Apuntes para el
arte de enseñar
RETROALIMENTACIÓN
La retroalimentación es una de las acciones
pedagógicas que más influye en el aprendizaje de los
estudiantes, por lo que forma parte esencial del
proceso de evaluación.
Para que una retroalimentación sea efectiva y
promueva el aprendizaje de los estudiantes, es
necesario que responda las siguientes preguntas
(Hattie y Timperley, 2007):
¿Dónde debe llegar el estudiante? ¿Cuál es la meta?
(Feed Up)
¿Cómo se está desempeñando el estudiante? ¿Dónde
se encuentra? (Feed Back)
¿Cómo debe seguir? ¿Qué debe hacer a continuación?
(Feed Forward)
La retroalimentación es una práctica de la evaluación
que consolida el proceso evaluativo. Esto tienen que
ser mensajes entre el docente y el alumno, para
comunicarle cuál ha sido su desempeño durante el
proceso de evaluación, escuchar sus dudas, consultas
y preguntas.
Una retroalimentación ideal sería aquella que:
Otorgue información suficiente por medios escritos u
orales reproducibles,
Permita el cambio a lo largo del proceso de
aprendizaje,
Mantenga las acciones que se desarrollan
correctamente y
Modifique los errores que se cometen, para superarlos
Proporcione otras formas de resolución.
Área currivular Revic - Red Educativa Vicentina
TIPOS DE RETROALIMENTACIÓN:
Informal: es aquel que se produce inmediatamente
después de una actividad educativa, sin espacio para
la reflexión.
Formal: es aquella retroalimentación programada en
tiempo y en espacio, en la cual se generan instancias
de reflexión.
Individual: se establece entre el docente y estudian-
te, puede ser oral o escrito.
Grupal: se establece entre un grupo de estudiantes y
su docente, generando instancias de participación
colectiva, dinámica y multidireccional.
RETROALIMENTACIÓN EN PIRÁMIDE:
Una de las formas de organizar estos elementos es a
través de la Pirámide, la cual los docentes utilizan,
tanto para planear como para reflexionar acerca de
sus valoraciones. Con esta herramienta se combinan
los diferentes componentes claves para crear
momentos y métodos de retroalimentación. Es decir,
la Pirámide describe los distintos tipos, formas, y
fuentes de retroalimentación.
Formal Informal
No
Verbal verbal Escrita Actuada
Maestro Compañero Autoevaloración
 RETROALIMENTACIÓN
AULA INVERTIDA
LA ESCALERA DE LA
RETROALIMENTACIÓN:
Existen diferentes herramientas de retroalimentación
que pueden utilizarse con los estudiantes y que
ayudan a cultivar una cultura de la evaluación para la
comprensión. Una herramienta muy sencilla y
efectiva, que ha sido utilizada en el Proyecto Cero en
su trabajo con maestros, es la Escalera de la
Retroalimentación. Cuando los docentes, estudiantes,
y personas en general están ofreciendo y recibiendo
retroalimentación, se recomienda que la conversación
tenga en cuenta los siguientes pasos: clarificar, valorar,
expresar inquietudes y hacer sugerencias.
¿CÓMO UTILIZAN LOS DOCENTES LA
ESCALERA DE LA RETROALIMENTACIÓN?:
Con frecuencia la utilizan para guiar las
conversaciones con los estudiantes, modelándola
enfrente de la clase. Al reunirse con otros colegas
también la pueden utilizar como estructura de
retroalimentación. De igual manera los docentes
pueden promoverla con los estudiantes para que ellos
la utilicen cuando tengan que darse retroalimentación
entre ellos.

Hacer sugerencias

Expresar inquietudes

Valorar

Clarificar

Fuente: La Retroalimentación a través de la Pirámide Por

Daniel Wilson,(2013)
RETROALIMENTACIÓN

La retroalimentación es una práctica de la evaluación,

que consolida el proceso evaluativo, esto tienen que ser
mensajes entre docente y el alumno.

Emisor
MENSAJE

FEEDBACK
Receptor

Este proceso ha sido llamado Feedback.

RETROALIMENTACIÓN
AULA INVERTIDA

Fuente: Retroalimentación para el aprendizaje, Universidad Católica.

 RETROALIMENTACIÓN
AULA INVERTIDA
PROFUNDICEMOS
Dada la naturaleza evolutiva del aprendizaje, la
retroalimentación oportuna de la evaluación es crítica
si se considera la adquisición de competencias de los
estudiantes como un proceso de desarrollo paulatino
(Hawes, 2005). Existen diversas formas de describir el
concepto de retroalimentación: que la define como el
retorno de información sobre el resultado de una
actividad o un proceso. De forma similar, el
Diccionario de las Ciencias de la Educación postula
que “[…] todo aprendizaje se apoya en la posibilidad
de información sobre las propias acciones, para de
esta forma corregirlas o perfeccionarlas”. Por ende,
existe consenso que la retroalimentación es una
herramienta que “facilita información al estudiante o
al grupo sobre cómo son sus avances o progresos al
inicio y durante y al final del desarrollo de los procesos
de enseñanza y de aprendizaje” (Román, 2009).
Por otra parte, Shute, citado en Ion, Silva, & Cano
García (2013), ha considerado la retroalimentación
como actividad formativa: la información entregada al
estudiante con respecto a un proceso evaluativo debe
ser intencionada para modificar su manera de pensar
o comportamiento, con el fin último de mejorar su
propio aprendizaje. De esta forma, obliga a los
estudiantes a tomar decisiones que influyen sobre sus
propias prácticas académicas, tanto para evaluar sus
verdaderos logros como para indicarle cuáles deben
ser los pasos siguientes en su trayectoria de
aprendizaje (Black, Harrison, Lee, Marshall, & Wiliam,
2007).
La retroalimentación se le considera como una
práctica intrínseca de la evaluación para el
aprendizaje, puesto que son parte del mismo proceso,
entregando información procesada para consolidar
los conocimientos adquiridos por los estudiantes y
poder ir más allá en el proceso de mera entrega de
resultados, sino haciéndola formativa, lo que culmina
cuando el estudiante ha llegado al conocimiento meta
propuesto en la evaluación (Román, 2009).
Para que la retroalimentación cumpla con su rol
formativo, debe ser aplicado tanto en el producto de
la evaluación, como en su desarrollo y progreso
registrado a futuro, de forma tal que los estudiantes
aumenten su responsabilidad orientada al
autoaprendizaje, obteniendo idealmente la
autonomía necesaria para lograrlo (Ion, Silva, & Cano
García, 2013).
Una forma de clasificar el tipo de feedback, según el
momento y número de estudiantes en que se lleva a
cabo (Fornells, Julià, Arnau, & Martínez Carretero,
2008):
Feedback informal: es aquel que se produce
inmediatamente después de una actividad educativa,
sin espacio para la reflexión.
Feedback formal: es aquella retroalimentación
programada en tiempo y en espacio, en la cual se
generan instancias de reflexión.
Feedback individual: se establece entre el docente y
estudiante, puede ser oral o escrito.
Feedback grupal: se establece entre un grupo de
estudiantes y su tutor, generando instancias de
participación colectiva, dinámica y multidireccional.
Un concepto relacionado con el feedback es el
feedfoward o retroalimentación prospectiva, definida
como toda aquella información útil, aplicada en un
futuro inmediato o mediato, y en un ámbito
académico o laboral (Padilla & Gil, 2008), que persigue
anticiparse a los errores que cometen los estudiantes y
evitar su ocurrencia. Sin embargo, el enfoque de
retroalimentación que los docentes adopten para una
determinada evaluación, dependerá de los objetivos
educativos y de los procesos de
enseñanza-aprendizaje impuestos previamente (Ion,
Silva, & Cano García, 2013).
 RETROALIMENTACIÓN
AULA INVERTIDA
Según Re-Engineering Assessment Practices (Ion,
Silva, & Cano García, 2013), las características
deseables que debería alcanzar el feedfoward son:
Ayudar a aclarar lo que significa una buena ejecución
(objetivos, criterios, normas).
Animar a dedicar tiempo y el esfuerzo en tareas de
aprendizajes retadoras.
Proporcionar una información de alta calidad que
ayuda a los estudiantes a la autoevaluación.
Proporcionar oportunidades para minimizar cualquier
diferencia entre el funcionamiento actual y el
deseado.
Favorecer un impacto positivo sobre el aprendizaje
final (evaluación sumativa).
Estimular la interacción y el diálogo sobre el estudio
(entre pares y entre profesor y estudiante).
Siguiendo a Ion, Silva & Cano (2013, pág. 288), el
feedforward de calidad “sería aquel que dé
información suficiente, que sea ágil; que se entregue
por escrito o en soportes orales reproducibles y
permita el cambio a lo largo de un proceso de
aprendizaje; que destaque lo que se hace bien y hay
que mantener y lo que hay que repensar o rehacer y
que no sólo informe de los errores sino también de los
motivos por los que se han cometido y que ofrezca,
finalmente, pistas o sugerencias para superar el error y
probar otras formas de resolución”. Existen algunos
requisitos para considerar la retroalimentación como
parte importante del proceso de evaluación, y por
ende, de autoaprendizaje (Padilla & Gil, 2008): como
valorar el desempeño del estudiante, señalando
aspectos positivos, negativos, fortalezas y debilidades
de su trabajo. La explicación de la estimación,
señalando los criterios empleados en ella y otorgando
instancias de diálogo y discusión. Sin diálogo,
reflexión, no es posible postular un proceso de
mejora. Gibbs y Simpson describen las condiciones
necesarias para proveer una retroalimentación
efectiva y contribuya a mejorar el aprendizaje de los
estudiantes (Padilla & Gil, 2008; Ion, Silva, & Cano
García, 2013):
Relación de confianza entre docente-estudiante.
Planificación y ejecución en el tiempo oportuno,
cercano a las actividades evaluativas.
La retroalimentación debe ser elaborada en cantidad
suficiente, inteligible y proporcionada de forma
detallada y rápida, para que pueda ser de utilidad para
el estudiante.
Debe centrarse en el aprendizaje más que en la
calificación, y vinculada a los criterios de evaluación.
Debe tener un carácter descriptivo.
Incentivar a los estudiantes a actuar conforme a la
retroalimentación proporcionada para que mejoren
su trabajo y aprendizaje.
Complementario a ello, Padille & Gil (2008). propician
que la retroalimentación ideal debería adoptar la
forma oral para permitir la discusión, el debate y
clarificar contenidos, como también la forma escrita, a
modo de registro, consolidación y uso futuro
En la práctica, la retroalimentación se puede realizar
de forma oral o escrita. En el primer caso, se lleva a
cabo a través de notas, comentarios o una
combinación de notas y comentarios; sin embargo, un
estudio llevado a cabo en Gran Bretaña reveló que
producir comentarios de calidad acerca del trabajo de
los estudiantes, podría dar las directrices y la
motivación necesaria para que mejoren sus trabajos.
Por ende, los comentarios deben identificar aquello
que ha sido bien hecho y aquello que todavía se
requiere mejorar, y proveer una idea concreta de
cómo mejorarlo (Black, Harrison, Lee, Marshall, &
Wiliam, 2007).
Por otra parte, en la retroalimentación oral es
necesario que los docentes formulen preguntas a los
estudiantes, enfocados en la exploración de temas
que son críticos para el desarrollo de su comprensión.
 RETROALIMENTACIÓN
AULA INVERTIDA
Para ello, debe alargarse el tiempo de espera
destinado a la respuesta, asegurando su reflexión y
razonamiento. De esta forma, tanto las respuestas
correctas e incorrectas pueden ser utilizadas para
lograr enriquecer la comprensión de los contenidos, lo
que promueve la participación de los estudiantes y el
desarrollo de la expresión y discusión, por sobre el
simple hecho de acertar a la respuesta correcta (Black,
Harrison, Lee, Marshall, & Wiliam, 2007).
En resumen, una retroalimentación ideal sería aquel
que otorgue información suficiente por medios
escritos u orales reproducibles, permitiendo el cambio
a lo largo del proceso de aprendizaje, manteniendo las
acciones que se desarrollan correctamente y
modificando los errores que se cometen, para
superarlos y buscar otras formas de resolución.
Además, su eficacia se relaciona con la frecuencia y el
número de comentarios que se realizan durante el
proceso educativo correspondiente (Ion, Silva, & Cano
García, 2013).
Tipos de Retroalimentación: formal vs. Informal. La
parte superior de la Pirámide describe el tipo de
retroalimentación que los estudiantes pueden recibir.
En el tipo informal de retroalimentación, los
estudiantes no reciben una nota y calificación; puede
ser simplemente una conversación con el maestro, un
comentario de un compañero o una explicación de los
padres. Este tipo de retroalimentación, con frecuencia,
puede ser más impactante y útil que una
retroalimentación formal, ya que tiende a apoyar la
comprensión, invitando al estudiante a reflexionar
sobre su trabajo para así poderlo mejorar. (Wilson,
2013)
Formas de Retroalimentación: escrita, verbal, etc. Las
valoraciones deben ofrecer retroalimentación
utilizando una variedad de formas. Algunos ejemplos
de estas formas pueden ser: escribiendo comentarios
al margen sobre un trabajo, hablando con los
estudiantes acerca de un proyecto. También existen
muchas otras formas de ofrecer retroalimentación. El
crear una variedad de formas que comuniquen
información útil sobre el trabajo de un estudiante es el
segundo elemento clave de la retroalimentación.
(Wilson, 2013)
Existen diferentes herramientas de retroalimentación
que pueden utilizarse con los estudiantes y que
ayudan a cultivar una cultura de la Valoración para la
Comprensión. Una herramienta muy sencilla y
efectiva, que ha sido utilizada en el Proyecto Cero en
su trabajo con maestros, es la Escalera de la
Retroalimentación. Cuando los maestros, estudiantes,
y personas en general están ofreciendo y recibiendo
retroalimentación, se recomienda que la conversación
tenga en cuenta los siguientes pasos: clarificar, valorar,
expresar inquietudes y hacer sugerencias. (Wilson,
2013)
 REFERENCIAS Y TEXTOS

Black, P., Harrison, C., Lee, C., Marshall, B., & Wiliam, D. (2007). Formas de retroalimentación: un estudio
en acción llevado a cabo en Gran Bretaña. En Mineduc, Evaluación para el aprendizaje: educación
básica segundo ciclo.

Fornells, J., Julià, X., Arnau, J., & Martínez Carretero, J. (2008). Feedback en educación médica. Educa-
ción Médica, 7-12.

Hawes, G. (2005). Evaluación de competencias en la Educación Superior. Talca: Instituto de Investiga-

ción y Desarrollo Educacional - Proyecto Mecesup Tal 0101.

Ion, G., Silva, P., & Cano García, E. (2013). El feedback y el feedforward en la evaluación de las competen-
cias de estudiantes universitarios. Recuperado el 7 de julio de 2015, de http://www.ugr.es/~recfpro/re-
v172COL4.pdf

Padilla, M., & Gil, J. (2008). La evaluación orientada al aprendizaje en la Educación Superior: condicio-
nes y estrategias para su aplicación en la docencia universitaria. Revista española de pedagogía,
467-486.

Román, C. (2009). Sobre la retroalimentación o el feedback en la educación superior on line. Recupera-

do el 22 de octubre de 2015, de Revista Virtual Universidad Católica del Norte: http://www.redalyc.or-
g/pdf/1942/194215516009.pdf

Wilson, D, (2013). La Retroalimentación a través de la Pirámide La Retroalimentación a través de la

Pirámide. Recuperado el 23 de septiembre de 2019: http://web.uaemex.mx/incorporadas/docs/MATE-
RIAL%20DE%20PLANEACION%20INCORPORADAS/retroalimentacion.pdf

Equipo àrea curricular

Loreto Loayza
Jimena Crisóstomo
Shyntia Orellana
Jaime Labra