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ESCUELA BIBLICA DOMINICAL

Agustina de Aragón, 53 - VALENCIA


Curso 2004 – 2005

LECCION Nº 2 - LOS EVANGELIOS – INTRODUCCION.

PRIMERA POSICION EN EL ORDEN DEL NT.


Aunque Los Evangelios no son los primeros libros que surgen en el movimiento cristiano, sin
embargo estos ocupan con todo derecho el lugar que tienen al principio del NT; dado que ellos
registran lo que sucedió “al principio”, estos sucesos fueron mas tarde reconocidos como de
importancia capital para la fe de la iglesia y su mensaje para el mundo.

LA PALABRA EVANGELIO
La palabra “evangelio” que en tiempos de Homero significaba la propina dada al portador de
buenas noticias y en la época clásica, los sacrificios ofrecidos en acción de gracias por una
buena noticia, llego a significar en la época helenística la buena noticia misma.

El contenido de la Buena Noticia que proclamó Jesús es la llegada del reino de Dios, inaugurado
por su presencia y actividad (Marcos 1:15, Mateo 12:28, Lucas 11:20 y 17:21). En los escritos
apostólicos es el anuncio de la persona de Jesús como Mesías y Salvador, que inicia una nueva
edad.

LA PROLIFERACION DE EVANGELIOS
Son cuatro los libros del NT que llevan el título de “Evangelio”, aunque esta palabra solo se
encuentra en Mateo y Marcos.

Los tres primeros se han dado en llamar “sinópticos” (de synopsis, perspectiva común), ellos
son el Evangelio según Mateo, Marcos y Lucas. El cuarto escrito desde un punto de vista y
propósito singular es el Evangelio según Juan.

Además de estos cuatro Evangelios canónicos se escribieron otras obras con el mismo título,
llamadas en conjunto “Evangelios apócrifos”, como el de Santiago, el de Pedro, el de Felipe o el
de Tomás. De estos unos se complacían en lo maravilloso, otros ponían en boca de Jesús
doctrinas gnósticas. Nunca fueron usados en la lectura pública.

Esta proliferación de “Evangelios” es lógica y cabe esperarla en un ambiente donde la


fascinación tan atrayente de la persona de Jesús, su obra y la revolución moral y social que
suscitó, así como lo inagotable de su significado, hizo que “muchos”, como dice Lucas en su
prólogo (Lucas 1:1), sintieran el desafío de afrontar la tarea de referirla.

Cabe preguntarse porque la iglesia no se contentó con crear y confirmar como canónico un
único y definitivo relato evangélico que fuese utilizado universalmente por toda la comunidad
cristiana.

Quizá éste hubiera sido el caso si la iglesia, al principio, se hubiese propuesto deliberadamente
crear un documento que tratase de la vida y obra de Jesús. Pero no fue así, los apóstoles

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estaban totalmente absorbidos en la predicación de la persona de Jesús y en el cuidado de los
nuevos conversos.
Mientras la expansión de la iglesia se mantuvo en el marco palestinense no era necesario
ningún escrito ya que los apóstoles y los discípulos que habían estado con Jesús aportaban toda
la información necesaria en forma oral.

Con la expansión de la iglesia, los apóstoles ya no estaban en condiciones de satisfacer las


necesidades del testimonió y de la enseñanza de modo personal y presencial. La misma
dispersión geográfica de los grupos cristianos exigía la aparición de relatos evangélicos. No es
de extrañar, por tanto, que según la tradición, nuestros cuatro Evangelios, aparecieran en
diferentes áreas de la iglesia.

Una vez estos documentos llegaron a ser conocidos y usados, aunque fuese a nivel local, era de
esperar que en tales áreas se desarrollase un fuerte apego a los mismos. Cualquier intento de
retirar de circulación alguno de estos Evangelios tendría que enfrentarse con una fortísima
oposición y protesta, de allí que la iglesia no consideró adecuado eliminar todos menos uno.

A partir del siglo II, con el surgimiento de movimientos de dudosa ortodoxia, se observan
preferencias mal sanas de un evangelio (supuestamente mas afín a su punto de vista
heterodoxo), en detrimento de los restantes, así pues Mateo fue asociado con los ebionitas,
Lucas con los seguidores de Marción y Juan con la mayoría de los grupos gnósticos.

Aunque este hecho debe haber molestado a los Padres, estos de ningún modo podían ni
querían repudiar un Evangelio, solo por el uso que le dieran los herejes.

Un intento por alcanzar la uniformidad fue el llevado a cabo por Taciano, quien a finales del
siglo II escribió su Diatessaron. El éxito de este intento quedo frustrado tanto por las sospechas
en cuanto a la ortodoxia del autor, de simpatías encratitas (grupos con prácticas ascéticas
extremas), como por el profundísimo arraigo que los cuatro Evangelios canónicos habían
alcanzado en la iglesia.

En la práctica la iglesia percibió que cualquier aparente dificultad que entrañase la presencia de
mas de un relato sobre la vida de Jesús, quedaba compensada abundantemente con la riqueza
que proporcionan los diferentes detalles de los cuatro Evangelios, así como el hecho de que su
propia diversidad sirvió para dar un perfil más nítido a la veracidad de los hechos centrales del
ministerio de Jesús, tan claramente atestiguados en estos documentos.

GÉNERO LITERARIO
Como obra literaria, el evangelio constituye un género particular que no se identifica con
ninguno de los conocidos hasta la época. No se trata de simples biografías, pues su interés
principal no está es describir la forma externa de un héroe y mucho menos su vida interior o su
carácter.

Tampoco pueden llamarse libros de memorias para mantener vivo el recuerdo de un gran
personaje conservando dichos y anécdotas de su vida ni historias de milagros destinadas a
glorificar a un taumaturgo.

No pretenden tampoco suscitar el entusiasmo por la doctrina de un gran filósofo ni admiración


por la virtud de un gran hombre.

La pretensión innegable e intrínseca de estos escritos es despertar la fe en Jesús como Mesías e


Hijo de Dios (Marcos 1:1), para llevar a un compromiso personal con Él y a un cambio de vida
(Mateo 7:24-27; Lucas 6:47-49), hecho posible por la salvación que Él trae.

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LOS EVANGELIOS SINÓPTICOS
Como hemos adelantado, se da en llamar SINOPTICOS a los evangelios de Mateo, Marcos y
Lucas, ya que parecen estar escritos desde un punto de vista muy similar.

Leyendo estos tres primeros evangelios se notan semejanzas y disparidades en la narración del
mismo hecho o en el texto del mismo discurso, pero comparados con Juan, los tres ofrecen un
estilo muy similar y siguen una misma línea cronológica,
-Infancia de Jesús (Mateo y Lucas)
-Juan Bautista
-Tentaciones de Jesús
-Labor de Jesús en Galilea
-Viaje a Jerusalén
-Pasión y Resurrección.

Es cosa admitida que los sinópticos dependen unos de otros, aunque es muy difícil precisar en
muchos puntos esa dependencia.

Es claro que Mateo y Lucas han conocido y utilizado a Marcos, posiblemente redactado
alrededor del 60 d.C. en Roma.

Por otra parte, hay gran cantidad de material en Mateo y Lucas que no se encuentra en Marcos
y que les es común; se supone que procede de una misma fuente o fuentes escritas, que no se
han conservado.

Además una quinta parte de Mateo y un tercio de Lucas es material exclusivo de cada uno de
ellos

En diversos comentarios y estudios recientes de los evangelios se hace uso de una codificación
para designar abreviadamente estas diferentes fuentes de información utilizadas por los
evangelistas, a continuación reseñamos su significado con el que conviene estar familiarizado.

Son principalmente como sigue:

Fuente “Q”
Primera letra de la palabra fuente en alemán.
Esta letra designa la fuente o fuentes de todo el material NO-Marcano (ajeno a Marcos), que es
compartido por Mateo y Lucas. Algunos atribuyen su origen al año 50 d.C. en la comunidad de
Antioquia.

Fuente “M”
Esta fuente, proporciona los materiales exclusivos de Mateo, que se supone procedente de la
comunidad de Jerusalén alrededor del año 65 d.C.

Fuente “L”
Los elementos específicos y exclusivos del Evangelio según Lucas se designan con la letra “L” y
se especula en su procedencia del año 60 d.C. en Cesarea.

Extraído de:
Nueva Biblia Española – Autor: Juan Mateos.
Introducción al Nuevo Testamento – Autor: Everett harrison
Aportaciones personales de Rubén Dolz.

Adaptado y Recopilado: Rubén Dolz


Valencia a 18 Septiembre 2.004.

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INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO
LECCIÓN Nº 2, -LOS EVANGELIOS-
EJERCICIOS ESCRITOS

NOMBRE ALUMNO:

FECHA:

EJERCICIOS:

Nº1)
Busca en los Evangelios sinópticos, al menos un pasaje de cada tipo:
-Texto exclusivo de Mateo
-Texto exclusivo de Marcos
-Texto exclusivo de Lucas.
Transcribe en un folio cada unos de los pasajes de tu puño y letra.
Memoriza el versículo que creas más significativo de estos pasajes.

Nº2)
Busca en los Evangelios sinópticos, al menos un pasaje de cada tipo:
-Texto común, solo a Mateo y Marcos
-Texto común, solo a Mateo y Lucas
-Texto común, solo a Marcos y Lucas.
Transcribe en un folio cada unos de los pasajes de tu puño y letra.
Memoriza el versículo que creas más significativo de estos pasajes.

Nº3)
Lee los relatos de la Resurrección en cada uno de los Evangelios.
Mateo 28:1 a 15
Marcos 16: 1 a 13
Lucas 24: 1 a 12
Juan 20:1 a 18
Confecciona un cuadro donde resaltar los detalles específicos y exclusivos de cada uno de los
relatos.
Confecciona otro cuadro con los detalles comunes a Marcos y Juan.
Memoriza el versículo que te resulte más significativo en estas porciones.

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