Está en la página 1de 10

304636-0090-25419-2019-18-0420.html http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/abril/304636-0090-25419...

Magistrado Ponente: JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER

El 12 de junio de 2018, el ciudadano ISRRAEL JOSUÉ ÁLVAREZ DE ARMAS, titular de la cédula de identidad número V.-
5.014.920 y en representación propia, presentó ante esta Sala Constitucional, escrito contentivo de la acción de amparo interpuesta contra el
Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), por negarle el acceso a realizar la solicitud de la denominada
“cita” para obtener el pasaporte, puesto que el referido ciudadano –a su decir- aparece con “Prohibición de Salida del País”, ordenada por el
extinto Tribunal Quinto de Primera Instancia en lo Penal del Distrito Federal y Estado Miranda.
El 12 de junio de 2018, se dio cuenta en Sala y se designó Ponente al Magistrado Juan José Mendoza Jover, quien con tal carácter
suscribe el presente fallo.
Realizado el estudio del caso, pasa esta Sala a dictar sentencia, previo análisis de las consideraciones siguientes:
ÚNICO

El accionante alegó en su escrito que según el artículo 50 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, los
ciudadanos mantienen el derecho al libre tránsito en el territorio nacional como el derecho a ausentarse de la República y volver. En razón
de ello, denuncia que según supuesta información del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), dicho
ciudadano mantiene “Prohibición de Salida del País”, la cual fue ordenada por el extinto Tribunal Quinto de Primera Instancia en lo Penal

1 de 10 30/10/19 10:57
304636-0090-25419-2019-18-0420.html http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/abril/304636-0090-25419...

del Distrito Federal y Estado Miranda.


Razón por la cual denuncia que, se le causó un gravamen al supuestamente mantenerse la vigencia de un auto de detención de su
persona por la presunta comisión del delito de “Calumnia”, dictado por el referido Tribunal ya extinto, a pesar de haber transcurrido más
de treinta (30) años hasta la actualidad, por tanto aduce tal delito se encuentra prescrito, y sin efecto las consecuencias del mismo, según lo
establecido en la Ley de Extinción de la Acción Penal y Resolución de las Causas para los casos del Régimen Procesal Penal Transitorio,
emanada por la Asamblea Nacional, la cual fue ordenada para su cumplimiento por el ciudadano Presidente de la República Bolivariana de
Venezuela el 27 de julio de 2009, y publicada en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 39.236 de fecha 6 de agosto
de 2009. Por todo lo anterior, el accionante solicitó que se levante dicha medida judicial para que se le permita el acceso a la obtención del
pasaporte.
Ahora, esta Sala debe pronunciarse sobre la competencia para conocer la presente acción de amparo constitucional propuesta por el
accionante, y en tal sentido observa que, el ciudadano Isrrael Josué Álvarez De Armas, actuando en nombre propio, interpuso ante esta Sala
acción de amparo constitucional, contra el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), por cuanto –a su
decir-, éste le negó la cita para solicitar el pasaporte por tener una medida judicial de “Prohibición de Salida del País” emanada por el
extinto Tribunal ya mencionado.
Como punto previo de pronunciamiento, esta Sala Constitucional observa lo establecido en la sentencia n.° 390, del 26 de abril de
2013, caso: Luis Parmenio Urdaneta, de esta misma Sala la cual dispuso lo siguiente:

(…) Al respecto, se debe indicar que la competencia para conocer de las acciones de amparo constitucional ejercidas de forma
autónoma viene determinada, conforme lo dispone la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, por
dos criterios: el material y el orgánico.
El criterio material, previsto en el artículo 7 de la referida Ley, establece la afinidad entre la competencia natural del juez -de
primera instancia- y los derechos y garantías presuntamente lesionados. Este criterio constituye el elemento primordial para
dilucidar la competencia en materia de amparo, y cuando se acciona en amparo contra la Administración pública (sic) adquiere
operatividad con el artículo 259 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, según el cual la jurisdicción
contencioso administrativa es competente para “(…) anular los actos administrativos generales o individuales contrarios a derecho,
incluso por desviación de poder, condenar al pago de sumas de dinero y a la reparación de daños y perjuicios originados en
responsabilidad de la Administración; conocer de reclamos por la prestación de servicios públicos y disponer lo necesario para el
restablecimiento de las situaciones jurídicas subjetivas lesionadas por la actividad administrativa”, lo que conduce a afirmar que
aquellas situaciones jurídico-subjetivas que resulten lesionadas por actos o hechos dictados o ejecutados en ejercicio de la función

2 de 10 30/10/19 10:57
304636-0090-25419-2019-18-0420.html http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/abril/304636-0090-25419...

administrativa u omisiones o abstenciones de órganos o personas obligados por normas de Derecho Administrativo, se encuentran
salvaguardadas en virtud de la potestad que la Constitución otorga a esos órganos jurisdiccionales (Vid Fallo N° 1700 del 7 de
agosto de 2007. caso: Carla Mariela Colmenares Ereú).
Por su parte, el criterio orgánico viene dado por la jerarquía o autoridad del órgano del cual emana el acto u omisión que generan la
lesión a los derechos constitucionales. Así, la competencia para conocer de las lesiones constitucionales cometidas por las
autoridades contempladas en el artículo 8 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales está atribuida
a la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal, según el criterio establecido en los casos Emery Mata Millán y Domingo Ramírez
Monja. (Vid. f. Nº 2579, del 11 de diciembre de 2001), por lo que visto que la presente acción de amparo se ejerce contra un acto
dictado por un organismo adscrito al Ministerio para el Poder Popular de Relaciones Interiores y Justicia, ajeno a las autoridades
previstas en el artículo 8 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, esta Sala Constitucional es
incompetente para conocer de la acción interpuesta, por lo que resulta necesario determinar el órgano jurisdiccional competente para
conocer de la misma.
Así entonces, tal como se ha señalado, la competencia en materia de amparo se encuentra regida por los criterios material y
orgánico, siendo este último el que prepondera en el supuesto de los agravios provenientes de la Administración, con algunas
particularidades de competencia funcional (vgr. Tributaria o funcionarial).
Con respeto a la aplicación del criterio orgánico frente a la Administración, u otros entes distintos de ella que ejercen función
administrativa, el referido fallo N° 1700 del 7 de agosto de 2007. caso: Carla Mariela Colmenares Ereú, determinó lo siguiente:
Esta interacción criterio-jerarquía permite señalar la siguiente conclusión: el régimen de competencias en amparo contra la
Administración ha estado subordinado directamente a la estructura de la organización administrativa, por lo que la situación jurídica
del particular accionante no determina el conocimiento de los amparo en esta materia.
Al respecto, la aplicación del criterio orgánico siempre se ha ceñido al régimen general de competencias del contencioso
administrativo, estableciéndose una análoga equiparación en el conocimiento de los recursos contencioso administrativos y la
acción de amparo constitucional.
En los términos en que ha sido empleado el criterio orgánico tiene cierta ilogicidad, toda vez que no se está frente a un control
objetivo de los actos de la Administración (aunque esto incida en la esfera subjetiva de los particulares) sino frente a la protección
de situaciones jurídicas subjetivas constitucionales. De modo que si la aplicación del criterio orgánico delimita la competencia en un
tribunal cuya ubicación aleje al afectado de la posibilidad de accionar en amparo se está en presencia de una conclusión que
obstaculiza al justiciable el acceso a la justicia.
Este último señalamiento se hace en consideración al supuesto de la competencia residual de las Cortes de lo Contencioso
Administrativo -proveniente de la competencia que en su momento la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia le atribuía a la
entonces Corte Primera de lo Contencioso Administrativo- que asignaba en esta instancia el conocimiento del contencioso
administrativo de los órganos de inferior instancia de la Administración Central, sin importar el domicilio del acto o la ubicación
geográfica de la dependencia. En este caso, el control del acto basado en la jerarquía del ente u órgano para una asignación residual
de competencia podría ser un determinante de atribución de competencia dentro del ámbito de asignación para los tribunales

3 de 10 30/10/19 10:57
304636-0090-25419-2019-18-0420.html http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/abril/304636-0090-25419...

contencioso administrativos; sin embargo, la aplicación del criterio de la competencia residual de las Cortes en materia de amparo
constitucional resulta un obstáculo para el ejercicio de la acción de amparo, propia de la tutela de situaciones jurídicas
fundamentales constitucionalmente garantizadas.
En suma, considerar la aplicación del criterio de competencia residual puede resultar atentatorio para el caso en que existan
dependencias administrativas de inferior jerarquía que se encuentren desconcentradas –vgr. Inspectorías del Trabajo- o que su
ubicación sea ajena a la ciudad de Caracas, como ocurre por ejemplo en el caso de algunas Universidades Nacionales, Colegios
Universitarios y Colegios Profesionales. Inclusive, aplicar dicho criterio en amparo, como ocurre en áreas especiales como el caso
de contencioso funcionarial, y hasta, por la protección en amparo en áreas particulares como en el caso de los servicios públicos, tal
como así lo dispone el artículo 259 de la Constitución, haría prácticamente nugatorio para los afectados ejercer el amparo en
procura de proteger sus derechos si obligatoriamente deben accionar ante las Cortes de lo Contencioso al margen del lugar donde
ocurrió la afectación del derecho, o el lugar donde en realidad se encuentre el ente o dependencia administrativa.
En conclusión, considera esta Sala que mantener el criterio residual para el amparo partiendo de lo que establecía el artículo 185 de
la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, no resulta idóneo frente al principio de acceso a la justicia, siendo necesario
aproximar la competencia en aquellos tribunales contenciosos más próximos para el justiciable, ello, por considerarse que de esta
manera en lo referente a la protección constitucional se estaría dando cumplimiento a la parte final del artículo 259 de la
Constitución cuando dispone que el deber para el Estado de “disponer lo necesario para el restablecimiento de las situaciones
jurídicas subjetivas lesionadas por la actividad administrativa”.
Lo expuesto ya ha sido advertido por este Alto Tribunal, al establecer que la distribución competencial en amparo constitucional
debe realizarse atendiendo no sólo a la naturaleza de los derechos lesionados, conforme lo indica el artículo 7 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, sino además salvaguardando el derecho a la tutela judicial efectiva de la parte
accionante, señalándose como competente al Tribunal de mayor proximidad para el justiciable. Verbigracia, ha sido el criterio que
imperó en la sentencia de esta Sala N° 1333/2002; así también la sentencia de la Sala Plena N° 9/2005 que citó a la primera.
Inclusive, respecto a la distribución competencial para conocer de los recursos de nulidad interpuestos contra los actos
administrativos dictados por las Inspectorías del Trabajo, esta Sala, en la sentencia N° 3517/2005, indicó que el conocimiento de
tales recursos “corresponde en primer grado de jurisdicción a los Juzgados Superiores Contencioso Administrativos Regionales, y
en apelación a las Cortes de lo Contencioso Administrativo, todo ello en pro de los derechos de acceso a la justicia de los
particulares, a la tutela judicial efectiva, a la celeridad procesal y el principio pro actione, en concatenación con lo previsto en el
artículo 257 de la Carta Magna, relativo al proceso como instrumento fundamental para la realización de la justicia…” (resaltado del
texto citado), extracto que resume la clara intención del Máximo Tribunal de darle mayor amplitud al derecho al acceso a la justicia
que estatuye el artículo 26 de la Constitución
Por ende, esta Sala determina que el criterio residual no regirá en materia de amparo, por lo que en aquellos supuestos donde el
contencioso administrativo general le asigne la competencia a las Cortes para el control de los actos, ese criterio no será aplicable
para las acciones de amparo autónomo, aplicándose, en razón del acceso a la justicia, la competencia de los Juzgados Superiores en
lo Civil y Contencioso Administrativo con competencia territorial donde se ubique el ente descentralizado funcionalmente (v.gr.

4 de 10 30/10/19 10:57
304636-0090-25419-2019-18-0420.html http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/abril/304636-0090-25419...

Universidades Nacionales) o se encuentre la dependencia desconcentrada de la Administración Central, que, por su jerarquía, no
conozca esta Sala Constitucional.
En igual sentido, y para armonizar criterio, lo mismo ocurrirá si el amparo autónomo se interpone contra un ente u órgano de estas
características que, con su actividad o inactividad, haya generado una lesión que haya acontecido en la ciudad de Caracas: en este
caso la competencia recaerá en los Juzgados Superiores en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Capital.
Por último, en caso de apelación, la competencia en este supuesto sí corresponderá a las Cortes, quienes decidirán en segunda y
última instancia en materia de amparo.

Con base en lo anterior expuesto, esta Sala observa que aun cuando el amparo constitucional se dirige contra el Servicio
Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), y se evidencia que sería otro el órgano judicial competente, como lo
serían los Juzgados con competencia en lo Contencioso Administrativo; por tanto, en aras de evitar una remisión inútil de la causa al
órgano jurisdiccional competente y evitar el congestionamiento de los Tribunales del país, como lo ha efectuado en otras oportunidades
(ver, sentencia n° 532 del 29 de mayo de 2014), y siendo que consta en el expediente la última actuación del accionante hasta la presente
fecha, coincide con la interposición de la diligencia de fecha 12 de junio de 2018, se aprecia con claridad que en el presente asunto
transcurrieron más de seis (6) meses, sin que el accionante realizara alguna declaración, solicitud o actuación en general, lo cual evidencia
el decaimiento de su interés en que aquella se siguiera sustanciando, lapso éste requerido para que opere el abandono del trámite, conforme
a la interpretación que al respecto ha efectuado la Sala.

En tal sentido, esta Sala Constitucional en sentencia n°. 956 del 1 de junio de 2001, Caso: Fran Valero González, señaló que:
(…) Dentro de las modalidades de extinción de la acción, se encuentra -como lo apunta esta Sala- la pérdida del interés,
lo cual puede ser aprehendido por el juez sin que las partes lo aleguen, y que tiene lugar cuando el accionante no quiere
que se sentencie la causa, lo que se objetiviza mediante la pérdida total del impulso procesal que le corresponde.

Se trata de una situación distinta a la de la perención, donde el proceso se paraliza y transcurre el término que
extingue la instancia, lo que lleva al juez a que de oficio o a instancia de parte, se declare tal extinción del
procedimiento, quedándole al actor la posibilidad de incoar de nuevo la acción. El término de un año (máximo lapso
para ello) de paralización, lo consideró el legislador suficiente para que se extinga la instancia, sin que se perjudique la
acción, ni el derecho objeto de la pretensión, que quedan vivos, ya que mientras duró la causa la prescripción quedó
interrumpida.

(Omissis…)

5 de 10 30/10/19 10:57
304636-0090-25419-2019-18-0420.html http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/abril/304636-0090-25419...

La pérdida del interés procesal que causa la decadencia de la acción y que se patentiza por no tener el accionante
interés en que se le sentencie, surge en dos claras oportunidades procesales. Una, cuando habiéndose interpuesta la
acción, sin que el juez haya admitido o negado la demanda, se deja inactivo el juicio, por un tiempo suficiente que hace
presumir al juez que el actor realmente no tiene interés procesal, que no tiene interés en que se le administre justicia,
debido a que deja de instar al tribunal a tal fin.

(Omissis…)

La otra oportunidad (tentativa) en la que puede decaer la acción por falta de interés, es cuando la causa se paraliza
en estado de sentencia. Tal parálisis conforme a los principios generales de la institución, no produce la perención, pero
si ella rebasa los términos de prescripción del derecho objeto de la pretensión, sin que el actor pida o busque que se
sentencie, lo que clara y objetivamente surge es una pérdida del interés en la sentencia, en que se componga el proceso,
en que se declare el derecho deducido. Es indiscutible que ese actor no quiere que lo sentencien, por ello ni incoa un
amparo a ese fin, ni una acción disciplinaria por denegación de justicia, ni pide en la causa que le fallen. No es que el
Tribunal va a suplir a una parte la excepción de prescripción no opuesta y precluída (artículo 1956 del Código Civil), la
cual sólo opera por instancia de parte y que ataca el derecho del demandante, sino que como parámetro para conocer el
interés procesal en la causa paralizada en estado de sentencia, toma en cuenta el término normal de prescripción del
derecho cuyo reconocimiento se demanda.

(Omissis…)

No comprende esta Sala, cómo en una causa paralizada, en estado de sentencia, donde desde la fecha de la última
actuación de los sujetos procesales, se sobrepasa el término que la ley señala para la prescripción del derecho objeto de
la pretensión, se repute que en ella sigue vivo el interés procesal del actor en que se resuelva el litigio, cuando se está
ante una inactividad que denota que no quiere que la causa sea resuelta.

No vale contra tal desprecio hacia la justicia expedita y oportuna, argüir que todo ocurre por un deber del Estado
que se ha incumplido, ya que ese deber fallido tenía correctivos que con gran desprecio las partes no utilizan, en
especial el actor.

(Omissis…)

A juicio de esta Sala sí. Por respeto a la majestad de la justicia (artículo 17 del Código de Procedimiento Civil), al
menos el accionante (interesado) ha debido instar el fallo o demostrar interés en él, y no lo hizo. Pero, esa inacción no es
más que una renuncia a la justicia oportuna, que después de transcurrido el lapso legal de prescripción, bien inoportuna
es, hasta el punto que la decisión extemporánea podría perjudicar situaciones jurídicas que el tiempo ha consolidado en

6 de 10 30/10/19 10:57
304636-0090-25419-2019-18-0420.html http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/abril/304636-0090-25419...

perjuicio de personas ajenas a la causa. Tal renuncia es incontrastablemente una muestra de falta de interés procesal, de
reconocimiento que no era necesario acudir a la vía judicial para obtener un fallo a su favor.

(Omissis…)

De allí, que considera la Sala, a partir de esta fecha, como interpretación del artículo 26 Constitucional, en cuanto a
lo que debe entenderse por justicia oportuna, que si la causa paralizada ha rebasado el término de la prescripción del
derecho controvertido, a partir de la última actuación de los sujetos procesales, el juez que la conoce puede de oficio o a
instancia de parte, declarar extinguida la acción, previa notificación del actor, en cualquiera de las formas previstas en el
artículo 233 del Código de Procedimiento Civil, si ello fuere posible, y de no serlo, por no conocer el tribunal dónde
realizar la notificación, o no poder publicar el cartel, con la fijación de un cartel en las puertas del tribunal. La falta de
comparecencia de los notificados en el término que se fije, o las explicaciones poco convincentes que exprese el actor
que compareciere, sobre la causa de su inactividad y los efectos hacia terceros que ella produjo, las ponderara el juez
para declarar extinguida la acción.

Por lo anteriormente expuesto, esta Sala ha verificado la pérdida del interés de la parte accionante, además que el asunto planteado
solo afecta la esfera jurídica de sus intereses y no se encuentran afectado el orden público ni las buenas costumbres, por lo que resulta
imperioso para esta Sala Constitucional declarar el abandono del trámite y, en consecuencia, terminado el procedimiento. Así se decide.

En razón de ello, de conformidad con lo que establece el único aparte del artículo 25 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales y en consonancia con el criterio anteriormente transcrito, se impone al accionante una multa de
Cinco Mil Bolívares (Bs. 5.000,00), pagaderos, a favor de la Tesorería Nacional, en cualquier institución financiera receptora de fondos
públicos.
El sancionado deberá acreditar el pago mediante la consignación del comprobante correspondiente ante esta Sala dentro de los
cinco (5) días siguientes a su notificación, la cual, en virtud de economía procesal, se ordena a la Secretaría de esta Sala Constitucional se
haga por vía telefónica, en atención a lo que dispone el artículo 91.3 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia. Así se decide.

DECISIÓN

Por las razones expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional, administrando justicia en nombre de la
República, por autoridad de la Ley, declara TERMINADO EL PROCEDIMIENTO POR ABANDONO DE TRÁMITE de la

7 de 10 30/10/19 10:57
304636-0090-25419-2019-18-0420.html http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/abril/304636-0090-25419...

pretensión de amparo constitucional interpuesta por el ciudadano ISRRAEL JOSUÉ ÁLVAREZ DE ARMAS, actuando en
representación propia, contra del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME).
Se IMPONE al accionante una multa de Cinco Mil Bolívares (Bs. 5.000,00), pagaderos a favor de la Tesorería Nacional, en
cualquier institución financiera receptora de fondos públicos. El sancionado deberá acreditar el pago mediante la consignación del
comprobante correspondiente ante esta Sala dentro de los cinco (5) días siguientes a su notificación.
SE ORDENA a la Secretaría de la Sala que, para el cumplimiento más expedito de lo dispuesto anteriormente, practique en forma
telefónica las notificaciones ordenadas, conforme a lo señalado en el artículo 91.3 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.
Publíquese, regístrese, notifíquese y archívese el expediente. Cúmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 25
días del mes de Abril de dos mil diecinueve (2019). Años: 209° de la Independencia y 160° de la Federación.

El Presidente,

JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER


Ponente

El Vicepresidente,

ARCADIO DELGADO ROSALES

Los Magistrados,

8 de 10 30/10/19 10:57
304636-0090-25419-2019-18-0420.html http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/abril/304636-0090-25419...

CARMEN ZULETA DE MERCHÁN

CALIXTO ORTEGA RÍOS

LUIS FERNANDO DAMIANI BUSTILLOS

LOURDES BENICIA SUÁREZ ANDERSON

9 de 10 30/10/19 10:57
304636-0090-25419-2019-18-0420.html http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/abril/304636-0090-25419...

RENÉ ALBERTO DEGRAVES ALMARZA

La Secretaria,

MÓNICA ANDREA RODRÍGUEZ FLORES

18-0420
JJMJ

10 de 10 30/10/19 10:57

También podría gustarte