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locuacidad inútil y vacía, como un insensato que solo habla sandeces.

Sus
acusaciones contra

sino que también afrentó con deli

que resistieran su autoridad. no recibe a los hermanos. Aceptar la autoridad de


Juan (v. 9) así como ser hospitalario con los ministros itinerantes, constituía una
amenaza directa a la autoridad impuesta que Diótrefes tanto codiciaba y luchaba por
mantener.
11 no imites lo malo, sino lo bueno. El versículo comienza la introducción al
elogio de Demetrio en el v. 12. Gayo debía imitar a Demetrio como el modelo
ejemplar para sus acciones. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo
malo, no ha visto a Dios. La declaración de Juan indica que las acciones de
Diótrefes demostraron que nunca había sido un cristiano. Esta es una aplicación
práctica de la prueba moral (vea las notas sobre 1 Jn. 5:2, 3).
12 Todos dan testimonio de. Al igual que Gayo, la reputación de Demetrio era
bien conocida en la región. Demetrio. Como Gayo, Demetrio era un nombre muy
común en el mundo romano (Hch. 19:24, 38). Nada se sabe acerca de él fuera de
esta epístola. Es posible que haya entregado la carta, lo cual también habría servido
para recomendarle a Gayo. aun la verdad misma. Demetrio fue un modelo
excelente y digno de imitar porque él practicó en su vida la verdad de la Palabra de
Dios.
Vea la nota sobre 2 Juan 12.

La Epístola de
JUDAS

Título

acuerdo al nombre de su autor (v. 1), uno de los cuatro medio-hermanos de Cristo

3375
(Mt. 13:55; Mr. 6:3). Como el cuarto libro más corto del NT (Flm., 2 Jn., y 3 Jn.
son más cortos), Judas es la última de ocho epístolas generales. Judas no cita el AT
directamente, pero hay por lo menos nueve referencias obvias al mismo.

Autor y fecha
Aunque Judas era un nombre común en Palestina (por lo menos ocho son
nombrados en el NT), el autor de Judas generalmente ha sido aceptado como Judas,
el medio-hermano de Cristo. Se debe diferenciar del apóstol Judas, el hermano de
Jacobo (Lc. 6:16; Hch. 1:13). Varias líneas de pensamiento llevan a esta conclusión:
Concilio de
Jerusalén (Hch. 15) y otro medio-hermano de Jesús (v. 1; cp. Gá 1:19); 2) la
salutación de Judas es similar a la de Santiago (cp. Stg. 1:1); y 3) el hecho de que
Judas no se identifica a sí mismo como apóstol (v. 10), sino que más bien se
distingue entre sí mismo y los apóstoles (v. 17).
La apostasía doctrinal y moral discutida possssr Judas (vv. 4 18) es un paralelo
cercano de la de 2 Pedro (2:1 3:4), y se cree que la escritura de Pedro estableció la
fecha de Judas por varias razones: 1) 2 Pedro espera la venida de los falsos maestros
(2 P. 2:1, 2; 3:3); mientras que Judas lidia con su llegada (vv. 4, 11, 12, 17, 18); y 2)
Judas cita directamente de 2 P. 3:3 y reconoce que es de un apóstol (vv. 17, 18).
Debido a que no se hizo mención alguna de la destrucción de Jerusalén en el 70
d.C. por parte de Judas, aunque es muy probable que Judas vino después de 2 Pedro
(ca. 68 70 d.C.), fue casi ciertamente escrita antes de la destrucción de Jerusalén.
Aunque Judas no viajó en viajes misioneros con otros hermanos y sus esposas (1
Co. 9:5), es muy probable que escribió desde Jerusalén. La audiencia exacta de
creyentes con quienes Judas mantuvo correspondencia es desconocida, pero parece
ser judía a la luz de las ilustraciones de Judas. Sin duda alguna escribió a una región
recientemente plagada por falsos maestros.

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Aunque Judas había rechazado a Jesús como el Mesías en el pasado (Jn. 7:1 9),
él, junto con otros medio hermanos de nuestro Señor, se convirtió después de la
resurrección de Cristo (Hch. 1:14). Debido a su relación con Jesús, su conocimiento
como testigo ocular del Cristo resucitado y el contenido de esta epístola, fue
reconocida como inspirada y fue incluida en el canon muratorio (170 d.C.). Las
preguntas antiguas acerca de su canonicidad también tienden a apoyar que fue
escrita después de 2 Pedro. Si Pedro hubiera citado a Judas, no habría habido
pregunta alguna acerca de la canonicidad, debido a que Pedro entonces le habría
dado a Judas afirmación apostólica. Clemente de Roma (ca. 96 d.C.) y Clemente de
Alejandría (ca. 200 d.C.) también hicieron referencia a la autenticidad de Judas. Su
tamaño diminuto y las citas de Judas de escritos no inspirados, responden a
cualquier pregunta no apropiada acerca de su canonicidad.

Contexto histórico
Judas vivió en un tiempo en el que el cristianismo estaba bajo ataque político
severo por parte de Roma y la infiltración espiritual agresiva por parte de apóstatas
parecidos a gnósticos y libertinos que sembraban la semilla para una cosecha
gigantesca de error doctrinal. Podría ser que este fue el precursor del gnosticismo
abierto el cual el apóstol Juan confrontaría más de veinticinco años más tarde en sus
epístolas. A excepción de Juan, quien vivió al cierre del siglo, todos los demás
apóstoles habían sido martirizados, y se pensaba que el cristianismo fuera
extremadamente vulnerable. De esta manera, Judas llamó a la iglesia a pelear, en
medio de una intensa batalla espiritual, por la verdad.

Temas históricos y teológicos


Judas es el único libro del NT enfocado exclusivamente a confrontar la

apóstatas son descritos en otros lugares en 2 Tesalonicenses 2:10; Hebreos 10:29; 2


Pedro 2:1 22; 1 Juan 2:18 23. Él escribió para condenar a los apóstatas y alentar a
los creyentes a contender por la fe. Él llamó al discernimiento por parte de la iglesia
y a una defensa rigurosa de la verdad bíblica. Él siguió los ejemplos antiguos de: 1)

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Cristo (Mt. 7:15 en adelante; 16:6 12; 24:1 en adelante; Ap. 2; 3); 2) Pablo (Hch.
20:29, 30; 1 Ti. 4:1; 2 Ti. 3:1 5; 4:3, 4); 3) Pedro (2 P. 2:1, 2; 3:3, 4); y 4) Juan (1
Jn. 4:1 6; 2 Jn. 6 11).
Judas está repleta de ilustraciones históricas del AT las cuales incluyen: 1) el
Éxodo (v. 5); 2) la rebelión de Satanás (v. 6); 3) Sodoma y Gomorra (v. 7); 4) la
muerte de Moisés (v. 9); 5) Caín (v. 11); 6) Balaam (v. 11); 7) Coré (v. 11); 8) Enoc
(vv. 14, 15); y 9) Adán (v. 14).
Judas también describe de una manera vívida a los apóstatas en términos de su
estado espiritual y actividades inconcientes (vv. 4, 8, 10, 16, 18, 19). Además, tomó
ilustraciones de la naturaleza para ilustrar la futilidad de su enseñanza (vv. 12, 13).
Mientras que Judas nunca comentó acerca del contenido específico de su falsa
enseñanza, fue suficiente demostrar que la vida personal degenerada de cada uno de
ellos y ministerio sin fruto mostraban sus intentos por enseñar error como si fuera
verdad. Este énfasis en el estado espiritual repite el tema constante con respecto a
los falsos maestros, su corrupción personal. Mientras que su enseñanza es
inteligente, sutil, engañosa, atractiva, y entregada en muchísimas formas, la manera
común de reconocerlos es ver detrás de sus frentes espirituales falsos y ver la vida
impía de ellos (2 P. 2:10, 12, 18, 19).

Retos de interpretación
Debido a que no hay asuntos doctrinales discutidos, los retos de esta carta tienen
que ver con interpretación en el proceso normal de discernir el significado del texto.
Judas no cita de fuentes no canónicas, pseudopígrafas (esto es, el autor mismo no
fue el que se nombró en su título). Tales fuentes son el Libro de Enoc (v. 14) y la
Asunción de Moisés (v. 9) para apoyar sus puntos. ¿Fue esto aceptable? Debido a
que Judas estaba escribiendo bajo la inspiración del Espíritu Santo (2 Ti. 3:16; 2 P.
1:20, 21) e incluyó material que era preciso y verdadero en sus afirmaciones, él no
hizo algo diferente de Pablo (cp. Hch. 17:28; 1 Co. 15:33; Tit. 1:12).
Bosquejo

I. Deseos de
Judas (1, 2)
II. Declaración

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de guerra en
contra de los
apóstatas (3,
4)
III. Resultado
condenador
de los
apóstatas (5
7)
IV. Denuncia de
los apóstatas
(8 16)
V. Defensas en
contra de los
apóstatas
(17 23)
VI. Doxología de
Judas (24,
25)

1 Judas. Vea la Introducción: Autor y fecha. siervo. Antes de la crucifixión y la


resurrección, Judas había negado a Jesús como Mesías (Mt. 13:55; Mr. 6:3; Jn. 7:5)
pero después llegó a reconocerse a sí mismo como su esclavo, tras someterse con
humildad al señorío de Cristo. hermano de Jacobo. Jacobo era el líder reconocido
de la iglesia de Jerusalén (Hch. 12:17; 15:13; 21:18; Gá 2:9) y autor de la que se
conoce como la Epístola Universal de Santiago. llamados. Como siempre en las
epístolas, esto no se refiere a una invitación general a la salvación, sino al llamado
irresistible y eficaz de Dios a la salvación de sus elegidos (cp. Ro. 1:7; 1 Co. 1:23,
24; 1 Ts. 5:24; 2 Ts. 2:13, 14). Este llamado produce: 1) comunión con Cristo (1
Co. 1:9); 2) paz (1 Co. 7:15); 3) libertad (Gá. 5:13); 4) una vida digna de Dios (Ef.
4:1); 5) esperanza (Ef. 4:4); 6) santidad (1 P. 1:15); 7) bendición (1 P. 3:9) y 8)
santificados. Los

3379
Romanos 5:8; 1 Juan 3:1, donde se amplía el tema del amor incondicional y por
ende interminable de Dios hacia el creyente en Cristo. Sin duda alguna, es debido a

la transformación de la conversión. Dios Padre. El plan de salvación y su


cumplimiento vienen de Dios, quien no solo es Padre en el sentido de creación y

2:4; Tit. 1:3; 2:10; 3:4). Vea la nota sobre 1 Timoteo 4:10. guardados. Vea la nota
sobre el v. 24. Dios no solo inicia la salvación, sino que también la completa por
medio de Cristo, de tal modo que mantiene asegurado al creyente para vida eterna
(cp. Jn. 6:37 44; 10:28 30; 17:11, 15; Ro. 8:31 39; 2 Ti. 4:18; He. 7:25; 9:24; 1 P.
1:3 5).
2 Misericordia y paz y amor.

cristianos. Solo aquí en el NT aparecen tan cerca estas tres cualidades. Donde
prevalecen la ley y las obras hay fracaso y muerte, mientras que donde prevalece la
gracia, hay misericordia (Ef. 2:4; He. 4:16), paz (Ro. 5:1) y amor (Ro. 5:5) en
abundancia.
3 Amados. Cp. los vv. 17, 20. me ha sido necesario. Cp. 1 Corintios 9:16. Este
versículo implica que Judas se había propuesto escribir una carta sobre la salvación
como la bendición común que todos los creyentes disfrutan, quizás para destacar la
unidad y la comunión entre los creyentes y para recordarles que Dios no hace
acepción de personas. En lugar de esto, él se vio obligado a escribir un llamado a
batallar por la verdad en vista de la llegada de los maestros apóstatas. que
contendáis ardientemente. Aunque la salvación de sus destinatarios no corría
peligro, ciertos falsos maestros que predicaban y vivían en la práctica un evangelio
falso habían logrado desviar a los que necesitaban oír el evangelio verdadero. Judas
escribió este llamado imperativo para que los cristianos libraran una guerra sin

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cuartel en contra del error en todas sus formas, y a que lucharan con valor por la
verdad, como un soldado al que se encomienda como una tarea sagrada la
protección de un tesoro santo (cp. 1 Ti. 6:12; 2 Ti. 4:7). la fe. Esto corresponde a
todo el cuerpo de la revelación divina sobre la salvación que contienen las
Escrituras (cp. Gá 1:23; Ef. 4:5, 13; Fil. 1:27; 1 Ti. 4:1). Cp. el v. 20. Aquí se hace
un llamado a conocer la sana doctrina (Ef. 4:14; Col. 3:16; 1 P. 2:2; 1 Jn. 2:12 14),
discernir la verdad frente al error (1 Ts. 5:20 22) y disponerse a confrontar y
corregir toda desviación de la verdad (vea las notas sobre 2 Co. 10:3 5; Fil. 1:7,
27; 1 Ti. 1:18; 6:12; 2 Ti. 1:13; 4:7, 8; Tit. 1:13). una vez dada a los santos. La
revelación de Dios fue dada una sola vez tras quedar completadas las Escrituras, y
no debe ser editada con borraduras ni añadiduras (cp. Dt. 4:2; 12:32; Pr. 30:6; Ap.
22:18, 19). La Biblia es completa, suficiente y ha quedado terminada, fijada para
siempre en su forma original y presente. Nada debe añadirse al volumen de la
Palabra inspirada (vea las notas sobre 2 Ti. 3:16, 17; 2 P. 1:19 21) porque nada
más se necesita. Los creyentes tienen ahora la responsabilidad de estudiar la Palabra
(2 Ti. 2:15) predicar la Palabra (2 Ti. 4:2) y luchar por su preservación. santos. Los
creyentes se identifican como santos porque han sido apartados del pecado para que
sean consagrados a Dios. Vea la nota sobre 1 Corintios 1:2.
4 algunos hombres han entrado encubiertamente. Eran maestros falsos que se
habían infiltrado con pretensiones de ser verdaderos y que en la superficie parecían
ser lo real pero cuya intención verdadera era desviar al pueblo de Dios de la verdad
revelada (cp. Mt. 7:15; Hch. 20:29; Gá 2:4, 5; 1 Ti. 4:1 3; 2 P. 2:1, 20; 1 Jn. 2:18
23). Estos apóstatas eran fraudes satánicos que se presentaban quizá como maestros
itinerantes (cp. 2 Co. 11:13 15; 2 P. 2:1 3; 2 Jn. 7 11). Su disimulo los hacía
peligrosos, y se caracterizaban por tres aspectos: 1) eran impíos, 2) pervertían la
gracia y 3) negaban a Cristo. La apostasía y los
apóstatas habían sido predichos y condenados muchos siglos atrás, como se ilustra

3381
en los vv. 5 7 y como habló de ello Enoc en los vv. 14 16. Cp. Isaías 8:19 21;
47:9 15; Oseas 9:9; Sofonías 3:1
Escrituras como una advertencia para todos los que habrían de venir más adelante.
Jesús había advertido sobre ellos en Mateo 7:15 20 (cp. Hch. 20:29). La
advertencia más reciente había aparecido en 2 Pedro 2:3, 17; 3:7. esta
condenación. l
hecho de que Judas desenmascarara a los apóstatas los dejaba expuestos al terrible
juicio de Dios que había sido anunciado con mucha anticipación. hombres impíos.

por el hecho de que se infiltraron en la iglesia de Dios para corromperla y obtener


ganancias materiales de su pueblo. Cp. los vv. 15, 16, 18, 19. libertinaje.

de los que abusan con irreverencia de la gracia de Dios al entregarse sin reservas a
la inmoralidad abierta (cp. Ro. 6:15).
Señor Jesucristo. Aquí se usan dos palabras griegas para aludir al Señor. Los
apóstatas no reconocían a Cristo como Señor soberano ( ) y desdeñaban
cualquier reconocimiento de Cristo como Señor honorable (kurios) por medio de su

cual atribuye el reconocimiento divino al Señor Jesucristo y recalca el hecho de que


los apóstatas se obstinan en negarlo a Él. Vea la nota sobre 2 Pedro 2:1. Cp. Mateo
10:33; 2 Timoteo 2:12; Tito 1:16; 1 Juan 2:22, 23. Siempre sucede con los
apóstatas, los falsos maestros y las religiones falsas que pervierten lo que las
Escrituras declaran como cierto acerca del Señor Jesucristo.
5 7 Judas les hizo recordar tres hechos bien conocidos de la apostasía en el AT
(v. 5) para ilustrar su resultado condenatorio como se declara en el v. 4.

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uyó. Cp. Hebreos 3:16 19. De forma milagrosa, Dios liberó a
la nación de Israel de la esclavitud en Egipto (Éx. 12:51; Dt. 4:34) pero ellos
respondieron con incredulidad, duda y deserción de la fe en Dios quien prometió
llevarlos a la Tierra Prometida (Nm. 13:25 14:4) a tal punto que se rebajaron a
rendir culto a un ídolo fabricado por ellos mismos, así como a murmurar en contra
de Dios en lugar de adorarlo como solo Él lo merece (Éx. 16:7 12; 1 Co. 10:10,
11). Esa generación apóstata murió en el transcurso de treinta y ocho años de
travesías por el desierto (Nm. 14:22 30, 35)
6 ángeles que no guardaron. Esta apostasía de los ángeles caídos se describe en
Génesis 6:1 3 como su decisión pecaminosa de poseer a hombres que a su vez
cohabitaron con mujeres. Vea la nota sobre 2 Pedro 2:4. La transición inmediata a
Sodoma y Gomorra en el v. 7 apunta a la similitud entre el pecado de las relaciones
homosexuales y lo que hicieron estos ángeles en Génesis 6. el juicio del gran día.
Esto se refiere al juicio final en que todos los demonios y Satanás son echados para

y para todos los impíos (Ap. 20:15).


Vea las notas sobre 2 Pedro 2:6 10. La destrucción de
estas ciudades ubicadas en la esquina SE del Mar Muerto se emplea más de veinte
veces en las Escrituras como una ilustración del juicio de Dios durante los días de
Abraham y Lot (cp. Gn. 18:22 19:29). Esta destrucción se debió a su apostasía
porque ocurrió unos cuatrocientos cincuenta años después del diluvio, una época en
la que por lo menos uno de los hijos de Noé (Sem, cp. Gn. 11:10, 11) todavía estaba
vivo. Puesto que solo fue cien años después de la muerte de Noé (Gn. 9:28) las
personas sabían muy bien todo lo relacionado con el mensaje de justicia y juicio de
parte de Dios que Noé predicó y que ellos, después del diluvio, insistieron en
rechazar. de la misma manera que aquéllos. Esto se refiere al v. 6.
vicios contra naturaleza. Se trata de lujuria y lascivia tanto en el ámbito
heterosexual (Gn. 19:8) como homosexual (Gn. 19:4, 5) por parte de los hombres
de la ciudad y la población en general. Cp. Levítico 18:22; 20:13; Romanos 1:27; 1
Corintios 6:9; 1 Timoteo 1:10 para la condenación absoluta de toda actividad

3383
homosexual. fuego eterno. Sodoma y Gomorra ilustran cómo opera el fuego del
juicio de Dios sobre la tierra (cp. Ap. 16:8, 9; 20:9) que fue tan solo una visión
adelantada del fuego que nunca puede apagarse en el infierno eterno (cp. Mt. 3:12;
18:8; 25:41; Mr. 9:43, 44, 46, 48; Lc. 3:17; Ap. 19:20; 20:14, 15; 21:8).
8 estos soñadores. Vea las notas sobre 2 Pedro 2:10 12. Esto se refiere a un
estado confuso del alma o a una imaginación anormal que produce alucinaciones y
trastorno sensual. La mente de cada uno de estos hombres era tan insensible a la
verdad de la Palabra de Dios que solo se dedicaban a fantasías perversas y delirios
insidiosos, por lo cual quedaban ciegos y sordos a toda realidad y verdad. Quizás
afirmaban con atrevimiento que estos sueñ
ocurre cinco veces más (vv. 10, 12, 14, 16, 19) en referencia a los apóstatas, quienes
se caracterizan por tres cosas (v. 8). mancillan la carne. De manera similar a los
habitantes de Sodoma y Gomorra (v. 7) los apóstatas tienen muy pocas, si acaso
alguna restricción moral, por eso se caracterizan por un estilo de vida inmoral y
desenfrenado (v. 4). Cp. Tito 1:15; Hebreos 12:15; 2 Pedro 2:10 19; 3:3. rechazan
la autoridad. Como los ángeles pecadores (v. 6) estos farsantes rechazaban toda
autoridad civil y espiritual, de tal modo que rechazaban las Escrituras y negaban a
Cristo (v. 4). Cp. el v. 10. Estas potestades o
ación en el v. 9.
9 el arcángel Miguel. El ángel más importante de Dios quien tuvo el deber
especial de vigilar a Israel (Dn. 10:13, 21; 12:1) y encabezar el ejército de los
ángeles santos (Ap. 12:7). En ningún otro lugar de las Escrituras se menciona esta
lucha por el cuerpo de Moisés. Miguel tuvo que pelear contra Satanás para realizar
la tarea que Dios le encomendó, como también tuvo que hacerlo en otra ocasión
(Dn. 10:13, vea la nota allí). el diablo. Otro nombre para Satanás que significa
cuerpo de Moisés. Moisés murió
en el Monte Nebo en Moab sin haber entrado a la Tierra Prometida, y fue enterrado

3384
en secreto en un lugar desconocido para los hombres (Dt. 34:5, 6). Es probable que
esta confrontación titánica haya tenido lugar cuando Miguel se disponía a sepultar a
Moisés para impedir que Satanás utilizara el cuerpo de ese líder para algún fin
diabólico no mencionado. Quizá Satanás quería usarlo como ídolo y objeto de culto
fetichista en Israel. Dios envió a Miguel para asegurar que el cuerpo de Moisés
fuera sepultado. Este relato quedó registrado en el documento apócrifo cuyo título
dudoso es La asunción de Moisés (vea la Introducción: Retos de interpretación).
proferir juicio de maldición. Vea la nota sobre 2 Pedro 2:11. En lugar de
maldecir con sus propias palabras a un ángel tan poderoso como Satanás, Miguel
cedió la causa al poder último y soberano de Dios conforme al ejemplo del ángel
del Señor en Zacarías 3:2. Esta es la ilustración suprema de cómo los cristianos
deben tratar con Satanás y los demonios. Los creyentes no deben ni siquiera
dirigirse a ellos, sino solo buscar al Señor y encomendarse a Él para que intervenga
con su poder infinito en contra de ellos.
10 blasfeman. Cp. el v. 8. Los maestros apóstatas en su engreimiento insolente y
egocéntrico con el poder y la autoridad imaginarios que poseían, parlotean e
imprecan acerca de cosas que ni siquiera entienden.
las que conocen. Vea la nota sobre 2 Pedro 2:12. Los apóstatas tienen arrogancia
intelectual e ignorancia espiritual porque ni siquiera saben que han sido cegados por
Satanás (2 Co. 4:4) y las cosas espirituales están más allá de su mente porque no ha
sido regenerada para entender (1 Co. 2:14). En cuestiones divinas no son más
perspicaces que el más lento de los animales. se corrompen. Esto alude a la
destrucción espiritual y moral que acarrean sobre sí mismos.
Perfil de un apóstata

1. Impío (v. 4)
2. Moralmente
pervertido (v. 4)
3. Niega a Cristo
(v. 4)
4. Contamina la
carne (v. 8)
5. Rebelde (v. 8)

3385
6. Maldice a los
ángeles santos
(v. 8)
7. Soñador (v. 10)
8. Ignorante (v. 10)
9. Corrompido (v.
10)
10.
Murmurad
or (v. 16)
11. Busca
faltas (v. 16)
12. Busca
intereses
personales (v.
16)
13. Habla
arrogantemente
(v. 16)
14. Lisonjero
(v. 16)
15. Burlador
(v. 18)
16. Causa
división (v. 19)
17. Piensa en
términos
mundanos (v.
19)
18. Sin el
Espíritu (v. 19)

3386
Al declarar el juicio final en contra de los apóstatas, Judas siguió el
ejemplo de los profetas (cp. Is. 5:8 23) y de Cristo (cp. Mt. 23:13, 15, 16, 23, 25,
27, 29). El juicio más severo de todos (He. 10:26) vendrá sobre los apóstatas porque
ellos también siguieron el mismo camino de Caín, Balaam y Coré. el camino de
Caín. Caín se rebeló sin reservas contra la voluntad revelada de Dios en cuanto al
sacrificio (vea las notas sobre Gn. 4:1 15; cp. He. 11:4; 1 Jn. 3:12). el error de
Balaam. Cp. Números 22 25; vea la nota sobre 2 Pedro 2:15. A cambio de una
recompensa económica considerable, Balaam concibió un plan para beneficiar a
Balac el rey de Moab, con el fin de atraer a Israel a una situación comprometedora
de idolatría e inmoralidad que acarrearía el juicio de Dios sobre su pueblo (cp. Nm.
31:16; Ap. 2:14). la contradicción de Coré. Vea las notas sobre Números 16:1 32.
Coré se rebeló junto a otros doscientos cincuenta líderes judíos que rechazaron el
liderazgo de Moisés y Aarón ordenado por Dios, en un intento por imponer su
voluntad personal sobre Dios y el pueblo. De forma inevitable, los apóstatas tendrán
el mismo fin que Coré, el juicio divino implacable.
12, 13 Vea las notas sobre 2 Pedro 2:13 17.
Vea la nota sobre 2 Pedro 2:13.

mugre y suciedad en la vestimenta de la iglesia. Por medio de su presencia,


convirtieron lo que Dios había diseñado como un viaje placentero y edificante en un

las ocasiones regulares en las que se reunía la iglesia primitiva para participar del
pan y la copa en memoria del Señor, tras lo cual se acostumbraba tener una comida
comunitaria (cp. 1 Co. 11:20 30). nubes sin agua. Vea la nota sobre 2 Pedro 2:17.
Los apóstatas prometen vida espiritual pero son nubes vacías que traen la esperanza
de lluvia y lo único que producen es sequedad y muerte (cp. Pr. 25:14). Predican un

3387
evangelio falso que solo conduce al infierno. Los apóstatas
alegan que suministran un banquete espiritual pero en lugar de esto solo producen
hambre y desnutrición (cp. Lc. 16:6 9). Los árboles que mueren nunca dan fruto y a
pesar de lo que digan los apóstatas, siempre serán estériles porque ya han sido
desarraigados de la verdad. Cp. Mateo 7:17 20.
13 fieras ondas del mar. Los apóstatas prometen realizar un ministerio poderoso
pero en poco tiempo quedan expuestos como promotores de caos y obreros
vergonzosos del mal (cp. Is. 57:20). estrellas errantes. Referencia probable a un
meteorito o una estrella fugaz que tiene un momento descontrolado de desempeño
brillante para luego apagarse y desaparecer. Los apóstatas prometen una dirección
espiritual duradera pero solo producen un fulgor breve, arbitrario e inservible.
14 Enoc. Según la genealogía que aparece en Génesis 5:1 24 y 1 Crónicas 1:1

fue llevado directo al cielo sin tener que morir (cp. Gn. 5:24; He. 11:5). De éstos
también profetizó. Vea la nota sobre el v. 4. La fuente de esta información fue el
Espíritu Santo quien inspiró a Judas. El hecho de que haya sido registrada en el
supuesto Libro de Enoc que es apócrifo y no está en la Biblia, no afecta su precisión
y veracidad. Vea la Introducción: Retos de interpretación.
sus santas decenas de millares. Enoc, antes del diluvio, profetizó acerca de la
segunda venida de Cristo para juzgar (cp. 1 Ts. 3:13). Esta puede ser una referencia
tanto a los ángeles como a los creyentes. Puesto que los ángeles (Mt. 24:31; 25:31;
Mr. 8:38; 2 Ts 1:7) y los creyentes (Col. 3:4; 1 Ts. 3:13; Ap. 19:14) lo
acompañarán, pueden considerarse ambos grupos por igual (cp. Zac. 14:5) pero el
enfoque en el juicio del v. 15 parece favorecer a los ángeles, quienes aparecen con
frecuencia en la ejecución de los juicios divinos. Aunque los creyentes ayudarán a
impartir juicio y justicia durante el reino terrenal del Señor (vea la nota sobre 1 Co.
6:2) y regresarán cuando Cristo venga a juzgar (Ap. 19:14) los ángeles actúan como

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ejecutores del juicio divino en la segunda venida de Cristo (vea Mt. 13:39 41, 49,
50; 24:29 31; 25:31; 2 Ts. 1:7 10).
15 hacer juicio. La sentencia será infierno eterno (vea Ap. 20:11 15). Cp. Mateo
5:22; 7:19; 8:12; 10:28; 13:40 42; 25:41, 46). impíos. Vea la nota sobre el v. 4. El
uso cuádruple de esta palabra como una descripción de los apóstatas (cp. los vv 4,
18) identifica la iniquidad principal que es su falta de reverencia a Dios. Vea el uso
que Pedro hace del término en 2 Pedro 2:5, 6; 3:7. Fue por personas así que Cristo
murió (Ro. 5:6).
16 murmuradores. Vea la nota sobre el v. 5. Esta palabra solo se encuentra aquí
en el NT y se emplea en la Septuaginta para describir las murmuraciones de Israel
contra Dios (Éx. 16:7 9; Nm. 14:27, 29; 1 Co. 10:10). querellosos.

voluntad de Dios como sucedió con Israel, Sodoma, los ángeles caídos, Caín, Coré
y Balaam (cp. los vv. 5 7, 11). andan según sus propios deseos. Vea las notas
sobre 2 Pedro 2:10, 18; 3:3. Esta es una frase común que se emplea para describir a
los no convertidos (v. 18; 2 Ti. 4:3). Los apóstatas son motivados ante todo por un
deseo pecaminoso de satisfacerse a sí mismos en todo. boca habla cosas infladas.
Vea la nota sobre 2 Pedro 2:18. Hablan con arrogancia, pomposidad y hasta
magnificencia, pero sus palabras son huecas y no tienen vida ni valor espiritual. El
mensaje puede parecer atractivo por fuera, pero carece de la sustancia poderosa de
la verdad divina. adulando a las personas. Dicen a las personas todo lo que
quieren oír para su propio beneficio (cp. 2 Ti. 4:3, 4) en lugar de proclamar la
verdad de la Palabra de Dios para beneficio espiritual de los oyentes; (cp. Sal. 5:9;
12:2, 3; Pr. 26:28; 29:5; Ro. 3:13; 16:18).
17, 18 Vea las notas sobre 2 Pedro 3:1 3.
Los apóstoles habían advertido a la
generación venidera en cuanto a los apóstatas, para que estuvieran preparados y no

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tomados por sorpresa (cp. Hch. 20:28 31; 1 Ti. 4:1, 2; 2 Ti. 3:1 5; 4:1 3; 2 P. 2:1
3:4; 1 Jn. 2:18; 2 Jn. 7 11). La Palabra de Dios está diseñada para advertir y
proteger (Hch. 20:31; 1 Co. 4:14) y como lo indica el v. 18 ya se habían dado
advertencias reiteradas.
18 burladores. Vea la nota sobre 2 Pedro 3:3. Se burlan de los planes de Dios
para el futuro y hacen alarde de conocer la verdad pero niegan que el juicio de Dios
vendrá. el postrer tiempo. Lit. al final de la época o temporada cronológica actual
(cp. 2 Ti. 3:1). La expresión se refiere al tiempo del Mesías entre su primera y
segunda venida (vea las notas sobre 2 Ti. 3:1; 2 P. 3:3; 1 Jn. 2:18). Estas
características prevalecerán hasta que Cristo regrese. andarán según sus malvados
deseos. Vea la nota sobre el v. 16.
19 causan divisiones. En lugar de unir a la iglesia fracturaron la comunión
fraternal (cp. Ef. 4:4 6; Fil. 2:2). los sensuales. Los maestros apóstatas hacen su
propia publicidad y se presentan como poseedores del conocimiento espiritual más
puro y sublime, pero en realidad se sienten atraídos a las bajezas más envilecedoras

no tienen al Espíritu. No tener al Espíritu


equivale a no tener vida espiritual en absoluto (vea las notas sobre Ro. 8:9; 1 Co.
6:19, 20) o en otras palabras, a ser un incrédulo.
20 edificándoos. Los creyentes verdaderos tienen en Jesucristo un fundamento
seguro y firme (1 Co. 3:11) así como una piedra principal del ángulo (Ef. 2:20). Las
verdades de la fe cristiana (cp. el v. 3) han sido suministradas en la enseñanza de los
apóstoles y profetas (Ef. 2:20) de tal manera que los cristianos puedan edificarse
por medio de la Palabra de Dios (Hch. 20:32). orando en el Espíritu Santo. Vea la
nota sobre Efesios 6:18. Este no es un llamado a algún tipo de éxtasis en la oración,

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sino una simple invitación a orar con constancia y reverencia en la voluntad y el
poder del Espíritu, así como se ora en el nombre de Jesucristo (cp. Ro. 8:26, 27).
21 conservaos. Cp. Hechos 13:43. Este imperativo establece la responsabilidad
del creyente para ser obediente y fiel al vivir su salvación en la práctica (cp. Fil.
2:12) en tanto que Dios lleva a cabo su voluntad (cp. Fil. 2:13). Significa
permanecer en el lugar de obediencia donde el amor de Dios es derramado sobre
sus hijos, a diferencia de ser desobediente e incurrir así su escarmiento (cp. 1 Co.
11:27 31; He. 12:5 11). Esto se refiere a la perseverancia de los santos que
mantiene un equilibrio perfecto con la preservación soberana de los creyentes en
Cristo por parte del Padre celestial (cp. el v. 1). Esto se logra mediante 1) la
edificación individual del creyente en la Palabra de Dios (v. 20); 2) la vida de
oración en el Espíritu Santo (v. 20) y 3) la anticipación del cumplimiento pleno de
la vida eterna (v. 21). Para una discusión relevante sobre la perseverancia de los
santos, vea la nota sobre Mateo 24:13. esperando. Una anticipación anhelante de la
segunda venida de Cristo para hacer entrega de la vida eterna en su forma definitiva
por medio de la resurrección (cp. Tit. 2:13; 1 Jn. 3:1 3) que es la expresión suprema
de la misericordia de Dios para con una persona a quien sin merecerlo se le ha

purificadora para el creyente (1 Jn. 3:3).


22, 23 algunos. Existen algunas variantes textuales que podrían resultar en dos o

dudan y que merecen compasión (v. 22); 2) los que están en una incredulidad más
profunda y necesitan con urgencia ser sacados del fuego (v. 23) y 3) los que son
declarados discípulos de la apostasía y que todavía merecen misericordia, pero

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deben ser tratados con mucho temor (v. 23) no sea que el supuesto rescatador
termine manchado en su vida espiritual. En vista de la evidencia de los manuscritos
así como el estilo literario de Judas quien acostumbra utilizar tríadas, estos tres
grupos constituyen el escenario más probable.
22 convencedlos.
apóstatas necesitan misericordia y paciencia porque todavía no han llegado a una
conclusión firme en cuanto a Cristo y la vida eterna, así que todavía dudan pero
pueden ser convencidos para arraigarse en la verdad.
23 A otros salvad. Otros se han comprometido a seguir los errores enseñados
por los apóstatas y necesitan atención inmediata y directa antes de desviarse de
forma irreversible en el camino ancho que lleva al infierno (cp. el v. 7) como
resultado de haber acogido los engaños y las mentiras satánicas. misericordia con
temor. Este tercer grupo también necesita compasión y misericordia aunque ya se
han dejado contaminar del todo por la enseñanza apóstata. Estas personas necesitan
recibir el evangelio verdadero pero con gran temor para tener cuidado y evitar que
la persona que intente ayudarlas en su liberación también termine contaminada. La
imagen de la ropa contaminada ilustra la vida libertina y disipada del apóstata, que
con mucha facilidad puede transmitir su contagio al evangelista bien intencionado.
24, 25 La bella bendición y doxología de Judas sobresale como una de las más
espléndidas en el NT (cp. Ro. 11:33 36; 16:25 27; 2 Co. 13:14; He. 13:20, 21).
Regresó al tema de la salvación que Judas había planificado desarrollar al principio
(cp. el v. 3) y reafirmó el ánimo de los creyentes al hacerles saber que Cristo los
protegería de la apostasía presente.
24 aquel que es poderoso. Esto alude al Dios Omnipotente. Cp. Génesis 18:14;
Deuteronomio 7:21; 1 Samuel 14:6; Mateo 19:26. guardaros sin caída. Vea las
notas sobre el v. 1; 1 P. 1:3 5. El poder de Cristo sustentará al creyente sincero
para que no caiga en la terrible tentación de la apostasía (cp. Job 42:2; Sal. 37:23,

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24; 121:3; Jer. 32:17; Mt. 19:26; Lc. 1:37; Jn. 6:39, 40, 44; 10:27 30; Ef. 3:20).
presentaros sin mancha. Cp. 2 Corintios 11:2; Efesios 5:27. Los cristianos poseen
la justicia imputada de Cristo mediante la justificación por fe y han sido hechos
dignos de vida eterna en el cielo (vea las notas sobre Ro. 8:31 39). con gran
alegría. Esto se refiere ante todo al gozo del Salvador (cp. He. 12:2) pero también
incluye el gozo de los creyentes (cp. 1 P. 1:8). El gozo es la expresión dominante
del cielo (vea Mt. 25:23).
25 al único y sabio. La sabiduría divina está personificada y encarnada nada más
que en Cristo (cp. 1 Co. 1:24, 30; Col. 2:3) y no en alguna persona o grupo humano,
como los apóstatas. Dios, nuestro Salvador. Por naturaleza, Dios es Salvador, a
diferencia de las deidades vacilantes e indiferentes de fabricación humana y
demoníaca (vea las notas sobre 1 Ti. 2:2; 4:10; 2 Ti. 1:10; Tit. 1:3; 2:10; 3:4; 2 P.
1:1). Tanto Judas en la tierra como los ángeles y los santos en el
cielo (Ap. 4:10, 11; 5:12 14) atribuyeron estas cualidades a nuestro Dios y al Señor
Jesucristo.

EL APOCALIPSIS DE
Jesucristo

Título
A diferencia de la mayoría de los libros de la Biblia, Apocalipsis contiene su
apokalupsis)

palabra describe la revelación de verdad espiritual (Ro. 16:25; Gá 1:12; Ef. 1:17;
3:3), la revelación de los hijos de Dios (Ro. 8:19), la encarnación de Cristo (Lc.
2:32), y su gloriosa aparición en su segunda venida (2 Ts. 1:7; 1 P. 1:7). En todos

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