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Universidad Abierta Para Adultos

Asignatura:
Psicología social comunitaria

Tema:
Modulo 7

Facilitador:
Paula Herrera

Participante
Yanna Tejada

Matricula

17-4688

Santiago de los Caballeros

República Dominicana

15 de abril 2019
UNIDAD I: El Campo de la Psicología Social y Comunitaria
1.1. Psicología Social y Comunitaria: Definición del concepto,
propósito y sus características.
Estudia la conducta y el funcionamiento mental de un individuo como
consecuencia de su entorno social.
Piensa, siente y actúa el ser humano, estudio de las interacciones orientada
hacia un cambio social planeado.
Características de la psicología social:
 Examina el comportamiento del ser humano.
 Señala el desarrollo psicológico que debe de tener el ser humano a
determinada edad.
 Estudia las relaciones entre sujeto a sujeto, grupo a grupo y de sociedad
a sociedad.
 Determina patologías o formas inadecuadas de conducta.
Psicología social comunitaria:
La psicología social comunitaria se encarga del estudio de la relación entre
comunidades y comportamiento humano a partir de factores externos como
sociales y ambientales, asimismo la psicología social comunitaria interviene en
la prevención de problemas psicosociales y mejora el desarrollo humano a
partir del fortalecimiento de su comunidad.

1.2. Surgimiento y desarrollo de la Psicología Social y


Comunitaria.
El desarrollo de la psicología comunitaria como un campo de especialización
dentro de la psicología social ha sido descrito como el fruto de un complejo
proceso de sistematización teórica y metodológica ligado a distintos
acontecimientos académicos, experiencias de intervención social y al contexto
específico de los años sesentas y setentas (Alfaro, 1993). Lo que se ha
llamado su nacimiento oficial en el año de 1965 en Estados Unidos, fue
antecedido por diversas prácticas y movimientos comunitarios de varias
latitudes del mundo iniciados en los años cincuentas. De acuerdo con Alfaro
(1993) el período en que se desarrolla este enfoque es un momento
caracterizado por la crítica y enfrentamiento a las grandes Instituciones por
parte de varios sectores de la sociedad, tales como: el movimiento académico y
estudiantil que interpelaban a la Universidad, la Academia y la Ciencia; las
propuestas pedagógicas de Paulo Freire e Iván Illich desde la pedagogía; la
Teología de la Liberación y el Movimiento de Renovación en la Iglesia Católica;
los movimientos en defensa de los derechos humanos (cfr.1993:18); así como
el desarrollo teórico y reconocimiento de la identidad de la psicología social.
Podría entonces entenderse como una época de revoluciones, de movimientos
de resistencia, y cuestionamiento de las estructuras sociales y políticas, que
implicaron el desarrollo de alternativas a una compleja realidad mundial y entre
las que se propició el nacimiento de la psicología comunitaria. Barba y Moch
(1990) explican el desarrollo de esta especialidad desde dos principales
vertientes: el Movimiento de Salud Mental y el Desarrollo de la Comunidad. El
primero, de acuerdo con Musitu (2004), es un movimiento generado
principalmente en Europa y retomado en los Estados Unidos, opositor y crítico
de las instituciones de asilo psiquiátricas, en el que fueron 16 relevantes la
antipsiquiatría inglesa e italiana, y estudios como los realizados en la Escuela
de Chicago, que vinculaba los desordenes mentales con factores sociales.
Entre los factores que detonaron el Movimiento de Salud Mental, Barba y Moch
(1990), así como Sánchez Vidal (1991) mencionan: 1) la introducción de drogas
psicoactivas, 2) las investigaciones sobre el síndrome de hospitalismo, 3) el
desplazamiento en la etiología de lo intrapsíquico a lo interpersonal, 4) el
desencanto con la psicoterapia y 5) las políticas públicas del gobierno de J.F.
Kennedy en el ³combate´ contra la pobreza. La importancia de este movimiento
fue el énfasis que colocó en el papel de la interacción social, los factores
ambientales, culturales y sociales en el deterioro o promoción de la salud
mental, así como el llamado a prevenir e intervenir en estos contextos (cfr.
Tovar, 2001:17-18). Sánchez Vidal (1991) señala a la Salud Mental
Comunitaria como el precedente de una práctica interventiva y organizativa
guiada por valores como la democratización, igualitarismo, humanismo,
solidaridad, comunidad y la asunción de responsabilidades públicas.

1.3. Procesos de Naturaleza en Psicología Social: Individual,


Interpersonal, grupal y societal.
Grupos
La relación entre procesos psicológicos y contexto social da lugar a procesos
psicosociales de distinta naturaleza. Los psicólogos sociales distinguen cuatro
tipos de procesos psicosociales:
Individuales.
Interpersonales.
Grupales.
Sociales.
Procesos individuales
Decimos procesos individuales, porque tienen lugar dentro del individuo, pero
siempre con un referente social. Son procesos individuales, pero en todos ellos
intervienen otras personas, bien sea como objetos de nuestro pensamiento o
sobre nuestras emociones o comportamientos, por tanto los procesos
individuales son también sociales, porque el referente son otras personas.
Procesos interpersonales
Son los que se producen por la influencia mutua entre dos o más personas.
Para que un proceso se considere interpersonal, los individuos implicados
deben estar relacionándose entre sí como personas individuales, no como
miembros de un grupo.
Procesos grupales
Son procesos que tienen lugar dentro de los grupos, como el liderazgo, la
cohesión, la holgazanería social o el pensamiento de grupo, y también cuando
los grupos se relacionan con otros, relaciones que muchas veces provocan
conflicto.
Procesos societales
Son procesos sociales que trascienden a los individuos y a los grupos pero que
influyen en ellos, como los que se originan como consecuencia de las
estructuras de estatus y poder, de las normas, costumbres y valores culturales
compartidos o de los medios de comunicación, entre otros.
Según Henry Tajfel, la identidad social es la parte del autoconcepto individual
que deriva del conocimiento de la pertenencia a un grupo social, junto con el
significado emocional y valorativo que conlleva dicha pertenencia

1.4. Bienestar social y la Comunidad.


El bienestar social se le llama al conjunto de factores que participan en
la calidad de la vida de las personas en una sociedad y que hacen que su
existencia posea todos aquellos elementos que dan lugar a la satisfacción
humana o social.
El bienestar social es una condición no observable directamente, sino que es a
partir de formulaciones como se comprende y se puede comparar de un tiempo
o espacio a otro. Aun así, el bienestar, como concepto abstracto que es, posee
una importante carga de subjetividad propia del individuo, aunque también
aparece correlacionado con algunos factores económicos objetivos. El bien
social no implica necesariamente un colectivismo. El concepto de bienestar
social a menudo se confunde con el de la calidad de vida y, sin embargo son
diferentes. Los dos conceptos se derivaron de las diversas teorías del
bienestar, pero al paso del tiempo se fueron diferenciando; así, en tanto que la
calidad de vida se orientó a los componentes psicosociales, el bienestar social
lo hizo más bien hacia los aspectos materiales.
La medida del bienestar económico ha sido objeto de intenso debate debido a
la dificultad de definir qué debe entenderse por bienestar. Convencionalmente
se ha optado por tomar, como medida del bienestar, la cantidad
de bienes materiales y servicios útiles producidos por un país, dividido entre el
número de sus habitantes (lo que se conoce con el nombre de renta per cápita)
o alguna medida directamente relacionada con ésta. Aun así, existen otras
medidas alternativas que consideran factores no englobados en el PIB y en la
renta per cápita.
Para rentas nacionales bajas, la renta per cápita es mucho mejor indicador del
bienestar social. Una de las razones es que la esperanza de vida está
positivamente correlacionada con el PIB per cápita cuando éste se sitúa entre 0
y 4.000 dólares, pero a partir de 10.000 dólares apenas existe correlación entre
ambos,2 por ejemplo. Otros factores que contribuyen al nivel de vida material
de una población son:
El desempleo, en particular el desempleo o subempleo crónico está asociado a
la marginalidad, la pobreza y cierto tipo de disfunciones sociales.
La distribución de la renta, se considera que beneficia a la sociedad una renta
que esté distribuida de manera más uniforme entre los miembros de un país, a
que ésta presente fuertes contrastes entre ricos y pobres.

1.5. Métodos de investigación de la Psicología Social:


Observación sistemática, Correlación (buscando la relación) y
Método experimental.
2.1.- EL METODO EXPERIMENTAL Dos características fundamentales lo
definen: Creación de una situación artificial totalmente controlada Detectar
relaciones causales a través de la manipulación. La variable que se manipula o
cambia un aspecto de una situación es la Variable Independiente (causa), La
Variable Dependiente será el efecto de ese cambio. Es decir, la VI es la causa
de las variaciones que aparecen en la VD.
2.2.- EL MÉTODO CORRELACIONAL Se utiliza, generalmente, cuando las
variables no son manipulables (nivel socioeconómico, sexo, edad, … En este
método, el investigador está interesado en conocer si dos o más variables se
relacionan entre sí, es decir, correlacionan. El control de las variables que no
interesan en el estudio suele ser menor que en el método experimental. No
podemos hablar de CAUSA-EFECTO. La correlación entre dos variables se
obtiene a través del COEFICIENTE DE CORRELACION DE PEARSON. Este
coeficiente puede ser "+" y "-" y varía desde -1 a +1. Si r=0 -> correlación
nula.
2.3.- LA OBSERVACIÓN Puede decirse que la observación, como técnica de
recogida de datos en Psicología, consistirá en someter a una serie de
controles y exigencias una habilidad que todas las personas ejercitan
cotidianamente. En este sentido, será muy útil para investigar .. zonas y
manifestaciones de la conducta humana que no pueden ser observadas
experimentalmente. EJEMPLOS: Pandilla en su contexto natural (WHITE), Niño
(SPITZ) Niños de PIAGET. Sin embargo, puede considerarse que, en ciencia,
todo es observación.
UNIDAD II: PERSPECTIVAS TEÓRICAS 2.
1. 2.1. La Influencia de la Evolución: La Naturaleza dual de
las tendencias sociales humanas y la influencia de la
Psicología Comunitaria de la Salud.
La naturaleza dual de las tendencias sociales humanas
Tendencias opuestas pero normales y habituales en las personas:
Somos por naturaleza capaces de realizar costosas acciones en favor de los
demás movidos por el altruismo, y de ayudar a otros por un imperativo innato
de reciprocidad, pero también reaccionamos con agresividad cuando alguien
nos provoca o nos amenaza de alguna forma, e incluso recurrimos a la
agresión para obtener determinados fines.
Necesitamos sentirnos aceptados por los demás y formar relaciones con ellos,
pero también rechazamos a veces a otros, hasta el punto de coordinarnos con
otros miembros del grupo para excluirlos y condenarlos al ostracismo.
Tendemos a favorecer a los miembros de nuestro grupo y a veces
discriminamos a los de otros grupos.
Intentamos persuadir a los demás para que hagan lo que nosotros queremos y,
por otra parte, nos dejamos influir por otros, y nos conformamos a lo que
decide la mayoría.
Incluso un mismo mecanismo, como la empatía, puede fomentar la conducta
de ayuda e inhibir la agresión, pero también facilitar la manipulación de los
demás.
En la Psicología Comunitaria partimos de dos ideas básicas, que son
compartidas hasta donde sé, en todos los programas de Psicología
Comunitaria que conozco, que he visitado o sobre los cuales he leído.
La primera es la idea de complejidad. El trabajo comunitario es muy complejo,
para comprender esa complejidad, debemos ir a sus orígenes: La Psicología
Comunitaria parte de unos orígenes en los cuales, en el caso del norte del
Continente, de los Estados Unidos, específicamente, eran cuatro: la psicología
clínica, la psicología organizacional, la psicología educativa y el origen en la
Psicología social. Eso ocurrió además, formalmente, en una reunión
en Swampscott (Massachussett) en 1965.
En el caso nuestro, en América Latina, donde ignorábamos todo aquello que
estaba pasando allí, porque nuestra mirada iba más hacia Europa, hacia
Francia e Inglaterra y no sabíamos que existía la Psicología Comunitaria; lo
que buscábamos era hacer una Psicología Social que fuera socialmente
sensible, que respondiera a los problemas de nuestros países. Así que para
mediados de los años 70’, en esta parte del continente se había comenzado a
hacer algo que ya se llamaba Psicología Comunitaria, pero que con la
excepción de Puerto Rico y quizás de una institución jesuita en México, el
ITESO (que tenían más contacto académico con los EE.UU.), que comenzaron
usando esa denominación, en países como Venezuela, Brasil, Chile, Colombia,
que fueron los primeros en fomentar trabajos con o en comunidades, no se
conocía ese nombre.
Lo que si habíamos comprendido, es que la Psicología Social que estábamos
trabajando necesitaba ser ampliada. Nos dábamos cuenta de que ésta se
producía en un mundo cambiante, en el cual queríamos que ocurrieran
cambios que tenían que incorporar muchos factores, mucha gente, muchas
técnicas. De allí que la complejidad sea fundamental. En esa situación nos
encontrábamos al final de los años 70’.

2.2. 2.2. La Perspectiva Ecológica de Urie Bronfenbrenner y la


Ecología del Desarrollo Humano.

La Teoría Ecológica de los Sistemas de Urie Bronfenbrenner consiste en un


enfoque ambiental sobre el desarrollo del individuo a través de los diferentes
ambientes en los que se desenvuelve y que influyen en el cambio y en su
desarrollo cognitivo, moral y relacional.
Esta teoría puede aplicarse en todos los ámbitos de la Psicología y otras
ciencias, ya que partimos de la base de que el desarrollo humano se da en
interacción con las variables genéticas y el entorno, y expone de manera clara
los diferentes sistemas que conforman las relaciones personales en función del
contexto en el que se encuentran.
Los sistemas de Bronfenbrenner
De menor a mayor globalidad, Urie Bronfenbrenner nombra cuatro sistemas
que envuelven al núcleo primario entendido como el mismo individuo. Los
sistemas son los siguientes: microsistema, mesosistema, exosistema y
macrosistema.
Microsistema
Constituye el nivel más inmediato o cercano en el que se desarrolla el
individuo. Los escenarios englobados en este sistema son la familia, padres o
la escuela.
Mesosistema
Incluye la interrelación de dos o más entornos en los que la persona participa
de manera activa. También se puede entender como la vinculación entre
microsistemas. Ejemplos claros pueden ser la relación entre la familia y la
escuela, o entre la familia y los amigos.
Exosistema
Se refiere a las fuerzas que influyen a lo que sucede en los microsistemas. En
este caso, el individuo no es entendido como un sujeto activo. Lo conforman
por ejemplo la naturaleza del trabajo de los progenitores, relaciones que
mantiene un profesor con el resto del claustro, etc.
Macrosistema
Referido a las condiciones sociales, culturales y estructurales que determinan
en cada cultura los rasgos generales de las instituciones, los contextos, etc. en
los que se desarrolla la persona y los individuos de su sociedad. Lo constituyen
los valores propios de una cultura, costumbres, etc.
A estos ámbitos espaciales debe añadírsele el cronosistema, que introduce la
dimensión temporal en el esquema. Se incluye aquí la evolución cultural y de
las condiciones de vida del entono.

2.3. 2.3. Intervenciones Comunitarias en la construcción social


del conocimiento ecológico.
La tarea de describir y conceptualizar la intervención social se realiza en este
artículo desde el punto de vista de quien estudia e intenta ordenar las
actividades humanas en las sociedades y, más específicamente, en la medida
en que éstas se van incorporando al tráfico de las transacciones económicas,
se van profesionalizando y van siendo afectadas por políticas públicas
específicas; procesos mediante los cuales se van configurando los que cabe
denominar sectores de actividad (o ámbitos sectoriales o sectores
económicos), con sus correspondientes ramas o pilares (y órganos o
departamentos) de política pública responsables. Parece claro que el criterio
que, en general, permite identificar esos sectores de actividad es el de la parte
o la parcela de las necesidades de las personas de las que se ocupan las
organizaciones y profesionales que operan en cada uno de ellos. De este
modo, las personas portadoras de esas necesidades, según la que sintamos o
se nos manifieste en un determinado momento, solemos saber a qué sector de
actividad acudir: para curarnos, al sector sanitario; para desplazarnos, al del
transporte; y así sucesivamente. Evidentemente, no toda la actividad humana
de significado económico, profesionalizada y afectada por alguna política
pública tiene como referencia directa una parcela de necesidades humanas y,
por tanto, no toda actividad tiene lo que aquí CONSTRUYENDO LA
INTERVENCIÓN SOCIAL BUILDING SOCIAL INTERVENTION Fernando
Fantova Azcoaga Consultor independiente En el artículo se intenta referenciar
y fundamentar la opción de considerar, descriptiva y normativamente, la
intervención social como una actividad que: Es nuclear dentro del ámbito
sectorial de los servicios sociales (con el que comparte objeto: la interacción),
aunque se realiza también en otros sectores de actividad. Necesita del
concurso de varias disciplinas y profesiones, y, fundamentalmente, del trabajo
social, de la educación (y pedagogía) social y de la psicología de la
intervención social. (4)Dentro del conjunto y de la evolución de la acción pro
bienestar y las políticas sociales, se plantea como acción preventiva,
personalizada, integrada y ecológica. (4) En la sociedad del conocimiento, está
llamada a reinventarse, confrontada y fecundada por la innovación tecnológica
(digital) y social. Palabras clave: Intervención social, Servicios sociales, Política
social, Interacción, innovación. This article attempts to reference and establish
the option of considering, descriptively and normatively, social intervention as
an activity that: (1) is nuclear within the sectoral scope of social services (with
which it shares a purpose: interaction), although it is also carried out in other
sectors of activity; (2) requires the concurrence of several disciplines and
professions, and, fundamentally, of social work, social education (and
pedagogy) and the psychology of social intervention; (3) as a whole and within
the evolution of the pro-welfare action and social policies, is proposed as a
preventive, personalized, integrated and ecological action; (4) in the knowledge
society, is called to reinvent itself, challenged and stimulated by technological
(digital) and social innovation. Key words: Social intervention, Social services,
Social policy, Interaction, Innovation. Recibido: 23 marzo 2018 - Aceptado: 30
abril 2018 Correspondencia: Fernando Fantova Azcoaga. C/ Dos de mayo 15-
2-D. 48003 Bilbao. España. E-mail: fernando@fantova.net C se denomina
carácter sectorial. Por ejemplo, actividades como el gobierno general de una
sociedad (a la que se dedica la Presidencia del Gobierno de un país), la
defensa de los derechos de las personas con algún tipo de discapacidad
(realizada por una asociación de personas afectadas o movimiento social) o la
consultoría de gestión organizacional (que realizan las empresas
correspondientes) no son sectoriales o no constituyen ámbitos sectoriales en el
sentido que se está dando en este artículo a esa expresión. Mirando a los tres
ejemplos que se acaban de poner, se podría decir que se ha hecho referencia,
respectivamente, a una actividad general (que atañe o incluye a todos los
sectores), a una transversal (que los atraviesa y afecta) y a una instrumental
(que les ayuda para mejor servir a sus destinatarias). ¿Y la intervención social?
Si se accede, hoy y aquí, a la práctica cotidiana de la intervención social, así
conceptualizada y denominada, no cabe duda de que se realiza
mayoritariamente en el ámbito sectorial de los servicios sociales, denominación
que viene determinada, fundamentalmente, por la legislación y, en general,
normativa jurídica que delimita los órganos de la Administración pública y
partidas presupuestarias que permiten sostener y regular la mayor parte de
dichos servicios e intervenciones. Hay que notar, sin embargo, que nuestros
servicios sociales provienen de la asistencia social, actividad que no cabe
considerar sectorial, sino residual. Por decirlo en pocas palabras, la asistencia
social no se ocuparía de una parcela de necesidades de todas las personas
sino de todas (o muchas de) las necesidades de una parte de las personas,
que, de diferentes maneras, quedan excluidas de la oportunidad de dar
satisfacción a dichas necesidades de la manera y en los ámbitos sectoriales en
que lo hace la mayoría de la población. Efectivamente, entonces, como
recuerda Manuel Aguilar, “lo que llamamos servicios sociales son un híbrido, un
campo en proceso de transformación desde el antiguo nivel de la beneficencia
o la asistencia social hacia un nuevo sector o pilar del Estado de bienestar”
(Aguilar, M., 2014: 19).
2.4. 2.4. La influencia de la Evolución y la Cultura en la
interpretación del contexto de las interacciones y la situación.
La
 civilización
 remite
 a
 una
 idea
 refinamiento
 y
 de
 educación
 del

individuo
 y
 tiene
 un
 sentido
 de
 progreso,
 que
 se
 adelanta
 al

evolucionismo:
 los
 individuos
 más
 refinados
 son
 los
 habitantes
 de
 la

ciudad,
de
la
civitas.
El
vocablo
alemán
kultur
se
refiere
más
al
conjunto

de
atributos
que
particularizan
 a
 una
 comunidad,
 como
 producto
 del

paso
 del
 tiempo
 o
 como
 formación
 histórica
 que
 deviene
 en

espíritu
nacional
o
Volkgeist.
Éste
es
un
concepto
más
parecido
al
actual,

y
con
algunas
modificaciones

será
objeto
de
atención
por
parte
de
las
ciencias
sociales
del
siglo
XIX.

Poco
a
poco,
en
Alemania
se
va
 forjando
 la
 necesidad
 de
 conocer
 la

cultura
 del
 pueblo,
 Volkskunde,
 en
 sus
 múltiples
 dimensiones:

lengua,
creencias,
costumbres,
tradiciones,
etc.
La
certeza
de
la
existencia
de
la
cultura
objetiva
sería
la
auténtica
noved
ad
a
partir
del
siglo
XVIII
y
la
 que
 mueva
 al
 nacimiento
 de
 la

antropología
 decimonónica.
 Los
 seres
 humanos
 están
 envueltos
 y

condicionados
por
lo
que
la
filosofía
alemana
denomina
el
"espíritu
popula
r",
ése
que
proporciona
una

identidad
grupal
y
social
o,
si
se
quiere,
una
realidad
colectiva.
En
realidad,
la
antropología
es
una
ciencia
de
la
cultura
que,
dependiendo

de
sus
enfoques,
ha
tenido
y
 tiene
 diferentes
 denominaciones.
 Los

que
 vieron
 la
 ciencia
 de
 la
 cultura
 como
 descripción
 de
 una

identidad
 particular,
 como
 expresión
 de
 lo
 que
 diferencia
 a
 un

pueblo
 de
 otros,
 la
 denominaron
 etnografía.
 Otros
 percibieron
 la

ciencia
 de
 la
 cultura
 como
 análisis
 comparado
 de
 las
 culturas
 y

prefirieron
denominarla
etnología.
Y
los
que
vieron
la
ciencia
de
la
cultura

como
un
análisis
superior
de
 todos
 los
 datos
 proporcionados
 por
 la

observación
 científica
 acerca
 del
 ser
 humano
 llamaron
 a
 la
 ciencia

de
 la
 cultura
 antropología,
 tal
 como
 se
 explicaba
 en
 el
 tema

primero.
 En
 este
 caso,
 el
 ser

humano
es
analizado
en
cualquier
contexto
social,
pero
siempre
comparati
vamente,
resultando
como
 producto
 final
 la
 captación
 científica
 de

una
 cultura
 particular,
 o
 bien
 la
 cultura
 humana

universalmente
entendida
(como
Cultura).
Recordemos
que
fue
C.
Lévi‐Strauss
quien
propuso
la
armonización
de
es
tos
términos,
concibiéndolos

como
escalones
metodológicos
que
permiten
la
construcción
de
la
teoría
a
ntropológica.
De
hecho,
el
 término
 cultura
 ha
 definido
 a
 la

antropología
 que
 hoy
 denominamos
 social
 desde
 sus
 orígenes

decimonónicos.
En
efecto,
los
primeros
antropólogos,
a
mediados
del

siglo
XIX,
 se
valen
del
 término
 “cultura”
 para
 definir
el
 objeto

primordial
 de
 su
 trabajo.
Entre
los
 primeros
antropólogos
ingleses,
y

Tylor
es
un
buen
ejemplo,
late
la
idea
de
la
antropología
como
estudio
c
omparado
de
las
culturas.
Por
el
contrario,
en
el
resto
de
las
ciencias
sociales,
el
término
“cultura”

está
mucho
menos
presente
y,
 generalmente,
 por
 influencia
 de
 la

antropología.
 Aunque
 en
 el
 transcurso
 del
 tiempo
 las
 ciencias

sociales
han
unificado
conceptos
y,
en
ocasiones,
han
acercado
enfoques,

la
sociología,
por
ejemplo,
y

a
pesar
de
sus
orígenes
comunes
con
la
antropología,
empleó
mucho
má
s
el
de
sociedad.
Ciertamente,

y
con
todas
las
cautelas
necesarias,
podemos
emplear
ambos
términos,
el

de
cultura
y
el
de
sociedad,

como
sinónimos,
salvo
excepciones,
como
veremos
posteriormente.
2.3
Definiciones
de
la
cultura
Fue,
precisamente,
E.
B.
Tylor
quien
acuñó
una
de
las
definiciones
más
c
lásicas
de
la
cultura,
y
ya
con
 el
 sentido
 que
 tiene
 hoy,
 en
 1871,

en
 Cultura
 Primitiva:
 "La
 cultura
 o
 civilización,
 en
 sentido

etnográfico
amplio,
es
ese
todo
complejo
que
incluye
el
conocimiento,
las

creencias,
el
arte,
la
moral,
 el
 derecho,
 las
 costumbres
 y
 cualesquiera

otros
 hábitos
 y
 capacidades
 adquiridos
 por
 el
 hombre
 en

cuanto
miembro
de
una
sociedad". La
 definición,
 descriptiva
 y

minuciosa
 de
 Tylor
 ha
 sobrevivido
 a
 la
 superación
 de
 las
 tesis

evolucionistas,
 debido
a
la
 precisión
 que
encierra
la
misma,
 pero

también
 como
 consecuencia
 de
 su

racionalismo.
Tras
ella
se
encuentran
los
postulados
de
la
antropología
filo
sófica
alemana
de
mediados
 del
 siglo
 XIX,
 y
 especialmente
 los
 de

G.
 Klem.


UNIDAD III: DESARROLLO COMUNITARIO Y


EMPODERAMIENTO.
3.1. Perspectiva del Empoderamiento: Definición y conceptos
Teórica.
El empoderamiento o apoderamiento (del empowerment en inglés) se refiere a
la serie de procesos por los cuales se aumenta la participación de los
individuos y las comunidades, que generalmente se encuentra en una
minoritaria o de desigualdad en temáticas tales como política, diario
vivir y economía, para así impulsar cambios beneficiosos para el grupo y sus
actuales situaciones de vida. Generalmente implica, en el beneficiario, el
desarrollo de una confianza en sus propias capacidades y acciones, junto con
el acceso al control de los recursos, la representación en los cuerpos de toma
de decisiones y la participación de los procesos de planeación

3.2. Niveles de Empoderamiento.


El «poder sobre»: esta noción está basada en las relaciones, bien de
dominación, bien de subordinación, mutuamente exclusivas. Supone que el
poder sólo existe en cantidad limitada, es un poder que se ejerce sobre alguien
o, de manera menos negativa, que permite. «Guiar al otro». Suscita
resistencias que pueden ser pasivas o activas.
«poder de»: un poder que comprende la capacidad de tomar decisiones, de
tener autoridad, de solucionar los problemas y de desarrollar una cierta
creatividad que haga a la persona apta para hacer cosas. La noción hace
referencia, pues, a las capacidades intelectuales (saber y saber hacer) y a los
medios económicos: al acceso y al control de los medios de producción y de
los beneficios (tener).
«poder con»: poder social y político, hace hincapié en la noción de
solidaridad, la capacidad de organizarse para negociar y defender un objetivo
común (derechos individuales y colectivos, ideas políticas: lobby, etc).
Colectivamente, la gente siente que tiene poder cuando se organiza y se une
en la persecución de un objetivo común o cuando comparte la misma visión.
«poder interior»: esta noción de poder se refiere a la imagen de sí mismo, la
autoestima, la identidad y la fuerza psicológica (saber ser) Hace referencia al
individuo; y cómo éste, mediante el auto análisis y el poder interior, es capaz de
influir en su vida y proponer cambios.

3.4. Apoyo Social y las Redes Sociales.


Las redes sociales virtuales forman parte de la manera de comunicarse y
relacionarse de un conjunto cada vez mayor de la población. Internet ha
pasado de ser una herramienta de búsqueda de información, a convertirse en
el soporte de otro tipo diferente de relaciones sociales que los tradicionales
contactos cara a cara. Desde la perspectiva psicológica de la salud, la presente
tesis profundiza en conocer si estas redes sociales virtuales tienen
características comunes con las redes sociales presenciales en cuanto a ser
fuentes de Apoyo Social y de Bienestar. Los resultados muestran una relación
entre el Apoyo Social y el uso de redes sociales virtuales, especialmente si el
Apoyo procede de las relaciones con los amigos. Asimismo, se comprueba que
existe una relación de sentido negativo entre la frecuencia de uso de las redes
sociales virtuales y la dimensión Dominio del Entorno, de modo que una
persona con dificultad para manejar su situación en el contexto social, utilizará
más frecuentemente este medio de interacción a través de internet. También se
muestran ciertas características socio de mográficas relacionadas con el uso
de estas redes sociales, cómo la edad, el género, la pertenencia a grupos
sociales, el número de contactos en la red o las relaciones establecidas a partir
de internet. A partir de estos resultados, se sugieren nuevas líneas de trabajo
como la intervención en el Dominio del Entorno para sujetos con un uso
desadaptativo de las redes sociales virtuales y la formación de los
profesionales de la Salud respecto al uso de éstas como herramientas
complementarias del Apoyo Social que mejore la salud de los pacientes.
UNIDAD IV: REDES SOCIALES Y APOYO SOCIAL.
4.1. El Apoyo Social: Antecedentes Históricos y definición del
concepto.
La psicología social es el estudio científico de cómo los pensamientos,
sentimientos y comportamientos de las personas son influidos por la presencia
real, imaginada o implícita de otras personas.1Junto con la psicología clínica, la
educativa y la organizacional, la psicología social es una de las cuatro grandes
ramas de la psicología, así como una de las ramas clásicas de la sociología.
Sus orígenes se remontan a 1879 con la aparición de
la Völkerpsychologie o Psicología de los pueblos, desarrollada por Wilhelm
Wundt y que actualmente es una de las especialidades de estudio, focalizando
el individuo en la sociedad y la incidencia de esta en el individuo ya que lo
humano y lo social están estrechamente relacionados y se complementan
mutuamente.
Según la definición anterior, científico se refiere al método empírico de
investigación. Los
términos pensamientos, sentimientos y comportamientos incluyen todas las
variables psicológicas que se pueden medir en un ser humano. La afirmación
de que otras personas pueden ser imaginadas o implícitas sugiere que, de
manera indefectible, estamos influenciados socialmente, incluso cuando:
a) no hay otros individuos presentes -como cuando vemos la televisión
b) seguimos normas culturales internalizadas.
La Psicología Social es definida también como la ciencia que estudia los
fenómenos sociales e intenta descubrir las leyes por las que se rige la
convivencia. Investiga las organizaciones sociales y trata de establecer los
patrones de comportamientos de los individuos en los grupos, los roles que
desempeñan y todas las situaciones que influyen en su conducta.

4.2. Apoyo Social y las Redes Sociales.


Hoy en día, la tecnología ha revertido sobre la educación un avance a pasos
agigantados. El hecho de que la tecnología llegue a la educación con tanta
fuerza, es el resultado de una sociedad dependiente a todos los niveles de los
diferentes avances tecnológicos. Hoy en día, podemos encontrar hechos tan
contradictorios como que una persona de una media de edad de 60 años tenga
un primer contacto dificultoso con aplicaciones de mensajería instantánea
como WhatsApp o Twitter, y que por otro lado encuentres un bebé de 3 años
utilizando con soltura gestos y acciones de una tableta o móvil. Sobre la base
de esto, se hace necesario analizar los pros y los contras que puede tener la
tecnología en el contexto socio-educativo de los jóvenes.

4.3. Grupos de Apoyo y Grupos de Autoayuda: Definición y las


Características. Grupos.
Un grupo de autoayuda es una forma de asociación y de reunión. Con el
tiempo puede hacerse incluso un movimiento social.
Se trata de un grupo de autoayuda cuando personas que viven similares
situaciones se unen para afrontarlas, narrándose mutuamente experiencias
personales e intercambiando información.
Cada grupo tiene un tema o problema específico que aborda, además de
técnicas; filosofía; creencias; participantes e incluso líderes.
La premisa en grupos de autoayuda es que en asuntos donde una persona
está involucrada emocionalmente, ayudarse solo es poco productivo. Por ese
motivo, el procedimiento en estos grupos es la ayuda mutua.
Quienes se ayudan a sí mismos, informándose y hablando con sus pares sobre
asuntos de salud que les afectan, ejemplifican el proceso de ayuda mutua.
Un grupo de autoayuda suele contar con miembros de largo plazo, mismos que
pocas veces indican por cuánto tiempo han participando. Estos participantes
dan continuidad a la forma de trabajo.

4.4. Sociales, Grupo de Apoyo y Grupos de Autoayuda:


Diferencias y Similitudes.

UNIDAD V: ACTITUDES COMUNITARIAS


5.1. Actitud: Definición del concepto.
Según la psicología, la actitud es el comportamiento habitual que se produce
en diferentes circunstancias. Las actitudes determinan la vida anímica de cada
individuo. Las actitudes están patentadas por las reacciones repetidas de una
persona.

5.2. Tipos de Actitudes: Explicitas e Implícitas.


“Medidas Explicitas”: Habitualmente, las actitudes se han medido mediante
procedimientos de ”autoinforme”, en los cuales se ha elaborado cuestionarios
basados en escalas de diferentes características. Una de las mas utilizadas
frecuentemente son las de “tipo Likert“: la persona manifiesta si grado de
acuerdo o de oposición con una serie de enunciados que recogen distintos
factores o dimensiones que las personas podrían tener en cuenta al evaluar el
objeto de actitud, y esa medida de actitud, se obtiene a partir de la suma de
todos lo ítems. Otro tipo de escala es el “diferencial Semántico”, que consiste
en una serie de escala bipolar definida por 2 características opuestas, una
positiva y otra negativa, en las que se pide a la persona que evalúe el objeto de
actitud señalando el punto de la escala con el que lo asocia a lo largo del
continuo, mas o menos positivo.
“Medidas Implícitas”: Para medir temas como son los relacionados con
estereotipos, prejuicio o discriminación hacia grupos sociales, se emplean
procedimientos que impiden que los sujetos sean conscientes del objetivo de
medida. Algunas evaluaciones se expresan automáticamente. Aquí las
actitudes son denominadas “implícitas”, porque no somos capaces de
identificar la relación entre nuestra actitud y la respuesta que damos al objeto
de actitud. Entre este tipo de medidas (las Implícitas) se incluyen las siguientes:
a) observación de conductas no verbales (postura del cuerpo, contacto ocular),
b) Medidas fisiológicas (conductividad de la piel, electromiograma facial,
c) Medidas basadas en la latencia, en las que se comprueba la actitud hacia un
estímulo a través de la velocidad con la que se realizan una serie de
asociaciones. En estas medidas se destacan 2 procedimientos, el “Priming” y
el Test de Asociaciones Implicitas ( IAT).

5.3. Funciones de las Actitudes: Función de conocimiento,


instrumental, defensiva del Yo y de los valores.
El análisis funcional ha permitido delimitar una serie de funciones psicológicas
en los procesos de interacción con el medio físico y social.
Katz (1960) distingue 4 funciones principales:
 Función de conocimiento.
 Función instrumental.
 Función defensiva del “yo”.
 Función expresiva de valores.
 Función de conocimiento
Nos ayudan a comprender nuestro entorno y a darle significado. La división en
positivo y negativo nos permiten diferenciar entre lo que es beneficioso y
dañino para cada individuo.
Este tipo de actitudes es más accesible y se basa en un conocimiento más
elaborado, por lo que es más potente cuanto más fuerte es la actitud. Con
frecuencia sesgan el procesamiento de la información pues:
Seleccionan lo que se procesa (atención).
La interpretación de lo que se procesa tiende a hacerse congruente con la
actitud previa (percepción).
Tratamos de ignorar la información incongruente, la congruente se almacena
con mayor facilidad.
Función instrumental
También se conoce como “de ajuste o utilitaria” pues permite lograr
determinadas metas o beneficios concretos, además de interpretar el entorno al
clasificar los objetos de actitud de acuerdo con los resultados que
proporcionan.
Función defensiva del yo
Las actitudes también pueden contribuir a mantener la autoestima. Este tipo de
actitudes sociales pueden estar motivadas por mecanismos de defensa que se
ponen en alerta cuando la autoestima se ve amenazada.
Función expresiva de valores
La “autoafirmación” es la expresión públicamente de actitudes centrales en el
sistema de valores personal, el cual permite a la persona mostrar creencias
que le sirven de principios generales.

5.4. Actitudes: Influencias biológicas.


Existen evidencias de que algunas actitudes pueden estar influenciadas por
aspectos genéticos y tener su origen en mecanismos innatos necesarios para
que nuestros ancestros sobrevivieran.
Ciertas habilidades, como la capacidad para las matemáticas o la música,
pueden tener un componente genético, heredado de nuestros padres, que
influye en las actitudes, no de forma directa, sino indirecta, ya que las personas
tendemos a formarnos actitudes que tienen que ver con nuestras capacidades
y con nuestras características de personalidad (Tesser, 1993).
El impacto de la herencia genética en las actitudes es más significativo que
aquellas basadas en aspectos afectivos o emocionales en las que se basan
creencias o conductas (Erwin, 2001).
Aunque ciertos genes pueden influir en una actitud o conducta, ello no implica
que esa influencia sea irreversible y no modificable (Bohner y Wänke, 2002).

UNIDAD VI: ETICA, VALORES Y ROLES EN LA INTERVENCIÓN


COMUNITARIA.
6.1. La Ética: Definición del concepto.
La ética se relaciona con el estudio de la moral y de la acción humana. El
concepto proviene del término griego éticos, que significa “carácter”.
Una sentencia ética es una declaración moral que elabora afirmaciones y
define lo que es bueno, malo, obligatorio, permitido, etc. en lo referente a una
acción o a una decisión.

6.2. La Ética y axiología de la Intervención.


LA AXIOLOGÍA

La axiología es la parte de la Filosofía que estudia la naturaleza de los valores:


lo bello, lo bueno, lo agradable, etc., y su influencia.

El término axiología deriva del griego axios: lo que es valioso o estimable, y


logos: ciencia. La axiología es la teoría del valor o de lo que se considera
valioso; pero no sólo trata de los valores positivos, sino también de los valores
negativos o antivalores, analizando los principios que permiten considerar que
algo es o no valioso, y considerando los fundamentos de tal juicio.

Max Scheler consideraba que los valores no eran propiedades sino objetos en
sí, aunque diferenciados de los objetos reales y de los ideales. Dentro de esta
concepción, el valor se halla fuera del espacio y del tiempo. Es indestructible.

Polaridad de los valores: Todo valor tiene un contravalor. No hay un solo valor
absoluto; siempre tiene polos positivos y negativos.

Jerarquía de los valores: Los valores están jerárquicamente ordenados, por el


hecho de que existen valores que son superiores a otros, valores más
necesarios en un momento determinado que otros, o valores que nos parecen
más interesantes que otros.

Clasificación de los valores, según Max Scheler

Valores Útiles: capaz- incapaz, caro-barato, abundante-escaso, etc.

Valores Vitales: sano-enfermo, selecto-vulgar, enérgico-inerte, fuerte-débil, etc.

Valores Espirituales: Estéticos: bello-feo, gracioso-tosco, etc.

Morales: bueno-malo, justo-injusto, leal-desleal, etc.

Lógicos o intelectuales: verdadero-falso, evidente-probable, exacto-


aproximado, etc.

Valores Religiosos: sagrado-profano, divino-demoníaco, supremo-derivado, etc.

ÉTICA

La Ética es la rama de la Filosofía que investiga las leyes de la conducta


humana, para formular las reglas que convienen al máximo grado de la
evolución psicológica y social del hombre.
La palabra ética deriva del término griego ethika, de éthos: comportamiento,
costumbre. Se aplicaba el concepto de la morada o lugar donde se habita. El
éthos es el suelo firme, el fundamento de la praxis, la raíz de la que brotan
todos los actos humanos. Éthos significa carácter logrado mediante el hábito y
no por naturaleza. Estos hábitos nacen por repetición de actos iguales. El
hombre, a lo largo de su vida, va realizando repetición de actos que generan
hábitos y determinan actitudes.

El objetivo de la Ética es esclarecer, reflexionar, fundamentar la experiencia


humana, que es la moral.

6.3. Roles en Psicología Social.


Para empezar es importante tener en cuenta que la palabra “rol” viene del
término francés “róle”. Es una palabra que nace en el campo teatral y alude al
rollo de papiro que los actores medievales usaban para leer su parlamento, y
que luego usaba el apuntador para seguir la letra detrás del escenario. El
término refiere a la noción de máscara o personaje.
Según Enrique Pichón Riviere…”el rol es un modelo organizado de conducta
relativa a cierta posición del individuo en una real interacción ligadas a
expectativas propias de los otros”…
Modelo organizado de conducta: Consideramos así a la conducta que se
considera y espera deben cumplir cada sujeto en la sociedad que habita. Cada
grupo social establece un modelo o una manera de ser, por ejemplo, madre,
padre, hijo, etc. Si consideramos el rol de “padre” hace 50 años atrás,
podremos relacionarlo con la idea del hombre como proveedor y sostén de la
familia, lejos de las tareas de crianza de los hijos o tareas hogareñas. Hoy sin
embargo ser “padre” incluye estos últimos aspectos, e incluso supone la
posibilidad del padre sólo con los hijos, sin la imagen de una “mujer-madre” con
él.
Esto se debe a los cambios culturales que, al interior de la sociedad, se
producen y modifican entre otras cosa la noción de los roles, o modelos de
conducta que se piensan para los sujetos que la integran. Este modelo hace al
rol prescripto, por lo cual cada sociedad establece las pautas de control y
sanción de sus miembros, según se ajusten o no al modelo vigente. La
posibilidad de sanción es una de las formas con las que un sistema social lleva
a sus miembros a la trasmisión, repetición y cumplimiento de lo establecido: lo
instituído, y evita la aparición de posibles instituyentes.
La “teoría del rol”, propuesta por George H. Mead, desde la psicología social
estadounidense, permitió explicar muchos aspectos de la vida social de los
sujetos, desde la consideración de la interacción ente los sujetos y la influencia
que el contexto produce en cada uno.
Pichón Riviere toma aspectos de esta teoría y las enriquece con sus propios
aportes, pensando al rol como un instrumento de interacción, que da cuenta de
la complementariedad posible entre los sujetos: por eso hay padres y hay hijos,
médicos y pacientes. Afirma, entonces, que…”el rol es un modelo organizado
de conducta relativa a una cierta posición del individuo en una red de
interacción: la sociedad”….
Es pertinente, en este momento y a partir de las dos definiciones dadas,
establecer una definición entre conceptos que pueden confundirse, rol y status.
La posición o status que se refiere al lugar que ocupa el sujeto en la red de
relaciones, el rol es el ejercicio de esa conducta, la puesta en acto de una
posición. Ser padre determina el “status” y cómo ser padre en esta sociedad,
es el desempeño del “rol”.

UNIDAD VII: ETICA, VALORES Y ROLES EN LA INTERVENCIÓN


COMUNITARIA. CONT’D.
7.1. Conceptos operativos en Intervención Comunitaria:
Problematización, Concientización y Desideologización.
Concientización y desideologización
Por concientización se entiende el proceso de movilización de la conciencia, de
carácter liberador, respecto de situaciones, hechos o relaciones, causas y
efectos hasta ese momento ignorados o inadvertidos, pero que inciden de una
manera que los sujetos de ese proceso consideran negativa. Según, Barreiro
(1974), es la adquisición de conciencia de sí como persona en una sociedad
con la cual está comprometida, porque en ella interactúa; es conciencia del
carácter dinámico de las relaciones que se tiene con el mundo y es también
conciencia de la propia capacidad crítica ante ellas y de la situación negativa
en que se vive. Tal forma de conciencia supone un modo de conocer que
conduce al compromiso de la persona con la sociedad en que vive, en el
sentido de que asume su rol activo en ella, de que deja de ser alguien que
sigue la corriente, que se somete sin reparos y sin análisis, sin pensarlo, a los
dictámenes de personas en su entorno inmediato o de líderes de la sociedad
en que vive. Es llegar a ser alguien con un compromiso en la construcción
cotidiana de esa realidad ejerciendo derechos y asumiendo deberes respecto
de los cuales sabe por qué y para qué los contrajo. Esa movilización tiene un
carácter liberador y supone una posición política, en el sentido amplio del
término. Es decir, en el sentido de ser un ciudadano consciente. Y por cuanto
conlleva un proceso de producción de conocimiento que conduce a revelar
causas, a establecer conexiones, a levantar el velo de la ignorancia necesaria
para el mantenimiento de un estado de cosas, acarrea un proceso de
desideologización.
El concepto de problematización fue introducido por el educador brasileño
Paulo Freiré (1970) para oponerlo a la concepción "bancaria" de la educación,
consistente en absorber y guardar pasivamente conocimientos ya
estructurados. La problematización, por el contrario, consiste en el proceso de
analizar críticamente el ser en el mundo "en el que y con el que" se está (1970:
90); Freiréaña de que problematizar es responder "al ser de la conciencia que
es su intencionalidad". Para lograr esa respuesta, la persona debe negar lo
comunicado y dar existencia a la comunicación (Freiré, 1970: 85).
7.2. Conducta Pro-Social: Cambio Social.
La prosocialidad está emergiendo en la psicología evolutiva y en la social por
las consecuencias positivas o beneficios que se desprenden para todos los
componentes de un sistema social. Si bien se han estudiado con frecuencia los
beneficios para los receptores de estas acciones, es menos conocida la
incidencia que pueda tener para los autores, que, en una definición rigurosa, no
pueden percibir recompensas externas, extrínsecas o materiales. En este
artículo se pretenden explorar los posibles beneficios personales o internos que
puede suponer la acción prosocial tanto para los receptores como
especialmente para los propios autores, en el ámbito de la salud mental y, a
nivel colectivo, en la funcionalidad de convivencia y armonía de las personas,
grupos y sociedades al constituir una potente reductora de la violencia y de la
agresividad, así como eficaz constructora de reciprocidad. La adolescencia
constituiría una edad fundamental para la adquisición de estos
comportamientos prosociales, e incluiría una vía cognitiva fundada en los
valores que facilitaría también la adquisición de actitudes prosociales. Entre los
aspectos a examinar estarían la relación entre prosocialidad y emociones y
concretamente su repercusión en la prevención o afrontamiento del stress.
Elementos importantes de este análisis recaería en el ejercicio de la empatía y
el progresivo descentramiento del propio espacio psíquico. En lo cognitivo se
exploraría la prosocialidad como contenido significante, en relación a los
valores, incidiendo en la autoestima mediante la percepción de logro, de
eficacia, Una segunda parte de este artículo apunta unos métodos e
instrumentos que hicieran posible la introducción, la formación, la promoción,
mantenimiento e incremento de tal prosocialidad basados en la experiencia del
autor y equipo de la UAB, desde 1982.
BENEFICIOS DE LA PROSOCIALIDAD Y SALUD MENTAL Una definición
operativa, de comportamientos prosociales, aceptada por la comunidad
científica es ésta: aquellas acciones que tienden a beneficiar a otras personas,
sin que exista la previsión de una recompensa exterior. Nosotros estamos
elaborando una definición más amplia que, por una lado, comprenda no sólo la
simplicidad del enfoque unidireccional, presente en las primeras
investigaciones, sino también la complejidad de las acciones humanas en su
vertiente relacional y sistémica y, por otro lado, recoja dimensiones más
culturales y susceptibles de una aplicación en el campo social y político.

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