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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR


INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
NÚCLEO ACADÉMICO YARACUY
COORDINACIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO

DESEMPEÑO ÉTICO DEL GERENTE EDUCATIVO

PARTICIPANTES:
Peraza Gabriel
Henriquez Hecvis
Rincones Yulmary
Facilitador: Rafael Álvarez

INDEPENDENCIA, MARZO DE 2016


La ética y la educación siempre se han visto relacionadas entre sí, pues se ha tenido
la idea que las personas que se encargan de las escuelas y liceos (docentes), son
“éticos” o “profesionales” por lo que debe suponerse que los estudiantes que emergen
de allí, son considerados individuos con una moral altamente desarrollada, cuyos
principios y valores son las bases fundamentales de su accionar. Pero, ¿hasta qué punto
es esto cierto en la realidad actual venezolana?, sin duda que es mucha la diferencia
entre lo que se escribe y lo que hace, y desde un punto de vista ético, entre el deber ser
y el ser.
¿Pero a qué se debe tal diferencia?, ¿es culpable la escuela o el liceo?, la respuesta
es simple pero compleja, y es que no es la organización educativa la culpable de tal
diferencia, aunque sí forma parte del problema. Se debe tener en cuenta que la
institución está compuesta o es dirigida por un personal humano, donde cada uno posee
sus propias creencias y valores morales que considera válidos o éticamente correctos,
por lo que, el gerente (el director) debe comenzar por establecer un consenso entre
todo el personal que se encuentre a su cargo, incluyéndose a sí mismo, donde se
establezcan las normativas comunes que beneficien a todos por igual, algo que en
principio suele ser muy complicado, esto es lo que se llama “ética común” donde
Martín, (citado en Ana Prieto Sánchez y otros 2008), establece que ésta “conlleva al
reconocimiento del otro, aceptar el bienestar del otro, aceptación del otro en nuestro
sistema, para lograr la convivencia y alcanzar el bienestar o bien común.”(p.53)
En este sentido, el gerente educativo, debe poner en práctica en forma constante un
comportamiento ético, porque es el líder al cual se le tomará como ejemplo a seguir,
por lo que, si toma actitudes que contradicen los principios éticos conocidos o comunes
como el respeto, la tolerancia, entre otros; su personal hará lo mismo entre sí y para
con sus estudiantes, lo que conllevará a la formación de individuos, quizás con
conocimientos, pero sin conciencia, que es lo que no requiere el país actualmente,
donde al contrario, se pide la formación de un ser integral, crítico y reflexivo, con
capacidad de cambiar su entorno en beneficio colectivo, dejando a un lado el
egocentrismo que tanto daño ha hecho a la sociedad venezolana, donde solo se ha
pensado en el “yo” y luego en los demás sin importar las consecuencias que esto
provoque.
De esta manera puede decirse que, de acuerdo a Hernández (citado en José Tadeo
Morales 2011), “La moral de la gerencia no está en lo que dice ser, sino en lo que hace
y es ahí precisamente donde se presenta la ambigüedad y el problema ético si su acción
queda determinada por la utilidad de sus decisiones.” (p.365), por lo tanto, muchas
veces se presenta el conflicto interno del gerente al momento de tomar decisiones en
las cuales deba elegir entre lo éticamente correcto y los beneficios de la organización
educativa cuando éstos no sean cónsonos o estén relacionados.
Al respecto, algunas personas quizás consideren que el “fin justifica los medios”,
lo que hace creer que no importa de qué manera se logren cumplir los objetivos
planteados siempre que sean cumplidos, pues de esa manera se te clasificará como una
persona eficiente, capaz de lograr todo lo que se propone y así ganar fama y
reconocimiento de quienes le rodean, algo muy común en el ámbito educativo y más
aún en la gerencia de éste. Sin embargo, esto ha traído como consecuencia que la
corrupción y las acciones “poco éticas” invadan a la educación, encontrando directivos
que han mentido sobre la cantidad de estudiantes inscritos que han desertado de su
institución, ocultando las cifras reales, “maquillándolas” para hacerlas ver óptimas y
acordes con lo exigido por la Zona Educativa o por la Nación.
Asimismo, se ha encontrado directivos que malversan fondos o recursos que les
llegan de otros entes adscritos o no al Ministerio del Poder Popular Para la Educación,
entregando solo la mitad o una parte de lo que se le asigna, para así obtener ganancias
personales con la excusa de que “no gana lo suficiente” o que “gana poco para todo el
trabajo que debe hacer” por lo que considera que debe tener algún beneficio extra de
su cargo, considerándolo incluso como normal o como algo que cualquier persona en
su lugar haría; y lo más grave del asunto es que, aun conociendo esta realidad, las
personas se adaptan a ella, faltando solo un poco (sino es que ya es una realidad), para
considerar esa acción como éticamente correcta en vista de las circunstancias
económicas o sociales que actualmente afectan a los venezolanos.
Otra de las razones por las cuales se observan estos comportamientos en algunos
directivos de instituciones educativas es la falta de motivación, a lo que Morales
(2011), establece que “la ausencia de compromiso, el seguir instrucciones y no
involucrarse como sujeto en las mismas, trasciende el campo organizacional y puede
intuirse como una generalidad de la sociedad venezolana y de la negación del ser
humano.”(p.368); por lo tanto, la falta de motivación genera a su vez poco compromiso
con lo que se hace, algo que actualmente ocurre entre el personal directivo y docente,
los cuales solo siguen órdenes que se emanan del Ministerio de Educación, las cumplen
y allí finaliza el proceso, sin siquiera opinar sobre si es correcto obedecer la orden,
siempre colocando la excusa de que “al docente solo le pagan para dar clase o impartir
ciertos conocimientos y no para preocuparse por otras cosas”.
No obstante, la ética debe hacer reflexionar a través de la pregunta: ¿es correcto
tomar esa actitud frente a una situación de dificultad?, la respuesta es no, tal como se
mencionó anteriormente, el gerente educativo es ejemplo a seguir, por lo que es quien
debe mostrar cuáles son las acciones éticamente correctas para afrontar las distintas
dificultades que se presenten. Pero, ¿por qué es importante que un gerente sea ético?,
al respecto Rovero y otros (2000), indica que:
La ética como herramienta para la toma de decisiones de la gerencia
afirma, que debería actuar en un ambiente que no sólo procure el más alto
respeto y dignidad de sus empleados, sino que procure que la gestión se
presente a la sociedad de manera honrada, veraz, honesta, hacia la
consecución del bien social. Los gerentes al tomar decisiones, buscan
minimizar el riesgo por medio de la obtención de exhaustivos análisis,
demostraciones y proyecciones empíricas. (s/p)
De igual manera, el autor señala que “la educación es ante todo un proceso de
formación de valores, de actitudes y hábitos constructivos.”(s/p), por lo tanto, la
educación es la base fundamental sobre la cual se apoya la ética, lo que a su vez busca
la autorrealización del ser humano, el cual, es el objetivo de esta ciencia. A veces suele
creerse que un individuo con altos conocimientos en múltiples áreas es un ser
realizado, sin embargo, de nada sirve conocer sin llegar a ser lo que se debe y se quiere
ser, es decir, los cognoscitivo solo es una de las dimensiones que conforma al ser
humano, pero existen otras que también deben ser cubiertas, entre ellas, la dimensión
ética.
Al respecto, Rovero (ob.cit), señala que:
Solamente en la medida en que las instituciones educativas promuevan
y estimulen el continuo ejercicio de la libertad, la responsabilidad, la
participación, la crítica, el servicio y el respeto por la vida, el respeto al
otro, el reconocimiento de la cultura regional, nacional y mundial y el
pluralismo podrán formar auténticos ciudadanos capaces de convivir en
democracia. Sólo si los educadores se esfuerzan por ser ciudadanos y
convertir sus aulas en modelos de democracia integral estarán educando
para formar un sujeto ético en condiciones de elegir, preferir y valorar.
Es nuestra capacidad de elegir lo que nos transforma en poder ser. La
internalización de los valores nos prepara para una vida mejor. Al actuar
con sentido ético nos convertimos en seres prudentes en condiciones de
irradiar un pensamiento nuevo. (s/p)
Esto demuestra cuán importante es que una institución educativa esté dirigida por
un gerente cuyo desempeño sea ético, ya que motivará al personal que se encuentra a
su cargo a serlo también, por lo que formarán estudiantes con sentido reflexivo,
capaces de innovar, no solo en pensamiento, sino también en su accionar, recordando
que son, quienes se están formando, los que en el futuro dirigirán el país y harán de él
lo que, conforme a sus principios y valores adquiridos (en su mayoría en la escuela,
liceo o universidad), consideren correctos o éticamente válidos.
De igual forma, no puede negarse que en la actualidad venezolana existe una grave
crisis de valores, donde incluso, ser ético acarrea consecuencias que ponen en peligro
tu estabilidad social, laboral e incluso la propia vida, pues, se ha llegado a establecer
el pensamiento de que para surgir o llegar a ser reconocido, debes ser corrupto,
tramposo y hacer que los demás sean escalones que te permitan ascender, en caso de
que no quieras hacerlo, entonces debes callar, de lo contrario, deberán excluirte o
desaparecerte en algunos casos.
Sin embargo, es importante que sea la ética lo que se mantenga en pie durante el
desempeño gerencial de una institución educativa, ya que como dice una famosa
campaña publicitaria, “nada cambia si tú no cambias”, se debe usar la ética como arma
fundamental para formar a la conciencia y que sea el propio individuo quien juzgue
sus acciones y se dé cuenta que su actitud no lo favorece y perjudica a su entorno. No
es a través de gritos ni castigos que se logrará tal fin, sino a través de la reflexión
intrínseca.
Pero, es importante resaltar que la educación no es la solución a los graves
problemas que se presentan actualmente en el país, porque muchos de los antivalores
que se encuentran inmersos en la conciencia de los jóvenes y adultos, provienen de la
educación recibida en el hogar; pero, la educación no debe adaptarse ni mucho menos
rendirse ante tal dificultad, al contrario, debe suprimirla y convertirla en fortaleza. Para
ello, el gerente ético juega un rol fundamental, pues él como líder, debe tener la
capacidad de innovar en estrategias que rompan con la rutinaria forma de impartir
conocimientos en el aula de clases o fuera de ella, recordando que una escuela, liceo o
universidad se construye para cambiar el entorno donde se encuentra, no para que el
entorno cambie a éstos.
Por lo tanto, se evidencia entonces que se hace necesario una transformación en el
desempeño actual del gerente educativo, no sólo desde el punto de vista cognoscitivo
o de nuevas herramientas, sino también, en la ética, como señala Freites (2012), “su
formación ética moral debe ser sólida para poder ser flexible sin ser permisivo y poder
tomar decisiones rápidas y concretas sin ser autócrata.” (p.64). Esa formación marcará
la diferencia entre un desempeño gerencial deficiente y uno eficiente, efectivo y ético,
siendo éste último requisito el que mejor se reconoce y admira entre los miembros de
una sociedad sea educativa o no.
Así, de acuerdo a Habermas (citado por José Tadeo Morales 2011),
El directivo es responsable cuando puede dar fundamentos de sus actos
y mostrar que ellos se relacionan con valores deseables. Se dice que,
muestra ser responsable cuando realiza una reflexión ética y no sólo
piensa en un sentido técnico o burocrático. Se evalúan tanto las
intenciones como el valor de lo realizado. (s/p)
Por lo tanto, el desempeño gerencial de una institución, no puede estar basado o
dirigido solamente al logro de metas burocráticas o beneficiosas para la organización,
sino que también, debe evaluar si sus decisiones están relacionadas con los valores
comunes acordados con su personal mediante la reflexión intrínseca y extrínseca.
REFERENCIAS
Freites, R. (2012). La ética en la construcción teórica de la actitud del gerente
educativo. Revista multidisciplinaria dialógica [Revista en línea], 9. Disponible:
http://revistas.upel.edu.ve/index.php/dialogica [Consulta: 2016, Marzo 4]
Morales, T., Martínez, E. (2011). La ética en el contexto organizacional venezolano.
Revista Visión Gerencial [Revista en línea], 2. Disponible:
http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/34906/1/articulo9.pdf [Consulta:
2016, Marzo 4]
Rovero, C., Ferrebú, J., Perozo, M., Rodríguez, L., Salazar, L. (2000). Valores éticos
y gestión educativa. Revista del Centro de Investigación de Ciencias
Administrativas y Gerenciales (CICAG) [Revista en línea], 1. Disponible:
http://publicaciones.urbe.edu/index.php/cicag/article/viewArticle/309/653
[Consulta: 2016, Marzo 4]
Sánchez, A., Beverhoudt, E., Ramírez, M. (2008). Ética pública en las
organizaciones educativas: gerenciar para alcanzar el bien común. Revista
NEGOTIUM / Ciencias Gerenciales [Revista en línea], 9. Disponible:
http://www.revistanegotium.org.ve/pdf/9/Art3.pdf [Consulta: 2016, Marzo 4]

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