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EXEGESIS DEL NUEVO TESTAMENTO:

SINÓPTICOS

Tema 1: El Nuevo Testamento: Introducción


¿Qué es el N. T.? Testamento en griego: diatheke significa testamento o alianza, en hebreo: berit
significa alianza o pacto. Dos acepciones: (a) N.T. indica la nueva y definitiva etapa de la Historia de la
Salvación realizada por Jesucristo, en la que llegan a su plenitud y cumplimiento las promesas salvíficas y
la Antigua Alianza o Antiguo Testamento, hechos por Dios a través del pueblo hebreo. La expresión N.T.
está tomada de las mismas palabras de Jesús pronunciadas en la Última Cena. (b) desde fines del siglo II
se entiende por N. T. la colección de libros inspirados por Dios que la Iglesia ha recibido en el Canon de
las Escrituras Sagradas.

Los libros del N. T. Se compone de 27 libros de desigual extensión redactados en la segunda mitad del
siglo I. Según el género literario se dividen normalmente en tres grupos: (1) históricos: los 4 Evangelios y
los Hechos. (2) didácticos o sapienciales: las 14 epístolas paulinas y las 7 cartas católicas. (3) proféticos:
el Apocalipsis de San Juan.

El N.T. como obra literaria. Se sitúa entre el mundo judío y el helénico. Se vehicula literariamente en
expresiones helénicas, pero no intenta adoptar el pensamiento griego como mediación de su mensaje. Se
inserta en la gran tradición bíblica hebrea en cuanto a muchas de sus formulaciones lingüísticas y a su
contenido religioso.

El N. T. como obra histórica. Los 4 Evangelios y los Hechos de los Apóstoles son a la vez libros
históricos y doctrinales. Las cartas del N. T. constituyen aplicaciones de la vida y del mensaje de Jesús a
situaciones concretas que se van suscitando en la vida de las primeras comunidades cristianas. El
Apocalipsis en una interpretación de las tensiones de los primeros cristianos en su encuentro vital con el
mundo pagano; toma imágenes principalmente de los libros proféticos del A. T. y de las enseñanzas de
Jesús y en una especie de lenguaje clave consuela a las primeras generaciones cristianas.

Contenido doctrinal del N. T. Contiene la Buena Nueva, el Evangelio de Jesucristo, cuyo contenido es a
su vez lo que hizo y dijo el mismo Señor, y el relato de lo que por mandato suyo predicaron los Apóstoles.
Jesucristo ha venido para poner por obra la voluntad del Padre celestial. Esta voluntad consiste en
conducir a los hombres hasta ser partícipes de la misma vida divina. Dios ha querido que el N. T. fuese
escrito como un medio más de salvación, para que los hombres dispusieran de este medio excelente para
conocer a Jesucristo. El A. T. había revelado el misterio de Dios Uno. El N. T. nos revela el insondable
misterio de Dios Trino, insinuado pero no revelado en el A. T.

Fecha de redacción. Jesucristo no mandó directamente a sus Apóstoles escribir, sino predicar. El
Espíritu que fortaleció a los Apóstoles en esa misión, enriqueció años después a la Iglesia con otro don:
impulsó a algunos Apóstoles y a otros colaboradores suyos a poner por escrito bajo la inspiración divina
lo que, junto con el A. T. y con la Sagrada Tradición, constituye el depósito de la Revelación. La
redacción literaria del N. T. duró aproximadamente medio siglo: desde el año 50 hasta el 100 d.C.
Ninguno de los escritos del N. T. fue datado por su autor. Se han podido reconstruir las fechas de
composición con desigual grado de certeza y exactitud. De todos modos, la cuestión de las fechas no es
un tema de por sí teológico-dogmático, sino literario e histórico.
escrito autor fecha composición lugar redacción
Mateo Mateo(?) entre el 42 y el 85 Judea/Siria(?)
Marcos Marcos entre el 45 y el 70 Roma (?)
Lucas y Hechos Lucas entre el 62 y el 80 Roma/Acaya(?)
Tema 3: El Evangelio según San Mateo
Autor. La tradición constante de las iglesias desde el siglo II atribuye este Evangelio al apóstol San
Mateo, llamado también Leví. Primeros testimonios: Papías, obispo de Hierápolis, año 130; San
Jerónimo, año 400.

Las dos redacciones. Los testimonios indican que el Evangelio de Mateo fue redactado en lengua
hebrea. Lo que se conoce es el texto griego, que fue el que pasó al Canon de las Escrituras Sagradas. No
se conserva ningún ejemplar del texto hebreo original. No se sabe quién o quienes redactaron el Mateo en
lengua griega. La opinión más generalizada entre los investigadores es que el Mateo canónico griego no
debe ser una traducción del primitivo hebreo, sino más bien una refundición, posterior a la vida del
apóstol Mateo.

Finalidad y destinatarios. Finalidad común con los otros tres Evangelios: “...para que creáis que Jesús
es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en vosotros” (Ioh 20,31). Finalidad
específica: destinado en primer lugar a los cristianos procedentes del judaísmo y que vivían en tensión con
éste; de ahí la insistencia en Mateo de mostrar cómo en Jesús se cumplen las antiguas profecías, es decir,
que Jesús es el Mesías anunciado y esperado en el A. T.

Características literarias.
Estructura. Cinco discursos entre los que se intercalan unos pasajes narrativos. Doce secciones:
(1) Prólogo: Nacimiento e Infancia.
(2) Narración: Preparación al ministerio.
(3) Discurso de la Montaña.
(4) Narración: Milagros del Mesías Jesús.
(5) Discurso de Misión.
(6) Narración: Del antiguo al nuevo Pueblo de Dios.
(7) Discurso de las Parábolas del Reino.
(8) Narración: Jesús se retira de territorio judío.
(9) Discurso eclesiástico sobre la vida en la futura Iglesia.
(10) Narración: De Galilea a Jerusalén.
(11) Discurso escatológico.
(12) Narración: Pasión, Muerte y Resurrección.
Estilo. Cuidadosa elaboración. Estilo conciso, sobrio y ponderado, ausente de descripciones
detalladas o pintorescas, concentrándose en el contenido doctrinal. Es frecuente el uso de la
prolepsis por la que una noticia posterior es adelantada en la narración para dar mayor claridad a la
frase o al párrafo, o para evitar equívocos y malentendidos. Se hace un amplio uso del derash
judaico por el que una palabra o una frase es explicada para mayor claridad de los lectores.

Características teológicas.
Evangelio del “cumplimiento”. El hagiógrafo se cuida esmeradamente de mostrar cómo en Jesús y en
los acontecimientos de su vida se cumplen las profecías del A. T.
Jesús, el Mesías rechazado. Presenta los hechos y las enseñanzas desde la focalización misteriosa de la
reprobación de Jesús como Mesías por parte de los dirigentes judíos, que arrastran tras de sí a una
buena parte del pueblo. La repulsa de esos dirigentes y los sufrimientos de Jesús no son una
frustración del plan divino de salvación, sino que estaban anunciados por los profetas del A. T. y
son, de una u otra manera, su cumplimiento.
El Evangelio del Reino. San Mateo habla 51 veces del Reino o Reinado; Marcos 14 y Lucas 39.
Marcos y Lucas usan el sintagma “Reino de Dios”. Mateo, excepto 5 veces, utiliza “Reino de los
Cielos”. “Cielos” era una palabra usual entre los judíos del tiempo de Jesús para evitar, por respeto,
la pronunciación trivial del nombre de “Dios”. El Reino o Reinado de Dios se inicia con la llegada
de Jesús y significa, de modo genérico, el dominio de Dios sobre sus criaturas, especialmente sobre
los hombres.
El Evangelio eclesiástico. Es el único de los cuatro Evangelios en que aparece, y por tres veces, la
palabra “Iglesia”. Además la Iglesia, sin ser nombrada con ese vocablo, se encuentra como latente
en el trasfondo del escrito. Se anuncia su fundación en la promesa del primado a Pedro. Está
incipiente en el Discurso eclesiástico del capítulo 18. Es presentada como figura y símbolo en
algunos episodios. Es insinuada como el nuevo y verdadero Israel en la parábola de los viñadores
homicidas. En el mandato misional del final del Evangelio se enuncia su misión de ser constituida
en instrumento universal del salvación.
El Evangelio de Mateo en la vida de la Iglesia. Su uso es atestiguado a fines del siglo I con la epístola
del Papa San Clemente a los Corintios, uso que se hace preponderante entre los otros Evangelios
canónicos con los Padres Apologetas.
La divinidad de Jesús. Desde la concepción de Jesús por obra del Espíritu Santo hasta el versículo con
que termina el Evangelio, muchísimos pasajes muestran la divinidad de Jesús de manera implícita,
esto es, atribuyéndole las mismas prerrogativas y poderes que el A. T. atribuía a Yahwéh.
Tema 4: El Evangelio según San Marcos
Autor. Marcos o Juan Marcos no era discípulo directo de Jesús, sino de San Pedro y San Pablo y de San
Bernabé. Primeros testimonios: Papías, obispo de Hierápolis, año 130; San Justino Mártir, año 155; San
Ireneo, a fines del siglo II. La mayoría de los escritores eclesiásticos antiguos ven en Mc 14,51-52 (el
episodio del muchacho que suelta la sábana y huye en el momento del prendimiento de Jesús) una especie
de firma velada del propio Marcos a su Evangelio.

Lugar de composición y primeros destinatarios. Roma, Italia (según el testimonio de Ireneo, Clemente
de Alejandría, Tertuliano y San Jerónimo). Los primeros destinatarios debieron de ser los cristianos de
Roma.

Características literarias.
Estructura. “El Evangelio en acción”: Marcos no reporta sino breves palabras de Jesús, ubicadas al
hilo de los pasajes narrativos. Jesús, más que predicar o hablar, actúa, hace. Para la mayoría de los
investigadores actuales el Evangelio de Marcos sería anterior a los de Lucas y Mateo, y habría
proporcionado el marco histórico narrativo seguido en líneas generales por estos dos últimos.
Pueden distinguirse seis secciones:
(1) Preparación al ministerio.
(2) Ministerio en Galilea.
(3) Viajes de Jesús. La confesión por parte de Pedro de la Mesianidad de Jesús divide en
dos el texto del Evangelio.
(4) Hacia Judea y Jerusalén.
(5) Discurso escatológico.
(6) Pasión, Muerte y Resurrección.
Estilo. La sintaxis y el vocabulario son muy sencillos y, al mismo tiempo, muy expresivos. Predomina
el “discurso directo” por el que se pone en boca del personaje en escena una especie de cita literal
de sus propias palabras. Es lo que se conoce como mímesis. También es frecuentísimo el uso del
presente histórico o de actualización (“dice” en lugar de “dijo”). Es característico de este Evangelio
la descripción pormenorizada de detalles secundarios, más sobriamente aludidos por Mateo, o
incluso simplemente omitidos; Lucas representa una posición intermedia. Es lo que los estudiosos
llaman “signos de realidad”. Los verbos en tercera persona del plural evocan en el lector la voz del
“narrador” al que sigue el Evangelista. El Evangelio de Marcos abunda en términos latinos,
simplemente transliterados al griego. Tal uso aboga en favor de que Marcos escribió su Evangelio
en Roma.

Características teológicas.
General. Situa al lector directamente ante Jesucristo. Aunque en los demás Evangelistas está también
presente, Marcos acentúa de modo especial la tensión de todo su Evangelio hacia la Pasión y Muerte
de Jesús. Con sus relatos tan vivos el Evangelista consigue su propósito de dejar en nuestra alma el
atractivo de Jesucristo, algo de lo que los Apóstoles debieron de sentir en su convivencia con el
Maestro.
Jesús, el Hijo de Dios. Primeras palabras del Evangelio (“Comienzo del Evangelio de Jesucristo Hijo
de Dios”) son un testimonio explícito de la fe del Evangelista y de la primitiva tradición cristiana
que está en su base. Las palabras del centurión en el Calvario, casi al final del Evangelio,
(“Verdaderamente este hombre era hijo de Dios”) son como un resumen-conclusión del Evangelio.
Jesús, el Mesías prometido. En armonía con los otros tres Evangelistas, Marcos tiene la fe de que
Jesús es el Mesías prometido en las profecías del A. T. Sin embargo, en la manifestación de su
Mesianidad, Jesús siguió una pedagogía para evitar que le confundieran con un libertador político o
nacionalista en el contexto histórico de su época. Por eso elude generalmente llamarse a sí mismo
Mesías y aplicarse títulos mesiánicos, como “Hijo de David” o “Rey”. Prefiere designarse como
“Hijo del hombre”, título que se encontraba ya en el profeta Daniel pero que no había pasado a ser
empleado como título mesiánico popular.
Tema 5: El Evangelio según San Lucas
Autor. Lucas, médico antioqueno, cristiano procedente de la gentilidad, seguidor del Apóstol Pablo y
compañero de sus viajes. Primeros testimonios: Fragmento de Muratori, año 180; San Ireneo, a fines del
siglo II; Clemente de Alejandría, hacia el año 200; Tertuliano, hacia el 210; Orígenes, hacia el 235;
Eusebio, hacia el 325; San Jerónimo, hacia el año 400.

Lugar de composición. Acaya, Grecia (según el testimonio de San Jerónimo).

Características literarias.
Estructura. Sigue el esquema común a los sinópticos. Su esquema es:
(1) Infancia de Jesús.
(2) Preparación al ministerio.
(3) Ministerio en Galilea.
(4) Jesús de camino hacia Judá.
(5) Parábolas de la misericordia y otras enseñanzas.
(6) Entrada mesiánica y ministerio en Jerusalén.
(7) Pasión y Muerte.
(8) Resurrección, apariciones y Ascensión.
Lucas introduce su libro con dos capítulos sobre el Nacimiento e Infancia de Jesús, mucho más
extensos que los de Mateo.
La tercera sección, desde Galilea a Jerusalén, está tan desarrollada que abarca unos 10 capítulos.
Está presentada como un largo viaje de Jesús con sus discípulos. No se trata sólo de un esquema
geográfico sino teológico: expansión de la Buena Nueva desde Galilea hasta Jerusalén, centro
religioso del mundo judío. En esta sección se observa que la mayoría de las perícopas o episodios
son propios de Lucas, aunque algunas se encuentran también en Mateo.
Al final del libro, los relatos de las apariciones de Jesús Resucitado y de la Ascensión son más
extensos que en Mateo y, desde luego, que en Marcos.
Como Mateo, y a diferencia de Marcos, Lucas recopila gran cantidad de logia o dichos de Jesús
pero no los agrupa formando “discursos” como Mateo, sino que los distribuye situándolos en
circunstancias concretas al hilo de los episodios y pasajes narrativos. Esta característica ha hecho
que se le califique como “el primer historiador de Jesús”. Mateo, en cambio, habría sido “el primer
catequista cristiano”, agrupando por temas los dichos de Jesús.
Jerusalén ocupa en Lucas un lugar más destacado que en los otros Evangelios.
Estilo. Por un lado Lucas se distingue por el buen conocimiento de la lengua griega. A la vez es muy
fiel a sus fuentes de información, y, siguiendo modos de hacer de los escritores antiguos, conserva
las tradiciones orales o escritas que ha manejado incluso con su sabor original. Eso explica el estilo
cambiante de Lucas: cuando redacta de su propia mano, es bastante clásico o helenístico; cuando
“reproduce” tradiciones o fuentes de origen judío-cristiano, es fiel incluso hasta en la construcción
gramatical y en el vocabulario. Lucas silencia detalles que pudieran ser molestos para algunas
personas, como los cristianos procedentes de la gentilidad o las mujeres, o bien escenas de cierta
crudeza. Los abundantes verbos en tiempo presente que vemos sobre todo en Marcos, los
encontramos en indefinido/aoristo en Lucas, con un estilo más conforme con los modos de escribir
de los historiadores de su tiempo.

Características teológicas.
General. Lucas presenta la vida de Jesús como un caminar hacia Jerusalén, desde donde, en el día de la
Ascensión, subirá al Cielo, del cual la Ciudad Santa es su figura terrestre. Otra característica muy
relevante es la dimensión universal del Evangelio. Jesús, el Hijo de Dios, es frecuentemente
presentado como “el Salvador” de todo el mundo. Entre los Sinópticos es Lucas el que habla más
de la figura entrañable de Santa María.
Importancia de la Ascensión. Sólo Lucas y Marcos narran la Ascensión, Marcos de forma brevísima.
Lucas, en cambio, relata dos veces este episodio (en el Evangelio y en los Hechos) y lo hace con
detalles relevantes. Si toda la vida de Jesús es un caminar hacia Jerusalén, podemos decir también
que es un caminar hacia el estadio final iniciado con la Ascensión a los Cielos.
Jesús, Profeta y Salvador. Jesús es llamado Profeta; nadie como él puede hablar más propiamente en
nombre de Dios. Lucas subraya la unión profunda y misteriosa del Espíritu Santo con el ministerio
profético de Jesús. La enseñanza de que Jesús es el Salvador de los hombres está presente a lo largo
del Tercer Evangelio. En la obra de la salvación intervienen Jesús , Dios-Padre y el Espíritu Santo.
Universalidad del Evangelio de Lucas. Frente a la estrechez de miras de muchos judíos de su tiempo,
que consideraban prójimo solamente a los propios judíos, Jesús explica que prójimo es también el
samaritano de la parábola. Aunque los cuatro Evangelios enseñan el carácter universal de la
salvación traida por Jesús, puede decirse que ésta es presentada con especial relieve en el Evangelio
según Lucas.
Exhortación a la vida cristiana. El seguidor de Jesús, viviendo en este mundo, para realizar ese
“seguimiento de Jesús”, debe imitar su vida, integrada por gestos, acciones, actitudes y palabras,
que son a la vez modelo y mandato. Esta visión es común a todo el N. T. Pero puede encontrarse
resaltada de algún modo en el Evangelio de Lucas.
Gozo por la redención operada por Jesucristo, tan largamente esperada. Esta nota de alegría se puede
apreciar de una manera especialmente intensa en el Tercer Evangelio. En suma, el cristiano debe
vivir la alegría interior en toda circunstancia, próspera o adversa a los ojos humanos.
Santa María Virgen. Lucas nos presenta con exquisita delicadeza los rasgos de la grandeza y de la
hermosura espiritual de Santa María.
Tema 6: La cuestión sinóptica
El hecho sinóptico y la cuestión sinóptica. Los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas se llaman
Sinópticos porque presentan un gran número de pasajes comunes acerca de los hechos y los dichos de
Jesús con bastantes coincidencias y también algunas diferencias, todas las cuales se aprecian con una
simple mirada (sinopsis, mirada de conjunto) al colocar los textos en tres columnas paralelas. A la
búsqueda de las razones por las que pueda darse una respuesta a esta concordia discors (concordia
discordante) se ha llamado quaestio synoptica (cuestión sinóptica). En el siglo II Taciano compone un
evangelio tomando los pasajes del Evangelio en el que aparecen más completos: diatessaron (a través de
los cuatro). San Agustín escribe De consensu Evangelistarum sobre la convergencia entre los
Evangelistas. Después de la época antigua en la que se enfatiza la concordia, a partir del siglo XVIII se
enfatiza la synopsis. Las synopsis más famosas son las de K. Aland, en griego, basada en Marcos, y la de
Orchard, basada en Mateo.

Las hipótesis científicas para explicar el hecho sinóptico. Cuatro líneas argumentales:
(1) La hipótesis de los dos documentos o 2DH (Two Documents Hypothesis) y la 4DH.
(2) La hipótesis de los dos Evangelios o 2GH (Two Gospels Hypothesis).
(3) La hipótesis de los niveles múltiples (Boismard) y su adaptación (Rolland).
(4) La función de la tradición oral y de las agrupaciones de perícopas, formando bloques de
episodios o de dichos anteriores a la redacción de los Sinópticos.
La 2DH y 4DH. Supone que en el origen de nuestros tres Sinópticos actuales debió de haber,
fundamentalmente, dos documentos escritos. Uno sería el Evangelio de Marcos (Mc), de donde se
tomarían los hechos, y el otro sería una colección de dichos de Jesús (logia Iesu) sin
enmarcamiento histórico (Q, de la inicial de la palabra alemana Quelle que significa precisamente
“Fuente”).
Dificultades. Q no es ningún documento que se haya conservado o que haya sido recensionado, ni
siquiera citado. Quedan sin explicar la mayor parte de las diferencias, sobre todo las coincidencias
de Mateo y Lucas entre sí en contra de Marcos.
Modificación. Para obviar estas dificultades la hipótesis se completa con la adición de una fuente
especial de dichos para Mateo (M) y otra especial para Lucas (L), pudiéndose llamar hipótesis de las
cuatro fuentes o 4DH.
La 2GH. Supone que en un principio se escribieron los Evangelios de Mateo y de Lucas y después el
de Marcos, que habría tomado de los otros dos lo fundamental del esquema histórico-narrativo, más
unos pocos dichos, dejando al margen un buen número de estos últimos.
Dificultades. Proceden del análisis literario y lingüístico que en cierto número de casos parecen
ser correcciones de estilo y de vocabulario por parte de Mateo y de Lucas sobre el texto de Marcos.
La de los niveles múltiples (Boismard) y su adaptación (Rolland). En la antigüedad se dieron casos en
que los libros no tuvieron un texto fijado definitivamente, como ocurre en los libros impresos de
modo corriente. Los libros podían experimentar un proceso de transformación y cambio, bien por
parte de sus autores, bien por los propietarios de los códices y de los copistas. Esto pudo ocurrir con
los Evangelios antes de que fueran recibidos en el Canon de la Iglesia en el siglo II.
De esta manera un texto primitivo de Marcos pudo influir en el texto definitivo del mismo Marcos
y de Lucas y de Mateo. Viceversa, un texto primitivo de Lucas o de Mateo pudo influir a su vez en
los posteriores o definitivos de esos mismos Evangelios y de Marcos. Y así, sucesivamente.
Así se obviarían las dificultades que se observan, a saber, que hay casos en que por el análisis
literario de los textos canónicos, parece que Mateo y Lucas corrigen el texto base de Marcos,
mientras que en otros casos es Marcos el que parece modificar o ampliar el texto base de Mateo o de
Lucas. Es más, hay casos en que Lucas parece corregir a Mateo y otras veces en que Mateo parece
completar a Lucas.
Adaptación. Se basa en 6 fuentes:
“C” perícopas comunes de triple tradición, unas 104, parte oral y algo escrito
“A” perícopas comunes de doble tradición (Mt y Mc), unas 37
“B” perícopas comunes de doble tradición (Mc y Lc), unas 13
“Q” perícopas comunes de doble tradición (Mt y Lc), unas 25, son los logia Iesu
“M” material propio de Mateo
“L” material propio de Lucas

La tradición oral. Todo el mundo está de acuerdo hoy día que la Tradición apostólica y las tradiciones
de las iglesias locales jugaron un papel fundamental en la redacción literaria de los Evangelios. La
dificultad está en precisar cómo se refleja de modo concreto ese influjo en los diversos textos.

escrito a media esbozo de


colección formación que evangelio distinto al
de dichos contiene material manejado en las Q de
de Jesús sustancial iglesias heleno- Mateo
(Palestino) cristianas
acomodación del
documento A
Q A para las iglesias C Q’
heleno-cristianas

Mt intermedio Mc intermedio Proto Lc

Mt Mc Lc
Tema 7: La Crítica histórico-literaria

Contribuciones de la investigación crítica moderna.


Los Evangelios canónicos no pueden considerarse exclusivamente como el resultado de la labor personal y puntual
de cada Evangelista bajo el impulso inspirativo del Espíritu Santo. Cada uno trabajó, bajo la guía de la inspiración
divina, aplicando todas sus facultades de manera semejante a la que todo autor humano consciente pone en la
redacción de un libro.
La investigación desarrollada se ha interesado por entender esa labor de escritor de los Evangelistas a través de las
huellas que han dejado en sus escritos.

El método de la Historia de las Formas (Formgeschichte)


El método original (H. Gunkel) se fija de modo especial en las tradiciones de los pueblos, sus culturas, entre otros
factores, para explicar su impacto en los diversos hagiógrafos veterotestamentarios y en las diversas partes de los
libros del AT. Cuatro investigadores alemanes son los principales promotores de esta metodología aplicada a los
cuatro Evangelios: K. L. Schmidt, M. Dibelius, R. Bultmann y G. Bertram.
Se llegan a establecer así diversos análisis de los escritos sagrados en los que se observan diversos pequeños
géneros literarios, Gattungen, que debieron preceder a los escritos canónicos. Estos Gattungen responden a
necesidades religiosas y sociales, reflejando así el marco histórico y vital, Sitz im Leben,1 en que surgieron.
La Formgeschichte se caracteriza no por el análisis de las grandes fuentes de los Evangelios, sino de los elementos
literarios menudos, las formas, pequeñas unidades independientes, que surgieron, cada una, en un Sitz im Leben
particular. La finalidad del método es triple:
intentar dar explicación del origen de los Evangelios canónicos;
valorar su grado de historicidad;
y poder reconstruir con mayor solidez que antes el verdadero mensaje cristiano.

Las formas literarias de la Formgeschichte


La introducción del San Lucas al libro de Hc —“Escribí el primer libro… acerca de todo lo que Jesús hizo y
enseñó”— ha sido el fundamento para distinguir en la tradición evangélica de Jesús dos clases de relatos: los de
hechos o relatos narrativos, y los de dichos o logia Iesu.
1. Los relatos de “hechos”:
Paradigmas. Trata de un relato breve acerca de algún acontecimiento de la vida de Jesús que sirve de soporte a un dicho o
logion.
Relatos de milagros. Siguen el esquema siguiente: i. presentación de la necesidad o enfermedad; ii. petición de auxilio; iii.
palabras y acto de Jesús; iv. cumplimiento del milagro; v. efectos en los presentes.
Apotegmas. Frases cortas, cargadas de un sentido denso, atribuidas a Jesús por la tradición evangélica, que se encuentran
dentro de breves narraciones.
Las disputas. Contra diversos grupos judaicos. Su reconocimiento es discutido.
Historias de la Pasión.
Legenda. Contienen algo para ser leído, no prejuzgan sus historicidad.
2. Relatos de “dichos”. Son frases de Jesús con independencia del relato narrativo que les rodea. Se distinguen:
frases o dicho proféticos;
los apocalípticos;
las proclamaciones personales;
parénesis: son los dichos de Jesús recopilados por la tradición evangélica para subrayar el ideal de conducta moral
cristiana.

1
Sitz im Leben = marco vital, social-religioso.
Valoración metodológica de la Formgeschichte
Aportaciones técnicas:
revaloriza la función de la tradición en la redacción de los Evangelios escritos;
iluminan la reconstrucción crítica de la prehistoria literaria o formación de los Evangelios.
consigue un análisis literario mucho más preciso de los textos evangélicos contribuyendo a la captación del sentido de las
perícopas evangélicas;
contribuyó al mejor conocimiento del Sitz im Leben donde se produjeron los escritos canónicos.
Desaciertos técnicos:
apriorismos en la tipificación de pequeñas unidades;
prescinde de la función de los apóstoles-testigos en el desarrollo de la tradición evangélica y de las instituciones de la
Iglesia primitiva;
asigna una exagerada actividad creadora a las comunidades primitivas;
despoja apriorísticamente de casi todo valor histórico a los relatos evangélicos, tanto narrativos como de logia Iesu.

Critica a los presupuestos de la Formgeschichte


1) Postulado cultural-sociológico: “Quienes crearon las pequeñas unidades o «formas» fueron las primitivas
comunidades cristianas.” Por tanto, los Evangelistas no fueron verdaderos autores de sus respectivos libros, sino
meros “compiladores”.
2) “En el principio era el kerygma”: Nuestra investigación no puede llegar al “Jesús de la historia” sino tan sólo
al “Cristo de la fe”. Los Evangelios no transmitirían la predicación y hechos de Jesucristo, sino solamente la
predicación acerca de Jesús.
3) Prejuicio antisobrenaturalista: toda expresión milagrosa, toda intervención sobrenatural en el curso natural
de la historia, y del cosmos debe ser interpretada como lenguaje mítico…
4) Confesionaliad luterana: Lo que implica el concepto de fe desnuda de toda apoyatura humana. La cuestión
luterana de fe y razón aplicada a la investigación exegética.

El Método de la Historia de la Redacción (Redaktionsgeschichte)


Este método surgió como reacción contra el postulado cultural-sociológico de la Formgeschichte en el cual se
aseguraba que los Evangelistas fueron meros compiladores.
Los autores de este método aseguran que los Evangelistas fueron verdaderos autores, que poseían un plan de
ordenación literaria del material de tradición de que disponían, sino también de una verdadera y peculiar
concepción teológica del Evangelio y de Jesucristo.
El interés de este método se centra en la investigación de cada Evangelio, subrayando las diversas concepciones de
sus autores respectivos, por lo que interesa descubrir un segundo Sitz im Leben, el del Evangelista, para investigar
la labor redaccional de cada Evangelista, reconstruyendo la circunstancias vitales de las comunidades a las que
cada Evangelio iba dirigido en primer lugar.

Valoración de la Redaktionsgeschichte
Corrige uno de los apriorismos graves de la Formgeschichte.
E. Käsemann, entre otros, exageró la peculiaridad redaccional de cada hagiógrafo, llegando a afirmar que cada
autor del NT había tenido no sólo un plan distinto de redacción de su respectiva obra, sino una concepción y un
proyecto diversos e irreconciliables de Cristología y de Cristianismo. (De ahí la imposibilidad de tener una única
Cristología y de tener una única concepción válida del Cristianismo.)

Doctrina de la PCB en la Instructio “Sancta Mater Ecclesia”


Se pueden asignar tres grandes etapas o tiempos (tria tempora) por lo que pasó la redacción de los Evangelios:
Ministerio público de Jesús: su misma vida y enseñanzas.
Predicación de los apóstoles, en forma de proclamación o kerygma, de aquellas cosas referentes a la vida y palabras de
Jesús, de las que habían sido testigos.
El Espíritu Santo fue el impulsor de esta labor en medio de todas las contradicciones políticas, sociales y culturales.
Había en los comienzos una tradición cultivada de los hechos y de las palabras de Jesús. El movimiento cristiano
de los comienzos fue esencialmente carismático, pero organizado con una evidente, aunque sencilla y poco
protocolaria jerarquía. (Importante a la hora de juzgar la fiabilidad en la formación y transmisión de esa Tradición
apostólica)
La máxima judaica: “primero aprender de memoria, luego entender”. El aprendizaje cristiano: primero, entender,;
después retener en el corazón y en la memoria.
Nueva concepción de fidelidad a la transmisión: Lo más importante era la fidelidad en el contenido, no en la
identidad material de las palabras.
Posterior redacción escrita por obra de los Evangelistas, tomando como base la honda comprensión de los sucesos de
quienes habían sido testigos (Mt y Jn) y de las tradiciones conservadas en las varias iglesias (Mc y Lc).
Los Evangelistas no fueron meros recopiladores de las tradiciones de las iglesias sino que fueron verdaderos
autores literarios.

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