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Deficiencias y excesos nutricionales en tomate: síntomas y

corrección
2 diciembre, 2012 | Suelos

La fertilización tiene un papel fundamental en la producción


de tomate, al ser un cultivo que necesita buenas cantidades de ciertos elementos en fases puntuales, de
manera que en nuestro plan de abonado resulta primordial aportar los nutrientes necesarios en el momento
adecuado, y en caso de detectar una deficiencia corregirla a tiempo.

La carencia o exceso de un elemento puede expresarse de una forma muy distinta según el cultivo, incluso
en especies del mismo género, por eso nos vamos a centrar específicamente en el tomate.
Sabiendo esto, vamos a hacer una primera distinción según la edad de la hoja, distinguindo entre hojas
viejas y hojas jóvenes. Los síntomas en las primeras son a consecuencia de la falta de nutrientes móviles:
N, P, K, y Mg, que van a desplazarse a la zona de crecimiento, mientras que cuando los síntomas se
observen inicialmente en hojas jóvenes, estaremos ante deficiencias de elementos inmóviles: Fe, Mn, Ca,
B, o de escasa movilidad: Zn, Cu, S.

Tras estas consideraciones previas vamos a enumerar los síntomas de las deficiencias y fitotoxicidades
por exceso de los principales elementos.

NITRÓGENO (N)
Deficiencia

Las hojas viejas son las primeras en amarillear, de forma uniforme, incluidos los nervios. Las nuevas
palidecen y son más pequeñas. La planta manifiesta falta de vigor, aumenta la abscisión de flores, da frutos
de menor calibre, y hay fallos en el cuajado.

Interpretación de análisis foliar: Niveles en hoja por debajo del 2% se consideran bajos.

Exceso

Estimula el crecimiento vegetativo, provoca la caída de flores, una maduración irregular y se resiente la
producción. Además puede producir deficiencia de K o Mg.

Corrección

Abonado nitrogenado en forma de nitratos (nitrato amónico, nitrato calcico, nitrato potásico),
urea, soluciones N-P-K,…y a largo plazo, matera orgánica, que asegura un aporte continuado de N.

FÓSFORO (P)

Deficiencia

Con una deficiencia importante de este elemento, se observa en hojas viejas unas tonalidades púrpuras
intervenales y también sobre el envés. La planta toma un aspecto raquítico, crece lentamente y se produce
un retraso en la fase de maduración.

Interpretación de análisis foliar: nivel bajo – < 0,1%

Exceso

En exceso puede bloquear ciertos elementos antagonistas como Fe, Zn o Cu.


Las bajas temperaturas pueden acarrear una mala asimilación del fósforo, hecho común por ejemplo en
semilleros de tomate en invierno.
Corrección

Normalmente se aplica un abonado de fondo con algún fertilizante fosforado: superfosfato de cal, fosfato
monoamónico (MAP), fosfato monopotásico (MKP), ácido fosfórico, fosfatos naturales, etc.

POTASIO (K)

Deficiencia

Deficiencia común durante la fase de cuajado del fruto, cuando la demanda de potasio es más elevada. El
síntoma es el amarilleamiento del borde de las hoja, primero las viejas, que más tarde sufren una necrosis
marginal curvándose hacia arriba. Paralelamente los nervios pueden tomar una coloración parduzca.

En el fruto se producen varias fisiopatías que se caracterizan por producir una maduración irregular a lo
largo de la superficie del fruto, por la aparición de una mancha amarillenta en forma de estrella

en el ápice del fruto, etc. Las más conocidas son el abanderado o tomato
irregular rippening (TIR) y el blotchy ripenning. El origen de estas fisiopatías no son únicamente
nutricionales (carencia de potasio o exceso de nitrógeno), ya que ciertos virus, como el del bronceado del
tomate (TSWV), o la misma picadura de mosca blanca, pueden ser la causa de las mismas.
Con la carencia de potasio se resiente la floración, a la vez que disminuye la calidad del fruto, ya que este
elemento tiene influencia directa sobre la calidad del fruto.

Interpretación de análisis foliar: nivel bajo – < 2

Exceso

De igual modo que el elemento anterior, bloquea elementos tales como el hierro, zinc magnesio o
manganeso.

Corrección

Nitrato potásico, sulfato potásico, fosfato monopotásico,…


MAGNESIO (Mg)

Deficiencia

Clorosis intervenal en hojas, permaneciendo los nervios verdes, pudiendo adquirir estos un tono marrón.
Las primeras hojas afectadas son las adultas situadas en el centro de la planta y rápidamente se puede
extender el síntoma a hojas jóvenes.

En fruto, los desequilibrios entre Ca y Mg provocan una fisiopatía denominada tip.

Interpretación de análisis foliar: nivel bajo – < 0,4%

Exceso

Elevadas cantidades de potasio y calcio pueden causar deficiencia de magnesio.

Corrección

Via foliar, aplicados al suelo o en fertirrigación: nitrato magnésico, sulfato de magnesio, dolomita,
magnesio quelatado,o cualquier corrector de microelementos con Mg en su composición.
CALCIO (Ca)

Deficiencia

La carencia de calcio es bastante común y las plantas afectadas reducen su vigor, los bordes de hojas
jóvenes se necrosan y se curvan en forma de cuchara. No obstante, el síntoma más característico es la
pudrición apical de frutos.

La pudrición apical o blossom end rot (BER) se asocia a un déficit hídrico y/o a una excesiva
evapotranspiración, a consecuencia de humedades bajas y temperaturas altas, hecho que produce una
mayor velocidad de crecimiento, demandando la planta más nutrientes. El calcio al ser un elemento
escasamente móvil, no es capaz de satisfacer la rápida demanda en todo el vegetal, por lo que los extremos
de los frutos en crecimiento se pudren.

Condiciones de elevada salinidad agravan el problema al quedar bloqueada la asimilación de Ca y otros


elementos.

Debemos asegurar una buena dotación de calcio en nuestro plan de abonado, especialmente en hidroponía.

Interpretación de análisis foliar: nivel bajo – < 2%

Corrección

Pulverización foliar o aplicación al suelo con nitrato cálcico, o bien calcio quelatado, durante el
crecimiento vegetativo rápido, cuajado del fruto y hasta la recolección. Se puede incorporar caliza en
los suelos donde sea posible.
AZUFRE (S)

Deficiencia

Su carencia no es muy común ya que el agua de riego, los fertilizantes y el propio suelo suelen contener
cantidades más que necesarias para el desarrollo del cultivo. Las hojas amarillean de forma generalizada,
al igual que en nitrógeno, aunque de forma más pronunciada en hojas jóvenes. Los peciolos se vuelven
rosados.

Interpretación de análisis foliar: nivel normal es aquel comprendido entre 0,2-0,4%

Exceso

Puede provocar fitotoxicidad en hojas, sobre las que aparecen unas manchas amarillas que posteriormente
se necrosan. La planta evidencia una falta de crecimiento.

Corrección

De darse esta carencia, se puede corregir aplicando azufre al suelo o cualquier fertilizante que contega
sulfato. Hay fertilizantes líquidos expresamente fabricados para solventar esta deficiencia a base de azufre,
solo o en combinación de otros elementos para aplicación foliar o fertirrigación.
HIERRO (Fe)

Deficiencia

Clorosis férrica; amarilleamiento de hojas, quedando los nervios verdes. Aparece inicialmente en hojas
jóvenes. También se produce un aborto de flores y un escaso desarrollo vegetal.

Interpretación de análisis foliar: nivel bajo – < 80 ppm

Corrección

Quelato de hierro vía foliar, en fertirrigación, directamente al suelo o al medio hidrópónico.

ZINC (Zn)

Deficiencia
Aparecen manchas intervenales amarillas, con necrosis final aunque los nervios permanecen verdes. Las
hojas son más pequeñas, síntoma que sirve para diferenciar esta carencia de la de hierro

Interpretación de análisis foliar: nivel bajo – < 15 ppm.

Corrección

Como en casos anteriores, se emplea un corrector de carencias a base de zinc, aunque son muy comunes
las mezclas de Mn + Zn, Bo + Mn + Zn, etc., aplicando de una vez varios microelementos.

MANGANESO (Mn)

Deficiencia

Un suministro deficiente de este elemento produce manchas amarillas internerviales que posteriormente
se necrosan. Aparece inicialmente en hojas jóvenes. También se observa una reducción de la floración.

Exceso

Es poco común, a veces observable en un manejo inadecuado de la fertirrigación al aplicar aguas


demasiado ácidas o en suelos con un pH inferior a 5,5.

Interpretación de análisis foliar: nivel bajo – < 30 ppm.

Corrección

Empleando un corrector a base de manganeso igual que en casos anteriores.


BORO (B)

Deficiencia

En hojas los síntomas comienzan por una ligera clorosis generalizada con tonos púrpura y posterior
necrosis apical. Los meristemos de crecimiento se marchitan y mueren. En floración provoca caída de
flores y falta de cuaje. En fruto pueden aparecer surcos, acorchados, y maduración irregular tal como
ocurría con el calcio, ya que ambos forman parte de la pared de las células.

Interpretación de análisis foliar: nivel bajo – < 15 ppm.

Corrección

Aplicación foliar o vía agua de riego con boro quelatado, en pleforación.

MOLIBDENO (Mo)
Deficiencia

Su carencia es muy poco común, tan solo en suelos por debajo de pH 5, y viene asociada a la de N, ya que
el Mo interfiere transformando el nitrógeno mineral absorbido por la planta en nitrógeno orgánico para
formar proteinas, por lo que una deficiencia de Molibdeno acarrea de forma indirecta una carencia de
nitrógeno. Los síntomas son similares; clorosis general con posibles zonas necrosadas en hojas y bordes
curvados hacia arriba, primero en las adultas.

Corrección

Se corrige aplicando tanto en pulverización como en fertirrigación un corrector de carencias a base de


molibdeno, que suele incorporar otros microelementos en su composición, o bien aplicando molibdato de
amonio al suelo a dosis muy bajas, (de gramos por hectárea), según las recomendaciones del fabricante.

CLORO (Cl)

Más que por su carencia, que es muy poco común, es importante por exceso, el cual produce
quemaduras en las hojas comenzando por su ápice, pudiendo llegar a caer.

Cuando encontramos en el cultivo un desorden fisiológico, debemos saber que existen otros tantos factores
que pueden producir dichos síntomas. Ante una deficiencia o exceso de un elemento, si los síntomas no
son muy evidentes, fácilmente pueden ser confundidos con otros factores como estrés, virus, plagas,
desarreglos climáticos (luz, humedad, temperatura), toxicidad por agroquímicos, incluso carencia de
varios elementos al mismo tiempo, quedando enmascarados los síntomas que cada uno de ellos tendría
por separado.

En caso de deficiencia, una vez localizada, y antes de comenzar a gastar caldo, conviene reflexionar sobre
la posibilidad de que el elemento deficitario se encuentre en cantidades suficientes en el suelo pero no sea
asimilable para la planta por motivos varios (algunos de los cuales ya se han expuesto): pH, humedad del
suelo, textura, temperatura o antagonismos entre elementos químicos. En caso de duda
tenemos formidables herramientas, como son los de análisis de suelo, que servirán para conocer el estado
del mismo, así como los análisis foliares, que nos permitirán comprobar como se refleja la fertilidad del
suelo en la planta.

Se denomina fruta a aquellos frutos comestibles obtenidos de plantas cultivadas o silvestres


que, por su sabor generalmente dulce-acidulado, su aroma intenso y agradable y
sus propiedades nutritivas, suelen consumirse mayormente en su estado fresco, como jugo o
como postre (y en menor medida, en otras preparaciones), una vez alcanzada
la madurez organoléptica, o luego de ser sometidos a cocción.1
La definición del diccionario de la Real Academia Española no es específica: fruto comestible
de ciertas plantas cultivadas; p. ej. la pera, la guinda, la fresa, etc. Sin embargo, por los
ejemplos dados, se evidencia que el término fruta se refiere a frutos para uso prioritario
(aunque no excluyente) como postre, producidos en su mayoría por plantas leñosas (es decir,
árboles frutales; por ejemplo, manzano, peral, melocotonero o durazno, ciruelo, cerezo,
albaricoquero o damasco, higuera, vid, naranjo, mandarino, limonero, mango, papaya,
chirimoya, guayabo, etc.) o por plantas semileñosas (arbustos frutales; por ejemplo, arándano,
zarzamora, frambuesa, etc.) y, en mucha menor medida, por plantas herbáceas (por ejemplo,
frutilla o fresa, banano o plátano).
El consumo de frutas aporta pocas calorías y un alto porcentaje de agua (entre 80 y 95 % de
su peso fresco), por lo que facilita la hidratación del organismo.2 Coadyuva al correcto
funcionamiento del aparato digestivo por el aporte de fibra alimentaria.2 Salvo excepciones
(por ejemplo, el coco y el aceite de palma obtenido del fruto de Elaeis guineensis), las frutas
no aportan grasas saturadas. Algunas frutas son fuentes de ácidos grasos esenciales para el
organismo, tales como los frutos secos y las paltas o aguacates.2 Las frutas son además una
importante fuente de energía para el organismo por su alto contenido en hidratos de
carbono solubles de rápida disponibilidad.2
Como alimento, las frutas realizan aportes a la dieta que son de suma importancia para la
salud humana. En general, son ricas en vitaminas, sales minerales y antioxidantes.2 Algunas
vitaminas y minerales, como la vitamina C y el potasio, dependen en buena medida de las
frutas como fuentes de suministro.2 Existen frutas como la sandía o el melón que contienen un
alto índice de agua.

Índice

 1Clasificación de la fruta
 2Composición de la fruta
 3Consumo
o 3.1Proceso de maduración y evolución
o 3.2Proceso de conservación
o 3.3Preparación
 4Producción
 5Véase también
 6Referencias
 7Bibliografía
 8Enlaces externos

Clasificación de la fruta[editar]
Hay diferentes formas de clasificar la fruta, según sea su tipo, la forma de recolección o el
proceso de maduración.

 Según sea el fruto:


o Frutas de hueso o carozo (drupas): son aquellas que tienen una semilla encerrada
en un endocarpio duro, esclerificado; como el damasco (albaricoque) o el durazno
(melocotón).
o Frutas de pepita o pomáceas: son frutos derivados de un receptáculo engrosado,
como la pera y la manzana, poseen 5 semillas sin cubiertas esclerificadas.
o Frutas de grano: son las frutas resultantes de un receptáculo engrosado, cuyos frutos
verdaderos (aquenios) presentan aspecto de minúsculas semillas en su interior. Tal es
el caso del higo, fruto que recibe el nombre botánico de sicono.

 Según el tiempo desde su recolección hasta que es consumida:


o Fruta fresca: cuando el consumo se realiza inmediatamente o a los pocos días de su
recolección, de forma directa, sin ningún tipo de preparación o cocinado.
o Fruta seca, desecada o pasa: es la fruta que, bien naturalmente o bien por un
proceso de desecación artificial, tiene en su composición menos de un 50% de agua,3
y gracias a ello se puede consumir meses, e incluso años, después de su recolección
como las nueces en general (incluyendo las castañas y las avellanas), los cacahuates,
el cacao, las pasas o los orejones.

Las uvas, fruta mediterránea obtenida de la vid. Se trata de una típica fruta no climatérica.

 Según el tipo de maduración (en la maduración de la fruta puede producirse o no un


incremento de la tasa respiratoria, acompañado de un incremento en la síntesis de etileno,
que se denomina climaterio y que sirve para clasificarlas):4
o Frutas climatéricas: son aquellas que muestran un incremento más o menos
marcado en la tasa respiratoria y en la síntesis de etileno. Entre las frutas climatéricas
se cuentan: la manzana, la pera, el plátano o banana, el melocotón, el albaricoque,
el kiwi, la chirimoya y la fresa, entre otras. Estas frutas evidencian una maduración
coordinada por el etileno, que regula los cambios de color, sabor, textura y
composición. Estas frutas suelen almacenar almidón (Leucoplastos) como hidrato de
carbono de reserva durante su crecimiento. El almidón puede hidrolizarse durante la
maduración dando lugar a azúcares simples que otorgan sabor a la fruta. Este
proceso sucede aunque la fruta sea separada de la planta inmediatamente antes de
madurar (estado preclimatérico). Por ello, se suele aprovechar este carácter para
recolectar ese tipo de fruta en estado preclimatérico, para almacenarla en condiciones
controladas de forma que la maduración no tenga lugar hasta el momento de la
comercialización.
o Frutas no climatéricas, no presentan variaciones sustanciales en la tasa respiratoria
o en la síntesis de etileno durante la maduración. Además, el etileno no coordina los
cambios organolépticos principales (sabor, aroma, textura) durante la maduración.
Entre las frutas no climatéricas se encuentran: las cerezas en general, la naranja,
el limón, la mandarina, la piña,y la uva,entre otras. Estos frutos no almacenan almidón
antes de la maduración, razón por la cual no deben ser separados de la planta antes
de alcanzar la madurez organoléptica. La recolección se debe realizar después de
alcanzada la madurez, pues no mejoran su sabor y aroma luego de separadas de la
planta.
En cualquier caso, la velocidad de maduración y la vida en postcosecha no se asocia con el
carácter climatérico o no climatérico de las frutas, sino con la respiración: cuanto mayor es la
tasa respiratoria (constante o no), mayor es la perecibilidad de la fruta.4 Por ejemplo,
la manzana es una fruta climatérica que evidencia un pico en la producción de etileno y en la
tasa respiratoria durante su maduración. Sin embargo, su tasa respiratoria media-baja le
asegura una vida en postcosecha más prolongada que la de algunos frutos no climatéricos,
como las fresas, las zarzamoras o las frambuesas que poseen tasas respiratorias más
elevadas.
Hay además, algunos grupos de frutas que se distinguen por tener ciertas características
comunes:

 Fruta cítrica, aquella que se da en grandes arbustos o arbolillos perennes (entre 5 y


15 m) cuyos frutos o frutas, de la familia de las rutáceas, poseen un alto contenido
en vitamina C y ácido cítrico, el cual les proporciona un sabor ácido muy característico.
Las más conocidas son la naranja, el limón, la mandarina, la maracuyá y la lima.
 Fruta tropical, aquella que se da de forma natural en las regiones tropicales, aunque por
extensión, se aplica a las frutas que necesitan para su desarrollo unas temperaturas
cálidas y alta humedad, como la banana, el coco, el kiwi y la piña.
 Fruta del bosque, un tipo de frutas pequeñas que tradicionalmente no se cultivaban sino
que crecían en arbustos silvestres en los bosques, como la frambuesa, fresa, la mora,
la grosella, la zarzamora y la endrina.
 Fruto seco, aquella que por su composición natural (sin manipulación humana) tiene
menos de un 50 % de agua. Son alimentos muy energéticos, ricos en grasas,
en proteínas, así como en oligoelementos. Las más conocidas son la almendra, la nuez,
la avellana, el maní, el coco y las castañas. En este caso no se consume el fruto sino la
semilla, etc

Composición de la fruta
Las hortalizas son un conjunto de plantas cultivadas generalmente en huertas o regadíos,
que se consumen como alimento, ya sea de forma cruda o preparadas culinariamente, y que
incluye las verduras y las legumbres (las habas, los guisantes, etc.). Las hortalizas no incluyen
a las frutas ni a los cereales.
Sin embargo, esta distinción es arbitraria y no se basa en ningún fundamento botánico. La
Real Academia Española no reconoce esta taxonomía, y circunscribe esta acepción a los
cultivos realizados en un huerto.

Índice

 1Composición
 2Conservación y almacenamiento
 3Valor nutritivo
 4Limpieza
 5Cocción
 6Enlaces externos
Composición[editar]

 Agua. Las hortalizas contienen una gran cantidad de agua, aproximadamente un 80 % de


su peso.
 Glúcidos. Según el tipo de hortalizas, la proporción de glúcidos (o hidratos de carbono) es
variable, siendo en su mayoría de absorción lenta. Según la cantidad de glúcidos, las
hortalizas pertenecen a distintos grupos:
 Grupo A. Contienen menos de un 5 % de hidratos de carbono (acelga, apio, espinaca,
berenjena, coliflor, lechuga y rábano).
 Grupo B. Contienen de un 5 a un 10 % de hidratos de carbono (alcachofa, guisante,
cebolla, nabo, puerro, zanahoria y remolacha).
 Grupo C. Contienen más del 10 % de hidratos de carbono (papa y mandioca).
 Vitaminas y minerales. La mayor parte de las hortalizas contienen gran cantidad
de vitaminas y minerales, y pertenecen al grupo de alimentos reguladores en la rueda de
los alimentos, al igual que las frutas. La vitamina A está presente en la mayoría de las
hortalizas en forma de provitamina, especialmente en zanahorias, espinacas y perejil. Las
hortalizas también son ricas en vitamina C, especialmente el pimiento, el perejil, las coles
de bruselas y el brócoli. La vitamina E y la vitamina K se encuentran, aunque en pequeña
cantidad, en guisantes y espinacas. Como representante de las vitaminas del grupo B está
el ácido fólico, que se encuentra en las hojas de las hortalizas verdes. El potasio abunda
en la remolacha y la coliflor. El magnesio se encuentra en espinacas y acelgas. El calcio y
el hierro están presentes en cantidades pequeñas en las hortalizas, y se absorben con
dificultad en el tubo digestivo. El apio contiene sodio.
 Sustancias volátiles. La cebolla contiene disulfuro dipropilo, que es la sustancia que
hace llorar.
 Lípidos y proteínas. Las hortalizas presentan un contenido bajo de estos
macronutrientes.
 Fibra dietética. Del 2 al 10 % del peso de las hortalizas es fibra alimentaria (o fibra
dietética). La fibra alimentaria es pectina y celulosa, que suele ser menos digerible que la
fruta, por lo que es preciso cocer las hortalizas para su consumo en la mayoría de las
ocasiones. La mayoría de las hortalizas son ricas en fibra (berenjena, coliflor, judías
verdes, brócoli, escarola, guisante).
Valor calórico. La mayor parte de las hortalizas son hipocalóricas. Por ejemplo, 100 g de
acelgas sólo contienen 15 calorías. La mayoría no superan las 50 calorías por 100 g, excepto
las alcachofas y las papas. Debido a este bajo valor calórico, las hortalizas deberían estar
presentes en un gran porcentaje en una dieta contra la obesidad.
Todas estas propiedades hacen que sea recomendable consumirlas con bastante frecuencia y
diariamente: se recomienda una ración en cada comida y de la forma más variada posible. Por
eso las hortalizas ocupan el segundo piso, junto con las frutas, en la pirámide de los
alimentos. Vale aclarar que esta pirámide es sólo una de las teorías existentes en la
alimentación humana: existen otras pirámides nutricionales, como las que plantean
el vegetarianismo, el veganismo o el crudiveganismo.

Conservación y almacenamiento[editar]
Las hortalizas frescas deben conservarse adecuadamente hasta el momento del consumo.
Las condiciones y duración del almacenamiento influyen mucho en el aspecto y valor nutritivo.
La mayoría de las hortalizas deben conservarse a temperaturas bajas con una alta humedad
ambiental, por lo que el verdulero del refrigerador es el lugar más recomendable. Se aconseja
ponerlas en bolsas agujereadas o con láminas de aluminio, y evitar que el envase sea
hermético. En el frigorífico se pueden conservar algunos días, según la clase de hortaliza. Por
ejemplo, las espinacas, la lechuga, etc, no conviene tenerlas más de 3 días; sin embargo, las
zanahorias, los nabos y la remolacha son menos sensibles, y se conservan durante más
tiempo. Algunas hortalizas, como las cebollas y los ajos secos, no precisan ser conservadas
en el refrigerador, sino que es más adecuado un lugar seco y aireado.

Valor nutritivo[editar]
Las verduras son partes de las plantas herbáceas que son idóneas para el consumo humano.
Estos componentes comestibles de la planta pueden ser tallos, hojas, raíces, flores y frutos. El
valor nutritivo de las verduras define la presencia de esas sustancias esenciales que son
importantes para mantener la vida. Los científicos categorizan las verduras como
nutracéuticos, porque son una mezcla de nutrición y farmacéutica: ciertas sustancias químicas
presentes en los vegetales tienen un gran valor medicinal.

Limpieza[editar]
Las hortalizas se han de lavar o cepillar cuidadosamente antes de ser consumidas, según se
trate de hojas, raíces o tubérculos. Cuando no se puedan pelar, hay que limpiarlas mucho,
sobre todo si tienen la piel rugosa o peluda. Las hortalizas que se coman crudas deberían
sumergirse en agua con unas gotas de lejía diluida durante unos cinco minutos, y después
limpiarlas con agua corriente. Se debe hacer esto porque las hortalizas se riegan a veces con
aguas no potables que pueden contener numerosas bacterias, y el agua de riego entra en
contacto con la hortaliza, que suele estar a ras de suelo.

Cocción[editar]
Las vitaminas de las hortalizas se destruyen con la exposición a la luz, el aire y el calor. Las
sales minerales se disuelven en el agua al cocer las hortalizas. Para poder beneficiarse de las
vitaminas, de los minerales y del sabor, es preciso cocinar las hortalizas con poca agua (o,
mejor, con vapor) y de una forma muy rápida, sumergiéndolas directamente en agua
hirviendo. El recipiente de cocción debe mantenerse tapado y evitar moverlo (o moverlo lo
menos posible). El agua de cocción debería aprovecharse para hacer sopas, consomés y otro
tipo de caldos, porque en el agua de cocción es donde se concentran los minerales. Las
hortalizas cocidas que no se vayan a consumir en el momento deben enfriarse y guardarse en
el refrigerador. Después se pueden volver a calentar, pero durante poco tiempo.

INTRODUCCION A LA PAPAYA
La papaya es un fruto maravilloso, es una fruta distinguida por su agradable sabor,
propiedades curativas, valor nutricional, versatilidad en consumo, accesibilidad en precio y
adquisición, y de más. La papaya es una fruta que es parte de la familia de las Caricacéaes,
y su origen es de América tropical. La papaya es un fruto de talla mediana, mide en
promedio entre 10 y 30cm de longitud y pesa entre 1 y 1.5kg. La papaya posee una cascara
suave, delgada y brillosa, con múltiples semillas en su interior, pulpa muy dulce, jugosa y
con un aroma inconfundible. La planta donde crecen y se producen las papayas son palmas
pequeñas y medianas, pueden medir hasta 3 metros de altura dependiendo de la variedad
sembrada.
INFORMACIÓN TAXONÓMICA DE LA PAPAYA
REINO : Plantae

DIVISIÓN : Magnoliophyta

CLASE : Magnoliopsida

ORDEN : Violales

FAMILIA : Caricaceae

GÉNERO : Carica L.

ESPECIE : papaya L

La papaya es una fruta con una gran cantidad de nutrientes y vitaminas tales como:
Vitamina A, Vitamina B1, Vitamina B12, Vitamina B2, Vitamina B3, Vitamina B5, Vitamina
B6, Vitamina B7, Vitamina B9, Vitamina C, Vitamina D, Vitamina E, Vitamina K,
minerales tales como Bromo, Calcio, Zinc, Cloro, Cobre, Fósforo, Hierro, Yodo, Magnesio,
Manganeso, Potasio, Selenio, entre otros . A grandes rasgos, el consumo de papaya deja un
impacto positivo en cuanto a nutrición.

La papaya está consolidada como una fruta con gran cantidad de propiedades medicinales
y/o curativas. Entre las más comunes, nos encontramos con que la papaya cura el
estreñimiento, trata problemas contra la gastritis, mejora el sistema digestivo, aligera y
trata problemas en el hígado, trata problemas contra el acné, trata problemas con manchas
en la piel, quemaduras solares, mejora la vista, cicatriza heridas que supuran, mejora la
función del oído, mejora el aparato respiratorio, ayuda al crecimiento del cabello
mejorando la función capilar, cura el asma, la diabetes, controla problemas estomacales
como diarrea, regula el sistema nervioso, controla la fiebre, tos, aumenta la fertilidad
masculina, sólo por mencionar algunas.

La papaya es consumible en variadas presentaciones. Elegir una de ellas es un problema ya


que son bastantes. La papaya se puede disfrutar tal como fruta, en forma fresca, como
ingrediente para un pastel o postre, en bebidas como jugos, licuados, en algunos platillos, o
incluso, la papaya también es utilizada por algunas personas para decorar mesas o platillos
en algunos eventos.

CARACTERISTICAS DEL CULTIVO DE PAPAYA


La papaya es un fruto que requiere demasiada atención en algunos aspectos agrícolas. Por
ejemplo la papaya tiene muchas necesidades hídricas, es decir, el cultivo de papaya se ve
beneficiado con las porciones extras de agua, y no basta con un el riego reglamentario por
así decirlo. La papaya agradece cuando es sometida a riegos a destiempo con el fin de
mantener el suelo siempre húmedo. El cultivo de papaya es muy sensible a los vientos
fuertes y a las temperaturas extremas, ya sean altas o bajas cualquiera le afecta en su
desarrollo, entre otras cosas.

La papaya se cultiva normalmente a campo abierto, con la exposición solar de manera


directa, aunque como en la mayoría de las frutas existe la posibilidad de cultivarse bajo
techo, es decir en invernadero. Según datos de la USDA en el año 2013, el 94% de la
producción mundial de papaya es cultivada a campo abierto, cifra que nos dicta y nos
muestra la dimensión de lo que estamos hablando. Como dato extra cabe mencionar que
ésta cifra se mantiene y cada año la papaya se consolida más como un fruto óptimo para
cultivarse a la intemperie.

La papaya en su estado de comercialización, a partir de presentar ciertos rasgos físicos que


declaran a ésta deliciosa lista para cosecharse. Según la variedad, los rasgos de maduración
son distintos. Cada variedad tiene diferentes dimensiones de tamaño y peso, diferentes
tonos de color de piel, en fin. Lo curioso de éste cultivo, es que normalmente el productor
no se basa en el tiempo, es decir el tiempo para cosecharse no es muy exacto y es mejor
opción basarse en el factor visual. Hay papayas que ya cumplieron el tiempo de cultivo y
deberían estar listas para ser cosechadas, sin embargo sus signos físicos no lo declaran así.

VARIEDADES DE PAPAYA MÁS COMUNES Y DE MAYOR


COMERCIALIZACION
En el mundo existen más de 300 variedades de papaya, cada una con su toque único y
particularidad. Muchas variedades de esas no están al alcance de nosotros en
América. Afortunadamente existen algunas variedades a las que podríamos tener
acceso. Unas fácilmente en cualquier supermercado y otras en ciudades o países cercanos
del continente. Las variedades de papaya más comunes y consumidas son tales como:
Formosa, Golden, Sunrise, Paraguanero, Cubano, Bety, Puna, Maradol, Cartagena, Roja,
Bluestem, Graham, Fairchild, Rissimee, Hortusgred, son las más comerciales.

PRODUCCION MUNDIAL Y MERCADO DE LA PAPAYA


La papaya es producida en todo el mundo. Alrededor de 60 países participan en ésta
producción según datos de la FAO. Actualmente la producción mundial de papaya en el
mundo está por encima de los 12 millones de toneladas y año tras año hay un crecimiento
general de un 8% aproximadamente. La papaya juega un papel importante en la economía
y está constantemente activa en el mercado ya que participa en cualquier tipo de mercado.
Sin descartar la importación y exportación.

Los países líderes en producción de papaya son: India, Brasil, Indonesia, México, Nigeria,
Etiopía, Congo, Tailandia y Guatemala. Brasil produce cerca del 50% del total de la
producción total en el mundo. Simplemente es avasallante e imponente en el mercado. La
papaya es consumida y solicitada por diversas áreas del mercado. La demanda en el medio
industrial es considerable, pues el 30% del total mundial de papaya es sometido a
procesamiento para elaborar distintos productos comestibles, cosméticos o de limpieza.
Algunos de los productos que se elaboran a base de papaya, pueden ser bebidas,
mermeladas, polvos saborizantes, gelatinas, en lo comestible. En lo cosmético se elaboran
a base de papaya, cremas corporales hidratantes, jabones corporales, shampo, protector
solar. Y en cuanto a productos para limpieza, a base de papaya se elaboran productos tales
como aromatizantes, detergentes, desengrasantes, etcétera.

MÉXICO Y LA PAPAYA
México es actualmente el cuarto productor más importante de papaya en el mundo. En
México se producen alrededor de 190 mil toneladas. Esa producción se reparte en los
estados de Veracruz con el 29%, Colima con el 23%, Michoacán con el 20%, Chiapas con el
10%, Oaxaca con el 8%, Yucatán con el 6%, Jalisco con el 3% y Puebla con el 1%.

México ocupa el primer lugar mundial en exportación. México exporta el 85% de su


producción a Estados Unidos, el 13% a Canadá y el 2% se quedan para consumo local. Los
países clientes de México (Estados Unidos y Canadá) hacen mucho énfasis en que la
papaya mexicana tiene la calidad requerida por el mercado en todos los aspectos. México
está abierto a la posibilidad de producir más papaya y exportar a otros países. La tierra y
clima de México son nobles para el cultivo y producción exitosa de la papaya. Las
variedades de papaya cultivadas en México son la Maradol y la Cartagena.

ASPECTOS AGRICOLAS DEL CULTIVO DE PAPAYA


Temperatura ideal para el cultivo de papaya

Para el cultivo de papaya, la humedad y el calor son los puntos importantes para el buen
desarrollo de la papaya. Es un cultivo que demanda zonas de una pluviometría media de
1800 mm anuales y una temperatura media anual entre 20-22 ºC; aunque puede resistir
fríos ligeros, si no tiene la cantidad suficiente de calor, la papaya se desarrolla con
deficiencias y los frutos no llegan a madurar. La papaya no se debe cultivar en áreas
propensas a heladas o a temperaturas por debajo de la de congelación ya que éstas
provocarían la muerte de la fruta. Las noches frescas y húmedas ocasionan que la papaya
madure lentamente y resulte con una mala calidad.

Luminosidad requerida para el cultivo de papaya

La plantación o cultivo de papaya requiere demasiada luz y calor para obtener buenas
papayas. Entre más tiempo pase el papayo a la exposición de los rayos del sol, es mejor.
Digamos que la papaya sin luz solar se muere. De hecho la papaya necesita más calor y luz
que agua.

Suelo ideal para cultivar papaya

El cultivo de papaya se desarrolla con éxito en cualquier tipo de suelo, con la condición de
que sean suelos ligeros, fértiles (ricos en humus), blandos, profundos y permeables.
La planta de papaya, al poseer tallos y raíces blandos - esponjosos, no deben cultivarse en
suelos demasiado húmedos, compactos y con mal drenaje, ya que se corre el riego de que
las raíces se pudran. Los valores de ph recomendados para el cultivo de papaya son entre
5.5 y 7.5, siendo óptimo 6.5.

Riego indicado para el cultivo de papaya

La papaya es un cultivo exigente en agua, al igual que cualquier otro producto que nace de
la tierra. En la planta y en el fruto está presente en un porcentaje cercano al 90%, por lo
tanto se le debe dotar de un constante suministro para su normal crecimiento y
producción. Se estima que la papaya se produce bien en condiciones de altas lluvias. Se ha
estimado que precipitaciones entre 1500 y 3000 mm al año son suficientes para un
desarrollo normal del cultivo. Sin embargo, más importante que la cantidad es su
distribución durante el período de crecimiento y producción del cultivo. Desde el punto de
vista técnico, el riego es necesario para cualquier cultivo o zona cuando el requerimiento de
agua del cultivo no es llenado por el suministro hídrico natural. En términos generales,
cuando la humedad almacenada en el suelo se agota por tasas altas de evapotranspiración
debidas a condiciones aeroenergélicas favorables y al estado de desarrollo del cultivo.

ENFERMEDADES QUE AFECTAN AL CULTIVO DE PAPAYA


VIRUS ANULADO DE LA PAPAYA: Esta enfermedad es una de las más destructivas
en el cultivo de la papaya. Los síntomas iniciales son amarillez y aclaramiento de las venas
en las hojas jóvenes. Después se observa un moteado amarillo muy pronunciado,
distorsión y formación de bolsillos en las hojas. En los tallos se observan rayas y anillos.
Ésta enfermedad toma su nombre de los síntomas observados en los frutos, donde se
observan anillos de color verde oscuro, levemente hundidos. Las papayas se deforman y las
hojas se quedan pequeñas. La planta en general vuelve más pequeña, es decir pierde talla.
Las hojas también pueden mostrar el síntoma de cordón de zapato donde la superficie de la
hoja está completamente reducida. Los árboles de todas las edades son susceptibles a ésta
terrible enfermedad y los árboles que se infectan muy jóvenes producen pocos frutos o
ningunos. La enfermedad del anulado se dispersa gracias a rachas de viento que golpean al
cultivo proveniente de un cultivo infectado.

COGOLLO RACIMOSO DE LA PAPAYA: Esta enfermedad en el cultivo de papaya


puede limitar severamente la producción comercial de éste fruto. Se ha relacionado a una
bacteria como la posible causante de este mal. El primer síntoma que se observa es un
moteado leve de las hojas superiores. La lámina de la hoja se pone clorótica especialmente
entre las venas y eventualmente muestra necrosis en los bordes de las hojas. El crecimiento
de los peciolos y las hojas se reduce y es de apariencia rígida, los entrenudos se acortan.
Finalmente el crecimiento apical cesa y se observa el síntoma característico de cogollo
racimoso. El vigor de la planta disminuye y las hojas viejas se caen. Esta enfermedad es
transmitida por el salta hojas y también al injertar.

PUDRICION DE RAIZ Y FRUTO: Esta enfermedad es causada principalmente por


Phytophthora palmivora. Este hongo puede causar daños considerables al cultivo de
papaya en periodos lluviosos y en áreas de mal drenaje. Los frutos jóvenes infectados
muestran lesiones acuosas con una sustancia lechosa en su superficie. Si las condiciones de
humedad son prolongadas las papayas infectadas se pudren manteniéndose un tiempo
pegado al tronco antes de caer al suelo. Se puede observar el micelio blanco y las masas de
esporas del hongo creciendo encima de las papayas infectadas.

La parte superior del área de tallo que produce los frutos es muy susceptible a infecciones
en periodos lluviosos, lo que propicia que se formen áreas hundidas o cancros en esta área
y ocurra caída prematura de hojas y frutos dejando el árbol susceptible a daño por el
viento. Las partes más viejas del tallo desarrollan lesiones acuosas a lo largo de las heridas
que dejan las hojas al caerse. Estas lesiones se agrandan y debilitan los tallos, los cuales se
parten al darle el viento.

En áreas de drenaje pobre el hongo ataca principalmente las raíces laterales y la


enfermedad se extiende entonces a la raíz principal y todo el sistema de raíces se observa
de color marrón, blando. Los árboles pierden talla y las hojas se ponen amarillas y se ven
colgando alrededor del tallo, quedando solo unas pocas hojas pequeñas en el ápice del
árbol. En condiciones secas la enfermedad no sigue su desarrollo, pero si el árbol tiene una
carga grande de frutos puede partirse fácilmente.

Este hongo puede ser introducido en plántulas infectadas, en el agua de riego o por esporas
que trae el viento de otras siembras enfermas. La lluvia y el viento son los que llevan las
esporas de un lugar a otro y diseminan la enfermedad. El hongo sobrevive en forma de
estructuras llamadas clamidosporas que llegan al suelo en los frutos infectados que se caen
e infectan nuevas siembras.

FORMA HABITUAL DE CONSERVAR LA PAPAYA


La conservación de papaya es un tema que interesa tanto al productor y empacador, como
al distribuidor, retailer y el consumidor. Se han experimentado diversas formas para
extensión de la vida de anaquel de la papaya. Existen conservadores y coberturas con base
en productos de origen vegetal, animal o mineral. Normalmente la papaya antes de ser
empacado es cubierta con una cera a base de polisacáridos, proteínas, aceites vegetales o
minerales, o productos derivados del reino animal, como la cera de abejas.

El encerado de la papaya es la técnica más común utilizada por los empacadores y


comercializadores de papaya a escala mundial. Consiste en crear una barrera de protección
entre el producto y el ambiente para evitar su respiración, ya que ello reduce su tiempo de
vida. La pérdida de humedad (deshidratación) es la principal deficiencia de calidad
marcada por el mercado, y la que conduce a un deterioro del producto.

La cera en la papaya también se usa con el propósito de dar brillo y mejor apariencia para
el cliente o consumidor. A pesar de que existen en el mercado muchos tipos de ceras, todas
tienen las mismas características, pues intentan extender la vida de anaquel y evitan la
pérdida de peso y oxidación, con lo cual se supone que extienden la vida de anaquel de la
papaya en unos días más.

Sin embargo, muchas ceras tienen base química o provienen de recursos minerales como el
petróleo. La tendencia actual tiende a restringir el uso de ceras de origen químico y buscar
alternativas para crear ceras naturales u orgánicas.

La gran mayoría de las ceras contienen antioxidantes naturales y las ceras a base de
vegetales contienen más sustancias antioxidantes. Definitivamente el uso de ceras
combinadas con otros manejos agrícolas influye en mejores resultados en el proceso de pos
cosecha brindando producciones verdaderamente rentables.

RESUMEN DE PRE COSECHA, COSECHA Y POS COSECHA


Preparación de la semilla para sembrar papaya
La mejor manera de hacer germinar las semillas de papaya es mediante un almacigo. El
almacigo es un deposito con sus separaciones y contenedores con sistema de drenaje
donde se logran las semillas de papaya. El almacigo no se llenará con tierra sino con
sustrato y humus de lombriz. Se colocan de 3 a 4 semillas por contenedor y se mantienen
siempre húmedos a la exposición de calor en un lugar con suficiente luz. Las semillas de
papaya germinan a partir del mes de ser sembradas.

Preparación del terreno para sembrar papaya

El sistema radical de la papaya es blando y suculento, razón por la cual el suelo debe estar
bien mullido y suelto. En terrenos inclinados, se puede practicar la labranza mínima
preparando únicamente el sitio que ocupará la planta, haciendo hoyos de 30 x 30 x 30 que
garanticen el normal desarrollo de las raíces de la planta. En terrenos muy compactados
por el paso permanente de maquinaria o con presencia de capas duras, es indispensable
subsolar. Dos cortes profundos de arado y un pase de rastrillo son suficientes para suelos
con textura francos sin capas impermeables.

Si la topografía lo exige, hay que realizar las obras de conservación de suelo, captación de
sobrantes de riego y drenajes suficientes tanto de capacidad como en número. El manejo
de las aguas de lluvia y/o riego debe ser preciso, puesto que los hongos, habitantes
naturales del suelo, atacan las raíces de las plantas y producen elevadas pérdidas
económicas. En suelos pesados es necesario la construcción de caballones de 30 cm de
altura, como medida preventiva a las pudriciones radicales.

Distancias de siembra de papaya

La siembra en el sitio definitivo se hace actualmente en los Llanos en cuadro, a 2 x 2 m con


lo cual se obtiene una población de 2.500 plantas por hectárea. Aunque este número de
plantas es aceptable, la distribución no permite mecanizar adecuadamente el cultivo. Para
facilitar la mecanización sin sacrificar producción, se recomienda sembrar líneas de
plantas a 3 metros de distancia en líneas o surcos separadas a 2 metros. Con estas
distancias se establecen aproximadamente 1.666 plantas por hectárea.

Trasplante de plántulas de papaya a siembra definitiva

Una vez que las plántulas de papaya alcanzan una altura de 20cm aproximadamente y
existen hojas reales en un cuerpo, significa que ya la planta puede adaptarse al terreno
definitivo y soportar las rachas de viento así como las inclemencias del clima.

Después del ahoyado, es conveniente separar la tierra extraída del hueco, dejando para su
uso la más superficial. Dependiendo del contenido de materia orgánica del suelo se puede
mezclar la tierra con gallinaza bien descompuesta en proporción de dos partes de tierra por
una de gallinaza. Al realizar el trasplante se eliminan las bolsas. Todas las plantas de
papaya contenidas en una bolsa se siembran en un mismo hueco, de manera que el cuello
de las raíces quede más alto que el nivel del suelo, pues ésta es la parte más susceptible a
enfermedades favorecidas por la alta humedad. Se deben apartar algunas plantas para
reemplazar las muertas.

Control de malezas en el cultivo de papaya

La mayoría de los productores de papaya en el mundo, al escuchar malezas, recurren al uso


de herbicidas que es en realidad lo más común para atacar éste tipo de problemas. Sin
embargo para el cultivo de papaya no es recomendable el empleo de herbicidas debido al
carácter poco leñoso del tronco del papayo, y podría ser dañado.
La escarda de las malas malezas en el cultivo de papaya será manual, con una motoarada o
cultivador, ya que las labores profundas dañarían el sistema radicular de la planta de
papaya. Se aconseja el empleo de láminas de polietileno negro en superficie que no
permitan el desarrollo de las malas hierbas.

Fertilización para el cultivo de papaya

El asunto de la fertilización siempre ha de ser un tema determinante y a la vez opcional. Es


decir, el productor tiene la opción de no aplicar fertilizante al cultivo de papaya, pero claro
está, los productores que hacen valer ésta práctica ven los buenos resultados en la cosecha.
En los seis primeros meses de vida del cultivo de papaya, las necesidades de nitrógeno
alcanzan los 700 gramos de sulfato amónico por pie y se suministrarán mediante el riego.
Durante el resto del cultivo se suministrarán 1000 gramos anuales.
Al hacerse la plantación deben incorporarse al terreno unos 400 a 500 gramos por pie de
sulfato de potasa y otro tanto de superfosfato de cal.
En otras palabras, se empleará por cada planta de papaya 0,1 kg de un fertilizante 4-8-5 o
una mezcla similar, a intervalos de dos semanas durante los primeros seis meses y 0,2 kg
de ahí en adelante.

COSECHA Y POST COSECHA


A los 10-12 meses después del trasplante, ya existen frutos cosechables en la planta de
papaya. Anualmente un papayo produce unos cincuenta frutos, de los que se deben dejar
para cosechar en plena madurez unos veinte y coger los restantes aún verdes.
El estado de recolección se alcanza cuando los frutos empiezan a ablandarse y a perder el
color verde del ápice. La madurez se alcanzará a los 4 o 5 días de la recolección y los frutos
tomarán un color amarillo – naranja.

La cosecha de papaya es de manera manual y con mucha precaución ya que la piel es muy
delgada y tiene a magullarse con bastante facilidad. La papaya se corta cuando pesa entre 1
y 3 kilos. Cada operario deposita las papayas en un contenedor acolchonado por sus 5
lados (base y paredes). La papaya es transportada al área de empaque o procesamiento
dependiendo el caso. Una vez la papaya en el empaque, es seleccionada separando el fruto
de calidad y el deficiente, enseguida la papaya es lavada y desinfectada con el fin de matar
algunos hongos, la papaya es secada, y pasa al proceso de encerado. La papaya se empaca
en cajas pero aisladas unas de otras. La caja donde se empaca la papaya debe ser con
sistema de acolchonado con el fin de que la papaya mientras en transportada al mercado
final, no tenga mucho movimiento y se maltrate.

La papaya una vez empacada, se somete al proceso de pre enfriado, a 6 grados centígrados
en una cámara de frio por un lapso de 5 horas previo a ser cargada en el tráiler, avión o
barco (dependiendo el destino de mercado). Al cumplirse dicho tiempo, la papaya es
montada al transporte y finalmente comercializada.

La producción de papaya crece y baja año con año, como es el caso de cualquier fruta,
verdura o vegetal. Lo que viene cierto y puntual, es que los productores de papaya cada vez
invierten más y buscan alternativas innovadoras para satisfacer las necesidades tanto del
cliente como de ellos mismos.

USO DE NUESTRA COBERTURA A BASE DE ALOE PARA


PAPAYA
No es muy usual que los productores de papaya utilicen ceras, películas o recubrimientos
comestibles para reducir la pérdida de peso, la pudrición, reducir el metabolismo para
extender la vida útil de la papaya o para mantener un aspecto fresco y agradable al tacto y
al contacto visual.

Y aún en el caso que se utilicen, no contribuyen a extender la vida útil del mismo
ni tampoco brindan inocuidad, ya que no poseen funciones antibacteriales ni
tampoco funciones anti fúngicas.

Además, muchos de los productos o ceras usadas en la papaya, no son


sustentables, puesto que son químicos de origen mineral que generan rechazo
en los consumidores y en los canales de distribución. Muchos de esos
productos provienen de combustibles fósiles y sus derivados, por lo
cual tardan cientos de años en lograr su biodegradación.

A diferencia de ello, nuestra cobertura ALOECOAT 1-BIO, provee una


extensión a la vida útil a la papaya, y es un producto totalmente sustentable y
amigable con el medio ambiente. Solo tarda 15 minutos para su
biodegradación, es inocuo, no agrega sabor a la papaya y provee múltiples
beneficios.

En papaya, ALOECOAT 1-BIO y ALOECOAT-1BIO PLUS proveen diversas ventajas, a


saber:

- Extiende la vida de anaquel de la papaya

- Mantiene a la papaya en buenas condiciones en tiempos prolongados de transporte

- Tiene fácil adherencia a la papaya y no deja olor

- Provee una función anti envejecimiento pues crea un biofilm a cada papaya en forma
individual
- Reduce tasa de respiración y demora cambios fisiológicos en la papaya

- Otorga firmeza a la papaya

- Tiene función bactericida, anti fúngica y antiséptica en la papaya

Este producto ya ha sido experimentado en papaya, mostrando excelentes resultados en


operaciones de empaque, con un respaldo científico demostrado.

Para mayores informaciones comerciales o técnicas del uso de ALOECOAT 1-BIO en


papaya, favor entre en contacto con nosotros.

IdiomaUndefined

Practicas de Manejo Pre Cosecha y


Post Cosecha en Productos
Agricolas, Frutas y Hortalizas
Buenas Prácticas Agrícolas de Manejo Pre Cosecha y Post Cosecha en Productos Agrícolas -
Cereales, Oleaginosas, Frutas y Hortalizas

Uno de los elementos más importantes en la producción agrícola, ya sea de cereales,


oleaginosas, como de frutas y hortalizas, se refiere a las prácticas y actividades de pre
cosecha y las prácticas y acciones de post cosecha.

Muchos de los productos agrícolas producidos no logran obtener rendimientos adecuados


en sus cultivos por prácticas ineficientes de mantenimiento de cultivo y otras labores de
pre cosecha. Ello comprende diversidad de prácticas y actividades según cada producto
agrícola, pero usualmente incluye actividades tales como la preparación de semilla,
inoculación, proceso de preparación de terreno, transplante de almácigos, labores
culturales, control de malezas, control de plagas, fertilización, implementación de sistemas
de riego, y tareas de mantenimiento del cultivo, entre otras. Cuando algunas de esas tareas
no es bien desarrollada, o se realiza de manera ineficiente, el cultivo reduce su rendimiento
y por ende, disminuye la rentabilidad del proyecto.

Lo mismo ocurre en lo que se denomina el tratamiento de post cosecha. Cuando el


producto es cosechado, se pierden millones de toneladas de productos por causas de mal
manejo de post cosecha. Estas prácticas de post cosecha, usualmente involucran diversas
etapas, que incluyen a la forma de cosecha, herramientas de cosecha, acondicionamiento
en campo, transporte al empaque, operaciones de acondicionamiento (lavado, sanitizado,
encerado, clasificado), prácticas de empacado, tipos de envases utilizados, tratamiento
contra insectos y hongos, enfriamiento, almacenamiento, transporte y logística hacia los
canales de distribución, y operaciones de carga, descarga, transbordo y almacenaje en el
lugar de destino final, entre otros aspectos.
Conscientes de que las Buenas Prácticas en el Manejo de Pre Cosecha y las Buenas
Prácticas en el manejo de Post Cosecha son fundamentales para mantener una operación
aceptable, segura y rentable para el productor y los empaques (en el caso de frutas y
hortalizas), en Aloe Eco Park ofrecemos tecnología, productos y asistencia técnica a
agricultores y productores de frutas y hortalizas, para que puedan mejorar la performance
de sus cultivos, tanto en los aspectos de pre cosecha como de post cosecha.

Para conocer mayores detalles del cultivo de productos agrícolas, las soluciones
tecnológicas y los productos que ofrecemos para mejorar la performance y el rendimiento
de su negocio agrícola, ofrecemos informaciones específicas para cada producto según
cuatro grandes categorías.

Cereales

Oleaginosas

Frutas

Hortalizas

Tomate

Bell Pepper

Espárrago

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