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“La universidad del crimen: La prisión de Santa Martha”

La prisión de Santa Martha en México, es considerado uno de los centros


penitenciarios más peligrosos del mundo. Se dice que es la “universidad del
crimen” debido a que ninguna de las personas que se encuentran dentro de ella,
tiene seguridad de que pueda sobrevivir el tiempo que le hayan asignado de
condena, ya que dentro de la institución existe una cantidad de violencia y
violaciones de la ley, que no se han podido controlar.

Cualquier persona que sea ingresada en la prisión, compartirá una celda con
mínimo cinco personas más, en la cual no habrá agua, ni luz, ni espacio suficiente
para poder dormir de manera pacífica. De hecho, el simple hecho de caminar por
los pasillos requiere mantener la atención a todas aquellas personas que se
acerquen, porque es probable que traigan algún cuchillo o artefacto escondido,
que pueden utilizar para acuchillar a una persona. No se bañará en 15 días y sólo
comerá una vez al día.

Dentro de la prisión hay todo tipo de criminales. Pero en Santa Martha, parece que
están aquellos que resultan ser de los más peligrosos de todo México. Es por ello,
que aquellas personas que no quieran unirse a las bandas que se conforman
dentro de la cárcel, o que no hagan lo que los prisioneros “alfa” pidan, son blanco
de múltiples violaciones a sus derechos, que van desde insultos y golpes, hasta
abuso sexual u homicidio.

La situación ha llegado a tal nivel, que es probable que algún interno que no le
simpatice a otras personas, reciba una llamada “sugiriéndole” que “se debe
suicidar”, por el bien de su familia, que se encuentra allá afuera. El hecho de estar
encarcelados, no significa que no se tengan nexos con el medio externo. Es bien
sabido, que desde las cárceles se llevan a cabo grandes cantidades de
extorsiones y planeación de múltiples crímenes, que salen más allá de los muros
de la prisión.
Los internos conforman su propio sistema social. Son clasificados con base a su
edad, origen, apariencia física, status socioeconómico, etc. Las “alianzas” son un
aspecto común dentro de la prisión, es una forma de protección, debido a que es
probable que a lo largo de su estancia, un interno tenga más de un conflicto con
una o más personas. La policía en este caso no lleva a cabo ninguna acción para
mantener la calma, estas situaciones son parte del día a día, son vistas como
“normales”.

Es así que los muros de la prisión únicamente está separando a los delincuentes
de la sociedad, debido a que no se está llevando a cabo ninguna medida para
poder hacer un cambio en el comportamiento de estas personas. No es ninguna
clase de preparación para la reintegración social, al contrario, los mantienen en un
ambiente lleno de violaciones a la ley y falta de disciplina, que los encierra en un
círculo vicioso, donde las conductas parasociales son necesarias para poder
sobrevir.

¿Cómo se podría entonces considerar, que una persona inmersa en un ambiente


altamente violento, saldrá después de unos años convertido de un ángel?. Resulta
completamente ilógico que el sistema judicial crea posible que la medida para
reestructurar la conducta de un individuo y volverla socialmente aceptable, sea
mantenerlo en un ambiente donde requiere ser violento con los demás, para poder
sobrevivir. Es eminente la necesidad, de replantear qué es lo que se está
haciendo y qué es lo que se debería hacer, si realmente se quisiera disminuir la
cantidad de delincuencia existente en la nación.

México actualmente es conocido como un país peligroso, donde no existe justicia,


donde la impunidad está a la orden del día, donde los delincuentes no sólo están
en las prisiones, sino que pueden estar en cualquier lugar, fuera de ellas. El
sistema de justicia requiere replantear cuánto tiempo más se podrá mantener esta
situación, debido a que a medida que va pasando el tiempo, la incidencia de
crímenes y delitos sigue creciendo, sin expectativa de que la incidencia disminuya.
Desde la perspectiva psicológica, una persona que se mantiene en un ambiente
que promueve la violencia, seguirá reforzando aquellas conductas parasociales
que en principio se buscarían erradicar. No es posible que se mantenga el
paradigma, de que el aislamiento es la única medida útil para poder imponer
“justicia”. Considero que es necesario que las personas que cometen algún crimen
tengan un castigo, pero, ¿qué tan útil resulta ser que su castigo sea el hecho de
ingresarlos a la universidad del crimen?

Como psicólogos, tenemos un amplio campo dentro de la criminología, para


analizar los factores que influyen en la presencia de conductas parasociales. Sin
embargo, sin ayuda de las autoridades judiciales, cualquier propuesta de acción
sería descartada. Es una prioridad hacer un nuevo establecimiento de normas y
leyes que regulen estas condiciones y que se establezcan programas reales de
apoyo a las personas que están inmersas en las prisiones, si realmente lo que se
busca es disminuir la incidencia de actos delictivos en nuestro país.

Referencia:

Las cárceles mas peligrosas del Mundo: Latinoamerica | Documental: extraído de


https://www.youtube.com/watch?v=oZbhs_3VMhU el día 28 de mayo del 2016.

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