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Asunto: Recurso de Nulidad contra la Providencia Administrativa Nº 2020-000026,

dictada por la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz, y Solicitud de
Medida Cautelar de Suspensión de los Efectos del Acto Impugnado.

CIUDADANO (A)
JUEZ DE PRIMERA INSTANCIA DE JUICIO LABORAL DE LA
CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO BOLÍVAR CON SEDE EN
PUERTO ORDAZ

Su Despacho. -

Yo, JANETH M. CEDEÑO VELASQUEZ, venezolana, mayor de edad, titular de la


cedula de identidad N° V-24.412.218 Abogado en ejercicio e inscrita debidamente en el
IPSA bajo en 258.762, actuando en este acto en mi carácter de Apoderado judicial de la
Sociedad Mercantil “FIBRANOVA C.A.”, Sociedad Mercantil inscrita ante el Registro
Mercantil Quinto de la Circunscripción Judicial del Distrito Federal y Estado Miranda, en
fecha 12 de agosto de 1.998, bajo el Nº 39, Tomo 283-A Qto.; y debidamente inscrita ante
el Registro de Información Fiscal bajo el Nº J-30561362-1, y ante el Registro Nacional de
Empresas y Establecimientos llevado por el Ministerio del Trabajo, bajo el Número de
Identificación Laboral (NIL): 113525-1 (en lo adelante “FIBRANOVA”), carácter este que
se evidencia del instrumento poder otorgado por ante la Notaría Pública Quinta del
Municipio Chacao del Estado Miranda, en fecha 25 de Abril de 2018, e inserto bajo el N°
6, Tomo 94, de los libros llevados por esa notaría, el cual consigno en copia marcada “A”;
para que previa su certificación me sea devuelto el original, ocurro ante su competente
autoridad, de conformidad con los ordinales 1 y 4 del artículo 19 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos en concordancia lo establecido en el Capítulo II, sobre los
procedimientos en primera instancia, específicamente en la Sección Cuarta, sobre los
Procedimientos Comunes a las Demandas de Nulidad, Interpretación y Controversias
Administrativas a partir del artículo 76 y siguientes, de Ley Orgánica de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa (en lo adelante “LOJCA”), y en afinidad con lo establecido en
el Capítulo V, sobre el Procedimiento de las Medidas Cautelares a partir del artículo 103 y
siguientes de la “LOJCA”, con el objeto de interponer RECURSO DE NULIDAD Y
SOLICITUD DE MEDIDA CAUTELAR DE EFECTOS, por razones de ilegalidad
contra de la PROVIDENCIA ADMINISTRATIVA N° 2020-000026 de fecha
veintiocho (28) de febrero del año 2020, en lo sucesivo el “ACTO IMPUGNADO”,
dictada por la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz, Estado Bolívar,
el cual riela en los folios xx al xx del expediente administrativo N° 051-2019-01-000310,
del cual acompañamos al presente escrito un ejemplar en copias certificadas “B”.; el “Acto
Impugnado” fue dictado por la Inspectoría del Trabajo de “Alfredo Maneiro” de Puerto
Ordaz (en lo adelante la “Inspectoría del Trabajo”), y en él, dicho ente procede a “declarar”
entre otras disposiciones el “reenganche” ex trabajador ANTONIO JOSÉ URDANETA,
es por ello que interponemos el presente recurso de nulidad, lo cual hacemos de la manera
siguiente:
CAPÍTULO I

DE LA COMPETENCIA.

Los órganos competentes para conocer los recursos de nulidad contra los actos emitidos por
las Inspectorías del Trabajo, son los de la Jurisdicción del Trabajo tal y como lo establece la
Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, publicada en la Gaceta Oficial
Nº 39.447 del 16 de Junio de 2010, en cuyo artículo 25.3 dispone que los Juzgados
Superiores de lo Contencioso Administrativo son competentes para conocer de las
demandas de nulidad contra los actos administrativos de efectos generales o particulares,
dictados por las autoridades estatales o municipales de su jurisdicción, con excepción de
las acciones de nulidad ejercidas contra decisiones administrativas dictadas por la
administración del trabajo en materia de inamovilidad, con ocasión de una relación
laboral regulada por la Ley Orgánica del Trabajo las Trabajadoras y los Trabajadores.

En este sentido la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del
Magistrado Francisco Carrasquero López, en la sentencia Nº 955, de fecha 23 de
Septiembre de 2010, manifestó lo siguiente:

“…De lo anterior se colige que aun cuando las Inspectorías


del Trabajo sean órganos administrativos dependientes –
aunque desconcentrados- de la Administración Pública
Nacional, sus decisiones se producen en el contexto de una
relación laboral, regida por la Ley Orgánica del Trabajo,
razón por la cual debe atenerse al contenido de la relación,
más que a la naturaleza del órgano que la dicta, para
determinar que el juez natural en este caso no es el
contencioso administrativo, sino el laboral. Una relación
jurídica denominada relación de trabajo, expresada y
manifestada por la fuerza de trabajo desplegada por los
trabajadores, que exige un juez natural y especial, para
proteger la propia persona de los trabajadores. En fin, la parte
humana y social de la relación.

En efecto, los órganos jurisdiccionales especializados en los


conceptos debatidos en las distintas pretensiones que se
planteen en relación con los actos administrativos dictados
por los Inspectores del Trabajo (derecho al trabajo y a la
estabilidad en el trabajo), sea que se trate, entre otras, de la
pretensión de nulidad a través del recurso contencioso

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administrativo, sean las pretensiones relativas a la inejecución
de dichos actos como consecuencia de la inactividad de la
Administración autora o bien del sujeto obligado -el patrono o
el trabajador- para su ejecución o, por último, sea que se trate
de pretensiones de amparo constitucional con fundamento en
lesiones que sean causadas por el contenido o por la ausencia
de ejecución de dichos actos administrativos; son los
tribunales del trabajo. Así se declara.

Por todo lo anterior, esta Sala Constitucional, actuando como


máximo intérprete de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, estima que el conocimiento de las
acciones intentadas en ocasión de providencias
administrativas dictadas por las Inspectorías del Trabajo,
debe atribuirse como una excepción a la norma general
contenida en el artículo 259 constitucional, a los tribunales
del trabajo. Así se declara…”. (Subrayados y negrillas
añadidas).

En nuestro caso, el presente recurso va dirigido a impugnar la Providencia Administrativa


Nro. 2020-000026 emanada de la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto
Ordaz, Estado Bolívar, dictada en fecha veintiocho (28) de Febrero del año 2020, y
notificada en fecha trece (13) de marzo del año 2020, y mediante la cual se le ordena a mi
representada “FIBRANOVA, C.A.”, el Reenganche y Pago de Salarios Caídos del
ciudadano ANTONIO JOSÉ URDANETA, titular de la cédula de identidad Nº V-
7.804.714, en el cargo de ANALISTA DE ALMACÉN y accesoriamente se le ordena el
Pago de los Salarios Caídos y demás beneficios dejados de percibir por el referido
ciudadano desde el diecisiete (17) de mayo del año 2019, hasta la fecha de su efectiva
reincorporación a su puesto de trabajo.

Así pues, conforme a la interpretación vinculante efectuada por la Sala Constitucional, es


este el Tribunal competente, ya que la pretensión de nulidad está dirigida contra el acto
administrativo dictado por la Inspectoría del Trabajo; y que atiende exclusivamente al
derecho al trabajo y a la estabilidad en el trabajo y en tal sentido, es este el Tribunal
competente.
CAPÍTULO II
ANTECEDENTES ADMINISTRATIVOS

Antes de las medidas ilegales e inconstitucionales dictadas por la Inspectoría del Trabajo en
el acto administrativo recurrido, han sucedido una serie de hechos que explican, los
intereses que subyacen en la toma de decisiones arbitrarias de las que fue objeto mi
representada, FIBRANOVA, C.A. A continuación, un breve resumen:

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En fecha cuatro (04) de junio del año 2019 el ciudadano ANTONIO JOSÉ
URDANETA, titular de la cedula de identidad N° 7.804.714, presentó ante la Inspectoría
del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz, una solicitud de Restitución de la
situación jurídica infringida y pago de salarios caídos, y demás beneficios dejados de
percibir en contra de mi representada FIBRANOVA, en la cual el solicitante alega haber
prestado servicios para mi representada desde el día dieciséis (16) de Agosto del año 2001,
desempeñándose en el cargo de ANALISTA DE ALMACÉN, devengando un salario
diario normal de NOVENTA Y OCHO MIL BOLÍVARES (Bs. 98.000), hasta el día
diecisiete (17) de Mayo de 2019, fecha en la cual y al entender del solicitante ANTONIO
JOSÉ URDANETA, él fue despedido injustificadamente, pese a encontrarse el solicitante
ANTONIO JOSÉ URDANETA, en su decir, amparado por inamovilidad laboral especial
que se deriva del Decreto Presidencial N° 3.708, y publicado en Gaceta Oficial N°
41.554, de fecha 28 de diciembre de 2018, mediante el cual se establece la inamovilidad
laboral a favor de los trabajadores del sector privado y del sector público, que estará vigente
entre el veintiocho (28) de diciembre de 2018 y hasta el veintiocho 28 de diciembre del año
2020, ambas fechas inclusive.

En fecha cuatro (04) de Junio del año 2019, la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro”
de Puerto Ordaz, admite la solicitud y ordena el reenganche del ex trabajador ANTONIO
JOSÉ URDANETA en la entidad de trabajo de mi representada, FIBRANOVA C.A.

En fecha veinticinco (25) de Junio del año 2019, se lleva a cabo la ejecución del
reenganche y pago de salarios caídos, en la sede de mi representada, a lo cual nos opusimos
manifestando lo siguiente:

‘’…No aceptamos el reenganche y alegamos la falta de


jurisdicción de la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro”
de Puerto Ordaz por cuanto el Trabajador ejercía funciones en
el Complejo Industrial Macapaima, ubicado en el Estado
Anzoátegui y cuya Inspectoría competente es la Inspectoría
del Tigre, conforme a lo establecido en el artículo 513 de la
LOTTT. Es todo’’.

En fecha veinticinco (25) de Junio del año 2019, luego de la oposición de mi representada
a la orden de reenganche y pago de salarios caídos, la Inspectoría del Trabajo “Alfredo
Maneiro” de Puerto Ordaz ordena la apertura del procedimiento a la fase de instrucción
probatoria.

En fecha veintiocho (28) de junio del año 2019, la parte accionante presenta escrito de
promoción de pruebas el cual expresa lo siguiente:

I. PRUEBAS DOCUMENTALES:
II. PRUEBA DE INFORMES

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En fecha veintiocho (28) de junio del año 2019, mí representada FIBRANOVA parte
accionada en la presente causa presenta escrito de promoción de pruebas el cual expresa lo
siguiente:

I. CAPÍTULO I: […] “Ciudadana Inspectora, tal y como se evidencia de la


misma solicitud de reenganche y pago de salarios caídos presentada ante la
Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz, en fecha
04/06/2019, el señor ANTONIO JOSE URDANETA, prestaba sus servicios
como Analista de Almacén en Macapaima, Estado Anzoátegui y su último
puesto de trabajo fue en Macapaima, Estado Anzoátegui, por lo que al
considerar que había sido despedido debía ocurrir a presentar su solicitud ante
la Inspectoría del Trabajo de El Tigre Estado Anzoátegui, que es el sitio donde
se contrataron los servicios del referido trabajador y donde supuestamente fue
despedido, por lo que yerra al presentar su solicitud ante la Inspectoría del
Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz e indudablemente al ser un
funcionario incompetente por el territorio la referida admisión y subsiguiente
ejecución de reenganche realizada en fecha veinticinco (25) de Junio de 2019,
es nula de nulidad absoluta tal y como lo señala el artículo 19 numeral 4to. De
la Ley Orgánica de Procedimiento Administrativo”.
II. PRUEBAS DOCUMENTALES:

II.I DOCUMENTAL CONTENTIVA DE COPIA CERTIFICADA DE CONTRATO


INDIVIDUAL DE TRABAJO DE ANTONIO URDANETA, signada con la letra B.
II.II DOCUMENTAL CONTENTIVA DE COPIA DEL NIL DE FIBRANOVA
signada con la letra C.
II.III COPIA DEL RIF DE FIBRANOVA, C.A signada con la letra D.
II.IV COPIA DE LOS ESTATUTOS DE FIBRANOVA, C.A signada con la letra E.

En fecha once (11) de Julio del año 2019, mí representada FIBRANOVA parte accionada
en la presente causa consigna escrito de conclusiones.

En fecha veintiocho (28) de febrero del año 2020, la Inspectoría del Trabajo “Alfredo
Maneiro” de Puerto Ordaz, dicta la Providencia Administrativa que ordena el reenganche
del solicitante del ex trabajador ANTONIO JOSÉ URDANETA.

En fecha trece (13) de marzo del año 2020, mi representada, FIBRANOVA, C.A, es
notificada de la Providencia Administrativa N° 2020-000026 dictada por la Inspectoría del
Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz.

En fecha dieciséis (16) de marzo del año 2020, mi representada, FIBRANOVA, C.A,
consigna ante la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz, comprobantes

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de pago de los salarios caídos y demás beneficios dejados de percibir por el ex trabajador
ANTONIO JOSÉ URDANETA.
CAPÍTULO III
FUNDAMENTOS DE HECHO Y DERECHO EN LOS QUE SE SUSTENTA EL
PRESENTE RECURSO DE NULIDAD

Ciudadano Juez, al emitir la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” con sede en Puerto
Ordaz, Estado Bolívar, el “Acto Impugnado” PROVIDENCIA ADMINISTRATIVA Nº
2020-0026; incurrió en graves vicios que acarrean su nulidad absoluta, dado que el
mismo contiene violaciones directas a principios y derechos fundamentales establecidos en
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como vicios de ilegalidad.
En concreto, el “Acto Impugnado” incurrió en los siguientes vicios de nulidad absoluta:

3.1 Nulidad Absoluta del “ACTO IMPUGNADO” por haber sido


dictado por un funcionario incompetente.

3.2 Nulidad absoluta del “ACTO IMPUGNADO” por haber sido


dictado con falta de motivación.

Establecidas así las denuncias por nulidad absoluta presentadas en este recurso, pasamos
entonces a desarrollarlas de la siguiente manera:

3.1- Nulidad Absoluta del “ACTO IMPUGNADO” por haber sido dictado por un
funcionario incompetente.

Ciudadano Juez, todo órgano de la Administración Pública debe actuar con base al
“principio de legalidad”, de esta forma la actuación que exigen los administrados a los
órganos o entes de la República debe estar fundada en derecho y es sobre éstos que la
Administración podrá acordar lo peticionado. Cualquier actuación al margen de la ley debe
ser considerada como arbitraria e ilegal. Lo anterior trae como consecuencia que no sólo el
proceder de la Administración sino también sus atribuciones, competencias, deberes y las
faltas, así como las consecuencias de la inobservancia o incursión en estas últimas, se
encuentran determinadas y tipificadas por “Ley”, todo ello de acuerdo al artículo 137
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En lo que respecta al
radio de acción de los funcionarios públicos, nuestro máximo Tribunal, la Sala Político
Administrativa en la Sentencia Nº 1917 de fecha 28 de noviembre de 2007, ha asentado lo
siguiente:

“En efecto, en forma constante la Sala ha señalado, que EL


VICIO DE INCOMPETENCIA SE CONFIGURA

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CUANDO UNA AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
DETERMINADA DICTA UN AUTO PARA EL CUAL
NO ESTABA LEGALMENTE AUTORIZADA, por lo que
debe precisarse de manera clara y evidente, que su actuación
infringió el orden de asignación y distribución de las
competencias o poderes jurídicos de actuación de los órganos
públicos administrativos, consagrado en el ordenamiento
jurídico. LA COMPETENCIA LE CONFIERE A LA
AUTORIDAD ADMINISTRATIVA LA FACULTAD
PARA DICTAR UN ACTO PARA EL CUAL ESTÁ
LEGALMENTE AUTORIZADA Y ÉSTA DEBE SER
EXPRESA, POR LO QUE SÓLO EN LOS CASOS DE
INCOMPETENCIA MANIFIESTA, LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS ESTARÍAN VICIADOS DE
NULIDAD ABSOLUTA.

Tanto la doctrina como la jurisprudencia de esta Sala, han


distinguido básicamente tres tipos de irregularidades: la
llamada usurpación de autoridad, la usurpación de funciones y
la extralimitación de funciones. (…).

Finalmente, LA EXTRALIMITACIÓN DE FUNCIONES


consiste fundamentalmente en la realización por parte de
la autoridad administrativa DE UN ACTO PARA EL
CUAL NO TIENE COMPETENCIA EXPRESA. (…).”
(Negritas y subrayado nuestros. Sentencia Nº 2765 de fecha
30 de noviembre de 2006. Sala Político- Administrativa.
Ratificada en Sentencia Nº 1917 de fecha 28 de noviembre de
2007).

Según lo establecido por la sentencia anteriormente citada, se evidencia que la autoridad


administrativa únicamente puede realizar actos para los cuales se encuentra autorizada por
la Ley, y que dicha autoridad administrativa únicamente posee las atribuciones que le
confiere la Ley, y que la misma no puede actuar sino ajustada al ordenamiento jurídico.

Ciudadano Juez, entre los requisitos de fondo de los actos administrativos se encuentra la
competencia, está la aptitud de obrar de las personas que actúan en el campo del derecho
público, y específicamente, de los sujetos de derecho administrativo.

La competencia, determina los límites entre los cuales pueden actuar los órganos de la
Administración Pública, por ello, en el campo del derecho público, a diferencia de la
capacidad como noción del derecho privado, es texto expreso, por lo que sólo puede ser
ejercida cuando la misma es expresamente establecida en la Ley.

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La competencia es otorgada a través de la Constitución y la Ley a todos los órganos que
ejercen el Poder Público, teniendo como principio de Derecho Público que dichos órganos
solo pueden realizar las actuaciones que la normativa del Estado les permita realizar, de
modo que toda actuación de un Órgano que no posea las atribuciones para realizarla, es
considerada una autoridad usurpada y sus actos viciados de nulidad, tal y como se
interpreta de las disposiciones constitucionales que a continuación se transcriben:

Artículo 25 CRBV. Todo acto dictado en ejercicio del Poder


Público que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta
Constitución y la ley es nulo; y los funcionarios públicos y
funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten incurren en
responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que
les sirvan de excusa órdenes superiores. (Negrillas nuestras)

Artículo 137 CRBV. Esta Constitución y la ley definen las


atribuciones de los órganos que ejercen el Poder Público, a las
cuales debe sujetarse las actividades que realicen. (Negrillas
nuestras)

Articulo 138 CRBV. Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus


actos son nulos. (Negrillas nuestras)

La competencia es de ejercicio obligatorio para el funcionario y no puede renunciarse


libremente, ni el funcionario puede desprenderse de ella, salvo que exista una autorización
legal expresa, verbigracia, en los casos de delegación. En sentido contrario, la competencia
no puede auto asignarse o atribuirse de manera arbitraria, dado que tal situación implicaría
una contravención directa a disposiciones constitucionales y legales de nuestro
ordenamiento.

En el caso de delegación de atribuciones que estén otorgadas por Ley a los órganos o
funcionarios inmediatamente inferiores bajo su dependencia, denominadas delegación
interorgánica, las resoluciones administrativas que se adopten por delegación indicarán
expresamente esta circunstancia y se consideraran dictadas por el órgano delegante, así lo
disponen los artículos 34 y 35 de la Ley Orgánica de la Administración Pública, que
establecen:

“…La delegación interorgánica. El Presidente o Presidenta


de la República, el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta
Ejecutiva, los ministros o ministras, los viceministros o
viceministras, los gobernadores o gobernadoras, los alcaldes
o alcaldesas y los superiores jerárquicos de los órganos y
entes de la Administración Pública podrán delegar las
atribuciones que les estén otorgadas por ley a los órganos o

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funcionarios inmediatamente inferiores bajo su dependencia,
de conformidad con las formalidades que determinen la
presente Ley y su reglamento…”.

“…Limitación a las delegaciones intersubjetivas o


interorgánicas. Sin perjuicio de lo dispuesto en la
Constitución de la República de Venezuela, o en leyes
especiales, la delegación intersubjetiva o interorgánica no
procederá en los siguientes casos:

1. Cuando se trate de adopción de disposición de carácter


normativo.

2. Cuando se trate de la resolución de recursos en los


órganos administrativos que hayan dictado los actos objeto
de recurso.

3. Cuando se trate de competencias o atribuciones ejercidas


por delegación.

4. En aquellas materias que así se determinen por norma de


rango legal.

Las resoluciones administrativas que se adopten por


delegación indicarán expresamente esta circunstancia y se
considerarán dictadas por el órgano delegante…”.

Asimismo, la competencia como requisito de validez de los actos administrativos, está


también establecida en forma indirecta en la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos en su artículo 19, ordinal 4º, en el que se establece como vicio de nulidad
absoluta de los actos administrativos el que los mismos hubiesen sido dictados por
autoridades manifiestamente incompetentes, con lo cual se establece, como requisito de
validez de los actos administrativos, la competencia del órgano que lo dicta.

En este sentido tenemos que la incompetencia es el vicio que afecta a los actos
administrativos cuando estos han sido dictados por funcionarios o personas que no estén
autorizados legalmente para dictarlos, bien sea en virtud de que carecían de toda
competencia, o bien sea en virtud de que se extralimitaron en el ejercicio de las
competencias que tenían atribuidas para otra actuación.

El vicio de incompetencia de los actos administrativos puede dar origen a un vicio de


inconstitucionalidad o de ilegalidad conforme a los artículos 25, 137 y 138 de la Carta
Magna, según que las normas atributivas de las competencias tengan rango constitucional o
legal.

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La incompetencia constitucional, se produce en dos casos: cuando una persona que carece
de forma absoluta de competencia, usurpa la autoridad y ejerce sus competencias sin
legitimidad alguna; o cuando un funcionario determinado usurpa las funciones atribuidas a
otro órgano distinto del Estado.

Además de tal incompetencia, también vicia los actos administrativos, el hecho de que
dichos actos administrativos sean dictados por funcionarios incompetentes, sea porque no
tenían competencia alguna en la materia o territorio de que se trate, sea porque
teniéndola, se extralimiten en el ejercicio de las atribuciones que tenían conferidas.

En este sentido ciudadano Juez, el artículo 425 de la Ley Orgánica del Trabajo, las
Trabajadoras y los Trabajadores, establece lo siguiente:

“…Procedimiento para el reenganche y restitución de


Derechos

Artículo 425. Cuando un trabajador o una trabajadora


amparado por fuero sindical o inamovilidad laboral sea
despedido, despedida, trasladado, trasladada, desmejorado o
desmejorada podrá, dentro de los treinta días continuos
siguientes, interponer denuncia y solicitar la restitución de la
situación jurídica infringida, así como el pago de los salarios
y demás beneficios dejados de percibir, ANTE LA
INSPECTORÍA DEL TRABAJO DE LA JURISDICCIÓN
CORRESPONDIENTE. El procedimiento será el siguiente:

1. El trabajador o trabajadora o su representante presentará


escrito que debe contener: la identificación y domicilio del
trabajador o de la trabajadora; el nombre de la entidad de
trabajo donde presta servicios, así como su puesto de trabajo
y condiciones en que lo desempeñaba; la razón de su
solicitud; el fuero ó inamovilidad laboral que invoca,
acompañado de la documentación necesaria.

2. El Inspector o Inspectora del Trabajo examinará la


denuncia dentro de los dos días hábiles siguientes a su
presentación, y la declarará admisible si cumple con los
requisitos establecidos en el numeral anterior. Si queda
demostrada la procedencia del fuero o inamovilidad laboral,
y existe la presunción de la relación de trabajo alegada, el
Inspector o la Inspectora del Trabajo ordenará el reenganche
y la restitución a la situación anterior, con el pago de los
salarios caídos y demás beneficios dejados de percibir. Si

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hubiese alguna deficiencia en la solicitud o documentación
que la acompaña, convocará al trabajador o a la trabajadora
para que subsane la deficiencia.

3. Un funcionario o funcionaria del trabajo se trasladará


inmediatamente, acompañado del trabajador o la
trabajadora afectado o afectada por el despido, traslado o
desmejora, hasta el lugar de trabajo de éste o ésta, y
procederá a notificar al patrono, patrona o sus
representantes, de la denuncia presentada y de la orden del
Inspector o Inspectora del Trabajo para que se proceda al
reenganche y restitución de la situación jurídica infringida,
así como al pago de los salarios caídos y demás beneficios
dejados de percibir.

4. El patrono, patrona o su representante podrá, en su


defensa, presentar los alegatos y documentos pertinentes.

En la búsqueda de la verdad, el funcionario o la funcionaria


del trabajo deberá ordenar en el sitio y en el mismo acto
cualquier prueba, investigación o examen que considere
procedente, así como interrogar a cualquier trabajador o
trabajadora y exigir la presentación de libros, registros u
otros documentos. La ausencia o negativa del patrono,
patrona o sus representantes a comparecer en el acto dará
como válidas las declaraciones del trabajador o trabajadora
afectado o afectada. El funcionario o funcionaria del trabajo
dejara constancia en acta de todo lo actuado.

5. Si el patrono o patrona, sus representantes o personal de


vigilancia, impiden u obstaculizan la ejecución de la orden de
reenganche y restitución de la situación jurídica infringida, el
funcionario o funcionaria del trabajo solicitará el apoyo de
las fuerzas de orden público para garantizar el cumplimiento
del procedimiento.

6. Si persiste el desacato u obstaculización a la ejecución del


reenganche y restitución de la situación jurídica infringida,
será considerará flagrancia y el patrono, patrona, su
representante o personal a su servicio responsable del
desacato u obstaculización, serán puestos a la orden del

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Ministerio Público para su presentación ante la autoridad
judicial correspondiente.

7. Cuando durante el acto, no fuese posible comprobar la


existencia de la relación de trabajo alegada por el o la
solicitante, el funcionario o funcionaria del trabajo informara
a ambas partes el inicio de una articulación probatoria sobre
la condición de trabajador o trabajadora del solicitante,
suspendiendo el procedimiento de reenganche o de
restitución de la situación jurídica infringida. La articulación
de pruebas será de ocho días, los tres primeros para la
promoción de pruebas y los cinco siguientes para su
evacuación. Terminado este lapso el Inspector o Inspectora
del Trabajo decidirá sobre el reenganche y restitución de la
situación jurídica infringida en los ocho días siguientes.

8. La decisión del Inspector o Inspectora del Trabajo en


materia de reenganche o restitución de la situación de un
trabajador o trabajadora amparado de fuero o inamovilidad
laboral será inapelable, quedando a salvo el derecho de las
partes de acudir a los tribunales.

9. En caso de reenganche, los tribunales del trabajo


competentes no les darán curso alguno a los recursos
contenciosos administrativos de nulidad, hasta tanto la
autoridad administrativa del trabajo no certifique el
cumplimiento efectivo de la orden de reenganche y la
restitución de la situación jurídica infringida...”.

Ciudadano Juez del Trabajo, tal y como se evidencia de la misma Solicitud de Reenganche
y Pago de Salarios Caídos presentada ante la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de
Puerto Ordaz, el ex trabajador ANTONIO JOSÉ URDANETA, prestaba sus servicios
para mi representada FIBRANOVA, C.A., en la localidad de “Macapaima” la cual está
ubicada en el Municipio Independencia del Estado Anzoátegui y su último puesto de
trabajo fue en esa misma localidad y en la cual también está ubicada la planta industrial
conocida como “Complejo Macapaima” planta industrial en donde se realizan las
actividades productivas de mi representada, por lo que al ocurrir el despido, el ex trabajador
ANTONIO JOSÉ URDANETA debía presentar su Solicitud de Reenganche y Pago de
Salarios Caídos ante la Inspectoría del Trabajo de El Tigre Estado Anzoátegui, que es
la Inspectoría del Trabajo competente por el sitio donde se contrataron y prestaron los
servicios del referido trabajador y donde él fue despedido en fecha diecisiete (17) de mayo
del año 2019, por lo que yerra el ex trabajador ANTONIO JOSÉ URDANETA al

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presentar su Solicitud de Reenganche y Pago de Salarios Caídos ante la Inspectoría del
Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz, y por ello tenemos de manera clara e
indudable que la Inspectora del Trabajo de la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro”
de Puerto Ordaz, AL SER UN FUNCIONARIO INCOMPETENTE POR EL
TERRITORIO la referida Providencia Administrativa Nº 2020-0026, de fecha veintiocho
(28) de febrero de 2020, dictada por la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de
Puerto Ordaz, y que consta en el expediente Nº 051-2019-01-000310, de la referida
Inspectoría del Trabajo, y contentiva de la Orden de Reenganche y Pago de Salarios Caídos
es nula de nulidad absoluta, ello tal y como lo señala el artículo 19 numeral 4º de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos; a saber:

“…Artículo 19°

LOS ACTOS DE LA ADMINISTRACIÓN SERÁN


ABSOLUTAMENTE NULOS EN LOS SIGUIENTES
casos:

1. Cuando así este expresamente determinado por una norma


constitucional o legal.

2. Cuando resuelvan un caso precedentemente decidido con


carácter definitivo y que haya creado derechos particulares,
salvo autorización expresa de la Ley.

3. Cuando su contenido sea de imposible o ilegal ejecución,


y;

4. CUANDO HUBIEREN SIDO DICTADOS POR


AUTORIDADES MANIFIESTAMENTE
INCOMPETENTES, O CON PRESCINDENCIA TOTAL Y
ABSOLUTA DEL PROCEDIMIENTO LEGALMENTE
ESTABLECIDO…”. (Subrayados y negrillas añadidas).

Ciudadano Juez del Trabajo, la ley Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y los
Trabajadores, es clara y en su artículo 425 ordena que es ante la Inspectoría del Trabajo
competente de la jurisdicción (del territorio) es decir, en nuestro caso, ex trabajador
ANTONIO JOSÉ URDANETA debió presentar su Solicitud de Reenganche y Pago de
Salarios Caídos ante la Inspectoría del Trabajo de El Tigre en el Estado Anzoátegui, la cual
es la Inspectoría del Trabajo competente por el territorio (sector Macapaima del Municipio
Independencia del Estado Anzoátegui) donde “FIBRANOVA, C.A.”, tiene sus
operaciones, donde además fue contratado el ex trabajador ANTONIO JOSÉ
URDANETA, y donde fue despedido ex trabajador ANTONIO JOSÉ URDANETA, por
tanto ciudadano Juez del Trabajo, ES ANTE LA INSPECTORÍA DEL TRABAJO DE

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EL TIGRE EN EL ESTADO ANZOÁTEGUI, donde el ex trabajador ANTONIO JOSÉ
URDANETA debió presentar la Solicitud de Reenganche y Pago de Salarios Caídos y no
puede pretenderse a priori que la Inspectoría del trabajo competente para conocer de dicha
Solicitud de Reenganche y Pago de Salarios Caídos, es la Inspectoría del Trabajo “Alfredo
Maneiro” de Puerto Ordaz, y por ende tal error en la selección del órgano administrativo
del trabajo, vicia la competencia del funcionario (Inspector del Trabajo de la Inspectoría del
Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz) para conocer y decidir sobre la Solicitud de
Reenganche y Pago de Salarios Caídos presentada por el ex trabajador ANTONIO JOSÉ
URDANETA.

A mayor abundamiento, consideramos oportuno hacer referencia al contenido del contrato


de trabajo celebrado entre mi representada “FIBRANOVA, C.A.” y el ex trabajador
ANTONIO JOSÉ URDANETA, y el cual establece en su Cláusula Decima lo siguiente:

“…LUGAR DE TRABAJO:

El trabajador expresamente conviene y acepta que prestará


sus servicios en LA PLANTA de tableros MDF y PB de la
EMPRESA, EN EL SITIO DENOMINADO MACAPAIMA
DE LA RIVERA NORTE DEL RÍO ORINOCO, AL
SURESTE DEL ESTADO ANZOÁTEGUI, PARROQUIA
MAMO DEL MUNICIPIO INDEPENDENCIA, en lo
sucesivo y a los efectos de este documento “LA PLANTA”
…”. (Negrillas y cursivas nuestras). -

La Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz conoció y se pronunció de


un procedimiento de Reenganche y Pago de Salarios Caídos que le estaba vedado conocer,
en razón de que su competencia sólo abarca al Municipio Caroní del Estado Bolívar y no al
Municipio Independencia del Estado Anzoátegui y por ello la ciudadana Inspectora del
Trabajo de la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz, no tenía
competencia alguna para conocer del Procedimiento de Reenganche y Pago de Salarios
Caídos presentado por el ex trabajador ANTONIO JOSÉ URDANETA y en tal sentido
tanto el procedimiento administrativo así como la Providencia Administrativa que declaró
con lugar el reenganche del ex trabajador ANTONIO JOSÉ URDANETA son totalmente
nulos tal y como lo establecen las normas supra mencionadas, ello en razón de la
incompetencia territorial de la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz,
y a fin de hacer más notoria dicha incompetencia consigno en este mismo acto copia
simple marcada “C” de la Licencia de Actividades de Industria y Comercio Nro. 00965,
emitida por la Alcaldía Bolivariana del Municipio Independencia, Soledad, Estado
Anzoátegui, a mi representada “FIBRANOVA, C.A.” y copia “D” certificado de Número
de Identificación Laboral (NIL) de mí representada FIBRANOVA C.A., suscrito por la
ciudadana ZAMBRANO MATA LOUMAR ESTHER, jefe de la unidad de Registro

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Oficina del Registro Nacional de Empresas y Establecimientos del Estado Anzoátegui, en
la cual se evidencia claramente donde se encuentra el centro de trabajo de “FIBRANOVA,
C.A.”.

Por tanto y con fundamento en los argumentos anteriormente explanados, y por cuanto
resulta evidente que el “ACTO IMPUGNADO” se encuentra viciado de nulidad absoluta,
en virtud de estar infectado el mismo del vicio denominado por la doctrina administrativa
como incompetencia del funcionario por el territorio, es por lo que solicito
respetuosamente de este digno Juzgador, se declare la nulidad del “ACTO
IMPUGNADO”, y así solicito sea declarado de forma expresa en la sentencia definitiva.

3.2- De manera subsidiaria y no simultánea se denuncia la nulidad Absoluta del


“ACTO IMPUGNADO” por haber sido dictado con Falta de Motivación.

Ciudadano Juez, de manera subsidiaria y en caso de que el vicio denunciado anteriormente


no sea declarado con lugar, denuncio el vicio de falta de motivación, por cuanto en fecha
veintiocho (28) de febrero del año 2020 la Inspectoría del Trabajo Alfredo Maneiro de
Puerto Ordaz emitió providencia administrativa Nº 2020-000026 y cuya parte motiva
expresa:

“CAPÍTULO IV PARTE MOTIVA:

Ahora bien, en virtud de los hechos alegados por el


trabajador URDANETA ANTONIO JOSE, mayor de edad,
de nacionalidad venezolano, titular de la cédula de identidad
N° 7.804.714, y dado el reconocimiento de la relación
laboral y de que hubo despido por parte de la representación
patronal según se observa en acta de ejecución de fecha
25/06/2019 y en virtud que el denunciante se encontraba
provisto de la inamovilidad laboral que le confiere el
DECRETO PRESIDENCIAL No. 3.708, publicado en la
GACETA OFICIAL DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA
DE VENEZUELA No. 6.419, de fecha 28/12/2018, en
concordancia con lo previsto en los artículos 94, 422 y 425
del DECRETO CON RANGO, VALOR Y FUERZA DE
LEY ORGANICA DEL TRABAJO DE LOS
TRABAJADORES Y LAS TRABAJADORAS N. 8.938,
Publicado en GACETA OFICIAL EXTRAORDINARIA N.
6.076 de fecha 08/05/2012, hechos y circunstancias más
favorables al trabajador, de conformidad con lo previsto en
los artículos 19 en concordancia con los artículos 22 y 53 de
la LEY ORGÁNICA DEL TRABAJO, LAS

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TRABAJADORAS Y LOS TRABAJADORES, como
principios rectores del DERECHO DEL TRABAJO,
referidos a la IRRENUNCIABILIDAD DE LOS
DERECHOS LABORALES Y AL PRINCIPIO DE LA
REALIDAD SOBRE LAS FORMAS Y A LA
PRESUNCIÓN DE LA RELACIÓN LABORAL, que
demuestran que el mencionado denunciante labora para la
Entidad de Trabajo: FIBRANOVA, C.A, desde el
16/08/2001, por lo que se infiere que entre las partes, se
mantuvo una relación de trabajo, y que la representación
patronal lo Despidió injustificadamente en fecha 17/05/2019,
sin cumplir con las formalidades previstas en el artículo 422
de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las
Trabajadoras. Así se hará en la dispositiva.

Del extracto transcrito se observa que el “ACTO IMPUGNADO” no contiene mención


alguna de los fundamentos de hecho y de derecho que motivaron a la Inspectoría del
Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz, para ordenarle a mi representada
FIBRANOVA, C.A, el Reenganche y Pago de Salarios Caídos del ex trabajador
ANTONIO JOSÉ URDANETA.

Constituye un requisito formal de todo acto administrativo el que se expresen en él de


manera razonada y concatenada los fundamentos fácticos y jurídicos que justifican la
decisión administrativa. La referida formalidad atiende a la finalidad de garantizarle a los
administrados el conocimiento de las razones de hecho y de derecho tomadas en
consideración por la administración al emitir el acto administrativo, y por tanto la misma
resulta imprescindible para garantizar el derecho a la defensa del particular que resulte
afectado por la decisión administrativa.

El numeral 5° del artículo 18 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos


contempla al referido requisito formal de la motivación de los actos administrativos al
señalar expresamente lo siguiente:

“Artículo 18 de la Ley Orgánica de Procedimientos


Administrativos: Todo acto administrativo deberá contener:

… (Omisis)…

5. Expresión sucinta de los hechos, de las razones que


hubieren sido alegadas y de los fundamentos legales
pertinentes…” (Negrillas y Subrayado nuestros). -

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Ciertamente, la motivación del acto administrativo constituye un elemento esencial para su
validez, toda vez que la misma exterioriza los fundamentos sobre los cuales el ente emisor
del acto administrativo sostiene dicho acto.

En este sentido se ha pronunciado la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo en


sentencia de fecha 26 de octubre de 1994, estableció los términos siguientes:

“…La motivación es un elemento esencial de los actos


administrativos, no solo cuando las leyes lo exijan
expresamente, sino también y principalmente, cuando ellos
tienen por objeto la aplicación de sanciones a los
administrados o la restricción o limitación de sus derechos;
pues es el único modo como los administrados pueden
conocer, ya sean los hechos que se les impute como posibles
de sanción, ya sean las causas justifican de la restricción o
limitación de sus derechos...”. (Sentencias de fechas 17 de
febrero de 1981 y 10 de junio de 1981) (Negrillas y
Subrayado nuestros). -

Asimismo, en sentencia de fecha 20 de junio de 1996, la Sala Político Administrativa de la


extinta Corte Suprema de Justicia señaló que la motivación no es otra cosa que la
exposición de los fundamentos de hecho y de derecho sobre los cuales se apoya el acto
administrativo; y que tiene por objeto hacer del conocimiento de la persona afectada, las
causas del acto, para que pueda ejercer su derecho de defensa, en caso de que el mismo la
perjudique. (Pierre Tapia, Oscar. Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, Tomo 6,
año 1996, pág.78).

Igualmente, la Sala Político Administrativa de la extinta Corte Suprema de justicia en


sentencia de fecha 21 de octubre de 1999, se pronunció sobre la motivación en los
siguientes términos:

“…Esta concepción del requisito exigido en el artículo 9 de la


Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, induce a
concluir, que no basta en determinados casos, la simple
invocación de la condición establecida en una norma para que
la Administración tenga por cumplido el deber de motivar sus
decisiones, sino que es necesario también que concrete el
hecho en particular, como se ha valorado ese hecho, y en qué
sentido justifica la Resolución que se adopta” (Sentencia de
fecha 21 de octubre de 1997)…”. (Pierre Tapia, Oscar.
Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, Tomo 10,
año, 1997, pág. 173) (Negrillas y Subrayado nuestros). -

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Ahora bien, es el caso que el “ACTO IMPUGNADO” que nos ocupa, no contiene ninguna
explicación sobre los fundamentos de hecho y de derecho que motivaron a la Inspectoría
del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz, para dictarlo. Ciertamente ciudadano Juez,
en ninguna línea del texto del “ACTO IMPUGNADO” se hace referencia a los
fundamentos de hecho y de derecho que le sirvieron de base a la Inspectoría del Trabajo
“Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz, para emitir dicho acto administrativo.

De esta forma resulta absolutamente imposible para mi representada conocer el


razonamiento que llevó a la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz, a
ordenarle el Reenganche y Pago de Salarios Caídos ex trabajador ANTONIO JOSÉ
URDANETA, desconocimiento este que afecta a mi representada ostensiblemente ya que
le es imposible oponer las mejores defensas y/o excepciones de forma y fondo pertinentes
para la protección de sus derechos e intereses y en definitiva y a su mejor decir y entender,
ejercer su derecho a la defensa.

La motivación impone necesariamente que el órgano emisor del acto realice la


concatenación de los hechos controvertidos y la respectiva subsunción en las normas que
generan como consecuencia jurídica la existencia de una determinada obligación. La
motivación de los actos administrativos debe comportar una amplitud tal que permita al
interesado reconstruir el proceso lógico a través del cual se formó la voluntad
administrativa que lesiona los derechos subjetivos e intereses legítimos, personales y
directos de los administrados.

La Jurisprudencia, en sentencia de fecha 18 de junio de 1996, por la Sala Político


Administrativa de la extinta Corte Suprema de Justicia en cuanto al requisito formal de
motivación de los actos administrativos, estableció que:

“…Dentro de esos lineamientos la Sala, en constante


jurisprudencia que reitera en esta oportunidad, ha señalado
que resulta motivado un acto cuando contenga –aunque no
todos- los elementos principales de hecho y de derecho en que
se funda, esto es, cuando contemple el asunto debatido y su
principal fundamentación legal de modo que el interesado
pueda conocer el razonamiento que llevó a la Administración
a tomar su decisión…”. (Pierre Tapia, Oscar. “Jurisprudencia
de la Corte Suprema de Justicia”, Año 1996, Tomo 6, Pág. 82
y 83). (Negrillas y subrayado nuestros). -

Tal y como lo señaláramos anteriormente, el “ACTO IMPUGNADO” es írrito por cuanto


no contiene en todo su contenido ni siquiera una sucinta narración y explicación de los
hechos y razones que condujeron a la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto
Ordaz, a dictar el referido acto, constituyéndose así el “ACTO IMPUGNADO” en un acto

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nulo, por no denotarse en su contenido motivación alguna, es decir, se configura en él, el
llamado vicio de FALTA DE MOTIVACION, y así solicitamos lo declare este Tribunal.

CAPÍTULO IV

SOLICITUD DE MEDIDA CAUTELAR

DE SUSPESIÓN DE EFECTOS DEL “ACTO IMPUGNADO”

Con base en lo dispuesto en el artículo 104 de Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso


Administrativa en concordancia con lo establecido en el artículo 585 del Código de
Procedimiento Civil, solicito se decrete la suspensión de los efectos de EL ACTO
IMPUGNADO (Providencia Administrativa, Nro. 2020-000026, de fecha veintiocho (28)
de febrero de 2019, dictada por la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto
Ordaz), que consta en el expediente Nº 051-2019-01-00310, llevado por la referida
Inspectoría del Trabajo, y en la cual se le ordena a “FIBRANOVA C.A”, proceder al
Reenganche y accesoriamente al pago de los salarios caídos dejados de percibir desde el
17/07/2018, hasta la fecha de su efectiva reincorporación a su puesto de trabajo, del ex
trabajador ANTONIO JOSÉ URDANETA, solicitud que hago por encontrarse presentes
los extremos exigidos por la Ley para que las medidas cautelares sean procedentes en su
declaración y posterior ejecución; dichos requisitos son los siguientes:

1.- Fumus Bonis Iuris o fundado temor de que una de las partes pueda causar
lesiones graves o de difícil reparación al derecho de la otra parte.

2.- Periculum in mora o riesgo manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del
fallo que se dicte en el juicio.

Por lo que se respecta al primer requisito, es de notar ciudadano Juez que el “ACTO
IMPUGNADO” le ordena a “FIBRANOVA, C.A.”, la restitución del ex trabajador
ANTONIO JOSÉ URDANETA a su sitio habitual de trabajo y además el pago de los
salarios caídos; por lo que en el presente caso de las premisas que anteceden, se tiene que
para que sea decretada la medida cautelar, esto es, “que exista el riesgo manifiesto de que
quede ilusoria la ejecución del fallo...” (periculum in mora); tenemos que en el caso de
autos, el mismo se pone de manifiesto, en razón a que la presente acción habrá de
articularse dentro de un proceso repleto de fases procedimentales, que si bien están regidas
por el principio de la preclusividad, lo harán largo y complejo y consumirá un tiempo
considerable y que mientras dure el procedimiento de recurso de nulidad, mi mandante
debe reenganchar al ex trabajador ANTONIO JOSÉ URDANETA, no podía intentar un
procedimiento ante una autoridad administrativa incompetente violentando el principio de
jurisdicción aplicable a las inspectorías del trabajo.

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Esto demuestra ciudadano Juez, que mi mandante debe pagar al ex trabajador ANTONIO
JOSÉ URDANETA, una cantidad de salarios caídos que no adeuda, enriqueciendo
indebidamente a dicho ciudadano, causándosele a mi representada un perjuicio económico
y una disminución en su patrimonio, que no podrán ser reparados con la sentencia
definitiva y por otra parte el referido ciudadano es ANALISTA DE ALMACÉN y maneja
información delicada y sensible que podría utilizar para dañar los sistemas de registro de
los bienes que almacena mi representada en represalia.

Sin embargo, si mi mandante no reengancha al solicitante del reenganche y no paga los


salarios caídos establecidos en la providencia y que no adeuda, tal como se explanó supra,
los cuales fueron establecidos en un procedimiento viciado de nulidad por
inconstitucionalidad e ilegalidad tal y como precedentemente se indicó en este escrito,
como consecuencia se le suspenderá la expedición de la solvencia laboral, requisito
indispensable para proceder a la tramitación de divisas para la compra de los insumos y
repuestos, licitaciones y otras, por lo que mi representada debe proceder al reenganche y a
pagar unos salarios indebidos al solicitante del reenganche, lo cual es totalmente ilegal.

Es por ello, ciudadano Juez, que una vez una vez sea declarada la nulidad de la providencia
impugnada, que estoy seguro será declarada por éste Tribunal, en virtud de que el
procedimiento administrativo y el “ACTO IMPUGNADO” están viciados de
inconstitucionalidad e ilegalidad, sería imposible para mi representada, recuperar lo pagado
indebidamente al solicitante del reenganche, quedando de esta forma, ilusoria la ejecución
del fallo, ocasionándosele a mi mandante una pérdida de su patrimonio, aunado a tener que
acatar una decisión que es totalmente irrita en razón de no tener competencia la Inspectoría
del Trabajo para conocer del procedimiento de reenganche que fuera incoado por el ex
trabajador ANTONIO JOSÉ URDANETA, además de los daños que pudiera sufrir los
sistemas de registro de los bienes que almacena mi representada, este temor de daño o
peligro a que se ven expuestos sus derechos es lo que en doctrina se conoce como “peligro
en la demora” o “periculum in mora”, que en nuestro caso se traduce, en el riesgo
manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo que estoy seguro favorecerá a mi
representada, por todos los vicios de los cuales adolece el acto administrativo que lo hacen
absolutamente nulo. Y si por el contrario la sentencia que se habrá de dictar en el presente
procedimiento no favorece a mi mandante, siempre el solicitante del reenganche, podrá
lograr el reenganche y el pago de sus salarios caídos. En consecuencia, considero, en
términos de justicia, que, por virtud de los presentes alegatos, se encuentra cumplido el
primer requisito para que la medida solicitada pueda ser decretada.

En cuanto al segundo requisito de procedencia de la medida cautelar requerida, referido al


“fumus bonis iuris” (verosimilitud en el derecho), esto es, “que se acompañe un medio de
prueba que constituya presunción grave de esta circunstancia y del derecho que se
reclama”, tenemos que tal extremo se encuentra contenido en la copia que se anexó al
expediente, contentiva del expediente administrativo, la cual se encuentra en autos. En la

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que se pueden evidenciar todos los vicios que he señalado en el presente escrito e
igualmente de la copia de la Licencia de actividades de Industria y Comercio N° 00965,
emitida por la Alcaldía Bolivariana de Independencia, Soledad Estado Anzoátegui, se
evidencia donde se encuentra el centro de trabajo de mi representada que le da la
competencia a la Inspectoría del Trabajo de El Tigre y no la Inspectoría del Trabajo
“Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz, lo que hace nula la referida providencia.

Sobre las medidas cautelares, ha dicho la Sala Político Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia que son actos procesales que pretenden anticipar los efectos de un fallo
mientras transcurra la tramitación de un juicio, con el fin de salvaguardar el derecho que se
arroga el actor al proponer su pretensión, por existir riesgo manifiesto de que se produzca
un daño irreparable (mientras no se haya dictado la sentencia definitiva) que ponga en
peligro la satisfacción del derecho que se invoque. Es por ello que la pretensión cautelar
debe estar debidamente justificada, por cuanto en caso de decretarse su procedencia, el Juez
dispondrá de actos de ejecución tendentes a impedir que los efectos de la sentencia
definitiva sean ineficaces. (Vid., sentencia N° 00220 del 7 de febrero de 2007).

CAPÍTULO V
PETITORIO

Es por las razones de hecho y de derecho anteriormente expuestas, que en nombre y


representación de “FIBRANOVA, C.A.”, solicito a este Honorable Juzgado que:

a) Admita el presente Recurso de Nulidad en contra del “ACTO IMPUGNADO”


(Providencia Administrativa Nº 2020-000026, de fecha veintiocho (28) de Febrero
del año 2020, dictada por la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto
Ordaz), que consta en el expediente Nº 051-2019-01-000310, de la referida
Inspectoría del Trabajo, mediante la cual se le ordena a “FIBRANOVA, C.A.”, el
Reenganche y Pago de Salarios Caídos del ciudadano ANTONIO JOSÉ
URDANETA.
b) Ordene la suspensión de efectos del “ACTO IMPUGNADO” mientras dura el
presente proceso;

c) Declare con lugar el presente Recurso Contencioso Administrativo de Nulidad ,


y en consecuencia DECLARE NULO el “ACTO IMPUGNADO” (Providencia
Administrativa Nº 2020-000026, de fecha veintiocho (28) de Febrero del año 2020,
dictada por la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz), que
consta en el expediente Nº 051-2019-01-000310, de la referida Inspectoría del
Trabajo, mediante la cual se le ordena a “FIBRANOVA, C.A.”, el Reenganche y
Pago de Salarios Caídos del ciudadano ANTONIO JOSÉ URDANETA.

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CAPÍTULO VI
DE LAS NOTIFICACIONES

Ciudadano Juez, de acuerdo a lo previsto en el artículo 78 de la Ley Orgánica de la


Jurisdicción Contencioso Administrativa, solicito al Tribunal se sirva a notificar del
presente procedimiento a los siguientes entes y personas.

En su condición de recurrida, Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz,


en la siguiente dirección: Av. Monseñor de Zabaleta, edificio Gina, piso 2, Villa Colombia,
Puerto Ordaz, Estado Bolívar.

-A la Procuraduría General de la República Bolivariana de Venezuela.

-A la Fiscalía General de la República Bolivariana de Venezuela.

-Al ciudadano ANTONIO JOSÉ URDANETA en la siguiente dirección: Urbanización


Betania, Calle 06, Manzana 5-A, Conjunto Residencial Flor de Betania, Casa 239, Puerto
Ordaz, Estado Bolívar, teléfono 0414-8574813.

CAPÍTULO VII
DOMICILIO PROCESAL

A los fines de dar cumplimiento al contenido del artículo 174 del Código de Procedimiento
Civil, señalo como domicilio procesal de mi representada, “FIBRANOVA, C.A.”, la
siguiente dirección: SOSA & MARTINEZ, Estudio Jurídico, Alta Vista Norte, Carrera
Guri, Torre Empresarial Atlantis, Piso 7, Oficina 7-1, Alta Vista Norte, Puerto Ordaz,
Estado Bolívar, Teléfonos: (0286) 9616583 – 9623642.

En Ciudad Guayana, a la fecha de su presentación.

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