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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN


ESCUELA DE PSICOLOGÍA
PSICOLOGÍA APLICADA A LA EDUCACIÓN

ENFOQUE COGNITIVO-CONDUCTUAL

PROFESORA: ESTUDIANTE:
Marly Delón. Mariana Valerio

Caracas, Octubre de 2016


El modelo cognitivo-conductual, como se infiere de su nombre, proviene de los
desarrollos y coincidencias del enfoque conductual, planteado oficialmente en 1913 con la
publicación de James Watson que llevaba por título "La psicología desde el punto de vista de
un conductista". Estos estudios, que llevaron el camino de la psicología conductista desde el
condicionamiento clásico hasta el condicionamiento operante, tuvieron un punto de encuentro
con los modelos cognitivos, con lo que se incluyó la actividad cognitiva como objeto de
estudio, considerándola como determinante del comportamiento humano. (Guerra & Plaza,
2001) Los temas fundamentales de la psicología cognitivo-conductual son: percepción,
memoria e inteligencia.

Ballesteros (2002) explica que frente al concepto de hombre, los psicólogos


cognoscitivos adoptan una visión que supone al ser humano como sujeto activo en el
procesamiento de la información. De tal forma que la conducta está mediada por procesos
psicológicos que seleccionan, organizan, codifican, transforman y almacenan información
ambiental. Uno de los procesos que da cuenta de la mediación de los procesos mentales es el
aprendizaje como proceso que supone la reestructuración de los sistemas cognoscitivos,
añadiendo nuevos contenidos o creando otras estructuras.

Historia y Surgimiento: Pensar el surgimiento y desarrollo de la psicología cognitiva


supone ubicar un contexto más amplio de pensamiento surgido a partir de la segunda mitad del
siglo XX enmarcado dentro de la denominada Revolución cognitiva la cual se refiere a la
forma general de entender el mundo en términos de sistemas cognitivos y de elaboración de
datos (David, Miclea & Opre, 2004). Dentro de este enfoque se entiende por ciencia cognitiva
“el empeño contemporáneo de base empírica por responder a interrogantes epistemológicos
de antigua data, en particular los vinculados a la naturaleza del conocimiento, sus elementos
componentes, sus fuentes, evolución y difusión” (Gardner, 1988). Esta definición aplicada al
campo del conocimiento de los seres humanos supone cinco características distintivas:
 En primer lugar, la necesidad de hablar de representaciones mentales en un nivel de
análisis que escapa al nivel biológico o neurológico y al social y cultural.
 En segundo lugar, el uso de la analogía con el computador como metáfora para
comprender el funcionamiento de la mente humana.
 En tercer lugar, se refiere la influencia de los procesos emocionales y la contribución
de los elementos históricos y culturales en la determinación del pensamiento y las
acciones.
 En cuarto lugar se entiende el esfuerzo interdisciplinario entre las disciplinas del
hexágono de la ciencia cognitiva hacia un paradigma de comprensión transdisciplinario
que trascienda las fronteras del conocimiento de cada una de ellas.
 En quinto lugar, se encuentra el objeto de estudio derivado de la tradición filosófica de
los griegos en cuanto a la naturaleza del conocimiento.
El desarrollo de la psicología cognitiva fue posible gracias a los avances logrados en el
denominado hexágono cognitivo constituido por la inteligencia artificial, las neurociencias, la
lingüística, la filosofía y la antropología. Todas estas ciencias compartían un objeto común: las
estructuras y los procesos con los que se organizan y elaboran los conocimientos, además de
un método para la convalidación de las teorías mediante la simulación de modelos (Sameari,
2002).
Los avances en cuanto a la simulación de modelos permitieron en la década de 1960
importantes logros en cuanto a la concepción misma de hombre la cual trajo importantes
consecuencias tanto para la ciencia básica como para la aplicada. La analogía con el
computador permitió describir a los seres humanos en función de planes, imágenes, objetivos
y otras concepciones mentalistas, lo cual se alejaba considerablemente del paradigma de
estímulo-respuesta que había imperado por años en la psicología científica (Gardner, 1988).
Las anteriores consideraciones no tardaron en hacerse evidentes en la literatura científica en
psicología cognitiva.

La psicología cognitiva recurre a la utilización de constructos teóricos en tanto


conceptos inferibles, indirectamente, de la conducta externa, para poder explicar el
funcionamiento mental. De acuerdo con Rivière (1991, p.129), gran parte de la conducta
puede explicarse en virtud de representaciones internas e intencionales.

Carrascosa (1987) plantea que a diferencia de la propuesta del conductismo, a los modelos
cognitivos les interesa explicar el cómo se producen los procesos de conocimiento y no
solamente describir la conducta en términos de variables intervinientes y constructos
hipotéticos. Los procesos mentales no actúan de manera aislada. Hay interacción entre ellos.
De esta manera, la atención, la percepción, el pensamiento y la memoria no constituyen
eventos discretos separables, aunque los requerimientos de investigación a veces hagan
necesario tratarlos de manera independiente.
De otra parte aparece el concepto de estructura. Las estructuras cognitivas son
organizaciones complejas que comportan un conjunto organizado de experiencias previas
constituido por conocimientos y reglas con capacidad para la generalización y la transferencia.
Asimismo, las estructuras se componen de procesos ejecutivos necesarios para el
procesamiento de la información, requeridos para la selección, codificación y almacenamiento
hasta llegar a la solución de problemas para dar una respuesta. Dichas estructuras cognitivas
disponen de una información organizada de acuerdo con las denominadas clases de memoria.
Así, se dispone de información de tipo semántico y de tipo episódico. La nueva información se
selecciona, codifica y almacena de acuerdo con estos contenidos ateniéndose a un principio de
economía cognitiva que indica que para el sistema siempre será más fácil asimilar que
acomodar. En términos piagetianos, la asimilación se refiere al proceso por medio del cual el
sujeto incorpora la nueva información disponible en las estructuras de pensamiento existentes,
buscando congruencia y similitud entre la información nueva y la preexistente. Por su parte, la
acomodación hace referencia a un proceso que supone la modificación de las estructuras
existentes para facilitar la incorporación de nueva información mediante la creación de nuevas
categorías que puedan asumir los datos nuevos.

Desde la aproximación metodológica, el abordaje se realiza mediante el uso de los


métodos observacionales de la ciencia y la lógica general de la investigación científica. En
este sentido las hipótesis derivadas de los estudios cognitivo-conductuales son susceptibles de
ser sometidos a réplica posterior y si es del caso, de la consabida refutación.

De acuerdo con Puente (1995), la psicología cognitiva no es estrictamente objetiva, ni


subjetiva pura. De hecho, asume una postura mixta que supone que la obtención de datos se
sitúa tanto en lo objetivo-conductual, como en lo subjetivo.

Aportes del enfoque cognitivo-conductual a la educación


Todos los seres humanos piensan, sienten y se comportan. De manera que para Rodríguez
(2011), el principal objetivo de este sistema terapéutico es que el individuo aprenda a dirigir y
controlar sus respuestas mentales, emocionales y conductuales, estimulando el ejercicio de un
esfuerzo sistemático y una práctica diligente, aplicando para ello una metodología
estructurada.
Según Rodriguez (2011) para corregir las conductas desadaptativas, las distorsiones
cognoscitivas y los errores habituales y específicos, la Terapia Cognitivo Conductual utiliza
una mezcla de técnicas de modificación de conducta y procedimientos verbales. Estas técnicas
pueden servir para ayudar a los estudiantes a la identificación y corrección, asumiendo que si
se piensa y se actúa en forma más realista y adaptativa con énfasis en el aquí y el ahora de los
problemas tanto situacionales como psicológicos, se espera que el estudiante experimente una
mejoría en los síntomas y en consecuencia en la conducta.
“Otro aporte de este enfoque para la educación se encuentra en las técnicas” (Rodriguez,
2011) que pueden ser usadas para mejorar el desempeño escolar de los estudiantes, para
resolver problemas puntuales de adaptación, para fortalecer la formación y la capacitación,
entre otros.

- Técnicas de manejo del estrés: para romper el circuito de retroalimentación negativo se


debe cambiar los pensamientos, las respuestas físicas o se debe alterar la situación que
dispara la reacción de alarma del estrés.
- Entrenamiento en autocontrol: el objetivo de los programas de autocontrol no es la
eliminación del problema puntual, sino que el sujeto internalice unas técnicas y una
metodología de manejo de situaciones que le permita el abordaje de otros aspectos
problemáticos.
- Entrenamiento en autoinstrucciones: Consiste en aprender a usar una serie de
comentarios y sugerencias que controlen la realización de la tarea, de forma que el
sujeto los internalice y generalice, transformándose así en un esquema cognitivo que
vaya guiando su comportamiento.
- Entrenamiento en habilidades sociales: Consiste en observar a quienes ejecutan
adecuadamente las conductas, practicarlas, corregirlas, ir perfeccionando las propias
ejecuciones, recibir reforzamiento por las ejecuciones adecuadas, y practicar lo más
posible en situaciones reales y variadas.
- Entrenamiento en asertividad: implica hacer valer los derechos propios y ajenos,
mediante el trato justo. Siendo tan claro y específico como se pueda al expresar lo que
quiere, piensa y siente.
Referencias bibliográficas

Ballesteros, B. P (2002). Reseña la psicología clínica y de la salud en el siglo xxi.


Posibilidades y retos. M. Lameiras fernández y j. M. Faílde garrido (comps.). Madrid:
dykinson, 2000. Universitas Psychologica, 1, 92-103.

David, D., Mirclea, M. & Opre, A. (2004). The information-procesing approach to the human
mind: basics and beyond. Journal of Clinical Psychology, 60, 353-368.

Gardner, H. (1988). La nueva ciencia de la mente. Historia de la revolución cognitiva.


Barcelona: Paidós.

Guerra, C. y Plaza, H. (2001). Desarrollo histórico del enfoque conductual. Recuperado el 03


de octubre de 2016 de http://files.estrategias2010.webnode.es/200000014-50ee651e84/historia
%20del%20enfoque%20%20conductual%5B1%5D.pdf

Puente, A. (1995). Psicología cognoscitiva. Desarrollo y perspectivas. Mexico: Mc Graw Hill.

Riviére, A. (1991). Objetos con mente. Madrid: Alianza


Carrascosa, J. (1987). Tratamiento didáctico en la enseñanza de las ciencias, de los errores
conceptuales. Tesis doctoral. Valencia: Servei de Publicacions de la Universitat de Valencia.

Rodriguez, E. (2011). Enfoque Cognitivo Conductual. Recuperado el 03 de octubre de 2016


de https://es.scribd.com/doc/77045878/Enfoque-Cognitivo-Conductual

Sameari, A. (2002). Historia, teorías y técnicas de la psicoterapia cognitiva. Barcelona:


Paidós.

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