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APRENDIZAJE
UNIDAD 2
Pero, ¿qué es la retroalimentación? ¿Conocemos y entendemos cómo funciona? ¿Cuáles son sus
objetivos? ¿Cómo la aplicamos en nuestra práctica pedagógica diaria? ¿En verdad la aplicamos? A
continuación, profundizaremos en esta relevante temática pedagógica.
Sadler (1989) ya afirmaba “Es fundamental que el estudiante sea capaz de comparar su
desempeño actual con un estándar de buen rendimiento y tome medidas para acortar la distancia, si la
hubiera, o mejorar”.
Para que el efecto de la retroalimentación sea poderoso tiene que desarrollarse en un contexto
de aprendizaje, como parte integrante del proceso de enseñanza. Esto significa que el estudiante reciba
la información y comentarios como algo positivo, entendiendo que el aprendizaje no ocurrirá si no
existen acciones para su mejora y logro. En las aulas hay que fortalecer y desarrollar la cultura de la
retroalimentación efectiva que valora la búsqueda, el trabajo persistente y el uso del error para mejorar
el aprendizaje, entregando espacios y oportunidades para desarrollar esa mejora en las propias aulas.
Dentro del aula todos retroalimentan.
Existen algunas condiciones que contribuyen a que la retroalimentación cumpla con el propósito
de aprendizaje. Morgan (2006) propone las siguientes:
Recordando lo visto en la unidad anterior, sobre las orientaciones que entrega la Agencia de
Calidad de la Educación, es importante retomar las mismas preguntas para orientar la retroalimentación.
Esto ayudará a enriquecer el proceso reflexivo y metacognitivo de los estudiantes, y, por tanto, su
propio aprendizaje.
Responder a Implica
estas preguntas…
¿Hacia dónde • Establecer metas claras y definidas.
vamos? • Definir criterios e indicadores de desempeño que den cuenta del logro de los
objetivos.
• Promover la comprensión de las metas de aprendizaje de parte de todos los
estudiantes.
¿Dónde estamos? • Recolectar evidencias que permitan conocer las trayectorias y niveles de
progreso que siguen los aprendizajes.
• Analizar los errores de los estudiantes e interpretar los resultados en función de
las metas propuestas.
¿Cómo seguimos • Realizar una reflexión crítica sobre la propia práctica.
avanzando? • Manejar una variedad de estrategias para ajustar la enseñanza a las necesidades
de los estudiantes.
• Usar estrategias para promover la colaboración entre estudiantes.
• Usar estrategias para promover el desarrollo de la autoeficacia y hacer
responsables a los alumnos de su propio aprendizaje.
• Compartir experiencias exitosas entre los docentes.
Del mismo modo, se podrán aplicar algunas técnicas que se señalan en la “Guía de uso:
Evaluación formativa”, que dinamizan y ordenan el proceso para que el docente tenga una visión
panorámica del estado del grupo-curso, y que a la vez pueda explicitar con mayor claridad lo que se
propone tanto en las metas como en los indicadores de logro. Técnicas como “Mostrar ejemplos y
contraejemplos”, “Presentar errores”, “Dedos arriba o abajo” etc.
La idea es que los estudiantes se formen el hábito de preguntar y preguntarse sobre aquello
que no comprenden o les merecen dudas, por lo que el docente realizará esta retroalimentación de
manera permanente, lo que generará confianza y seguridad al sentirse escuchados y comprendidos.
¿Dónde estamos?
Ante los vacíos encontrados y los dominios alcanzados por los estudiantes, corresponde al
docente retroalimentar de modo específico sobre la superación de las dificultades, sobre aquellos nuevos
desafíos a enfrentar, dando orientaciones claras, precisas, comprensibles y concretas. Una contrastación
entre lo realizado y los indicadores de logro o de desempeño planteados en un inicio, ayudarán a los
estudiantes a sentirse seguros en cuanto a sus potencialidades y las acciones remediales a seguir.
✓ Orientar para la acción, dialogar con el estudiante en torno a lo que puede hacer para
mejorar.
✓ Entregar información de manera oportuna, cuando sea útil, aplicable y permita enriquecer
el proceso de aprendizaje. Si los estudiantes no reciben retroalimentación con la suficiente rapidez, ya
habrán empezado a trabajar nuevos contenidos y la retroalimentación resultará irrelevante para su
estudio actual. La cantidad de información a entregar dependerá de lo que el estudiante necesita para
alcanzar el siguiente nivel de su meta de aprendizaje, entendiendo dónde está en su aprendizaje y
conducir y orientar sobre qué hacer a continuación.
✓ Priorizar información, eligiendo aquellos aspectos que se relacionan directamente con las
principales metas de aprendizaje que le permitirán acortar la brecha entre lo esperado y lo logrado. Así
mismo, se debe considerar el nivel de desarrollo del estudiante y sus necesidades, respetando su
diversidad.
Leer o escuchar el trabajo sin enfatizar Elegir de los aspectos a mejorar el más
en los errores. La idea es generar una apremiante o vinculado con el proceso
apreciación global antes de decidir el de enseñanza-aprendizaje que está
área prioritaria para entregar la
retroalimentación. ocurriendo. Es importante ser precisos.
✓ Responder preguntas clave. Los estudios sobre la enseñanza y el aprendizaje eficaz (Dinham.
2002, 2007a, 2007b) han demostrado que los estudiantes quieren saber dónde se encuentran
en relación con su trabajo. Por lo tanto, proporcionar respuestas a las cuatro preguntas
siguientes, regularmente ayudarán a proporcionar comentarios de calidad. Estas cuatro
preguntas también son útiles cuando se proporciona retroalimentación a los padres:
-¿Qué puede hacer el estudiante?
-¿Qué es lo que no puede hacer el estudiante?
-¿Cómo se compara el trabajo del estudiante con el de los demás?
-¿Cómo puede el estudiante hacerlo mejor?
✓ Dar retroalimentación para mantener a los estudiantes “conectados” con sus logros.
Una lista de cotejo, visible, expuesta en el aula con lo que se espera, permite saber cómo y por
dónde seguir.
Se pueden utilizar preguntas para ser respondidas tanto individual como grupalmente
- ¿Vamos en la dirección correcta?
-¿Qué mejoras podemos hacer?
-¿Qué estamos haciendo bien?
-¿Cuál es nuestro desempeño general?
✓ Educar a los estudiantes sobre cómo darse retroalimentación. Formar a los estudiantes
a darse unos a otros comentarios constructivos de una manera que sean positivos y útiles.
Animar a los estudiantes a usar notas para registrar la retroalimentación dada.
✓ Pedir a otro adulto que brinde comentarios a los estudiantes. Algún integrante del
equipo directivo, el profesor de jefatura u otro profesor del establecimiento pueden colaborar
para hacer esta tarea. Se debe solicitar que la retroalimentación se relacione con tareas
determinadas o específicas del estudiante. Esta es una manera muy eficiente de lograr que el
estudiante se esfuerce mucho más y se sienta reconocido por sus logros.
Es aconsejable utilizar un cuaderno u otro medio de registro para realizar un seguimiento del
estudiante. Escribir diaria o semanalmente observaciones con fecha, para registrar, por ejemplo,
las áreas de mejora, las tareas realizadas, resultados de pruebas, etc. Así cuando llegue la hora
de retroalimentación con los estudiantes o sus padres, existirán múltiples evidencias para ello.