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Universidad Dominicana

O&M

Evaluación, Medición Y
Diagnostico Psicológico
Psicología Clínica
Sección 581

Adabeli Mercedes Febles


18-SPSS-2-226

Fundamentos de medición psicológica

Maestro:
Feliz Martinez Patrocino

La Romana, Rep. Dom.


22/02/2020
Historia De La Medición Psicológica

Desde el principio de la historia humana se ha reconocido que las


personas difieren en cuanto a sus aptitudes cognoscitivas,
características de personalidad y comportamiento, y que estas
diferencias pueden evaluarse en cierta forma.
Hace casi 2,500 años, Platón y Aristóteles escribieron acerca de las
diferencias individuales, e incluso ya tenían como antecesores de esta
actividad a los antiguos chinos. Un emperador chino instituyó un
sistema de exámenes en el servicio civil.
Desde la remota fecha del año 2200 a. C., el entonces emperador
chino instituyó un sistema de exámenes en el servicio civil para
determinar si los funcionarios gubernamentales eran aptos para
desempeñar sus labores. Evaluaban no solamente lo que los
examinados respondían, sino también el cómo lo decían. Durante el
siglo XIX, los gobiernos británico, francés y alemán diseñaron sus
exámenes para el servicio civil tomando el antiguo sistema chino como
patrón.
Al ser la Psicometría una rama disciplinar de la psicología, encuentra
sus raíces remotas, como en otras disciplinas, en la filosofía.
Platón: realizó una clasificación de las personas en una escala
primitiva: oro, plata, hierro y latón, refiriéndose a ella como una
“mentira noble” y un “cuento”, a la vez que señalaba que “todos son
hermanos” y “todos son afines”.
Aristóteles: considerado uno de los fundadores del Empirismo. Fue
discípulo de Platón y considerado el Primer Filosofo de la ciencia y
creo la disciplina al analizar ciertos problemas que surgen en conexión
con la explicación científica.
Para Aristóteles la mente o Psique es el acto primero de todas las
cosas, es lo que hace posible que sintamos y percibamos. Existen tres
tipos de Psique:
 Vegetativa
 Sensitiva
 Racional
Tomas De Aquino: prefirió concentrarse en las características y
generales de la naturaleza humana, en lugar de las diferencias
individuales, algunas de ellas esbozadas en su libro Suma Teológica.
Durante la Edad Media era prácticamente inexistente cualquier
preocupación por la individualidad. Se permitía poca libertad para la
expresión o el desarrollo individual. No obstante, hacia el siglo XVI, fue
desarrollándose la idea de que las personas eran únicas y tenían
derecho a afirmar sus dones naturales y a mejorar su posición en la
vida. Esta era constituyó un renacimiento del individualismo. Sin
embargo, no fue sino hasta finales del siglo XIX cuando realmente se
inició la evolución del estudio científico de las diferencias individuales
en cuanto a aptitudes y personalidad.
Antigüedad Clásica hasta finales del siglo XVI.
Según Misiak, pasado el Renacimiento, aparecieron pensadores
motivados por el interés de conocer el funcionamiento de la mente y
las generalidades de ella, tales como Descartes, Locke, Hume y Kant.
Se explican los desórdenes mentales a partir de los trastornos
producidos en el cerebro por desequilibrios humorales.
Sir Anthony Fitzherbert: en 1510 publicó una “Prueba de Mentalidad”
que consiste en contar 20 peniques, decir la propia edad e identificar
el nombre del propio padre.
Juan Huarte de San Juan: en 1575 publicó el Examen de Ingenios, en
el que sugiere pruebas mentales formadas y define la Inteligencia
como la Docilidad para aprender de un maestro, comprensión y juicio e
inspiración sin extravagancia.
Swinburne: en 1610 propuso que se evaluaran a las personas
detenidas bajo una acusación criminal, para determinar su capacidad
para medir una yarda de tela o nombrar los días de la semana.
Thomasius: publica libros acerca del uso de datos cuantitativos para
obtener conocimientos de las mentes de los hombres.
Medición mental en el siglo XIX
A principios del siglo XIX, antes de la invención de instrumentos
precisos y automáticos para medir y registrar acontecimientos físicos,
la precisión de las mediciones científicas de tiempo, distancia y otras
variables físicas dependía en gran medida de las habilidades de
percepción de los observadores humanos. La mayoría de estos
observadores estaban muy bien capacitados y eran sumamente
cuidadosos al realizar mediciones, pero aun así éstas variaban en
forma considerable al ser efectuadas por distintas personas o incluso
por el mismo observador en ocasiones diferentes. Con este método
les resultaban difícil ya que las mediciones de fenómenos naturales
son imprecisas y no confiables, los físicos dirigieron su atención hacia
la construcción de instrumentos que fueran más precisos y
consistentes que la sola observación humana.
El interés por el estudio de las diferencias individuales creció durante
la última parte del siglo XIX, Impulsado por los escritos de Charles
Darwin y por el surgimiento de la psicología científica. La investigación
de psiquiatras y psicólogos franceses sobre perturbaciones mentales
influyó en el desarrollo de técnicas de evaluación y test, y el aumento
de la atención dedicada a los exámenes en las escuelas
estadounidenses dio como resultado el desarrollo de medidas
estandarizadas de los logros académicos.
Al igual que en la historia de cualquier disciplina, muchas personas de
varios países desempeñaron papeles significativos en la fase pionera
de la medición mental. Especial importancia a fines del siglo XIX
tuvieron Francis Galton, J. McKeen Cattell y Alfred Binet.
Francis Galton, primo del naturalista Charles Darwin, fue un caballero
inglés que se interesó en las bases hereditarias de la inteligencia y en
la medición de las habilidades humanas.
Galton dedicó su atención en particular a la herencia del talento, pero
también elaboró una serie de pruebas sensoriomotrices y diseñó
varias técnicas para investigar las diferencias individuales en cuanto a
aptitudes y temperamento. Usando estas pruebas sencillas, Galton
realizó mediciones con más de nueve mil personas, cuyas edades
iban de los 5 a los 80 años. Entre sus contribuciones metodológicas
figura la técnica de co-relaciones, que sigue siendo un método popular
para analizar calificaciones de pruebas.
James McKeen Cattell fue un estadounidense que, al regresar de
Alemania tras haber obtenido un doctorado en psicología experimental
en la Universidad de Leipzig con la tutoría de Wilhelm Wundt,
permaneció un tiempo en Inglaterra donde entró en conocimiento de
los métodos y pruebas de Galton mientras fungía como su asistente.
Más tarde, en la Universidad de Columbia, Cattell intentó relacionar las
calificaciones de las mediciones de tiempo de reacción y
discriminación sensorial con las calificaciones escolares. Clark Wissler
y otros investigadores descubrieron que las relaciones, o
correlaciones, entre el desempeño en las pruebas y el logro
académico eran muy bajas.
Philippe Pinel: Fundador de la Psiquiatría en Francia. Se le considera
padre de la Psiquiatria Moderna.Presento una clasificación de las
enfermedades mentales o “vesanias” en donde se centroen la “Manía”
y realizo una clasificación de las enfermedades mentales en el Nivel
delcomportamiento. De las ligera a la más grave.NIVELES1. Simple
melancolía o delirio parcial, dirigido sobre un solo objeto.2. Manía o
delirio generalizado.3. Manía furiosa sin delirio.4. Demencia o
debilitamiento intelectual generalizado.5. Idiotismo. Grado ultimo de
Vesania.
Francis Joseph Gall: investigó determinadas funciones corporales y
emocionales son controladas por determinadas áreas del cerebro.Los
rasgos del carácter se derivan de áreas específicas del cerebro. El
cráneo y su relieve se relacionna con los rasgos del carácter.
Jean Marc Gaspard Itard: en 1799 publica el trabajo “El niño Salvaje
de Aveyron” evaluó las diferencias entre elfuncionamiento cognitivo
normal y anormal.
Ernst Heinrich Weber: en 1834 estudió los umbrales de conciencia en
particular la manera en que losobservadores detectan diferencias
entre los estímulos.Pionero en la exploración de los órganos de los
sentidos y la sensibilidad de lapiel. (Presión y temperatura).Desarrollo
la Ley de Weber o ley de la sensación:Primera generalización valida
en el campo de la Psicofísica.
Tocó a otro psicólogo francés, Alfred Binet, construir la primera prueba
mental que contribuyó en forma significativa a la predicción del
aprovechamiento académico.
Las pruebas a principios del siglo xx
En 1904 el ministro de educación pública en París, Francia, comisionó
a Alfred Binet y a su socio, el doctor Théodore Simon, para que
elaboraran un procedimiento de identificación de niños que al parecer
fueran incapaces de sacar el provecho suficiente en las aulas
escolares normales. Para este propósito, Binet y Simon construyeron
una prueba, para ser administrada individualmente, que consistía en
30 problemas dispuestos en orden creciente de dificultad. Los
problemas de esta primera prueba de inteligencia práctica, que se
publicó por primera vez en 1905, pusieron énfasis en la habilidad para
juzgar, comprender y razonar. En 1908 se publicó esta prueba
revisada, conteniendo entonces una gran cantidad de subpruebas
clasificadas por niveles de edad, de los 3 a los 13 años. Al calificar la
revisión de 1908 de la Escala de Inteligencia de Binet-Simon, se
introdujo el concepto de edad mental como una forma de cuantificar el
desempeño general de una persona en la prueba. Una revisión
adicional de la escala de Binet-Simon, publicada después de la muerte
prematura de Binet en 1911, amplió la prueba hasta la edad adulta.
Otros pioneros en pruebas y evaluaciones psicológicas fueron Charles
Spearman en teoría de los tests, Edward Thorndike en pruebas de
aprovechamiento, Lewis Terman en pruebas de inteligencia, Robert
Woodworth y Hermann Rorschach en pruebas de personalidad, y E. K.
Strong hijo en mediciones de interés. El trabajo de Arthur Otis con
pruebas de inteligencia administradas colectivamente condujo
directamente a la elaboración de los Exámenes Alfa y Beta del ejército
por parte de un comité de psicólogos durante la Primera Guerra
Mundial. Cada uno de estos tests, el Alfa para gente que sabía leer y
el Beta para analfabetos, se aplicaba en forma colectiva para medir las
habilidades mentales de miles de soldados estadounidenses durante y
después de la guerra.
Lambert Adolphe Jacques Quetelet: en 1835 aplicó los métodos
estadísticos a las ciencias sociales. Padre de la estadística moderna.
Destacan sus obras sobre:
 El hombre y el desarrollo de las facultades humanas: Ensayo
sobre física social.
 La Antropometría: Medida de las diferentes facultades del
hombre.
 Desarrolló la noción de "hombre promedio" y por su aplicación
de la estadística a la criminología.
Edouard Seguin: en 1837 estableció la primera escuela exitosa para
niños con retraso mental. Trabajo con deficientes mentales a los que
denomino “Idiotas”. Intenta hacer una clasificación de este tipo de
personas según el grado desafección en el retraso:
 Idiocia.
 Imbecilidad.
 Debilidad Mental.
 Simple retraso.
Publicó la obra “La Idiocia y su tratamiento fisiológico”. En la misma se
ilustra la relación entre la actividad sensorial y el pensamiento.
Algunos de los procedimientos que estableció fueron luego
incorporados a los test de inteligencia no verbal o de ejecución.
Jean Etienne Dominique Esquirol: en 1838 propuso diversos niveles
de Retraso mental y diferencio Enfermedad Mental. Separa lo
adquirido de lo congénito y se basa en la observación del enfermo.
Establece a la Psiquiatría como rama de la Medicina. Algunos aportes
a las criminalística: Desmembró el dominio de la melancolía en:
Monomanías y Lipemanías. El trastorno del humor se separa
finalmente del Juicio.
Gustav Theodor Fechner: Dio forma matemática a la ley sobre
sensación propuesta por Weber. Clasifico la percepción de las
sensaciones en tres tipos de Umbrales: Umbral máximo, Mínimo y
diferencial.
Hogan, señala que para muchos, Francis Galton es considerado,
como el fundador de la Psicometría. Su aporte estuvo orientado al
campo de la herencia, aunque se le reconoce como alguien que
apoyaba la idea de la herencia, también consideró las condiciones
ambientales; e intento crear numerosas pruebas de agudeza sensorial,
discriminación, tiempos de reacción, etc. En 1884, Galton abre su
laboratorio antropométrico, en donde, a cambio de una suma
equivalente a tres centavos, uno podía ser evaluado en diversas
características, y donde pasaron cerca de 10000 personas, lo que
permitió expandir la noción de medición mental y permitió la
recopilación de una amplia cantidad de datos. Galton creó el diagrama
de distribución bivariada, y fue quién indujo a Karl Pearson,
matemático británico, a desarrollar el coeficiente de correlación.
Además se dedicó a ser un divulgador de las mediciones mentales.
Francis Galton: en 1869 publicó “Clasificación de los Hombres de
acuerdo a sus entornos naturales”, estimulando el estudio de la
Herencia mental y de las diferencias individuales. Fundador de la
Psicología Individual o Psicología Diferencial. Recopilo estadísticas
sobre la estatura, dimensiones, fuerza y otras características en un
gran número de personas de su época. Estudios sobre la identificación
por medio de las Huellas dactilares. Desarrollo técnicas para las
mediciones estadísticas, respecto al cálculo de la correlación entre
pares de atributos.
Eventos selectos en la historia de la evaluación psicológica y
educativa
Años Acontecimientos
Publicación de los primeros exámenes usados por el
1845 Comité Escolar de Boston bajo la dirección del
educador Horace Mann.
George Fischer, director de escuela inglés, elabora una
serie de escalas consistentes en una muestra de
1864 preguntas y respuestas como guías para evaluar las
respuestas de los estudiantes a preguntas de pruebas
de ensayo.
El estudio científico de las diferencias individuales se
1869 inicia con la publicación de Clasificación de los
hombres de acuerdo con sus dones naturales, de
Francis Galton.
1882 Emil Kraepelin emplea técnicas de asociación de
palabras para estudiar la esquizofrenia.
1884 Francis Galton abre el Laboratorio de Antropometría
para la Exposición de Salud Internacional en Londres.
1888 J. M. Cattell abre un laboratorio de pruebas en la
Universidad de Pensilvania.
1893 Joseph Jastrow presenta pruebas sensoriomotrices en
la Exposición de Columbia en Chicago.
J. M. Rice publica los descubrimientos de su
1897 investigación sobre las habilidades ortográficas de los
escolares estadounidenses.
Charles Spearman describe su teoría de dos factores
sobre aptitudes mentales. Se publica el primer libro de
1904 texto importante sobre medición educativa: Introduction
to the Theory of Mental and Social Measurement, de E.
L. Thorndike.
1905 Se publica la primera edición de la Escala de
Inteligencia de Binet-Simon.
1908 Se publica la revisión de la Escala de Inteligencia de
Binet-Simon.
1908–1909 J. C. Stone y S. A. Courtis publican las pruebas
objetivas de aritmética.
Carl Jung elabora una lista estandarizada de estímulos
1910 de asociación de palabras para analizar complejos
mentales y recopila normas relacionadas.
E. L. Thorndike elabora pruebas estandarizadas de
1908–1914 aritmética, caligrafía, lenguaje y ortografía, incluyendo
la Scale for Handwriting of Children.
1914 Arthur Otis elabora la primera prueba de inteligencia
colectiva de grupo, basada en la Revisión Stanford de
Terman de la Escala de Inteligencia Binet-Simon.
1916 Lewis Terman publica la Escala de Inteligencia de
Stanford-Binet.
Los Exámenes Alfa y Beta del ejército, los primeros
1917 tests de inteligencia colectivos son elaborados y
administrados a los reclutas estadounidenses.
Se aplica por primera vez la Prueba de Aptitud
1926 Académica para evaluar a los aspirantes a ingresar en
la universidad.
Se publica la primera edición del Formulario de
1927 Intereses Vocacionales para Varones, de Strong, así
como las Pruebas de Inteligencia de Kuhlmann-
Anderson.
Los Exámenes de Registro de Graduados se usan por
1936 primera vez para seleccionar a los aspirantes a
ingresar a la escuela de posgrado.
1937 Se publica la revisión de la Escala de Inteligencia de
Stanford-Binet.
Henry Murray Publica Exploraciones sobre
1938 personalidad. Buros publica el primer Anuario de
mediciones mentales.

1939 Se publica la Escala de Inteligencia de Wechsler-


Bellevue.
1942 Se publica el Inventario Multifásico de Personalidad de
Minnesota.
1949 Publicación de la Escala de Inteligencia de Wechsler
para Niños.
1960 Se publica la Forma L-M de la Escala de Inteligencia
de Stanford-Binet.
1970–2002 Uso creciente de las computadoras para diseñar,
administrar, calificar, analizar e interpretar pruebas.
Resolución de la Corte Federal de Estados Unidos
1971 para que las pruebas empleadas en la selección de
personal estén relacionadas con los puestos (Griggs
versus Duke Power).
1980–2002 Elaboración de la teoría de respuesta.
1981 Se publica una revisión de la Escala de Inteligencia de
Wechsler para Adultos.
1985 Se publican las Normas para la evaluación pedagógica
y psicológica.
1989 Se publican el MMPI-II y la Escala de Inteligencia para
Nivel Preescolar de Wechsler.
1990 Se publica la Escala de Inteligencia para Niños de
Wechsler-III.
1997 Aparece la tercera edición de la Escala de Inteligencia
para Adultos de Wechsler (WAIS-III).
1998 Se publica la decimotercera edición del The Mental
Measurements Yearbook.
1999 Se publica Tests in Print V y una revisión de los
Standards for Educational and Psychological Testing.
Medición en la Psicología

El objetivo final de toda ciencia es describir, explicar y predecir los


fenómenos que estudia; para lograr este objetivo, la ciencia debe
recoger y comparar datos que permitan fundamentar sus teorías. La
medida es el componente esencial de este proceso; la medición es lo
que le ha permitido a la psicología alcanzar el status de ciencia y no
sólo ser considerada como una doctrina psicológica. La medición es
por tanto una actividad prioritaria tanto en la ciencia psicológica en
general como en la evaluación psicológica en particular; el proceso de
medición es el que le permite a una disciplina alcanzar el estatus de
ciencia ya que, una vez que se pueden medir sus datos, se pueden
comparar, replicar, establecer modelos matemáticos para su
explicación y realizar investigaciones controladas.
Lo que medimos en psicología es la conducta, el comportamiento.
Pero la respuesta no nos dejaría satisfechos ya que por ejemplo, no
tiene el mismo nivel de dificultad el medir una conducta como “fumar”,
“hacer berrinche”, que las conductas de “palpitaciones por
nerviosismo” o “estudiar” o “estar triste”; en realidad, no podemos
medir esas conductas de manera directa ni absoluta, y entonces, más
que conductas, lo que medimos son “atributos de la conducta” o
“atributos psicológicos”. Por otra parte, aunque conductas como
“fumar” sea fácilmente medible, a la psicología le interesaría
primordialmente el componente psicológico de la conducta de fumar
ya que esta conducta tiene otros componentes: biológico, físiológico,
motor, etc.; así, de la conducta de fumar, nos interesaría el
componente psicológico o atributo psicológico, por ejemplo, la
dependencia psicológica hacia el cigarrillo, las cognitivas que el sujeto
presenta tanto cuando se va a fumar el cigarro como cuando no puede
hacerlo, otras conductas que desencadenan tal conducta, las
consecuencias tanto agradables como aversivas del hecho de fumar,
etc.
En psicología, la psicometría es la que garantiza que los instrumentos
de medición elaborados cuenten con las garantías científicas para su
uso. La psicometría es el conjunto de métodos, técnicas y teorías
implicadas en la medición de variables psicológicas; estudia las
propiedades métricas exigibles en las mediciones psicológicas y
establece las bases para que dichas mediciones se realicen de forma
adecuada. El objetivo de la psicometría es proporcionar modelos para
transformar los hechos en datos con la finalidad de asignar valores
numéricos a los sujetos, sobre la base de sus respuestas.
El enfoque numérico en la medición psicológica: los niveles de
medida
El termino-enfoque numérico, aplicado a la teoría de la medición
psicológica tradicional, lo vemos empleado por
Krantz y Tversky para diferenciarlo del enfoque axiomático que
proponen estos mismos autores y que comentaremos más adelante.
Cuando hablamos de medición pensamos intuitivamente, 1 en
números y en cuantificación y 2 en diferencias entre sujetos u objetos,
que pueden tener más o menos de una característica o propiedad. De
alguna manera, y con tal señala Nagel, en la vida cotidiana emitimos
juicios que equivalen a un acto de premedición no empleamos
números, pero señalamos diferencias, grados, ausencias, en
expresiones como hace un día muy bueno, es una persona muy
agradable o falta un libro: identificamos comparamos, delimitamos.
Cuando fijamos y delimitamos estos juicios con números estamos ya
midiendo.
Esta reflexión preliminar de Nagel nos indica que hay conceptos
previos al de medición: el de sujeto (u objeto) y el de propiedad o
atributo. La propiedad son los aspectos observables del mundo
empírico; estas propiedades son conceptos, abstracciones:
observamos que unos objetos, por ejemplo, ocupan más espacio que
otros, y abstraemos características como longitud o volumen. Una
propiedad lo es siempre de algo que suele denominarse sistema; un
sistema particular podría definirse como el que posee unas
determinadas características. Estas nociones las tomamos de
Torgerson, y son importantes porque, aunque hablamos de medir
sistemas (sujetos en nuestro caso) lo que realmente medimos son
propiedades. Estas propiedades pueden concebirse en diversos
niveles de abstracción, de la misma manera que podemos hablar de la
salud general de un sujeto o de su salud referida a un órgano en
concreto.

Escalas de medida

Una escala de medida es, en un sentido general, un procedimiento


mediante el cual se relacionan de manera biunívoca un conjunto de
modalidades (distintas) con un conjunto de números (distintos).Estos
es, a cada modalidad le corresponde un sólo número, y a cada
número le corresponde una sola modalidad.

Atendiendo a las relaciones que puedan verificarse empíricamente


entre las modalidades de los objetos o características pueden
distinguirse cuatro tipo de escalas de medida: nominal, ordinal, de
intervalos y de razón.

Escala nominal

Se utiliza en todas aquellas modalidades o características en las que


la única comprobación empírica que puede hacerse es la de igualdad
o desigualdad.

Supongamos que se dispone de un conjunto de n elementos (o1, o2, .,


on) con una determinada característica que adopta k modalidades
diferentes. A la modalidad de un objeto genérico oI, la representamos
por m(oi), y al número que asignamos a dicha modalidad lo
representamos por n(oi). La regla de asignación de números a los
objetos, de modo que se preserven las relaciones empíricas
observadas entre estos debe cumplir las siguientes condiciones:

 Si n(oi) = n(oj), entonces m(oI) = m(oj)

 Si n(oi) ¹ n(oj), entonces m(oI) ¹ m(oj)

La transformación admisible es: cualquiera que preserve las relaciones


de igualdad-desigualdad de los objetos respecto a una determinada
característica.
Escala ordinal

Los objetos pueden manifestar determinada característica en mayor


grado unos que otros. Ej. La dureza de los minerales.

Supongamos que se dispone de un conjunto de n objetos (o1, o2, .,


on)y cada uno posee una cierta magnitud de una determinada
característica [m(o1), m(o2), ., m(on)]. La escala para asignar números
a los objetos [n(o1), n(o2), ., n(on)],de modo que reflejen esos
diferentes grados en que los objetos presenten la característica, ha de
cumplir las siguientes condiciones:

 Si n(oi) = n(oj), entonces m(oi) = m(oj)

 Si n(oi) > n(oj), entonces m(oi) > m(oj)

 Si n(oi) < n(oj), entonces m(oi) < m(oj)

Transformación admisible: cualquier transformación es válida siempre


que preserve el orden de magnitud, creciente o decreciente, en que
los objetos presentan determinada característica.
Escala de intervalos

Permite establecer la igualdad o desigualdad de las diferencias enre


las magnitudes de los objetos medidos. Ej. Termómetro, calendario.
Supongamos que los valores asignados a los objetos sean una
representación numérica correcta de sus relaciones empíricas.

Para todo cuarteto de objetos genéricos, oI, oj, ok, ol, los valores
asignados n(oi), n(oj), n(ok), n(ol), a las magnitudes con que dichos
objetos poseen una determinada característica m(oi), m(oj), m(ok),
m(ol), deben cumplir las siguientes condiciones:

 Si n(oi) - n(oj) = n(ok) - n(ol), entonces m(oi) - m(oj) = m(ok) -


m(ol).

 Si n(oi) - n(oj) > n(ok) - n(ol), entonces m(oi) - m(oj) > m(ok) -
m(ol).
 Si n(oi) - n(oj) < n(ok) - n(ol), entonces m(oi) - m(oj) < m(ok) -
m(ol).

Las transformaciones admisibles deben seguir una condición del tipo:


t[n(oi)] = a + b . n(oi), siempre que b > 0.

Es decir, una trasformación lineal tal de los valores iniciales de una


escala de intervalo deja la escala invariante respecto a las condiciones
estipuladas en el párrafo anterior.

Este tipo de transformación supone un cambio en los dos aspectos


que caracterizan la escala de intervalo.

Por un lado, el valor a, como constante aditiva, provoca un cambio en


el origen.

Por otro lado, el factor b provoca un cambio en la unidad de medida


que se toma para construir la escala (sólo cuando b = 1 la unidad de
medida no se altera).
Escalas de razón

Las escalas de intervalo sirven para medir características en las que el


valor cero no significa ausencia de dicha característica.

Los valores en una escala de razón tienen un valor absoluto, no


arbitrario, o valor cero absolutos que sí significa ausencia de
característica.

Para todo cuarteto de objetos genéricos, oi, oj, ok, ol, los valores
asignados n(oi), n(oj), n(ok), n(ol), a las magnitudes con que dichos
objetos poseen una determinada característica m(oi), m(oj), m(ok),
m(ol), deben cumplir las siguientes condiciones:

 Si n(oi)/n(oj) = n(ok)/n(ol), entonces m(oi)/m(oj) = m(ok)/m(ol).

 Si n(oi)/n(oj) > n(ok)/n(ol), entonces m(oi)/m(oj) > m(ok)/m(ol).

 Si n(oi)/n(oj) < n(ok)/n(ol), entonces m(oi)/m(oj) < m(ok)/m(ol).


Al tener un origen de escala absoluto, la única transformación
admisible para la escala de razón es del tipo: t[n(oi)] = a . n(oI), siendo
a > 0.
Evaluación en la psicología

El momento histórico en que tuvo lugar el mayor auge y desarrollo


científico de las particularidades psicológicas del ser humano se
corresponde principalmente a los siglos XIX y XX (aunque se asume
un considerable volumen de estudios e investigaciones
anteriores).Con ello y a partir del desarrollo de determinadas
disciplinas de conocimiento como la estadística, la pedagogía, la
psicología experimental entre otras, fue posible establecer unas
primeras aproximaciones al concepto de diagnóstico.
Como en la mayor parte de los aspectos vinculados al ámbito de la
psicología, la definición de este fenómeno se ha visto reformulada a
partir de las nuevas aportaciones que los autores han ido proponiendo
a lo largo de la historia.
Dentro de las perspectivas más contemporáneas son tres las
corrientes teóricas que han servido de sustento para explicar qué tipo
de variables deben ser objeto de diagnóstico: la ambientalista (énfasis
en los factores situacionales como determinantes conductuales), la
interaccionista (relevancia de la interacción entre sujeto y ambiente) y
la cognitivista (estilo cognitivo como base comportamental).
El diagnóstico psicológico y sus componentes
Los hallazgos de las tres corrientes psicológicas mencionadas han
posibilitado una definición más profunda y completa sobre lo que
implica el proceso diagnóstico. Atendiendo a su significado general,
diagnóstico implica el análisis de datos recogidos con la finalidad de
evaluar (o conocer) aspectos determinados de diversa naturaleza.
Aplicando esta caracterización al ámbito de la psicología, el objeto de
estudio es la descripción de las particularidades cognitivas,
emocionales y conductuales de un sujeto concreto. Por tanto, parece
relevante para esta finalidad el considerar cómo se relaciona este
individuo con sus contextos de interacción habituales.
Además, se asume que el diagnóstico posee la finalidad última de
intervención (como objetivo más frecuente, aunque no único) y se
encuentra delimitado en todo momento dentro del campo científico-
técnico. Su proceso implica la combinación de distintas metodologías
de trabajo.
Los tres elementos del diagnóstico en psicología
Un diagnóstico cuenta con tres elementos principales: el sujeto sobre
el cual recae el proceso, el objeto que establece qué contenidos
fundamentan el diagnóstico y la finalidad del mismo, la cual motiva la
aplicación de una intervención concreta donde se reflejan las causas o
factores que propician las observaciones expuestas en el diagnóstico.
Además, la intervención propuesta puede ser clasificatoria (lugar que
ocupa el sujeto respecto de un grupo de referencia), modificadora (qué
causas influyentes deben ser modificadas), preventiva (puesta en
marcha de alternativas para evitar una situación futura determinada) o
reestructuradora (reorganización de los factores influyentes con fin
preventivo).
Las fases del proceso general de diagnóstico psicológico
Diversas son las aportaciones realizadas por los autores expertos en
la materia sobre el número y el tipo de procedimientos que deben
conformar el proceso diagnóstico. Parece ser que, sin embargo, existe
cierto consenso en incluir cuatro fases principales, cada una de las
cuales cuenta con distintas etapas más concretas.
1. Planificación: en la fase de planificación se distingue la
búsqueda de información preliminar respecto del sujeto y su
entorno, un análisis que sustente los supuestos iniciales (en
función del carácter clasificatorio, preventivo o de
reestructuración que presente el diagnóstico) y, finalmente, la
configuración del desarrollo diagnóstico donde se establecen las
variables de análisis inicialmente propuestas.
2. Desarrollo: una segunda etapa consiste en el desarrollo del
proceso, en el que se delimita el marco teórico en el cual basar
las aportaciones que faciliten el estudio de las unidades de
análisis, siendo lo más simple posible y presentando una
capacidad predictiva adecuada sobre los resultados de
observaciones futuras.
3. Verificación de las hipótesis: posteriormente, un tercer paso lo
constituye la verificación de las hipótesis teóricas inicialmente
propuestas respecto de lo hallado en las observaciones
realizadas durante la evaluación.
4. Redacción del informe: finalmente, debe elaborase un informe
de resultados en el cual se incluyan los datos pertinentes del
evaluador y del evaluado, los referentes a todos los
procedimientos aplicados durante el proceso, los hallazgos y su
valoración y, en última instancia, las orientaciones pertinentes
que van a guiar el proceso de intervención posterior. El informe
debe adecuarse al destinatario en cuanto a forma y tipo de
lenguaje utilizado, así como en el tono y expresiones empleadas
en él, para que lo entienda.
Características del Informe Psicológico
Un informe psicológico es un documento donde se refleja el resultado
obtenido a partir del análisis y contraste de hipótesis inicialmente
planteadas, las cuales han motivado la evaluación del sujeto en
cuestión.
Este instrumento presenta un carácter objetivo, de tal forma que se ve
facilitada la comunicación de los datos hallados a la parte destinataria.
De forma genérica, un informe debe incluir datos de identificación del
evaluador y del evaluado, los objetivos que motivan dicho informe, la
exposición de las técnicas de recogida de información, el
procedimiento utilizado, los resultados obtenidos, la conclusión y
valoración final del examinador y las orientaciones a poner en práctica
a modo de intervención.
Además, el formato y estilo de un informe psicológico puede
diferenciarse en función del criterio que se tome como base para su
elaboración: teórico (según las directrices de un modelo teórico
concreto), técnico (organizando los resultados a partir de las pruebas y
técnicas aplicadas) y basado en el problema (la demanda o motivo de
consulta marca una estructura específica en el informe).
Por otra parte, el informe psicológico dispone de validez legal y se
considera un documento científico (los hallazgos son replicables) y útil
(incluye orientaciones finales de intervención psicológica).
El enfoque conductual o funcional en la evaluación psicológica
Existen varios tipos de enfoques que pueden tomarse para orientar el
proceso de evaluación psicológica de un individuo:
Enfoque tradicional (o modelo del atributo): centrado en analizar
los rasgos de personalidad como unidades de estudio fundamentales.
Enfoque operativo o evolutivo: modelo que defiende un conjunto de
etapas evolutivas en el desarrollo psicológico del sujeto.
Enfoque cognitivo: centrado en el estudio de las cogniciones de la
persona como eje principal.
Enfoque psicoeducativo o prescriptivo: más destinado al ámbito del
aprendizaje escolar y al análisis de las capacidades intelectuales del
alumnado.
Enfoque conductual o funcional: orientado a la evaluación de la
relación entre las variables internas y externas del sujeto como
determinantes de su propio comportamiento.
Desde las corrientes psicológicas más conductuales (o cognitivo-
conductuales) el enfoque funcional suele ser el enfoque utilizado
durante el proceso diagnóstico de referencia. Este modelo permite
realizar un estudio y análisis más completo de las variables
determinantes en el proceso de evaluación debido a que defiende la
premisa de que el comportamiento se debe considerar teniendo en
cuenta una multiplicidad de factores influyentes, tanto internos como
externos.
Así, el comportamiento humano no debería entenderse como el
resultado de la suma de factores individuales, puesto que cada
interacción que se produce entre dos (o más) ya deriva de por sí en un
tipo de influencia totalmente distinta del agregado de sus causantes
originales. Dado su enorme carácter complejo y plástico (o
modificable), su explicación debería ser abordada siguiendo esta
misma filosofía: la de considerar sus elementos determinantes también
como complejos y variables.
Las características del enfoque funcional
El enfoque funcional prioriza las variables ambientales o contextuales
(en un primer momento) e interaccionistas (en un momento posterior)
como determinantes de la conducta del individuo, con lo cual prioriza
el análisis de este tipo de variables en el proceso diagnóstico. Sus
postulados derivan de la Teoría de Modificación de Conducta y de las
aportaciones de autores como B. F. Skinner, principalmente.
Dentro de este modelo pueden distinguirse tres perspectivas, las
cuales enfatizan diferencialmente la influencia del ambiente, las
características del sujeto o la interacción de sendos factores: la
perspectiva conductual-situacionalista, la cognitivo-conductual y la
conductual cognitivo-social, respectivamente.
Dada la relevancia de los factores observables que defiende esta
propuesta teórica, las variables que toma como unidad de análisis son
aquellas que se dan en el momento presente, las cuales se
acompañan de unos antecedentes y consecuentes próximos.
A nivel metodológico, sus supuestos son evaluados
experimentalmente mediante la observación objetiva del repertorio
conductual del sujeto como reflejo de habilidades y capacidades
internas. Se corresponde, por tanto, a una metodología deductiva-
inductiva intrasujeto.
Este modelo presenta una finalidad tanto intervenida (o modificadora)
como preventiva, dado que ha incorporado como variable objeto de
análisis la interacción entre el sujeto y su ambiente. Entiende, así, el
poder dinámico de esta relación entre ambos elementos y le da a la
conducta una significación de modificabilidad y adaptabilidad (de ahí
su capacidad preventiva).
La evaluación psicológica como proceso: como puede observarse
a partir de la lectura del texto, el proceso de evaluación psicológica
deviene un conjunto de procedimientos rigurosamente establecidos
que resultan fundamentales para posibilitar un adecuado diagnóstico
y, posteriormente, una intervención psicológica adecuada a las
particularidades de cada individuo en concreto y a los objetivos
terapéuticos que desean alcanzarse. En este sentido, se ha expuesto
el enfoque funcional como un modelo que dispone de un significativo
sustento teórico, el cual permite realizar un análisis completo sobre
todas las variables que pueden estar incidiendo en el estado actual
(sintomatología, comportamientos, cogniciones, etc.) del individuo.
La Evaluación Psicológica es considerada, en la actualidad, como
aquella disciplina de la psicología científica que se ocupa de la
exploración y análisis del comportamiento de un sujeto o grupo de
sujetos humanos, a los niveles de complejidad que se estime
oportunos (motor, fisiológico, cognitivo), con distintos objetivos básicos
y aplicados (detección, descripción, diagnóstico, selección,
orientación, predicción, explicación, intervención, cambio, valoración,
investigación), a través de un proceso de toma de decisiones en el que
se conjuntan, utilizan y aplican una serie de dispositivos, tests y
técnicas de medida y/o evaluación. También se reconoce que la
evaluación psicológica es un procedimiento multirrasgo, ya que se
pueden evaluar diferentes atributos de la persona; multimétodo,
puesto que se utiliza más de un método de obtención de información
y/o multijueces, esto es, lo usual es que participe más de un evaluador
a lo largo del proceso; se trata así de un concepto típicamente
multidimensional.
Garaigordobil considera que, para que un proceso pueda considerarse
como evaluación psicológica, debe reunir tres requisitos:
a) La determinación de un contexto y un objetivo, esto es, un
evaluador, un evaluado, una técnica o procedimiento de medida
y una interpretación de los valores obtenidos.
b) La existencia de un marco teórico que permita la ubicación de
las hipótesis.
c) Poseer un sistema de categorías que permita la clasificación del
evaluado.
La evaluación psicológica es un proceso indispensable en toda
intervención, ya que por lógica, no podemos planear una intervención
si antes no tenemos información acerca del problema del cliente,
información que sólo nos la puede proporcionar una correcta
evaluación.
La evaluación en psicología, en un sentido estrecho, se refiere a
diagnosticar, es decir, a detectar la presencia de un estado, un
conocimiento, una patología, etc., de acuerdo al campo en donde se
esté evaluando. En un sentido amplio, el término de evaluación no se
restringe sólo a diagnóstico, sino a todo un proceso cuya meta
consiste en identificar, rotular, seleccionar, plantear objetivos,
intervenir, pronosticar y volver a evaluar si los objetivos planteados se
alcanzaron; su finalidad estriba sobre todo en su utilidad para la toma
de decisiones.
Desde este punto de vista entonces, la evaluación psicológica no se
conforma únicamente con aplicar algún tipo de prueba o instrumento
con la finalidad de conocer el estado actual de un sujeto o grupo de
sujetos en cuanto a algún atributo o problema psicológico, sino que va
más allá y éste sólo sería el primer paso de un proceso que involucra
una toma de decisiones que comprende, a su vez, seleccionar y
plantear objetivos de terapia, seleccionar las técnicas y estrategias
para la intervención, evaluar continuamente para constatar que los
objetivos planteados se van alcanzando así como para detectar
posibles problemas en su consecución y evaluar para ver si las metas
finales se han alcanzado. De este modo, la evaluación no representa
por tanto un fin en sí misma sino que persigue un objetivo
eminentemente práctico y como tal está al servicio de la disciplina: su
objetivo fundamental no es la explicación sino la búsqueda de medidas
prácticas de intervención.
La importancia de la evaluación psicológica entraña un concepto muy
importante que se refiere a las inferencias que de ella pueden
derivarse, inferencias basadas en las respuestas que se dan en la
situación de evaluación. Como mínimo, el proceso de evaluación
supone que la conducta a evaluar por medio de algún instrumento
específico, es una muestra de los repertorios de conducta que el
evaluado posee; representa lo que el individuo ha aprendido como
resultado de su interacción con el entorno social.
Sin embargo, así como no todas las evaluaciones son iguales,
tampoco lo son sus fines. Al respecto, podemos considerar que dentro
del proceso de evaluación psicológica existen estrategias selectivas y
estrategias modificativas; dentro de las primeras se busca la
optimación a través de la selección adecuada ya sea de personas –en
determinadas condiciones, elegir a las personas con un criterio de
ejecución o clasificarla de acuerdo a dicho criterio- o de condiciones –
se parte de unos individuos concretos y la estrategia consiste en
buscar las condiciones idóneas que mejor se adapten a cada uno de
ellos de acuerdo al criterio de optimación-. Por otra parte, en la
estrategia modificativa se busca una forma de actuar buscando la
optimación a través de la modificación tanto de las conductas de las
personas como de las condiciones. Dentro de esta última estrategia se
debe considerar que para que sea útil nos debe proporcionar los
elementos suficientes para determinar tanto el método modificativo en
cada caso concreto así como poder verificar la efectividad del mismo
una vez utilizado.
A este tipo de diagnóstico que utiliza la estrategia modificativa –en
oposición al que usa la estrategia selectiva y que presupone por tanto
que el individuo posee la cualidad evaluada como un rasgo
permanente de su conducta-, se le llama diagnóstico de proceso, en el
que se considera que la conducta es susceptible de cambiar a través
de diferentes procesos modificativos.
Sin embargo, sea el diagnóstico del tipo que sea, el objetivo final que
persigue toda evaluación es la toma de decisiones. Esta toma de
decisiones presupone la existencia de alternativas entre las cuales hay
que elegir. Se podría considerar entonces a la intervención psicológica
como todo aquello que al final de un proceso evaluativo se puede
implementar como consecuencia de dicho proceso.
Evaluación Psicométrica en Psicología Clínica y de la Salud

Los procesos de evaluación y diagnóstico clínico son fundamentales


para el estudio de la psicopatología y el tratamiento de los trastornos
mental. La evaluación clínica consiste en una variedad de
herramientas y procedimientos que permiten al psicólogo adquirir la
información necesaria para conocer a sus pacientes y poder
ayudarlos. Aunque la entrevista sea la estrategia básica que dirige y
organiza todo el proceso de evaluación clínica, los test psicométricos
constituyen una herramienta de considerable valor y utilidad. Entre las
funciones más importantes se destacan:
a) La detección de trastornos mentales, existen instrumentos
breves y de fácil aplicación que son lo suficientemente sensibles
come para detectar la existencia de síntomas y trastornos
psicopatológicos.
b) El diagnostico, algunos instrumentos recaban información
necesaria para determinar si el paciente cumple con los criterios
diagnósticos de un determinado trastorno, permitiendo examinar
además la severidad del mismo.
c) Información para evaluación del cambio y los resultados
terapéuticos, quizás una de las principales ventajas de los test
psicométricos es que permiten analizar con mayor precisión los
cambios ocurridos durante el proceso terapéutico a los fines de
valorar la eficacia del tratamiento.
d) Contraste de prótesis, los test constituyen una fuente de
información útil para contrastar las hipótesis que el psicólogo
clínico va formulando a partir de la interacción con el paciente,
obteniéndose información más fiable que si solo se utilizara la
entrevista.
Diagnostico en la psicología

El diagnóstico es un proceso de construcción del conocimiento acerca


de algo sobre lo que se va a intervenir o a actuar. Cualquier
especialista o profesional que tienen como propósito o tarea influir,
realizar una labor de orientación, ayuda o tratamiento; componer o
enmendar algo, necesita al menos un conocimiento de las
manifestaciones externas o síntomas que presenta el objeto, la
situación o proceso que los pueden producir.
Un diagnóstico y una intervención encaminada a resolver el problema
que se presenta, no se puede limitar a la enumeración de los síntomas
que sería lo descriptivo y más superficial, sino que debe descubrir las
causas que los producen, o sea, elaborar las posibles explicaciones
del porqué de estos síntomas. Una verdadera y efectiva intervención
debe estar encaminada a eliminar las causas y no solo sus
manifestaciones externas y además, porque un verdadero
conocimiento implica tanto lo descriptivo, como lo explicativo.
Esta concepción del diagnóstico implica que en este complejo y
dinámico proceso, donde se construye un conocimiento, no sólo se
enfatizan los resultados o datos empíricos que se obtengan, sino que
resulta imprescindible reproducir o reconstruir, los procesos que
pudieron haber dado lugar a esos resultados particulares (individual o
personal) y no a otros. Además, en algunos casos y especialmente en
el campo de las ciencias sociales y humanas, se hace necesario
conocer qué procesos se presentarían y podrían desarrollarse, en ese
sujeto en particular, mediante un tipo determinado de intervención.
Procurando considerar la diversidad y la especificidad individual de
cada sujeto en particular y su relación con el tipo de intervención
posible.
De acuerdo con este tipo de visión del diagnóstico y la intervención no
se debe concebir ningún diagnóstico sin la estrecha relación entre los
resultados y aquellos procesos que le dan lugar o que son un producto
de esos mismos resultados. Los primeros permiten el nivel de lo
descriptivo, sólo lo segundo, podrá aportar algunos elementos
significativos sobre la dinámica formativa y por lo tanto, operar con el
nivel explicativo.
Resulta una visión, hasta cierto punto mecánica, el clasificar los
diagnósticos de forma contrapuesta, como a veces se plantea, el
diagnóstico de resultados versus diagnóstico de proceso, el
clasificatorio versus el explicativo, el de normas versus el de criterios,
etc. Todos ellos, con sus implicaciones prácticas y científica, de una u
otra forma son momentos, etapas o períodos del propio proceso de
diagnóstico como un todo y que el especialista ha de tenerlas en
cuenta, sin perder de vista que, en gran medida, el diagnóstico
psicológico es para intervenir y la intervención se realiza para
promover, transformar o cambiar el proceso de formación y desarrollo
del sujeto.
El diagnóstico psicológico tiene sus orígenes a partir de una ciencia
psicológica oficial, constituida a finales del siglo pasado y que contiene
el aspecto polémico señalado anteriormente. Dado este surgimiento él
ha estado, explícita e implícitamente muy relacionado con las
diferentes concepciones acerca del desarrollo y formación de lo
psicológico, el peso que se le ha atribuido o el tipo de explicación
elaborada acerca de lo biológico, lo genético, lo social, lo educativo y
cultural en el desarrollo de lo psicológico; el concebir las propiedades y
cualidades que se diagnostican como fijas o inmutables o en un
proceso de formación susceptibles de ser modificadas en el curso del
propio desarrollo desde lo interpersonal, desde afuera y con una activa
participación del sujeto desde lo interno. El carácter optimista y
desarrollador del diagnóstico o por el contrario el carácter clasificatorio,
excluyente, pesimista y discriminador del diagnóstico. Toda la historia
del diagnóstico psicológico está de una forma u otra mediatizada por
estas manifestaciones, puntos de vista, concepciones y prácticas.
El diagnóstico psicológico se refiere a síntomas o funcionamientos
mentales-emocionales que no tienen una base orgánica observable se
infieren por los comportamientos del paciente o por lo que dice que le
está pasando. A pesar de los progresos en las neurociencias, estamos
todavía a años luz de comprender la complejidad del cerebro lo
suficientemente como para poder decir, con una exactitud comparable
a la del diagnóstico médico orgánico, qué estructura cerebral da lugar
a un comportamiento mental-emocional específico en ese momento.
Por lo tanto, decir que alguien está deprimido porque le falta
serotonina (un neurotransmisor) en el cerebro, es como decir que la
economía de un país sufre porque los ciudadanos compran coches
extranjeros. Algo tendrá que ver, sí, pero la respuesta es infinitamente
más compleja.
De modo que debemos tener cuidado de no ratificar (convertir algo
intangible en algo real y observable) a los diagnósticos psicológicos
como si fuesen cosas que se pueden observar directamente y que se
“tienen”. No se “tienen” dificultades sexuales o una depresión, por
ejemplo, de la misma manera que se “tiene” un infarto cardíaco. Las
personas que hayan sufrido un infarto cardíaco tendrán toda una
obstrucción en un vaso sanguíneo que riega el corazón. Las personas
con dificultades sexuales o una depresión sufrirán de ello por una
infinidad de razones diferentes.
Tipos de diagnóstico psicológico
Para describir los diagnósticos psicológicos podemos decir que, a
grandes rasgos, existen dos tipos de diagnóstico psicológico: el
diagnóstico psicológico sintomático y el diagnóstico psicológico
estructural.
El diagnóstico psicológico sintomático
El diagnóstico psicológico sintomático consiste en agrupar un cierto
número de síntomas, lo que se llama un síndrome, en función de la
frecuencia, duración y etiología de su aparición, y darle un nombre
para que pueda ser fácilmente reconocido. Esto es útil porque es
frecuente que ciertos grupos de síntomas aparezcan juntos y formen
cuadros clínicos familiares para los profesionales de la salud mental.
Nos ayuda a comunicar rápidamente cuál es el sufrimiento manifiesto
del paciente a otros profesionales.
Sin embargo, esta forma de diagnóstico no nos dice gran cosa sobre
la persona que sufre de estos síntomas: no nos ayuda a tener una
idea de qué tipo de persona es, ni qué personalidad tiene, ni cuáles
son sus maneras habituales de sentir, pensar y comportarse. Es una
forma de diagnóstico descriptiva pero poco profunda dado que
síntomas parecidos pueden ser producidas por personas muy
diferentes y tener causas diferentes.
El diagnóstico psicológico estructural
El diagnóstico psicológico estructural consiste en intentar descubrir
cuál es la estructura de personalidad del paciente, siempre sujeta a
revisión en función de nuevos datos, para comprenderle como una
persona completa y compleja. La estructura de personalidad consiste
en qué tipo de vínculos establece esa persona con los otros, cuál es la
cualidad y la intensidad de sus pulsiones y afectos, qué mecanismos
de defensa y de adaptación utiliza, qué auto-imagen tiene, de qué tipo
de síntomas sufre, y cómo ha llegado hasta allí.
El objetivo es poder hacerse una idea tridimensional del individuo y
procurar entender cómo funciona concretamente esa persona. Nos
permite tener una idea más clara de qué tipo de tratamiento puede
serle beneficioso y cómo enfrentarlo. Ahora bien, es importante
recordar que un diagnóstico psicológico estructural es siempre
aproximativo y nunca enteramente perteneciente a una categoría
concreta; el funcionamiento mental es complejo y puede cambiar a lo
largo de la vida o como consecuencia de un tratamiento psicológico.
Las primeras entrevistas
Durante las primeras entrevistas un psicólogo intentará llegar a un
diagnóstico estructural aproximativo para poder entender qué le
sucede al paciente y poder indicarle el tratamiento más adecuado para
su situación.
Ahora bien, es frecuente que las palabras técnicas que utilizan los
psicólogos para hablar de estructuras de personalidad sean
redificadas y transformadas en etiquetas reduccionistas. Por esta
razón, los psicólogos tienden a no utilizarlos con los pacientes porque
suelen limitar la libertad de los pacientes para pensar sobre sí mismos
y crearse su propia idea de lo que les sucede.
Es más importante que un paciente pueda crear una imagen matizada,
íntima y profunda de lo que le ocurre a que sepa que aquello de lo que
sufre se suele llamar “X”. Por lo tanto, en el momento de la indicación
terapéutica, el psicólogo usará un lenguaje llano y comprensible para
decirle al paciente qué cree que le pasa y cómo ayudarle.
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