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Conocimiento, acción y racionalidad en educación. Biblioteca
Nueva. PP. 83-96
3. La investigación educativa
1
Un análisis de estas posibles causas puede consultarse en J. Donnay y M. Bru (eds.j, Recherches pratiques et savoirs en
2
G. Clermont (éd.), Pour une théorie de la pédagogie. Recherches contemporaines sur le savoirs des enseignants, Bruselas,
De Boeck, 1997.
Ambas vías dieron lugar a la escisión del proyecto unitario de ciencia que el
Positivismo trató de instaurar en el siglo xix. Si August Comte (1798-1857)
intenta hacer extensivo el programa empírico-causal de la ciencia positivista a
las ciencias sociohumanas, Wilhelm Dilthey (1833-1911) sugiere una
alternativa metodológica y científica adaptada específicamente a la realidad
humana.
Ocurre así que las Ciencias de la Educación, al igual que las restantes ciencias
sociales, se caracterizan por una pluralidad metodológica y, lejos de ser
contrapuestas, resultan complementarias. Esta pluralidad metodológica no
resta cientificidad a las ciencias sociales y de la educación, ya que, como nos
han indicado los filósofos de las ciencias sociales, «el método científico se
encuentra en todas las ciencias y es aplicable tanto en la investigación de los
fenómenos sociales como de los no sociales» (R. S. Rudner, 1987) 3.
En unos casos, este método requiere emplear en las ciencias sociales, por la
particular naturaleza de su objeto, técnicas y acciones especificas alternativas
para la recogida de datos (por ejemplo, las técnicas estadísticas versus la
experimentación controlada).
Sin embargo, no todas las vías metodológicas que se dan en las ciencias
3
R. S. Rudner, Filosofía de la Ciencia Social, Madrid, Alianza Editorial, 1987, pág. 22 (ed. orig. 1966).
4
En el Capítulo 5 de este libro se abordan las implicaciones teórico-metodológicas y pedagógicas de estos discursos.
5
M. Bunge, Seudoríencia e ideología, Madrid, Alianza, 1985a.
6
]. P. Changeux y P. Ricoeur, Lo que nos hace pensar. La naturaleza y la regla, Barcelona, Península, 1999, págs. 33 y sigs.
7
M. Bunge, La investigación científica, Barcelona, Ariel, 1997, 1.* reimpr. (2.a ed.), pág. 29.
8
Para un análisis de aspectos básicos relacionados con las políticas de evaluación y las políticas educativas actuales, véase L.
Núñez Cubero y C. Romero Pérez (eds.), Evaluación de políticas educativas. Actas del VIII Congreso Nacional de Teoría de la
Educación. Ponencias, Madrid, Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), 2003.
9
A. Gómez Rodríguez, Filosofía y metodología de las deudas sodales, Madrid, Alianza, 2003, pág. 97.
La metáfora del profesor como investigador, bien por la vía causalista, bien por
la vía interpretacionista, nos remite a dos modos complementarios de
conceptualizar y de poner en práctica, un proceso de investigación destinado a
la resolución de problemas incrementando la autonomía profesional.
W. Carr y S. Kemmis, Teoría crítica de la enseñanza. La investigación-acción en la formación del profesorado, Barcelona,
Martínez Roca, 1988, pág. 174.