Espacio Curricular: Educación Tecnológica

Temas: Necesidades – Productos Tecnológicos – Recursos - Accionar tecnológico – Aplicación

de la tecnología

Objetivos:
 Explorar lo aprendido en el nivel anterior.
 Recordar conceptos.
 Reforzar las prioridades pedagógicas

Recurso utilizado: fotocopia

Temporización: 3 módulos (120 minutos)

Actividad Diagnóstica

I) Comprensión de texto

Consigna: a continuación te presento un fragmento del Libro “La Isla Misteriosa” de Julio
Verne, en él se relata la aventura de un grupo de personas que viajaban en globo y debido a un
accidente tuvieron que vivir en una isla, aislados del mundo.
En esa isla, debían desarrollar objetos, dispositivos y analizar situaciones para dominar la
naturaleza hostil que los rodeaba.

Actividades:
1- Lee con mucha atención el texto
2- ¿Qué necesidades habrán tenido los sobrevivientes? Nómbralas e indica si son
primarias o secundarias.
3- Nombra algunos recursos naturales que utilizaron para sobrevivir.
4- ¿Qué fue lo primero que hicieron? ¿Cómo lo lograron?
5- Nombra algunas herramientas que fabricaron, indica para que las utilizaban y que
otros usos podrían darles.
6- Nombra bienes presentes en el texto.
7- ¿Cómo se alimentaban?
8- ¿Qué energía habrán utilizado para cocinar los alimentos?
9- ¿Qué son las infusiones? ¿Cómo las hacían?
10- ¿Cuál fue la gran sorpresa? Indica porque fue tan importante ese hallazgo.
11- Los colonos fabricaron una especie de cerveza que bebían con frecuencia. ¿Habrán
empleado un proceso industrial o artesanal?
12- ¿Qué es un fragmento?
13- ¿Cómo se llama el libro de donde se extrajo el fragmento? ¿Quién es el autor de la
nivela? Averigua en qué año se escribió.

II) Creación de gráfico o esquema

Consigna: a partir de la siguiente estructura representa gráficamente los pasos para la
preparación de una infusión, por ejemplo un té.

ENTRADA PROCESO SALIDA

III) Opinión Personal

a) De acuerdo a lo leído realiza una reflexión sobre el uso y la aplicación de la tecnología.

b) Hay una frase que dice “La tecnología no es buena ni mala todo depende del uso que
se haga de ella”. Puedes dar tu opinión al respecto y ejemplificar.
 (…) Los colonos no tenían otra ropa que la que llevaban puesta, pero no era tiempo aún
de ocuparse de reemplazarla. Se decidió entonces hacer una buena provisión de combustible
para mantener los ambientes tibios y agradables.
Entonces, cazaron focas y fabricaron, con su grasa, velas con las que pudieron
alumbrarse durante las noches.
Cuando la inclemencia del tiempo no les permitía salir, se ocupaban de equipar la
vivienda. Así, fabricaron un serrucho, y hasta tijeras que les permitieron adquirir un aspecto
más elegante, recortando sus pelos y sus barbas.
La posesión del serrucho les abrió muchas posibilidades. Con gran entusiasmo,
comenzaron a amoblar sus habitaciones. Tuvieron así mesas, sillas, camas, armarios y repisas.
Después de equipar convenientemente la vivienda, comenzaron a pensar en la posibilidad
de procurarse algunas comodidades en los alrededores de la misma. Tendieron así, dos
puentecitos sobre el río, que facilitarían el acceso a los lugares en lo que podrían encontrar
alimentos y fabricaron un criadero de ostras en unas rocas cercanas. Los moluscos eran de
excelente calidad y les permitían un consumo casi diario.
Los colonos poseían ya los elementos indispensables para la vida. Tenían carne, peces,
moluscos, hierbas, habían conseguido hojas aromáticas para hacer infusiones y, por voluntad
del ingenio, habían fabricado una especie de cerveza, que bebían con frecuencia en vez de
agua.
A pesar de todo, les faltaba algo: el pan.
Sin embargo, la Providencia habría de procurarles ayuda en aquello que Cyrus, con toda
su inteligencia e ingenio, no podría remediar. Un día en que se hallaban reunidos en el salón,
Harbert metió la mano en su bolsillo y exclamó al sacarla:
- Señor Cyrus, ¡un grano de trigo!
- Un grano de trigo, ¿dices?
- Si señor. Yo solía ponerlos allí para alimentar unas palomas que me habían regalado.
- ¿Qué vamos a hacer con tanto trigo, hijo? –se burló Pencroff.
- Haremos pan –respondió seriamente el ingeniero.
- Si. Y también pasteles y galletas. Nos saciaremos muy pronto - continuó el marino
irónicamente (…)