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Libro virtual de formación en ORL

- Curvas AGC: umbrales TK y tiempos de ataque y relajación


- Otros sistemas de compresión

4. Ayudas técnicas auditivas

- Equipos de FM. Los niños con hipoacusia portadores de prótesis auditivas presentan unas
dificultades añadidas en el aula escolar en que se integran:

• el ruido de fondo habitual, generado por las conversaciones de los otros alumnos
determina que la relación señal/ruido disminuya y la inteligibilidad del habla del
profesor no sea clara
• la reverberación del aula provoca una distorsión de la señal acústica
• a medida que aumenta la distancia del profesor, disminuye la intensidad de recepción
del mensaje pudiendo ocurrir que la ganancia del audífono no sea suficiente

Para paliar estos problemas se utilizan los sistemas de FM, que funcionan de la siguiente
manera: el profesor tiene un micrófono en la solapa, que se transmite como frecuencia
modulada hasta el receptor del alumno que va acoplado en su audífono retro

- Otros tipos de ayudas auditivas. Son muy diversos: despertadores provistos de vibrador,
sistemas de bucle de inducción (ondas electromagnéticas) para facilitar la audición en
teatros, salas de cine, o la televisión en la casa, sistemas de amplificación por rayos
infrarrojos, amplificadores para el teléfono etc.

III) INDICACIONES

1. Diagnóstico y tratamiento de la hipoacusia


El diagnóstico y la elección del tratamiento de la hipoacusia deben realizarse lo más precozmente
posible ya que este déficit sensorial repercute directamente sobre el lenguaje. Ello condiciona la
vida personal, social y de relación de las personas, y de manera crucial en los niños afectando a la
adquisición y desarrollo del lenguaje, así como a su formación escolar, académica y cultural.

El especialista en otorrinolaringología es el encargado tanto del diagnóstico de la hipoacusia como


de prescribir el tratamiento, realizar el seguimiento de los pacientes adaptados y evaluar los
resultados. Además, y de manera particular en el caso de los niños, deberá planificar una atención
integral y valoración multidisciplinar.

De acuerdo con el tipo de hipoacusia y también con las particularidades propias de cada individuo,
el tratamiento puede ser médico, quirúrgico y/o audioprotésico. En el caso de que la opción sea la
prescripción de una prótesis auditiva, siempre debe hacerse a través y bajo la responsabilidad de un
médico otorrinolaringólogo por imperativo legal (artículo 3.1 de la Ley del Medicamento). En el
Real Decreto 414/1996 del 1 de Marzo en el B.O.E. nº 99 consta que la prescripción del audífono
debe realizarla un “facultativo especialista”, y, aunque no especifica el tipo de especialista, se obvia
que éste deba ser un otorrinolaringólogo.
Capítulo 33 Audioprótesis Externas. Indicaciones. Selección del tipo de
adaptación. Adaptación y evaluación de resultados.
Rehabilitación del paciente adaptado con prótesis

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Por otro lado, según el comité profesional de la Unión Europea de Audioprotesistas, el médico
otorrinolaringólogo debe facilitar la información necesaria a los profesionales encargados de la
adaptación y rehabilitación protésica (audioprotesista, logopeda, educadores) realizando de esta
manera un esfuerzo conjunto colaborando unos con otros para la adecuada atención de las personas
hipoacúsicas.

2. Indicaciones de las prótesis auditivas

2.b. Existen una serie de condiciones o premisas que deben cumplirse para la prescripción de una
prótesis auditiva:

- Que la hipoacusia no pueda solucionarse con un tratamiento médico y/o quirúrgico


- En el caso de que la hipoacusia tuviera un tratamiento quirúrgico, que exista una
contraindicación para la cirugía, o bien que el paciente la rechaza, o que la adaptación de la
prótesis fuera una opción tan válida como la cirugía
- Debe excluirse la existencia de una patología grave (por ejemplo, un neurinoma), que pudiera
quedar “enmascarada” tras la adaptación protésica
- Que la hipoacusia determine un déficit comunicativo, social y/o profesional.

Teniendo en cuenta estas premisas, la adaptación de prótesis auditiva debería plantearse en la


mayoría de las hipoacusias neurosensoriales y en algunas de transmisión.

2.c. Los principales criterios que se valoran para la adaptación protésica son los audiométricos y
los individuales:

- Criterios audiométricos: tipo, naturaleza y grado de hipoacusia. Los datos aportados por la
batería de test audiológicos nos informan del grado y tipo de pérdida auditiva.

Al hablar de grado de pérdida auditiva nos referimos al promedio de pérdida tonal obtenido en
las frecuencias conversacionales (500, 1000, 2000 y 3000 Hz). De acuerdo con los criterios de
1997 de BIAP (Bureau International d´audiophonologie), hablamos de:

• Pérdidas leves: el umbral de audición está situado entre 21-40 dB. En estos casos la
adaptación es opcional y depende de las necesidades del paciente.
• Pérdidas moderadas: umbral entre 41 y 70 dB. A partir de aquí, la amplificación es
necesaria
• Pérdidas severas: entre 71 y 90 dB. La amplificación es imprescindible para que sea
posible la comunicación del paciente
• Pérdidas profundas: entre 91 y 120 dB. También en estos casos, es imprescindible la
adaptación protésica, aunque desde el punto de vista auditivo habría que considerar
seriamente el implante coclear.
• Cofosis: por encima de 120 dB. Generalmente en estos casos el audífono podría ser
complementario, por ejemplo a un implante coclear en el otro oído.
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Generalmente se recomienda adaptación protésica cuando los umbrales auditivos por vía aérea
en las frecuencias conversacionales se encuentran más allá de 30-40 dBHL; en general en
pérdidas de moderadas a profundas, y, en ocasiones también se prescriben en pérdidas de grado
leve (sobre todo, en niños, y evaluando cada caso de manera individual), como se resume en la
figura 5. De todas formas, esto no es un criterio absoluto, sino una medida general y siempre
debe tratarse cada caso particular en función del grado de comunicación verbal que tenga la
persona en su vida diaria social y/o profesional

Figura 5: Criterios audiométricos para la adaptación de prótesis auditivas.

Otro elemento a tener en cuenta es el tipo o morfología de la curva audiométrica. El rango de


amplificación de las prótesis auditivas se centra en las frecuencias conversacionales. Son por
tanto esta gama de frecuencias las que deben tenerse en cuenta a la hora de la adaptación
protésica, siendo crucial el nivel de pérdida en la frecuencia 1000 Hz. La adaptación protésica
va a ser distinta dependiendo de que la afectación sea predominantemente en agudos, pantonal
o en graves.

- Criterios individuales: edad, proyección social, estatus laboral, repercusión escolar

La hipoacusia puede aparecer a cualquier edad, pero es especialmente crítica en la infancia, ya


que es la etapa de la vida en que aparece y se desarrolla el lenguaje. De ahí la importancia hoy
en día de los programas de cribado neonatal de la audición. Pero no sólo son importantes los
primeros seis meses de vida, sino que es nuestro objetivo la identificación y correcta
rehabilitación de los niños con hipoacusia en cualquier etapa. La sordera es un impedimento
grave, cuyos efectos transcienden ampliamente la dificultad o imposibilidad de hablar. Las
personas afectadas por una hipoacusia padecen retraso en las áreas psicomotoras, del lenguaje
Capítulo 33 Audioprótesis Externas. Indicaciones. Selección del tipo de
adaptación. Adaptación y evaluación de resultados.
Rehabilitación del paciente adaptado con prótesis

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y en el rendimiento académico. Además presentan peores expectativas laborales y


profesionales. La hipoacusia en las etapas más precoces de la infancia constituye, pues, un
grave obstáculo para el desarrollo y para la integración social y laboral, tanto a corto como a
largo plazo. Pero, en cualquier edad la pérdida auditiva supone una limitación. En la edad
mediana y madura, puede comprometer seriamente a una persona activa profesional y
socialmente. En el caso de los ancianos, la hipoacusia puede multiplicar las limitaciones que
padecen por otros déficits (motores, neurosensoriales, de relación…) determinando un
aislamiento social y consecuencias anímicas negativas.

2.d. En qué oído/s se debe adaptar la prótesis auditiva

En los casos de hipoacusia bilateral y simétrica, a partir de los niveles señalados anteriormente
(pérdida media en frecuencias conversacionales mayor de 30-40 dB), y, siempre que se compruebe
que el déficit auditivo repercute en la percepción del lenguaje, está indicada la adaptación protésica
biaural. Las ventajas de la audición estereofónica biaural son claras: permite la localización
espacial de la fuente sonora, mejora la audición cuando hay ruido de fondo y la inteligibilidad
global de la palabra hablada. Muchas veces los pacientes son reacios al uso de dos audífonos, casi
siempre por razones económicas, por lo que debemos explicar claramente las ventajas de la
estereofonía. La recomendación en este supuesto es que el paciente lleve las prótesis auditivas
durante la mayor parte de las horas del día.

La adaptación biaural estaría contraindicada en las siguientes circunstancias: trastornos auditivos


centrales, cofosis o muy mala inteligibilidad en uno de los dos oídos, diferencias interaurales muy
importantes y existencia de diploacusia.

En aquéllos casos de hipoacusia unilateral, con normoacusia contralateral, la adaptación


protésica en el oído afecto es opcional, quedando muchas veces a criterio del paciente la decisión
de la adaptación, teniendo en cuenta que la repercusión en la percepción del lenguaje de la
adaptación monoaural con audición normal contralateral, no va a ser muy llamativa, pero sí va a
mejorar en cuanto a riqueza sonora y sobre todo estereofonía, mejorando además la audición
cuando hay ruido de fondo. A veces se prescriben en los niños, si se observa retraso escolar u otros
problemas de desarrollo. En estos casos las prótesis pueden usarse sólo en determinadas
situaciones (reuniones, clases etc), aunque muchas veces los pacientes prefieren llevarlas la mayor
parte del tiempo posible.

Por lo general, resultan más complejos los casos de hipoacusias asimétricas. Cuando las
diferencias entre ambos oídos no son muy marcadas (aproximadamente hasta 30-40 dB de
diferencia interaural), generalmente la adaptación biaural es la recomendación más aceptable. El
problema surge cuando existe una gran asimetría entre los umbrales de los dos oídos, ya que si la
diferencia es muy importante, es posible que no tolere la adaptación biaural. En estas circunstancias
no hay normas generales, de forma que cuando se trata de una hipoacusia asimétrica, nos guiamos
por los resultados obtenidos en las pruebas verbales comparando los resultados con adaptación
monoaural versus biaural así como la información que nos ofrece el paciente. Muchas veces, en las
hipoacusias muy asimétricas podemos encontrarnos en una de estas dos circunstancias:

- Si en un oído la hipoacusia es moderada o moderadamente severa y en el otro es ligera,


generalmente se opta por la adaptación en el oído peor
- El caso contrario sería un oído con hipoacusia moderada o moderadamente severa y otro con
hipoacusia severa o muy severa. En estos casos, suele ser más común adaptar el oído mejor
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3. Proceso de prescripción y adaptación de prótesis auditivas. Papel del


otorrinolaringólogo y del audioprotesista.

En este proceso colaboran estrechamente el médico especialista en otorrinolaringología y el


audioprotesista, como se puede ver en la figura 6. Las etapas del proceso son: diagnóstico y
caracterización de la hipoacusia, prescripción, adaptación, venta, seguimiento y controles.

Figura 6: Funciones y colaboración de audioprotesista y ORL

- Diagnóstico de la hipoacusia: cualquier sordera es producto de una enfermedad o involución


del sistema auditivo, y el único capacitado por ley para hacer diagnósticos de las enfermedades
del oído es el otorrinolaringólogo.

- Prescripción: el único capacitado por ley para prescribir tratamientos sobre las enfermedades
del oído es el médico o el otorrinolaringólogo. Las prótesis auditivas son desde el punto de
vista legal un producto sanitario de tipo terapéutico y por lo tanto deben prescribirlas los
facultativos (Ley del Medicamento 25/1990. Real Decreto 414/1996). El R.D. 62/2001 Anexo
2.1.1. expone que la competencia general del audioprotesista es: “a partir de la prescripción
médica, seleccionar, montar, reparar y adaptar prótesis para la corrección de las deficiencias
auditivas…” y en el 2.1.2.a) “interpretar una prescripción médica obteniendo una visión global
del problema”. El otorrinolaringólogo debe tener conocimientos básicos sobre el
funcionamiento de las prótesis auditivas, que deberá actualizar periódicamente. En caso
contrario, no estaría capacitado para hacer la prescripción.

- Adaptación: La adaptación de una prótesis auditiva requiere ciertos conocimientos que son
propios de la profesión de audioprotesista (R.D. 62/2001):
Capítulo 33 Audioprótesis Externas. Indicaciones. Selección del tipo de
adaptación. Adaptación y evaluación de resultados.
Rehabilitación del paciente adaptado con prótesis

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• Interpretación de la prescripción médica


• Elección de la mejor prótesis (según el proceso patológico que se incluye en el informe,
grado, tipo y características de la hipoacusia, la edad del paciente, sus necesidades etc.)
• Confección del mejor adaptador
• Regulación de la prótesis
• Ofrecer entrenamiento auditivo y educación audioprotésica: información del adecuado
manejo, funcionamiento, limpieza y mantenimiento del audífono.
• Revisiones periódicas para el mantenimiento de la prótesis: garantía y atención postventa

- Venta: Esta labor corre exclusivamente a cargo del audioprotesista.

Por tanto, el papel del otorrinolaringólogo es: el diagnóstico de la hipoacusia, prescripción e


indicación de la prótesis auditiva, verificación de la correcta adaptación y seguimiento
posterior, siendo funciones del audioprotesista la adaptación, venta, soporte técnico y
mantenimiento del audífono y todos sus complementos. De forma detallada, las siguientes
actividades son competencia y responsabilidad del otorrinolaringólogo:

• Anamnesis: en la que se obtienen datos acerca de las características de la hipoacusia,


síntomas acompañantes (acúfenos, otorrea, vértigo…), tiempo de evolución, momento de
instauración, características evolutivas (fluctuación, evolución rápida…), situación
personal del paciente (social, cultural, laboral, familiar, tiempo libre, estilo de vida…),
repercusión de la hipoacusia en su vida y sobre todo expectativas en cuanto a la adaptación
protésica.
En el caso concreto de los niños, el enfoque de la anamnesis además de todo lo anterior,
recoge aspectos como: interrogatorio exhaustivo a los padres acerca de factores de riesgo
de hipoacusia, patologías asociadas (neurológicas, visuales, psicológicas o de
comportamiento-relación), desarrollo psicomotor y del lenguaje, rendimiento escolar,
actividades que desarrolla en el tiempo libre etc. La información subjetiva que aportan los
padres es muy importante, así como la de profesores, logopedas y otros educadores.

• Exploración ORL endocavitaria, con especial hincapié en la inspección de la piel de la


región temporal, del pabellón y del CAE; y por supuesto en la otoscopia (CAE, tímpano,
caja)

• Pruebas audiológicas: Para el diagnóstico son indispensables la audiometría (tonal liminar


en el adulto, conductual o lúdica en el niño pequeño) por vía aérea y ósea, y la
logoaudiometría con auriculares y en campo libre (exceptuando el niño pequeño que no ha
desarrollado el lenguaje). Sobre todo en el caso de los niños, se realizan pruebas objetivas
como las otoemisiones acústicas y los potenciales evocados auditivos (de click, pips y de
estado estable). También se recomienda realizar impedanciometría (timpanometría y
reflejos del músculo del estribo). Generalmente con esta batería de pruebas podemos
podemos establecer el tipo y grado de hipoacusia
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• Pruebas supraliminares: son pruebas facultativas, indicadas en los pacientes subsidiarios


de adaptación protésica y tienen como objetivo determinar la existencia y grado de
recruitment y los niveles de confort y disconfort. Entre ellas destacan el test de Lüscher y
el test de Cahart (determinación de los umbrales de confort y disconfort auditivo) que
determina la banda dinámica de audición.

• Elaboración de un informe médico para la prescripción. El informe debe ser


suficientemente amplio para que proporcione los datos suficientes no sólo al
audioprotesista sino también (en el caso de los niños) a logopedas y profesores. Los
aspectos fundamentales que deben incluirse son los siguientes:

- datos del paciente (edad, enfermedades asociadas…)


- características de la hipoacusia: tipo, grado, afectación uni o bilateral, simetría…
- síntomas asociados, con especial mención a los acúfenos
- alteraciones cualitativas de la audición: recruitment, diploacusia, algiacusia
- particularidades del CAE y de la piel circundante: exostosis, eczemas, supuraciones…
- estado de la membrana timpánica y del oído medio: perforación, cambios
postquirúrgicos (cavidad radical), tubos de drenaje transtimpánicos
- tipo de prótesis o de adaptación que se considera más oportuna: vía aérea, vía ósea,
CROS, biCROS etc, o, por el contrario, la que no se aconseja (audífonos intra en una
exostosis o en un niño o en una sordera muy importante)
- indicaciones acerca del molde: en caso de alergias, moldes flexibles para los niños, o
con ventilación en el caso de tubos de drenaje

• Información al paciente acerca de otros aspectos como la rehabilitación o la cobertura


económica del Sistema Nacional de Salud. En el caso de los niños, debemos siempre
orientarles acerca del apoyo logopédico que deben seguir de forma sistemática. Otras veces
les facilitamos asociaciones con las que pueden ponerse en contacto para tener un apoyo
social y lograr una reinserción laboral. También es nuestra misión iniciar los trámites para
el reembolso económico al que tienen derecho en nuestro país los menores de 16 años.

• Seguimiento médico de los pacientes adaptados. El especialista debe dar el visto bueno a
la adaptación, para lo cual debe poseer unos conocimientos básicos y actualizados acerca
de las prótesis auditivas. Aunque el mantenimiento es labor del audioprotesista, no es
inusual que ante un problema, acudan en primer lugar a nosotros para una primera
orientación. Por supuesto en las visitas de seguimiento, haremos especial hincapié en la
otoscopia, ya que no son infrecuentes problemas que debemos tratar (a veces, de forma
reiterada) como dermatitis, eczemas y tapones de cera.

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