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MACCORMICK, Neil, Institutions of Law.

An Essay in Legal
Theory Law, State, and practical Reason, Oxford University
Press, New York, 2007, 317 p.

Arnaldo Platas Martínez ∗

Neil MacCormick es conocido como uno de los juristas más brillantes de habla
inglesa, debido a dos razones. La primera de ellas por sus aportaciones al mundo
de la “institucionalidad jurídica”, que se vincula directamente con una de las
teorías jurídicas de mayor impacto en las instancias del derecho, en especial de
argumentación que lo coloca entre los tres grandes pilares contemporáneos de la
disciplina en cuestión. Con un elemento agregado, la concepción de la
argumentación como parte de la axiología moderna. Y la segunda, como
consecuencia de lo anterior, por la enorme disputa con Ronald Dworkin. Un
debate que ha permitido encontrar nuevas formulaciones en la concepción del
Derecho, dejando atrás el positivismo ramplón, que afirma la creencia en la ley
como el único objeto de conocimiento del mundo jurídico. Quizá, para algunos de
los estudiosos del derecho más avocados a las novedades snob pudieran llamar la
atención las críticas al autor de los Derechos en Serio, y por ello son relevantes las
aportaciones al campo de la llamada neoinstitucionalidad de lo jurídico que
empieza a tener frutos importantes, y que como ejemplos, se pueden citar a las
reformas de las instituciones jurídicas en los Estados Unidos, o cambios de lo
jurídico que han impactado en México.

Por ello, la obra que se editó en 2007 constituye un hito para entender la
dinámica en que se mueven las nuevas corrientes del Derecho, y además, porque
hay una serie de novedades para entender lo jurídico desde las ópticas
abandonadas desde que Hart sufrió la embestida contra el positivismo anglosajón
por parte de uno de sus más brillantes discípulos.


Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Veracruzana.
Arnaldo Platas Martínez

El autor ha incursionado con anterioridad con tres obras que llaman la


atención por colocar en jaque muchos de los conceptos que parecían estar
aceptados por la teoría canónica del Derecho. Los nombres pueden decir mucho
sobre la naturaleza y fines de la propuesta: Rethoric and the Rule of Law, Questioning
Sovereignty y Legal Reasoning and Legal Theory. Acaso, en el mundo jurídico
MacCormick sea más conocido por sus tesis de argumentativas que intentan
colocarse en un punto intermedio entre la razonabilidad kantiana y el escepticismo
de las escuelas realistas, principalmente de las tendencias norteamericanas y
escandinavas, que tanta fama tuvieron en los años setenta del siglo pasado.

Con seguridad el libro que reseñamos no sería entendido si no colocamos el


escenario adecuado de los diversos posicionamientos del autor en el esquema
general de la argumentación y de los efectos mismos sobre las instituciones de
Derecho. En consecuencia, en el desarrollo de los diversos planteamientos del
autor norteamericano la cuestión central se encuentra en encontrar no solamente
una fórmula argumentativa al interior de la estructura jurídica -como ha sido la
preocupación de las tendencias de los formalistas-, sino adicionalmente, encontrar
la técnica a través de la cual sea posible integrar las formas argumentativas de la
sociedad en general. Esta combinación en el planteamiento cumple una función de
integración. Esa integración no solamente funciona para que las decisiones legales
sean aceptadas, sino además tengan una cobertura de legalidad tan necesaria en
los tiempos que corren con todos los procesos democráticos de participación de la
sociedad en la vida institucional.

A partir de esa visión emerge el libro Institituions of Law. Es un documento


bien planteado desde la perspectiva contemporánea del institucionalismo, lo que
significa desarrollar una serie de temas en rededor no solamente de la ley como
institución, tal como fueron acostumbrados muchos de los formalistas del siglo,
sino de manera muy importante desde la perspectiva de la norma o regla al
interior de las instituciones de un mundo que requiere de mayores certezas en
medio de los autoritarismo personales que tanto daño han causado a la
interpretación de la norma y su aplicación consecuente.

De esta forma, aparecen algunos puntos que son de relevancia para entender
la dimensión del hombre como usuario de un sistema normativo que se encuentra
profundamente vinculado a las agencias jurídicas o instituciones, utilizando una
forma más apropiada del lenguaje castellano. Así, el Estado Constitucional
contemporáneo es uno de los ejemplos más paradigmáticos al respecto. Ya que es
en él donde se cruzan una serie de relaciones que permiten a las normas actuar en
su dimensión de lo jurídico, y además, que es la tarea más importante, en las
Institutions of Law. An Essay in Legal Theory Law, State, and practical
Reason, Neil MacCormick

relaciones de poder que han aparecido debido a los mecanismos de


democratización de las instancias jurídicas.

De esta forma, el orden jurídico institucional hace posible a través de los


procesos adecuados la promulgación de las normas, la articulación de los
principios, que ha sido uno de los debates importantes en los años recientes, y la
sistematización de una ciencia jurídica que se ha vuelto más racional, dejando de
lado los humos metafísicos. Es así, como en la visión de MacCormick la ley ocupa
un puesto central en las relaciones sociales. Ya que posee características como la
complejidad y la sistematicidad, dentro de la cual es posible, asignar un rol a la
persona en sus diferentes posiciones y vínculos con los hechos. Esta última
característica constituye una innovación interesante en el nuevo positivismo
institucional que promueve MacCormick. Lo que se interpreta, en la actualidad, no
es precisamente a la norma, sino a los hechos que ocurren a la luz de determinadas
instituciones, que obviamente se encuentran conformadas por normas. Además, es
interesante el planteamiento, porque la institucionalidad tiene que visualizarse
también como una negación de la misma, lo cual permite entender que la
insuficiencia de la institucionalidad nos lleva de la mano a interpretar hechos que
no se encuentran vinculados con las normas y que debe haber una respuesta por la
parte de los órganos del Estado.

Con todo lo anterior construye un andamiaje alrededor de la norma jurídica


que es bastante importante en los tiempos modernos. El carácter institucional de la
ley solamente puede entenderse a la luz de los fines intrínsecos del acto de
gobernar. Por tanto, dichos actos se hayan vinculados con una serie de valores que
la democracia se ha planteado como fórmula de un adecuado gobierno.

A la luz de las anteriores premisas se transita a una de las cuestiones que


todos los juristas contemporáneos han dejado de lado y que consiste en la
clasificación del derecho. Y lo han abandonado por dos razones, la corriente
creciente de que el Derecho forma parte de un todo uniforme desde la óptica del
Estado, y en segundo lugar, al perspectivismo de las especialidades, que ven en la
clasificación un obstáculo a la expansión de los campos de acción de lo jurídico. En
el caso de MacCormick la clasificación no es metodológica, ni siquiera sistémica, en
el mejor de los sentidos del término, sino que atiende de manera vital a los valores
que cada rama jurídica tiene que atender, buscando siempre los principios básicos
del adecuado, correcto y ordenado, sistema jurídico; que más que valores,
constituyen, hoy día, metavalores o valores organizacionales.

Esta última situación nos permite entender, al mismo tiempo las condiciones
en que se mueve la moralidad de la norma jurídica al interior del positivismo. Y
Arnaldo Platas Martínez

esto es determinante en las nuevas concepciones del derecho, sobre todo cuando la
cultura de los Derechos Humanos ha adquirido legitimidad en todo el planeta. El
principio básico de los mismos no descansa, de forma necesaria, en la idea de la
legalización arcaica de los derechos, 1 sino de manera determinante en la
legitimidad de los sistemas legales y la propia moral. Es por ello la preocupación
de MacCormick que sostiene que solamente a través de la positivización de las
instituciones es posible entender las nuevas orientaciones de los Derechos
Humanos, y el propio contenido propio de las instancias jurídicas. Por tanto, el
vínculo con la moralidad no se haya en relación con la norma jurídica, sino de
manera importante con las propias instituciones y los actos de gobernabilidad de
las mismas.

La recomendación de la lectura es obligada para todos los que buscan en el


Derecho un nuevo instrumento del cambio social, pero sobre todo del cambio en
los operadores de lo jurídico.

1Quienes sostienen tal legalización poseen un limitado concepto de Derechos Humanos, producto
de un reduccionismo alógico.

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