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Otros pronombres por los cuales se reemplaza al objeto directo —y, por lo
tanto, se lo reconoce— son ME – TE – SE – NOS – OS.
Es decir, el verbo transitivo necesita del objeto directo. En ese objeto directo
recae la acción indicada por el verbo. Si no hay objeto directo, la oración
queda trunca, como "colgada del precipicio".
Es decir, si escribimos:
El gobernador me citó.
La pregunta sería: "¿A quién citó el gobernador? A mí". Y "citó a mí", forma
incorrecta en el castellano, equivale a decir "me citó". De nuevo estamos
ante un objeto directo.
Pero hay que tener cuidado, porque la misma pregunta vale para detectar el
objeto indirecto. La conclusión es que los criterios más importantes para
detectar el objeto directo son 1) el carácter del verbo, y 2) la posibilidad de
pasar la oración a voz pasiva.
Si en una oración logré ubicar el objeto directo, y por lo tanto confirmé que el
verbo es transitivo, el "otro objeto" que también recibe la acción del verbo es
el objeto indirecto. El objeto indirecto suele estar encabezado por las
preposiciones "a" o "para". Téngase en cuenta, antes de avanzar, que el
objeto directo a veces va encabezado con la preposición "a". De eso voy a
ocuparme en otro artículo de este mismo libro, pero para no hacer una
digresión tan importante voy a decir, como lo hice arriba, que el objeto
directo que sí va encabezado con "a" es el que contiene a una persona o
cosa personificada, pero hay excepciones.
El objeto indirecto es "a mi madre". Como vemos, recibe por intermedio del
objeto directo (la carta) la acción del verbo.
Otro ejemplo:
Ejemplo:
"La gente del palacio se lavaba las manos con cerveza y se afeitaba con
miel".
Analicemos "se lavaba" y "se afeitaba": el pronombre reflexivo de 3ra.
persona "se" se acopla a ciertos verbos para formar el uso reflexivo de
éstos (el pronombre "se" introduce al verbo). Podemos decir: "El barbero
afeita al cliente"; allí, la acción de afeitar parte del barbero y la recibe el
cliente; pero para indicar que la acción de afeitar parte de una persona y
ella misma la recibe, diremos: "El joven se afeitó el bigote". Se lo afeitó "a
sí mismo", por así decirlo.
El pronombre "se" repite la persona del sujeto (la 3ra.) e indica que la
acción vuelve a recaer sobre el mismo que la ejecuta.
Porque cuando el "se" acepta que detrás del verbo se coloque la frase "a
sí mismo" (porque es un "se" reflexivo), ese "se" es un objeto directo.
CUIDADO: el "a mí" no es igual que el "a mí mismo" de los verbos reflexivos.
Es otra cosa. De hecho, "negar" es un verbo que puede funcionar como
transitivo, aunque no en este caso.
Otro ejemplo:
¿Por qué el "me" (que, como ya dijimos, puede ser O.D. u O.I.) es aquí un
objeto directo y no un objeto indirecto?
Porque si expando qué quiere decir "me" voy a encontrar que significa "a
mí". Pero, claro, el objeto indirecto también puede estar encabezado por la
preposición "a". Sucede que el verbo "recibir" es transitivo, condición
fundamental para que exista un O.D. ¿Cómo me doy cuenta de que el verbo
"recibir" es transitivo? Porque esta oración acepta ser pasada a voz pasiva
sin que se distorsione su significado: "Yo fui recibido por el profesor".
Más ejemplos:
Aquí, "a la poetisa" es una construcción encabezada con la preposición
"a". Como "poetisa" es una persona y puedo llegar a tener dudas sobre si
"a la poetisa" es un objeto directo o un objeto indirecto, me fijo en el
verbo. El tipo de verbo me va a dar la clave; y aquí el verbo es intransitivo.
Es decir, no acepta un O.D. Entonces, no me quedan dudas de que "a la
poetisa" es un O.I.