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Un catalizador es una sustancia que afecta la velocidad de una reacción, pero al final del proceso

permanece sin cambio. El catalizador generalmente modifica una velocidad de reacción


promoviendo una ruta molecular distinta ("mecanismo") para la reacción.

En ocasiones la mezcla reaccionante se encuentra tanto en la fase líquida como en la gaseosa. De


estos dos tipos de catálisis, la catálisis heterogénea es el tipo más común. La separación completa de
la mezcla de producto fluido y catalizador sólido hace que la catálisis heterogénea sea atractiva
desde el punto de vista económico, en particular porque muchos catalizadores son bastante valiosos
y es necesario reutilizarlos. La reacción catalítica heterogénea ocurre en o muy cerca de la interfase
entre el fluido y el sólido. Los principios que rigen las reacciones catalíticas heterogéneas pueden
aplicarse a reacciones fluido-sólido, tanto catalíticas como no catalíticas. Los otros dos tipos de
reacciones heterogéneas incluyen sistemas gas-líquido y gas-líquido-sólido. Las reacciones entre
gases y líquidos, suelen experimentar limitaciones de transferencia de masa.

Tipos de catalizador: Poroso, tamices moleculares, monolítico, soportado y no soportado

Debido a que la reacción catalítica ocurre en la interfase entre el fluido y el sólido, es esencial que el
área interfacial sea grande para lograr una velocidad de reacción significativa. En muchos
catalizadores el área está dada por una estructura interna porosa (es decir, el sólido contiene
muchos poros finos, cuya superficie constituye el área necesaria para una velocidad de reacción
alta). El área que tienen algunos materiales porosos es sorprendentemente grande. El catalizador
que tiene un área considerable debido a sus poros se conoce como catalizador poroso. Algunos
ejemplos son el níquel Raney, que se emplea para hidrogenación de aceites vegetales y animales; el
platino sobre alúmina, que se usa para la reformación de naftas de petróleo para obtener octanajes
altos, y el hierro que se utiliza en síntesis de amoniaco. En ocasiones los poros son tan pequeños que
sólo admiten moléculas pequeñas, pero impiden la entrada de las de gran tamaño. Los materiales
con este tipo de poro se conocen como tamices moleculares, y se derivan de sustancias naturales,
como ciertas arcillas y zeolitas, o bien son totalmente sintéticos, como es el caso de algunos
aluminosilicatos cristalinos. Estos tamices constituyen la base de catalizadores altamente selectivos;
los poros controlan el tiempo de residencia de diversas moléculas cerca de la superficie
catalíticamente activa, hasta un grado que en esencia permite que sólo las moléculas deseadas
reaccionen. Un ejemplo de especificidad de las zeolitas es la orientación controlada de una molécula
reaccionante. Una vez que las moléculas están dentro de la zeolita, la configuración de las moléculas
que reaccionan es controlada por la orientación de los átomos de catalizador en sitios específicos de
la zeolita. Esta colocación facilita reacciones de ciclización, como la orientación de moléculas de
etano, a manera de anillo sobre la superficie del catalizador para formar benceno:

No todos los catalizadores requieren de una superficie extensa suministrada por una estructura
porosa. Algunos son suficientemente activos, de modo que el esfuerzo necesario para sintetizar un
catalizador poroso sería un desperdicio. Un caso de este tipo son los catalizadores monolíticos, que
normalmente se emplean en procesos donde son importantes la caída de presión y la eliminación de
calor. Algunos ejemplos típicos son el reactor de gasa de platino, que se emplea en la oxidación del
amoniaco durante la manufactura de ácido nítrico, así como en los convertidores catalíticos que se
usan para oxidar contaminantes' del escape de automóviles. Pueden ser porosos (estructura de
panal) o no porosos (alambre de gasa). El platino es un material catalítico primario en el monolito.
En algunos casos el catalizador consta de diminutas partículas sobre un material activo dispersado
sobre una sustancia menos activa llamada soporte. Con frecuencia, el material activo es un metal
puro o una aleación metálica. Tales catalizadores se denominan catalizadores soportados para
diferenciarlos de los catalizadores no soportados. A los catalizadores también se les agregan
pequeñas cantidades de ingredientes activos llamados promotores, los cuales incrementan su
actividad.

Preparación de catalizadores

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