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UNIVERSIDAD DE MÁLAGA

AREA DE CIENCIA DE MATERIALES


E INGENIERÍA METALÚRGICA

INTRODUCCIÓN AL COMPORTAMIENTO
MECÁNICO DE MATERIALES

José Zapatero Arenzana.


Belén Moreno Morales.
INDICE
TEMA 1: INTRODUCCIÓN AL COMPORTAMIENTO MECÁNICO.
DEFORMACIÓN ELÁSTICA

1. INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................. 1
2. CONCEPTOS BÁSICOS ........................................................................................................................ 2
3. BASES FÍSICAS DEL MÓDULO DE ELASTICIDAD ........................................................................ 5
4. DEFORMACIÓN PLÁSTICA.............................................................................................................. 11
5. EL ENSAYO DE TRACCIÓN ............................................................................................................. 12

TEMA 2: DEFORMACIÓN PLÁSTICA

1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................ 17
2. DEFORMACIÓN PLÁSTICA POR DESLIZAMIENTO .................................................................... 17
3. MECANISMO DE DESLIZAMIENTO ............................................................................................... 21
4. ENERGÍA DE LAS DISLOCACIONES .............................................................................................. 25
5. MOVIMIENTO Y GENERACIÓN DE DISLOCACIONES ............................................................... 27
6. PLANOS Y SISTEMAS DE DESLIZAMIENTO ................................................................................ 31
7. DEFORMACIÓN PLÁSTICA POR MACLADO ................................................................................ 33
8. DEFORMACIÓN DEL SÓLIDO ......................................................................................................... 34

TEMA 3: MECANISMOS DE AUMENTO DE RESISTENCIA

1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................ 37
2. ENDURECIMIENTO POR SOLUCIÓN SÓLIDA .............................................................................. 38
3. ENDURECIMIENTO POR PRECIPITACIÓN Y DISPERSIÓN ........................................................ 41
4. ENDURECIMIENTO POR DEFORMACIÓN .................................................................................... 44
5. ENDURECIMIENTO POR LÍMITES DE GRANO ............................................................................ 46
4. ENDURECIMIENTO POR FIBRA ...................................................................................................... 48

i
Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

TEMA 1

INTRODUCCION AL COMPORTAMIENTO MECÁNICO.


DEFORMACIÓN ELÁSTICA

1.- INTRODUCCIÓN

La producción y uso de los materiales está basada en gran parte en sus propiedades
mecánicas, es decir, en el comportamiento que manifiesta el material al ser sometido a la
acción de distintas cargas exteriores de cualquier tipo y naturaleza. Ante una acción exterior los
materiales reaccionan deformándose para contrarrestar la perturbación aplicada, esta
deformación comienza siendo elástica si la tensión aplicada es pequeña, y la cantidad de
deformación elástica producida es también muy pequeña para metales y cerámicos, no ocurre
así en polímeros en los que en algunos casos la deformación elástica es muy grande. La
máxima deformación elástica que tiene un material es generalmente el límite de diseño, dado
que cuando se calcula desde el punto de vista de resistencia un elemento cualquiera, se supone
que en ningún momento el material se deforma permanentemente. Aunque esta ha sido norma
general durante muchos años, hoy día se aceptan ciertas deformaciones permanentes
controladas lo que obliga a un mejor conocimiento del comportamiento del material y de las
bases de cálculo.

La capacidad de deformación plástica de los metales es la característica más importante


en comparación con otros materiales. Todos los procesos de conformado, como laminación,
forja, extrusión, etc, están basados en la deformación plástica. Por otra parte, la naturaleza de
los mismos como órgano mecánico, esta basada en la capacidad de resistencia ante cargas
externas, en la capacidad de deformación, y en definitiva en la capacidad de funcionar
correctamente sin llegar a romperse. Sin embargo, la fractura de los componentes mecánicos es
un hecho más común de lo que sería deseable.

1
Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

Por todo lo anterior, el conocimiento de los mecanismos que producen la


deformación y rotura de los materiales es tremendamente importante en el campo de la
ingeniería, para permitir la utilización más correcta de los mismos y prever sus fallos.
También, la valoración de las distintas propiedades mecánicas ante diversas fuerzas
externas, es necesaria para el cálculo de la resistencia en una aplicación concreta.

Esta valoración se realiza mediante el uso de ensayos patrón de distinta naturaleza,


como tracción, compresión, impacto, fatiga, etc, obteniendo la resistencia y el comportamiento
del material ante un esfuerzo determinado. Antes de definir y clasificar estos ensayos es
necesario conocer los mecanismos que influyen en los mismos.

2. CONCEPTOS BÁSICOS

Antes de entrar en el comportamiento mecánico de los sólidos en general, vamos a


exponer la nomenclatura y a definir los conceptos básicos de tensión y deformación. En primer
lugar definiremos el concepto de tensión.

Consideremos un cuerpo sólido sometido a un sistema de fuerzas exteriores en


equilibrio. Supongamos dicho volumen particionado en dos sub-volúmenes con una
superficie común. Cada uno de estos subdominios debe a su vez estar en equilibrio. Si
consideramos aislado el volumen 1, las fuerzas exteriores deben equilibrarse en este caso con
las acciones interiores que
ejerce el volumen 2 sobre el 1
a través de la superficie
común. La acción de un
dominio sobre otro es
continua y podemos decir que
se traduce en acciones locales
de contacto ΔF asociado a una
superficie ΔS.

Figura 1

2
Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

El vector tensión asociado en cada punto a una superficie se define como:

ΔF
σ = lim (1)
ΔS →0 ΔS

Nótese que la tensión tiene unidades de fuerza por unidad de superficie, al igual que
una presión, pero cuya dirección puede ser una cualquiera y no necesariamente normal a la
superficie. Generalmente se suele descomponer el vector tensión en dos componentes, una
normal a la superficie que denotaremos σ y otra en el plano tangente que denotaremos τ y
denominaremos tangencial, de cizalladura o cortante.

La aplicación de distintas tensiones sobre un cuerpo produce unas deformaciones, también


denominadas deformaciones normales o tangenciales según sean producidas por una tensión
normal o tangencial respectivamente.

Una tensión normal aplicada a un


elemento de volumen produce una variación
de longitud del material al que se aplica. En
la dirección de la tensión aplicada se
produce una deformación unitaria εn
definida como la variación de longitud
dividida por la longitud inicial u/l. El alarga-
miento en la dirección de la fuerza aplicada
(tracción), produce una contracción transver-
sal en los dos ejes perpendiculares, la
relación entre las deformaciones
transversales inducidas (εt) y la deformación
axial (εn) es conocido como módulo o
relación de Poisson, y viene definido como
ν=-εt/εt. El signo negativo es debido a que εt
es un acortamiento. Los valores de ν varían
entre 0,25 y 0,35 para los metales. Una
tensión tangencial aplicada a un elemento de
volumen produce una variación de la forma
del elemento de material y no un cambio de Figura 2

3
Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

volumen. La deformación cortante se representa por γ, y se define como w/l=tag θ, Fig.2.

La ley de Hooke

En el campo elástico ambos conceptos están relacionados y siguen la llamada ley de


Hooke, según la cual, las deformaciones normales son proporcionales a las tensiones normales:

σ = Eε (2)

donde E es el módulo de elasticidad o módulo de Young.

Igualmente las deformaciones tangenciales son proporcionales a las tensiones


tangenciales que las provocan:

τ = Gγ (3)

donde G es el módulo de elasticidad transversal.

Si un elemento de volumen está sometido a tensiones de compresión iguales en las seis


caras, fig. 2, el sólido experimenta una contracción reduciéndose su volumen en una cierta
cantidad ΔV. La reducción de volumen unitaria será ΔV/V, y considerando que la deformación
está dentro del campo elástico, es decir, se cumple la ley de Hooke:

ΔV
σ=B (4)
V

Todos estos parámetros están relacionados entre sí por las siguientes expresiones:

E = 2G (1 + ν )
(5)
E = 3B(1 − 2ν )

La figura 3 muestra la relación entre tensión y deformación para un material elástico


lineal perfecto, esta gráfica es simplemente una representación de la ley de Hooke. El área
rayada representa la energía elástica por unidad de volumen almacenada por el material. En el
proceso de descarga el comportamiento del material sigue la misma línea, recuperándose la
energía de deformación almacenada.

4
Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

Figura 3

3. BASES FÍSICAS DEL MODULO DE ELASTICIDAD

El modulo de Young, que es la relación entre la perturbación mecánica aplicada a un


material y su respuesta cuando el nivel de deformaciones es pequeño, da una idea de la rigidez
de un material, a mayor E mayor es la tensión que hay que aplicar a un material para conseguir
una deformación determinada.

Para comprender el significado físico del módulo de elasticidad es necesario analizar


que ocurre en el material a nivel atómico. Hay dos factores que afectan directamente al
comportamiento del material:

(1) Las fuerzas que mantienen unidos los átomos (enlaces interatómicos), que actúan como
pequeños muelles, uniendo un átomo al siguiente en estado sólido, Fig. 4.

Figura 4

(2) La forma de empaquetamiento de los átomos (estructura), que determina la cantidad de


enlaces atómicos que se concentra por unidad de área, y el ángulo según el cual actúan, Fig.
5.

5
Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

Figura 5

Para los materiales metálicos y cerámicos el factor de mayor influencia es la naturaleza


de los enlaces. El valor de E también está influenciado por la estructura cristalina tomando
distintos valores en función de la dirección cristalográfica en que se mida, E es generalmente el
valor medio de su magnitud en distintas direcciones, figura 6. Los valores de E para los metales
y cerámicas están en general entre 30 y 300 GPa.

En los polímeros y elastómeros el módulo de elasticidad es generalmente muy pequeño,


estando muy influenciado por los débiles enlaces secundarios que presentan estos materiales,
además de la capacidad de giro que tiene el enlace C-C, lo que permite que las largas cadenas
moleculares se estiren bajo la acción de una fuerza y después recuperen su posición inicial,
figura 7.

Figura 6
Figura 7

6
Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

A nivel atómico el fenómeno que


ocurre en metales y cerámicas es el
siguiente: la aplicación de una fuerza
externa a un sólido cristalino supone la ac-
ción de esta fuerza sobre los átomos,
tratando de romper el equilibrio de fuerzas
existentes en el enlace. Como la unión
sigue estando en equilibrio, habrá apareci-
do una fuerza interna que contrarresta a la
aplicada, esta fuerza es consecuencia de la
separación de los átomos de sus posiciones
de equilibrio, apareciendo unas fuerzas de
repulsión o atracción, según los átomos se
acerquen o alejen de sus posiciones primiti-
vas, Fig.8. La suma de todas estas fuerzas
generadas en el seno del sólido contrarresta
la fuerza perturbadora.
Figura 8

La desviación de los átomos de sus posiciones de equilibrio supone también la


existencia de un estado energético superior al mínimo, almacenando el cristal una cantidad de
energía superior a la que tendría en equilibrio en las condiciones en las que se encontraba. Fig.
8. La separación por tanto de los átomos de su posición de equilibrio a pequeñas distancias,
genera un cambio de energía del sistema y produce una fuerza entre los átomos que trata de
oponerse a la perturbación producida.

La separación de los átomos de su posición de equilibrio para anular la fuerza exterior


aplicada, depende de la forma de la curva de enlace. Curvas muy tendidas alrededor de la
posición de equilibrio, necesitan más separación de los átomos para que aparezca la misma
fuerza que en otro material en que las ramas de la curva tienen una mayor pendiente. Por tanto
la forma de esta curva, o la de energía de enlace, tiene que estar relacionada con el modulo de
elasticidad. La rigidez de un enlace la podemos definir como:

dF d 2 U
S= = 2
(6)
dr dr

7
Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

dado que sabemos que la fuerza del enlace es dU/dr. S representa la pendiente de la curva, que
para pequeñas deformaciones podemos decir que se mantiene constante, por tanto la fuerza
entre dos átomos separados una distancia r será:

F = S (r - r 0 ) (7)

siendo r0 la distancia de equilibrio del


enlace. De una forma simple, si
consideramos un sólido de área unidad
en el que hay N enlaces/unidad de área,
figura 9, al que aplicamos una tensión σ,
al ser separados dos planos por efecto de
la fuerza una distancia r-r0, se produce el
siguiente equilibrio de fuerzas:
Figura 9
σ = N S (r - r 0 ) (8)
el número de enlaces por unidad de área es 1 r02 , ya que la superficie media por átomo pode-
mos suponer que es r02 . La separación de los átomos de su posición de equilibrio dividido por
la separación inicial será la deformación unitaria, según se definió en el apartado anterior,
sustituyendo por tanto N por su valor y poniendo la expresión anterior en función de ε
tendremos:
S (r - r 0 ) ⎛ S ⎞
σ= =⎜ ⎟ε (9)
⎝ r0 ⎠
2
r0

Comparando la ecuación (5) con la ley de Hooke, se obtiene que E=S/r0. S puede obtenerse a
partir de las curvas de energía de enlace, y r0 a partir de la distancia de equilibrio del enlace.

Esta explicación del módulo de elasticidad sirve para sólidos cristalinos o amorfos, que
no sean materiales poliméricos. En los polímeros y elastómeros el modulo de elasticidad es
generalmente muy pequeño y está muy influenciado por la temperatura variando varios
órdenes de magnitud en función de T. En los metales y cerámicas la variación con la
temperatura es más pequeña, pudiendo disminuir el valor de E desde temperaturas próximas al
cero absoluto, hasta casi la temperatura de fusión hasta un 60 %. En la figura 10 se muestra un
gráfico con valores del módulo de elasticidad para diversos materiales.

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Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

Cerámicos Metales Polímeros Materiales Compuestos


103
Diamante
WC, SiC Osmio
Al2O3, Si3N4 Tungsteno Cermets
Molibdeno
MgO Cromo CFRP
Níquel
ZrO2 Hierro + Acero
Cobre
Sílice Titanio
102
Aluminio
Cemento Cinc
Hormigón Hojalata Fibra de Vidrio
Magnesio

Grafito GFRP

Plomo Alquidos
Hielo
10 Madera,
grano ||
Melaminas
Poliamidas
PMMA
Poliestireno
Nylon

Epoxy
Madera,
E/GNm-2 1
grano⊥
PEHD

Polietileno

PELD

10-1
Polipropileno

Gomas

10-2 PVC

Polimeros
expandidos

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Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

Debido a la dependencia del modulo elástico con el enlace, su valor se ve poco


influenciado por la adición de elementos de aleación, defectos de la red etc, dado que estos no
cambian sustancialmente las fuerzas de enlace del elemento base, siempre y cuando las
cantidades de soluto no sean excesivamente altas. En las aleaciones con solubilidad total E
variará linealmente con la composición siguiendo la regla de las mezclas, aquellos metales que
forman mezclas eutécticas exhiben generalmente una considerable desviación negativa de la
regla de las mezclas (como por ejemplo, en las secciones individuales A-B, B-C y C-D de la
figura 11). En aquellos pares de metales que forman compuestos intermetálicos intermedios,
tales como A y D, el módulo de Young muestra a menudo una desviación positiva de la ley de
mezclas (línea quebrada EA-ED), con máximos en las composiciones de los compuestos
intermetálicos (puntos B y C).

Figura 11

4.-DEFORMACION PLASTICA

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Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

La mayoría de los sólidos presentan el comportamiento elástico anteriormente descrito


para niveles de tensión por debajo de un determinado valor llamado límite elástico, para
solicitaciones mayores a este valor pueden ocurrir distintas cosas. Si la distancia entre los
átomos aumenta en una cantidad suficiente para que la atracción entre los átomos deje de tener
efecto, se produce la rotura del enlace y los átomos pueden separarse unos de otros. En este
caso, el final de la deformación elástica es la rotura o separación del sólido en dos o más partes.
Sin embargo, la mayoría de los sólidos en ingeniería se deforman plasticamente antes de llegar
a la rotura. La deformación plástica es una deformación permanente del material, es decir, el
material no recupera sus dimensiones originales cuando se deja de aplicar la carga. Esta
deformación se produce debido a que deslizan unas partes del material sobre otras. En los
materiales policristalinos la deformación se debe al deslizamiento de planos cristalográficos,
este comportamiento esta muy influenciado por la naturaleza de los enlaces y el movimiento de
dislocaciones, como ya veremos. En los materiales poliméricos el deslizamiento de unas
cadenas moleculares sobre otras depende mucho de su estructura interna, el peso molecular, la
cristalinidad, encadenamiento transversal y la rigidez de las cadenas, así como de la
temperatura.

Al comenzar las deformaciones permanentes, si estas son factibles, la relación entre


cargas y desplazamientos, o entre tensiones y deformaciones deja de ser lineal, figura 12.

Figura 12

11
Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

5. EL ENSAYO DE TRACCION

La evaluación más importante de la propiedades mecánicas de los materiales se hace


mediante el ensayo de tracción. El ensayo consiste en someter a una barra de sección circular o
rectangular, que recibe el nombre de probeta, a una carga de tracción que provoca el
alargamiento continuo de
la misma hasta que se
produce su rotura. Como
resultado del ensayo se
obtiene en forma gráfica
la fuerza de tracción
ejercida sobre la probeta
en función del
alargamiento producido,
figura 13.
Figura 13

En el ensayo es evidente que tiene influencia la forma de la probeta, pues para una
misma fuerza aplicada y un mismo material se alargará más una probeta de menor sección que
otra más gruesa. Para independizar los resultados de la forma de la probeta y obtener valores
significativos para el material hay que establecer la relación entre las tensiones en el material y
las deformaciones unitarias que en éste se producen. Si la carga se aplica de forma centrada se
repartirá uniformemente en cada sección transversal, la tensión soportada en cada punto será:

P
σ= (10)
A

donde P es la carga aplicada y A es la sección transversal instantánea, puesto que cuando la


probeta se alarga su sección transversal disminuye.

La deformación unitaria, basada en el alargamiento será:

dl l
ε = ∫ll = ln (11)
0
l l0

12
Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

Sin embargo, en el uso práctico de la ingeniería, a partir de los datos del ensayo se suele
obtener la relación entre tensión y deformación definidas como:

P
tension S =
A0
(12)
l - l 0 Δl
deformacion e = =
l l0

En la figura 14 se representan
ambas curvas, cuando las deforma-
ciones son pequeñas la disminución de
la sección de la probeta es despreciable
y ambas curvas prácticamente coin-
ciden. Sin embargo, cuando haya una
deformación importante en la probeta
hay que tener en cuenta las secciones y
longitudes reales de la misma, para
determinar en cada momento, las
Figura 14 cargas unitarias y alargamientos
verdaderos.

A partir de los datos del ensayo, pueden determinarse las siguientes características del
material:
- límite elástico (σe) o valor de la tensión a partir de la cual aparecen deformaciones
permanentes.

- Resistencia a la tracción (σr) o tensión para la que se produce la rotura de la probeta.

- Alargamiento longitudinal producido.

- Reducción de la sección transversal de la probeta.

- Módulo de elasticidad longitudinal (módulo de Young, E) del material.

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Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

Al contrario de lo que sucede con el módulo de elasticidad, directamente relacionado


con la naturaleza del enlace (lo que hace que se pueda considerar constante para cada material),
el valor del límite elástico y la resistencia a la tracción están relacionados con la
microestructura del material. La distribución de las fases presentes en la microestructura, el
tamaño de grano, la cantidad de defectos existentes en la red, etc, determinarán fuertemente el
grado de esfuerzo necesario para que se produzca la deformación plástica, o la separación de
dichos planos en el caso de la rotura del material. En la tabla I se muestran los valores del
límite elástico, tensión de rotura, alargamiento a la rotura y dureza para distintos materiales en
función del tratamiento térmico recibido.

Acero TRATAMIENTO σy(Mpa) σu(Mpa) εf(%) HB


1030 Recocido 341,5 464 31,2 126
Normalizado 345 521 32 149
Templado y revenido (214º C) 517,5 669,3 28 255
Templado y revenido (538º C) 648,6 848,7 17 495
4340 Recocido 472,6 745,2 22 217
Templado y revenido (204º C) 1676,7 1877 10 520
Al TRATAMIENTO σy(Mpa) σu(Mpa) εf(%) HB
1060 Recocido 30 70 43 19
H12 Deformado en frío (2%) 75 85 16 23
H14 Deformado en frío (4%) 90 95 12 26
H16 Deformado en frío (6%) 105 110 8 30
2024 Recocido 75 185 20 47
T3 Envejecido a Tª ambiente 345 485 18 120
7075 Recocido 105 230 17 60
T6 Envejecido artificialmente 505 570 11 150
Cu COMPOSICION (%) σy(Mpa) σu(Mpa) εf(%) HB
C80100 99,95 Cu 62 172 40 44
C87400 83 Cu, 14 Zn, 3 Si 165 379 30 70
C90700 89 Cu, 11 Zn 152 303 20 80
C95200 88 Cu, 3 Fe, 9 Al 186 552 35 125
C96300 79,3 Cu, 20 Ni, 0,7 Fe 379 517 10 150

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Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

Según las curvas de tensión-deformación en un ensayo de tracción, se pueden observar


tres comportamientos generales:

a) Materiales que tienen deformación elástica y plástica.


b) Materiales que no tienen prácticamente deformación plástica y se rompen
inmediatamente después de la deformación elástica.
c) Materiales que muestran fundamentalmente una gran deformación elástica.

En la figura 15 se recogen las gráficas de estos comportamientos.

Figura 15

Además del límite elástico y la tensión de rotura, para caracterizar los distintos
comportamientos de los materiales, son de gran interés otras propiedades mecánicas como la
ductilidad, tenacidad y dureza de los materiales.

Ductilidad, es la capacidad de un material de deformarse permanentemente antes de


romper. Un material que experimenta muy poca o ninguna deformación plástica hasta la
fractura se denomina frágil. Una medida de la ductilidad del material es el porcentaje de
elongación o de reducción de área, obtenido del ensayo de tracción tras la rotura:

l f - l0 A f - A0
%EL = 100 %RA = 100 (13)
l0 A0

donde l0 y A0 son la longitud y area iniciales de la probeta y lf y Af dichas magnitudes después


de la rotura.

15
Introducción al comportamiento mecánico. Deformación elástica

Conocer la ductilidad de un material es importante por dos razones. Primero, indica al


diseñador el grado de deformación que alcanzará la estructura o componente antes de la
fractura. Segundo, indica el grado de deformación permitida durante los procesos de
fabricación.

Tenacidad, es un término mecánico que se usa en diversos conceptos. Como


característica general podemos decir que la tenacidad es una medida de la capacidad del
material de absorber energía antes de la rotura, o dicho de otra forma, es el trabajo por unidad
de volumen requerido para causar la fractura del material. Dicho trabajo será:

Trabajo = ∫( fuerza, P )( incremento de_longitud,dl )


(14)
P dl ε f
Trabajo por unidad de volumen = ∫ = ∫0 σ dε
A

La tenacidad por tanto, representa el área bajo la curva σ-ε. Generalmente los
materiales tenaces suelen tener resistencia y ductilidad moderadamente altas. Los materiales de
alta resistencia y baja ductilidad tienen baja tenacidad (generalmente la ductilidad disminuye
cuando la resistencia aumenta).

Dureza, es una medida de la resistencia a la penetración sobre la superficie de un


material. La determinación de la dureza se hace generalmente por ensayos de penetración.
Estos consisten en producir una huella en el material que se ensaya aplicando sobre este un
penetrador con una presión determinada. El índice de dureza se halla en función de la presión
que se ejerce y la profundidad o diámetro de la huella. Los métodos más usados son los de
Brinell, Rockwell y Vickers, según el método empleado las escalas de medida son distintas.

En definitiva, la dureza es una medida de la resistencia del material a la deformación


plástica localizada. Los conceptos de resistencia a tracción y dureza están directamente
relacionados. Para los aceros la tensión de rotura puede estimarse como:

σ r (MPa) = 3.45HB (15)

donde HB es la dureza Brinell.

16
Deformación plástica

TEMA 2

DEFORMACIÓN PLÁSTICA

1. INTRODUCCIÓN

Ya hemos visto en temas anteriores el proceso de la deformación elástica, tanto a nivel


atómico y cristalino como macroscópicos.

La deformación elástica y las leyes que la regulan tiene gran importancia dado que es la
tensión máxima de trabajo en el diseño de cualquier elemento mecánico. Por tanto, el compor-
tamiento de un elemento en servicio, generalmente será elástico, al menos a nivel global. Sin
embargo, en muchas ocasiones debido a la presencia de entallas o defectos en el material, pue-
den aparecer en algunas zonas locales tensiones que sobrepasan el límite elástico, produciéndo-
se una nueva deformación que será permanente y que se conoce como deformación plástica.
Esta deformación, puede desembocar en la fractura final de la pieza. Un caso típico de defor-
mación plástica localizada, ocurre en los procesos de fatiga. Por otra parte, la capacidad de de-
formación plástica es quizás la característica más importante de los metales y es la base funda-
mental de multitud de procesos de conformado.

El estudio de los procesos de deformación plástica y de rotura, son pues de gran impor-
tancia, tanto como base para el estudio de los procesos tecnológicos, como forja, laminación,
extrusión, etc., como necesarios para comprender la importancia que pueden tener estos fenó-
menos en el funcionamiento de cualquier órgano mecánico para tratar de preverlos o para poder
estimar y corregir el origen de un fallo en un análisis del mismo.

2. DEFORMACIÓN PLÁSTICA POR DESLIZAMIENTO

Si con la muestra (probeta) de un metal que se va a someter a un ensayo de tracción, se


pule y se observa micrográficamente el aspecto que va presentando al aumentar la carga, po-

17
Deformación plástica

dremos seguir el proceso de deformación plástica del metal.


Conforme empieza la deformación plástica, aparece en la superficie pulida una serie de
líneas paralelas en diversas direcciones, cuanto más aumenta la carga aparecen nuevas líneas
paralelas a las ya existentes, si aumenta más el esfuerzo, aparecen más líneas que cortan incluso
a las ya formadas.

Figura 1

Si examinamos el metal totalmente de-


formado, se observa la superficie del metal lle-
na de grupos de líneas paralelas llamadas ban-
das de deslizamiento, correspondiendo cada
sistema de líneas paralelas a un grano distinto.
La naturaleza de estas líneas se ha estudiado
cuidadosamente, encontrándose que son un
desplazamiento relativo de planos cristalinos
los cuales producen escalones en la superficie
del metal (figura 1b). Figura 1.b

Si se presenta una sección transversal de la superficie pulida donde aparecen las líneas
antes de deformar, aparecerá según se presenta en la figura 2, y la luz incidente y reflejada del
microscopio irán en la misma dirección no observándose nada anormal. Sin embargo, una vez

18
Deformación plástica

deformada, los diversos escalones dispersan


la luz incidente apareciendo oscuro en el mi-
croscopio. La forma de estas líneas es muy
distinta según la red cristalina del metal; son
muy rectas y paralelas en H.C y en C.C.C, y
onduladas e irregulares en redes C.C.

Este desplazamiento de unos planos


sobre otros se llama deslizamiento y no ocu-
rre sobre planos elegidos al azar, sino que se
produce sobre unos planos cristalográficos
muy definidos llamados planos de desliza- Figura 2
miento activos que varían su orientación se-
gún el tipo de red cristalina.

Este deslizamiento de planos se produce debido a la acción de tensiones cortantes, es


decir, tangentes al plano. La tensión tangencial o cortante que se requiere para iniciar el desli-
zamiento en un monocristal sin defectos, se denomina tensión crítica de cizallamiento o tensión
tangencial crítica, y es una constante en el material. Este valor muestra grandes variaciones en
función de las impurezas, los tratamientos previos y la temperatura, en este caso fundamen-
talmente en los metales C.C. y H.C.

Ley de Schmid

La mayoría de los ensayos que se realizan sobre metales son a tracción y no a cortadura,
no obstante se puede encontrar una ecuación que relacione la tensión de tracción aplicada con
el esfuerzo cortante sobre el plano de deslizamiento y en la dirección de deslizamiento. Veamos
sobre un monocristal las acciones producidas por una fuerza exterior F sobre un plano cualquie-
ra inclinado con respecto a la dirección de estas fuerzas. Toda la tensión aplicada en un cuerpo
se puede descomponer en una sección cualquiera del mismo, en otras dos, una N normal a la
sección, que trataría de separar o juntar los átomos de esa sección con los de los planos parale-
los próximos, y otra τ tangencial que trataría de cizallar esa sección.

19
Deformación plástica

Así pues, la fuerza F aplicada a un monocristal


produciría sobre un plano AB dos tensiones N y τ. Si
este monocristal se supone cilíndrico y la fuerza esta
aplicada a las bases, fig. 3, y actúa axialmente, se encon-
φ θ trará sobre cualquier plano perpendicular a la fuerza,
una tensión:

F
σ = (1)
S

Siendo la tensión tangencial nula.

Si llamamos σ' al esfuerzo sobre una sección


Figura 3 inclinada B de área S' tendremos:

F
σ ′= (2)
S′

Ahora bien, la superficie de los planos A y B esta relacionada por la expresión:

S = S ′ × cosθ (3)
Siendo θ el ángulo que forma la dirección de la fuerza con la perpendicular al plano B.

La tensión normal sobre el plano B será:

F F
σ ′= = cos θ = σ × cos θ (4)
S′ S

Este esfuerzo se puede descomponer en una tensión normal N y otra tangencial τ. Con
respecto a la sección B se considera que la dirección del deslizamiento forma un ángulo φ con
la dirección de la fuerza aplicada. Estas tensiones valdrán:

N = σ ′ × cos θ y τ = σ ′ × cos φ (5)

Luego, sustituyendo σ' por su valor:

N = σ × cos 2 θ y τ = σ × cos θ × cos φ (6)

20
Deformación plástica

Para determinar el valor máximo de τ, considérese que para un valor dado de θ el valor
más pequeño de φ es (π/2-θ). Por tanto:

⎛π ⎞
τ = σ × cos θ cos ⎜ - θ ⎟ = σ × cos θ sen θ (7)
⎝2 ⎠

El valor máximo de esta función se obtiene para θ = 45 , lo que equivale a que θ = φ =


45º. Luego τmax será:

σ
τ max = (8)
2

El máximo valor que puede alcanzar la tensión cizallante es la mitad de la tensión de


tracción y se produce a 45º con respecto de ella. La tensión normal máxima corresponde para θ
= 0º, es decir en la sección normal a la fuerza, y es igual a la tensión que provoca la fuerza para
esa sección.

3. MECANISMO DE DESLIZAMIENTO

Según lo visto anteriormente, el deslizamiento se produce por movimiento de planos


atómicos unos sobre otros y debido a la acción de una fuerza tangencial. Consideremos ahora
un monocristal perfecto y en él dos planos de átomos paralelos sobre los que actúa una tensión
cortante τ. fig. 4.

Debido a la acción de esta tensión cortante y considerando que el plano B está fijo y só-
lo se mueve el plano A, la tensión que se necesita para deslizar el plano superior una distancia
"b", será función de la posición que tenga en cada momento este plano con respecto al otro.

Figura 4

21
Deformación plástica

Para mantener los dos planos en la posición inicial de equilibrio, la tensión necesaria es
cero. Cuando el plano B se haya desplazado una distancia "b/2" los átomos de éste estarán co-
locados justamente sobre los átomos del plano A. En esta situación y debido a la fuerza de en-
lace, los átomos pueden moverse tanto a la izquierda como a la derecha por lo que puede to-
marse τ= 0.

Cuando el desplazamiento es igual a "b", se está en una posición de equilibrio igual a la


inicial, sólo que desplazado una distancia "b", en esta situación τ también será cero. En cual-
quier posición intermedia de estas, los átomos son atraídos hacia los vecinos más próximos con
una fuerza en función de la distancia a la que se encuentra. La variación de τ con el desplaza-
miento "x" se supone que se puede expresar mediante una función senoidal; siendo por tanto:

⎛ 2πx ⎞
τ = τ max sen ⎜ ⎟ (9)
⎝ b ⎠

Para pequeños valores del desplazamiento, se puede aplicar la ley de Hooke, que en de-
formación cortante es:

Gx
τ =Gγ = (10)
a

Dónde G es el módulo cortante y γ la deformación cortante. Además para pequeños


valores del desplazamiento la ecuación (8) se puede escribir como:

2πx
τ = τ max (11)
b

y combinando las ecuaciones (9 y 10) se obtiene:

G b
τ= (12)
2π a

como "a" y "b" tienen dimensiones muy parecidas se puede hacer la aproximación de que a=b,
resultando:

G
τ= (13)

Este valor de τ es el valor teórico de la tensión crítica de cizallamiento. Este valor, se ha


encontrado que es del orden de 100 a 10000 veces superior al observado en los cristales reales.
Incluso utilizando técnicas de análisis más refinados, las discrepancias siguen siendo grandes.

22
Deformación plástica

Todo esto hace pensar, que la deformación en la red se encuentre favorecida por la existencia
de defectos en la misma que hacen que la deformación se produzca más fácilmente. Estos de-
fectos, ya estudiados anteriormente son los que conocemos con el nombre de dislocación. Co-
mo se ve el valor de la resistencia teórica de un material, depende únicamente de su módulo de
elasticidad transversal, es decir cada material tiene una capacidad potencial de resistencia pro-
porcional a el valor de G de este material. Valores de τ medidos para distinto materiales con y
sin dislocaciones se muestran en la tabla I.

TABLA I

Material τ MPa τ/G

Cd 483 x 10-3 2,5 x 10-5


Ag 586 x 10-3 2,3 x 10-5
Cu 579 x 10-3 1,4 x 10-5
Cu sin dislocaciones 610 1,5 x 10-2
Fe 14 1,7 x 10-4
Fe sin dislocaciones 6550 8,0 x 10-2

ClNa 1.96 1,4 x 10-4


SiO2 sin dislocaciones > 5860 2,1 x 10-1
Al2O3 sin dislocaciones > 20700 1,3 x 10-1

De todo lo anterior se deduce, que la deformación de un sólido cristalino se debe a el movi-


miento de deslizamiento de los distintos planos atómicos producidos por el movimiento de las
dislocaciones.

Este movimiento, es el movimiento progresivo del defecto a través de la red, Fig. 5, sin tener
que moverse todos los átomos del plano conjuntamente, produciéndose el movimiento con me-
nor consumo de energía y necesitándose una tensión menor para hacerlo. Cuando la dislocación
pasa de la fila en la que se encuentra al plano de la derecha, Fig. 5, lo que ocurre es que hay un
pequeño movimiento de los átomos alrededor de la dislocación, el trabajo que se realiza para
mover los átomos hacia la derecha, hacia una posición de energía superior a la de equilibrio, se
compensa con la disminución de energía de los átomos a la izquierda de la dislocación que caen
nuevamente hacia una posición de equilibrio.

23
Deformación plástica

De esta forma difiere de la deformación elástica, en la que siempre todos los átomos se despla-
zan de una forma continua y homogénea la misma cantidad de sus posiciones de equilibrio. La
deformación plástica por el contrario, al estar asociada a las dislocaciones, hace que solo se
produzcan movimientos de algunos átomos durante la deformación, en vez de tener que vencer
la fuerza de enlace de todos lo átomos asociados al plano de deslizamiento, produce el mismo
efecto venciendo los enlaces de una línea de deslizamiento de forma progresiva. Esta deforma-
ción esta asociada a las dislocaciones de tal manera que no puede ocurrir una sin la otra.

La resistencia al movimiento de las dislocaciones, depende tanto del tipo y direccionali-


dad del enlace como de la estructura cristalográfica. El conocimiento de los mecanismos de
formación y movimiento de las dislocaciones, nos proporcionan las bases para poder aumentar
la resistencia de los materiales. Si las dislocaciones se bloquean, la resistencia elástica aumenta,
obteniéndose una mayor capacidad de soportar cargas del material.

Figura 5
Luego, teóricamente la deformación plástica empezará cuando alguna tensión tangencial en
cualquier plano cristalográfico supere la tensión tangencial crítica. Sin embargo, para que el
deslizamiento no produzca la rotura sino sólo una deformación, es necesario que se restablezca
el enlace en el desplazamiento, que los enlaces no sean personales. También es necesario que
durante el desplazamiento los átomos no sobrepasen la distancia mínima necesaria para perder
la cohesión de un átomo con otro, y por último se necesita que la estructura resultante sea ener-
géticamente admisible. Si estas condiciones no ocurrieran al efectuarse el deslizamiento de los
planos, se produciría la rotura por pérdida de cohesión.
4. ENERGÍA DE LAS DISLOCACIONES

24
Deformación plástica

Obviamente la presencia de dislocaciones reduce grandemente la resistencia de los materiales.


Es importante saber que tipo de dislocaciones pueden estar presentes en una estructura cristali-
na, si son estables, por que planos se pueden deslizar y porque. Estos interrogantes se pueden
contestar, determinando de que depende la energía asociada a una dislocación. Se sabe que el
deslizamiento se produce únicamente en algunos planos, que son los más compactos y dentro
de estos en algunas direcciones determinadas que también son las más compactas. Una justifi-
cación física de este comportamiento, se puede encontrar en que estos planos y direcciones son
los que están más separados entre sí, favoreciendo el deslizamiento por existir la mínima inter-
ferencia atómica en esas direcciones determinadas. Fig. 6. No obstante, existe otra razón de tipo
energético para justificar
el deslizamiento por es-
tos planos y direcciones.

Debido a que los


átomos en una disloca-
ción están fuera de su
posición de equilibrio,
podemos decir que se
Figura 6
tiene un campo de ten-
siones o de deformaciones alrededor de la línea de dislocación. En esta zona deformada habrá
almacenada una cierta cantidad de energía elástica, denominada energía elástica de la disloca-
ción. Supongamos una dislocación helicoidal como la representada en la figura 7, a lo largo de
un cilindro de radio r.

Esta dislocación se puede haber


producido por un corte de la mitad ci-
lindro paralelo al eje, y desplazando las
caras cortadas una distancia b igual al
espaciado interatómico de la red en esa
dirección. Calculemos la energía aso-
ciada a un elemento anular de radio r,
espesor dr, y longitud unidad, centrado
sobre la dislocación. El desplazamiento
Figura 7

25
Deformación plástica

de esta anillo, haciendo un circuito completo alrededor del mismo, es igual a b, y la deforma-
ción cortante según se vio en el capitulo anterior será:

b
γ= (14)
2π r

Una vez conocida la deformación cortante, se puede calcular la energía de deformación por
unidad de volumen. La variación de energía elástica por unidad de volumen de la tensión apli-
cada será: dW = τ d γ 1. La energía por unidad de volumen al deformarse desde cero a γ, se ob-
tendrá integrando la expresión anterior entre estos límites. Por otra parte, según la ley de Hooke
τ = G γ 2. Sustituyendo en la expresión anterior e integrando se obtiene:

γ γ
Gγ2
W = ∫ τdγ = ∫ G γ dγ = (15)
0 0
2

donde G es el modulo cortante.

Sustituyendo la ecuación (14) en la (15) se obtiene:

2
1 ⎛ b ⎞
W= G⎜ ⎟ (16)
2 ⎝ 2π r ⎠

La energía total por unidad de longitud a lo largo del cilindro se obtiene integrando la expresión
anterior sobre el volumen del cilindro.

2
1 ⎛ b ⎞
r1
G b2 r 1
Wl= ∫ G ⎜ ⎟ 2 π r dr = ln (17)
r0
2 ⎝ 2π r ⎠ 4π r0

El empleo de un límite inferior es debido, a que para valores muy pequeños de r la deformación
γ (ver ecuación (14)) es muy grande, no cumpliéndose las leyes de la elasticidad, y no siendo
válido el planteamiento anterior, necesitándose teorías más complejas para calcular la energía
de la deformación en el núcleo de la dislocación, estos cálculos revelan que la energía de esta
zona próxima al núcleo de la dislocación, es pequeña comparada con la energía elástica del re-
sto del campo de deformación. Para r > 2b es aplicable la teoría anterior. La relación ln(r1 / r0)
tiende a ser ≈ 4π, siendo por tanto la energía por unidad de longitud de dislocación:

Wl ≈G b
2
(18)

26
Deformación plástica

Haciendo un cálculo similar para las dislocaciones de borde se obtienen resultados idénticos.
Como se ve en la ecuación anterior, la energía de la dislocación varia con el cuadrado del vector
de Burgers. De acuerdo con estos resultados, es de esperar que debido a consideraciones ener-
géticas las dislocaciones traten de tener un vector de Burgers lo más pequeño posible. Por
ejemplo una dislocación de 2b de vector de Burgers tiene una energía por unidad de longitud
igual a 4Gb2, mientras que dos dislocaciones individuales de vector b tienen en conjunto una
energía de Gb2 + Gb2 = 2Gb2. Una dislocación de vector 2b puede disminuir la energía total del
cristal si se desdobla en dos individuales. Dos dislocaciones de signo opuesto se anulan dismi-
nuyendo la energía de 2Gb2 a cero.

Con estas consideraciones, se puede suponer que las dislocaciones se formaran en las distintas
estructuras cristalinas en los planos y direcciones en los que ocurra que el vector de Burgers b
sea más pequeño. Es decir, los planos y direcciones más probables son aquellos en los que la
traslación de un punto a otro de la red sea la más corta, esto ocurre en los planos y direcciones
más compactos. La mayoría de las veces el vector de Burgers b coincide con el parámetro de la
red.

5. MOVIMIENTO Y GENERACIÓN DE DISLOCACIONES

La cantidad de dislocaciones presentes en un cristal, y su facilidad para formarse condicionan la


resistencia y el comportamiento mecánico de un material. Es un hecho evidente que la defor-
mación plástica aumenta la densidad de dislocaciones, aumentando por tanto en principio la ca-
pacidad de deformación.

Veamos en principio que fuerza actúa sobre una dislocación, cuando se mueve por la acción de
una tensión cortante. La aplicación de una tensión cortante a un cristal que contenga una dislo-
cación y que produce su movimiento, hace que al producirse una deformación se realice un tra-
bajo, disminuyéndose la energía potencial del sistema. La fuerza sobre la dislocación podemos
definirla, como la derivada de la variación de energía con respecto a la posición de la disloca-
ción.

Supongamos un cristal como el de la figura 8, en el que por efecto de la tensión aplicada la dis-
locación se mueve de un extremo a otro del cristal, desplazándose la mitad superior una canti-

27
Deformación plástica

dad b con respecto a la mitad inferior. El trabajo


producido por la tensión aplicada τ, será: (τl1l2)b.
Al movimiento de la dislocación se opone una
fuerza por unidad de longitud igual a f. Dado que
la dislocación se ha movido a lo largo del cristal
(l2) el trabajo necesario para este movimiento
habrá sido: (fl1) l2, como el trabajo gastado por la
dislocación ha de provenir del trabajo exterior
aplicado, ha de cumplirse que ambos sean iguales.
Luego igualando las dos expresiones, tenemos: Figura 8

f =τ b (19)
Luego la fuerza por unidad de longitud que actúa sobre una dislocación es simplemente el pro-
ducto de la tensión aplicada por el vector de Burgers. Esta fuerza actúa en dirección perpendi-
cular a la línea de dislocación y paralela al movimiento. Este resultado es el mismo para dislo-
caciones de borde como helicoidales o mixtas.

Veamos ahora que ocurre cuando en un cristal que contiene un lazo de dislocación se le aplica
una tensión τ, Fig. 9. Al aplicar esta tensión cortante aparecen dos mecanismos opuestos sobre
la dislocación. Por una parte esta tiende a cerrarse para disminuir la energía asociada, tratando
de disminuir la longitud del lazo,
comportándose como una línea de
tensión que trata de contraerla, la
energía asociada a este lazo como
vimos en un apartado anterior es Gb2.
Por otra parte la tensión aplicada
tiende a expandir el lazo. Si la fuerza
de la línea de tensión es mayor que la
debida a las tensiones aplicadas, el
lazo se contraerá, en caso contrario se
expande. Interesa saber que ocurrirá
para una dislocación al aplicar una
tensión. Si la dislocación crece dr, se
Figura 9

28
Deformación plástica

produce un aumento de la energía igual a: el aumento de longitud, multiplicado por la energía


por unidad de longitud, 2πGb2 dr. El trabajo producido por la dislocación en este incremento,
será el producto de la fuerza por unidad de longitud (τb) por la longitud de la dislocación (2πr)
y por el desplazamiento (dr). Igualando ambos trabajos, se obtiene:

2 π G b 2 dr = τ b 2 π r dr
Gb
(20)
τ=
r

Según la ecuación anterior, la tensión necesaria para expandir la dislocación es inversamente


proporcional al radio del lazo, si τ > Gb/r la dislocación se expande, si por el contrario τ <
Gb/r, la dislocación se contrae.

La ecuación (19) es válida también para el caso de una dislocación recta que interaciona con
algunos obstáculos. Consideremos una dislocación de borde bloqueada en dos puntos A y B,
Fig. 10.

Figura 10
Inicialmente la línea de dislocación bloqueada es recta, como consecuencia de la ten-
sión aplicada ésta puede curvarse sobre los extremos fijos, disminuyendo continuamente el ra-
dio de curvatura. La dislocación sigue curvandose hasta que la fuerza de empuje debido a la
tensión aplicada se equilibra con la línea de tensión, luego:

τ b l = 2T senθ (21)

donde T =Gb2. Cuando θ=90º, la fuerza debido a la línea de tensión es máxima, y la tensión
necesaria para que el segmento siga curvandose disminuye, en este caso tenemos:

29
Deformación plástica

2G b2 2Gb Gb
τ= = = (22)
bl l r
donde r=l/2. Como se ve la ecuación anterior es igual a la (19), por tanto se puede considerar
que una dislocación en línea de longitud l se comporta igual que un lazo de dislocaciones de
radio igual a l/2.

Cuando la tensión sigue aumentando, en el caso anterior, la dislocación sigue curvandose hasta
cerrar un lazo y aparece una nueva dislocación que comienza el mismo camino que la anterior,
esto se conoce como fuente de dislocaciones de Frank-Read, Fig. 11. Como se ve una tensión
puede producir una fuente de dislo-
caciones si existen estas previamente
en el cristal. Se puede decir que la
plasticidad comenzará cuando la ten-
sión alcance el valor suficiente para
que la dislocación se curve completa-
mente, en este caso τ = 2Gb/l. Los
valores de l son aproximadamente
igual a ρ-1/2, siendo ρ la densidad de
dislocaciones. Valores típicos de ρ
para metales recocidos, son del orden
de 107 cm/cm3, lo que da valores de l
= 3 x 10-4, los valores de b son del
orden de 2 x 10-8 cm. Substituyendo
estos valores en τ = 2Gb/l se obtiene
que el límite elástico es del orden de
10-4G, lo que esta bastante de acuer-
do con los valores medidos en ensa-
yos.
Figura 11

Cuando la resistencia al movimiento de las dislocaciones en la red es grande, por ejemplo por
existencia de enlaces covalentes, los cálculos son más complejos y habría que tener en cuenta
esta resistencia. Existen otras fuentes de dislocaciones además de la de Frank-Read, la propia
deformación plástica produce gran cantidad de dislocaciones en el cristal.

30
Deformación plástica

6. PLANOS Y SISTEMAS DE DESLIZAMIENTO

Al aplicar una fuerza de tracción sobre un monocristal, la tensión cortante máxima sobre un
plano de deslizamiento vendrá dada por la ecuación (4), y en una dirección de deslizamiento en
ese mismo plano será la ecuación (5). Luego el valor de la fuerza de tracción aplicada "F" para
producir el deslizamiento dependerá de la orientación del cristal con respecto a la fuerza. De
todas formas el deslizamiento se produce cuando la componente cortante en la dirección del
deslizamiento es capaz de vencer la resistencia al movimiento de las dislocaciones, este valor es
la tensión crítica de cizallamiento.

Durante la deformación, además, los


planos de deslizamiento tienden a girar
sobre dos ejes distintos para tratar de
ponerse paralelas a la dirección del es-
fuerzo, Fig. 12.

Figura 12

Como se ha visto en el apartado anterior, los planos y direcciones sobre los que ocurrirá la de-
formación dependen de la estructura cristalina. Un plano y una dirección de deslizamiento for-
man lo que se denomina un sistema de deslizamiento. Según la red cristalina, varían los siste-
mas de deslizamiento comportándose los materiales de distinta manera según sean estos siste-
mas

Red hexagonal

Los planos de deslizamiento en esta red son las bases del hexágono y dentro de estos planos las
direcciones son las diagonales, luego, presenta un sólo plano de deslizamiento y tres direccio-

31
Deformación plástica

nes.
Los materiales que presentan este tipo de red suelen ser frágiles pues poseen pocos sistemas de
deslizamiento. Únicamente se deforman fácilmente si la dirección del esfuerzo es apropiada,
comportándose frágilmente en orientaciones desventajosas.

Los planos de deslizamiento son los {0001}, y las direcciones de deslizamiento los < 1120 > .

Red cubica centrada en las caras

Esta red presenta cuatro planos compactos y dentro de cada uno de ellos tres direcciones de
deslizamiento, presentando por tanto 12 sistemas de deslizamiento. Al presentar un gran núme-
ro de sistemas de deslizamiento los materiales que presentan este tipo de red son muy plásticos,
pues siempre hay posibilidad de que algún sistema esté orientado favorablemente con respecto
al cortante máximo. Los planos de deslizamiento en esta red son los {111}, y las direcciones los
<110>.

Red cubica centrada en el cuerpo

En este tipo de red al no poseer plano compacto, hace que el deslizamiento no siempre se de en
los planos de máxima densidad. Este tipo de redes no suelen mostrar tan alto grado de plastici-
dad como la red CCC, pues no tienen sistemas de deslizamiento definidos. Sin embargo, en al-
gunos casos el deslizamiento se realiza por
planos menos compactos, generalmente {110}
y {112}, siendo en estos casos las líneas de
deslizamiento onduladas e irregulares. El des-
lizamiento se puede producir sobre cualquier
plano que tenga una dirección compacta, que
será de deslizamiento. Esta dirección es la
<111>. En materiales con estas estructuras se
necesita una mayor fuerza para el movimiento
de las dislocaciones, pues los planos no están
tan separados como en las CCC, y el movi-
miento es más difícil. En la figura 13 se mues- Figura 13
tra sistemas de deslizamiento de esta estructura.

32
Deformación plástica

7. DEFORMACIÓN PLÁSTICA POR MACLADO

Este proceso de deformación como ya dijimos, influye menos que el deslizamiento en la defor-
mación plástica. El maclado consiste en una deformación de la red por cizallamiento de diver-
sos planos atómicos sucesivos, desplazándose cada plano una cantidad proporcional a su dis-
tancia al plano de maclado y en el que el último se ha desviado una cantidad múltiplo entero del
espaciado atómico, formando los átomos desplazados una imagen especular con respecto a los

Figura 14
no deformados, Fig.14.

Las diferencias entre el deslizamiento y el maclado son:

1.- En el primero la zona deslizada es paralela a la red original, mientras que en el maclado
no.

2.- En el deslizamiento se produce un desplazamiento de un bloque entero del cristal, mien-


tras que en el maclado es una deformación cortante uniforme.

3.- El esfuerzo requerido para producir la macla es mayor que para el deslizamiento. Son
también menos sensibles a la temperatura.

El maclado por lo general se produce por la acción de grandes esfuerzos, generalmente en redes

33
Deformación plástica

H.C. y C.C.C, pero raramente en C.C.


Además de producir una deformación por sí sola, las maclas favorecen el deslizamiento por las
nuevas orientaciones que crean aumentando la posibilidad de que alguna de ellas sea favorable
al deslizamiento. En algunos metales H.C. es responsable de una gran parte de la deformación,
colocando más sistemas de deslizamiento en posición adecuada constituyendo el principal me-
dio de deformación.

Existen dos tipos de maclas:

- Las maclas de deformación, prevalecientes principalmente en metales H.C. (magnesio,


zinc, etc.) y en metales CC. (tungsteno, hierro α, etc.)

- Las maclas de recocido producidas en el mecanismo de recristalización de un metal de-


formado previamente, que aparecen fundamentalmente en los metales CCC. (aluminio,
cobre, latón, etc.)

8. DEFORMACIÓN DEL SOLIDO

La deformación elástica terminará cuando la separación entre los átomos se hubiera aumentado
en una cantidad suficiente, como para que la atracción entre los átomos deje de tener efecto, en
ese momento se producirá la rotura del enlace y los átomos pueden separarse unos de otros.
Una vez roto el enlace primitivo, al aumentar la distancia entre sí pueden ocurrir distintos casos,
que los átomos caigan dentro del campo de acción de otros nuevos, formando con ellos un nue-
vo enlace, posible en el enlace metálico debido a sus características particulares y empezando
en ese momento la formación permanente del cristal o deformación plástica. En el caso que la
rotura del enlace no permita que este se vuelva a formar, el final de la deformación elástica es la
rotura o separación del sólido en dos o más partes. Esta deformación plástica ocurre sin embar-
go mucho antes de alcanzar un aumento de la distancia de rotura del enlace, debido como ya se
sabe a la existencia de dislocaciones.

El tipo de enlace y el tamaño y forma de las moléculas así como la fuerzas de interacción entre
estas, son las que determinan el comportamiento elástico. Al comenzar las deformaciones per-
manentes, si estas son factibles, las dislocaciones comienzan su movimiento y otros meca-
nismos entran en juego para controlar el comportamiento mecánico del material. En los meta-

34
Deformación plástica

les, materiales con una gran capacidad plástica, su comportamiento es debido a la no direccio-
nalidad del enlace y a la no existencia de iones implicados en el movimiento de deformación.
En los materiales cerámicos habría que distinguir entre cristalinos y amorfos y entre los que tie-
nen enlaces covalentes y iónicos. En los que tienen enlaces covalentes, al ser estos fuertemente
direccionales, no es posible la formación
del mismo una vez roto. En los sólidos
iónicos el comportamiento es muy dis-
tinto, dependiendo en que plano crista-
lográfico se produzca la deformación, o
si son monocristalinos o policristalinos.
Así como se ve en la figura 15, el desli-
zamiento en ciertos planos no produce el
emparejamiento de iones del mismo sig-
no no produciéndose por tanto fuerzas
de repulsión, mientras que en otros pla-
nos el deslizamiento enfrenta átomos del Figura 15
mismo signo produciendo fuerzas de repulsión que rompen el enlace.

En los materiales poliméricos de cadena larga, el comportamiento está muy influenciado por la
temperatura y por el porcentaje de cristalinidad. si el polímero no cristaliza sigue la curva
ABCD, figura 16. En la región C de líquido subenfriado, las moléculas están vibrando constan-
temente y reagrupandose, como consecuencia el polímero es flexible. En la región por debajo
de Tg (temperatura de transición vítrea), la movilidad de las cadenas es despreciable y el polí-

Figura 16

35
Deformación plástica

mero se comporta como un sólido rígido.

Si el polímero tiene cierta cristalinidad, el comportamiento es también diferente por encima y


por debajo de la temperatura de transición vítrea. Por debajo de Tg el polímero está formado por
una masa de cristalitas embebidas en una matriz vítrea, comportándose de una forma frágil de-
bido a la dificultad de movimiento de las moléculas. Por encima de Tg, las cristalitas están en
una matriz flexible y el material puede deformarse por deslizamiento de las moléculas.

Esta variación de comportamiento en función de la temperatura, se puede describir represen-


tando la variación del modulo de elasticidad en función de la temperatura, en la figura 17 se re-
presenta esta variación. Para algunos rangos de temperatura el polímero se comporta de forma
viscoelástica, es decir la deformación depende del tiempo, por tanto los valores de E que se
muestran, son la constante de proporciona-
lidad entre las tensiones y las deformacio-
nes para un tiempo de ensayo fijado. Por
debajo de Tg el material se comporta de
forma elástica como un vidrio, para peque-
ñas tensiones el comportamiento es elásti-
co e independiente del tiempo. La defor-
mación es producida por el estiramiento y
flexión de los enlaces covalentes y secun-
darios. Por encima de Tg la deformación
Figura 17
depende del tiempo y las moléculas pueden
moverse por efecto de la movilidad y de la ro-
tura de los enlaces secundarios que permiten a
las cadenas que se deslicen unas sobre otras.

La variación del comportamiento mecánico en


los polímeros depende mucho de su estructura
interna, el peso molecular, la cristalinidad, en-
cadenamiento transversal y la rigidez de las
cadenas, dificultan el deslizamiento de unas
cadenas moleculares sobre otras aumentando
por tanto su resistencia. En la figura 18 a modo Figura 18

36
Deformación plástica

de ejemplo se recoge la variación del modulo de elasticidad con la temperatura para el poliesti-
reno amorfo y cristalino.

37
Mecanismos de aumento de resistencia

TEMA 3

MECANISMOS DE AUMENTO DE RESISTENCIA

1. INTRODUCCIÓN

La resistencia mecánica de los materiales está íntimamente ligada a la existencia y ca-


pacidad de movimiento de las dislocaciones. Cómo ya se vio en capítulos anteriores las disloca-
ciones son consideradas defectos de la estructura cristalina, y que, independientemente de la
cantidad en que existan en el sólido se forman en grandes cantidades en el proceso de deforma-
ción plástica del material. Los órganos mecánicos están sometidos a esfuerzos que a su vez
transmiten a otros elementos, estando por consiguiente, sometidos a esfuerzos en su funciona-
miento. Para que el funcionamiento sea correcto, la deformación que pueda sufrir el material,
debe de ser en todo momento fundamentalmente elástica, esto supone que las dislocaciones es-
tén bloqueadas sin capacidad de movimiento. La facilidad de movimiento, permitirá la defor-
mación permanente del material rápidamente con poco esfuerzo aplicado. Por tanto, si de algu-
na manera se consigue dificultar el movimiento de las dislocaciones, se conseguirá que la ten-
sión que se necesita para que comience su movimiento es mayor, cómo consecuencia el mate-
rial será capaz de soportar más esfuerzo dentro del campo elástico y su resistencia desde el pun-
to de vista del diseño es mayor. Principalmente los obstáculos que se oponen al movimiento de
las dislocaciones son cualquier variación de la periodicidad de la red cristalina, ya sea por pre-
cipitado de átomos de impurezas, inclusiones inertes tales cómo óxidos, carburos, partículas
dispersas etc. También la deformación de las estructuras o la creación de una gran cantidad de
dislocaciones, produce el bloqueo de las mismas aumentando considerablemente la resistencia.

Cuando se trata de un cristal perfecto o casi perfecto, donde se supone que las únicas
imperfecciones son las dislocaciones, hay básicamente dos tipos diferentes de fuerzas resisten-
tes que actúan sobre el movimiento de las dislocaciones: las debidas a las vibraciones térmicas
de la red, y las debidas a la distorsión del ángulo de enlace que existe en el núcleo de la disloca-
ción. Los átomos en la línea de dislocación al estar fuera de su posición de equilibrio, forman

37
Mecanismos de aumento de resistencia

un ángulo de enlace distinto al que les correspondería si el cristal fuera perfecto. Esto hace que
la energía del enlace sea superior a la de equilibrio. Esta fuerza es conocida cómo fuerza de
Peierls.

El efecto de la vibración de la red es generalmente pequeño, lo mismo que las fuerzas


de Peierls, no obstante, éstas en algunos materiales pueden llegar a ser importantes. Hay mate-
riales en los que la direccionalidad del enlace es importante, tales cómo el Si o Ge, con la es-
tructura cúbica del diamante, o compuestos cómo el GaAs o InSb, con estructuras similares en
los que los enlaces son grandemente covalentes y por tanto fuertemente direccionales. Las
energías de las dislocaciones en estos materiales son altas, debido a que la distorsión producida
en el ángulo de enlace en el núcleo de la dislocación es grande. Las fuerzas de Peierls en estos
materiales son una gran barrera al movimiento de las dislocaciones, a temperaturas incluso pró-
ximas a las de fusión. Los metales de transición con estructuras CC, tienen una cierta direccio-
nalidad en el enlace, lo que hace pensar que son las fuerzas de Peierls, las que controlan el mo-
vimiento a bajas temperaturas. A temperaturas elevadas las vibraciones atómicas eliminan el
efecto de la distorsión del enlace, siendo otros factores los que pasan a controlar el movimiento.
Los enlaces en estructuras CCC o HC o cristales iónicos, son suficientemente no direccionales
cómo para que estas fuerzas puedan tener un efecto importante.

En los materiales de uso industrial en los que las estructuras están llenas de imperfec-
ciones, en las que existen partículas de soluto, en las que existen inclusiones y partículas preci-
pitadas en la red, etc., existen suficientes barreras cómo para que sean estas las que jueguen el
papel más importante en los mecanismos de aumento de resistencia. El entendimiento de estos
mecanismos nos proporcionan las bases prácticas para el control de la resistencia en la mayoría
de los sólidos cristalinos.

2. ENDURECIMIENTO POR SOLUCIÓN SOLIDA

Cuando un átomo de soluto se disuelve en una matriz cristalina, ya sea por sustitución o
inserción, se produce una distorsión en la red alrededor del soluto, la deformación producida
alcanza a más átomos que los que rodean a la partícula disuelta, tanto más cuanto mayor sea la
diferencia de tamaños en soluciones sólidas de sustitución, en las de inserción, el soluto suele
ser en general mayor que el hueco, produciendo una deformación de la red alrededor del punto

38
Mecanismos de aumento de resistencia

de inserción, además la deformación que producen estas soluciones no es esférica al contrario


de las de sustitución que forman campos de deformación esféricos. Esta distorsión es un campo
de tensiones alrededor de la impureza que interaciona con la dislocación, bloqueando o impi-
diendo su movimiento, sin embargo se ha comprobado que los campos de deformación no esfé-
ricos producen un aumento de la resistencia superior a los esféricos.

El efecto de los átomos de soluto es pequeño si estos están distribuidos aleatoriamente


en la red, pero puede ser considerables si están ordenados de alguna manera. Cuando los áto-
mos de soluto están distribuidos de forma aleatoria, el efecto sobre la resistencia al movimiento
de la dislocación es pequeño, el campo de tensiones de cada átomo tiende a impedir el movi-
miento hacia él, por lo que al intentar moverse en una dirección, los átomos de soluto tienden
tanto a mover la dislocación cómo a frenarla, ejerciendo por tanto una efecto nulo sobre la dis-
locación, Fig. 1, esto ocurre si la dislocación es recta. Para que el soluto tenga un efecto resis-
tente sobre el material es necesario suponer que la dislocación es flexible, adaptándose a las
partículas precipitadas buscando posiciones de mínima energía flexionando alrededor de las
regiones de alta energía de interacción, Fig. 1, y no teniendo que moverse la línea entera al
mismo tiempo. Cuando la dislocación se curva entre obstáculos, el grado de interacción de los
precipitados, dependerá del espaciado medio entre partículas. Para átomos de soluto individua-
les (distribución aleatoria del soluto), éste espaciado es muy pequeño, produciéndose una gran
tensión y un aumento de energía en la dislocación. La curvatura entre dos partículas muy pró-
ximas necesita de una gran tensión en el bloqueo, lo que lleva a que la dislocación pase a través
de los obstáculos producidos por los átomos individuales de soluto, la dislocación por tanto,
pasará a través de los átomos individuales que se encuentra en su camino de deslizamiento,
dando lugar a capas desordenadas con un aumento de energía interfacial entre la partícula y la
matriz, esta energía absorbida es responsable del aumento de resistencia en estas situaciones. Es
de esperar poco endurecimiento en soluciones con soluto disperso aleatoriamente, sin embargo
una agrupación ordenada de partículas, puede producir un efecto más pronunciado sobre la re-
sistencia del material.

Figura 1

39
Mecanismos de aumento de resistencia

El soluto en una solución sólida no ordenada no se distribuye de forma totalmente alea-


toria, sino que los átomos de soluto tienden a agruparse preferentemente en zonas de defectos o
formando agrupaciones, en estos casos se va a utilizar un modelo suponiendo agrupaciones
atómicas separadas una cierta distancia.

Consideremos una línea de dislocación que interaciona con una serie de partículas de
soluto, que actúan cómo barreras al movimiento. Cómo vimos en el capítulo anterior la existen-
cia de una línea de tensión impide que la dislocación se curve con pequeños radios de curvatu-
ra, este radio dependerá de la separación de los átomos de soluto. Siguiendo con este modelo,
supongamos que la separación media entre agrupaciones de soluto es l , cómo se muestra en la
figura 2, y supongamos que cada agrupación esta formado por n átomos de soluto. Una disloca-
ción que se mueve por un plano de deslizamiento es mantenida por una barrera de agrupaciones
de soluto, tendiendo a curvarse alrededor de los puntos de bloqueo aumentando la fuerza que la
dislocación ejerce sobre los átomos de soluto. Cómo se vio en el capítulo anterior, a medida que
la tensión aplicada aumenta, el radio de curvatura tiende a disminuir. Suponiendo que la dislo-
cación es empujada hasta que pasa a través de la barrera, ha de cumplirse la condición de curva-
tura crítica (r = l / 2) 1, esta condición requiere que la tensión cortante aplicada sea:

2Gb
= (1)
l

El área de cada agrupación sobre el plano de deslizamiento será: nb2, por lo que la frac-

Figura 2

40
Mecanismos de aumento de resistencia

ción de átomos de soluto c se puede expresar cómo:

n b2
c (2)
2
l

despejando b / l de la ecuación (2) y sustituyendo en la (1), se puede encontrar una relación


del aumento de resistencia en función de la concentración de soluto. Hay que tener en cuenta
que  en la ecuación (1) es la tensión crítica de deslizamiento, y por tanto la tensión cortante
para comenzar la deformación plástica. Esta relación será:

2G
= 1/2
c=K c (3)
n

El modelo utilizado es una simplificación de la realidad. Modelos más realistas permi-


ten que la dislocación pase a través de los átomos de impurezas, antes que la dislocación alcan-
ce el tamaño crítico. La ecuación (3) nos muestra que el aumento de resistencia por solución
sólida, es directamente proporcional a
la raíz cuadrada de la concentración, y
depende de la interacción dislocación-
soluto en función de K. En la figura 3
se recogen algunos resultados para sis-
temas metálicos y cerámicos que cómo
se ve están de acuerdo con la ecuación
(3).

Figura 3 3. ENDURECIMIENTO POR


PRECIPITACIÓN Y DISPERSIÓN

En el apartado anterior se consideraba el caso de un material de una sola fase, y la in-


fluencia que los átomos de soluto impureza dentro de una red ejercían sobre el comportamiento
de un elemento puro. Ahora vamos a ver cómo la presencia de una segunda fase o precipitados
de partículas dispersos por la matriz, aumentan de una manera similar a la anterior, la resisten-
cia de un material. Habría que distinguir entre precipitación y dispersión. La precipitación se
refiere a una segunda fase formada por pérdida de solubilidad y precipitación en estado sólido

41
Mecanismos de aumento de resistencia

del exceso de soluto en forma de la fase correspondiente en equilibrio. Al hablar de dispersión,


que es un concepto más amplio, se supone una segunda fase formada por distinto mecanismo
que la pérdida de solubilidad, nos referimos a precipitados de carburos, óxidos etc. El grado de
aumento de resistencia producido por partículas de segunda fase dispersas sobre una matriz
dúctil, depende de la distribución de estas partículas en la matriz. El tamaño, la forma, la frac-
ción volumétrica, la separación entre partículas y el diámetro medio, son factores que influyen
en el resultado final sobre la resistencia mecánica de un material. Todos estos conceptos están
relacionados de manera que la variación en uno de ellos hace cambiar los otros, para un tamaño
de partícula dado, la distancia entre ellas disminuye si se incrementa la fracción volumétrica.

Cuando una dislocación se mueve, interaciona con las partículas del precipitado que
obstruyen su movimiento. La
tensión tangencial aplicada
empuja la dislocación entre
los obstáculos haciendo que se
curve igual que se vio ante-
riormente, Fig. 4, hasta alcan-
zar un radio crítico, Fig. 4c, la
tensión necesaria para este
proceso es:  = 2Gb/l . A par-
tir de esta situación la disloca-
ción puede seguir moviéndose
con una tensión más pequeña
dejando un lazo alrededor de
cada obstáculo. Cada disloca-
ción que pasa produce un
nuevo lazo, esta dislocación
rodeando la partícula produce
un campo de tensiones elásti-
Figura 4
cas que puede llegar a ser tan
grande cómo para que deforme plásticamente la matriz. Estos campos elásticos desarrollados,
producen grandes deformaciones elásticas en las partículas, soportando una gran parte de la
carga total aplicada.
El límite de aumento de resistencia en estas condiciones se alcanza por fractura, defor-

42
Mecanismos de aumento de resistencia

mación plástica de la partícula, o desgarre de la matriz lejos del precipitado, también cuando las
partículas son muy pequeñas no tienen suficiente resistencia para bloquear las dislocaciones y
el aumento de resistencia es pequeño. Las partículas dado que en general son compuestos in-
termetálicos, poseen una alta resistencia, y en general están fuertemente adheridas al cristal que
les rodea.

Vemos que hay varias formas en las cuales los precipitados finos pueden actuar cómo
barreras de las dislocaciones. Por una parte las partículas de precipitados pueden ser suficien-
temente pequeñas o blandas para que puedan ser cortadas por las dislocaciones, no produciendo
en estos casos un gran aumento del límite elástico, el aumento de resistencia producido es debi-
do a la tensión necesaria para pasar o cortar el precipitado, Fig. 5, la dislocación pasa a través
de la barrera. Esto ocurre al principio del tratamiento de endurecimiento por envejecimiento,
cuando comienza la precipitación y las agrupaciones son todavía suficientemente pequeñas y
están demasiado juntas. Cuando la partícula tiene un tamaño suficiente para que no sea cortada
o que pase a través de ellas, actúan cómo verdaderas barreras al movimiento curvándose las dis-
locaciones para formar lazos cómo se vio en la figura 4. El parámetro crítico para el aumento de
resistencia es el espacio entre centros de deformación, cuando este valor es demasiado grande,
partículas muy grandes generalmente incoherentes, y suficientemente rígidas para bloquear la
dislocación, hacen que estas se curven formando lazos muy profundos para pasar a través del
defecto, y las tensiones necesarias para ello no
son tan altas, ecuación (1). Cuando la distancia
entre barreras es tal que aun permitiendo el
paso de las dislocaciones son suficientemente
rígidas para evitar que sean cortadas, y esta
distancia es relativamente pequeña es cuando
se consigue el máximo aumento de la resisten-
cia.

Figura 5
Según la ecuación (1), vemos que a
medida que disminuye l se necesita una mayor tensión para que la dislocación pase a través de
los obstáculos, sin embargo hay un límite. Cuanto menor es l menor es el tamaño del precipi-
tado, pudiendo llegar a ser suficientemente pequeño para que sea cortado o puenteado dejando
de ofrecer una resistencia al movimiento. Además si l es demasiado pequeño, muy inferior a r
la dislocación pasará a través de la barrera. A medida que aumenta l el tamaño de la partícula

43
Mecanismos de aumento de resistencia

aumenta y la tensión necesaria para formar el lazo es más pequeña. De aquí la forma de la curva
de variación de la resistencia en un tratamiento de precipitación, y el por que del efecto del so-
breenvejecimiemto.

4. ENDURECIMIENTO POR DEFORMACIÓN

La deformación plástica en un material produce un aumento de la resistencia del mis-


mo, este proceso solo es aplicable lógicamente a materiales que presentan un cierto grado de
deformación plástica. Los procesos de conformado plástico en los metales sirven para darles
forma, conseguiéndose al mismo tiempo un gran aumento de resistencia. Este aumento de resis-
tencia se pone de manifiesto en un ensayo de tracción con el aumento progresivo de la resisten-
cia que se detecta una vez pasado el límite elástico. En los metales puros o muy poco aleados y
aleaciones que no se pueden endurecer por otros métodos, es el proceso principal y casi único
de que se dispone para aumentar su resistencia.

Además del aumento de resistencia, en este proceso se producen una serie de variacio-
nes en la microestructura que afectan además de a la resistencia mecánica a otras propiedades
físicas. Se produce una gran deformación y reorientación de los granos, lo que produce una au-
mento apreciable de la resistencia eléctrica debido a que aumentan los centros de dispersión,
una pequeña disminución del coeficiente de expansión térmica, la reactividad química se au-
menta debido al aumento de energía interna lo que lleva a una disminución de la resistencia a la
corrosión.

El aumento de resistencia es debido al bloqueo que se producen en los distintos planos


de deslizamiento, producidos por el considerable aumento de las dislocaciones que se forman
por el propio proceso de deformación, estas pasan de 106 o 108 dislocaciones por centímetro
cuadrado que es lo normal en metales recocidos, a 1012 dislocaciones/cm2. La estructura crista-
lina del material que se deforma, tiene gran importancia en la capacidad de aumento de resis-
tencia. Así los metales HC presentan un aumento de resistencia mucho menor que los metales
cúbicos, en monocristales HC la existencia de sistemas de deslizamiento solo en planos parale-
los, no permite la interacción de planos de deslizamiento, en monocristales cúbicos la existencia
de múltiples sistemas de deslizamiento permite que estos interacionen unos con otros blo-
queándose entre ellos e impidiendo el movimiento posterior de las dislocaciones, en la figura 6

44
Mecanismos de aumento de resistencia

se muestra la variación de la resistencia con la


deformación en monocristales, obsérvese la po-
ca variación del Zn y Mg ambos HC. En mate-
riales policristalinos el efecto de las distintas
orientaciones hace que aumente este efecto in-
cluso en materiales HC.

Los campos de tensión de las disloca-


ciones se interacionan ejerciendo una fuerza
unos sobre otros. Si la aproximación de dos dis-
locaciones tiende a eliminarlas, la fuerza que se
produce entre ambas es de atracción tendiendo
a unirse para eliminarlas disminuyendo la ener-
gía del sistema. Por el contrario si la aproxima-
Figura 6
ción de dos dislocaciones produce una distor-
sión mayor del campo de deformaciones las
dislocaciones se repelen, apareciendo fuerzas
que tienden a separarlas, Fig. 7. Con este sim-
ple modelo se puede ver el efecto de unas dis-
locaciones sobre otras. En el ejemplo anterior
se suponen dislocaciones dentro del mismo sis-
tema de deslizamiento, cuando los sistemas de
deslizamiento son distintos la interacción entre
dislocaciones puede ser cómo en la figura 8.
Figura 7
Cuando una dislocación AA interaciona con otras BB, se encuentra una barrera cómo
vimos anteriormente, la dislocación AA puede hacer que se mueva la otra, aun en este caso la

Figura 8

45
Mecanismos de aumento de resistencia

fuerza para continuar el movimiento será la necesaria para mover las dos dislocaciones. Cómo
la deformación plástica produce gran cantidad de dislocaciones hace que estas se entrelacen
impidiéndose su movimiento. Se ha encontrado que la tensión necesaria para producir deforma-
ción plástica en un material endurecido por deformación, se puede expresar cómo:

 = Gb  (4)

donde  es la densidad de dislocaciones, que se puede expresar cómo   1/ l 2 .  es una cons-


tante cuyo valor esta alrededor de 0,2, que tiene en cuenta la orientación de los planos de desli-
zamiento. En la figura 9 se representa para el Cu policristalino la relación entre aumento de re-
sistencia y densidad de dislocaciones, se observa en la figura un buen acuerdo entre los datos
experimentales y la ecuación (4).
Si la densidad de dislocaciones va-
ria linealmente con la deformación,
la relación entre resistencia y de-
formación al deformar plástica-
mente un material, será una pará-
bola, fenómeno que se observa en
el ensayo de tracción de muchos
metales y aleaciones.

5. ENDURECIMIENTO POR
LIMITES DE GRANO
Figura 9
En los mecanismos expuestos anteriormente no se ha tenido en cuenta en general la
existencia de uno o más granos en el material, sin embargo la mayoría de los metales y aleacio-
nes de uso industrial son policristalinos, es decir están formados por múltiples cristales (granos)
con distintas orientaciones cristalográficas. Esta distinta orientación fuerza a los granos a de-
formarse en sistemas de deslizamiento independientes. Teniendo en cuenta que se debe de man-
tener la cohesión entre granos, esta claro que la deformación de un grano produce tensiones en
los que le rodean influyendo sobre los sistemas de deslizamiento de los otros. La estructura cris-
talina también ejerce gran influencia en la variación de comportamiento por límites de grano, si
la estructura tiene pocos sistemas de deslizamiento, HC, el efecto es más enérgico, cuando un
grano se deforma ejerce una fuerza sobre otro adyacente. Si los sistemas de deslizamiento son
pocos, es difícil que esta fuerza esté en la dirección o próxima a ella de un sistema de desliza-

46
Mecanismos de aumento de resistencia

miento de este grano, lo que necesita de un esfuerzo superior para proseguir la deformación. En
cambio si hay muchos sistemas de deslizamiento y en múltiples direcciones es más probable
que exista un sistema de deslizamiento bien colocado para adaptarse al movimiento que produ-
ce la deformación de un grano. En el primer caso se puede producir la rotura de forma frágil al
ser difícil la deformación, aumentando las tensiones sin posibilidad de deformación hasta que
se produzca la rotura. En cristales cúbicos con múltiples sistemas de deslizamiento, es más fácil
que se produzca la deformación produciéndose un aumento de la resistencia sobre el monocris-
tal.

Consideremos dos granos adyacentes Fig. 10, supongamos que el grano A comienza a
deformarse plásticamente por sobrepasar la componente cortante de la fuerza aplicada, la resis-
tencia al movimiento de las dislocaciones, en un sistema de deslizamiento bien orientado. Para
que la deformación se consiga a través del material, es necesario que la concentración de la ten-
sión que se produce por la acumulación de dislocaciones bloqueadas en el límite del grano, sean
suficientes para provocar el comienzo de la deformación plástica del grano B, en algún sistema
de deslizamiento de este grano, cómo para que esto ocurra es necesario vencer la resistencia
para que comience la deformación en este grano, esta claro que se produce un aumento de la
resistencia dado que no comenzará la deformación plástica hasta conseguir plastificar a los gra-
nos adyacentes. La intensidad de las tensiones en el frente de la línea de deslizamiento, depende
de la tensión aplicada, también depende de
la longitud de la banda de deslizamiento y
por tanto del tamaño de grano.

Se puede demostrar que la acumula-


ción de dislocaciones sobre una barrera,
produce una tensión cortante sobre la línea
de deslizamiento que se opone al movimien-
to de las dislocaciones que se desplazan por
Figura 10
el mismo plano. Esta tensión es función di-
recta de la distancia de la fuente de dislocaciones a la barrera, en un grano esta distancia se
puede considerar el diámetro del grano. Según esto, a medida que el grano es más grande la
tensión que se ejerce sobre el contiguo es mayor, siendo posible que se produzca la deforma-
ción de ambos granos con tensiones aplicadas más pequeñas. El tamaño de grano pequeño pro-
duce un aumento de resistencia por las dos causas enumeradas: por constituir más barreras para

47
Mecanismos de aumento de resistencia

el movimiento de las dislocaciones, y por ser menor la concentración de tensiones creada en el


frente de la línea de deslizamiento. Es un hecho comprobado que el tamaño de grano pequeño,
proporciona materiales con comportamientos mecánicos mucho mejores que granos grandes, el
límite elástico es aumentado al mismo tiempo que mejoran la tenacidad.

La relación que liga el aumento de resistencia con el tamaño de grano en materiales po-
licristalinos, es conocida cómo relación de Hall-Petch y es de la forma:

 e =  i + k d -1/2 (5)

donde e es el límite elástico, i es la tensión de fricción que se opone al movimiento de la dis-


locación y está determinado por todos los mecanismos que producen aumento de resistencia,
excepto del límite de grano, k es un parámetro que depende de múltiple factores.

6. ENDURECIMIENTO POR FIBRA

Los mecanismos de aumento de resistencia vistos, consiguen mejorar las propiedades


de los materiales, generalmente metales, pero solamente dentro de unos límites. La resistencia
teórica puede llegar a ser de 0,1E cómo se vio en capítulos anteriores, sin embargo lo máximo
que se consigue con estos mecanismos es poco más de 0,01E. Por otra parte los metales son a
menudo pesados, químicamente reactivos e inestables a altas temperaturas, lo que les hace pro-
blemáticos en muchas aplicaciones. Además en muchas aplicaciones es más importante la rela-
ción resistencia/peso que la resistencia únicamente, esto ha dado lugar a la utilización de los
denominados materiales compuestos, en los que se trata de aprovechar las propiedades que pro-
porciona la unión de dos materiales. Esta unión permite utilizar materiales en formas que si no
se unieran con otro no tendrían utilidad industrial, nos referimos a las fibras o partículas muy
pequeñas.

Básicamente la debilidad de un material está producida por las dislocaciones y las grie-
tas. Para aumentar la resistencia de un sólido, tanto de la resistencia a la deformación plástica
cómo a la fractura, necesita eliminar o hacer ineficaces los defectos descritos. La eliminación de
las dislocaciones de los materiales cristalinos es prácticamente imposible, por lo que todos los
métodos de aumento de resistencia se han enfocado al bloqueo de estas. Sin embargo si se pre-
paran hilos muy finos (fibras) de 10-6 a 10-5 m de distintos materiales, las pocas dislocaciones

48
Mecanismos de aumento de resistencia

presentes se vuelven inmóviles, además a tamaños tan pequeños el número de defectos presen-
tes en el sólido es muy bajo. Por otra parte los materiales utilizados cómo fibras suelen ser ma-
teriales con fuertes enlaces covalentes y muy resistentes lo que impide aun más el movimiento
de las dislocaciones.

Materiales tales cómo el vidrio, el boro, carbono, alúmina, carburo de tungsteno, carbu-
ro de titanio etc. son los utilizados en los denominados materiales compuestos. Estos materiales
generalmente en forma de fibra, tanto continua cómo discontinua, son mezclados con otros para
darles consistencia forma y volumen, este segundo material es el que se denomina matriz y sue-
len ser polímeros o metales los utilizados para esta misión. La misión de la matriz es aglutinar,
mantener, separar, amortiguar la transmisión de las grietas que surgen de la rotura de las fibras
y transmitir los esfuerzos a la fibra que es la que realmente soporta las cargas aplicadas. En los
composites se mezclan dos materiales de propiedades muy distintas, por una parte la matriz es
un material generalmente tenaz, y la fibra es un material de alta resistencia, de manera que la
combinación proporciona un material de gran resistencia y buena tenacidad. La tenacidad de los
materiales compuestos generalmente es buena, dado que la propagación de una grieta necesita
vencer la resistencia de la matriz, de la propia fibra de la unión fibra-matriz, de las distintas ca-
pas etc, lo que hace que se necesite gran cantidad de energía para producir la rotura.

El comportamiento del material es esencialmente elástico, y dado que los módulos de


elasticidad de refuerzo y matriz son bastante diferentes, la distribución de tensiones que se pro-
duce cuando un compuesto es sometido a una carga de tracción en la dirección de la fibra es
bastante compleja. Debido a la diferencia de módulos, los alargamientos elásticos que deberían
de tener la fibra y la matriz son muy diferentes, lo que hace que aparezcan tensiones cortantes
en la interfase.

Debido al distinto comportamiento y a que por otra parte ambos materiales están unidos
y por tanto han de deformarse la misma cantidad, el comportamiento del conjunto es variable
según la tensión aplicada. El módulo de elasticidad cuando ambos están dentro del período
elástico, vendrá dado por la regla de las mezclas. Ec será:

Ec = E f V f + Em V m (6)

donde Ef y Em son los módulos de elasticidad de la fibra y matriz respectivamente, y Vf y Vm son


las fracciones volumétricas de ambos. Cuando la matriz se deforma plásticamente y la fibra sin

49
Mecanismos de aumento de resistencia

embargo todavía sigue un comportamiento elástico, E será:

 d 
Ec = E f V f +   Vm (7)
 d  m

 d 
donde   es la pendiente de la curva tensión-deformación de la matriz para la deforma-
 d  m
ción experimentada.

Cuando se produce la rotura, la resistencia del compuesto viene dada por una expresión
similar a la Ec, esta es:

 c =  f V f +  m V m (8)

donde 'm es la tensión de tracción que soporta la fibra en el momento de la rotura de la fibra, y
f es la resistencia a tracción de la fibra. Cuando la fibra se rompe, no ocurre inmediatamente el
fallo, sino que la matriz puede haberse endurecido por deformación suficientemente. Para obte-
ner algún beneficio de la presencia de la fibra la resistencia del compuesto ha de ser mayor que
la resistencia de la matriz endurecida por deformación, es decir c>>u, donde u es la resisten-
cia a la rotura de la matriz, luego:

 u =  f V f +  m ( 1 - V f ) (9)

De la ecuación anterior se puede deducir que se necesita una cantidad mínima de fibra
para que el compuesto aumente la resistencia de la matriz, esta fracción de volumen será:

 u -  m (10)
V min =
 f -  m

Para mayores incrementos en la resistencia son necesarios mayores volúmenes de fibra.


Cuando la fibra es discontinua o no está en la dirección del esfuerzo aplicado, el cálculo del
aumento del aumento de resistencia es más complejo.

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