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MUSICA

NOMBRE: JHULIANO STEVENS


PROFESORA: NANCI ANTEZANA
2022
El solfeo
El solfeo es un ejercicio propio de la educación musical que consiste en enseñar la
lectura correcta de una partitura y representar mentalmente su sonido.

Dentro de los elementos que el estudiante debe conocer para realizarlo


correctamente están las notas, alturas, dinámicas, figuras musicales, la métrica,
el tempo y carácter.
Puede ser un ejercicio entonado con una vocal, en cuyo caso el nombre
indicado es vocalización. O bien, con las sílabas de la solmización, palabra que
deriva de las sílabas sol y mi.

¿Para qué sirve?


El ejercicio tiene un doble propósito, el entrenamiento vocal elemental y la práctica
de lectura a primera vista, ya que ayuda al estudiante a reconocer los intervalos y
las notas.

Su función es ayudar a comprender la teoría musical, perfeccionar los intervalos


de la música y determinar la altura de cada nota al tiempo que se leen por primera
vez. Asimismo, se aprenden a respetar el ritmo y la dinámica, elementos
fundamentales para una correcta ejecución.
Los nombres de las notas
El término se ha aplicado también a la enseñanza de los rudimentos musicales
como lectura a primera vista, entrenamiento auditivo, estudio de la notación, entre
otros.

¿Cuál es el origen del solfeo?


En ciertas regiones se utilizan como sinónimos solfeo y solmización, a pesar de
que el segundo es un término genérico, ya que el solfeo es un tipo de solmización.
Sin embargo, en América y Europa se utiliza comúnmente el verbo solfear. Tanto
el solfège francés como el solfeggio italiano provienen de la palabra formada por
las sílabas sol y fa.
Los cursos completos de solfeo fueron introducidos por primera vez en los
conservatorios de Bruselas y París, y han sido adoptados por infinidad de
instituciones educativas musicales en todo el mundo.

El solfeo es una técnica de entrenamiento para adquirir rapidez en la lectura de una


partitura. Requiere además de entrenamiento auditivo, concentración y constancia
en la práctica.

El solfeo es un método de entrenamiento musical utilizado para enseñar entonación con la


voz durante la lectura de una partitura. También busca entrenar la lectura veloz de la partitura.
Consiste en entonar mientras se recitan los nombres de las notas de la melodía, respetando
las duraciones (valores rítmicos) de las notas, la indicación metronómica (tempo), y omitiendo
nombrar cualquier alteración, con el fin de preservar el ritmo, mientras se marca con una mano
el compás.
El objetivo del estudio del solfeo es permitir al músico determinar mentalmente la altura de las
notas en una pieza musical que esté leyendo por primera vez, y ser capaz de cantarlo.
También permite mejorar el reconocimiento auditivo de los intervalos musicales (quintas
justas, terceras mayores, sextas menores, etc.) y desarrollar una mejor comprensión de la
teoría musical.
Existen dos métodos de solfeo aplicado: do fijo, en el cual los nombres de las notas musicales
siempre corresponden a la misma altura, y do movible, en el que los nombres de las notas se
asignan a diferentes alturas según el contexto (estrofas).

Se denomina solfeo al proceso y al resultado de solfear. Este verbo, por su parte, refiere

a entonar una canción pronunciando las notas y marcando el compás.

El solfeo, por lo tanto, es una forma de entrenamiento que se desarrolla con el objetivo de

aprender entonación mientras se lee una partitura. De esta manera, no sólo se practica la

entonación, sino que también se adquiere destreza para leer música de manera rápida.
A través del solfeo, la persona entona y recita los nombres de cada nota de una melodía,

teniendo en cuenta el tempo y los valores rítmicos (es decir, la duración de la nota). De forma

simultánea, el sujeto debe marcar el compás con una mano.

Los especialistas afirman que el solfeo ayuda a comprender la teoría musical, a perfeccionar

el reconocimiento de los intervalos de la música, a determinar la altura de cada nota mientras

se las lee por primera vez y a respetar el ritmo y la dinámica, todos puntos fundamentales

para una correcta ejecución.

Si bien la práctica del solfeo suele resultar tediosa al principio, dado que puede llegar a ser

muy desafiante sin ofrecer el placer de entonar nuestras melodías favoritas, dominarlo es

esencial para la formación de cualquier músico, tanto para los cantantes como para el

resto de los instrumentistas. La música tiene su propio lenguaje, y es necesario aprenderlo

para comunicación con otros músicos y aprovechar nuestro potencial.

Es posible distinguir entre dos modos de aplicación diferentes del solfeo. El solfeo

relativo (también llamado do móvil) implica que las denominaciones de las notas son

asignadas a distintas alturas de acuerdo al contexto. En el solfeo absoluto (o do fijo), en

cambio, las notas llevan nombres que resultan correspondientes a una misma altura.

Dicho de otra manera, leer una melodía aplicando la

técnica del solfeo relativo evita la necesidad de cantar la verdadera altura de cada nota,

algo que permite a personas de cualquier cuerda (contralto, mezzosoprano, soprano, bajo,

barítono o tenor) ejecutar la música sin incomodidades por falta de rango. Por citar un
ejemplo, la voz del tenor suele presentar una extensión de dos octavas que va desde un do

hasta otro; si un ejercicio de solfeo le exigiera una extensión de dos octavas pero cuatro tonos

más abajo, le resultaría muy incómodo, ya que se vería forzado a ir más allá de sus límites y

esto podría generarle daños irreparables a largo plazo.

El solfeo absoluto, por otro lado, se debe cantar cada nota tal y como indique la afinación

oficial de la época y de la región: para cada persona que tome un ejercicio dado, las notas

estarán en la misma altura, por lo cual las melodías sonarán exactamente igual. Una de las

desventajas de este método, más allá de las potenciales incomodidades relacionadas con la

cuerda de cada cantante, es que requiere de un sonido de referencia para establecer la

afinación.

Las personas con oído absoluto, o sea aquellas con la habilidad y el entrenamiento necesario

para reconocer y entonar el sonido de cada nota sin necesidad de una referencia externa,

pueden encarar sin problema el solfeo absoluto, siempre que las notas se encuentren dentro

de su rango vocal; quienes solamente poseen oído relativo, en cambio, necesitan siempre de

un diapasón o de algún instrumento bien afinado para ubicarse dentro de la tonalidad

indicada.

Más allá del ámbito de la música, la noción de solfeo puede emplearse como sinónimo de

zurra, golpiza, castigo o paliza. Por ejemplo: “Cuando era niño, mi madre me dio un solfeo

por faltarle al respeto a mi abuelo”, “Tras el solfeo en el partido de fútbol, estuve dos días en

cama”.

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