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UNIDAD II.

- MODELOS DE INTERVENCION

II.I TEORICOS DE INTERVENCION PSICOANALITICA


Las teorías psicoanalíticas se centran en el estudio del comportamiento humano, nos encontramos,
pues, ante una nueva forma de intervención. Partimos de que el ser humano es fuente y objeto de
atención. El ser humano pasa de ser visto como un ser racional a ser concebido como un ser que no
tiene control sobre sí mismo, ya que está afectado por motivos y pulsiones desconocidas por él
mismo, fuera de su voluntad y de su control. Con el psicoanálisis nos encontramos frente a un nuevo
camino de conocimiento de la conducta humana.

La teoría psicoanalítica es un nuevo enfoque para abordar problemas sociales en los que se da
prioridad a los aspectos psicopatológicos de la conducta del usuario y a la relación terapéutica como
instrumento principal del tratamiento.

El psicoanálisis pone su atención en factores intrapsíquicos (como elementos causales), énfasis en


los aspectos psicopatológicos, y principal atención al malestar, a la dificultad.

Este modelo se basará en la investigación y en el conocimiento de los contenidos mentales y en el


análisis de sus significaciones. Explicará las diferentes etapas del desarrollo psicoafectivo que el
hombre habrá de superar para alcanzar la madurez afectiva y social, y por lo tanto aportará al
trabajo social los conocimientos sobre las necesidades básicas que será obligado satisfacer para que
la persona pueda desarrollarse.

La teoría psicoanalítica explica cómo estados de equilibrio mental coexisten con aspectos infantiles
y que la capacidad de ponerse en contacto con sentimientos, emociones y ansiedades es considerado
como signo de madurez superior a la rigidez y el control.

En el psicoanálisis podemos ver también la teoría de las relaciones sociales, la cual es muy
importante y en ella se basa para abrir un campo de investigación y un nuevo método de
intervención psicoterapéutica: la vida y la evolución psicoafectiva del hombre es producto del
intercambio del niño con los padres y las personas de su entorno. Es decir, la socialización y la
infancia de un niño marcarán toda su existencia, y si esta ha sido mala, ha tenido conflictos,
pérdidas... en la evolución del niño se inhibe y su desarrollo puede bloquearse.

El trabajador social se encuentra con situaciones en las que la carencia, los conflictos son elementos
constituyentes. Los problemas tienen raíces antiguas y profundas difíciles de modificar. El
trabajador social tiene que saber la importancia que supone enfrentarse a estos conflictos.

En conclusión, la teoría psicoanalítica explica como cada experiencia no queda borrada sino que
pervive y queda enterrada en el inconsciente. Es decir, algunas conductas problemáticas del adulto
se corresponden a manifestaciones en el desarrollo infantil que no han podido ser suficientemente
elaborada y no han permitido un crecimiento.

Es difícil para el trabajador social aplicar la teoría psicoanalítica ya que no se trata de hacer
interpretaciones sobre mecanismos profundos y las causas por las que una persona vive y
actúa de una determinada forma. El conocimiento sobre la posible realidad interna se
incrementa a medida que el trabajador social incluye su punto de vista o el enfoque
psicodinámico en la actividad profesional, tanto para avanzar en el conocimiento de las
situaciones que se presentan como para captar o entender los sentimientos que estas
situaciones despiertan en él mismo.

II.II INTERVENCION SOCIAL DE INFLUENCIA SISTEMICA


Los elementos teóricos de referencia en los que se fundamenta el modelo provienen
principalmente de la teoría de los sistemas. De la teoría general de los sistemas incorpora la
definición de sistema y su aplicación a la intervención social. El desarrollo de la teoría
sistémica es atribuido a Ludwig Von Bertalanffy, un biólogo que definió los sistemas como
elementos que interactúan unos con otros.
El elemento central de su teoría son las interacciones de los elementos dentro de un sistema,
incluyendo sus relaciones, sus estructuras y su interdependencia. Un sistema es una
organización de elementos unidos por algún tipo de interacción o dependencia formal. Los
componentes de un sistema interaccionan entre ellos y se influyen mutuamente. A través de
dicha interacción, los componentes forman parte de un todo, que es superior a la suma de las
partes. (Bertalanffy, 1976)
De tal forma que cualquier acción que produzca cambio en una de las partes del sistema
producirá cambios en el resto de las partes del sistema. Además de la interacción de las
diversas partes o elementos que configuran el sistema, surgen las propiedades del sistema,
siendo distintas a las de las propiedades de cada uno de los elementos o partes del mismo.
En esta interacción, nos indica que el sistema es tan importante como el medio, ya que ambos
son lo que son como producto de su interacción, de forma que cualquier cambio en el medio
afecta al sistema, y cualquier cambio en el sistema afecta al medio (Hernández Aristu, 1991,
pág. 141). La teoría de los sistemas pone especial énfasis en las interacciones, en las
transacciones, en las interrelaciones, como elementos fundamentales para comprender las
dinámicas complejas que se producen. La teoría de los sistemas pone especial énfasis en las
interacciones, en las transacciones, en las interrelaciones, como elementos fundamentales
para comprender las dinámicas complejas que se producen. (Vizcarret Garro, 2007, págs. 336
- 337).
Este hecho es especialmente importante para el Trabajo Social, ya que debido a que el
comportamiento, los acontecimientos, los hechos y los procesos sociales no pueden ser
entendidos de forma aislada, sino que tienen que ser tratados desde el punto de vista de la
interacción. Esta concepción desplaza la atención del objeto del Trabajo Social, dejando de
lado una concepción causal e individualizada de la intervención, a una concepción en la que
pasan a tener más relevancia el entorno, los cambios que se producen en él y en las
transacciones con los mismos.
La teoría general de los sistemas pone énfasis en las interacciones, transacciones,
interrelaciones, como elementos fundamentales para comprender las dinámicas complejas
que se producen. Este hecho es especialmente importante para el Trabajo Social, ya que el
comportamiento, los acontecimientos y los hechos y los procesos sociales, no pueden ser
entendidos de forma aislada, sino que tienen que ser tratados desde el punto de vista de las
interacciones. (Vizcarret Garro, 2007, pág. 263)
II.III INTERVENCION CENTRADA EN LA TAREA
II.IV INTERVENCION EN SITUACIONES DE CRISIS

Para poder realizar una adecuada y pertinente intervención psicológica en una

situación de crisis, es imprescindible tener en cuenta el significado de una Crisis para

la persona o comunidad.

La palabra «Crisis» (del latín crisis, a su vez del griego κρίσις) significa “separar” o

“decidir”, es algo que se rompe, se quiebra y es indispensable atravesar. La crisis

produce un verdadero cambio, produce una modificación importante en el transcurso

de la vida del individuo.Toda crisis es una oportunidad de cambio. Enfrentar esta

situación puede significar que la persona salga fortalecida, aprendiendo y

madurando con esa experiencia.

Vivimos en constante cambio. Cada etapa de la vida supone aprendizajes y conlleva

dificultades. Sin embargo, avanzar y crecer no siempre es fácil. Cada cambio que

vivimos supone una adaptación y nos obliga a ser más flexibles.

Distintos tipos de Crisis

Una persona puede enfrentarse a diversas clases de crisis; popularmente las crisis

vitales son comunes a todos los seres humanos y aparecen en diversas etapas de la

vida, por ejemplo crisis en la adolescencia por el cambio de roles y obligaciones,

cambios en la imagen corporal, etc. lo cual pueden o no ocasionar una crisis

vital. Crisis sociales por ej: mudanzas, pérdidas de amistades, cambios laborales,

duelos, etc.

Otro momento de crisis para una persona suele aparecer al alcanzar una cierta edad;

se habla de la crisis de los 30 años, o de los 40 o los 50, y se refieren a la dificultad

que conlleva enfrentar los cambios propios de cada etapa de la vida. Si bien es cierto

que muchos envejecen sin prestar atención a estas cuestiones y disfrutando del día a
día, el cuerpo y la mente sufren modificaciones progresivas irreversibles que afectan

a aquéllos que no soportan desprenderse definitivamente de las cosas.

También existen diversos tipos de crisis generalizadas como lo son las crisis

ambientales por catástrofes generando situaciones de inundaciones, incendios,

tsunami, terremotos, etc. ocasionando grandes pérdidas personales, materiales y de

recursos. Como también crisis económica es un momento en el cual la economía

presenta indicadores negativos, con contracción de las actividades, altos niveles de

desempleo y aumento de la pobreza. Que afectan, ya sea de manera directa o

indirectamente, la vida de una persona.

Entre un 15-25% de las personas que vivencian una crisis y específicamente las

catástrofes ambientales tendrán sintomatología de estrés post-traumático, con

posible trastornos depresivos y ansiosos. Esto podría generar un impacto en la

funcionalidad de una persona, debido a que aumenta ausentismo laboral, dificultades

en las relaciones interpersonales, aumento de irritabilidad debido a la tensión alta,

insomnio, problemas de salud en general, etc.

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