proyecto Gran Simio (1993) reclama una extensión del igualitarismo moral que abarque
a todos los grandes simios.
Un feto humano, sin más sentimientos humanos que una ameba, goza de una reverencia y una protección
legal que excede en gran medida a la que se le concede a un chimpancé adulto. Sin embargo, el chimpancé
siente y piensa y, según evidencia experimental reciente, puede ser aun capaz de aprender una forma de
lenguaje humano. El feto pertenece a nuestra propia especie y se le otorgan instantáneamente privilegios y
derechos especiales debido a este factor.
TOM REGAN (n. 1938) se opone a las tesis de Peter Singer. Constituye el otro gran
exponente en la lucha en favor de la promoción de los derechos de los animales en el
ámbito filosófico. En su obra “La cuestión de los derechos de los animales” construye
una teoría de los derechos básicos de todas las criaturas que son “sujetos de vida”,
animales y no animales, a partir de la distinción entre aquellos a los que
atribuye la condición de “agentes morales” (los seres humanos adultos y racionales) y a quienes
califica de “pacientes morales” (todos los animales no humanos conscientes y sintientes, es decir,
con capacidad para sentir placer y dolor, tener expectativas, recuerdos y afectividad) a quienes
considera datados de “valor moral intrínseco”.
Una tercera posición es la de EUGENE HARGROVE que entiende que el deber de tutela del
medioambiente se encuentra vinculado a consideraciones de orden estético.
16El utilitarismo es una teoría ética fundada a fines del siglo XVIII por Jeremy Bentham, que establece que
moralmente la mejor acción es la que produce la mayor utilidad para el mayor número de individuos
involucrados, es decir, la que maximiza la utilidad.
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En Italia, la bioética, en la más amplia de sus acepciones, ha sido desarrollada por Luigi
LOMBARDI VALLAURI (n. 1936).
En el tratamiento de la política del derecho describe la que llamó “sociedad pleromática”. “El
pleroma” lo identifica en un primer estudio con el fin cristiano o con la plenitud no reproductiva
del ser, “la forma perfecta dada a la totalidad, la síntesis de todo lo que hombre es”.
Posteriormente, en sus obras más recientes, se produce una expansión de la idea de pleroma al
punto de cubrir con ella: “la plenitud no reduccionista del ser, humano y no humano, en su
dimensión material-natural, histórico-cultural y personal-espiritual”. De aquí deriva su interés por
las problemáticas bioético-médicas, animalista, ambiental, etc.
3. EL MULTICULTURALISMO
El término multiculturalismo es un término actual y de moda en los últimos años, que cubre un
amplio abanico de sentidos semánticos, y de hecho puede ser usado:
En Italia el debate es más reciente, porque también ese reciente la llegada de importantes flujos de
inmigrantes que han producido que la sociedad deje de estar integrada por una mayoría homogénea
y pequeñas minorías, pasando a estar constituida por una pluralidad de grupos culturales. Esto ha
supuesto consecuencias para:
o La ciudadanía
o Los derechos individuales
o La soberanía
o La forma del Estado
o Los derechos de los grupos
La perspectiva multicultural representa un desafío para todos los ciudadanos y no solo para los
filósofos del derecho. Para el profesor EDOARDO GLEBO: “El desafío que el multiculturalismo
plantea a la democracia contemporánea está constituido por la necesidad de considerar a los
ciudadanos como iguales, sin dejar de contemplar sus distintas exigencias:
• Por un lado, respetar la identidad de cada individuo, con independencia de su sexo, raza
o etnia.
• Por otro lado, tutelar prácticas y formas de vida sostenidas, por considerarlas
estructuras locales.
• Incluso aplicar la discriminación positiva.
El principio de paridad de tratamiento debe valerse de programas políticos que equilibren la
universalización de los derechos subjetivos con una política sensible a las diferencias culturales”.
Además, el multiculturalismo implica que si se modifica el conjunto del componente demográfico
las garantías de tipo jurídico deben ofrecer a cada grupo particular la posibilidad de regenerar su
propio contexto cultural.
La democracia debe salvaguardar dos niveles distintos de integración. Debe tutelar la integración
intercultural de grupos y culturas dotados de una identidad propia, separándola de la integración
política formal y, condicionando las identidades minoritarias a los principios constitucionales
inherentes a la cultura política y no a las formas de vida cultural y mayoritaria.