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Para que se congure la causal de nulidad prevista en el numeral 2° del artículo 44 de la Ley 80 de
1993 (http://legal.legis.com.co/document/legcol/legcol_7599204144dbf034e0430a010151f034/ley-
80-de-1993-ley-80-de-1993?
text=articuloprincipal_$norma$|ley%2080%20de%201993%20articulo%201||articulo_$norma$|ley%20
esto es, que el contrato se celebre contra expresa prohibición legal o constitucional, es menester
que haya una violación del régimen de prohibiciones y que esa prohibición sea explícita, razón por
la cual no toda transgresión a una norma imperativa conduce a estructurar la causa, explica la
Sección Tercera del Consejo de Estado.
En ese sentido, si se desacata una norma que manda, es decir, una norma que contiene una
prohibición genérica o implícita del estatuto contractual (o, lo que es lo mismo, una norma que
imperativamente ordena, aunque no prohíbe expresamente), el contrato será nulo por violar el
régimen legal, pero la causal no será la referida del numeral 2°, sino una diferente según el caso.
Así las cosas, teniendo en cuenta que el numeral 8° del artículo 24 de la Ley 80 contiene la
prohibición expresa de eludir los procedimientos previstos en la ley para seleccionar al contratista,
es evidente que, por regla general la elusión o cambio de tales procedimientos debe ser concluido
con la nulidad absoluta del contrato. (Lea: ¿Qué criterios se deben tener en cuenta para escoger la
acción en la jurisdicción administrativa?
(https://www.ambitojuridico.com/noticias/administrativo/administrativo-y-contratacion/que-
criterios-se-deben-tener-en-cuenta-para))
De otra parte, el deber de selección objetiva se infringe no solo cuando se eluden los
procedimientos que la ley establece para la escogencia del contratista, sino también cuando, por
ejemplo, en la selección se involucran los intereses personales del funcionario, o hay
extralimitación u omisión de su parte en el proceso selectivo.
Cuando se conguren las causales de nulidad absoluta del contrato estatal, el jefe o representante
legal de la entidad respectiva deberá ordenar la terminación unilateral del contrato mediante un
acto administrativo debidamente motivado, y ordenará su liquidación en el estado en que se
encuentre.
Dichas causales, reguladas en los numerales 1°, 2° y 4° del artículo 44 de la Ley 80, son:
ii. Celebración contra expresa prohibición constitucional o legal. (Lea: Facultad para
declarar caducidad del contrato estatal no se extiende más allá de su terminación
(https://www.ambitojuridico.com/noticias/administrativo/administrativo-y-
contratacion/facultad-para-declarar-caducidad-del-contrato))
De esta forma, se colige que la administración se encuentra obligada para ordenar dicha
terminación, por lo que esta no es una potestad excepcional.
Así las cosas, el control jurisdiccional de estas actuaciones se circunscribe a determinar si la
administración desplegó un ejercicio adecuado o no de alguna de las potestades unilaterales (no
excepcionales), como lo es ordenar la terminación cuando procede (C. P. Jaime Orlando
Santomio).
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