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WISC IV.

Descripción e
interpretación
 Por Mercedes Lafourcade
 •
 23 nov., 2018
 •
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Nombre del test: Escala de inteligencia de Weschler para niños (WISC-IV)


Autor:David Weschler
Constructo evaluado: Inteligencia
El WISC IV es un instrumento confiable en el diagnóstico del retraso mental (discapacidad
intelectual), trastornos de aprendizaje, trastornos del espectro autista, trastorno de déficit de
atención con hiperactividad, así como en numerosos casos de diagnóstico diferencial.  Si bien
tradicionalmente este tipo de pruebas era de uso exclusivo de los psicólogos, actualmente resulta un
instrumento imprescindible también en las evaluaciones psicopedagógicas y neuropsicológicas ya
que brinda información de gran importancia para el diagnóstico y plan de intervención.

En la evaluación psicopedagógica representa un instrumento de gran utilidad, en cuanto que permite


conocer la capacidad intelectual global, así como capacidades generales y un perfil específico, es un
instrumento importante para basar una intervención educativa. Es también un test necesario en
cualquier supuesto de evaluación neuropsicológica.

La Escala de Inteligencia para niños de Wechsler- Cuarta Edición (WISC IV) es un instrumento de
administración individual para evaluar la inteligencia de niños y adolescentes de entre 6 años 0
meses y 16 años 11 meses. La primera versión realizada por David Wechsler en la década de 1940
estaba construida en base a escalas de inteligencia con puntuaciones que reflejan la distribución de
los cocientes en función de la media y el desvío estándar de los grupos significativos de edad.

La actual versión es una revisión de la tercera edición (WISC-III, 1991). El WISC IV, otorga
puntuaciones compuestas que brindan información sobre el funcionamiento intelectual en áreas
cognitivas específicas así como una puntuación compuesta que representa la capacidad intelectual
general del niño, el CI total. Posee reconocidas propiedades psicométricas,  siendo  un test  de fácil
aplicación con material  atractivo para el niño. Posee un  sustento conceptual basado en estudios
jerárquicos de la inteligencia (modelo de Cattell-Horn-Carroll), en los que se introduce el análisis
de la inteligencia cristalizada, el de la inteligencia fluida, el procesamiento visual, y el
procesamiento de información, especialmente de las habilidades de Memoria de Trabajo y de
Velocidad de Procesamiento.

Su puntuación e interpretación  se organiza en torno a cuatro grandes índices que representan
habilidades intelectuales generales (Comprensión  Verbal y Razonamiento Perceptivo) y habilidades
de procesamiento (Memoria de Trabajo y Velocidad de Procesamiento). Esta organización de
habilidades, lo diferencia de antiguas versiones ya que elimina la clásica y dicotómica clasificación
de la inteligencia en CIV y CIE, y también excluye la identificación del tercer factor o
Distractibilidad, que queda  integrado entre las habilidades de Memoria de Trabajo y de Velocidad
de procesamiento.

El Razonamiento Perceptivo  se centra en razonamiento fluido y procesamiento visual. El énfasis


otorgado a la velocidad como indicador cognitivo se basan en las pruebas que conforman el índice
de Velocidad de Procesamiento y a la prueba de Cubos. El  test permite el análisis de las habilidades
en relación a los grupos normativos, en función de la edad y ofrece pautas muy claras para analizar
las habilidades en términos intraindividuales. En este sentido, permite contrastar los distintos tipos
de índices entre sí, ya  sea en relación a la muestra  de edad, o bien al nivel de aptitud alcanzado, y
también permite identificar las debilidades y fortalezas específicas de un sujeto, con distintas
posibilidades comparativas (en función de la media global del sujeto, o de las medias específicas de
Comprensión verbal y de Razonamiento perceptivo, y a distintos niveles de confianza).

Fundamentos teóricos:

El test WISC-IV para la evaluación de las capacidades intelectuales, en la versión actual, consta de
15 pruebas que se organizan en cuatro índices (Comprensión Verbal, Razonamiento Pertceptivo,
Memoria de Trabajo y Velocidad de Procesamiento) y en un Cociente Intelectual Total. El
constructo de inteligencia subyacente a la prueba defiende que las capacidades cognitivas se
organizan de forma jerárquica, con aptitudes específicas vinculadas a distintos ámbitos cognitivos.
El WISC-IV ha organizado estos ámbitos en estrecha relación con las actuales teorías de la
inteligencia de razonamiento fluido y cristalizado y de memoria de trabajo.

Cociente Intelectual Total (CIT):

La puntuación de CIT es la más confiable y primera puntuación que debe considerarse en la


interpretación del perfil. Se deriva de la combinación de las sumas de las puntuaciones escalares
que componen el ICV, IRP, IMO, e IVP. En el CIT se considera la puntuación más representativa
del factor g, o medida de la capacidad intelectual general. Los constructos medidos por los índices
contribuyen en importante medida a la inteligencia general. Se recomienda analizar estas cuatro
puntuaciones compuestas en la primera etapa de la interpretación clínica, especialmente en los casos
con variabilidad considerable en las puntuaciones compuestas y/o en la de los subtests.  

Índice de Comprensión verbal (CV):

Expresa habilidades de formación de conceptos verbales, expresión de relaciones entre conceptos,


riqueza y precisión en la definición de vocablos, comprensión social, juicio práctico, conocimientos
adquiridos y agilidad e intuición verbal. Costa de cinco pruebas: Semejanzas (S) analiza la
capacidad de abstraer y generalizar a partir de dos conceptos dados; Vocabulario (V) analiza el
conocimiento léxico, la precisión conceptual y la capacidad expresiva verbal; Comprensión (C)
mide razonamiento y juicio social frente a la solución de problemas cotidianos; Información (I)
evalúa la capacidad de adquirir, conservar y recuperar conocimientos adquiridos y Adivinanzas
(Ad) mide las habilidades para integrar información, generar conceptos alternativos y condensar
información. Las dos últimas pruebas son optativas o no necesarias para la obtención del índice.
Las puntuaciones bajas en el ICV han sido asociadas con una variedad de condiciones clínicas y de
entorno. Los niños con trastornos neurológicos pueden tener una puntuación baja en el ICV debido
a dificultades en el procesamiento de la información en el hemisferio izquierdo, que se manifiestan
en capacidades del lenguaje deterioradas. Los niños provenientes de entornos sociales caóticos o
deprivados también pueden obtener puntuaciones de ICV bajas debido a las pocas oportunidades
para desarrollar el aspecto cultural.
Índice de Razonamiento Perceptivo (IRP):

El IRP es una medida del razonamiento perceptivo fluido, el procesamiento espacial y la integración
visomotora. Expresa habilidades práxicas constructivas, formación y clasificación de conceptos no
verbales, análisis visual y procesamiento simultáneo. Consta de cuatro pruebas: Cubos (CC) mide
habilidades de análisis, síntesis y organización viso-espacial a tiempo controlado; Conceptos (Co)
mide la formación de conceptos y categorías a partir de material visual; Matrices (M) analiza
razonamiento por analogías visuales e implica integración de información visual; Completamiento
de figuras (CF), prueba optativa, analiza las capacidades de reconocimiento y organización
perceptiva a tiempo controlado. En algunos casos, un IRP bajo, no necesariamente indica un
problema de desarrollo específico o una condición clínica, pero puede reflejar una variación normal
en el desarrollo de las habilidades asociadas (por ejemplo, razonamiento perceptivo o integración
visomotora) con respecto a otras habilidades cognitivas. El rendimiento bajo en este índice también
puede estar relacionado con una variedad de condiciones clínicas , incluidos los trastornos del
aprendizaje no verbal y el Síndrome de Turner.

Índice de Memoria Operativa (IMO):

Analiza la capacidad de retención y almacenamiento de información, de operar mentalmente con


esta información, transformarla y generar nueva información. Este índice consta de tres pruebas:
Dígitos (D) analiza memoria inmediata y memoria de trabajo, indicando habilidades de
secuenciación, planificación, alerta y flexibilidad cognitiva; Letras y Números (LN) analiza la
capacidad de retener y combinar dos tipos de información, organizarla y elaborar un conjunto
organizado según consignas; Aritmética (A), que es optativa y con control de tiempo, analiza
habilidades de razonamiento numérico, agilidad en el manejo y reorganización de la información,
atención y memoria a corto término. Un IMO bajo puede estar relacionado con condiciones clínicas
como trastornos de la lectura y trastornos del lenguaje. Los procesos de la memoria operativa
facilitan el aprendizaje en una variedad de esfuerzos académicos y el rendimiento pobre en estas
tareas debe considerarse como un factor de riesgo para las dificultades académicas y de aprendizaje.
Una puntuación de IMO baja puede sugerir la necesidad de una evaluación  más completa de las
dificultades de aprendizaje.
Índice de Velocidad de Procesamiento (VP):

Mide la capacidad para focalizar la atención, explorar, ordenar y/o discriminar información visual
con rapidez y eficacia. Consta de tres subtests que se desarrollan bajo control de tiempo: Claves
(CL) y Búsqueda de Símbolos (BS) miden habilidades de rapidez asociativa, aprendizaje,
percepción visual, coordinación viso-manual, atención, motivación y resistencia frente a tareas
repetitivas. Animales (An) es optativa y analiza atención selectiva, y planificación en la búsqueda
ordenada versus desordenada de información. Las puntuaciones de IVP bajas han sido asociadas
con condiciones clínicas tales como TDAH, trastornos de aprendizaje y daño cerebral traumático.
Se debe tener en cuenta cualquier influencia de la coordinación viso-motora en el IVP.

Corrección e interpretación:
Los resultados del WISC-IV brindan información sobre el funcionamiento cognitivo del niño o
adolescente, pero es importante tener presente que nunca deben interpretarse de manera aislada. Las
respuestas y las puntuaciones ofrecen información cuantitativa y cualitativa que se interpretan de
manera más adecuada junto con el historial completo y las observaciones detalladas sobre el niño.

Descripción del rendimiento:


La conversión de las puntuaciones directas en puntuaciones estandarizadas permite al examinador
comparar las puntuaciones de los subtests del WISC-IV entre sí y con otras medidas relacionadas.
El uso de puntuaciones estandarizadas ajustadas a la edad permite comparar el funcionamiento
cognitivo de un niño con otros del mismo grupo etario.

Puntuaciones: 

El WISC IV proporciona dos tipos de puntuaciones estandarizadas ajustadas por edad: puntuaciones
escalares y puntuaciones compuestas. Las escalares representan el rendimiento de un niño con
respecto a sus pares de la misma edad. Se transforman a una escala métrica con una media de 10 y
una desviación estándar de 3. Las puntuaciones compuestas (ICV, IRP, IMO, CIT) son puntuaciones
estandarizadas basadas en la suma de las puntuaciones escalares de varios subtests. Las
puntuaciones compuestas se transforman a una escala métrica con una media de 100 y una
desviación estándar de 15.

Intervalos de confianza: 

La puntuación verdadera de un niño se representa con mayor precisión estableciendo un intervalo


de confianza. Se trata de un rango de puntuaciones dentro del cual es probable que se encuentre la
puntuación verdadera del niño. Sirven para recordar que el error de medición es inherente a todas
las puntuaciones de un test.

Rangos percentilares: 

Para las puntuaciones estandarizadas se brindan los rangos percentilares basados en la edad con el
objetivo de indicar la posición de un niño en relación a otros niños de la misma edad. Los rangos
están dentro de los valores 1 a 99, con 50 como media. En análisis estadísticos se encuentra que casi
un 70% de la población se encuentra en el rango promedio (CI 85-115).

Análisis entre e intraíndices y en las habilidades específicas. 

Incluye tres formas de análisis:


• Comparaciones de la significación de las diferencias entre Índices, en función del valor crítico.
Comparaciones de la significación de las diferencias entre pruebas y según valor crítico.
• Análisis intraindividual de puntos fuertes y débiles en las distintas pruebas del tests: comparación
de las diferencias entre las pruebas y el total individual (o según habilidad de comprensión verbal, y
de razonamiento perceptivo), en función de los valores críticos correspondientes.
• Análisis del procesamiento de la información: incluye análisis de la influencia del tiempo, o del
azar, o de la longitud (numérica) de los ítems en la solución de  tareas.

Análisis de las comparaciones de las discrepancias entre índices.

Cuando se identifican diferencias significativas e inusuales, se debe tener en cuenta esta


variabilidad al interpretar las comparaciones entre puntuaciones compuestas. Varios estudios han
revelado que los niños diagnosticados con TDAH, trastornos de aprendizaje o daño cerebral
traumático muestran un rendimiento más bajo cuando se evalúa su velocidad de procesamiento.
Además la comparación entre IRP y IVP podía revelar los posibles efectos que el control del tiempo
de ejecución tiene sobre el razonamiento viso-espacial y la solución de problemas. Cuando el valor
absoluto de una diferencia obtenida entre dos puntuaciones es igual o superior al valor crítico, la
diferencia se considera una diferencia real y no un error de medición o una fluctuación aleatoria. Si
dos puntuaciones no son significativamente diferentes, esto implica que las habilidades del niño en
estos dominios tienen casi el mismo nivel de desarrollo . Si la comparación de las puntuaciones
indica una diferencia significativa, se debe juzgar qué tan rara es la diferencia en la población
general esto se calcula comparando la frecuencia acumulada (tasa base) de esta diferencia en la
población.

Evaluación de las fortalezas y debilidades. 

La mayoría de los niños tienen áreas de fortalezas y debilidades cognitivas relativas. De hecho, es
muy poco común que la persona promedio funcione en el mismo nivel en todas las áreas. La
obtención de puntuaciones de diferencia debe fundamentarse en la historia del niño y en la
observación cualitativa y establecer hipótesis diagnósticas basadas en el motivo de consulta y
comparar los resultados con otra información clínica relacionada. Para determinar las fortalezas y
debilidades del niño en cada subtest, se debe elegir si se utiliza la puntuación media de los diez
subtest con los que se calcula el CIT, o las puntuaciones medias de los subtests de Índice de
Comprensión Verbal Y Razonamiento Perceptivo en forma separada. Si no hay discrepancia
significativa entre las puntuaciones índices, debe utilizarse la media total. Si se eligen por separado
las puntuaciones medias de ICV e IRP como base para realizar una comparación , no es posible
llevar a cabo la evaluación de los subtests de IVP e IMO como fortalezas y debilidades.

Análisis del procesamiento:

Cada subtest del WISC IV está diseñado primeramente para medir un dominio cognitivo específico.
Sin embargo, la ejecución de una tarea de un subtest implica una variedad de procesos cognitivos
que contribuyen en la ejecución de un test, resulta útil examinar las estrategias de resolución de
problemas que condujeron a las respuestas correctas y las razones de las respuestas incorrectas. Las
puntuaciones de procesamiento están diseñadas para proporcionar información más detalladas sobre
las habilidades cognitivas que contribuyen en el rendimiento de un subtest. El análisis de
procesamiento intraindivual se realiza evaluando las puntuaciones de procesamiento en relación a
las otras puntuaciones obtenidas de otros subtest. Este análisis sirve para evaluar estilos específicos
de procesamiento de la información, incidiendo en la descripción de fortalezas y debilidades, en las
decisiones de diagnóstico y en la planificación de estrategias como parte de una intervención
educacional o un programa de tratamiento.

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