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Introducción:

Como Técnicos en Prótesis Dentales, es importante conocer las principales


características del material a utilizar, así poder seleccionar el más adecuada a
para caso clínico y proporcionar mayor longevidad a la restauración.

El uso clínico de la cerámica se consagro, a lo largo de la historia, por presentar


varias características deseables como sustituto de los dientes naturales.

En la actualidad, los materiales cerámicos han mejorado sus propiedades físicas y


biológicas, permitiendo elaborar restauraciones libres de metal y de una óptima
exposición.

La restauración coronaria totalmente cerámica, constituye un modelo estético


difícil de imitar por otros medios restauradores ya que nos permite una mejor
transmisión de la luz, además de poseer gran estabilidad en el medio oral, aspecto
natural y permite mantener el color con el paso del tiempo.

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Evolución Histórica de la Cerámica:

Etimológicamente el término cerámica viene del griego keramos y significa tierra


quemada, hecho de tierra, material quemado. Este es un material inorgánico no
metálico que constituye objetos sólidos confeccionados por el hombre, a través de
un proceso de horneado de materiales básicos minerales a temperaturas elevadas
en un horno. Dentro de las cerámicas, se encuentran las porcelanas que son las
de más alta calidad, menos porosas, más duras, más rígidas y de excelentes
cualidades y aspectos superficiales.

La cerámica es uno de los primeros materiales producidos artificialmente por el


hombre. La porcelana, es un tipo específico de cerámica, más dura, traslucida y
de amplia aplicación desde hace 3000 años para diversas utilidades. Su
introducción para usos dentales se produjo a fines del siglo XVIII. Hasta esa fecha,
los materiales que se utilizaban para la restitución protésica eran huesos, marfil,
maderas, clavos, dientes de cadáveres, etc. Y sufrían el mismo envejecimiento,
deterioro y desgaste que los demás elementos naturales por la acción del medio
oral.

Las primeras cerámicas puras fueron creadas en 1886 y se implemento un


sistema de cocción de los dientes de porcelana sobre una hoja de platino. La
corona así constituida sería la primera corona hueca con aspiraciones estéticas en
dientes unitarios, aunque utilizados fundamentalmente en dientes anteriores
porque eran muy débiles y de uso clínico limitado.

En 1930, se crea el sistema Vitro-cerámicos, un método de cera perdida para la


elaboración de objetos de vidrio y poder disminuir algunos problemas graves
como, aumentar la resistencia, disminuir la cocción, aumentar la resistencia,
disminuir la porosidad y perfeccionar la tecina de elaboración. En estas Vitro-
cerámicas se produce el principio de la dispersión de la solidificación, en el que se
consiguen cristales mediante el proceso cerámico en la matriz de vidrio, que
producen un aumento de la solidez natural.

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En 1958, se desarrollo un sistema de procesado de las porcelanas al vacio que
reducía las burbujas de aire, mejorando la estética y la transparencia de la
cerámica.

Pero en el año 1965, se produjo una técnica que se destaco por reforzar a la
porcelana dental con alúmina (oxido de aluminio). Al colocar sobre un núcleo de
oxido de aluminio porcelanas feldespáticas se mejoraban las propiedades de las
coronas cerámicas puras.

Años más tarde en 1993, se introdujo el sistema CERESTORE, este brindaba alta
resistencia a la cerámica y la dejaba libre de contracciones durante el procesado.
Este sistema permitió las indicaciones de coronas cerámicas para los sectores
posteriores.

Finalmente en el año 1993, se produce la introducción del sistema


PROCERA/ALLCERAM que consta de un núcleo de alúmina densamente
sinterizada (99,9% de alúmina) recubierta por una cerámica compatible
convencional.

Gracias a la introducción de estos sistemas de elevada resistencia, se ha


posibilitado la indicación de realización de puentes de hasta tres unidades
mediante la utilización de porcelanas libres de metal.

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Cerámicas Puras “free-metal”:

Las cerámicas evolucionaron intentado aumentar la resistencia física con


aditamentos como el oxido de aluminio o alúmina para que pudiera resistir los
esfuerzos funcionales. La necesidad de sustituir el metal en las rehabilitaciones
surge por respuesta de tipo de alergias en algunos pacientes respecto de los
metales, especialmente el níquel, corrosión del metal por el efecto del galvanismo
con evidencias de baja biocompatibilidad.

Desde el punto de vista estético la cerámica sin metal es la solución más


adecuada debido a su comportamiento en la dinámica de la luz y respuesta de los
tejidos blandos.

Además, las porcelanas son más inertes que los metales. Las aleaciones pueden
verter iones nocivos al medio oral al sufrir corrosión, esto no ocurre en las
cerámicas debido a su baja reactividad química.

Los materiales cerámicos dentales deben presentar propiedades necesarias para


una mejor adaptación en la cavidad bucal.

 Propiedades optimas de vitalidad, translucidez, brillo, transparencia, color


(posibilidad de incorporar pigmentos) reflexión de la luz y textura. Esto
implica grandes posibilidades estéticas al mimetizar los dientes naturales.
 Biocompatibilidad local y general, son los que presentan el mejor
comportamiento con los tejidos vivos.
 Durabilidad y estabilidad en el tiempo, tanto en su integridad coronal como
en su aspecto por la gran estabilidad química en el medio bucal.
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 Compatibilidad con otros materiales y posibilidad de ser adhesivas y
grabadas mediante los sistemas cementantes adhesivos actuales.
 Baja conductividad térmica con cambios dimensionales más próximos a los
tejidos dentarios naturales.
 Radiolucidez, cualidad que permite detectar cambios en la estructura
dentaria tallada como caries marginales y actuar precozmente
especialmente en las porcelanas de alúmina y en las feldespáticas.
 Resistencia a la abrasión debido a su dureza, esta prioridad proporciona
una desventaja que trae problemas clínicos al diente natural antagonista, ya
que la dureza del material y la espereza del mismo, pueden producir
desgastes sobre la superficie dentaria al ocluir.
 Resistencia mecánica, alta resistencia a la compresión, baja a la tracción y
variable a la torsión, lo que las convierte en rígidas pero frágiles. La causa
de esta fragilidad se debe a la existencia de grietas en el material cerámico
y la presencia de poros por una técnica descuidada durante el
procesamiento, cocción, etc.

A (antes)

B (después)

Imagen A: Corona metalocerámica, se puede observar en el elemento 11, el


aspecto cervical antiestético y la tinción provocada en la mucosa por efecto del
metal.

Imagen B: Corona cerámica sin metal aspecto estético y natural.

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Composición química de las cerámicas:

Se consideran materiales cerámicos aquellos productos de naturaleza inorgánica,


formados mayoritariamente por elementos no metálicos, que se obtienen por la
acción del calor (altas temperatura) y cuya estructura final es parcial o totalmente
cristalina. La gran mayoría de las cerámicas dentales, tienen estructura mixta, es
decir, que están compuestas por una matriz vítrea (con átomos desordenados), en
las que se encuentran inmersas partículas más o menos grandes de minerales
cristalizados (con átomos dispuestos uniformemente). Es importante señalar que
la fase vítrea es la responsable de la estética de la porcelana, mientras que la fase
cristalina es la responsable de la resistencia. Los componentes principales de la
cerámica dental son Feldespato 81%, Sílice (cuarzo) 15%, Caolín (arcilla) 4%.

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