Está en la página 1de 3

El Aprendizaje: es la adquisición de nuevas conductas de un ser vivo a partir de

experiencias previas, con el fin de conseguir una mejor adaptación al medio físico y
social en el que se desenvuelve.
Nuestra definición tiene varios elementos que requieren aclaración. El primero, que
el aprendizaje implica un cambio. Los cambios pueden ser buenos o
malos desde el punto de vista organizacional. Segundo, el cambio debe ser
relativamente permanente. Los cambios temporales pueden ser reflejos y no
representar ningún aprendizaje. Tercero, nuestra definición atañe a la conducta. El
aprendizaje tiene lugar cuando hay un cambio en las acciones. Cuarto, en el
aprendizaje es necesaria alguna clase de experiencia. La experiencia se adquiere,
directamente, mediante observación o práctica o, indirectamente, como a través de
la lectura.

Condicionamiento clásico:
Cuando el investigador ofrecía al animal un trozo de carne, éste exhibía un aumento
notable en la salivación. Si Pavlov no presentaba la carne y sólo hacía sonar la
campana, el perro no salivaba. Entonces, Pavlov procedió a presentar la carne con
el campanilleo. Después de escuchar la campana repetidamente sin recibir el
alimento, el perro comenzaba a salivar tan pronto como la campana sonaba. Tiempo
después, el perro salivaba con el puro sonido de la campana, aunque no se le diera
comida. En efecto, el perro había aprendido a responder (es decir, a salivar) a la
campana.
Vamos a repasar el experimento para presentar los conceptos fundamentales del
condicionamiento clásico. La carne era el estímulo incondicionado: inevitablemente
hacía que el perro reaccionara de cierta manera. La reacción a la comida que
sobrevenía cada vez que aparecía el estímulo incondicionado era la respuesta
incondicionada (en este caso, la salivación apreciable). La campana era un estímulo
artificial o lo que llamamos estímulo condicionado. Al principio era neutral, pero
luego de emparejarse con la comida (un estímulo incondicionado), acabó por
producir una respuesta al presentarse solo. El último concepto importante es el de
respuesta condicionada, que se refiere al comportamiento del perro: salivaba en
reacción al sonido sólo de la campana.
Condicionamiento operante
Según el condicionamiento operante, la conducta depende de sus
consecuencias. Aprendemos a comportarnos para conseguir lo que queremos o
evitar lo que no queremos. Lo que hizo Pavlov con el condicionamiento clásico, lo
repitió el psicólogo de Harvard B.F. Skinner con el condicionamiento operante.
Aprendizaje social: La teoría del aprendizaje social de Bandura se la conoce
también como aprendizaje por observación o modelado. Se trata de un enfoque
donde lo conductual y lo cognitivo encuentran también su punto de perfecta
confluencia para poder comprender en profundidad nuestro propio comportamiento.
Las personas observamos, imitamos, nos desenvolvemos en un medio social
concreto y a su vez disponemos de determinados estados mentales que propician
o dificultan el aprendizaje.

Hay cuatro procesos de mediación propuestos por Bandura:

1. Atención: Es la medida en la que observamos el comportamiento de otros. Para


que imitemos un comportamiento éste tiene primero que captar nuestra
atención. Observamos muchos comportamientos a lo largo del día, pero muchos
de ellos no nos interesan.

2. Retención: La retención de la conducta recién aprendida es necesaria para que


ésta se mantenga. Sin retención, no se establecería el aprendizaje del
comportamiento, y es posible que se tenga que volver a observar el modelo nuevo,
ya que no fuimos capaces de almacenar la información sobre el comportamiento.

3. Reproducción: Esta es la capacidad de realizar la conducta que el modelo acaba


de mostrar. Diariamente nos gustaría ser capaces de imitar ciertos
comportamientos, pero esto no siempre es posible. Estamos limitados por nuestra
capacidad física e incluso mental, y por esas razones o cualquier otra, incluso
queriendo reproducir un comportamiento, a veces no podemos. Esto influye en
nuestras decisiones de tratar de imitar o no. En esta fase, la práctica de la conducta
de forma repetida es importante para la mejora de nuestras capacidades.

4. Motivación: Se trata de la voluntad de realizar una conducta. Las recompensas


y los castigos que siguen un comportamiento serán valorados por el observador
antes de imitarlo.
Ejemplo del muñeco bobo:

El experimento del muñeco Bobo es uno de los más conocidos en el campo de la


psicología.

En el experimento participaron niños de entre 3 y 6 años que asistían a la guardería


de la Universidad de Stanford. La escena en sí no podía ser más impactante. En
una sala repleta de juguetes, un adulto golpeaba con un mazo a un muñeco de
grandes dimensiones ante la mirada de un grupo de niños. En otro grupo
experimental, el adulto representaba a un modelo no agresivo y para un tercer grupo
la agresividad iba acompañada también con insultos hacia el muñeco Bodo.
Los resultados no pudieron ser más claros: la mayoría de los pequeños expuestos
al modelo agresivo eran más propensos a actuar de manera físicamente agresiva
que aquellos que no estaban expuestos a dicho modelo.

También podría gustarte