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Reportes estadísticos sobre malnutrición en niños

Según la encuesta Nacional de Salud y Nutrición, la alimentación de los ecuatorianos incluye


fundamentalmente arroz, papa, aceite de palma, azúcar, pan y pollo para la obtención de
energía diaria que requieren para desarrollar sus labores diarias, de las cuales el tubérculo de
la papa junto a otros carbohidratos se consumen mayormente en la sierra.

Generalmente, aunque estos alimentos son básicos, no siempre son consumidos de la manera
correcta, sobre todo en el uso del aceite de palma que suele contener en su mayoría grasas
saturadas, llevando así a la contribución de malnutrición en la población general. Además se
incluye el factor de mala educación con respecto a una correcta y variada alimentación de los
padres hacia los niños, y sumando la falta de recursos que puede existir en las zonas rurales
generalmente.(1)

Según los resultados de estudios realizados por la Organización Panamericana de


la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en
2012, la desnutrición crónica en nuestro país es mayor, pues casi
la mitad (42 %) de los niños indígenas sufren desnutrición crónica
infantil.

Además se ha evidenciado que el hambre afecta a un 6,1 % de la


población regional, sin embargo entre 2015 y 2016, esa cifra
aumentó significativamente con un total de 200 mil personas que
sufren de hambre llevando a la desnutrición. Un año más tarde el
incremento fue de 400 mil personas, denotando el aumento
inminente a una velocidad muy alta de esta condición.

En países como Brasil, Argentina y Bolivia el incremento hay sido


muy notorio; sin embargo en el Ecuador y en otros países como El
Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú no ha
existido un cambio importante en esos valores, aun así no
disminuyen como se esperara.(1)

En otro de los estudios realizados por el Instituto Nacional de


Estadísticas y Censos (INEC), en la que se toma como muestra un
grupo de niños indígenas y afroecuatorianos (245,386 niños),
revela que la mayoría de niños afectados presentan desnutrición
crónica, seguido por la desnutrición global y finalmente en menor
proporción desnutrición aguda.(2) Los resultados se muestran en
la siguiente gráfica:
Con respecto al resto de la población se puede conocer que los niños indígenas cuentan con un
porcentaje de 2,3 % de desnutrición aguda, siendo éste un valor bastante alto. (2)

De igual manera la desnutrición en base al sexo, las niñas indígenas son las que presentan
mayor porcentaje (3 %) con desnutrición aguda, seguido por los niños afroecuatorianos (2,8
%), tal como lo muestra tabla anterior. (2)

Con respecto a las regiones ecuatorianas en la costa, los niños indígenas tienen un porcentaje
mucho más alto (5,6 %) con respecto a los niños afroecuatorianos en la sierra (3,2 %).(2)
Relacionando la etnia y el área del Ecuador, se puede observar en la tabla anterior que los
grupos indígenas en el área urbana cuentan con un porcentaje de desnutrición aguda de 2,5 %,
en cambio los niños afroecuatorianos son afectados con niveles más altos de desnutrición con
un 2,8 %.(2)

Además de estas consideraciones, existen otros factores que afectan a la buena nutrición de
los niños, como por ejemplo el nivel de instrucción de la madre, en el que la desnutrición es
directamente proporcional con el nivel de instrucción con el que cuenta la madre, ya sea por el
mal manejo de los alimentos, la higiene, desconocimiento en cuanto a alimentos, etc. La
relación edad y etnia también se toma como factor en la desnutrición infantil con respecto a la
etnia, pues a medida que crecen los niños afroecuatorianos su porcentaje de desnutrición
desaparece progresivamente, lo que por el contrario no ocurre con los niños de etnia indígena.

Por otro lado, la desnutrición generada por enfermedades diarreicas o respiratorias, tiene un
impacto importante en nuestro país, ya que el mal manejo de los alimentos en cuanto a
higiene y falta de recursos como agua potable, sobre todo en el área rural afectan no solo a los
niños, si no a la población general en cuanto a la presentación de enfermedades de este tipo.
(2)

El estudio realizado por el Ministerio de Salud Pública del Ecuador en el año 2013 abarcando
todas las provincias de nuestro país reflejó que los niños entre 0 y 23 meses presentan mayor
porcentaje de desnutrición crónica con un 23 % con respecto al 20,9 % de los niños entre 0 y
59 meses de edad, tal como lo muestra la siguiente tabla:
Fuente: Ministerio de Salud Pública del Ecuador, 2013.

Prevención de enfermedades nutricionales

La alimentación se basa en el aporte de nutrientes y energía por ende es fundamental una


buena nutrición para prevenir varios tipos de enfermedades nutricionales como la
desnutrición, además junto con el ejercicio o actividad física son claves para lograr este fin.
Además la correcta nutrición favorece al crecimiento y desarrollo tanto físico como mental.

De manera general el consumo de alimentos refinados en niños y adolescentes aportan pocos


nutrientes con muchas calorías, lo que favorece la malnutrición y obesidad, lo que conlleva a
un problema de salud pública que ha sido foco de estudio por varios años.

El consumo de carnes y lácteos a temprana edad pueden generar alergias y por ende
inflamación, por lo que es necesario contar con tiempos y medidas específicas para cada uno
de estos.(3)

Desde el nacimiento el cuidado nutricional es fundamental en el que se incluye una educación


a la madre en cuanto a las necesidades nutricionales del niño de acuerdo a su edad, acudiendo
a los controles prenatales correspondientes previo al nacimiento, para que la madre se
alimente adecuadamente y no genere alteraciones nutricionales en el neonato, y a la revisión
periódica con el pediatra para seguir las recomendaciones que le dicte el médico especialista,
por lo que es importantísimo tambien que el país cuente con un fácil acceso a centros de salud
pública de muy buena calidad, sobre todo en zonas rurales donde éste es el problema más
importante en cuanto a enfermedades nutricionales provocadas por diversos factores
externos. (4)

Otro de los factores básicos para la prevención de enfermedades nutricionales en niños de


distintas edades, viene de la lactancia materna, pues gracias a ésta, el bebe recibe bacterias
beneficiosas para modificar la probiota intestinal y reforzar su sistema inmunológicos que
evitará enfermedades de tipo gastrointestinal o pulmonar. El paso del destete progresivo y
correcto o cuidadoso es fundamental para la adaptación del organismo infantil sin causar
alteraciones importantes. El destete realizado en un tiempo prolongado hasta cierto punto
permitirá recibir los nutrientes necesarios hasta que la alimentación adulta sea la adecuada
para la edad del niño. (4)

La higiene es uno de los factores más importantes para evitar el aumento de la tasa de
mortalidad por desnutrición causada por la diarrea u otros padecimientos relacionados, sobre
todo es necesario enfocarse de manera especial a zonas rurales en las que muchas veces hace
falta la disponibilidad de servicios básicos como agua potable.

Finalmente se considera una correcta educación en cuanto a las normas de higiene general en
el niño preescolar para la prevención de enfermedades nutricionales, incluyendo la cultura de
lavarse las manos antes y después de ir al baño, al ingerir comidas o en forma regular para
evitar enfermedades gastrointestinales causadas por virus, bacterias o parásitos.(4)

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