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N/Ref.

UP/2339 CUENTAS 2017

AL MINISTERIO DE INTERIOR
SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA
SUBDIRECCIÓN GENERAL DE ASOCIACIONES, ARCHIVOS Y DOCUMENTACIÓN
CALLE AMADOR DE LOS RÍOS, 7
28010 MADRID

ALEGACIONES AL INICIO DEL PROCEDIMIENTO DE


REVOCACIÓN DE LA DECLARACIÓN DE UTILIDAD PÚBLICA

DON JAVIER MARÍA PÉREZ-ROLDÁN Y SUANZES-CARPEGNA, colegiado en el Ilustre


Colegio de Abogados de Madrid con carnet nº 66.950, teléfono 915708739, fax
915797163, actuando en nombre y representación de la ASOCIACIÓN HAZTEOIR.ORG,
con CIF G-83.068.403 e inscrita en el Registro del Ministerio del Interior, bajo el
número 167.805, y domicilio en la Calle Paseo de la Habana 200, bajo izquierda
(28036- Madrid), que actúa por medio de su Presidente, representante legal, DON
IGNACIO ARSUAGA RATO,

EXPONE

I.- Que en fecha 28/08/2018 hemos recibido notificación de fecha de salida 23 de


agosto de 2018 y número de salida 1228 por la que se nos comunica el inicio del
procedimiento de revocación de la declaración de utilidad pública de la asociación
HazteOir.org.

II.- Que por medio de tal notificación se nos reconoce el plazo de 15 días para hacer
alegaciones y presentar documentación, lo que hacemos por medio del presente
escrito siendo de nuestro interés hacer las siguientes

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ALEGACIONES

PREVIA PRIMERA.- SOBRE LA ORDENACIÓN DE LAS ALEGACIONES CONTENIDAS EN EL


PRESENTE ESCRITO

Habiendo iniciado esta administración expediente para revocar la declaración


de utilidad pública de esta entidad presentamos el presente escrito de alegaciones.

En el mismo acreditaremos que efectivamente mi representada (i) desarrolla


una actividad de clara utilidad pública para lo que previamente algo diremos sobre lo
que sea utilidad pública en nuestra legislación; (ii) cómo la utilidad pública es
compatible siempre y en todo lugar con el derecho constitucional a la libertad de
pensamiento y expresión, por lo que la declaración de utilidad pública no puede exigir
la conformidad de toda la ciudadanía con las actividades o campañas realizadas por la
asociación beneficiada de la declaración de utilidad pública; (iii) cómo la utilidad
pública no puede ser interpretada con carácter partidista, pues en tal caso se usaría
la declaración de utilidad pública como premio al afín y como castigo al disidente con
la ideología del partido en el poder, configurándose así el reconocimiento de la utilidad
pública o su posible revocación como un claro instrumento de censura, de limitación
de los derechos fundamentales a la libertad de pensamiento y expresión y, al fin, como
un instrumento «pseudooficial» de represión, y por tanto, en su aplicación, un
instrumento claro para la persecución ideológica, constituyendo así una clara
manifestación de un delito de odio; (iv) cómo las actividades desarrolladas en estos
últimos años por la entidad HazteOir.org han tenido un mayoritario respaldo social de
determinados sectores de la sociedad española; (v) cómo el desacierto o no de una
campaña determinada, amparada por el derecho a la libertad ideológica y de
expresión, no puede condicionar el mantenimiento o no de la declaración de utilidad
pública; (vi) y finalmente, cómo el retraso puntual en presentar las cuentas, que en el
presente acuerdo de iniciación de expediente de revocación se incluye el modo de
«obiter dicta» no puede tener anudada como consecuencia directa la revocación de la
declaración de utilidad pública.

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No obstante, antes de desarrollar los enunciados anteriormente consignados
dedicaremos la primera alegación a manifestar nuestra disconformidad con el
presente expediente y a manifestar lo que entendemos como utilización política de
la administración del Estado para perseguir y acallar a los que el actual Gobierno
considera disidentes o ciudadanos de segunda, promoviendo su exclusión social, en
lo que entendemos manifestación de un COMPORTAMIENTO POSIBLEMENTE
CONSTITUTIVO DE UN DELITO DE ODIO.

PREVIA SEGUNDA.- SOBRE EL CONTENIDO CONSTITUCIONAL DE LA CAMPAÑA DEL


AUTOBÚS Y LA AVIONETA

Aunque a lo largo del escrito lo desarrollaremos por extenso, ya desde este


primer momento queremos recalcar que la campaña realizada por mi representada no
fue contra nadie, sino que era una concreción de los derechos amparados en nuestra
Constitución. Y es que tal campaña tenía por intención llamar la atención a los padres
de familia sobre las diversas legislaciones autonómicas que pretenden imponer una
ideología política concreta (la ideología de género) en las aulas. Ideología que es
contraria a los conocimientos científicos actuales y a la ética y moral de la mayoría
social española. Tal campaña, por tanto, informaba a los padres de familia del
contenido del artículo 27 CE (el derecho constitucional de los padres a elegir para sus
hijos la educación la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias
convicciones) y de los recursos para hacerlo valer. Así el libro que servía de eje a la
campaña contenía en su última página un modelo para formalizar la objeción de
conciencia en los centros educativos.

PRIMERA.- SOBRE LA PERSECUCIÓN IDEOLÓGICA DE LA QUE ESTÁ SIENDO VÍCTIMA


LA ASOCIACIÓN HAZTEOIR.ORG, QUE PUDIERA SER CONSTITUTIVA DE UN DELITO DE
ODIO DEL ARTÍCULO 510 DEL CÓDIGO PENAL Y DEL TIPO AGRAVADO DEL 511 CP.

En fecha 28 de agosto se nos ha notificado la comunicación de iniciación del


expediente de revocación de la declaración de utilidad pública. Resolución firmada el
23 de agosto de 2018.

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La misma concreta principalmente el incumplimiento sobrevenido de los
requisitos para gozar de la declaración de utilidad pública en la difusión «a través de
un autobús y una avioneta [de] mensajes que pudieran ser incompatibles con los
derechos de personas que han elegido otras opciones vitales distintas de las que
defiende dicha asociación. Una cosa es promover determinados valores y otra muy
diferente hacerlo mediante actuaciones que puedan resultar ofensivas hacia
determinadas personas o colectivos»

1.1 HO no ha realizado ningún tipo de acciones públicas que no hubiera hecho


antes del reconocimiento como entidad de utilidad pública:

Sin embargo, debemos recordar que la declaración de utilidad pública se


produjo en mayo de 2013, y ello en razón a la actividad que HazteOir.org había venido
realizando desde febrero de 2001, año de su fundación. Así, desde el año 2001 y hasta
al momento actual HazteOir.org ha afirmado y promueve la participación política, la
dignidad y los derechos de la persona y de la familia y el valor de la vida. Por tanto, ha
ejercido su libertad ideológica y de expresión con respecto a tales materias y a otras
vinculadas directa o indirectamente a las mismas. Precisamente en ejercicio de su
actividad asociativa, esta entidad ha sido el cauce utilizado por más de un millón de
ciudadanos residentes en España para ejercer activamente su derecho a la libertad de
expresión y para hacer llegar a nuestros políticos y dirigentes sus demandas y
pretensiones de carácter social, ideológico y religioso. Muy principalmente
HazteOir.org ha realizado una clara labor de altavoz de ciudadanos que los politólogos
frecuentemente encuadran dentro del liberalismo conservador, así como de otros
ciudadanos con una ideología más imprecisa pero de convicciones cristianas (en sus
diversas acepciones).

Así pues, cuando en 2013 se produce el reconocimiento de entidad de utilidad


pública HazteOir.org ya se había destacado por haber realizado multitud de acciones
(publicación de libros, realización de conferencias, organización de manifestaciones,
desarrollo de campañas de difusión e información, etc.) en defensa de la familia
natural, en defensa del reconocimiento de la dignidad y del derecho de todo ser
humano a la vida desde el momento de la concepción hasta la finalización natural de la

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vida, en defensa del derecho de los padres a elegir la educación ética y moral de sus
hijos, etc. De hecho, HazteOir.org participó en estos años en la organización de algunas
de las mayores manifestaciones públicas realizadas en España hasta el día de hoy,
como fueron las manifestaciones en defensa de la familia y contra la imposición
forzosa de la ideología de género en el año 2005 y las manifestaciones en defensa de la
vida del año 2010 y 2011.

Así pues, resulta incomprensible que se inicien los trámites de revocación de


la declaración de utilidad pública por la realización de una campaña de información
sobre la pretensión de determinadas comunidades autónomas de imponer a los
escolares (al margen o incluso en contra del criterio de los padres) contenidos
académicos propios de la ideología política de género. Y ello en tanto en cuanto la
entidad HazteOir.org ya había realizado campañas similares antes de serle
reconocida la declaración de utilidad pública, y sin embargo tales campañas y
acciones no impidieron el citado reconocimiento. Y es que efectivamente HazteOir
promueve estos valores descritos y no lo hace «mediante actuaciones que puedan
resultar ofensivas hacia determinadas personas o colectivos», tal y como recoge la
notificación, en la que se especifica que estos «pudieran ser incompatibles con los
derechos de personas que han elegido otras opciones vitales distintas de las que
defiende dicha asociación». Los mensajes expuestos en el HOBus y la avioneta a los
que hace referencia la notificación son: «Los niños tienen pene; las niñas tienen vulva».
Estos mensajes no son ideas que parten de la asociación, son realidades biológicas que
se enseñan a los escolares y que, por tanto, están recogidas en los libros de texto que
el propio Ministerio de Educación acredita como válidos para la enseñanza de los niños
españoles, tal como acreditamos por medio del documento nº 5 que acompañamos a
este escrito. En cualquier caso, como más adelante diremos, ya la Audiencia Provincial
de Madrid dejó clara que esta campaña estaba amparada por la libertad de expresión
porque no era una campaña contra nadie, ni iba dirigida a los niños, sino que era una
campaña dirigida a los padres de familia.

Debemos recordar, por otra parte, que la campaña del autobús y la avioneta
que se utilizan para iniciar este expediente fueron dos campañas de información de
derechos ciudadanos (dirigidas a los padres de familia) que se acogían al artículo 27.3

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CE por cuanto efectivamente los padres pueden disentir de determinados contenidos
escolares, pues como estableció el TS en su sentencia de 11 de febrero de 2009 «no
autoriza a la Administración educativa, ni tampoco a los centros docentes, ni a los
concretos profesores, a imponer o inculcar, ni siquiera de manera indirecta, puntos
de vista determinados sobre cuestiones morales que en la sociedad española son
controvertidas». Y que en cualquier caso, como más adelante diremos, ya la Audiencia
Provincial de Madrid dejó clara que esta campaña estaba amparada por la libertad de
expresión porque no era una campaña contra nadie, ni iba dirigida a los niños, sino que
era una campaña dirigida a los padres de familia.

1.2 La campaña a la que se refiere la comunicación del inicio del expediente


fue declarada por dos órganos judiciales como compatible con el derecho a la
libertad de expresión:

Esta campaña de información de derechos fue muy controvertida por la inusual


cobertura que le dieron los medios de comunicación a raíz de unas declaraciones de
varios representantes políticos y, muy significativamente, de la entonces presidenta de
la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes (hoy retirada de la política activa). La
misma utilizó su atalaya política para iniciar una campaña en contra de mi
representada, a la que no perdonaba que unos años antes hiciera una campaña de
información ciudadana en la que desvelaba el carácter proabortista de la entonces
candidata a presidir la Comunidad de Madrid, campaña que, por otra parte, le privó de
un numeroso caudal de votos. Y decimos que la campaña fue iniciada por la citada Sra.
Cifuentes pues fue ella la que salió en todos los medios de comunicación sosteniendo
que era una campaña dirigida a «menores trans» y que la misma recorría las entradas
de los colegios, trasladando esta información errada a la abogacía del Estado, de la
Comunidad, a la Delegada del Gobierno en Madrid y a la Fiscalía. A raíz de estas
acciones se iniciaron unas actuaciones penales contra mi representada, actuaciones
que fueron finalmente archivadas (como es público y notorio, por haber tenido
repercusión nacional) por el Juzgado de Instrucción nº 3 de Madrid, que llevó la
tramitación de las actuaciones judiciales como DP 450/2017 y acordó el
sobreseimiento de las mismas por medio de auto de 6 de septiembre de 2017, por

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cuanto «LAS EXPRESIONES Y MENSAJES DEL AUTOBÚS AL QUE SE REFIERE EL
PROCEDIMIENTO HA DE ENTENDERSE SITUADO EN EL CONTEXTO DE LAS IDEAS, Y QUE
A ESTE RESPECTO, HA DE PRIMAR LA LIBERTAD IDEOLÓGICA O DE EXPRESIÓN
RECONOCIDA COMO DERECHO FUNDAMENTAL EN LA CONSTITUCIÓN DEL 78».
Debemos señalar, igualmente, que pocos días antes se pronunció sobre el mismo
asunto la Sección nº 02 de la Audiencia Provincial de Madrid, en el Recurso de
Apelación 921/2017 que estimó el recurso interpuesto por mi representada y dictó
AUTO Nº 562/2017, de 14 de julio de 2017, en el que sostenía expresamente que «No
pudiendo considerarse un atentado a la juventud y la infancia, que una asociación
legalmente constituida pueda dirigirse a los padres -en general- [así pues, es
evidente que no se dirigía a los menores trans] y a quienes la Constitución garantiza el
derecho a formar a sus hijos “de acuerdo con sus propias convicciones” (art.27.3 CE)
con mensajes como: “No permitas que manipulen a tus hijos en el colegio. Infórmate
con el libro que no quieren que leas”.

«ADMITIR LA PERSECUCIÓN DE IDEAS QUE MOLESTAN A ALGUNOS O


BASTANTES, NO ES DEMOCRÁTICO, SUPONE APOYAR UNA VISIÓN SESGADA DEL
PODER POLÍTICO COMO INSTRUMENTO PARA IMPONER UNA FILOSOFÍA QUE TIENDE
A SUSTITUIR LA ANTIGUA TEOCRACIA POR UNA NUEVA IDEOCRACIA »

ASÍ PUES, ES COMPLETAMENTE CONTRARIO A DERECHO QUE LA


ADMINISTRACIÓN ENTIENDA QUE LA CAMPAÑA REALIZADA POR MI REPRESENTADA
VULNERÓ LOS LÍMITES PROPIOS DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, CUANDO QUIEN
DEBE CONTROLAR LA EXTRALIMITACIÓN EN EL EJERCICIO DE TAL DERECHO ES LA
ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA Y LA MISMA SE HA PRONUNCIADO, POR MEDIO DE
DOS RESOLUCIONES JUDICIALES DE DOS ÓRGANOS DISTINTOS (UN JUZGADO DE
INSTRUCCIÓN Y UNA SALA DE LA AUDIENCIA PROVINCIAL) EN EL SENTIDO DE ENTRAR
EL CONTENIDO DE LA CAMPAÑA DENTRO DE LOS LÍMITES DE LA LIBERTAD DE
EXPRESIÓN.

Por todo ello, es evidente que la Administración se excede en sus competencias


cuando pretende erigirse en árbitro de lo que debe entenderse cubierto por el derecho
a la libre expresión y lo que no, convirtiéndose así en intérprete del artículo 16 CE que

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establece el derecho a la libertad ideológica y de expresión. Y es que no debiera olvidar
esta Administración, que además está presida en su cúspide ministerial por un Juez en
excedencia, que en el artículo 16 de la Constitución se garantizan la libertad ideológica,
religiosa y de culto, como los derechos más íntimamente vinculados al libre desarrollo
de la personalidad. Por tanto, cercenar tales derechos por la supuesta garantía del
derecho al libre desarrollo de la personalidad de otros evidentemente es una grave
contradicción. Pero es que, además, la Administración sabe que no puede limitar tales
derechos, pues al encontrarse en la Sección 1ª del Capítulo II del Título I de la
Constitución están sometidos a reserva de ley orgánica (art. 81 CE), que en todo caso
deberá respetar su contenido esencial, y vinculan a todos los poderes públicos (art.
53.1 CE), y, entre las garantías jurisdiccionales podrá recabarse la tutela de los
tribunales ordinarios mediante un procedimiento basado en los principios de
preferencia y sumariedad y, subsidiariamente, la tutela del Tribunal Constitucional
mediante un recurso de amparo (art. 53.2 CE).

Mi representada, por tal motivo, es titular plena de su libertad ideológica, y


como titular de la misma puede ejercitar su derecho a la libre expresión sin ser
amenazada por ello con la retirada de determinados reconocimientos legales, como es
el de entidad de utilidad pública. Y es que la libertad ideológica tiene una vertiente
íntima: el derecho de cada uno no sólo a tener su propia cosmovisión, sino también
todo tipo de ideas u opiniones, es decir desde una concepción general u opiniones
cambiantes sobre cualquier materia; sin embargo, la libertad alcanza su trascendencia
en su vertiente externa, que se traduce en la posibilidad de compartir y transmitir,
en definitiva de exteriorizar esas ideas. Esta versión exterior con frecuencia se
transforma en libertad de expresión y así, al igual que ésta, se vincula con el pluralismo
político, además de con el propio concepto de Estado democrático, constituyendo los
cauces para su manifestación. Sin embargo la libertad ideológica se puede manifestar
al exterior de otra forma mediante gestos, conductas o cualesquiera otra
manifestación que permita traslucir las creencias u opiniones personales,
distinguiéndose así de la citada libertad de expresión (SSTC 120/1990, de 27 de junio y
137/1990, de 19 de julio).

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Nuestra Constitución plasma lo que se conoce como «indiferentismo
ideológico», en el sentido de que admite cualquier tipo de ideología, con el límite del
orden público, frente a lo que sucede en otros ordenamientos, como el alemán, en el
que quedan proscritas las ideologías contrarias a los principios recogidos en la
Constitución, de tal forma que se admite incluso la defensa de ideologías contrarias al
ordenamiento constitucional, siempre que respeten las formalidades establecidas y
que no recaigan en supuestos punibles de acuerdo con la protección penal (Arts. 510 y
515.5 del Código Penal, este último, precisamente, prohíbe las asociaciones que
promuevan el odio por motivos ideológicos o religiosos, que es lo que entiende esta
representación que pueda estar realizando la Administración). El Tribunal
Constitucional, SSTC 13/2001, 48/2003, 235/2007 ó 12/2008, ha sido muy claro a estos
efectos cuando ha señalado que en nuestro sistema no tiene cabida un modelo de
democracia militante que imponga la adhesión a la Constitución y al resto del
Ordenamiento Jurídico. Por ello, se dice que la Constitución ampara también a quienes
la niegan, permitiendo ataques al sistema democrático o a la esencia misma de la
Constitución, con el único límite de la lesión efectiva de bienes o derechos de
relevancia constitucional.

El límite a estos derechos reconocidos en el primer párrafo del artículo 16 CE lo


constituye el orden público 'protegido por la ley', es decir no hace referencia a un
orden público de carácter policial sino aquél que se deriva conforme de lo establecido
en el ordenamiento jurídico tendente a proteger ese orden establecido y, en
particular, los derechos fundamentales. En última instancia, el concepto de orden
público será el admisible en una sociedad democrática. El Tribunal Constitucional se ha
ceñido a esta interpretación estricta de la cláusula de orden público, que sólo será
invocable cuando se haya constatado en sede judicial la existencia de un peligro
cierto para la seguridad, la salud o la moralidad públicas (STC 46/2001, de 15 de
febrero). PUES BIEN, EN EL PRESENTE CASO, LAS PROPIAS RESOLUCIONES JUDICIALES
QUE DECLARAN QUE MI REPRESENTADA OBRÓ DENTRO DE SU DERECHO A LA
LIBERTAD DE EXPRESIÓN MANIFIESTAN LO IMPROCEDENTE DEL INICIO DE LAS
PRESENTES ACTUACIONES. Es más, la limitación a la libertad de expresión que algunos
de los representantes políticos quisieron imponer a mi representada (solicitando

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medidas penales, formalizando preguntas a las Cortes, intentando eliminar su
declaración de utilidad pública, iniciando una campaña de acoso y derribo –político y
mediático- contra la misma, etc.) supuso que en el prestigioso informe
correspondiente al año 2018 (Report 2018) elaborado por el Observatory on
Intolerance and Discrimination against Christians in Europe, radicado en Viena
(Austria), se menciona (página 5) la censura política de la campaña del autobús de
HazteOir.org en febrero de 20017 como un «incidente de intolerancia y discriminación
contra cristianos en Europa»
(https://www.intoleranceagainstchristians.eu/index.php?id=50).

Para terminar el presente apartado, debemos recordar que el hecho de que


determinadas personas (a las que por demás no iba dirigida la actividad de mi
representada) se sintieran molestas por la misma no añade ni quita nada a la situación
jurídica de mi representada. Y es que, guste o no a esta Administración, debe acatar la
doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la libertad de expresión.
Y es que si la libertad de expresión existe, y está reconocida como derecho
fundamental, es precisamente para decir cosas que puedan molestar, pues la
libertad de expresión también comprende la libertad de crítica, aunque sea molesta
o provocativa, ya que, en caso contrario, no tendría sentido. Y es que «es
precisamente cuando se exponen ideas que molestan, ofenden y cuestionan el orden
establecido cuando la libertad de expresión es más valiosa» [STEDH de 23 de
septiembre de 1994, caso Jersild contra Dinamarca; STEDH 16 de abril de 1991,caso
Purcel y otros contra Irlanda].

1.3 La Administración debe ser neutral, lo que implica que un cambio de


Gobierno no puede servir para que la Administración deje de estar al servicio del
ciudadano para convertirse en instrumento al servicio de la ideología política del
partido que ocupe el poder.

Para finalizar esta alegación debemos recordar a quien haya dado orden de
iniciar este expediente, que ya se intentó con el Gobierno anterior revocar la

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declaración de utilidad pública. Sin embargo, al final no se hizo por tener conciencia de
la imposibilidad legal de hacerlo. Por ello no se entiende que ahora, sin haber hechos
nuevos, y siendo los funcionarios que sirven en el Ministerio los mismos, se reabra el
expediente en razón a la campaña realizada el pasado año por mi representada.

Debemos recordar que precisamente al calor de la campaña llamada “del


autobús” decenas de políticos mostraron su rechazo al mismo e introdujeron la
cuestión en el Congreso, donde el PSOE y Unidos Podemos pidieron responsabilidades
al entonces Gobierno del PP y le exigieron la retirada de la utilidad pública. Días
después el pleno de la cámara aprobó una transaccional suscrita por los socialistas,
Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, ERC y Ciudadanos a raíz de un texto
original presentado por el partido morado. Los grupos firmantes consideraban que las
actividades de HazteOir.org resultaban «frontal y radicalmente contrarias a los valores,
fines y principios que justifican la declaración de interés general de una asociación y, en
concreto, a los de promoción de los valores constitucionales, de los derechos humanos,
de la familia, de la infancia y de la igualdad de oportunidades y de la tolerancia»,
aludiendo igualmente a que la entidad «no responde a los requisitos fijados en la ley».
Pues bien, días antes de la aprobación de la transaccional, el ministro del Interior de
entonces, Juan Ignacio Zoido había dicho en el Congreso que su departamento iba a
revisar si se incumplían «algunos de los principios que se exigen como fundamentales
para la concesión, y en este caso, se procederá a la revocación». Sin embargo, unos
meses más tarde, en julio del 2017, Interior negó que existieran elementos para
investigar la utilidad pública alegando la resolución judicial que levantó la
inmovilización del autobús en Madrid y que aludió al derecho a la libertad de
expresión, a la que antes hemos hecho mención.

No obstante esto, en febrero de este mismo 2018 el tema volvió al Congreso de


los Diputados en un nuevo intento capitaneado por Unidos Podemos, esta vez en la
Comisión de Interior. El grupo presentó una PNL a la que se adhirieron ERC, PNV, el
Grupo Mixto y el PSOE mientras PP y Ciudadanos cambiaron de postura respecto a la
anterior: en esta ocasión, los populares pasaron de la abstención al "no" y el partido
naranja del "sí" a la abstención. Pues bien, así las cosas fuentes del Gobierno actual de
Pedro Sánchez declararon a varios medios de comunicación el 16 de agosto que no se

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iba a retirar la declaración de utilidad pública a HazteOir.org por cuanto el Ministerio
del Interior alegaba que no había incumplimiento que permitiera la revocación de la
declaración de utilidad pública. Tales manifestaciones resultaron escandalosas para
parte de los partidos políticos que apoyan al actual Gobierno, que criticaron la decisión
con dureza... y qué casualidad que pocos días después, el 23 de agosto, se acuerda
abrir este expediente. ESTA "RECTIFICACIÓN" DEL GOBIERNO PONE DE MANIFIESTO
LO QUE ESTA PARTE ENTIENDE COMO UN CLARO DESVÍO DE PODER, PUES NO SE
INICIA EL EXPEDIENTE POR MOTIVOS JURÍDICOS DE BIEN COMÚN, SINO COMO
FORMA DE CONTENTAR A LOS PARTIDOS QUE APOYAN AL GOBIERNO Y UNA FORMA
DE VENGANZA IDEOLÓGICA DEL PODER CONTRA UNA ASOCIACIÓN CIVIL, AUN
CUANDO EL INICIO SUPONGA DICTAR UNA RESOLUCIÓN NO AJUSTADA A DERECHO
(LO QUE EL GOBIERNO SABE PORQUE POCOS DÍAS ANTES ASÍ LO MANIFESTÓ).

Del mismo modo debemos indicar que han sido numerosas las campañas
agresivas de fundaciones, asociaciones (declaradas de interés público y sin tal
declaración) y partidos contra determinados colectivos (por ejemplo, las campañas
contrarias a la libertad religiosa y a la propiedad solicitando la supresión de signos
religiosos en espacios públicos, la supresión de capillas en edificios públicos, la
expropiación de bienes de la Iglesia para hacerlos públicos, el autobús de Podemos
llamado “tramabús”, en el que se relacionaba con corrupción a políticos y ciudadanos
que no habían sido condenados ni imputados por dicha clase de delitos, etc.) sin que la
Administración haya realizado actividad ninguna tendente a su supresión.

En cualquier caso, para acreditar lo hasta aquí dicho se acompaña la siguiente


documentación:

Como documento nº 1, poder a favor del letrado que suscribe.

Como documento nº 2, resolución de la Audiencia Provincial declarando que la


campaña de HazteOir.org estaba dentro de los límites de la libertad de expresión.

Como documento nº 3, auto del Juzgado de Instrucción archivando el procedimiento


contra mi representada.

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Como documento nº 4, artículo de prensa que describe lo sucedido con la presión
ejercida por otros partidos para que el Gobierno diera instrucciones políticas a la
Administración para abrir el presente procedimiento.

Como documento nº 5 se aporta una selección de contenidos escolares que hace


referencia a la dicotomía hombre-mujer.

Como documento nº 6 se aporta el informe elaborado por el Observatory on


Intolerance and Discrimination against Christians in Europe.

Como documento nº 7 aportamos informe de campañas realizadas por mi


representada de carácter cívico y promoviendo valores constitucionales (es más, de
hecho como ya hemos dicho la campaña del autobús promovía el derecho
constitucional – art. 27 CE- de los padres a elegir para sus hijos la educación la
formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones).

SEGUNDA.- SOBRE CÓMO MI REPRESENTADA REALIZA UNA ACTIVIDAD DE CLARA


UTILIDAD PÚBLICA

Para la obtención de la declaración de Utilidad Pública se establecen una serie


de requisitos en el Artículo 32 de la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora
del Derecho de Asociación:

● Que sus fines estatutarios tiendan a promover el interés general y sean de


carácter cívico, educativo, científico, cultural, deportivo, sanitario, de
promoción de los valores constitucionales, de promoción de los derechos
humanos, de asistencia social, de cooperación para el desarrollo, de promoción
de la mujer, de protección de la infancia, de fomento de la igualdad de
oportunidades y de la tolerancia, de defensa del medio ambiente, de fomento
de la economía social o de la investigación, de promoción del voluntariado
social, de defensa de consumidores y usuarios, de promoción y atención a las
personas en riesgo de exclusión por razones físicas, sociales, económicas o
culturales, y cualesquiera otros de similar naturaleza.

● Que su actividad no esté restringida exclusivamente a beneficiar a sus


asociados.
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● Que los miembros de los órganos de representación que perciban retribuciones
no lo hagan con cargo a fondos y subvenciones públicas (no obstante, en los
términos y condiciones que se determinen en los Estatutos, los mismos podrán
recibir una retribución adecuada por la realización de servicios diferentes a las
funciones que les corresponden como miembros del órgano de
representación).

● Que cuenten con los medios personales y materiales adecuados y con la


organización idónea para garantizar el cumplimiento de los fines estatutarios.

● Que se encuentren constituidas, inscritas en el Registro correspondiente, en


funcionamiento y dando cumplimiento efectivo a sus fines estatutarios,
ininterrumpidamente y concurriendo todos requisitos, al menos durante los
dos años inmediatamente anteriores a la presentación de la solicitud.

Pues bien, mi representada cumple todos estos requisitos:

1º La Asociación HazteOir.org es una clara concreción:


● del artículo 1 de la Constitución Española: "España se constituye en un Estado
social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su
ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo
político."
● de los artículos 16 y 21 de la CE: Precisamente su nombre HazteOir.org hace
mención a esta función de ser el altavoz de todos aquellos ciudadanos que no
se sienten representados por los partidos políticos o las distintas
administraciones; o que discrepan de las decisiones que toman estos partidos e
instituciones.

2º En efecto su actividad no está restringida únicamente a sus socios. De hecho, siendo


la función principal de HazteOir.org servir de altavoz, es evidente que de sus campañas
(ampliamente recogidas por todos los medios de comunicación) llegan a todos los
ciudadanos .

De hechos los siguientes números lo hacen patente aún más:

● Socios (agosto de 2018): 6.448


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● Donantes en los 8 primeros meses de 2018: 3.434

● Suscriptores/miembros de HO (no donan, ni son socios pero se han suscrito


las campañas y las firman) (agosto de 2018): 910.000

● Suscriptores del periódico Actuall, iniciativa de HazteOir.org: 66.606

● Periódico Actuall: páginas vistas desde 1º de enero 2018: 6.761.291

3º En cuanto a la utilización de Fondos Públicos: Efectivamente, no es que HazteOir.org


no page las retribuciones a su personal con fondos públicos, sino que va más allá, pues
no paga tampoco sus actividades con los mismos. Y es que HazteOir.org ni solicita ni se
beneficia de fondos públicos. Precisamente esto es lo que más daño hace a nuestros
representantes políticos, pues como HazteOir.org se autofinancia, es completamente
independiente, y ni se vende ni se alquila. Esta es la diferencia principal entre
HazteOir.org y otras muchas asociaciones (principalmente las del entorno "de
género"), y es que estas otras asociaciones por la vía de la subvención se acaban
convirtiendo en correa de transmisión de los partidos políticos, perdiendo así su
carácter social y popular y pasando a ser un elemento más de la politización de España.

4º En cuanto a los medios para desarrollar su función, evidentemente tiene los


suficientes para haber convertido su discurso en predominante en determinados
sectores sociales, habiendo alcanzado sus propuestas repercusiones mediáticas de
primera entidad.

5º Finalmente, en cuanto a la antigüedad, HazteOir.org desarrolla la misma actividad


desde hace años, en concreto desde febrero del 2001.

TERCERA.- SOBRE CÓMO LA UTILIDAD PÚBLICA ES COMPATIBLE CON EL EJERCICIO DE


LA LIBERTAD DE PENSAMIENTO, IDEOLÓGICA Y DE EXPRESIÓN (...AUNQUE RESULTE
MOLESTA A ALGUNOS)

Las libertades reconocidas en los artículo 16 y 20 de la Constitución española


son esenciales en un sistema democrático, y ello de tal manera que si no existieran no
habría sistema democrático. Precisamente por ello el Tribunal Constitucional se ha

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encargado en multitud de ocasiones de ir perfilando su doctrina para garantizar su
respeto.

En cuanto a la libertad de expresión e información, podrán ser ejercidas por


cualquier persona (STC 6/1981, de 16 de marzo), sin perjuicio de que, al menos la
segunda, habitualmente sea ejercida por los profesionales de la información.

En cuanto a la libertad ideológica, como indica el TC, desde su dimensión


constitucional, hay que tener presente que sin la libertad ideológica consagrada en el
art. 16.1 de la Constitución, no serían posibles los valores superiores de nuestro
ordenamiento jurídico que se propugnan en el art. 1.1 de la misma para constituir el
Estado social y democrático de derecho que en dicho precepto se instaura. Para que
la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político sean una realidad efectiva y
no la enunciación teórica de unos principios ideales, es preciso que a la hora de regular
conductas y, por tanto, de enjuiciarlas, se respeten aquellos valores superiores sin los
cuales no se puede desarrollar el régimen democrático que nos hemos dado en la
Constitución de 1978. El TC destaca la máxima amplitud con que la libertad ideológica
está reconocida en el art. 16.1 de la Constitución, por ser fundamento, juntamente con
la dignidad de la persona y los derechos inviolables que le son inherentes, según se
proclama en el art. 10.1, de otras libertades y derechos fundamentales y, entre ellos,
los consagrados en el art. 20.1, apartados a) y d), de la Norma fundamental, en su
íntima conexión con la libertad ideológica.

Pues bien, respecto de estos otros derechos se ha pronunciado reiteradamente


el Tribunal Constitucional, estableciendo una doctrina que podemos resumir en la
siguiente forma:

a) Desde las SSTC 6/1981 y 12/1982, hasta las SSTC 104/1986 y 159/1986, viene
sosteniendo el Tribunal que «las libertades del art. 20 (STC 104/1986) no son sólo
derechos fundamentales de cada ciudadano, sino que significan el reconocimiento y
la garantía de una institución política fundamental, que es la opinión pública libre,
indisolublemente ligada con el pluralismo político que es un valor fundamental y un
requisito del funcionamiento del Estado democrático» (STC 12/1982) o, como se dijo
ya en la STC 6/1981: «El art. 20 de la Constitución, en sus distintos apartados,
garantiza el mantenimiento de una comunicación pública libre, sin la cual quedarían

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vaciados de contenido real otros derechos que la Constitución consagra, reducidas a
formas hueras las instituciones representativas y absolutamente falseado el principio
de legitimidad democrática que enuncia el art. 1.2 de la Constitución, y que es la
base de toda nuestra ordenación jurídico-política». En el mismo sentido se pronuncia
la STC 159/1986, al afirmar que «para que el ciudadano pueda formar libremente sus
opiniones y participar de modo responsable en los asuntos públicos, ha de ser también
informado ampliamente de modo que pueda ponderar opiniones diversas e incluso
contrapuestas». Y recordando esta Sentencia la doctrina expuesta, insiste en que los
derechos reconocidos por el art. 20, no sólo protegen un interés individual sino que
son garantía de la opinión pública libremente formada, «indisolublemente ligada con
el pluralismo político».

b) La posición preferente que, por la doctrina expuesta y en razón de su dimensión


institucional, ha de reconocerse a los derechos consagrados en el art. 20 de la
Constitución, y -añadimos-, al menos por la misma razón a la libertad ideológica que
garantiza el art. 16.1, implica de una parte -como dicen las SSTC 159/1986 y 51/1989-,
«una mayor responsabilidad moral y jurídica en quien realiza la infracción, pero de otra
exige una rigurosa ponderación de cualquier norma o decisión que coarte su ejercicio».
Por ello, cuando la libertad de expresión entre en conflicto con otros derechos
fundamentales e incluso con otros intereses de significativa importancia social y
política respaldados, como ocurre en este caso, por la legislación penal, las
restricciones que de dicho conflicto pueden derivarse deben ser interpretadas de tal
modo que el derecho fundamental no resulte desnaturalizado.»

c) Con base en la doctrina expuesta, las SSTC 107/1988 y 51/1989, declaran que el
reconocimiento constitucional de las libertades de expresión y de comunicar y recibir
información ha modificado profundamente la problemática de los delitos contra el
honor en aquellos supuestos en que la acción que incide en este derecho haya sido
realizada en ejercicio de dichas libertades. La dimensión constitucional de éstas
«convierte en insuficiente el criterio del «animus iniurandi», tradicionalmente utilizado
por la jurisprudencia penal en el enjuiciamiento de dicha clase de delitos». Y esta
insuficiencia dimana de que, como ya hemos visto, los derechos fundamentales que
consagra el art. 20 de la Constitución, y también por la misma razón las libertades que

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garantiza el art. 16.1 exceden del ámbito personal por su dimensión institucional y
porque significan el reconocimiento y la garantía de la opinión pública libre y, por
tanto, del pluralismo político propugnado por el art. 1.1 de la Constitución como uno
de los valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico.

En relación al caso, el TC determina que, aunque la crítica que preside el


artículo que se cuestiona es rechazable moral y socialmente por innecesaria, injusta y
contradictoria, no puede ser sancionada con una condena penal sin vulnerar las
libertades invocadas por el recurrente que, entendiendo hacer uso de las mismas dada
la relevancia que desempeñan para la efectividad del régimen democrático y la
amplitud con que por tal razón han sido interpretadas por la doctrina de este Tribunal,
porque, de lo contrario, se ve privado de su libertad y de su profesión por expresar de
forma censurable en el ámbito político y social, sus propias ideas, criterios y
sentimientos. La libertad ideológica indisolublemente unida al pluralismo político que,
como valor esencial de nuestro ordenamiento jurídico propugna la Constitución, exige
la máxima amplitud en el ejercicio de aquélla y, naturalmente, no sólo en lo
coincidente con la Constitución y con el resto del ordenamiento jurídico, sino también
en lo que resulte contrapuesto a los valores y bienes que en ellos se consagran,
excluida siempre la violencia para imponer los propios criterios, pero permitiendo la
libre exposición de los mismos en los términos que impone una democracia avanzada.
De ahí la indispensable interpretación restrictiva de las limitaciones a la libertad
ideológica y del derecho a expresarla, sin el cual carecería aquélla de toda efectividad.
(STC 20/1990).

Así pues, es evidente que la libertad de expresión, y el resto de libertades


reconocidas en el artículo 20 de la CE, son libertades determinantes en las
sociedades democráticas. Como ha manifestado SÁNCHEZ GONZÁLEZ, no puede
haber participación genuina de los miembros de la sociedad en la toma de decisiones
políticas sin libertad de expresión. Las libertades informativas se constituyen en
piedra angular de todo régimen político. La jurisprudencia constitucional ha
declarado repetidamente que la libertad reconocida en el art. 20.1 d) CE., en cuanto
transmisión de manera veraz de hechos noticiables, de interés general y relevancia

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pública, no se erige únicamente en derecho propio de su titular sino en una pieza
esencial en la configuración del Estado democrático, garantizando la formación de
una opinión pública libre y la realización del pluralismo como principio básico de
convivencia (entre la abundante jurisprudencia, SSTC 6/1981, 104/1986, 159/1986,
171/1990, 172/1990, 219/1992, 240/1992, 173/1995). En definitiva, las libertades
contenidas en el art. 20 CE. se constituyen en valores objetivos esenciales del Estado
democrático. La libertad de expresión, como derecho de los ciudadanos frente al
poder, puede ser ejercida por cualquier persona física o jurídica nacional o
extranjera, sin que lo expresado pueda en ningún caso ser objeto de censura, e
independientemente del medio empleado para su difusión (oral, escrito, DVD...).

Así pues, la fuerza expansiva de todo derecho fundamental restringe, por su


parte, el alcance de las normas limitadoras que actúan sobre el mismo; de ahí la
exigencia de que los límites de los derechos fundamentales hayan de ser interpretados
con criterios restrictivos y en el sentido más favorable a la eficacia y a la esencia de
tales derechos. (STC 254/1988). Y ello hasta el punto de que la estrecha relación que
mantienen las libertades citadas y el Estado democrático de Derecho, determina que
no pueda admitirse en un Estado democrático como es el nuestro ni la censura
previa ni el secuestro informativo. Como libertades negativas que exigen la mayor
abstención pública en cuanto a sus manifestaciones, en democracia no se puede
permitir que ningún medio de comunicación pueda ser sometido a ningún tipo de
control previo a su salida al mercado por autoridad política alguna, algo que el
tribunal Constitucional ha reconocido en sus sentencias 52/83, y 13/85, señalando la
prohibición de censura previa y manifestando que por tal: «...puede entenderse
cualesquiera medidas limitativas de la elaboración o difusión de una obra del
espíritu, especialmente al hacerlas depender del previo examen oficial de su
contenido, y siendo ello así parece prudente estimar que la Constitución,
precisamente por lo terminante de su expresión, dispone eliminar todos los tipos
imaginables de censura previa, aun los más débiles y sutiles, que ... tengan por efecto
no ya el impedimento o prohibición, sino la simple restricción de los derechos de su
art. 20.1, de lo que se infiere...»

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Existe por lo tanto una primera limitación que se ejerce sobre estos derechos,
que implica la prohibición de injerencia pública. Hablaríamos en este caso de un
elemento previo de libertad para el ejercicio de estas libertades.

Precisamente por ser tan fundamentales estos derechos del artículo 16 y del
artículo 20 sólo pueden ser desarrollados por Ley Orgánica, lo mismo que su
limitación, TAL COMO ESTABLECE EL ARTÍCULO 81 CE, que expresamente regula la
reserva de Ley Orgánica. De hecho de las tres materias directamente reservadas a la
ley orgánica por el artículo 81 CE, ha merecido especial atención por la doctrina y la
jurisprudencia constitucional la primera: el "desarrollo de los derechos fundamentales
y de las libertades públicas". Desde una interpretación que debe ser restrictiva, por la
exigencia de mayoría absoluta para su aprobación (SSTC 160/1987, 127/1994), el TC ha
delimitado la noción de desarrollo como regulación general del derecho o libertad o
como ordenación de aspectos esenciales de su régimen jurídico (así, SSTC 93/1988,
173/1998), incluyendo asimismo las leyes que establezcan restricciones de tales
derechos o libertades (STC 101/1991). En cuanto a los derechos y libertades afectados,
el Tribunal se pronunció pronto por su limitación a los comprendidos en la Sección 1ª
del Capítulo II del Título I de la Constitución (STC 76/1983), esto es, a los artículos 15 a
29 CE, exigiéndose forma orgánica para las leyes que los desarrollen de modo directo
en cuanto tales derechos, pero no cuando meramente les afecten o incidan en ellos
(STC 6/1982).

Así, los derechos fundamentales que típicamente colisionan con la libertad de


expresión son los mencionados expresamente por el artículo 20.4 de la Constitución
española, es decir, los derechos al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia
imagen (artículo 18.1 de la Constitución española). Estos derechos están debidamente
protegidos por diversas leyes orgánicas y así la protección del honor se contempla por
la legislación civil (Ley Orgánica 1/1982, de protección civil del honor, la intimidad
personal y familiar y la propia imagen) y penal (artículos 205 a 216 del Código Penal).

Por ello, en el presente caso, al no haberse vulnerado estas leyes no puede


retirarse la declaración de utilidad pública.

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CUARTA.- SOBRE CÓMO NO PUEDE UTILIZARSE LA ADMINISTRACIÓN CON CARÁCTER
PARTIDISTA

Bastante hemos dicho ya de ello, por lo que brevemente insistiremos en que no


es posible que la Administración, gobernando un partido concreto, sostenga que no se
puede retirar la declaración de utilidad pública; y cuando pasa a gobernar otro
sostenga lo mismo... pero después de unas determinadas críticas políticas decida
cambiar de intención y abrir el presente expediente.

QUINTA.- SOBRE EL INTERÉS DESPERTADO POR LA CAMPAÑA DE HO

Que la campaña de HO fue de interés público lo demuestra no sólo la atención


mediática que produjo, sino de manera aún más clara el aumento de donaciones
privadas realizadas a HO. Así, la citada campaña se lanzó en el mes de marzo de 2017 y
basta hacer una comparativa de los ingresos procedentes de donativos puntuales en el
mes de marzo precedente y en el siguiente para darse cuenta del apoyo mayoritario
que tuvo la campaña de HO:

Marzo 2016: 735= 33.633,56 €


Marzo 2017: 5.057= 189.001,42 €
Marzo 2018: 597= 27.382,24 €

Como se puede comprobar, los ingresos de HazteOir.org por donativos


puntuales se multiplicaron por 7 durante el mes de la campaña, señal de la
aceptación pública de la misma.

SEXTA.- SOBRE EL DESACIERTO EN UNA CAMPAÑA

En cualquier caso, aunque la campaña iniciada por HO hubiera sido


desacertada, esto no puede motivar la retirada de la declaración de utilidad pública,

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pues como se ve en la Memoria de Actividades mi representada lleva a cabo una labor
mucho más amplia, y estas otras labores, desde luego, son también de clara utilidad
pública.

SÉPTIMA.- SOBRE LA PRESENTACIÓN DE LAS CUENTAS FUERA DEL PLAZO


LEGALMENTE ESTABLECIDO PARA ELLO (art. 34.1 LO 1/2002)

Bien es verdad que el artículo 34.1 establece la obligatoriedad de «rendir las


cuentas anuales del ejercicio anterior en el plazo de los seis meses siguientes a su
finalización».

Sin embargo, entendemos que no se ha aplicado el citado artículo con la


debida proporcionalidad, tal como obliga a hacer la STS (Sala de lo Contencioso)
2925/2011 de 10 de mayo de 2011 (Nº recurso 1216/2007), que en su Fundamento de
derecho cuarto in fine establece «No obstante lo anterior, hemos de analizar las
singularidades del presente supuesto en el que, a diferencia del analizado en la
tantas veces citada sentencia, consta acreditado en autos que la comunicación de la
información correspondiente se demoró tan sólo en unos días. Es pacífico que el
plazo para la presentación de las cuentas concluía el 30 de junio de 2003, que su
presentación a través de correos tuvo lugar el día 5 de julio siguiente, y este retraso
en el plazo es la que determinó, en definitiva, la revocación de la declaración de
utilidad pública.

Consideramos, que atendiendo a las específicas peculiaridades concurrentes,


la consecuencia de la revocación no resulta proporcionada con la entidad de la
infracción. En efecto, la obligación ha sido cumplida en el breve término de los cinco
días siguientes al vencimiento del plazo indicado, sin que mediara requerimiento al
efecto, y sin que se formulara ningún reparo por la Administración Autonómica que
aceptó el escrito sin formular objeción alguna.

Si se toma en consideración la finalidad que el legislador pretende con la


presentación de las cuentas anuales, que, según hemos indicado, es obtener una
administración transparente de los fondos y caudales públicos, concluimos que en
este particular supuesto, en el que se incurre en un mínimo retraso en el

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cumplimiento del aludido requisito de la presentación de las cuentas, y en el que no
se evidencia una actitud elusiva por parte de la entidad obligada, la decisión de
revocación de la declaración de utilidad pública no resulta adecuada ni guarda la
necesaria proporción con la irregularidad advertida.

La dilación apreciada presenta una relevancia menor y no justifica


suficientemente la aplicación automática y no debidamente ponderada de la norma
y sus consecuencias al singular caso de autos. Consecuentemente, la escasa
significación de la demora, que ciertamente, no revela la intención de la Casa de
Galicia de sortear la observancia del requisito material de la rendición de cuentas, ni
en fin, conculca la finalidad última de procurar una administración transparente de
los fondos, no fundamenta de forma adecuada la decisión de revocación que resulta,
por lo expuesto, excesiva y desproporcionada y por ende, el motivo ha de ser
acogido.»

Esta jurisprudencia es directamente aplicable al presente caso, y con más razón


aún que en aquel supuesto que resolvía el TS. Y es que en primer lugar HazteOir.org no
recibe ninguna subvención pública de ninguna entidad (ni municipal, provincial,
autonómica, nacional o europea) ni de ningún ente público. Por tanto, lógicamente el
interés de la presentación de las cuentas anuales es menor.

En segundo lugar, como en aquel caso, las cuentas se presentaron antes de ser
requeridas por la Administración.

Y, además, el retraso está debidamente justificado, pues hubo un cambio en el


equipo directivo de la asociación, cambio que supuso un retraso para poder completar
la documentación.

Por todo ello, proceder a la retirada de la utilidad pública es, desde luego, falto
de proporción. Al fin y al cabo, por ejemplo, los Partidos Políticos viven casi
exclusivamente de las subvenciones y los fondos públicos, y es de todos conocidos que
muchos de ellos se retrasan en la presentación de las cuentas, y casi todos tienen
numerosas irregularidades en las mismas. Sin embargo, no se ha conocido hasta ahora
que se hayan visto privados en el futuro de las mismas por su nula transparencia.

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Sin embargo, mi representado ha presentado las cuentas con un leve retraso, y
las ha presentado inmaculadas y antes de que se le requieran, y al parecer este mismo
año varias asociaciones (muchas de ellas de ideología parecida a la del actual
Gobierno) han presentado las cuentas fuera de plazo y aún ni eso. ¡Y NO SE LES HA
INSTADO LA SUPRESIÓN DE LA UTILIDAD PÚBLICA! Sin embargo, a mi representada sí
se le ha abierto el expediente en tanto en cuanto el motivo de la apertura de este
expediente no es el retraso en la presentación de las cuentas, sino la campaña que
realizó en contra de determinadas leyes y a favor del derecho de los padres a educar
a sus hijos conforme a sus valores, campaña que al parecer no debió gustar al actual
ejecutivo, al que al parecer tampoco le gustan los derechos ciudadanos, ni la
democracia, ni la libertad de expresión (en la que se funda ésta).

Y que esto es así se desprende del propio tenor literal de la resolución, en la


que sólo al final, y de manera residual, aparece el retraso en la presentación de las
cuentas; y en la que se contiene solicitud de prueba que afecta no en sí a la cuentas,
sino exclusivamente a las campañas realizadas por mi representada, lo que pone de
manifiesto el perfil de persecución al disidente del actual procedimiento

Por ello, para poder demostrar el trato discriminatorio del que es víctima mi
representada, es de nuestro interés que se acuerde como prueba, y se una al
expediente, certificación de las asociaciones y entidades declaradas de utilidad pública
que han presentado más allá del 30 de junio de 2018 las cuentas y memorias del 2017
o que a día de hoy no las han presentado aún, indicando igualmente, en cada caso,
contra qué entidades se ha abierto procedimiento de revocación de la declaración de
utilidad pública.

OCTAVA.- SOBRE LA DOCUMENTACIÓN REQUERIDA

En cualquier caso se nos requiere información sobre las campañas realizadas


desde 2013, la cual aportamos como documento núm. 8.

Por todo ello,


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SOLICITAMOS, se tenga por presentado este escrito con los documentos que se
acompañan, y por cumplida la entrega de información solicitada, y por hechas las
alegaciones correspondientes; y que igualmente se una al expediente, certificación de
las Asociaciones y entidades declaradas de utilidad pública que han presentado más
allá del 30 de junio de 2018 las cuentas y memorias del 2017 o que a día de hoy no las
han presentado aún, indicando igualmente, en cada caso, contra qué entidades se ha
abierto procedimiento de revocación de la declaración de utilidad pública.

En Madrid, a 11 de septiembre de 2018

PEREZ Firmado
digitalmente por
ROLDAN PEREZ ROLDAN
SUANZES SUANZES
CARPEGNA CARPEGNA JAVIER
MARIA - 52986352X
JAVIER MARIA - Fecha: 2018.09.10
52986352X 18:57:28 +02'00'

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