Lenguaje Musical

Ficha para uso interno

Prof. Marcelo Passoni

Lectura melódica
Estrategias para el estudio y la resolución.

Entre las habilidades requeridas en Lenguaje Musical, en sus tres niveles, se encuentra la
transcripción melódica, la lectura de melodías y la lectura a primera vista. Estas
habilidades tienen relaciones entre sí, por lo que podemos considerar que el estudio de
una favorece a la otra. Asimismo, se encuentran incluidos dentro de estas habilidades
otros contenidos como el estudio de escalas, arpegios, intervalos, etc

En primera instancia, podríamos mencionar que es necesario el estudio riguroso de las

escalas y arpegios tal como aparece en el trabajo práctico correspondiente. Recordemos
como muy importante, dentro de los puntos mencionados en el mismo TP, estudiar las
escalas y arpegios agregándoles ritmos de fácil resolución.

Lectura melódica:

1) A modo de preparación:

 Establecer la tonomodalidad de la lectura.

 Analizar el diseño de la misma considerando:

 Ámbito: distancia entre la nota más grave y la más aguda.
 Forma: se pueden establecer partes teniendo en cuenta la repetición,
variación, etc.
 Notas en las que empieza y termina cada una de las partes identificadas, las
frases, antecedentes y consecuentes, semifrases, etc
 Diseños melódicos que se repiten, se secuencian, por grados conjuntos
ascendentes, descendentes, repeticiones, arpegiados, etc
 Relaciones entre forma, diseños, frases, y otros con las funciones que
podrían estar implicadas. Por ejemplo: un diseño melódico armado sobre el I
y otro sobre el V, etc.
 En el caso del modo menor, ubicar sobre que variaciones escalas menores se
desarrolla la melodía (antigua, armónica, melódica). Grados 6° y 7°.

 En función del ámbito, elegir una tónica que permita cantar cómodamente toda la
melodía.

 Cantar la escala mayor o las escalas menores correspondientes.

 Cantar el arpegio de I, IV, V, II, etc.

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 Percutir el ritmo de la melodía.

2) Posibles primeros acercamientos:

 Detectados diseños melódicos sobre la escala ascendente, descendente, con

repeticiones, o igual sobre los arpegios, podemos empezar a cantarlos,
primeramente sin ritmo, luego respetando el ritmo del diseño.

 Es importante tener en cuenta la relación existente entre el diseño seleccionado y

la forma de tal manera de mantener la coherencia de la estructura, lo que permite
una lectura atendiendo a la melodía total y no parcialmente.

 En este último punto, es de gran ayuda pensar sobre que funciones podrían estar
armados los diseños melódicos como una guía.

 Pueden realizarse lecturas de toda la melodía, a modo de juego, en las cuales se

cante solamente las notas tónicas y dominantes, respetando el ritmo y
considerando como silencios todas las otras notas, o lo mismo cantando solo las
notas del arpegio de I y las dominantes, o solo las notas de I y V, etc. En estos
juegos es importante mantener cuidadosamente el ritmo de la melodía.

 Se pueden realizar otras lecturas en las cuales solo se canten los diseños por
grados conjuntos y los arpegios. Todas estas posibilidades dependerán del análisis
que se haya realizado del diseño melódico. Por ejemplo, una posibilidad es cantar
las diferentes resoluciones de 7° o dominante sobre primeros, etc.

 De esta manera, se pueden ir sumando las diferentes partes ya leídas a partir de

los juegos realizados, y tener cada vez mayor parte de la lectura resuelta.
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3) Resolución:

 Intentar leer toda la melodía del principio hasta el final.

Importante: el objetivo es la lectura correcta de toda la melodía, pero también se

considera una habilidad importante, que más allá de los posibles errores que puedan
ocurrir, seguir leyendo con continuidad hasta el final, sin perder la tónica elegida y
recuperando el error a partir de alguno de los pilares estructurales armónicos,
melódicos, etc que pudiera tener el diseño armónico.

 En caso de que aparezca alguna dificultad estudiarla por separado, teniendo en

cuenta alguna de las relaciones mencionadas, tónica, dominantes, tipo de diseño
armónico, intervalos, etc que presente esta dificultad.

 Un vez estudiada la dificultad, insertarla nuevamente en el contexto, a partir de lo

que la antecede o sigue. E intentar nuevamente la lectura.