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LA TRAMA DE LA ESCUELA

Capítulo 1

El papel de la escuela hoy


Tres grandes etapas marcan distintos momentos de la evolución de la Educación y de la relación
con la sociedad en su conjunto:

1) En sociedad con escasa diferenciación interna, la educación toma formas poco


específicas. Es la familia la depositaria única de la responsabilidad educativa. En esta
etapa la Educación aparece como una práctica espontánea e informal.
2) En formas más complejas de organización social, la educación se diferencia de otras
prácticas sociales y se conforma como una práctica aislada y especializada.
3) En sociedades con niveles más complejos de división de trabajo, la educación se
institucionaliza adquiriendo un alto grado de formalización hasta configurar amplios
sistemas de educación nacional (públicas y privados) con articulación interna. Se establece
una relación más dinámica con la sociedad. Ésta puede promover o impedir cambios cuyos
efectos pueden ser funcionales o disfuncionales.

Hoy las demandas al sistema educativos adquieren dimensiones diferentes a las del tiempo
pasado, pero no abandonan por ello su tradicional papel en cuanto a la socialización de los
alumnos, la transmisión de la cultura y la preservación de la cohesión social.

Caractericemos sus funciones básicas:


a) La escuela hoy transmite un aprendizaje mínimo, básico que escasamente capacita al
alumno para el desarrollo e inserción laboral.

b) La función integradora en sus dos aspectos: Intelectual y socio-afectivo, brinda por su


lado un campo tan amplio y variado de información, que se ha convertido en un espacio de
acumulación de conocimientos científicos y tecnológicos promoviendo y generando la
fragmentación del conocimiento.
Una ingenua mirada alrededor nos enfrenta con la potencia e intensidad de los medios de
comunicación masiva y el sentido que conlleva ta información ligada al consumo. La
escuela no es ya el medio, ni central, ni principal en la transmisión de conocimientos.
c) Respecto de la tercera función: la socialización de los alumnos, la escuela debe hacer
frente a la masificación, la matricula se multiplica constantemente. Hay un aumento cada
vez mayor en los niveles inferiores (jardines maternales y jardines de infantes: 45 días a 5
años).
El abismo entre escuelas y mundo laboral se profundiza.
El mundo laboral descalifica la preparación escolar de los egresados, creando numerosas
instancias de capacitación laboral específica y obligatoria para ingresar en él.
Aquellos conceptos de escuela igualitaria y pluralista fracasaron: La escuela forma en la
desigualdad, los alumnos son clasificados y seleccionados. Algunos seguirán, otros
quedarán marginados escolar y socialmente.

d) La formación en valores éticos, libertad, democracia, respeto, esperanza, están casi


siempre ausentes de la escuela, en ocasiones se proporcionan incluso modelos opuestos.
Es necesario entonces, como en otros aspectos, una re-significación de la escuela, más
allá de sus contenidos, más acorde con los tiempos.
La relación entre el sistema educativo amplio, la escuela y la sociedad de la cual forma
parte, se ha tornado compleja, diferenciada y problemática.
La familia, institución social básica, estrechamente relacionada con la escuela, está
modificando su estructura y su dinámica. Tanto los roles femenino, masculino, materno,
paterno y filial han encontrado distintas alternativas y modelos diferentes a los vigentes de
principios de siglo (familias uniparentales – ensambladas, integradas y otras).

La escuela actúa como si la sociedad fuese la de hace 50 años, manteniendo actitudes,


mitos y ceremonias ya vacía de sentido, cuyo origen se perdió en el tiempo.

La docencia sufre “crisis y ausencia de vocación”, desapareció el prestigio del docente


sustentado en la trayectoria académica que constituyó la base de la estructura de
autoridad.
La formación docente, fragmentada, carece de formación en investigación, reflexión y
crítica sobre sus supuestos teóricos e ideológicos.
Sucesivamente se focaliza en los padres, la familia, en el docente o en la sociedad en su
conjunto como responsables del fracaso de la escuela.
A los padres, por excesiva falta de comunicación, participación o delegación de funciones
primarias sobre la escuela. A la escuela por haber perdido el atractivo y placer frente a los
medios de comunicación; por la irrelevancia de sus contenidos y la descontextualización
entre quien educa y quien es educador. Al sistema por haber fracasado en la
“democratización” y “homogeneización” del saber, por rotular, etiquetar y separar al
diferente.

No sólo el cómo sino el para qué

Si como adultos definimos al medio como cambiantes, duro, difícil, competitivo, deberán
nuestros hijos y alumnos adaptarse a él o valdrá la pena intentar un modelo más sano, y
ayudar a construir un mundo posible, aún en un medio enfermo.
Repensar las interacciones con los medios masivos de comunicación cuyas sobredosis de
conocimientos son fenómenos cuyos efectos sobre la conducta no han sido totalmente
evaluados, pero nos conmueven a diario.
Si es el modelo democrático es la forma que elegimos y es la escuela un contexto más
prioritario, donde este modelo se incorpora, por qué no superar este modelo hacia un
modelo biocrático, en que las decisiones políticas, educativa, económicas se tomen
basadas en nuestra relación con la tierra/planeta.
En otras palabras, lograr una articulación de las personas y la naturaleza.

APRENDER A PENSAR Y PENSAR EN EL APRENDIZAJE


Sin duda aprender es una de las mejores fórmulas para enfrentar la aparición de nuevos y
cambiantes conocimientos y responder a la sobreabundantes y caótica información que se nos
presenta a diario.

Si caminamos hacia una sociedad del conocimiento, una era del saber (Drucker Toffer), también
vamos hacia una sociedad del aprendizaje (Husen). Una sociedad en la que sus miembros han
de aprender durante toda la vida y para la cual han de tener los instrumentos para dirigir sus
propios aprendizajes.

Somos los docentes – de cualquier nivel- quienes en gran parte proveemos – o no – esos
instrumentos a nuestros alumnos.

El eclipse de la autoridad: padres y adultos abdicantes


Los cambios en la configuración de la familia, los nuevos roles femeninos – materno y masculino
– paterno, nos muestran que la familia no cubre su papel socializante.

Padres y/o tutores que han perdido su autoridad o no la ejercen, delegan sobre la escuela cada
vez más funciones primarias.
La escuela sutilmente las asume y los docentes pasan a ocupar roles paternos, terapéuticos y de
trabajadores sociales. La escuela complejiza así su función específica de enseñanza haciéndose
cargo de aspectos emocionales y culturales de los alumnos.

Algunos docentes, también participes de esa cultura social, actúan estos mismos modelos de
adultos abdicantes, lo que da como resultado una forma opuesta al autoritarismo: el
permisivismo y el facilismo.

La disolución y/o el resquebrajamiento de la autoridad en la familia, que se repite - o duplica – en


la escuela no predisponen al aprendizaje de la libertad responsable sino una forma de caprichosa
inseguridad, que con los años se refugia en nuevas formas de autoritarismo.

¿Actividad o Hiperactividad?
En esta forma de facilismo que se cultiva desde hace unos años, la tradicional pasividad y
receptividad del alumno (la idea de tábula rasa de John Locke) ha cedido el paso a su opuesto: la
actividad, más bien hiperactividad o impulsividad del alumno.

Jacobo Levy Moreno define a la espontaneidad como “una respuesta adecuada a una nueva
situación o una respuesta nueva a una situación conocida”.

La impulsividad en cambio, “es una respuesta automática en la que no media evaluación de la


situación”

Hoy una creatividad que está sólidamente establecida en nuestra escuela y en su nombre
actividades a veces erráticas, facilistas, sin esfuerzo alguno del alumno, conducen a fenómenos
de “expresión libre”, vacíos de contenidos.

La creatividad en el niño, joven, o en el ser humano en general, debe estimularse para ser
desplegadas y aplicadas de toda forma posible.

¿Aptitudes versus contenidos o aptitudes y contenidos?


Quienes hace años desarrollamos tareas de formación docente, constatamos una y otra vez
cómo una buena selección de contenidos facilita y favorece la formación de
aptitudes/competencias y permite conciliar los aspectos de una motivación placentera acorde a
cada edad y grupo particular.
La capacidad de comprender y resolver problemas, procesar y dar significado a la información,
aplicar y resumir la nueva información, monitorear el propio trabajo y usar las capacidades
analíticas y críticas no se adquiere sin contenidos adecuados y graduados a tales fines.

Inteligencias múltiples, enseñanzas y aprendizajes múltiples, evaluaciones


múltiples
Hoy disponemos de un saber nuevo y más amplio sobre las funciones del cerebro, los procesos
mentales y los esquemas de desarrollo, pero éstos aún no parecen haber ingresado a la escuela.

Contar, copiar, repetir, medir en unidades, privilegiar un tipo de inteligencia sobre otros, evaluar lo
adquirido y no lo potencial, responden a modelos de viejas teorías (ley de ejercicio, del efecto, de
la disposición, etc.).

Enseñar a nuestros alumnos a utilizar nuevas e innovadoras formas de pensamiento más acordes
al paradigma de la complejidad, implica lanzarlos hacia una forma de pensamiento estratégico y
aplicador.

Arriesgado, pues implica que no hay un solo camino, y dependiendo de la decisión se llega a uno
u otro lugar descubriendo varias posibilidades y construyendo a partir de los errores o fracasos
que no resultaron adecuados.

Personas que aprendan a aprender, a continuar aprendiendo, con la necesaria motivación para
hacerlo y docentes con el suficiente estímulo para pensar, en el aprender, éstas son las
herramientas básicas de una posible transformación educativa.

El cambio está en nosotros…, no en los otros.

EL ARTE DE INVENTAR EN EDUCACIÓN


Al igual que en una familia, la manera de hacer frente a los conflictos, determina que la
organización permanezca unida, se fracture o se disuelva. Que sea eficaz y eficiente, se relaciona
con que cumpla o no los fines y objetivos para los que fue creada. También, al igual que en una
familia, en la organización educativa la tarea gira alrededor de la solución conjunta de los
problemas y proyectos en un marco de cooperación general.

Que la organización, pueda o no lograr sus objetivos dependerá de que continuamente se


compatibilicen esos objetivos con los fines individuales de sus miembros, ya que a diferencia de
la familia cada miembro de lo que participan en la organización trae a ella sus valores propios
característicos del grupo primario del que formaba parte y de los que emergen actitudes,
aspiraciones, temores, sueños personales.

El equilibrio entre cambio y transformación requiere flexibilidad y etapas de estabilidad para que
no tiemble toda la organización y la participación de todos o por lo menos la mayoría de sus
miembros.

MITOS NACIONALES
“NOSOTROS LOS ARGENTINOS”, como miembros de la cultura nacional, estamos impregnados
de creencias, mitos y valores que hacemos propios, desde que nacemos. Son modelos o modos
mentales que determinan el modo de interpretar y de actuar en el mundo.

Identificamos algunos típicamente argentinos, entre estos:

 “esto no va a andar…”, (fiel reflejo de un descreimiento casi crónico).


 “los tengo de hijos…”, (también clásico y mal entendido concepto de poder y conducción).
 “la culpa es de… (siempre de los otros)…”, (la sensación de que existen perversos
enemigos o fuerzas externas que nos gobiernan y nos hacen fracasar”.
 “¡y yo que sé!”, “¡no te metas!”, “¡Hacé la tuya!”, y “yo me borro”… por obvias muy usadas y
archiconocidas, no necesitan más explicaciones, etc.

A pesar de luchar para actuar en contra de muchos de estos mitos, éstos se filtran bajo la forma
de conductas o teorías en uso.

Aun haciendo serios intentos de ser coherente descubrimos contradicciones (ser coherente no
significa no tener contradicciones).

En la organización educativa, circulan buena dosis de estas creencias, limitan las posibilidades de
cambio.

Veamos algunas de estas “frases asesinas”, que un grupo de directivos neuquinos, se dedicó a
“cazarlas” en sus respectivas organizaciones durante un periodo de tiempo.

 “esto no se puede hacer entre nosotros”.


 “¿y si a la inspectora no le gusta?”
 “¿quién lo va a pagar?”.
 “esto acá, no se hizo nunca”.
 “que lo piense la…- cooperadora (u otros) –“.
EL LUGAR DE LA IMPOSICIÓN, MÁS BIEN LA REFLEXIÓN
DESARMAR tan consolidadas afirmaciones como “el descredito y el desgaste de las
instituciones” o “la gente se resiste al cambio”, es vérselas de frente con afirmaciones que tienen
el peso de verdades absolutas y por lo tanto son inmodificables.

Desafiar estos mitos, es un lugar posible para empezar.

El verdadero dilema del cambio consiste en pensar y comprender que pasaría si lo disfuncional es
eliminado.

REFLEXIONAR antes estos interrogantes, abre espacios para transitar nuevos caminos posibles,
aceptando la sensación de amenaza o incertidumbre cuando se proponen nuevas creencias que
reemplazarían las anteriores.

LA ESTRATEGIA: NÚCLEO DE LA ORGANIZACIÓN:

Dentro del campo educativo, el núcleo de la organización giraba en torno del planeamiento y sus
formas de planificación.

Este concepto, era definido como la selección de objetivos, metas y estrategias políticas,
programas y procedimientos para alcanzar objetivos.

Utilizaremos en su lugar el concepto de estrategia como un principio de orden superior.

Más allá de cambios puntuales, en procedimientos didácticos y medios diversos, lo que


verdaderamente debiéramos intentar es un cambio cultural real, que a manera de red sostenga
otros.

No se trata de trabajar más duro, sino diferente. Esta cultura educativa, que fue en sus
orígenes construida por personas, puede ser reconstruidas y modificadas nuevamente por sus
integrantes actuales.

Estrategizar la conducción de la organización educacional implica, que al definir los objetivos en


la estrategia estamos planificando el qué, el quién, el cómo y el cuándo.

Organizar como parte del planificar incluye trabajar sobre el organigrama, la descripción de
tareas, la autoridad y responsabilidad de cada área y la información que circula.

Estrategia y planificación necesariamente involucran liderar, guiar, motivar, generar sentido de


pertenencia, estimular valores personales a cargo de uno o más líderes y/o directivos.
La evaluación que complementa este ciclo, se relaciona con la comprobación de si los objetivos
son cumplidos, la corrección o ajustes de lo no logrado y con el entrenamiento – no sólo la
sanción – de quienes no lo lograron. Es un tipo de evaluación que tiene que ver más con el
aprendizaje que con el control o el castigo.

Las cinco funciones básicas, de Estrategizar, planificar, organizar, liderar y evaluar, son
dimensiones que deben ser comprendidas en conjunto, como ejes que se entrecruzan integrando
un sistema con vida propia y diferente que cada una de sus partes.

ENSAYANDO NUEVOS MODELOS:

Considerar a los estudiantes, sus padres y la comunidad como “clientes”, permite concebir el
producto que reciben – la educación – como un producto al que es susceptible aplicarse
conceptos de valor, calidad, utilidad que no minimiza ni desjerarquiza criterios de atención
personalizada ni satisfacción por lo recibido, en una relación de cercanía y confianza.

Considerar a los estudiantes como co-participes y/o socios en su propio proceso de educación,
los coloca como responsables, activos, en el mejoramiento de sus procesos personales y aptos
para que en el largo plazo se transformen en colegas valiosos.

Los conceptos de eficiencia (hacer correctamente las cosas) y efectividad (hacer las cosas
correctamente), podrían ser reformulados con un rico y útil contenido educativo, relacionándolo
con el concepto de competencia.

Los maestros y profesores por su lado, como expertos en su área pueden trabajar para mejorar
su producto y el proceso mismo en conjunto con sus estudiantes, adecuándolo a necesidades
cambiantes y transformando sus productos en “altamente deseables y de valor”.

DENTRO DE LA ORGANIZACIÓN, comenzar por establecer obligaciones y compromisos


compartidos parece ser un buen comienzo.

Los acuerdos personales se mueven en tres dimensiones:

a) Dimensión Personal: Es aquella que se refiere a la descripción de tareas, el desempeño


esperado y la autoridad para determinada tarea.
b) Dimensión Psicológica: Refiere a aspectos tales como expectativas, compromiso,
confianza, lealtad y otros conceptos que no suelen incorporar la habitual descripción de
tareas. Está relacionada con el reconocimiento por los esfuerzos y la satisfacción por la
realización del trabajo.
c) Dimensión Social: Comprende a los valores organizacionales. Se refiere a la relación que
existe entre lo que se declara y lo que se hace, a las reglas visibles de promoción, de toma
de decisiones, resolución de conflictos y prácticas en general.

Si queremos operar sobre la cultura organizacional, es necesario un serio debate sobre los
valores fundamentales diferenciándolo de los hábitos.

Los valores, se refieren al futuro que se va manifestando en el presente, muy distinto de los
hábitos que son reglas y pautas de comportamiento diario, es decir como las cosas son, el
pasado en el presente y con proyección al futuro.

El auténtico cambio es interno a la persona y a la organización. Cerrarse a esta nueva forma de


comprensión, es cerrarse a nuevos aprendizajes.

LA PRIMATIZACIÓN DE LAS FUNCIONES DE LA ESCUELA. FAMILIA Y


ESCUELA

La educación, como la mayoría de los otros sistemas sociales, se ve en las últimas décadas,
convulsionada por impactos y cambios tan veloces que no siempre es fácil procesarlos.

Estas dos últimas décadas, asistimos a una conmoción casi explosiva en el campo educativo, en
todos sus niveles. La escuela como institución recibe el impacto de cambios sociales, culturales,
tecnológicos, económicos, quienes trabajamos en este ámbito, menciona la autora, no debemos
sustraernos a la observación y reflexión, intentando nuevas formas de aproximación a la realidad
que se nos presenta.

 La familia:
La familia, como institución primaria, ha sufrido cambios importantes en los últimos 20
años.
El concepto de familia y los roles que dentro de ella juega cada uno de sus miembros se
ha modificado significativamente a los largo de la historia, en especial en estas últimas
décadas.
Desde la familia extensa, en la que vivían varias generaciones, llegamos hoy a la familia
nuclear, de padres e hijos. Aquella convivencia con varias generaciones y otros familiares
(tíos, primos) permitía al niño crecer dentro de un sistema de igualdad y jerarquía
compleja y crear relaciones afectivas diversas muy ricas.
En la actualidad, sin embargo, nos encontramos a diario con otras formas de
agrupamientos familiares, diferentes de la pauta histórica anterior. Estos distintos
modelos se dan en todas las clases sociales y toman diversas configuraciones: Familias
uniparentales, familias reorganizadas, hijos que no conviven con sus padres, convivencia
de miembros que no poseen lazos consanguíneos, etc.
Aún hoy encontramos en legajos, informes y otra documentación escolar el rotulo de
“familias mal constituidas”, consideradas como origen de dificultades escolares- sociales y
valoradas desde lo ético y moral como un alejamiento de la “normalidad” en la
constitución familiar.
La familia es el medio a través del cual los sujetos en formación reciben informaciones,
aprenden modos y actitudes de percibir la realidad y van socializándose dentro de un
sistema social determinado, teñido por ideas y valores de la sociedad y el tiempo y
espacio en que viven.
Hoy la forma de desempeñar los roles y la interacción de cada miembro de la familia se
ha modificado significativamente, la abrupta ruptura de usos y costumbres sostenidos
durante milenios produce cambios significativos en la organización familiar y social. Los
roles asignados a cada sexo, deben adecuarse a necesidades y proyectos nuevos.

Rol de la mujer:
Respecto del rol femenino asistimos a cambios importantes en la condición social de la
mujer. En nuestro país, a partir de la sanción de la ley 1420 (1886), el acceso masivo de
la mujer a la educación gracias a la obligatoriedad gratuita de la enseñanza – modificó el
ingreso de la mujer al mundo del trabajo.
La mujer accede a roles que no hubieran podido ocupar o cumplir sus madres, estos
cambios se acompañan, más lentamente, de la ruptura de estereotipos femeninos: “la
mujer, reina del hogar, procreadora y cuidadora de sus hijos…”, “la casa: mundo de la
mujer…”, son modelos aunque actuales menos vigentes.
La mujer hoy, presionada por factores económicos, además de los socios – afectivos, ha
roto con esas pautas en su conducta, aunque en ella coexisten viejas pautas y mandatos.
Las nuevas pautas culturales que se van gestando, son demasiado lentas en relación con
los cambios en la vida cotidiana y los hijos son testigos de las contradicciones y
ambivalencias del rol femenino y materno.
La mujer – madre ejerce sobre ellos (hijos) una influencia directa, no solo se limita a
transmitir pasivamente las normas del sistema patriarcal sino que también transmite sus
peleas invisibles con las normas tradicionales, creando en el ámbito familiar un espacio
de contradicciones.
Los hijos, son hijos de modelos en crisis. (Crianza de antes o de ahora).
Rol del Hombre:
El rol masculino – paterno también, ha variado, no siempre en sintonía con los cambios
en el rol femenino- materno.
Lombardi menciona que “el padre está incluido en la dinámica familiar como proveedor de
sustento por el poco compromiso emocional en relación a las necesidades primarias de
los hijos; era una persona distante, durante casi todo el día ausente, su entrada en la
casa era para poner orden o brindar una cuota de afectividad medida… La figura del
padre fue idealizada por la presencia constante de la madre, el mundo del conflicto y la
hostilidad, se fijaba con ella. Fue una modalidad de crianza que fomentó la disociación
entre un personaje desvalorizado (femenino) y otro idealizado (masculino)”.
Hoy aquel rol de autoridad incuestionable, regido, la toma de decisiones centrada en él,
manejo de dinero, se ven fuertemente cuestionados. La conocida pauta familiar “vas a ver
cuando llegue tu padre” o “lo que te diga tu padre”, tampoco tienen el peso de antes.

La enorme cantidad de familias uniparentales, en su mayoría nucleada alrededor de la figura


materna, nos muestran a la mujer sola, haciendo frente a la crianza y mantención de los hijos, la
responsabilidad en el cuidado de la educación cotidiana y su propia salud física y mental.
En Argentina todavía no existe suficiente protección legal de la mujer sola o en situación de
divorcio. No hay pena eficaz para la falta de paternidad responsable. El lenguaje popular acuño al
justo vocablo “ex padre” equivalente a la de “ex marido”.

 La escuela:
Grupo secundario, heredero de la familia.
La escuela consiente o inconscientemente, ha empezado a asumir cada vez más
funciones primarias que antes eran asumidas y defendidas por la figura materna (madre o
abuela) y/o figura paterna (padre o abuelo).
Está dejando de ser considerada un bien para transformarse en un servicio, ocupando
funciones y roles que la familia, y en especial el de la mujer – madre necesitan o desea
depositar/ compartir sobre alguna Institución, aquello que no puede desarrollar
íntegramente como antaño en el seno del grupo familia.
Ejemplo:

 Me recibe la maestra a cargo del grupo, y con alegría, me comenta que dos de los
niños de sus salas hoy “pidieron pis”, se sentaron en el inodoro, en ambos casos
(ella – la maestra) “pudo sacarle los pañales”… ¿Es la maestra quién debe
asumir la enseñanza del control de esfínteres?.

 No es nuevo para quienes trabajamos en escuelas, la modalidad de muchos


padres de comunicar por nota o telefónicamente, vía escuela, todo tipo de
actividad extra- escolar (cumpleaños, “pijama parties, paseos diversos, etc.). Los
cumpleaños se anuncian por notas de invitación al grupo, - siempre vía escuela- y
suelen festejarse en las mismas instalaciones escolares a continuación de la
jornada obligatoria.

 Educación religiosa diversa, es ofrecida por las escuela, y asistimos a comuniones,


u otras ceremonias celebradas grupalmente en y por la escuela.

 Las actividades deportivas, sanamente integradas a las actividades escolares,


aumentan su actividad fuera de los horarios convencionales: los fines de semana,
a cargo estrictamente de docente del área.

 La asistencia a espectáculos (museos, teatros, cines, exposiciones), en los


tiempos libres, hoy es delegada por la familia y asumida por la escuela y además a
menores costos.
En general, la prolongación del horario escolar se observa en todo tipo de
escuelas, publicas y privadas, en contraturno con propuestas variadas.

 La copa de leche, merienda, té, que sigue teniendo en algunos lugares una
connotación primariamente alimentaria y en otros casos excede la necesidad
básica, abre todo un campo de hábitos de higiene, de educación social, que
también era antes del dominio absoluto de la familia.

 La educación sanitaria – por ejemplo a través de la epidemia de pediculosis, queda


bajo el estricto control de la escuela, que asume una actitud de educación o
reeducación sanitaria de los padres. Este rubro también incluye el control de la
vacunación, que hasta hace poco tiempo quedaba a cargo de los padres en los
primeros años, al igual que la seguridad y la educación vial.

 Si nos asomamos al tema de la sexualidad, vemos como la escuela asume de


diferentes maneras, no solo la información, sino la formación y acompañamientos
de los alumnos y padres.
 El placer por la lectura, el amor y el cuidado de los libros, que antes creíamos que
era una herencia de modelos familiares, hoy esta delegado cada vez más sobre la
escuela, ya no desde el lugar de estímulo o incentivo sino como modelo matriz del
hábito lector de los alumnos.

 Los gabinetes y servicios psicopedagógicos se exceden en su orientación escolar,


convirtiéndose, en algunos casos, en pseudos centros de salud mental, donde se
practican todo tipo de diagnósticos y tratamientos.

 El apoyo escolar, antes reservado a la decisión de los padres – cuyo exponente


era la conocida “maestra particular” – hoy es también ofrecida por la escuela., etc.

Los medios de comunicación contribuyen a crear confusión e incertidumbre en la divulgación de


conocimientos científicos, respecto de la crianza y educación de los hijos; desde distintos
supuestos atacan la intuición y sabiduría de padres y docentes.
El desarrollo de la civilización a significado quitar actividades a la familia y transferirlas a otras
organizaciones. Al empobrecerse los lazos entre los miembros de la familia declina la capacidad
del sistema para proteger a sus miembros. Se produce entonces, la proyección de funciones y es
la escuela el sistema que las asume.

La autora afirma, que es necesario un tiempo y espacio de reflexión entre los mismos
comprometidos (directivos, docentes, psicopedagogos, asistentes educacionales y padres), para
consensuar cuales funciones son comunes, cuales privativas de uno u otro sistema, sin culpa,
eligiendo y optando por consenso.

Límites y normas claras en las relaciones cotidianas se evidencian en conductas de


responsabilidades, autonomía y solidaridad y contribuyen a la estructuración sana de la identidad
de los miembros.
CONFLICTO EN EL AULA

El conflicto es un hecho básico constitutivo de nuestra vida y una oportunidad constante para
aprender.

Niños y jóvenes tienen necesidades, intereses y posiciones, con características evolutivas,


correspondientes a cada edad, igual que los adultos, pero necesitan ayuda y guía para aprender
como reconocer, responder y resolver la variedad de conflictos (internos o entre pares) con que
se enfrentan.

Los conflictos obviamente se hacen más complejos a medida que las personas maduran. Con el
tiempo nos peleamos menos por juguetes y más por influencias, poder y control de los unos sobre
los otros.

El conflicto y el ámbito escolar

“La experiencia en un medio escolar que aporta ejemplos diarios y modelos de relaciones
operativas, y la resolución constructiva de conflictos, combinada con la educación en los
conceptos y principios del trabajo cooperativo, permite a los estudiantes desarrollar actitudes y
capacidades generalizables. Estas le permitirán cuando sean adultos, cooperar con los demás en
la resolución de los inevitables conflictos, que se dan entre y dentro de las naciones, grupos
étnicos, comunidades y familias”. (Morton Deutsch).

Revisemos conceptos básicos:

La cooperación: Se refiere a tareas y actividades en la que los alumnos aprender a trabajar


juntos y a confiar el uno en el otro, a ayudarse y compartir.

La comunicación: El acento recae en este eje sobre el aprendizaje, consiste en observar


atentamente, comunicar con precisión, asertivamente y escuchar activamente.

La tolerancia y el respeto: Tiende a que los alumnos aprendan a respetarse.


Diversas técnicas de comunicación y pensamiento creativo se emplean en la resolución de
conflictos, y pueden ser incorporadas al trabajo áulico y diversas actividades educativas.
Procedimientos como la negociación, la mediación y la creación de consenso son los más
operativos. Sin embargo, es indispensable no sólo lograr su comprensión sino la capacitación
necesaria de todos los adultos comprometidos para su implementación.
La negociación: Se llama negociación voluntaria a aquella que se lleva a cabo entre las partes
para llegar a un acuerdo conjunto sobre preocupaciones comunes.

La conciliación: Es una negociación voluntaria que se lleva a cabo con la ayuda de un tercero,
sirve para reunir a las partes, que hablen entre sí, o se transmiten mutuamente información.

La mediación: Es una preparación voluntaria en un proceso estructurado en el que un tercero


neutral ayuda a las partes a identificar y satisfacer sus intereses en relación con la disputa.

La creación de consenso: Es una técnica que se utiliza en ámbitos grupales, cuando un


conflicto afecta a muchos o a todos los miembros del grupo. Su fin es crear un acuerdo que todos
pueden suscribir, aunque la solución puede no gustarles a todos por igual.
La cantidad de información y la gama de opciones es mayor, cuando se delegan decisiones en
subgrupos y/o cuando se usa el voto.
Otras alternativas insertas dentro de innovadores proyectos de convivencia son:
 El consejo de curso: Reúne un docente y todos los alumnos de un curso.
 El cuerpo de delegados: Reúne un alumno de cada de cada curso, un docente y un
directivo.
 El consejo de escuela: Reúne un representante del cuerpo de delegados, un
representante de los docentes y otro de los directivos.
 La asamblea por ciclo: Reúne a todos los alumnos del ciclo, a todos sus docentes y a
un directivo.

Posiciones, intereses y necesidades:


Antes de abordar una situación de resolución de conflicto, es necesario tener en cuenta otros tres
factores esenciales: las posiciones, los intereses y las necesidades.
Cada uno de estos aspectos modela la postura de las partes frente al conflicto.

a) Las posiciones: Representan la postura que adoptan las partes en conflictos. Definen lo
que las partes creen que quieren. Puede ser cuestionadas y confrontadas.
b) Los intereses: Representan el contexto en el que puede existir una posición. Estos están
menos sujetos a debates y pueden converger.
c) Las necesidades: Representan el contexto más amplio dentro del que existen los
intereses. Aun cuando las necesidades no se expresen abiertamente, su satisfacción
puede resultar esencial para la plena y definitiva resolución de un conflicto.
La clara comprensión de estos aspectos, requiere entonces:
 Que los interesados comprendan las necesidades.
 Que se explores los intereses de todos.
 Que sean los intereses y no las posiciones en foco de discusión y de respuesta, etc.

Cultura y Conflicto:
Cada cultura se caracteriza por rasgos típicos. A su vez los elementos culturales están
jerarquizados en cada persona.
Para unos la religión es decisiva, a otros le puede resultar indiferente. A muchos les apasiona la
política, otros consideran que la profesión es más importante.
El gran tema a considerar en ámbitos educativos, radica en reconocer la dignidad de cada cual,
con sus valores, su origen, su familia, cuanto es y constituye su vida.
Desde esta perspectiva toma relevancia el concepto de educación multicultural, el reconocimiento
del derecho de cada cual a su propia cultura y que esta actitud sea incluida en los
establecimientos de enseñanza con valoración y respeto de las minorías culturales.

Los objetivos de la educación multicultural:


Una educación multicultural no trata solo del reconocimiento y cultivo de la identidad cultural del
alumno, sino que pretende que la persona se abra a otras culturas, evitando enfrentamiento entre
culturas, rivalidades o aislamientos.
Se trata de transmitir los valores propios (los del país en que viven, es decir la cultura
mayoritaria), y a la vez respetar los de otras culturas/ civilizaciones.

INDISCIPLINA Y VIOLENCIA EN LA ESCUELA

Toda suerte de trasgresión de normas, la indisciplina en general, y la violencia en la escuela, son


algunos de los aspectos que parecen preocupar en los últimos tiempos a la escuela.
La sociedad y sus diferentes crisis, la falta de valores, la desconexión del sistema familiar, la
droga, el alcoholismo, las características adolescentes, entre otras, son condiciones validas como
componentes, pero insuficientes en tanto pertenecen al exterior de la escuela.
Las cuestiones de indisciplinas entendidas como “falta de respeto o incumplimientos de normas
establecidas”, jaquean varios niveles organizacionales.
Es interesante constatar en respuestas tanto de alumnos como de docentes, que al hacer
mención a malhumor, agresividad, autoritarismo, rebeldía, unos y otros ponen la responsabilidad
en causas siempre externas a la institución, (problemas familiares, situación económica, etc.), “El
enemigo externo”, que permite y facilita no involucrarnos, no implicarnos en la situación.
Insatisfacciones reciprocas se traducen en indiferencia. El alumno arremete, destruye, hostiliza. El
docente castiga, censura, sanciona. Ninguno se pone en lugar del otro para comprender, ampliar
la mirada, sentir, pensar desde otro lugar.
Para un docente, hoy todavía la indisciplina es mucho más amenazante que la falta de
aprendizaje. La conocida frase “los alumnos no aprenden porque hay desorden”, oculta su
opuesta “hay desorden porque no aprenden”.
Los docentes a pesar de apelar a explicaciones emocionales para describir comportamientos de
los alumnos, a la hora de evaluar, suelen privilegiar los aspectos cognitivos y “etiquetar” al
alumno, de allí se desprenden sus expectativas de logros respecto de sus aprendizajes. Las
actitudes del alumno frente al trabajo son cristales, a través de los cuales cada docente “es visto y
evaluado” por pares y directivos, “los alumnos de X son…” “él impone respeto…” “es un buen
profesor, les exige…” (O sus opuestos).

Probablemente el insuficiente conocimiento de las etapas en la adquisición de valores (Piaget,


Kohlberg y otros), desde una moral heterónoma hacia una moral autónoma, sea otra carencia de
la formación que padecen algunos de nuestros docentes.

Lawrence Kohlberg, Profesor de la Universidad de Harvard, plantea el desarrollo moral en


niveles:

Nivel primero: “Preconvencional”:


Estadío 1: Se corresponde con una moral heterónoma. Se aceptan normas por la autoridad de
quien las sostiene y para evitar el castigo.
Estadío 2: El individualismo. La regla se sigue solo porque responde a mis intereses y
necesidades, es una perspectiva concreta e individualista.

Nivel segundo: “Convencional”:


Estadío 3: Aquí nos encontramos con expectativas y relaciones interpersonales. Ya aparecen
relaciones mutuas como la confianza y el respeto. Se actúa de acuerdo con lo que se espera
socialmente (“el buen hijo, el buen amigo”). Es, entonces, una perspectiva del individuo en
relación con otros individuos. La regla de oro aquí es “ponerse en el lugar del otro”.
Estadío 4: Se trata de cumplir con aquello con lo que nos hemos comprometido. Es necesario
respetar las leyes por el bien de mi grupo, de la sociedad en la que pertenezco. En este estadío
hay un avance hacia el punto de vista grupal o social, no solo interpersonal.
Nivel tercero: “Postconvencional o de los Principios”:
Estadío 5: También llamado del contrato social. Hay que cumplir la ley porque así se protegen los
derechos de todos.
Estadío 6: Es el de los principios éticos, universales, como la igualdad, dignidad de todos los
hombre de sus derechos. Aparece el compromiso personal con los principios morales. Los
acuerdos sociales se fundamentan en esta perspectiva, moral – racional.

NUEVAS FORMAS DE VIOLENCIA: LA VIOLENCIA ENTRE PARES:

El hábito de la violencia, hoy nos enfrenta con varias formas de violencia, entre las cuales
preocupa seriamente en el contexto educacional, el referido a la violencia entre compañeros, “el
Bullying”. Éste fenómeno, es entendido como una situación de intimidación de unos o varios
alumnos hacia otro u otros, en el cual siempre existe un desequilibrio de fuerzas (física o
psicológica). Hace referencia a burlas groseras, amenazas, golpes, patadas, pellizcones, e
impedimento del paso, gestos obscenos, exclusión de un grupo a alguien adrede, muecas, etc.
El Bullying, se caracteriza por ser un tipo concreto de violencia interpersonal, que tiene lugar en el
vínculo social que une a los iguales, se asocia con crueldad moral por sobre respuestas
imperativas ante necesidades naturales.
Éste fenómeno casi (naturalizado), está instalado en nuestros polimodales y escuelas
secundarias y está haciéndose visible en los niveles de EGB.
Ya es motivo de deserciones docentes y de un aumento (importante) en el malestar general
docente.
Es más frecuente entre los 13 y los 18 años. Es en esta franja que se producen los mayores
episodios de violencia entre escolares, con una franja de riesgo mayor entre los 10 a los 14 años,
periodo en que las agresiones parecen ser más crueles y las victimas sufrir efectos más
dramáticos. Lo sorprendente es que los padres, y aún los docentes u otros adultos no parecen
saber demasiado al respecto, sea porque tienen poca conciencia del problema; o solo hablan de
ellos con sus hijos en pocas ocasiones o una vez ocurrido un episodio en que el niño ha sido
protagonista o espectador cercano.
Estas acciones agresivas, tampoco pueden ser el inicio de las conductas delictivas, ya que se van
generando lentamente sobre – valoraciones del acto violento como forma de dominio, para
obtener poder, recompensas y valoraciones sociales. Las “victimas” son, en general los más
débiles, se encuentran en riesgos físicos y progresivamente puede sufrir episodios cada vez más
intensos de ansiedad y otros trastornos más o menos severos de personalidad, que suelen
acompañarse de “caídas en el rendimiento escolar”.
Fracaso escolar, bajo rendimiento académico, debido a la desconcentración el ausentismo, la
sensación de enfermedad psicosomática, el stress que provoca la ida o vuelta a la escuela, son
algunas de las consecuencias que alertan a los docentes.

¿Qué puede hacer la escuela al respecto?

Prioritariamente conocer y reconocer esta modalidad de violencia y entrenar/formar/enseñar a


docentes y alumnos a tratar con este fenómeno.
La escuela puede y debe instrumentar un programa de prevención de la violencia.
La prevención, consiste en crear ambientes cooperativos y en impartir un entrenamiento en
resolución de conflicto y mediación escolar, que enseñe a los alumnos a negociar y mediar, y a
los maestros a arbitrar, cuando es necesario.
El empleo del interesante procedimiento de la controversia programada, es un recurso que puede
aportar alternativas fecundas.
La controversia se produce cuando existe una incompatibilidad de ideas, informaciones,
opiniones, creencias, conclusiones o teorías de los miembros de un grupo y hay, una voluntad de
llegar a un acuerdo, o a una postura común. La diferencia entre conflicto y controversia reside en
la voluntad de superar las discrepancias que están en la base del conflicto.
Nunca es “perder tiempo”, prevenir y operar con múltiples procedimientos sobre las tantas formas
de violencia escolar, para ellos es necesario crear espacios en donde se pueda reflexionar sobre
la temática, aprender a reconocer las situaciones de maltrato, comprender los factores implicados
y proponer algunos lineamientos de acción que nos permitan ser protagonista y no meros
observadores, ayudar y ser ayudados.

¿Cómo? La importancia de las Redes Sociales


El funcionamiento de la organización escolar, depende de la responsabilidad de cada uno de los
que la integran, comenzamos a concebir la relación entre las personas: las redes y las
jerarquías. Las diferentes posiciones jerárquicas se reconocen no solamente por la función sino
por la idoneidad en el desempeño de aquella.
El concepto de red social, que también describe Dabas, una de las pioneras de este tipo de
abordaje en nuestro medio, está en sintonía con la idea de jerarquía.
…”Red Social” remite a la idea de un proceso de construcción permanente tanto singular como
colectivo, que acontece en múltiples espacios. Es un sistema abierto, a través de la interacción
permanente, el intercambio dinámico y diverso entre los actores de un colectivo (familia, equipo
de trabajo, organización como el hospital, barrio, la escuela, la asociación de profesionales, etc.) y
con integrantes de otros colectivos, posibilita potenciación de los recursos que poseen y la
creación de alternativas novedosas, para fortalecer la trama de la vida. Cada miembro se
enriquece a través de las múltiples relaciones que cada uno de los otros desarrolla, optimizando
los aprendizajes al ser éstos socialmente compartidos.

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