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MANUAL
IGV
I N S T I T U T O P A C Í F I C O
MANUAL
IGV
DOCTRINARIO
JURISPRUDENCIAL
PRÁCTICO
WALKER
VILLANUEVA
GUTIÉRREZ
INSTITUTO
PACÍFICO
MANUAL IGV
Autor:
Walker Villanueva Gutiérrez
Copyright 2012
© Instituto Pacífico S.A.C.
© Walker Villanueva Gutiérrez
Tiraje:
ISBN :
Hecho el Depósito Legal en la
Biblioteca Nacional del Perú N° :
Impresión a cargo de:
Pacífico Editores S.A.C.
Jr. Castrovirreyna N° 224 - Breña
Central: 330-3642
PRÓLOGO
INSTITUTO PACÍFICO 7
WALKER VILLANUEVA GUTIÉRREZ
8 INSTITUTO PACÍFICO
Capítulo I: EL HECHO IMPONIBLE EN EL IGV
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Capítulo I: EL HECHO IMPONIBLE EN EL IGV
INTRODUCCIÓN
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Capítulo I: EL HECHO IMPONIBLE EN EL IGV
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Capítulo I: EL HECHO IMPONIBLE EN EL IGV
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Capítulo I: EL HECHO IMPONIBLE EN EL IGV
ABREVIATURAS
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Capítulo I: EL HECHO IMPONIBLE EN EL IGV
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PRIMERA PARTE
Capítulo I
EL HECHO IMPONIBLE
EN EL IGV
Sumario:
1. La norma jurídica en el IGV: las distintas perspectivas. 2. El presu-
puesto de hecho y la relación jurídica tributaria. 2.1. El IGV como tributo
que grava operaciones. 2.2. El IGV como tributo de carácter periódico.
2.3. El IGV como tributo que grava el consumo. 2.4. El IGV como proce-
dimiento de imposición. 2.5. Nuestra posición.
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WALKER VILLANUEVA GUTIÉRREZ
1 Con ello se alude a la recaudación que se produce por la diferencia entre el débito fiscal
de ventas y el crédito fiscal de compras, lo cual daría lugar a que se grave el valor añadi-
do, hecho discutible, como veremos líneas adelante, ya que si bien el método de adición
y el método de sustracción de bases permiten establecer como base imponible el valor
agregado, no ocurre lo mismo al adoptarse el método de sustracción de impuestos, donde
la base imponible es la contraprestación total y no el valor agregado, que parece ser una
circunstancia jurídicamente irrelevante. Véase el apartado 2.1.
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Capítulo I: EL HECHO IMPONIBLE EN EL IGV
2 Para este fin, nos parece adecuada la tesis en torno a la estructura de la obligación civil
que distingue entre contenido y objeto. El primero está formado por el deber jurídico de
prestación y el poder jurídico de exigencia, mientras el segundo es el bien que se debe
procurar al acreedor para satisfacer su interés. Ello por cuanto el objeto de la obligación
no es tanto la conducta del deudor, sino el bien debido que esa conducta procura al
acreedor. De otro modo, no se explicaría cómo el interés del acreedor quedaría satisfecho
aun cuando un tercero (no el deudor) fuese el que ejecute la prestación y le procurase
el bien debido, o cuando el acreedor se procurase el bien debido mediante la ejecu-
ción forzada. Véase en torno a tal discusión Wayar (1990), Giorgianni (1958) y Bianca
(1990).
3 Esta relación es calificada por un sector doctrinal como una obligación tributaria stricto
sensu y, por otro lado, como una obligación tributaria instrumental al servicio del objeto
final del impuesto, que es gravar el consumo. Véase el apartado 2.1 y siguientes en los
que se trata las distintas posiciones doctrinales en relación con este tema.
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Capítulo I: EL HECHO IMPONIBLE EN EL IGV
5 La validez de una teoría jurídica está en proporción directa con su idoneidad para explicar
con coherencia lógica, antes que jurídica, el esquema normativo que debe servirle de
punto de referencia” (Casado Ollero 1979: 611).
6 Más aún cuando las teorías anticausalistas del tributo son predominantes en la doctrina
respecto de las teorías causalistas. Véase para una aproximación al tema: Valdés Costa
(1996) y Giuliani Fonrouge (1987).
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WALKER VILLANUEVA GUTIÉRREZ
En esta línea, debe destacarse que al final del período impositivo se li-
quida la cuantía del impuesto, pero sobre la base de una verdadera compen-
sación jurídica. Ello presupone que la obligación y el crédito recíprocos que se
compensan sean líquidos y exigibles y, sobre todo, sean relaciones jurídicas
distintas. En consecuencia, la relación jurídica de deducción es una relación
que no integra la estructura jurídica del tributo.
Checa González (1984: 709) destaca esto último señalando que:
[...] desde el punto estrictamente jurídico hay que considerar que son autónomos
del deber de pagar el impuesto, del de repercutir y del derecho de crédito frente
al Estado, los cuales dan lugar a relaciones entre sujetos diferentes, ya que si la
del impuesto une a un sujeto pasivo con el Estado, la de repercusión únicamente
tiene lugar entre sujetos pasivos, mientras que la de crédito convierte al Estado
en sujeto pasivo de otra obligación diversa de la propiamente dicha.
En esta tesis, mayoritariamente adoptada por la doctrina, habría que re-
saltar que el IGV no grava el valor agregado, ni tampoco es una cualidad
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Capítulo I: EL HECHO IMPONIBLE EN EL IGV
7 Cayón Galiardo (1999: 536) precisa que la base imponible en el IVA no solo es el precio de
las entregas de bienes gravadas sino la contraprestación “[...] del conjunto de actividades
que producen el efecto de la entrega del bien o prestación del servicio”.
8 Téngase en cuenta que el método de imposición que se adopte, método de adición o mé-
todo de sustracción, exige la definición del valor añadido como base imponible del tributo.
En cambio, en el método de crédito del impuesto, la base imponible es la contraprestación
total de cada operación, lo cual elimina “la necesidad de definir previamente el valor aña-
dido” (Calle Saiz 1978: 25).
9 Véase Colmenar Valdés (1982: 293); en igual sentido, Due (1970) y Sullivan (1978). Bos-
sello (citado por Varona 1991: 18) señala que “la denominación valor añadido no tiene
relevancia alguna en el sistema del IVA y que solo se justifica por motivos históricos”.
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El profesor Fantozzi citado por Checa González (1987: 43) sostuvo que
“el IVA no gravaba operaciones aisladas, sino que su característica definitoria
y distintiva venía dada por el hecho de que se aplicaba al conjunto de opera-
ciones imponibles activas y pasivas realizadas por un sujeto en un cierto pe-
ríodo”. Así, el período señalado por la Ley cumpliría una doble función: como
período que da lugar al nacimiento de la obligación tributaria y como período
en el cual se determina el tributo.
La base imponible no sería la contraprestación que se pague por las
operaciones activas. Sería tan solo la base aparente que serviría para la liqui-
dación de las operaciones activas, pero no para constituirse en base imponi-
ble del tributo. La diferencia entre la cuantía de las operaciones activas y las
operaciones pasivas realizadas en un período la constituirían. Solo al término
de dicho período se produciría el hecho imponible y surgiría la obligación tri-
butaria stricto sensu o, de ser el caso, el crédito tributario.
A diferencia de la tesis anterior, el nacimiento de la obligación tributaria
se produciría al final del período legal previsto en la Ley de que se trate. La
base imponible estaría constituida por la diferencia entre la cuantía de las
operaciones activas y pasivas verificadas en el período. Asimismo, la deter-
minación de la obligación tributaria se calcularía por la diferencia de cuan-
tías que resulte luego de aplicada la alícuota a las operaciones activas y
pasivas.
Entendemos que el derecho de deducción en esta postura podría conce-
birse de dos maneras. La que explica Colmenar Valdés, que operaría como
una deducción en la cuota muy similar en su técnica y fundamento a la que
rige en las relaciones entre el Impuesto a la Renta de las personas físicas y el
impuesto de sociedades. Es decir, si el impuesto de sociedades pagado otor-
ga una deducción en la cuota del Impuesto a la Renta de las personas físicas,
en razón de la doble imposición que se produciría en otro caso, del mismo
modo, la deducción en la cuota del IGV de las ventas obedecería a que parte
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Capítulo I: EL HECHO IMPONIBLE EN EL IGV
10 Este es el caso del Perú, cuya Ley del IGV disponía que el uso del crédito fiscal era de
carácter obligatorio. Sin embargo, a partir de la vigencia de las Leyes Nº 29214 y 29215,
el uso del crédito fiscal es potestativo en un período de 13 meses.
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Capítulo I: EL HECHO IMPONIBLE EN EL IGV
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Capítulo I: EL HECHO IMPONIBLE EN EL IGV
final del impuesto, mientras que la técnica formal se comporta como su causa
instrumental”.
En ella, las empresas se comportan como meros agentes recaudadores
del impuesto. Generan la posibilidad de un control cruzado de operaciones.
La mecánica de imposición es un instrumento que posibilita que el impuesto
recaiga sobre el consumo final. Se sostiene a este propósito que:
[...] el gravamen ha sido ideado como un procedimiento de recaudar un impuesto
sobre las ventas, contemplado como un impuesto sobre el valor de un producto,
recaudado de las empresas vendedoras y que se esperará se traslade a los com-
pradores mediante un incremento en los precios en una cuantía igual al monto
del impuesto (Sullivan 1978: 65) (la cursiva es nuestra).
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18 Era el caso de Perú hasta la modificación dispuesta por las Leyes Nº 29214 y 29215. Asi-
mismo, la Ley del IGV no regula el reembolso o devolución del derecho de deducción, ni
siquiera al momento del cese de actividades económicas del empresario. El último párrafo
del artículo 24º dispone que “en la liquidación de empresas no procede la devolución del
crédito fiscal”.
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Capítulo I: EL HECHO IMPONIBLE EN EL IGV
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Capítulo II: LA RELACIÓN JURÍDICA DE REPERCUSIÓN Y TRASLACIÓN
Capítulo II
LA RELACIÓN JURÍDICA DE
REPERCUSIÓN Y TRASLACIÓN
Sumario:
1. Enfoque doctrinario de la relación de repercusión. 2. Nuestra opinión
acerca de la naturaleza de la relación jurídica de repercusión. 3. Natura-
leza pública o privada de la relación jurídica.
En este sentido, Victoria Sánchez y otros (2006: 227) precisan que “el
procedimiento de la repercusión junto con el de la deducción son los pilares
básicos sobre los que se asienta el funcionamiento del IVA para alcanzar su
objetivo; es decir, gravar el consumo final de bienes y servicios”.
Asimismo, Varona Alabern (1991: 482) considera que estas dos figuras
jurídicas inescindibles son “como las dos caras de una misma moneda”, pues
—explica el autor— para que el IVA “funcione correctamente, es necesaria la
existencia de ambas figuras, ya que con solo una de ellas no se lograría la
pretendida neutralidad [...]. Esa conexión funcional entre repercusión y deduc-
ción explica que sin la primera no tendría sentido la segunda”.
De este modo, la relación jurídica de repercusión —como sostiene el pro-
fesor Casado Ollero— ha sido configurada por la doctrina como una obligación,
como un derecho-deber y como un derecho cuyo ejercicio es considerado obli-
gatorio19. Con ese fin, es conveniente revisar someramente tales conceptos.
19 Bossello trata de dar un sustento lógico a esta tesis con poca fortuna. Sostiene que “la obli-
gatoriedad consiste en el hecho de que el sujeto debe constituirse en acreedor mediante el
débito (addebito) en factura. Por lo tanto, es obligatoria la constitución del crédito, mas no
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ya su ejercicio”. El profesor Casado Ollero (1979: 601) afirma que tal sustento “es un mero
juego de palabras, porque es difícil admitir una obligación cuyo objeto sea el constituirse
en acreedor”.
20 La doctrina civil moderna cuestiona esta concepción tradicional. Las tesis que han critica-
do tal concepción se basan en el libre albedrío de la conducta humana; esto es, la libertad
y voluntariedad son características inherentes a la conducta. Por tanto, el deber jurídico
de prestación es un contrasentido, porque al ser la conducta humana libre y voluntaria, no
puede ser contenido del deber; igualmente, el poder jurídico no puede tener como objeto
una conducta humana que es libre y voluntaria. Ello ha dado lugar a la formulación de
diversas tesis en relación con el objeto de la obligación. Al respecto, véase Diez-Picazo
(1996) y Bianca (1990).
21 La tesis de que la repercusión es un derecho-deber está respaldada por lo inferido por
González Sánchez citado por Varona Alabern (1991: 482-483) quien considera que:
[...] para calificar la repercusión tributaria, se debe tener en cuenta no solo el ejercicio de
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Capítulo II: LA RELACIÓN JURÍDICA DE REPERCUSIÓN Y TRASLACIÓN
En este sentido, para Checa González (2002: 290), “es correcta la ca-
lificación de derecho-deber, caracterizaciones ambas, que no son excluyen-
tes, sino consecuencia lógica una de la otra, ya que si la repercusión es un
derecho-deber es lógico que su ejercicio resulte obligatorio”.
Por último, la tesis del derecho de ejercicio obligatorio es explicada por
Casado Ollero (1979: 602), quien señala que “el derecho nace ope legis de
la operación imponible y para lo que la ley requiere, el concurso del sujeto
no es para la constitución del derecho, sino más para el ejercicio del mismo
[...]”. ¿Un derecho de ejercicio obligatorio podría alterar el propio concepto de
derecho? Ello estaría justificado por el interés público en la funcionalidad del
IGV como tributo que pretende afectar el consumo.
ella, que implica deber en cuanto es obligatoria, sino también en su contenido, que cons-
tituye un derecho de crédito; por lo que puede deducirse que la repercusión tributaria que
contempla el IVA se puede considerar como un derecho-deber del sujeto pasivo.
Asimismo, cabe mencionar que la repercusión para Checa González (1987: 57) “[...] des-
empeña un importante papel dentro del sistema IVA para la correcta aplicación del mismo,
constituyendo, por ello, de su ejercicio no solo un derecho para el sujeto pasivo realizador
del hecho imponible, sino, al mismo tiempo, una obligación, de donde proviene la califica-
ción de derecho-deber que ha sido asignado por un sector doctrinal”.
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25 Para dilucidar el problema, se debe tener en cuenta lo señalado por el Tribunal de Defensa
de la Competencia y de la Propiedad Intelectual, precedente de observancia obligatoria,
en que se declara que:
[...] se considera como consumidor, de conformidad con lo establecido en el literal a) del
artículo 3 del Decreto legislativo Nº 716, a la persona natural o jurídica que adquiere, utiliza
o disfruta un producto, ya sea un bien o un servicio, para fines personales, familiares o de su
entorno social inmediato. [...] Las personas naturales y jurídicas pertenecientes a la categoría
profesional de los pequeños empresarios son también sujetos afectados por la desigualdad
informativa en la relación de consumo y, por tanto, son considerados como consumidores
para efectos de la Ley de Protección al Consumidor cuando debido a las necesidades de su
actividad empresarial adquieran o utilicen productos, ya sean bienes o servicios, para cuya
adquisición o uso no fuera previsible que debieran contar con conocimientos especializados
equiparables a aquellos proveedores (Resolución Nº 0422-2004/TDC-INDECOPI).
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SEGUNDA PARTE
II
HECHOS GRAVADOS
EN EL IGV
Capítulo III: LA VENTA DE BIENES MUEBLES EN EL IGV
Capítulo III
LA VENTA DE BIENES
MUEBLES EN EL IGV
Sumario:
1. Introducción. 2. Examen de la jurisprudencia del Tribunal Fiscal so-
bre el concepto venta para efectos del IGV. 3. La definición del hecho
gravado venta en la Ley del IGV y su Reglamento. 3.1. La concepción
jurídica del hecho gravado venta. 3.2. ¿Es necesaria la transmisión de
propiedad o basta actos o contratos que conlleven dicha transferencia?
3.3. La aplicación supletoria del Código Civil no es procedente para la
definición del hecho gravado venta. 4. Actos que conlleven la transmi-
sión de propiedad sobre bienes muebles. 4.1. Cesión de posición con-
tractual de la condición de arrendatario de un arrendamiento financiero.
¿Se puede transferir la propiedad sobre la posición contractual? 4.2. Ce-
sión de posición contractual de la condición de arrendatario de un arren-
damiento operativo o de la condición de usufructuario de un contrato de
usufructo. 5. La entrega de explosivos y combustible para la ejecución
de contratos de obra constituye venta para efectos del Impuesto. 5.1.
Criterio del Tribunal Fiscal. 5.2. Criterios de la Administración Tributaria.
5.2.1. Informe Nº 082-2006/SUNAT: la entrega de materiales (combusti-
ble) del comitente al contratista, en el marco de un contrato de obra, no
califica como una operación gravada con el Impuesto a la Renta y con el
Impuesto General a las Ventas. 5.2.2. Informe Nº 018-2001: la entrega
de materiales para la fabricación de libros no constituye venta. 5.2.3.
Carta Nº 225-2006-SUNAT/20000. 5.3. Apreciación critica de la posición
de SUNAT. 6. La “exportación en cadena” y las ventas sucesivas que
desembocan en la salida de los bienes de territorio nacional. 7. La terri-
torialidad del hecho gravado venta en las transacciones internacionales.
1. Introducción
La configuración del hecho gravado venta de bienes muebles en el país puede
definirse jurídicamente desde dos perspectivas: la denominada perspectiva
económica y la denominada perspectiva jurídica.
En la primera, se define el hecho gravado en función al poder de dispo-
sición sobre el bien; mientras que, en la segunda, en función a la transmisión
del derecho de propiedad26.
26 [En este sentido] [...] la amplitud del concepto de venta, para efectos de la aplicación
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del impuesto, depende de cada legislación. Puede comprender solo actos traslativos
o declarativos de propiedad. Puede también comprender actos de usufructo. Puede
además comprender a ambos anteriores más otros actos de poder de disposición del
bien. Puede por añadidura comprender a todos los anteriores más la constitución, y
sobre todo transmisión, de derechos reales sobre los bienes, etc. Bajo el concepto de
venta muchas legislaciones quieren comprender todo el quehacer contractual referido a
contratos nominados, civiles o mercantiles, salvo inafectación o exoneración (Seminario
Dapello 2003: 81).
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Capítulo III: LA VENTA DE BIENES MUEBLES EN EL IGV
gravado venta se configura con los actos o contratos que generen la transmi-
sión de propiedad.
Aclarada esta situación, lo que intentamos averiguar es si la configura-
ción del hecho gravado venta, tal cual está regulada en la Ley, requiere la
transferencia de propiedad civil. Para ello, es pertinente examinar la relación
entre el concepto legal de venta y su precisión reglamentaria, así como la
aplicación del derecho supletorio en los conceptos no definidos en el texto de
la Ley.
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ENTREGA
CONTRATO
OBLIGACIÓN Transferencia
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Capítulo III: LA VENTA DE BIENES MUEBLES EN EL IGV
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El mismo profesor nos explica por qué esta posición es errada al preci-
sar que:
[...] la tesis en cuestión hace alusión a que transferir bienes debe entenderse
como transferir los riesgos y beneficios inherentes al derecho de propiedad. Cier-
tamente, la transferencia de riesgos no implica necesariamente la transferencia
de propiedad de los bienes entregados, circunstancia que se aprecia, por ejem-
28 El autor uruguayo, Blanco (2004: 36) reafirma lo señalado: “Con esta definición queda cla-
ro, como ya se ha dicho, que toda operación que implique el traspaso de la disponibilidad
económica del bien sin que exista transferencia del dominio en el plano iusprivatista se
encuentra de todos modos en la hipótesis de circulación de bienes del hecho generador
del IVA [...]”. Del mismo modo, Borba (2001: 56). señala que:
[...] resulta claro que la idea es gravar determinados hechos en atención a la sustancia
económica de los mismos, independientemente de la forma jurídica que se haya utilizado.
Basta observar que se comprenden todas las operaciones de entrega de bienes, dando a
quien los recibe la facultad de disponer económicamente de ellos como si fuera su propie-
tario, sin que sea relevante la existencia de una transferencia jurídica del derecho de pro-
piedad. En tanto se persigue gravar el consumo en términos generales, resulta acertado
recurrir a un concepto de tipo económico que excede al de la simple compraventa.
29 Fundamentan esta posición, como lo ha señalado el profesor Bravo Cucci (2003), en el
hecho de que:
[...] apegándonos a la literalidad de la norma, en efecto es fácil advertir que la misma hace
alusión a la transferencia de bienes y no a la transferencia (transmisión) de propiedad de
los mismos, con lo cual la norma reglamentaria habría efectuado una ilegal intromisión en
la configuración de la hipótesis de incidencia del IGV, importando ello una vulneración del
principio de reserva de Ley.
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Capítulo III: LA VENTA DE BIENES MUEBLES EN EL IGV
En este sentido:
[...] la transferencia de propiedad es un elemento fundamental e integrador del
aspecto material de la hipótesis de incidencia del IGV, en el caso de transferen-
cia de bienes, sean estos muebles e inmuebles. En ese sentido, transferencia
se emplea como sinónimo de enajenación, lo que implica una obligación con
prestación de dar con carácter definitivo, y no en el sentido de entrega en uso o
en usufructo, u otras modalidades que importen obligaciones con prestaciones
de dar con carácter temporal. En igual sentido, para que se configure un retiro
de bienes tiene que producirse una transferencia de propiedad del bien y no una
simple entrega física, no efectuada con carácter definitivo (Bravo Cucci 2003)
(las cursivas son nuestras).
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lado que la entrega de explosivos por parte de las Compañías Mineras a los
contratistas se encuentra gravada con el Impuesto.
En el caso ocurrió que Contratista Minera del Centro (COMINSA) y Vol-
can Compañía Minera, suscribieron un contrato de “labores mineras” con fe-
cha 1 de enero de 2000, siendo que en la cláusula segunda se dispuso que
la primera se compromete y obliga frente a la segunda a realizar trabajos en
las unidades mineras de ésta, utilizando exclusivamente sus propios equipos,
herramientas e implementos de seguridad y con su propio personal.
Asimismo, en la cláusula quinta se dispuso que “En cada tarifa del Ane-
xo I están incluidos todos los gastos administrativos y generales de COMISA
correspondientes a la ejecución de las labores mineras descritas en la cláu-
sula segunda, incluyendo sus costos y utilidad. En tal sentido, VOLCAN no
reconocerá ni pagará a COMISA, por ningún concepto, cantidades de dinero
adicionales a las que resulten de aplicar las indicadas tarifas” y que “[...] las
facturas comprenderán períodos mensuales de labores y se sustentarán en
las liquidaciones describiendo las labores realizadas”.
Adicionalmente, cabe señalar que en las liquidaciones emitidas por CO-
MINSA se reconocía el valor de los servicios consignados en las liquidaciones
(valor bruto), sin embargo se realizaba un descuento por el importe correspon-
diente a los materiales, luego de lo cual se determinaba un valor neto (valor
de venta). Las facturas emitidas por dicha empresa eran por el importe del
“valor neto”.
El Tribunal Fiscal sostiene que de lo señalado en el contrato, se tiene
que el valor del servicio prestado se sustenta en las liquidaciones emitidas
por COMINSA y que si bien Volcan acepta los importes consignados en tales
liquidaciones (valor bruto), procede a descontar el valor de los materiales que
ha entregado a COMINSA, determinando así un nuevo valor.
Asimismo, el Tribunal Fiscal refiere que los materiales le fueron entrega-
dos a COMINSA por Volcan para que pudiera realizar sus labores, por lo que
al descontar VOLCAN el valor de dichos materiales de la retribución que le
correspondía pagar a COMINSA por sus servicios prestados (retribución que
se encuentra sustentada en las liquidaciones), se concluye que Volcan cobró
a la recurrente por los materiales que le había entregado, ya que de lo con-
trario no habría efectuado ninguna deducción de los importes consignados en
las liquidaciones. El Tribunal Fiscal indica que ello guarda coherencia con lo
señalado en la cláusula quinta del “Contrato de Labores Mineras” en el que se
establece que corresponde a la COMINSA asumir todos los gastos y costos
necesarios para la prestación de sus servicios.
Sobre la base de ello, el Tribunal Fiscal concluyó lo siguiente:
“Que en tal sentido, al haberse acreditado que la entrega de materiales de Vol-
can Compañía Minera S.A.A. a la recurrente fue a título oneroso, no se configuró
el retiro de bienes no gravado que señala la recurrente, por lo que el valor de
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Capítulo III: LA VENTA DE BIENES MUEBLES EN EL IGV
los servicios prestados por ésta (totalidad de sus ingresos por estos servicios)
es el importe total consignado en las liquidaciones (valor bruto) y que debió ser
considerado para calcular el Impuesto General a las Ventas y los pagos a cuenta
del Impuesto a la Renta y no sobre el “valor neto” consignado en los “Estados de
Cta. Cte. Contratista”, y en consecuencia, corresponde confirmar la apelada en
este extremo”.
Que en cuanto a lo señalado por la recurrente en el sentido que Volcan Compa-
ñía Minera S.A.A. tiene la responsabilidad de entregar a sus contratistas los ma-
teriales para el cumplimiento de los contratos, lo que constituye una condición de
trabajo, cabe indicar que en el presente caso no se desprende que los materiales
hayan sido entregados bajo tal condición. Efectivamente, si Volcan Compañía
Minera S.A.A. se hubiese obligado, como parte de su prestación, a entregar de-
terminados materiales a la recurrente, su valor no debería figurar dentro de las
liquidaciones efectuadas por la recurrente (liquidaciones que sustentan la retri-
bución de sus servicios) ya que ello significaría que estos materiales formaban
parte de su costo, y de considerarse que el valor de estos bienes no fue incluido
en estas liquidaciones, no tendría sentido que Volcan Compañía Minera S.A.A.
efectuara alguna deducción puesto que se supone que los referidos bienes fue-
ron entregados en cumplimiento de la prestación a la que se obligó.
Por tanto, finaliza su análisis indicando que COMINSA no ha acreditado en au-
tos que la deducción del valor de los materiales entregados por Volcan en sus
liquidaciones de los servicios prestados se hubiera debido a una condición de
trabajo.
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En la doctrina nacional, Guerra (2006: 24) sostiene, con buen criterio, que:
[...] la exportación es un régimen aduanero aplicable a las mercaderías. Si bien
puede existir un responsable del despacho ante aduanas, el régimen no está
previsto en función a una persona determinada ni tampoco a esta o aquella ope-
ración. Así, no resulta exigible el destino en mención a una venta o entrega en
particular porque son los bienes los que tienen ese destino, no la transacción so-
bre estos. Podrían existir varias operaciones de venta sucesivas sobre la misma
mercadería y, sin embargo, los bienes mantendrán el destino de consumo final
en el exterior (las cursivas son nuestras).
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disposiciones legales del IGV, no basta que un bien se encuentre situado en el territorio
nacional para que su transferencia se considere comprendida dentro del ámbito de aplica-
ción del impuesto; se requiere que el bien sea consumido en el país. Ello es consecuencia
de la aplicación del principio de imposición en el país de destino que supone afectar con
el impuesto a las importaciones y desgravar la venta de bienes que serán objeto de expor-
tación.
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Capítulo IV: EL RETIRO DE BIENES EN EL IGV
Capítulo IV
EL RETIRO DE BIENES
EN EL IGV
Sumario:
1. El fundamento para gravar el retiro de bienes. 1.1. El autoconsumo de
bienes como supuesto gravado. 1.2. Las transferencias gratuitas como
supuesto gravado. 2. Aplicación práctica de los fundamentos técnicos
del retiro de bienes. 3. La regulación del retiro de bienes en nuestra Ley.
4. La transferencia de propiedad de bienes muebles a título gratuito. 5.
Las transferencias gratuitas no gravadas con el IGV otorgan derecho a
crédito fiscal. 5.1. Las entregas de muestras médicas de medicamen-
tos. 5.2. Las entregas de muestra comerciales de productos diferentes a
los medicamentos. 5.3. La entrega de bienes con fines promocionales.
5.3.1. Sólo constituyen retiros promocionales la entrega de bienes que
no constituyan beneficio directo y propio para el consumidor. a) La en-
trega de afiches no constituyen un bien utilizable en provecho propio del
adquirente. Criterio aplicable durante la vigencia del Decreto Legislativo
Nº 775. b) La entrega de polos, uniformes, agendas billeteras, bolígrafos
y llaveros con logotipo de la empresa constituye bienes que permiten un
aprovechamiento, uso y beneficio para quien lo recibe. Criterio vigente
durante la vigencia del Decreto Legislativo Nº 775. c) Entregas gratuitas
de uniformes deportivos, polos, bermudas, pelotas, trofeos, implementos
deportivos y juegos didácticos se encuentran gravados con el Impuesto.
Criterio aplicable durante la vigencia del Decreto Legislativo Nº 821 y el
Decreto Supremo Nº 136-96-EF. d) La entrega gratuita de bolsas con
el logo de San Fernando conjuntamente con la venta de pollos cons-
tituía retiro gravado con el Impuesto porque, por su naturaleza, tiene
una utilidad que no se agota en lo publicitario. Criterio aplicado duran-
te la vigencia del Decreto Legislativo Nº 821 y la vigencia del Decreto
Supremo Nº 136-96-EF. 5.3.2. La finalidad promocional de las entregas
gratuitas. Los gastos de representación y los gastos de promoción. a)
El concepto de finalidad promocional esbozado por el Tribunal Fiscal.
Las entregas de pavos de navidad como gastos de representación no
constituyen retiros promocionales. a.1) Resolución del Tribunal Fiscal Nº
1253-4-2005 de 25 de febrero de 2005. a.2) La Resolución del Tribunal
Fiscal Nº 7445-3-2008 de fecha 17 de junio de 2008. b) El concepto de
gastos de propaganda está dirigido a consumidores definidos como tales
conforme a la Ley de Protección al Consumidor - RTF Nº 11915-3-2007
de 14 de diciembre de 2007. b.1) La definición de consumidor final con-
forme a la Ley de Protección al Consumidor. b.2) Consecuencias prácti-
cas de la aplicación del concepto de consumidor de la Ley de Protección
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De este modo, Blanco (2001: 122) expresa que “el gravamen del auto-
consumo externo apunta a igualar el tratamiento por el IVA del contribuyente
que consume bienes de su propia producción retirándolos directamente de su
empresa, respecto del consumidor final común que los adquiere de terceros
en el mercado”.
En este mismo sentido, Soto Guinda (1986: 595) señala:
[...] dado que el IVA es un impuesto sobre el consumo que debe recaer sobre
el consumidor o utilizador final de los bienes y servicios sometidos a gravamen,
parece ofrecer poca duda que el autoconsumo externo constituye un verdadero
acto de consumo que no puede quedar al margen del impuesto. En caso con-
trario, y además de discriminarse injustificadamente a favor del destinatario del
concreto bien o servicio (el propio empresario o profesional o un tercero), se
fomentaría la elusión del impuesto por esta vía.
De la misma forma, Blanco (2001: 122) indica que las razones de incluir
al autoconsumo como hecho generador del IVA son “mantener la neutralidad
y uniformidad del gravamen”.
En igual sentido, López Molino (2001: 46) señala que “la asimilación de
los autoconsumos [retiro de bienes] como entregas de bienes no es otra cosa
que preservar la neutralidad del impuesto, y que su falta produciría conse-
cuencias técnicamente perversas”.
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34 El IGV en tanto más neutral sea introducirá menos distorsiones en el mecanismo de for-
mación de los precios y discriminará menos entre las diversas formas de producción y dis-
tribución. Ocurrirá lo mismo entre los varios tipos de productos cuanto más se aplique en
todas las fases de producción y distribución y a todos los bienes y servicios, cuanto menos
sea el número de tipos de gravamen y regímenes especiales y cuanto más completa sea
la traslación hacia adelante no acumulativa.
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Caso II: Una empresa regala a los accionistas bienes comprados o produci-
dos que se encuentran en su inventario regular, y ha computado el crédito fis-
cal sobre ellos. En este supuesto, el sujeto del impuesto ha deducido el crédito
fiscal, por lo que la transferencia gratuita con fines ajenos a la actividad em-
presarial debe estar sujeta al impuesto. Así, cuando se trate de existencias35
compradas o producidas para su venta, lo adecuado será gravar las transfe-
rencias gratuitas para equiparar las condiciones entre consumidores finales.
En definitiva, el retiro de bienes se grava esencialmente para igualar el
costo fiscal entre el consumidor común, quien compra un producto incluido el
impuesto, y el consumidor ficto (sujeto del impuesto) que computó el crédito
fiscal y regaló los bienes con fines ajenos a la actividad empresarial.
Caso III: Una empresa dedicada a la producción de licores decide, por el cum-
pleaños del Gerente General, consumir 100 unidades del producto, cuyo valor
de mercado es de un nuevo sol y a sabiendas de que el margen asciende a
50%. ¿A qué valor debe gravarse dicha operación?
Si no se gravara la operación, habría un desequilibrio evidente entre el
consumidor final que accede al producto comprándolo de un tercero y el con-
sumidor que accede a él, al haberlo producido él mismo. Mientras el primero
asume una carga económica de S/. 119, el segundo asumiría solo el costo
de producción de S/. 50. En este sentido, resulta plenamente justificada la
inclusión del autoconsumo como “operación gravada” y que el valor que se le
asigne a tales productos en sus operaciones con terceros, debe ser el valor de
mercado, pues en caso contrario, habría siempre un desequilibrio económico,
que es lo que se pretende evitar.
Como señala Solé Estalella (2005: 34):
[...] un agente económico, al haber afectado inicialmente el bien o derecho a sus ac-
tividades económicas, habría podido deducir el IVA que soportó en su compra, por
lo que, de no existir la norma que grava este supuesto, cuando finalmente destinara
el bien a su consumo particular, no habría soportado definitivamente el impuesto.
De otro lado, cabe destacar que, el reintegro del crédito fiscal no es via-
ble en esta alternativa. Esto, a causa de que se reintegraría en función al IGV
del costo de producción del producto y no se pagaría el IGV por el margen de
ganancia que le corresponde a la empresa que autoconsume.
Señala Derouin (1981: 34), en este sentido, que:
[...] en lo referente a la toma de un bien comprado, los Estados miembros tienen
la facultad de sustituir el gravamen por la prohibición de la deducción o por su
regularización si la deducción ya tuvo lugar, lo que denota la preocupación no ya
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AUTOCONSUMO
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Transferencias
La entrega a título gratuito de material documentario que efec-
gratuitas vin-
túen las empresas con la finalidad de promocionar la venta de
culadas a fines
bienes muebles, inmuebles, prestación de servicios o contratos
empresariales y
de construcción.
no gravadas con
el Impuesto.
Las entregas de bienes que efectúen las empresas como boni-
ficaciones al cliente sobre ventas realizadas, siempre que cum-
plan las condiciones de los descuentos.
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quier otro producto. Sin embargo, el Reglamento dispone como regla general
que es retiro toda transferencia gratuita de bienes, tales como, obsequios,
muestras comerciales y bonificaciones (inciso c) del numeral 3 del artículo 2
del Reglamento de la Ley del IGV). En ese sentido, como no existe una regla
de excepción para las entregas de muestras comerciales su entrega estaría
gravada con el Impuesto.
No obstante ello, la entrega de muestras de productos diferentes a los
medicamentos tienen como propósito incentivar en el potencial cliente una
decisión de consumo y en ese sentido promocionar la línea de producción o
comercialización de bienes. Si bien en relación a las muestras comerciales de
productos diferentes a los medicamentos no existe un pronunciamiento del
Tribunal Fiscal que las haya asimilado a las entregas promocionales, sí es
pertinente recordar que el Tribunal ha señalado que las entregas con finalidad
promocional “sólo se cumplen en el caso de entregas gratuitas efectuadas
como parte de acciones tendientes a incrementar las ventas (“promociones de
venta”) o motivar algún tipo de comportamiento en relación con algunos de los
productos o servicios” (RTF Nº 1215-5-2002 de 6 de marzo de 2002. En igual
sentido las RTF Nº 1253-4-2005 de 25 de febrero de 2005 y RTF Nº 7445-3-
2008 de 17 de junio de 2008).
Teniendo en cuenta este criterio las muestras comerciales, sin duda, tie-
ne como finalidad motivar algún tipo de comportamiento en el consumidor en
relación con algunos de los productos que ofrece la Compañía, de modo que,
las muestras comerciales encajan dentro del supuesto de entregas promocio-
nales que veremos a continuación.
Finalmente, cabe mencionar la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 7164-2-
2002, de fecha 13 de diciembre de 2002, en la que refiriéndose a las muestras
médicas señala que estas tiene como finalidad promover o hacer conocer las
cualidades del producto entre el público en general, lo que corrobora nuestra
interpretación en relación a las muestras comerciales en general. Según la
RTF antes indicada “las muestras médicas están destinadas a promover o
hacer conocer las cualidades del producto mediante la entrega gratuita de
esos productos a los profesionales médicos, clientela y público en general. [...]
No obstante, la entrega de muestras médicas debe estar debidamente sus-
tentada con documentos que permitan identificar debidamente los productos
que son transferidos gratuitamente en calidad de muestras médicas así como
el destino de las mismas; de lo contrario, se presta para ser utilizada como
un mecanismo de evasión, ocultando verdaderas ventas o ingresos gravados
con el impuesto a la Renta”.
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bienes a título gratuito que efectúen las empresas con la finalidad de promo-
cionar su línea de producción, comercialización o de servicios, siempre que
el valor de mercado de la totalidad de dichos bienes no exceda del 1% del
promedio de ingresos de los 12 últimos meses, incluyendo el mes en el cual
se aplica el crédito y con un límite de 20 UIT36.
El Decreto Supremo Nº 064-2000-EF (Tercera Disposición Transitoria y
Final) señaló con carácter interpretativo que sólo se gravaría con el Impuesto,
el valor de las entregas gratuitas promocionales que superasen los límites
legales, lo cual descarta la interpretación que debería gravarse la totalidad del
valor de los bienes entregados a título gratuito.
Los retiros con fines promocionales han sido abordados por la jurispru-
dencia del Tribunal Fiscal habiendo establecido los siguientes criterios que
examinaremos en detalle:
a. Los bienes que pueden constituir retiros promocionales no gravados son
aquellos que no sean utilizables por el consumidor, aquellos bienes que
tenga finalidad únicamente informativa o publicitaria. Este criterio nace
de la RTF Nº 214-5-2000 y del Acuerdo de Sala Plena Nº 13-2005. Nues-
tra conclusión sobre este punto es que este criterio jurisprudencial no es
aplicable a partir del 1 de enero de 1997 en que se regula la excepción
de gravar los retiros promocionales.
b. La interpretación de la finalidad promocional establecida por el Tribunal
Fiscal en la RTF Nº 1215-5-2002 de 6 de marzo de 2002, aunque no es
procedente de observancia obligatoria es criterio reiterado, en el sentido
que las entregas gratuitas que constituyan gastos de representación no
encajan dentro de la excepción. Varias razones técnicas nos llevan a
discrepar de este criterio y también del discutible criterio del Tribunal Fis-
cal establecido en la RTF Nº 11915-3-2007 de 14 de diciembre de 2007
respecto a la interpretación de consumidor real o potencial para delimitar
los gastos de propaganda en relación a los gastos de representación.
36 El Reglamento anterior (D.S. 136-96-EF) señalaba que el límite era del 0.5% de los ingre-
sos brutos promedios mensuales de los últimos 12 meses y con un límite de 4 UIT. Estos
límites fueron incrementados por el Decreto Supremo Nº 064-2000-EF a 1% y 20 UIT los
cuales se encuentran vigente a la fecha.
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37 Las personas naturales o jurídicas que adquieran, utilizan o disfrutan como destinatarios
finales productos o servicios (Art. 3º del TUO D.S. Nº 039-2000 de 11-12-00).
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38 Con respecto a los bienes que pueden calificar como Bonificaciones, la Administración Tri-
butaria señala en su Informe Nº 022-2001-SUNAT/K00000: “Para efecto de no considerar
como venta la entrega de bienes muebles que efectúen las empresas como bonificación al
cliente sobre ventas realizadas, no se requiere que los citados bienes sean iguales a los
que son objeto de venta.”
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a todos aquellos que ejecutan labores similares y que por ende requieran de
iguales facilidades (tengan la misma necesidad)”.
El supuesto contrario a esta excepción es el previsto en el Reglamento
(artículo 2º numeral 3) inciso c) que señala como retiro de bienes gravado con
el Impuesto, la entrega de los bienes a los trabajadores de la empresa cuando
sean de su libre disposición y no sean necesarios para la prestación de sus
servicios.
La entrega de bienes a favor de los trabajadores puede constituir condi-
ción de trabajo, renta de quinta categoría, remuneración laboral o liberalidad.
Lo coherente sería que se configure el retiro de bienes gravado con el Impues-
to cuando la entrega de bienes a favor del trabajador sea considerado como
una liberalidad.
Sin embargo, el concepto de rentas de quinta categoría es tan amplio
que abarca las entregas de bienes que no son contraprestación por los servi-
cios prestados por el trabajador, como por ejemplo, los aguinaldos o entregas
de canastas de navidad que, a pesar de constituir rentas de quinta categoría,
encajan como retiro de bienes gravados con el Impuesto al no tratarse de
condiciones de trabajo y ser de libre disposición del trabajador.
Por último, el Reglamento señala que constituye retiro gravado la entrega
de bienes pactada por convenios colectivos que no se consideren condición
de trabajo y que a su vez no sean indispensables para la prestación de ser-
vicios. El hecho que la entrega de bienes se efectúe por estipulación de con-
venio colectivo no lo convierte en condición de trabajo, es necesario siempre
evaluar si dicha entrega es indispensable para la prestación del servicio.
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6.3. El retiro de bienes para ser consumidos por la empresa cuando sean nece-
sarios para la realización de operaciones gravadas
No hay inconveniente alguno para concluir que el supuesto en mención es un
caso típico de autoconsumo necesario, cuyo costo forma parte del valor de
venta de los bienes o servicios sujetos a imposición. Debemos advertir que el
destino del autoconsumo debe ser la realización de “operaciones gravadas”,
lo cual no incluiría a la exportación, al tratarse de una “operación inafecta”. De
modo que, el autoconsumo de bienes por parte de una empresa exportadora
se encontraría gravado con el IGV. Entendemos que, la ratio legis de la norma
prevalece sobre la imperfección literal de la norma, porque el fundamento
técnico pretende gravar los autoconsumos con fines empresariales o priva-
dos. Por ello, gravar aquellos autoconsumos destinados a fines empresariales
significaría gravar los productos sujetos a exportación, aun cuando la norma
tributaria señala que no lo están. Además, legalmente podría sustentarse la
asimilación de las exportaciones al tratamiento de las operaciones gravadas
con el impuesto.
41 El artículo 44º, inciso k) de la Ley del Impuesto a la Renta dispone: “El Impuesto General a
las Ventas, el Impuesto de Promoción Municipal y el Impuesto Selectivo al Consumo que
graven el retiro de bienes no podrán deducirse como costo o gasto”.
42 El Tribunal Fiscal, en su Resolución Nº 3721-2-2004 de fecha 28 de mayo de 2004, señala
que el IGV pagado por el retiro de bienes no puede ser considerado como costo o gasto
y que tampoco lo es el IGV pagado por la empresa al adquirir los bienes que luego serían
retirados: “no resulta procedente que la empresa haya deducido como gasto el IGV de las
adquisiciones a las que hace mención, por cuanto tenía derecho a utilizarlo como crédito
fiscal”.
Capítulo V
LA VENTA DE BIENES
INTANGIBLES
Sumario:
1. Los bienes intangibles en la Ley del IGV. 2. Cesión definitiva de intan-
gibles. 3. Cesión temporal de intangibles. 4. Utilización de servicios. 5.
La tributación del software en el ámbito del IGV. 5.1. La cesión de dere-
chos patrimoniales o la licencia de uso. 5.2. La distribución de software al
público constituye una venta de bienes muebles gravada con el IGV, no
sujeta a detracción y la licencia de uso de software constituye una cesión
en uso de bienes muebles sujeta a detracción. 5.3. La simple licencia de
uso como enajenación en el Impuesto a la Renta. 5.3.1. La definición de
regalía conforme al Reglamento del Impuesto a la Renta. a) El pago por
la cesión de software es precio. b) El pago por la cesión de software es
regalía. 5.3.2. Exposición de motivos en el Perú. 5.3.3. Tratamiento del
software en la OCDE. 5.3.4. Legislación norteamericana. a) Existe una
regalía cuando se produce la cesión de algún derecho de autor. b) No
existe una regalía cuando no se produzca cesión de los derechos de au-
tor sino que se transmite el artículo protegido por los derechos de autor
(“copyrighted article”). 5.3.5. Opinión de la SUNAT sobre la compra de
software para uso propio a través de un contrato de licencia. 6. Cesión
de posición contractual. 6.1. La posición contractual como intangible.
6.2. La posición contractual como derecho referido a bienes corporales.
6.3. La posición contractual como servicio. 6.4. Sentencia de la Corte
Suprema sobre la cesión de posición contractual.
beneficios superiores a los que la tasa ordinaria de retorno ofrece respecto a los
otros activos de la empresa (activos materiales).
coadyuven a la consecución del goodwill, tales como el know how, los co-
nocimientos comerciales no secretos44, los que indirectamente posibilitan la
consecución de estándares óptimos de calidad, aquellos sobre los cuales el
negocio consigue imponerse en el mercado como una marca de prestigio.
Por consiguiente, los intangibles, considerados como bienes muebles
por el artículo 3º de la vigente Ley del IGV, se refieren a los derechos de pro-
piedad intelectual e industrial y los derechos incorporales conexos que inte-
gran el valor llave de un negocio determinado. Tal definición se complementa
con la enumeración enunciativa contenida en el numeral 8) del artículo 2º del
Reglamento vigente, aprobado por el Decreto Supremo Nº 136-96-EF del 31
de diciembre de 1996, respecto a algunos intangibles excluidos de la califica-
ción como bienes muebles, tales como la moneda nacional o extranjera, los
documentos representativos de estas, las acciones y participaciones sociales,
los valores mobiliarios y títulos de crédito; salvo que la transferencia de los do-
cumentos antes citados implique la de un bien corporal, una nave o aeronave.
Esta última norma, a nuestro entender, no puede interpretarse en el sen-
tido de que los incorporales no enunciados en la norma, a contrario sensu,
califican como bienes muebles. Ello vulneraría el principio de legalidad, al
transgredir el alcance de los bienes intangibles comprendidos en el artículo
3º de la Ley del IGV, que solo abarca a los derechos de propiedad industrial,
intelectual y los incorporales integrantes del valor llave del negocio.
En este sentido, la cesión definitiva de cualquiera de los derechos an-
tes mencionados (propiedad intelectual, industrial y valor llave) está gravada
como venta de bienes muebles en el país.
En cambio, la cesión temporal de los intangibles estará gravada bajo el
hecho gravado (servicios), aun cuando no recaiga sobre los intangibles consi-
derados como bienes muebles por la Ley.
El legislador. ha expresado en la exposición de motivos que la calificación
de bienes muebles de los intangibles se realizó con el propósito de brindar un
tratamiento uniforme a la cesión definitiva, que no se encontraba gravada con el
IGV, y a la cesión temporal de intangibles, que sí se encontraba gravada con el
IGV. A fin de lograr la neutralidad del Impuesto en la cesión definitiva o temporal
de intangibles, se debe interpretar que son bienes muebles todos los intangibles.
En la doctrina nacional se interpreta que “los similares” a los que se refie-
re la norma son todos los intangibles o incorporales. Esta interpretación tiene
apoyo en la exposición de motivos de la Ley vigente a la fecha.
4. Utilización de servicios
La utilización de servicios, supuesto gravado por la Ley del IGV peruana en
armonía con la teoría de la imposición en el país de destino, supone la presta-
ción de servicios por parte de un sujeto no domiciliado en favor de un usuario
domiciliado, quien es designado como contribuyente del impuesto siempre
que dicho servicio sea consumido o empleado en territorio nacional. El ele-
mento jurisdiccional está dado por el consumo o empleo en territorio nacional.
En la cesión en uso de intangibles asimilada a un arrendamiento de bie-
nes muebles, el prestador del servicio (el arrendador) es un sujeto no domi-
ciliado, que cede en uso en favor de un domiciliado determinado intangible,
cuyo empleo evidentemente se va efectuar en territorio nacional. Razón por
la cual dicho negocio jurídico está gravado como una hipótesis de utilización
de servicios.
En cuanto al droit de entrée o derecho de entrada que se paga en los
contratos de franquicia, observamos que estamos frente a la retribución por la
cesión de un intangible, el derecho a formar parte de una cadena prestigiosa
de franquicias a nivel mundial. En primer lugar, consideramos que dicho intan-
gible califica como uno similar al derecho de llave: precisamente el prestigio y
fama de que gozan determinadas empresas justifica un cobro de tal naturale-
za. En segundo lugar, de conformidad con las estipulaciones del contrato de
franchising, dicho derecho es de carácter temporal. Por ello no estamos frente
a una cesión definitiva de intangibles; es más bien una cesión temporal por la
cual se abona una contraprestación por única vez.
En el caso de la cesión temporal de un intangible considerado como bien
mueble, para efectos del IGV esta califica como un arrendamiento de bienes
muebles. En consecuencia, como servicio gravado. Empero, al igual que en el
caso anteriormente analizado, es necesario verificar si el sujeto que lo presta
(el arrendador) está ubicado en territorio nacional; situación que, como hemos
visto, no ocurre en el contrato de franchising maestro. Por consiguiente, dicha
hipótesis se gravará como un supuesto de utilización de servicios en el país,
al igual que en el caso anterior. Pues el derecho a formar parte de la cadena
de franquicias, será empleado en territorio nacional.
Finalmente, conviene mencionar que respecto a las prestaciones de
commercial engineering, marketing y asistencia técnica es recomendable pre-
45 Debemos señalar que el artículo 30º de la Ley sobre el Derecho de Autor, referido a los
alcances de los derechos patrimoniales, indica que el autor goza del derecho exclusivo de
explotar su obra bajo cualquier forma o procedimiento, y de obtener por ello beneficios,
salvo en los casos de excepción legal expresa. Complementariamente el artículo 31º de la
misma norma agrega que el derecho patrimonial comprende, especialmente, el derecho
exclusivo de realizar, autorizar o prohibir:
1. La reproducción de la obra por cualquier forma o procedimiento.
2. La comunicación al público de la obra por cualquier medio.
3. La distribución al público de la obra.
4. La traducción, adaptación, arreglo u otra transformación de la obra.
5. La importación al territorio nacional de copias de la obra hechas sin autorización del
titular del derecho por cualquier medio incluyendo mediante transmisión.
6. Cualquier otra forma de utilización de la obra que no está contemplada en la ley como
excepción al derecho patrimonial, siendo la lista que antecede meramente enunciativa
y no taxativa.
cia de uso subyace en dicha adquisición], se debe concluir que, para efectos del
Impuesto a la Renta, en la adquisición de copias de software, la retribución que
pagan los licenciatarios a los licenciantes respecto de contratos que impliquen la
simple licencia de uso de los programas de instrucciones para computadoras no
califica como regalía.”
caso el derecho del arrendatario (usar temporalmente un bien ajeno) está re-
ferido a un bien mueble (embarcación pesquera), su transferencia constituye
una operación gravada, según lo previsto en el inciso a) del artículo 1º de la
Ley del IGV”. En consecuencia, la transferencia vía cesión de posición con-
tractual del derecho del arrendatario, en cuanto se refiere a un bien mueble
corporal, estará gravada con el IGV.
Capítulo VI
LA PRESTACIÓN DE
SERVICIOS
Sumario:
1. La definición de las hipótesis de imposición. 2. Definición residual de
servicios. 3. Definición positiva de servicios. 3.1. Definición restrictiva de
servicios. 3.2. Definición amplia de servicios. 3.3. La definición amplia
de servicios en la jurisprudencia del Tribunal Fiscal. 3.3.1. La prestación
comprende obligaciones de dar, hacer y no hacer. 3.3.2. La prestación
de servicios comprende la cesión temporal de bienes intangibles. 3.3.3.
La cesión de uso permanente de sepulturas no encaja en el concepto de
servicios. 4. Definición enunciativa de servicios. 5. Otros requisitos del
concepto servicios. 5.1. La prestación que una persona realiza a favor de
otra (la exigencia de alteridad). 5.2. El servicio debe efectuarse a título
oneroso. 5.2.1. El autoconsumo interno de servicios. 5.2.2. La prestación
de servicios a título gratuito: el autoconsumo externo. 5.2.3. Los servi-
cios gratuitos entre empresas vinculadas. 5.3. La retribución o ingreso
percibido debe considerarse renta de tercera categoría para efectos del
IR, aun cuando no esté afecto a este impuesto. 5.4. La contraprestación
como renta de tercera categoría solo comprende a los supuestos exo-
nerados. 6. Aspecto espacial o criterio territorial para la prestación de
servicios. 6.1. Regulación anterior: criterio fáctico o de ubicación física.
6.2. Regulación vigente: criterio del domicilio.
Sin embargo, también habría sido posible discutir esa postura restrictiva
que asumió el Tribunal Fiscal, porque “la acción o prestación” que contenía
la definición anterior, habría sido suficiente para abarcar “la cesión en uso de
intangibles”, puesto que la definición de bienes muebles o la exclusión de los
intangibles guarda relación con la hipótesis de imposición de la venta, pero no
de los servicios.
La jurisprudencia expedida con la norma actual sostiene la definición am-
plia de servicio. En efecto, el Tribunal Fiscal en las Resoluciones Nº 05130-5-
2002 y 08296-1-2004 señala que el concepto de servicios abarca las obliga-
ciones de dar, hacer y no hacer:
...la definición de servicios contenida en la Ley del Impuesto General a las Venta
[...], es bastante amplia, pues el término prestación comprende tanto las obliga-
ciones de dar, salvo aquéllas en las que se dan en propiedad el bien, en cuyo
caso estaríamos ente una venta, como las de hacer y no hacer.
Debemos notar que la Ley del IGV no alude solo a la prestación como
conducta destinada a satisfacer el interés del acreedor, en cuyo caso única-
mente estarían previstas como hipótesis de imposición las relaciones jurídi-
cas obligatorias, mas no así las relaciones jurídicas reales o cualquier otra
situación jurídica creada por la autonomía privada de las partes en uso de su
libertad contractual.
Conforme hemos explicado en líneas anteriores, la prestación sería cual-
quier conducta que constituya el contenido de una relación jurídica obligatoria,
excluida la prestación destinada a transferir la propiedad de los bienes, o la
conducta destinada a la generación de una relación jurídica patrimonial distin-
ta a la obligación.
Y nótese que decimos contenido de una relación jurídica obligatoria o re-
lación jurídica patrimonial, por cuanto la ley exige una contraprestación (retri-
bución o ingreso) a consecuencia de dicha prestación. En este orden de ideas,
la constitución del derecho de superficie, de la servidumbre, del usufructo, a
título oneroso, entre otras situaciones jurídicas, encajaría en el concepto de
servicios y como tal se encontrarían gravados con el impuesto.
En definitiva, al igual que en el Derecho civil, la tradicional distinción en
prestaciones de hacer, de no hacer o de dar “temporales” como contenido
del concepto de servicios en el impuesto, ha devenido obsoleta y no respon-
de siquiera con meridiano alcance el diverso contenido que puede asumir la
prestación como conducta destinada a satisfacer el interés del acreedor. Me-
nos aún abarcaría otro tipo de relaciones jurídicas en las que la conducta del
deudor no es el medio para satisfacer el interés de la otra parte o el titular del
derecho o situación jurídica.
5.1. La prestación que una persona realiza a favor de otra (la exigencia de al-
teridad)
La prestación que una persona realice a favor de otra es la exigencia de bi-
lateralidad o alteridad en la relación jurídica patrimonial. De manera que la
ejecución de servicios para sí mismo no está gravada con el impuesto.
Como señala Blanco (2004: 110), “[...] los supuestos en los que se asienta
la formulación jurídica del hecho gravado del IVA hacen forzoso limitar a este,
en principio, a las operaciones con pluralidad de partes”. Es decir, el hecho de
gravar los consumos, tanto en la venta de bienes como en las prestaciones
de servicios, forzadamente genera la bilateralidad de partes, por cuanto de no
existir esta no se podría gravar el consumo, con el valor agregado generado
ya que ella presupone la participación de por lo menos dos sujetos en las ope-
raciones sujetas al impuesto.
• Jurisprudencia del Tribunal Fiscal: la sucursal establecida en el país
como proveedor de servicios a favor de la casa matriz
En la RTF Nº 1651-5-2004 de fecha 19 de marzo de 2004, el Tribunal
Fiscal señala que los servicios prestados por la sucursal a favor de la casa
matriz se encuentran gravados con el IGV, bajo los fundamentos siguientes:
[...] para determinar cuándo un sujeto es domiciliado para efectos del Impuesto
General a la Ventas, las normas que regulan dicho tributo remiten a la legislación
prevista en el Impuesto a la Renta.
Que de las normas citadas se infiere que las disposiciones que regulan el im-
puesto consideran a la sucursal de una empresa establecida en el exterior como
un sujeto distinto a su matriz, pues mientras la primera es considerada como
un sujeto domiciliado que puede prestar servicios en el país gravados con el
impuesto, la matriz conserva su naturaleza de no domiciliada y los servicios que
presta y sean consumidos o empleados en el territorio nacional estarán gravados
bajo un supuesto distinto: utilización de servicios.
Que ello es concordante con la autonomía administrativa y contable de la que
gozan las sucursales del exterior constituidas en el Perú en las operaciones que
realizan, las que deben inscribirse en el Registro Único de Contribuyentes (RUC)
y emitir comprobantes de pago con su razón social, entre otras obligaciones
formales tributarias.
Que no puede sostenerse que para efecto del IGV, la sucursal de una empresa
establecida en el exterior constituye un solo sujeto con su casa matriz, pues ello
implicaría que la primera solo podría considerarse como un sujeto no domiciliado
(calidad de su matriz) contrariamente a las normas que regulan dicho impuesto.
Que si bien es cierto que desde el punto de vista del derecho comercial, la sucur-
sal carece de personería jurídica independiente de su matriz, ello no impide que
para efectos tributarios, tratándose de sucursales de sujetos no domiciliados, se
les considere como sujetos independientes. Respecto a ello, Antonio Lovisolo, al
tratar sobre los establecimientos permanentes como centros de imputación subje-
tiva, señala que “[...] a los fines fiscales, la casa matriz y su establecimiento perma-
nente son considerados como autónomos y diversos centros de referencia de im-
putación de obligaciones jurídicas, a semejanza de lo que se verificaría entre dos
sujetos autónomos aunque vinculados entre sí por un interés económico común”.
Que por otro lado el artículo 396º de la Ley General de Sociedades aprobada
por la Ley Nº 26887 establece que “Es sucursal todo establecimiento secun-
dario a través del cual una sociedad desarrolla, en lugar distinto a su domicilio,
determinadas actividades comprendidas dentro de su objeto social. La sucursal
carece de personería jurídica independiente de su principal. Está dotada de re-
presentación legal permanente y goza de autonomía en gestión en el ámbito de
las actividades que la principal le asigna, conforme a los poderes que otorga a
sus representantes”.
Que con respecto a ello, Enrique Elías Laroza, al comentar sobre las sucursales
de personas jurídicas constituidas en el extranjero, señala que “[...] si bien la
definición de sucursal contenida en el artículo 396º de la LGS resulta aplicable
a todas las sucursales establecidas en el país, con independencia del lugar de
constitución de la principal, existen diferencias prácticas entre ambos tipos de
sucursales que justifican un tratamiento diferenciado en ciertas materias sin que
ello comprometa la unicidad del concepto de sucursal en la legislación peruana.
[...] Por estas razones, existe como una constante en la legislación peruana, un
tratamiento diferenciado entre ambos tipos de sucursales, que tiende a asimilar
a las sucursales de sociedades constituidas en el extranjero a sociedades con
personalidad propia [...].
Además, este autor también sostiene que dicho contravalor debe cumplir
ciertas exigencias o requisitos para que pueda hablarse de la existencia de
una contraprestación; por ende, de una operación afecta al impuesto. Estas
son las siguientes52:
[...] el servicio de alimentación que presta la recurrente a sus trabajadores en sus propios
comedores tiene la condición de servicio afecto al Impuesto General a las Ventas, resul-
tando irrelevante el tratamiento que la ley laboral otorgue a los referidos ingresos.
52 Véase: Ramírez Gómez (1997: 55-56).
54 Bassallo (2008: 38) señala al respecto que: Actualmente se encuentra aclarada la duda
que presentaba el texto original, al incluir expresamente que se encontrará gravado con el
IGV el ingreso que se considere renta de tercera categoría para efectos del Impuesto a la
Renta, aun cuando no esté afecto a este último impuesto. Con el texto original no quedaba
claro si se encontraban gravados los ingresos calificados como de tercera categoría por
la Ley del Impuesto a la Renta generados por un sujeto inafecto o exonerado de dicho im-
puesto. Tal es así, que el Tribunal Fiscal en un primer momento adoptó la posición según
la cual no se consideraban afectos al IGV los servicios prestados por sujetos inafectos al
Impuesto a la Renta, aunque constituyeran en estricto renta de tercera categoría.
la hipótesis de incidencia, por lo que su exclusión del marco conceptual de los tri-
butos referidos, opera de suyo, no siendo necesario que se expliciten en el texto
legal, que el hecho que el legislador haga una descripción de las no sujeciones
o no incidencias no significa que deban estar escritas, porque fluyen de la propia
concepción del tributo.
lo cual, los supuestos tendrían que cumplir todos los requisitos establecidos
en la Ley, su Reglamento y encontrarse en el Apéndice V de la Ley del IGV.
Al respecto, Luque Bustamante (2000: 105) señala:
En relación a la prestación de servicios, la Ley del IGV dispone que se entiende
que el servicio es prestado en el país cuando el sujeto que lo presta se encuentra
domiciliado en él para efecto del Impuesto a la Renta, sea cual fuere el lugar de
celebración del contrato o del pago de la retribución. Como puede apreciarse,
tratándose de la prestación de servicios, nuestra Ley ha adoptado el criterio del
lugar de prestación efectiva del servicio en función del domicilio del prestador del
domicilio.
En nuestro concepto, la definición domiciliaria es conveniente toda vez que otor-
ga mayor seguridad jurídica que el concepto de “establecimiento en el país” al
que se refería la Ley del IGV antes de la última reforma, reglamentado como “el
lugar en que se encuentra ubicado el prestador del servicio”. Esta seguridad es
particularmente manifiesta en el caso de servicios que se presten parte en el país
y parte en el extranjero.
Capítulo VII
LA UTILIZACIÓN DE
SERVICIOS
Sumario:
1. El fundamento técnico para gravar la utilización de servicios. 2. Cos-
to y recaudación nulos (neutrales) en las operaciones de utilización de
servicios. 3. El criterio de territorialidad en la utilización de servicios. 4.
El criterio de la Corte Suprema. 5. La utilización de servicios como pres-
tación de servicios. 6. La utilización de servicios gravado como hecho
imponible independiente. 7. Utilización de servicios como operación gra-
vada. 8. Inversión del sujeto pasivo en la utilización de servicios. 9. La
base imponible en la utilización de servicios: doble imposición, no impo-
sición y sobreimposición. 10. Los intangibles provenientes del exterior se
gravan bajo la regla de la utilización de servicios.
55 Respecto a la finalidad de este gravamen, Luque Bustamante (2000: 114-115) señala que:
[...] en materia de servicios no es posible asegurar un ingreso fiscal por la aduana debido
a que estas operaciones carecen de soporte material, lo que origina que el impuesto deba
ser pagado directamente por el usuario del servicio como contribuyente del mismo. En
función de la técnica del valor agregado, el impuesto pagado por quien utiliza el servicio
en el país es aplicado casi de inmediato como crédito fiscal; lo que significa que el fisco
no recuda del contribuyente más de lo que le corresponde pagar por sus operaciones
gravadas en el país. Si bien ello no ocurre en el caso de usuarios que no tienen impuesto
que pagar por encontrarse exonerados por sus operaciones en el país o por ser usuarios
finales del servicio; la afectación con el impuesto en estos casos tampoco se justifica por
aplicación del principio de economía en la recaudación, pues las sumas que podría recau-
dar el fisco serían insignificantes frente a los altos costos administrativos que se generen
a consecuencia de las difíciles tareas de control. [...] [Por ello concluye que] la afectación
de la utilización en el país de servicios prestados por no domiciliados no cumple con los
objetivos de recaudación y neutralidad que se esperan del IGV; nuestra sugerencia es que
tal hipótesis sea eliminada y que volvamos al sistema que estuvo vigente antes del 1 de
enero de 1993, según el cual, los servicios solo se encontraban gravados cuando eran
“prestados y utilizados” en el país.
Formulario 1
Operación gravada Base imponible Tributo
Utilización de servicios 1 000 190
Formulario 2
Operación gravada Base imponible Tributo
Utilización de servicios 1 000 190
Crédito fiscal 1 000 (190)
0
Por el contrario, la otra posición sostiene que el uso del crédito fiscal
podía hacerse en el mes 1, al declarar el IGV por la utilización de servicios
como “operación gravada”. Con ello, se incrementaba el IGV a pagar y en ese
mismo mes se declaraba el crédito fiscal en el mismo formulario. Si el contri-
buyente tenía operaciones gravadas por S/. 1000 por utilización de servicios,
se procedía del modo siguiente:
59 Acuerdo de Sala Plena en la que se señala que: “Debe producirse el pago y debe utilizarse
el crédito fiscal en el mismo día o posteriormente”. El sustento de dicho acuerdo, señala el
Informe final del Acta de Reunión de Sala Plena Nº 2002-17, es que no existía una norma
clara que estableciera en qué momento podría utilizarse el crédito fiscal, lo cual solo ocu-
rrió con la dación de las modificaciones al Reglamento del IGV contenidas en el Decreto
Supremo Nº 136-96-EF, cuyo artículo 6º, numeral 11, establece que puede deducirse el
crédito fiscal a partir de la declaración correspondiente al período tributario en que se reali-
zó el pago del impuesto. Por ello, antes de la vigencia del citado Decreto Supremo bastaba
con haber pagado el impuesto que afectaba la utilización de servicios para poder aplicar
el crédito fiscal a partir de la fecha.
Entendemos que esta norma es aplicable solo para los intangibles res-
pecto de los cuales no haya operado una transferencia de propiedad, esto es,
para los intangibles provenientes del exterior en la medida en que la transac-
ción encaje en el concepto material de servicios. En este sentido, la transfe-
rencia definitiva de propiedad no puede gravarse bajo las reglas de la utiliza-
ción de servicios, porque no constituyen servicios.
Si se interpretara que dicho artículo comprende cualquier intangible pro-
veniente del exterior, incluidos la transferencia de propiedad, esta disposición
reglamentaria sería ilegal, porque está vulnerando el concepto de servicios de
la Ley. La razón es que estaría gravando una operación que no encaja en el
concepto material de servicios y, además, estaría convirtiendo una venta de
intangibles no gravada con el impuesto en un supuesto gravado con el IGV
bajo otra regla, que sería la de los servicios.
Capítulo VIII
LA PRIMERA VENTA DE
INMUEBLES EDIFICADOS
Sumario:
1. La venta de inmuebles edificados como bienes de consumo-construc-
tor. 2. El hecho gravado: la primera venta de inmuebles construidos. 2.1.
El concepto de venta. 2.2. La condición de “primera venta”. 2.2.1. La
venta posterior por empresas vinculadas al constructor. 2.2.2. Transfe-
rencia de inmuebles con posterioridad a la reorganización o traspaso de
las empresas. 2.2.3. La posterior transferencia a la resolución, rescisión,
nulidad y anulación de contratos. 2.2.4. La transferencia de alícuotas en-
tre copropietarios constructores. 2.3. El concepto de constructor. 2.4. Los
contratos de construcción a suma alzada. 2.5. Concepto de inmueble
construido. 2.6. La transferencia de inmuebles ampliados, remodelados
o restaurados. 3. Exoneración de inmuebles cuyo valor no supere las 35
UIT. 3.1. Precisiones respecto al literal B) del Apéndice 1 de TUO de la
Ley del IGV. 3.1.1. Carácter objetivo de la exoneración. 3.1.2. Requisitos
de la exoneración. 3.1.3. Cómputo del valor de 35 UIT. 3.1.4. Valor de la
UIT a considerar. 4. La venta de bienes inmuebles futuros. 4.1. Momento
de emisión del comprobante de pago. 4.2. Documentos que acreditan la
existencia del bien inmueble.
final, con todo el valor añadido total del inmueble y, además, se exige como
condición especial que el vendedor haya tenido como propósito destinar la
edificación a la venta, sea que la edificación la haya efectuado él mismo o
la haya encargado a terceros. Ello permite sujetar al gravamen la venta de
edificaciones calificados como bienes de consumo, esto es, destinados a la
circulación dentro del mercado inmobiliario.
Así, resulta que la venta de las edificaciones en las que el vendedor no
tenga la condición de “constructor” no se sujetará al impuesto. En razón de
que tales edificaciones ni estuvieron destinadas a la venta ni tampoco fue-
ron edificadas por constructores dedicados a dicha actividad. Por ello, no son
bienes destinados al consumo por empresarios constructores, sino bienes de
inversión que no deben estar gravados con el impuesto.
De modo similar, Rodríguez Márquez (2002: 111) indica que:
[...] la finalidad perseguida por este impuesto [el IVA] es la de someter a grava-
men, exclusivamente, el proceso de producción de las edificaciones. Por ello,
insistimos, se declaren exentas las transmisiones de los terrenos rústicos y no
edificables, ya que sobre los mismos no se ha iniciado aún el proceso de urba-
nización y construcción.
Además, este autor nos señala que uno de los requisitos para que se
encuentre gravada la primera venta de inmuebles es que esta entrega debe
ser realizada después de terminada la construcción o rehabilitación de la edi-
ficación. Al respecto, sostiene que:
[...] la existencia de una primera entrega requiere que la transmisión se efectúe
una vez que la construcción o rehabilitación de la edificación se encuentre ter-
minada. En caso contrario, es decir, si la entrega se efectúa con anterioridad, no
puede afirmarse que existe primera y, por supuesto, tampoco segunda entrega
de edificaciones (2002: 118).
63 El artículo 949º del Código Civil dispone que: “La sola obligación de enajenar un inmueble
determinado hace al acreedor propietario de él”.
Sin embargo, como el artículo 949º del Código Civil admite pacto en con-
trario, puede no haber coincidencia entre la configuración del hecho gravado
venta (para la cual basta la celebración de los contratos) y el momento en que
se transfiere la propiedad del inmueble para efectos civiles.
64 La Ley del IGV en su artículo 54º, inciso b), define los supuestos de empresas vinculadas
económicamente:
1. Una empresa posea más del 30% del capital de otra empresa, directamente o por
intermedio de una tercera.
2. Más del 30% del capital de dos (2) o más empresas pertenezca a una misma persona,
directa o indirectamente.
3. En cualquiera de los casos anteriores, cuando la indicada proporción del capital per-
tenezca a cónyuges entre sí o a personas vinculadas hasta el segundo grado de con-
sanguinidad o afinidad.
4. El capital de dos (2) o más empresas pertenezca, en más del 30%, a socios comunes
de dichas empresas.
5. Por Reglamento se establezcan otros casos.
72 Asevera De la Peña Riquelme (1993: 141) que: “los contratos generales de construcción
por suma alzada son contratos en los que quien encarga la obra se limita a pagar el precio
convenido, sin aportar material alguno”.
73 “Los contratos de construcción se ejecutan por administración cuando el contratista aporta
solamente su trabajo personal o cuando el respectivo contrato deba ser calificado como
arrendamiento de servicios, por suministrar el que encarga la obra la materia prima princi-
pal” (De La Peña Riquelme 1993: 141).
74 Al respecto, hemos manifestado que la doctrina civil sostiene que los denominados con-
tratos de construcción a suma alzada son contratos de compraventa, por lo que conse-
cuentemente tales contratos importan una primera venta de inmueble. Ello calificaría la
posterior venta por el comitente como la segunda venta del inmueble desde el punto de
vista civil. Sin embargo, tributariamente la primera operación es un contrato de construc-
ción, y la segunda operación, la primera venta de inmueble.
75 En la legislación tributaria chilena, los contratos de construcción a suma alzada, si bien cali-
fican como contratos de construcción gravados bajo dicha modalidad no se encuentran gra-
vados, por cuanto es requisito esencial que la venta la efectúe una empresa que al menos
ha construido en parte el inmueble respectivo. En el mencionado contrato no hay ninguna
actividad de construcción por parte del comitente, sino únicamente una operación de com-
pra, razón por la cual la posterior venta que este efectúa no estará gravada con el IGV.
76 El artículo 1770º del Código Civil dispone que reglas previstas para la locación de servi-
cios son aplicables cuando el prestador proporciona los materiales, siempre que estos no
hayan sido predominantemente tomados en consideración. En caso contrario, rigen las
disposiciones sobre la compraventa. Arias-Schreiber y Cárdenas Quirós (1989: 97) seña-
lan en relación con este último supuesto que:
[...] si por el contrario los materiales puestos por el prestador constituyen el factor funda-
mental en el cumplimiento del contrato, en tanto que su actividad o labor sea secunda-
ria, no existirá locación de servicios sino compraventa [...] lo expuesto debe considerarse
cuando se redacta un contrato de construcción y se estipula que el constructor pondrá todo
el material. Desde luego, no se trata de establecer la distinción entre la locación de servi-
cios y la compraventa, sino que se habrá celebrado esta última y no un contrato de obra.
78 En la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 533-2-2001 de fecha 30 de abril de 2001, se señala que:
[...] se aprecia que los trabajos realizados comprenden la construcción de oficinas (am-
pliaciones de edificaciones) construcción de zanjas y lozas deportivas, sardineles de pro-
tección, bases de concreto y remodelación de oficinas y viviendas, labores que realiza en
los inmuebles de propiedad de sus clientes, por lo que la realización de las actividades
descritas no implican la transferencia del inmueble construido, ampliado o remodelado,
no pudiendo calificarse a la actividad desarrollada como primera venta de inmuebles, sino
más bien como la ejecución de contratos de construcción [...].
Si bien la recurrente se ampara en lo establecido en el inciso d) del artículo 2º del Decreto
Supremo Nº 029-94-EF [...], y señala que la actividad de ampliación y mantenimiento de
3.1. Precisiones respecto al literal B) del Apéndice 1 de TUO de la Ley del IGV
Respecto al mencionado literal B), resulta necesario establecer las siguientes
precisiones.
81 Decreto Supremo Nº 008-2000-MTC, artículo 2º, numeral 2.3. define a la Licencia de Obra.
Es la licencia de construcción señalada en el inciso b) del artículo 28º de la Ley, respecto
de la cual trata el Título I de la Sección Segunda de este Reglamento.
82 Ley de Regularización de Edificaciones, del Procedimiento para la Declaratoria de Fábrica
y del Régimen de Unidades Inmobiliarias de Propiedad exclusiva y de Propiedad común.
83 Decreto Supremo Nº 008-2000-MTC y normas modificatorias, denominado Reglamento de
la Ley Nº 27157 de Regularización de Edificaciones, del procedimiento para la Declaratoria
de Fábrica del Régimen de Unidades Inmobiliarias de propiedad exclusiva y de propiedad
común, que en su sección segunda regula todo el trámite de licencia de Obra o construcción.
84 Respecto al tema, la Administración Tributaria, en el Informe Nº 063-2005-SUNAT/2B0000,
ha señalado que:
La primera venta, efectuada por el constructor de los estacionamientos independizados de
las viviendas cuya adquisición es financiada por el Fondo MIVIVIENDA está gravada con
el IGV.
La base imponible del referido impuesto está constituida por el ingreso percibido con ex-
clusión del monto correspondiente al valor del terreno, considerándose, para tal efecto,
que el valor del terreno representa el cincuenta por ciento (50%) del valor total de la trans-
ferencia del inmueble.
que se refiere el literal B) del Apéndice I, se deberá incluir el valor del terreno,
actualizado de acuerdo a lo señalado en el artículo 5º, numeral 9 del Regla-
mento de dicho impuesto, aprobado por el Decreto Supremo Nº 136-96-EF.
Si, como se ha visto, en la primera venta de inmuebles no se encuentra
gravado el valor actualizado del terreno, ¿cuál ha sido la razón para incluir
dicho concepto para efectos del cómputo de la exoneración de las 35 UIT?
Como podemos advertir, el legislador incurre en el despropósito de aplicar una
exoneración sobre un concepto que el impuesto no gravaba, es decir, se está
procediendo a exonerar lo que nunca se gravó con el IGV, situación que nos
parece un claro error técnico de la norma bajo comentario85.
Adicionalmente, al comprender dentro de los alcances de esta exonera-
ción un valor que no se encontraba gravado, no se hace sino desvirtuar las
bondades que en materia social sustentaban la dación de la exoneración que
comentamos. En efecto, recuérdese que, precisamente, uno de los objetivos
que han motivado esta exoneración es el de lograr que las personas que no
podían acceder a la vivienda propia obtengan, mediante la disminución de la
carga tributaria que generaba la venta del inmueble, precios más accesibles
a sus economías.
En este sentido, lo más coherente con dicha finalidad es establecer que
el cálculo de las 35 UIT no comprende el valor actualizado del terreno para
complementarlo con la inafectación que ya existía sobre el valor del terreno.
85 De los errores técnicos que se advierten también se derivan problemas en la aplicación del
Tributo, como lo advierte Picón Gonzáles (2008: 91) al señalar:
El IGV grava la primera venta de inmueble realizada por el constructor, con excepción del
valor del terreno, el cual se presume equivale al 50% del valor venta del inmueble. De
acuerdo al artículo 23º de la ley, para efecto del cálculo del crédito fiscal, se considera
como operación no gravada la transferencia del terreno (es decir, el 50% no gravado de la
primera venta de inmuebles).
Lo que en la práctica viene siendo un problema es determinar el crédito fiscal ante esta
norma. Es decir, si una empresa compra cemento, combustible y ladrillos gravados con el
IGV para la construcción de departamentos que serán vendidos por el constructor, ¿debe
considerar como crédito fiscal el 100% del IGV de las compras o deberá prorratearse to-
mando en cuenta el terreno?
Conforme lo dispuesto en el artículo 23º de la ley del IGV para efecto del cálculo de la
prorrata se considerará la venta del terreno (50% del valor de venta) como una operación
distinta de la venta de la construcción, significa que el primer paso es determinar si las
compras se destinan exclusivamente a la venta de la construcción (gravado, entonces el
IGV de las compras será crédito fiscal) o del terreno (no gravado), y en caso no se pueda
separar el destino de la adquisición, se aplicará la prorrata indicada.
Siendo así, ¿están las compras de los componentes de la construcción destinados ex-
clusivamente a la venta del inmueble construido?, ¿o debe entenderse como destinada
también a la venta del terreno?
86 Los informes y cartas de SUNAT (la administración tributaria) son de obligatorio cumpli-
miento para dicha entidad (artículos 93º y 94º del Código Tributario). En instancia Admi-
nistrativa, solo el Tribunal Fiscal emite Jurisprudencias de Observancia Obligatoria para
los órganos de la Administración Tributaria. Hecho que se debería dar para solucionar
esta controversia, como lo sugiere la propia Administración Tributaria en el Informe Nº
215-2007-SUNAT/2B0000.
el IGV. Además, los pagos anticipados recibidos hasta ese momento deberán
gravarse con el IGV y emitirse los comprobantes de pago que correspondan.
Un primer documento que acredita la existencia del bien es la conformi-
dad de obra que se presenta a la municipalidad.
Un segundo documento es la declaratoria de fábrica en la que se detalla
con precisión las unidades inmobiliarias que existirán, documento que será
base para el procedimiento administrativo de independización en Registros
Públicos.
El tercer documento es la independización en los registros públicos de
las unidades inmobiliarias existentes. La independización es la incorporación
en los Registros Públicos de las unidades inmobiliarias construidas, la cual
tiene carácter declarativo.
El Tribunal Fiscal, en la Resolución Nº 080-5-2007, señala:
[...] que en las copias de las fichas registrales de los predios en cuestión figura
que la declaratoria de fábrica fue otorgada el 24 de febrero de 2003, esto es,
antes de la fecha de celebración de los contratos, conteniendo la descripción de
los departamentos y estacionamientos, lo que confirma que lo que se transfirió
fueron muebles existentes.
[Dicha resolución agrega que] [...] el hecho de que la inscripción de la declara-
toria de fábrica y numeración haya ocurrido con posterioridad no desvirtúa que
la transferencia de propiedad se produjo en la fecha en que se suscribieron los
contratos de compraventa, por ser actos que no inciden en ello (las cursivas son
nuestras).
Capítulo IX
LOS CONTRATOS DE
CONSTRUCCIÓN
Sumario:
1. Introducción. 2. Clases de contratos de construcción. 3. El concepto
de “construcción”. 4. Aspecto material. 5. Sujeción pasiva. 6. Aspecto
espacial y temporal. 7. Nacimiento de la obligación. 8. La construcción
por encargo: ¿venta o prestación de servicio? 9. Los contratos llave en
mano.
1. Introducción
Los contratos de construcción son una modalidad de prestación de servicios.
Sin embargo, nuestra ley ha regulado los contratos de construcción como una
hipótesis de imposición distinta a la prestación de servicios. Ello se explica,
esencialmente, por la diferencia de tratamiento en relación con el momento en
que nace la obligación tributaria.
En efecto, en la prestación de servicios, el impuesto se paga sin nece-
sidad de la percepción de la retribución. El nacimiento de la obligación tribu-
taria se produce cuando se emite el comprobante de pago (criterio formal),
cuando ha culminado el servicio (criterio de devengado), cuando han vencido
los plazos previstos en el contrato para el pago de la retribución (criterio de
exigibilidad jurídica) o cuando se hubiera percibido la retribución (criterio de
caja). En contraste, en los contratos de construcción, el pago del impuesto se
realiza, exclusivamente, sobre la base del criterio de caja. Este hecho resulta
adecuado a la realidad de este tipo de negocio, en que la percepción de la
retribución está sometida a especiales procedimientos de valorización, verifi-
cación y aprobación.
Pese a que los contratos de construcción gravados con el IGV pertene-
cen en puridad al género de la prestación de servicios, tiene una regulación
especial que se explica por lo mencionado en el párrafo precedente. Así, los
contratos de construcción son una especie de contrato de obra, en el cual el
contratista se obliga a realizar una obra determinada a cambio de una contra-
prestación.
El artículo 1771º del Código Civil señala que: “Por el contrato de obra, el
contratista se obliga a hacer una obra determinada y el comitente a pagarle
[...] que las partes acuerdan establecer un presupuesto en el que se indique pre-
viamente las erogaciones que implican llevar a cabo la obra, siendo incluidos, al
momento de la liquidación de la obra, además de los conceptos propios de los
honorarios, el costo de los materiales que fueron adquiridos en su nombre.
3. El concepto de “construcción”
La Ley del IGV, en el literal d), nos remite a la Clasificación Internacional In-
dustrial Uniforme de las Naciones Unidas (CIIU) a efectos de definir el con-
cepto de construcciones gravadas con el IGV sin precisar la versión de la
CIIU aplicable90.Como ya mencionamos el capítulo de la primera venta y el de
detracciones, la CIIU aplicable debe ser la vigente a la entrada en vigencia del
Decreto Legislativo Nº 821 en respeto del principio de reserva de Ley.
La Revisión 3 de la CIIU tiene la siguiente estructura91.
sificar a una empresa constructora que alquila maquinaria y equipo de construcción con
sus operarios en la “Clase 4550 - Alquiler de equipos de construcción y demolición dotado
de operarios” es necesario tener en cuenta la naturaleza de los bienes transportados.
2. El alquiler de un camión con chofer de propiedad de una empresa que no es de cons-
trucción para transportar un equipo de construcción se clasifica en la Clase 6023 de
la CIIU - Tercera Revisión como transporte de carga por carretera. En consecuencia,
dicha operación no califica como un “contrato de construcción” para efectos del SPOT.
3. Si la empresa de construcción efectúa el alquiler de un camión con chofer para trans-
portar bienes que no son equipos de construcción (por ejemplo, muebles del propietario
y/o de terceros), dicha operación calificará como una actividad de transporte de carga
clasificada en la Clase 6023 de la CIIU - Tercera Revisión, y, en tal sentido, no calificará
como “contrato de construcción” para efectos del SPOT.
92 En la CIIU Revisión 4, la Sección F - Construcción se subdivide en las siguientes partes:
41 -Construcción de edificios, 42 - Ingeniería civil, 43 - Actividades especializadas de la
construcción. Se señala en la nota explicativa que esta sección incluye las actividades de
construcción general y especializada de edificios y obras de ingeniería civil. Se incluye las
nuevas obras, reparación, adición y alteración, la construcción de edificios pre fabricados
o estructuras en el lugar y, también, las construcciones de naturaleza temporal. La cons-
trucción general es la construcción de viviendas enteras, edificios de oficinas, almacenes
y otros edificios públicos, construcciones en granjas, etc.; o la construcción de obras de
ingeniería civil tales como autopistas, calles, puentes, túneles, líneas de ferrocarril, cam-
pos de aterrizaje, puertos y otros proyectos acuáticos, sistemas de irrigación, sistemas de
alcantarillado, instalaciones industriales, tuberías de distribución o transportación y líneas
eléctricas, instalaciones deportivas, etc. Este trabajo puede realizarse por cuenta propia
o a cambio de una retribución o por contrato. Partes del trabajo y algunas veces prácti-
camente todo el trabajo puede ser subcontratado. Unidades que llevan a cabo el trabajo
completo para un proyecto de construcción están clasificadas aquí.
4. Aspecto material93
El aspecto material o elemento objetivo es el hecho que el legislador pretende
gravar con el impuesto. Los contratos de construcción se encuentran íntima-
precio global para concluir que, en el primer caso, habría lugar al IVA y la base gravable
estaría constituida por los honorarios del contratista, y, en el segundo, no se causaría el
tributo. En apoyo de esa conclusión, se afirma que, en el contrato por precio global, el con-
tratista cobra una suma total que cubre tanto su gestión como constructor como los mate-
riales utilizados para la edificación y que, por ser él mismo, como artífice, quien aporta la
materia principal del contrato, de acuerdo al artículo 2053 transcrito, se considera venta.
Como es obvio, el corolario necesario de esa tesis radica en que, dada la consideración
del contrato de compraventa y su referencia a inmuebles, no hay lugar al impuesto, no
porque no haya servicio, sino porque la regla transcrita del Código Civil permite descartar
el hecho generador prestación de servicios para arribar a una operación ajena al impuesto
como es la venta de bienes corporales inmuebles (Plazas Vega 1998: 396-7).
Esta tesis es refutada por el autor en virtud a la accesión, toda vez que cuando el dueño
del terreno paga el valor de la obra, no adquiere el dominio sobre el edificio, pues a él le
corresponde en virtud de la accesión.
5. Sujeción pasiva96
Hemos señalado que la calidad de contribuyente del impuesto se determina
en las personas que ejerzan actividad empresarial. Ello, por el solo hecho de
ejecutar cualquiera de las operaciones comprendidas en el ámbito de aplica-
ción del impuesto, porque se entiende que cualquier operación que realice
este tipo de personas se hace con la finalidad de especulación mercantil.
En cambio, las personas que no ejercen actividad empresarial solo serán
contribuyentes si es que la habitualidad denota propósitos de especulación
mercantil en la realización de operaciones comprendidas en el ámbito de apli-
cación del impuesto. Así, la habitualidad se constituye en una condición que
determina la calidad de contribuyente de la persona que no ejerce actividad
empresarial.
Respecto a los contratos de construcción, el artículo 3º, literal e) de la
Ley del IGV define como constructor a cualquier persona que se dedique en
forma habitual a la venta de inmuebles construidos totalmente por ella o que
hayan sido construidos total o parcialmente por un tercero para ella. Además,
el Reglamento de la Ley del IGV señala que, para calificar la habitualidad a
la que se refiere el artículo 9º de la Ley del IGV, la Administración Tributa-
ria considerará la naturaleza, características, monto, frecuencia, volumen y/o
periodicidad de las operaciones a fin de determinar el objeto para el cual el
sujeto las realizó97.
Sin embargo, a diferencia de la venta de bienes muebles, de la presta-
ción de servicios y de la primera venta de inmuebles, el reglamento no fija
criterios o parámetros de habitualidad para los contratos de construcción. Esto
ha generado en los contribuyentes y en la doctrina dudas y críticas, por lo cual
este aspecto debería ser precisado por el legislador.
7. Nacimiento de la obligación
Al respecto, el artículo 4º, literal e), de la Ley del IGV estipula que, en los con-
tratos de construcción, la obligación tributaria se origina en la fecha en que se
emita el comprobante de pago de acuerdo a lo establecido por el Reglamento
o en la fecha de percepción del ingreso, sea total o parcial o por valorizaciones
periódicas, lo que ocurra primero.
Del mismo modo, el Reglamento de la Ley del IGV establece que la obli-
gación tributaria nace en la fecha de emisión del comprobante de pago por el
monto consignado en el mismo o en la fecha de percepción del ingreso por el
monto percibido, lo que ocurra primero, sea este por concepto de adelanto,
de valorización periódica, por avance de obra o los saldos respectivos, inclu-
sive cuando se les denomine arras. Tratándose de arras de retractación, la
obligación tributaria nace cuando estas superan el 15% del valor total de la
construcción98.
La norma, en comentario, es clara. En los contratos de construcción, la
obligación nace en la fecha de emisión del comprobante de pago o en la fe-
cha de percepción del ingreso por el monto total o parcial percibido, o por las
valorizaciones periódicas.
En lo referente a la base imponible, la Ley del IGV nos señala que esta
se determina por el valor de la construcción. Se entiende por esta la suma
total que queda obligado a pagar quien encarga la construcción. A su vez,
esta suma está integrada por el valor total consignado en el comprobante de
pago de la construcción, e incluye los cargos que se efectúen por separado de
aquel, aun cuando se originen en la prestación de servicios complementarios,
en intereses devengados por el precio no pagado o en gastos de financiación
de la operación. Asimismo, los gastos realizados por cuenta del usuario del
servicio forman parte de la base imponible cuando consten en el respectivo
comprobante de pago emitido al constructor o quien preste el servicio.
De la misma forma, por el principio de accesoriedad, cuando, con motivo
del contrato de construcción se proporcione bienes muebles o servicios, el va-
lor de estos formará parte de la base imponible, incluso cuando se encuentren
exonerados o inafectos. Y del mismo modo, en sentido contrario de darse el
caso.
Por ello, Plazas Vega (1998: 402-403) precisa que:
[...] en el servicio de construcción, la base gravable es la remuneración del con-
tratista, no porque interese su particular situación, sino porque esta es la mag-
nitud dineraria en que se concreta el acontecimiento de consumo consistente
en acudir a un especialista para que preste el servicio. La actividad de construir
Pero no por ello puede pretenderse que la base gravable del impuesto
atribuible al servicio en comentario se limite a la utilidad que, en última ins-
tancia, le corresponda al contratista, como si se tratara de definir la magnitud
que ha de considerarse para liquidar el impuesto sobre la renta. El IGV es un
tributo sobre bases brutas y no sobre utilidades finales y, por consiguiente, es
claro que la base gravable para determinarlo, en el servicio de la construcción,
debe ser la remuneración bruta del contratista y no la renta líquida que, en
definitiva, le corresponde.
era que el fabricante por encargo elaboraba un bien distinto a los insumos,
materias primas o bienes intermedios que el comitente le hubiere proporcio-
nado y procedía a entregar un bien cualitativamente distinto.
Ahora bien, la legislación tributaria vigente a partir del 1 de enero de 1993
a la fecha omite calificar expresamente a la fabricación por encargo como ven-
ta de bienes muebles, aunque algunas normas, tangencialmente, se refieren
al tema en cuestión. En efecto, el artículo 3º, inciso e), del TUO de la Ley del
IGV e ISC vigente, califica como constructor para la primera venta de inmue-
bles a quienes encargan a terceros la construcción total o parcial de un inmue-
ble. Puede observarse que cuando el comitente encarga la construcción total
del inmueble, el contrato de obra es tratado como un servicio de construcción,
de modo que la primera venta recién se configura con la venta que realice el
comitente a terceros. En definitiva, la construcción por encargo califica como
un contrato de construcción (contrato de obra) y no como primera venta, lo
cual coincide con el criterio jurisprudencial contenido en la Resolución del
Tribunal Fiscal Nº 256-3-99 de fecha 23 de abril de 1999, en la que se ha es-
tablecido lo siguiente:
Que entonces, a diferencia de lo señalado en este último extremo del literal e)
del artículo 3 de la Ley del Impuesto General a las Ventas, en el primer párrafo
de dicha norma no se menciona el vocablo “inmueble”, enunciándose solo la voz
“que se construya por encargo de un tercero”, esto es, comprende el servicio o
actividad propia de la construcción efectuada por el constructor por encargo de
un tercero, actividad definida en el literal f) del artículo 3 en análisis y gravada
como contrato de construcción según el literal c) del artículo 1 de la referida Ley.
Que, por tanto, para que la actividad de construcción califique como “contrato de
construcción”, gravado con el Impuesto General a las Ventas, necesariamente
deberá realizarse en un terreno que no sea de dominio del constructor y en el
cual el tercero encarga su construcción, mientras que si se realiza dicha actividad
mediante la edificación que efectúa el constructor, en un terreno de su propiedad,
para su posterior venta, constituye una operación diferente, también gravada con
el Impuesto General a las Ventas, pero como “primera venta de inmuebles”.
Por otra parte, el artículo 33º, numeral 3 del TUO de la Ley del IGV e ISC,
califica como exportación:
La remisión al exterior de bienes muebles como consecuencia de la fabricación
por encargo de clientes del exterior, aun cuando estos últimos hubieran propor-
cionado, en todo o en parte, los insumos utilizados en la fabricación por encargo.
En este caso, el saldo a favor no incluye el impuesto consignado en los com-
probantes de pago y/o declaración de importación, que correspondan a bienes
proporcionados por el cliente del exterior para la elaboración del bien encargado.
saldo a favor del exportador (SFE) se reconoce solo por el monto proporcional
al valor agregado por el fabricante, sin incluir el valor de los insumos, materias
primas o bienes intermedios proporcionados por el cliente del exterior.
Lo expuesto nos permite sostener que las normas del IGV referidas a la
“fabricación por encargo” asimilan su tratamiento tributario a los contratos de
construcción (en la construcción por encargo) y a la exportación de bienes,
pero con la descarga del crédito fiscal proporcional al valor agregado por el
fabricante, lo que en buena cuenta implica una regulación en función al valor
agregado de los servicios y materiales proporcionados por el fabricante. De
modo que se puede concluir que la fabricación por encargo es tratada como
un servicio de construcción en la construcción por encargo de inmuebles.
En otros sistemas, como el español, se considera la construcción por en-
cargo como venta de bienes, las ejecuciones de obra que tengan por objeto la
construcción o rehabilitación de una edificación. No obstante, se explica que
ello ocurre cuando el empresario que ejecute la obra aporte una parte de los
materiales cuyo coste exceda del 20% de la base imponible del IVA corres-
pondiente a la obra realizada. En este sentido, las ejecuciones de obra deben
entenderse como trabajos realizados por un empresario por encargo de un
cliente, con objeto de obtener un resultado.
Se concluye que, en el sistema del IVA español, aplicable a las ejecu-
ciones de obra o trabajo por encargo, se distingue —a efectos de considerar-
los entregas de bienes o prestaciones de servicios— entre utilizar materiales
aportados solo por el empresario que efectuó la obra o solo por el cliente que
las encarga, o bien materiales aportados por ambos:
– Si los aporta solo el empresario que realiza dicha ejecución de obra, esta
tiene consideración de entrega de bienes, muebles o inmuebles, dado
que tiene poder de disposición sobre los mismos.
– Si los aporta solamente el cliente, las ejecuciones de obras, tanto mo-
biliarias como inmobiliarias, no se consideran entrega de bienes, sino
prestaciones de servicios debido a su carácter residual (en el sistema del
IVA español).
– Si se aportan en parte por el empresario y en parte por el cliente, hay
que distinguir las ejecuciones de obras relativas a los bienes muebles e
inmuebles. Las de bienes muebles son, en todo caso, prestaciones de
servicios, salvo en el caso de que la aportación de materiales por el clien-
te sea tan insignificante o reducida que la operación pueda calificarse, en
definitiva, como transmisión de poder sobre un bien mueble corporal por
el empresario, en cuyo caso dicha operación constituye una entrega de
bienes afectos al IVA, de acuerdo con LIVA artículo 8.1. Mientras que las
inmobiliarias son entregas de bienes cuando la aportación de materiales
por el empresario supere el 20% de la base imponible del IVA correspon-
diente a la obra, y prestación de servicios, en caso contrario.
99 Por contrato “Llave en mano” se entiende aquel por medio del cual una persona se com-
promete a construir o fabricar y entregar en perfecto funcionamiento un bien mueble o
inmueble de conformidad con las características indicadas por el contratante a cambio
de un precio dentro del cual se encuentran incorporados los costos y gastos necesarios
más la utilidad perseguida por el contratista. En este orden de ideas, el contrato “Llave
en mano” comprende tanto la instalación, montaje y funcionamiento de equipos, como la
construcción de un bien inmueble, hasta entregarlo en condiciones de utilización.
Este contrato se caracteriza, entre otras cosas, porque dentro del valor del contrato se
incorporan todos los costos y gastos en que se incurre para el cumplimiento del mismo, ta-
les como estudios de prefactibilidad, diseño de planos, construcción o fabricación del bien
hasta entregar el bien en funcionamiento (DIAN, Concepto 11696 de fecha 11 de febrero
de 2000).
comitente tenga como interés principal la adquisición del bien sin importar el
procedimiento seguido para su elaboración.
Cualquiera que sea la tesis que se acepte, lo importante es que las dis-
tintas prestaciones que involucran este tipo de contratos están sometidas al
régimen tributario que le es propio en la medida en que, en el contrato, se
haya distinguido el importe de la contraprestación que corresponde a cada
una de ellas. Es decir, si la contraprestación estuviera fijada globalmente y a
suma alzada, tendría que tratarse como un contrato de obra o como una com-
praventa de bien futuro, según el interés del comitente en el procedimiento de
fabricación de los bienes.
Luis Diez-Picazo y Antonio Gullón100 expresan que: “Si han dado especial
importancia al proceso productivo de la cosa, al trabajo a realizar, sobre la ma-
teria objeto de aquel proceso, no hay duda de que será la de contrato de obra
la calificación más adecuada. Cuando se busca la capacidad o habilidad de un
artífice será absurdo pretender que el comitente se ha dirigido a él con el fin de
adquirir unos materiales simplemente”. Mientras que “en el contrato celebrado
para la elaboración o construcción de una cosa fungible el proceso productivo
pierde importancia frente a la obligación de entrega, a la prestación de dar.”
Spota101 en la locación de obra interesa cómo se alcanza el resultado, es
decir, si éste ofrece todas las características que quisieron los contratantes,
mientras que se estará ante un contrato de compraventa de cosa futura cuan-
do el comprador tiene plena confianza que el proceso interno de fabricación
va a redundar en la calidad que a él le interesa sobre la cosa.
En conclusión, para calificar el contrato como de obra o como compra-
venta será necesario apreciar si el interés del comitente está en torno al pro-
ceso de producción del bien o si este elemento es irrelevante en el contrato,
y por lo tanto, la atención del comitente o adquirente está dirigida principal-
mente a la adquisición del bien, sin importar el procedimiento seguido para su
elaboración.
Dependiendo de las circunstancias que rodea a cada negociación con-
tractual, el contrato EPC constituiría un contrato de obra y no uno de compra-
venta de bien futuro, toda vez que el interés del comitente se centra en el pro-
ceso de diseño, instalación, acondicionamiento y montaje de la planta. Cabe
tener en cuenta también que el contrato de obra ha sido celebrado a suma
alzada, sin hacer una distinción entre las prestaciones que lo conforman y del
precio que corresponde a cada una, sino que se trata de un único contrato,
con un único precio o retribución por el resultado a alcanzar.
De modo que los pagos anticipados a la instalación del bien, estarán gra-
vados con el Impuesto dentro del supuesto de imposición de los contratos de
construcción, mientras que si se tratara de una venta de bien futuro sólo es-
tarían gravados con la existencia del bien y no al momento de su percepción.
Cabe precisar que si bien el Tribunal Fiscal se ha pronunciado en el sen-
tido que en la compraventa de bienes futuros el nacimiento de la obligación
tributaria del IGV se produce cuando existe el bien, la Administración Tributa-
ria a través del Informe Nº 104-2007/SUNAT y Nº 215-2007/SUNAT ha emitido
una opinión contraria que resulta vinculante en caso de una fiscalización.
Al tener en cuenta lo expuesto, la entrega de los bienes (procurement), en
el marco de un contrato de llave mano, se consideraría perfeccionada cuando
el bien materia del contrato llegue a existir o cuando la obra sea entregada
como resultado del contrato de obra.
Como puede verse, en cualquiera de ambas situaciones (venta de bien
futuro o contrato de obra) sería mucho más sólida la sustentación de que la
transferencia de propiedad sobre el suministro de bienes ocurre con la entre-
ga de la planta, lo cual permitiría que el IGV se pague en este momento.
Capítulo X
LA IMPORTACIÓN DE
BIENES
Sumario:
1. Los impuestos que gravan la importación. 2. Finalidad de los impues-
tos que gravan la importación. 2.1. Derechos arancelarios y medidas
de efecto equivalente. 2.2. Imposición selectiva. 2.3. Imposición al valor
agregado. 3. Las medidas de defensa comercial lícitas. 4. Los distintos
impuestos que recaen sobre la importación de bienes. 5. Hecho gravado.
6. Aspecto subjetivo. 7. Aspecto temporal. 8. Valoración en los impues-
tos a la importación. 8.1. Nociones del valor en aduana. 8.1.1. Noción
teórica, según la Definición del Valor de Bruselas (DVB). 8.1.2. Noción
positiva, según Acuerdo de Valor de la OMC. 8.2 Métodos de valoración
en aduana. 8.2.1. Primer método: valor de transacción. 8.2.2. Segundo
método: valor de transacción de mercancías idénticas. 8.2.3. Tercer mé-
todo: valor de transacción de mercancías similares. 8.2.4. Cuarto méto-
do: valor deducido. 8.2.5. Quinto método: valor reconstruido. 8.2.6. Sex-
to método: de último recurso. 8.3. Precios de transferencia y métodos
de valoración aduanera. 8.3.1. Puntos divergentes de los sistemas de
valoración. 8.3.2. Puntos convergentes de los sistemas de valoración.
8.3.3. Aplicación convergente de los sistemas de valoración. 9. Base
imponible del IGV. 9.1. Conceptos incluidos en la base imponible. 9.1.1.
Valor en aduana. 9.1.2. Derechos arancelarios ad-valorem. 9.1.3. Dere-
chos específicos. 9.1.4. Sobretasa adicional arancelaria. 9.1.5. Impuesto
selectivo al consumo (ISC). 9.2. Conceptos excluidos. 9.2.1. Derechos
antidumping y compensatorios. 9.2.2. Gastos de financiamiento. 9.3. Los
incoterms. 9.4. Determinación de la base imponible en el IGV. 10. Princi-
pios a tener en cuenta en la importación. 10.1. Principio de trato nacional.
10.2. Nación más favorecida (NMF): igual trato para todos los demás. 11.
Excepciones a los principios. 11.1. Excepciones específicas a la desgra-
vación para determinados productos: aplicación del principio de NMF.
11.2. Excepciones no económicas: autorizan a establecer restricciones
por un interés público. 11.3. Excepciones económicas: medidas de de-
fensa comercial lícitas. 11.3.1. Derechos antidumping. 11.3.2. Derechos
compensatorios. 12. La venta antes de su despacho a consumo. 12.1.
La venta antes de su despacho a consumo en la importación definitiva.
12.2. Ventas de bienes ingresados bajo el régimen de admisión o impor-
tación temporal. 13. Integración económica. 13.1. Grados de integración
económica. 13.1.1. Zonas de libre comercio (TLC). 13.1.2. Unión adua-
nera. 13.1.3. Mercado común. 13.1.4. Comunidad económica.
En nuestro país, la venta local de bienes por parte de los empresarios na-
cionales está sujeta al IGV y, en algunos casos, se exige el Impuesto Selectivo
Consumo (ISC) para determinados bienes a nivel del fabricante. Esto determina
que, para igualar las condiciones de competencia en el mercado, la importación
de dichos bienes debe encontrarse sometido al pago del IGV y también del ISC.
Así, en términos impositivos al valor de venta de un bien en el mercado
local se le adicionará el IGV y, si fuera el caso, el ISC. Mientras que en la venta
en el mercado extranjero, igualmente, el valor del bien se incrementará con el
pago del IGV y el ISC a la autoridad aduanera. En ambos casos (compra en
el mercado local y mercado extranjero), si el adquirente es empresario, proce-
derá a deducir el IGV pagado en la adquisición de bienes como crédito fiscal,
mientras que si es consumidor final asumirá el pago del impuesto.
Mientras que los impuestos aduaneros, denominados aranceles o dere-
chos aduaneros, que gravan la importación de bienes, “[...] son una medida
que aplican los países con la finalidad de establecer un nivel de protección
a su producción nacional y/o con fines de incrementar los ingresos fiscales”
(Sandoval Aguilar 2006: 63).
En este caso, la función del impuesto aduanero es diametralmente distin-
ta a la función de los impuestos que gravan la venta de bienes en el mercado
local. Esta busca incrementar el precio relativo de los productos adquiridos en
el mercado extranjero. El IGV, por su lado, y cualquier otro impuesto exigido
en la venta de bienes en el mercado local, se hace extensible a la compra de
bienes en el mercado extranjero para igualar el precio relativo de los bienes.
102 Los derechos compensatorios se aplican para contrarrestar cualquier subsidio concedido
directa o indirectamente en el país de origen, cuando ello cause o amenace causar perjui-
cio a la producción peruana.
103 El Informe Nº 026-2007-SUNAT/2B0000, emitido por la Administración Tributaria en una
de sus conclusiones, señala que “los derechos antidumping constituyen multas de ca-
rácter administrativo [...] y no forman parte de la base imponible en la importación de
bienes”.
104 Se considera que una importación se efectúa a precio dumping cuando el precio de expor-
tación del producto de su país de origen o de exportación es menor al valor normal de ese
mismo bien o de un producto similar, destinado al consumo o utilización en dicho país de
operaciones comerciales normales.
Hay que tener en cuenta que el término “subvaluación” es diferente al dumping, pues la
primera consiste en declarar dolosamente un valor de la mercadería que no corresponde
por estar debajo del valor real de la mercancía determinado en aplicación de las normas
vigentes en el lugar de ingreso, con la finalidad de reducir la base imponible y pagar menos
derechos arancelarios, y lograr así mayor beneficio; mientras que el segundo, el dumping,
se configura cuando un producto ingresa al mercado de otro país con un precio menor al
de su país de origen con el ánimo de apropiarse del mercado.
ciones bruscas del precio tanto a productores (precio bajo - alza del
costo de importaciones) y consumidores (precio alto - baja de costo
de importaciones).
• Derecho específico fijo: son impuestos aduaneros que recaen so-
bre determinados productos que requieren una protección adicional.
En nuestro país, se aplica a las importaciones lácteas (leche en pol-
vo, mantequilla deshidratada, etc.).
– Sobretasa adicional arancelaria: son impuestos aduaneros que tienen
la misma naturaleza de los derechos ad valorem aplicables para un gru-
po reducido de mercancías, cuyo porcentaje puede oscilar entre 5% y
10%.
– Impuesto selectivo al consumo (ISC): están gravadas con este im-
puesto las importaciones de algunos bienes comprendidas en los Apén-
dices III y IV de la Ley del IGV, los cuales están constituidos básicamente
por combustibles, bebidas alcohólicas, cigarrillos y vehículos nuevos. La
base imponible es el monto del valor en aduana, más los derechos e im-
puestos que afectan a la importación con excepción al ISC e IGV en las
importaciones.
– Impuesto general a las ventas (IGV): se aplica a las importaciones de
mercancías. Su tasa es de 17%.
– Impuesto de promoción municipal (IPM): este impuesto tiene la misma
naturaleza y funcionamiento del IGV, cuya tasa es de 2%.
5. Hecho gravado105
El artículo 1º, inciso e) de la Ley del IGV, señala que se encuentra gravado con
el impuesto la importación de bienes106. Para tal efecto, ni la Ley del IGV ni su
105 El Tribunal Fiscal, en la Resolución Nº 3377-A-2002 de fecha 25 de junio de 2002, declara que:
[...] la obligación tributaria se conforma de una “hipótesis de incidencia” a la cual sigue una
“consecuencia jurídica”; la primera de ellas consiste en una descripción teórica definida
en la ley (en sentido lato), en un supuesto de hecho potencial, a cuya ocurrencia seguirá
la consecuencia preestablecida. Cuando dicho supuesto o “hipótesis de incidencia” se
actualiza, en realidad del mundo fenoménico, solo entonces puede hablarse de un “hecho
imponible”. En este sentido, el hecho imponible generador de la obligación tributaria que
incluya al derecho específico es la materialización de la importación de los productos
gravados con ese tributo, la cual se produce con la numeración de una declaración de
importación que ampare la nacionalización de un producto para el cual se exige el pago
de dicho derecho.
106 La inclusión generalizada de las importaciones como hecho gravado por el IGV se basa en
el propósito de igualar el tratamiento por el impuesto de todos los bienes cuyo destino sea
el consumo en el país, cualquiera sea su procedencia. Ahora bien, a la hora de trasladar
este postulado a la norma jurídica positiva, es evidente que si este describe a la hipótesis
gravada como la “introducción para su consumo en el país” se generarían serias dudas
y dificultades de aplicación, en tanto ello supondría en principio evaluar en cada caso
el destino final de los bienes, con un control real casi imposible, y en definitiva tornando
ineficaz a la norma. [...] Sin embargo, es sintomático que exista consenso acerca de que
ese texto legal no debe ser interpretado según su estricto tenor gramatical, debiendo en
su lugar entenderse que la importación se configura a los efectos aduaneros cuando las
mercancías ingresan al país con la intención de permanecer indefinidamente dentro del
territorio aduanero nacional (Blanco 2004: 145).
107 No hay duda de que para el derecho tributario, aun cuando un buen grupo asuma su au-
tonomía como rama del Derecho, y que en tal virtud tenga principios, normas y conceptos
propios, diferentes a los de otras materias jurídicas, es aplicable la frase de D’Amelio: “la
autonomía de una rama del Derecho no puede excluir ni ignorar a las demás, también
autónomas, de las cuales necesita para vivir.” En este sentido, en nuestra rama también
se aceptan el empleo de las reglas de aseguramiento de la plenitud mediante la aplicación
de normas o disposiciones de otras ramas del Derecho y la integración de la ley (a deter-
minados aspectos), aunque esta aplicación, en estricto, se realiza de manera supletoria
(Huamaní Cueva 2007: 118).
108 El Decreto Legislativo Nº 1053-Ley General de Aduanas, publicado el 27 de junio de 2008,
entró en vigor el 17 de marzo de 2009, con excepción del artículo 31º (salvo el literal d) y
el primer párrafo del literal a) del artículo 150º, que entraron en vigencia el 28 de junio de
2008 y el 26 de agosto de 2008 respectivamente. Por su parte el Reglamento de la Ley
General de Aduanas, aprobado mediante el Decreto Supremo Nº 010-2009-EF, publicado
el 16 de enero de 2009, entró vigencia el 17 de marzo de 2009, con excepción de los ca-
pítulos III, V, VI del Título II de la Sección Segunda, La Sección Cuarta, la Sección Quinta,
el Capítulo IV de la Sección Sexta y el Título II de la Sección Décima, que entrarán en
vigencia el 1 de enero de 2010. Con respecto a las excepciones establecidas por la norma
reglamentaria, cabe precisar que los artículos correspondientes al Texto Único Ordenado
del Decreto Legislativo Nº 809 seguirán vigentes hasta el 31 de diciembre de 2009.
pues, aun cuando ello ocurra, el consumo de los bienes es el elemento deter-
minante para inafectar la operación del IGV.
Debe recordarse que la cuarta disposición final del Decreto Legislativo
Nº 950109 derogó la inafectación expresa a la venta antes de despacho a con-
sumo del artículo 2º, inciso d) de la Ley del IGV. Y, a pesar de la inexistencia
de una inafectación expresa en la Ley, nadie duda de que la venta perfec-
cionada en territorio nacional antes de la importación no está gravada con el
IGV. Mientras no se produzca la importación definitiva de los bienes no está
autorizado legalmente su consumo en el mercado local.
6. Aspecto subjetivo
La Ley del IGV, en su artículo 9º, inciso f), señala que son sujetos del impuesto
las personas que importen bienes afectos. A fin de calificar como sujetos del
impuesto por la importación de bienes no se requiere la habitualidad, de modo
que cualquier sujeto importador califica como contribuyente del impuesto, y
es irrelevante si tiene la condición de habitual o realiza actividad empresarial.
Esta excepción a la regla general de que los sujetos del impuesto son las
personas que ejercen actividad empresarial obedece al hecho de que con la
importación se puede terminar la cadena de producción y comercialización en
el país de destino. Así, el consumidor final que ha importado mercancías se
encuentra obligado a pagar el impuesto.
Asimismo, de conformidad con el artículo 11º de la Ley General de Adua-
nas, para el cumplimiento de las obligaciones tributarias aduaneras son con-
tribuyentes los dueños o consignatarios (persona natural o jurídica a cuyo
nombre viene manifestada la mercancía o que la adquiere por endoso). Y
se designa a los agentes de aduanas (o sus representantes legales si son
personas jurídicas) como responsables solidarios con sus comitentes por los
adeudos que se formulen como consecuencia de los actos aduaneros en que
hayan participado.
7. Aspecto temporal
El aspecto temporal alude al momento en que se considera perfeccionado el
hecho gravado: importación de bienes. Según la Ley (artículo 4º, inciso g), en
la importación de bienes la obligación tributaria se origina en la fecha en que
se solicita su despacho a consumo.
Se entiende por despacho aduanero “[el] cumplimiento del conjunto de
formalidades aduaneras necesarias para que las mercancías sean sometidas
a un régimen aduanero”110. Específicamente se entenderá cumplido este re-
111 El artículo 2º de la Ley General de Aduanas define la “destinación aduanera” como: “[la]
manifestación de voluntad del declarante expresada mediante la declaración aduanera de
mercancías, con lo cual indica el régimen aduanero al que debe ser sometida la mercancía
que se encuentra bajo la potestad aduanera”.
112 En la importación de bienes, la obligación de pagar el IGV se origina, sin excepción algu-
na, en la fecha en que se solicita el despacho a consumo (Resolución de Tribunal Fiscal
Nº 136-2-1997 de fecha 24 de enero de 1997).
113 Los ajustes pueden ser positivos o negativos: son positivos cuando se aumenta el valor al
precio señalado en la factura; y es negativo cuando se descuentan los gastos referidos a
la carga y descarga si hubiesen sido incorporados en el flete.
114 El orden de aplicación del cuarto y quinto método podrá invertirse a petición del importador
(no, en cambio, a discreción del funcionario de aduanas). El Acuerdo contiene también
disposiciones sobre trato especial y diferenciado para los países en desarrollo y sobre
asistencia técnica. Como este Acuerdo forma parte integrante del todo único de la OMC,
todos los miembros de la OMC son miembros del Acuerdo de la OMC sobre Valoración en
Aduana.
Valor de
= Precio + Flete + Seguro + Ajustes que correspondan
Aduana
Ad Valor en 17 %
= x
valorem Aduana (por ejemplo)
Valor en 10 %
Sobretasa = x
Aduana (por ejemplo)
Base
imponible Ad Valor en Derechos Sobretasa
= + + +
del ISC valorem Aduana específicos arancelaria
ingreso al país de mercancías provenientes del exterior por debajo del precio
de su país de origen, con el ánimo de apropiarse del mercado.
Al respecto, Armella (2003: 484) precisa que:
El dumping [...] es una práctica comercial perseguida en forma autónoma por los
operadores económicos y consiste en un sistema de precios fijados a los efectos
de sostener la exportación: el precio requerido al mercado externo es inferior que
el precio fijado en el mercado interno y este último se establece en medida tal
que permita compensar el menor valor del precio fijado en el exterior.
Para contraatacar esta conducta dañosa los Estados establecen normalmente
impuestos antidumping o compensatorios, los cuales poseen naturaleza tributa-
ria y consisten en derechos aduaneros adicionales aplicados a la importación,
con el objeto de equilibrar el nivel de precio del producto importado con el valor
normal de un producto similar.
Por último, hay que tener en cuenta que las reglas para la determinación
de la base imponible, en el caso de importaciones, no siempre coinciden con
las normas sobre costo computable en el Impuesto a la Renta118.
Para determinar la base imponible del IGV “deben adicionarse al valor
de aduana, si no están comprendidos en el mismo, además de determinados
gastos accesorios119, los impuestos y demás gravámenes devengados por la
salida de las mercancías, si fuese el caso, y los devengados con motivo de la
importación, con excepción del propio IVA” (Sánchez 2005: 221).
Pues bien, si tenemos en cuenta lo precisado anteriormente, la deter-
minación de la base imponible en la importación de bienes se realiza de la
siguiente forma:
Base
Imponible Ad Valor en Derechos Sobretasa
= + + + + ISC
del IGV valorem Aduana específicos arancelaria
120 GATT es acrónimo de General Agreement on Tariffs and Trade. Este es un tratado multila-
teral, creado en la Conferencia de La Habana en 1947, firmado en 1948, por la necesidad
de establecer un conjunto de normas comerciales y concesiones arancelarias. Está consi-
derado como el precursor de la Organización Mundial de Comercio. El GATT era parte del
plan de regulación de la economía mundial tras la Segunda Guerra Mundial, que incluía la
reducción de aranceles y otras barreras al comercio internacional.
El funcionamiento del GATT se basa en las reuniones periódicas de los estados miembros,
en las que se realizan negociaciones tendentes a la reducción de aranceles, según el princi-
pio de reciprocidad. Las negociaciones se hacen miembro a miembro y producto a producto,
mediante la presentación de peticiones acompañadas de las correspondientes ofertas.
10.2. Nación más favorecida (NMF): igual trato para todos los demás
En virtud de los Acuerdos de la OMC, los países no pueden normalmente
establecer discriminaciones entre sus diversos interlocutores comerciales. Si
se concede a un país una ventaja especial (por ejemplo, la reducción del tipo
arancelario aplicable a uno de sus productos), se tiene que hacer lo mismo
con todos los demás miembros de la OMC.
De modo que cualquier ventaja, favor, privilegio o inmunidad con respec-
to a los derechos de aduana y cargas de cualquier clase, concedido por una
parte contratante a un producto originario de otro país o destinado a él, será
concedido inmediata e incondicionalmente a todo producto similar originario
de los territorios de las demás partes contratantes a ellos destinados.
Por ello, los tratados de comercio incluyen, a menudo, la cláusula “de la
nación más favorecida”, mediante la cual los Estados contratantes se compro-
metían a adoptar recíprocamente, cualquier tratamiento más favorable conce-
dido eventualmente a otros Estados [...]” (Uckmar 2003: 86).
Como se puede apreciar, este principio tiene tanta importancia que es el
primer artículo del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio
(GATT), que regula el comercio de mercancías. Su objetivo es que la libera-
lización del comercio de bienes entre los Estados sea la mayor liberalización
que cada Estado concede hacia el exterior.
Sin embargo, se permiten ciertas excepciones en la aplicación de este
principio, como por ejemplo, los países pueden establecer un acuerdo de libre
comercio que se aplique únicamente a los productos objeto de comercio dentro
del grupo y hacer discriminaciones con respecto a los productos de terceros
países. O pueden otorgar acceso especial a sus mercados a los países en de-
sarrollo. O bien un país puede poner obstáculos a los productos que se consi-
deren objeto de un comercio desleal procedentes de países específicos. Y, en el
caso de los servicios, se permite que los países, en ciertas circunstancias res-
tringidas, apliquen discriminaciones. Sin embargo, los acuerdos solo permiten
estas excepciones con arreglo a condiciones estrictas. En general, el trato de
NMF significa que cada vez que un país reduce un obstáculo al comercio o abre
un mercado tiene que hacer lo mismo para los mismos productos o servicios
de todos sus interlocutores comerciales, sean ricos o pobres, débiles o fuertes.
En resumen, este principio implica simplemente no discriminar entre el
nuevo socio comercial y los socios comerciales anteriores. Esto no siempre
se incluye en un TLC, por ejemplo, porque contradice los programas de des-
gravación progresivos.
121 Declaraciones realizadas al diario Gestión, de fecha 5 de febrero de 2004, por el Intenden-
te Nacional de Cumplimiento Tributario.
lativo Nº 1053, artículo 59º, literal b) y último párrafo), en cuanto a los hechos
que lo convierten en definitiva. Asimismo, el artículo 77º del Reglamento dis-
pone que las mercancías puedan ser transferidas automáticamente a favor de
un segundo beneficiario por una sola vez, previa comunicación a la autoridad
aduanera donde se señale, además, el fin, uso y ubicación de las mercancías.
Los bienes ingresados bajo estos regímenes no pueden ser consumidos
en territorio nacional, puesto que existe la obligación de reexportarlos dentro
del plazo máximo fijado para cada uno de ambos regímenes. Por esta razón,
el Reglamento de la Ley del IGV ha precisado que la venta de dichos bienes
no se encuentra gravada con el impuesto: el adquirente de dichos bienes no
puede consumirlo en territorio nacional y tiene la carga de proceder a su reex-
portación dentro de los plazos máximos previstos para cada régimen. Debe
considerarse que, según la Ley General de Aduanas y su Reglamento, solo
cabe una única transferencia.
De otro lado, en ambos regímenes la obligación tributaria nace solo cuan-
do la admisión para reexportación en el mismo Estado o la admisión temporal
para perfeccionamiento activo se convierten en importación definitiva. Esto
puede ocurrir en dos situaciones: al vencimiento del plazo máximo previsto
para dichos regímenes y la nacionalización voluntaria de los bienes.
Por lo tanto, las transferencias de las mercaderías realizadas durante el
plazo de vigencia del régimen de admisión temporal para reexportación en el
mismo Estado y de la admisión temporal para perfeccionamiento activo no
se encuentran gravadas con el IGV, siempre que estos regímenes hubiesen
cumplido con todos los requisitos establecidos por Ley123.
126 Convenio de Cooperación Aduanera, suscrito en Bogotá el 10 de mayo de 1938, que fue
aprobado mediante Resolución Suprema Nº 956 de fecha 18 de noviembre del año 1938.
Posteriormente, el 9 de enero de 1981 se suscribió asimismo el Protocolo Modificatorio del
Convenio de Cooperación Aduanera Peruano-Colombiano de 1938, que entró en vigencia
mediante la expedición del Decreto Supremo Nº 069-82-EFC de fecha 17 de febrero de 1982.
127 NAFTA, por sus siglas en inglés North American Free Trade Agreement. Es el Tratado de
Libre Comercio de América del Norte TLCAN conocido también por TLC o ALÉNA, del
francés: Accord de libre-échange nord-américain. Este es un bloque comercial conforma-
do por los países del Norte de América, Canadá, Estados Unidos y México que establece
una zona de libre comercio. Tratado que entró en vigor el 1 de enero de 1994.
Claro ejemplo de esto es, señalan los autores, la Unión Europea, pues
en ella existe actualmente una moneda única y órganos superiores de regula-
ción, como el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea.
III
Capítulo XI
LA SUJECIÓN PASIVA
EN EL IGV
Sumario:
1. Concepto general. 2. La habitualidad. 3. Los supuestos específicos de
habitualidad. 4. Patrimonios autónomos como sujetos del IGV. 4.1. Los
patrimonios autónomos y sus características comunes. 4.1.1. La garan-
tía de prenda genérica. 4.1.2. El patrimonio de afectación. 4.1.3. El ad-
ministrador del patrimonio. 4.1.4. El control contable separado. 4.2. Los
fondos de inversión y las distintas estructuras jurídicas. 5. Tratamiento
impositivo específico de los patrimonios autónomos en nuestra Ley del
IGV. 5.1. La transparencia fiscal de los fondos y patrimonios fideicometi-
dos. 5.2. El tratamiento en el IGV y en el IR.
1. Concepto general
El IGV grava el consumo de bienes y servicios, por ello, el que sufre la carga
económica de este impuesto es quien realiza el consumo de los bienes y ser-
vicios gravados. Sin embargo, este sujeto no es quien deposita el impuesto
en las arcas del Estado. Este papel es designado legalmente a otros sujetos
denominados contribuyentes o responsables, personas que cumplen el papel
de sujetos pasivos en la relación obligatoria que origina el IGV.
Por esta razón, el Tribunal Fiscal en su Resolución Nº 493-2-2003, de
fecha 29 de enero de 2003, precisa que:
[...] no debe confundirse la calidad de sujeto incidido o persona respecto de la
cual opera la traslación de la carga económica del impuesto que efectúa el contri-
buyente de iure hacia el contribuyente de facto (persona que soporta en definitiva
el gravamen), con la calidad de sujeto pasivo del impuesto establecido por la ley
(persona obligada a pagar el gravamen al Fisco) (las cursivas son nuestras).
La sujeción pasiva es, por lo expuesto, uno de los temas centrales del
IGV. Este pretende afectar a las operaciones empresariales, esto es, la circu-
lación de bienes y servicios dentro del mercado. Por esta razón, los sujetos
que no ejercen o no realizan actividad empresarial no deben estar sujetos al
IGV. En este sentido, la calificación del sujeto pasivo del IGV es objetiva y
automática en las sociedades mercantiles, cuyo propósito es ejercer actividad
empresarial y ofrecer bienes y servicios en el mercado. En cambio, la califica-
ción de sujetos pasivos del impuesto a entidades distintas a las sociedades
2. La habitualidad
El artículo 4º, numeral 1 del Reglamento de la Ley del IGV, dispone en tres de
sus párrafos, lo siguiente:
Para calificar la habitualidad, [...] la SUNAT considerará la naturaleza, caracte-
rísticas, monto, frecuencia, volumen y/o periodicidad de las operaciones a fin de
determinar el objeto para el cual el sujeto las realizó.
En el caso de operaciones de venta, se determinará si la adquisición o produc-
ción de los bienes tuvo por objeto su uso, consumo, su venta o reventa, debiendo
de evaluarse en los dos últimos casos el carácter habitual dependiendo de la
frecuencia y/o monto.
Tratándose de servicios, siempre se considerarán habituales aquellos servicios
onerosos que sean similares con los de carácter comercial.
[...] con relación a lo argumentado por el recurrente, en el sentido que vende el pan a un
precio por debajo de su costo, con la finalidad de beneficiar a la comunidad, no teniendo
ganancia alguna por dicha operación, manifestase que el hecho que el recurrente no ob-
tenga utilidad en tales operaciones, no lo libera de la afectación al IGV, ya que lo que se
grava con tal impuesto es la venta.
6 En la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 6581-2-2002, de fecha 14 de noviembre de 2002,
se señala, sobre un servicio oneroso prestado por una persona jurídica sin actividad em-
presarial, que:
[...] se puede concluir que una persona realiza operaciones habituales respecto de un
servicio, si lo presta en forma reiterada, lo que implica que lo preste más de una vez. Nin-
guna norma establece cuántas veces debe realizarse una operación para que la persona
que presta el servicio sea calificada como habitual, razón por la cual debe analizarse la
frecuencia y el monto de las mismas conjuntamente, y, solo en caso de que estos criterios
evidencien que dichas operaciones tienen un objeto mercantil, el sujeto estaría gravado
con el impuesto.
7 “Son rentas de tercera categoría las rentas generadas por patrimonios en fideicomiso de
sociedades titulizadoras, los fideicomisos bancarios y los fondos de inversión empresarial,
cuando provengan del desarrollo o ejecución de una empresa” (Ley del IR, artículo 28º,
inciso j).
8 Decreto Legislativo Nº 861- Ley de Mercado de Valores, artículo 238º:
Fondo mutuo de inversión en valores es un patrimonio autónomo integrado por aportes
de personas naturales y jurídicas para su inversión en instrumentos y operaciones finan-
cieras. El fondo mutuo es administrado por una sociedad anónima denominada sociedad
administradora de fondos mutuos de inversión en valores, quien actúa por cuenta y riesgo
de los partícipes del fondo.
9 Decreto Legislativo Nº 862-Ley de Fondos de Inversión, modificado por Ley Nº 27641,
artículo 1º, concepto de fondo de inversión:
Fondo de inversión es un patrimonio autónomo integrado por aportes de personas na-
turales y jurídicas para su inversión en instrumentos, operaciones financieras y demás
activos, bajo la gestión de una sociedad anónima denominada sociedad administradora
de fondos de inversión, por cuenta y riesgo de los partícipes del fondo [...]. Estos fondos
también pueden ser administrados por las sociedades administradoras de fondos mutuos
de inversión en valores a las que se refiere la Ley del Mercado de Valores.
10 Decreto Legislativo Nº 861-Ley de Mercado de Valores, artículo 310º, patrimonio fideico-
metido:
El acto constitutivo, una vez cumplida la forma establecida, genera un patrimonio autó-
nomo, distinto al patrimonio propio de la sociedad titulizadora, del fideicomitente, del fi-
creados por leyes especiales, como es el caso del fondo de inversión en tele-
comunicaciones (artículo 12º de la Ley de Telecomunicaciones, TUO-Decreto
Supremo Nº 013-93-TCC del 6 de mayo de 1993).
La característica esencial que se puede resaltar de cada uno de estos
fondos es que implican la constitución de un patrimonio autónomo, cuyo pro-
pósito exclusivo está predeterminado en la ley. Son notas comunes a la exis-
tencia de estos patrimonios:
– La derogación de la garantía ilimitada de la que disponen los acreedores.
Los bienes que conforman estos fondos no pueden ser agredidos por
ningún acreedor del constituyente, del administrador o del beneficiario
del fondo.
– La limitación a la libre disposición de los recursos del fondo. Las facul-
tades de disposición, uso y disfrute sobre los bienes que conforman el
fondo se encuentran predeterminados por la Ley.
– La presencia de un ente (persona natural o jurídica) administrador de
este patrimonio, excepto en el caso del fideicomiso, en que se tiene al
titular del dominio fiduciario.
– El control contable separado de las operaciones que se realizan en la
ejecución del propósito específico.
Estas notas explican por sí mismas la necesidad de que la constitución
de un patrimonio autónomo venga autorizada implícita o explícitamente por la
ley. La voluntad de las partes es insuficiente para sustraer bienes del derecho
de prenda genérica de todo acreedor y para imponer limitaciones en cuanto
a las facultades de uso, disposición o de disfrute de los bienes afectados a la
finalidad específica.
12 Véase: el artículo 273º de la Ley del Sistema Financiero; artículo 306º inciso d), de la Ley
de Mercado de Valores; artículo 262º de la Ley de Mercado de Valores (fondos mutuos); y
el artículo 14º de la Ley de Fondos de Inversión.
13 En este sentido, véase la STJCE, Polysar Investments Netherlands BV v Inspecteur der
Invoerrechten en Accijnzen. Asunto C-60/90, en la que señala que:
Article 4 of the Sixth Council Directive (77/388/EEC) of 17 May 1977, on the harmonization
of the laws of the Member States relating to turnover taxes - Common system of value
added tax: Uniform basis of assessment must be interpreted as meaning that a holding
company whose sole purpose is to acquire holdings in other undertakings, without invol-
ving itself directly or indirectly in the management of those undertakings, without prejudice
to its rights as shareholder, does not have the status of a taxable person for the purposes
of value added tax and therefore has no right to deduct tax under Article 17 of the Sixth Di-
rective. The fact that the holding company belongs to a world-wide group of undertakings,
which appears outwardly under a single name, is not relevant to the company’s classifica-
tion as a taxable person for the purposes of value added tax.
[Artículo 4º de la Sexta Directiva del Consejo (77/388/ CEE) del 17 de mayo de 1977, rela-
tiva a la armonización de las legislaciones de los Estados miembros referidas al Impuesto
sobre el volumen de Negocios - Sistema común del Impuesto sobre el Valor Añadido: Base
imponible uniforme debe interpretarse en el sentido de que una sociedad holding, cuyo
único objetivo consiste en adquirir participaciones de otras empresas, sin que ello implique
una participación directa o indirecta en la gestión de dichas empresas, sin perjuicio de sus
derechos como accionista, no tiene la condición de sujeto pasivo a efectos de Impuesto
sobre el Valor Añadido y, por lo tanto, no goza del derecho a la deducción del impuesto de
conformidad con el artículo 17º de la Sexta Directiva. El hecho de que la sociedad holding
pertenezca a un gran grupo de empresas, que aparece hacia el exterior bajo un solo nom-
bre, no es relevante para que la empresa sea clasificada como sujeto pasivo a efectos de
Impuesto sobre el Valor Añadido (traducción del autor)].
Capítulo XII
EL NACIMIENTO DE LA
OBLIGACIÓN TRIBUTARIA
Sumario:
1. El hecho imponible y el nacimiento de la obligación tributaria. 2. Las
distintas tesis en relación con el hecho gravado y el nacimiento de la obli-
gación tributaria. 3. Los distintos momentos en que se produce la venta
o prestación de servicios. 3.1. El criterio de realización de la venta o
servicio. 3.2. El criterio de la facturación. 3.3. El criterio de percepción de
la contraprestación. 4. La regulación positiva de los distintos momentos
en que se produce la venta o prestación de servicios. 5. Nacimiento de
la obligación tributaria en la venta de bienes muebles. 5.1. Nacimiento de
la obligación tributaria en la venta de naves y aeronaves. 5.2. Nacimiento
de la obligación tributaria en la venta de signos distintivos, invenciones,
derechos de autor y otros. 5.3. Nacimiento de la obligación tributaria en
la venta de bienes muebles en relación con los pagos anticipados. 5.4.
El nacimiento de la obligación tributaria en el caso de la entrega de arras.
5.5. La venta por comisionistas y consignatarios. 5.6. Las operaciones
realizadas en rueda o mesa de productos de las bolsas de productos. 6.
Nacimiento de la obligación tributaria en el retiro de bienes. 7. Nacimiento
de la obligación tributaria en la prestación de servicios. 7.1. Nacimiento
de la obligación tributaria en el caso de pagos parciales. 7.2. Nacimiento
de la obligación tributaria en los establecimientos de hospedaje. 7.3. Na-
cimiento de la obligación tributaria en los servicios de energía eléctrica,
agua potable y servicios telefónicos, télex y telegráficos. 8. Nacimiento
de la obligación tributaria en la utilización de servicios. 9. Nacimiento de
la obligación tributaria en los contratos de construcción. 10. Nacimiento
de la obligación tributaria en la primera venta de bienes inmuebles. 11.
Nacimiento de la obligación tributaria en las importaciones.
15 Véase el capítulo: El hecho imponible en el IGV, donde se desarrolla el tema con amplitud.
16 Hemos señalado que es preciso distinguir en torno a la estructura de la obligación, entre
contenido y objeto. El primero está integrado por el deber jurídico de prestación y el poder
jurídico de exigencia, y el segundo es el bien debido que se debe procurar al acreedor
para satisfacer su interés. Ello por cuanto el objeto de la obligación no es tanto la conducta
del deudor, sino el bien debido que esta conducta procura al acreedor. De otro modo, no
se explicaría cómo el interés del acreedor quedaría satisfecho, aun cuando un tercero
(no deudor) fuese el que ejecute la prestación y le procurase el bien debido, o cuando el
acreedor se procurase el bien debido mediante la ejecución forzada.
17 Al respecto, véase Blanco (2001: 151), Herrero de la Oscosura (1996: 145), Plazas Vega
(1998: 507) y Derouin (1981: 181).
criterio evita que el sujeto del impuesto asuma el costo financiero, que implica
asumir el pago del impuesto aun cuando no hubiera percibido el correspon-
diente precio.
La percepción de la contraprestación se considera como el principal cri-
terio de configuración de la prestación de servicios. En nuestra legislación,
como veremos más adelante, la percepción de la contraprestación explica la
regulación separada de los servicios en general del supuesto de los contra-
tos de construcción. Criterio que también es aplicable a la primera venta de
inmuebles.
Esta diferenciación se fundamenta en el hecho de que el legislador ha
tenido en cuenta que, en el caso de los contratos de construcción y la primera
venta de inmuebles, las operaciones implican una inversión económica eleva-
da para los empresarios. Por este motivo, el impuesto se debe pagar sobre la
base de lo percibido sin generar ningún costo financiero para los empresarios.
En conclusión, por el criterio de lo percibido, el empresario o contribuyen-
te deberá reconocer y pagar el impuesto correspondiente en el momento y por
el monto que verdaderamente perciba. Contrariamente, según el criterio de lo
devengado, los efectos de las operaciones y de los hechos se reconocen en
el momento que se producen y no cuando se cobran o pagan.
Estos criterios tienen por finalidad resolver el problema que se genera por
el hecho de que el sujeto pasivo, que en realidad solo es el sujeto recaudador
del impuesto, no cobra sino hasta que carga al beneficiario de su prestación
con el precio de la misma. Así, solo percibe el impuesto cuando cobra ese pre-
cio, a pesar de que bien se conoce que el IGV grava los consumos realizados.
En definitiva, puede concluirse que la verificación fáctica del hecho ge-
nerador se da cuando concurren en la realidad los aspectos previstos en la
hipótesis de imposición. Por ello, se debe diferenciar entre los supuestos y
ficciones que establece el legislador a efectos de determinar específicamente
el momento de devengo del impuesto del hecho imponible, propiamente, que
se generará con la configuración de sus cuatro aspectos.
Por lo común, las ficciones deben coincidir con los hechos generadores
de las obligaciones y su aspecto temporal. Sin embargo, esto no siempre se
verificará, toda vez que se presentarán circunstancias que modificarán el ciclo
en la venta o en la prestación de servicios, en las empresas. Estas determina-
rán, en algunos casos, que el hecho generador no coincida con los supuestos
de nacimiento de los tributos18.
Que, además de ello, en los contratos de la empresa [...] se estipula que de ser
aceptados los concentrados, estos serán de libre disponibilidad del comprador,
en tal sentido, se advierte que para que sea aceptada la entrega de material de-
bía cumplirse con lo indicado en esta cláusula respecto a los ensayos referencia-
les; sin embargo, de autos no se aprecia cómo se llega a determinar la fecha en
que el material cumple con los requerimientos a fin de determinar la aceptación
del concentrado y, por ende, la disponibilidad de ellos.
Si bien el motivo del traslado de los bienes era la venta, la recurrente solo
estaba obligada a emitir las facturas en caso de la entrega del bien o de recibir
el pago, hechos que, según afirma, ocurrieron posteriormente, por tanto la
emisión de las guías de remisión no acreditan por sí solas el nacimiento de la
obligación tributaria.
entrega de dinero por concepto de arras de retractación no tiene por qué ser considerada
un ingreso que dé lugar al nacimiento de la obligación tributaria.
23 Numeral incorporado por el Decreto supremo Nº 075-99-EF del 12 de mayo de 1999. En
él, se precisa que el artículo 21º de la Ley Nº 26361 establece que en la negociación de
productos la obligación tributaria se origina únicamente en la transacción en que se entre-
gue físicamente el bien o se preste el servicio, y queda, por tanto, inafecta toda operación
anteriormente efectuada con dicho producto o servicio en Bolsa. También se señala que la
Cuarta Disposición Complementaria y Transitoria del Decreto Legislativo Nº 821 estipula
que la obligación tributaria y la inafectación a que se refiere el artículo 21º de la Ley Nº
26361 - Ley sobre Bolsa de Productos está referida al IGV.
debe estar determinado por una ley o un decreto legislativo, pues lo contrario im-
plicaría una violación al principio de legalidad [...] es claro que la ley ha previsto
el nacimiento de la obligación tributaria en la fecha de emisión del comprobante
de pago o de percepción de la retribución, lo que ocurra primero, por lo que la
Administración debió limitarse a verificar la ocurrencia de dichos hechos, no obs-
tante de autos se tiene que no cumplió con ello.
Del mismo modo, el Reglamento de la Ley del IGV establece que la obli-
gación tributaria nace en la fecha de emisión del comprobante de pago por el
monto consignado en el mismo o en la fecha de percepción del ingreso por el
monto percibido, lo que ocurra primero; sea este por concepto de adelanto, de
valorización periódica, por avance de obra o los saldos respectivos, inclusive
cuando se les denomine arras.
Conforme a las normas citadas, la obligación tributaria nace en la fecha
de percepción del ingreso por el monto total o parcial percibido, o en la fecha
de emisión del comprobante de pago, lo que ocurra primero.
En el caso de arras de retractación, la obligación tributaria nace cuando
estas superan el 15% del valor total de la construcción29.
En el caso de las arras (que pueden ser bienes o dinero), debemos preci-
sar que en nuestra legislación civil se distingue entre las arras confirmatorias
y las arras de retractación30.
Las primeras confirman la celebración del negocio jurídico. Según el Có-
digo Civil, las arras constituyen señal de la conclusión del contrato; mientras
que las segundas penalizan el derecho de retractarse de la voluntad de cele-
brar un contrato definitivo. Si se retracta el que entregó las arras, este pierde
el dinero o el bien entregado, y contrariamente quien recibió las arras, debe
devolver el doble del importe recibido.
Reiteramos nuestro comentario realizado en ocasión anterior. Esta pre-
visión normativa debería estar en la Ley y no en la vía reglamentaria. Se está
regulando el nacimiento de la obligación tributaria en un supuesto en el que
aún no existe el hecho gravado. Si bien entendemos que el propósito es evitar
prácticas antielusivas de los contribuyentes, eso no significa que deba pres-
cindirse del principio de reserva de ley. Por el contrario, el respeto de dicho
principio constituye una mayor garantía para el contribuyente31.
retractación, toda vez que su entrega se efectuó durante la ejecución de los contratos de
obra definitivos suscritos [...], pues en ellos se determinó el precio, garantías, plazos de
ejecución de obras, trabajos a ejecutar, planos, permisos, licencias, inspecciones, indem-
nizaciones y seguros, etc., lo que no condice con la naturaleza de las arras de retractación
cuya entrega solo es válida en los contratos preparatorios.
En relación con los importes entregados antes de la suscripción de los mencionados con-
tratos de obra a que hacen referencia los comprobantes de pago [...], es preciso indicar
que resulta evidente que no constituyen arras de retractación, dado que no otorgan el de-
recho de arrepentirse o desligarse de los contratos de obra, sino que responde a la forma
de pago del precio convenido, no habiéndose hecho referencia al derecho de retractación
en ninguna de las cláusulas de los contratos analizados [...].
32 Véase el capítulo referente a la primera venta de inmuebles edificados.
33 En el Informe Nº 015-2001-SUNAT/K00000, se señala que:
Tratándose de operaciones donde los compradores y vendedores son personas domicilia-
das en el país, sin embargo, los bienes se encuentran en el exterior y son transferidos a
precio FOB, para posteriormente los compradores gestionar el ingreso de dichas merca-
derías al país; las mismas se encuentran gravadas con el IGV y en la factura que se emite
por dicha operación deberá consignarse la información indicada en el numeral 1.11 del
artículo 8º del Reglamento de Comprobantes de Pago.
En nuestro país, Cosio Jara (2007: 339) explica que, en los regímenes de
Importación Temporal y Admisión Temporal, el legislador ha establecido que:
[...] numeradas las declaraciones aduaneras de estos dos regímenes nace la
obligación tributaria que si bien no genera una obligación de pago al tercer día
sino al vencimiento del régimen, la misma podría no hacerse efectiva si las mer-
cancías son re-exportadas o exportadas en un producto compensador dentro del
plazo, solo en caso de no regularizarse oportunamente las declaraciones , podría
ejecutarse una Garantía que ya está afecta desde la numeración al cumplimiento
de esta obligación tributaria nacida pero no exigible.
Capítulo XIII
LA BASE IMPONIBLE
EN EL IGV
Sumario:
1. La contraprestación como base imponible en la doctrina y jurispru-
dencia comparada. 2. La base imponible en la Ley del IGV. 3. El valor
de mercado en la Ley del IGV. 4. El valor de mercado como norma de
valoración de la base imponible del IR. 5. Valoración fiscal como instru-
mento al servicio de la finalidad de cada impuesto en particular. 6. El
caso especial de los intereses compensatorios y moratorios en el Código
Civil. 7. Los intereses por el precio no pagado incluidos en la base impo-
nible del IGV. 8. Los intereses moratorios no responden a la finalidad del
impuesto. 9. El caso de los reembolsos de gastos. 9.1. Operación que
da origen al reembolso debe estar gravado con el IGV. 9.2. La regla del
reembolso de gastos no aplica para los costos y gastos que son de cargo
del propio proveedor. 9.3. El reembolso de gasto que no acompaña a
una operación de venta o de servicio no está gravado con el Impuesto.
10. El principio de accesoriedad en la base imponible del IGV. 10.1. El
concepto de necesario para aplicar la regla de la accesoriedad. 10.2.
Entrega de bienes que no constituya retiro de bienes. 11. Conceptos
excluidos de la base imponible del IGV. 12. Operaciones en moneda
extranjera. 13. Disminución de la tasa del Impuesto de 19% a 18%. 13.1.
Disminución de tasa en cada hecho gravado: venta de bienes, servicios
y primera venta. 13.2. Emisión de notas de débito y de crédito. 13.3. IGV
traslado al cliente con error en la tasa del Impuesto. 13.3.1. Traslado de
IGV menor y uso de crédito fiscal hasta ese importe. 13.3.2. Traslado de
IGV mayor y uso de crédito fiscal hasta el importe correcto. 13.3.3. Tras-
lado de IGV mayor y uso de crédito fiscal en su totalidad.
Con este mismo parecer, Checa González (2005: 321) señala que:
[...] la base imponible está constituida por el importe total de la contraprestación
de las operaciones sujetas al mismo procedente del destinatario o de terceras
personas; añadiendo que, en particular, se incluyen en el concepto de contra-
prestación los gastos de comisiones, portes y transporte, seguros, primas por
prestaciones anticipadas y cualquier otro crédito efectivo a favor de quien realice
la entrega o preste el servicio, derivado de la prestación principal o de las acce-
sorias a la misma.
39 De igual manera puntualiza Varona Alabern (1991: 445) al señalar que la contraprestación
“es algo más que el precio en la medida en que hay que agregar otra serie de conceptos, y
algo menos que el precio, ya que no se incluyen en la base imponible algunas cantidades
(por ejemplo, descuentos) que integran aquel”.
40 La Directiva Nº 2006/112/CE del 28 de noviembre de 2006, ha sustituido a la Directiva Nº
77/388/CEE del Consejo, del 17 de mayo de 1977 (la llamada Sexta Directiva), que a la
fecha de sustitución contaba con varias modificaciones lo que acarreaba dificultades en su
aplicación.
41 Es necesario tener en cuenta que “la fijación de la base imponible resulta una operación
clave de cara a la determinación de la cuota tributaria que se le ha de repercutir al desti-
natario del bien o servicio” (González y Almagro 2001: 203).
42 La afirmación de que la base imponible es la cuantificación del hecho gravado es reforza-
da con la opinión de Solé Estelella (2005: 88) quien indica que la base imponible es:
[...] la magnitud dineraria que resulta de la medición o valoración del hecho imponible, es
la cuantificación de su elemento objetivo, que mide la capacidad impositiva del contribu-
yente, y que se manifiesta por la realización de cada hecho imponible. Desde un punto de
vista técnico, es la magnitud sobre la que se aplica el tipo impositivo, para calcular la cuota
del impuesto devengado.
Asimismo, Dino Jarach señala de manera similar que “la base imponible representa uno
de los elementos constitutivos del hecho imponible y responde a la necesidad de cuan-
tificar dicho presupuesto de hecho a fin de aplicar sobre esa cantidad el porcentaje o la
escala progresiva cuya utilización dará como resultado el importe del impuesto” (Jarach,
citado por Fenochietto 2001: 394).
43 Salvador Ramírez (1997: 118) señala, respecto al valor subjetivo fijado contractualmen-
te, que “la base imponible [...] cuando se constituye por una contraprestación monetaria,
como in natura o mixta, debe fijarse en función de un criterio subjetivo: el valor que las
partes le dan y que coincide con la contraprestación efectivamente pagada”.
“La suma total que queda obligado a pagar el adquirente” es, sin ninguna
duda, la contraprestación fijada en el contrato de venta o de prestación de
servicios.
Nuestra Ley adopta, así, el concepto de contraprestación señalado por
Cayón Galiardo y Varona Alabern47 en el sentido de que se incluye no solo el
el IGV. Esto ocurrirá salvo para la determinación del saldo a favor, materia de
devolución o compensación.
De la lectura de ambas normas surge la duda respecto de la base impo-
nible del IGV, de si esta resultaría ser el valor de la contraprestación (artículo
14º de la Ley del IGV) o el valor de mercado (artículo 32º de la Ley del IR).
Y, en su caso, cómo debería entenderse la relación entre ambas normas de
valoración para fines del IGV.
En nuestra Ley del IGV, además, debe considerarse la norma del valor no
fehaciente o no determinado48. Según dicha regla, el valor de la contrapresta-
ción fijado por las partes es “no fehaciente” cuando sea inferior al valor usual
de mercado para otros bienes o servicios de igual naturaleza, salvo prueba en
contrario (artículo 42º de la Ley del IGV).
En tal caso, para la determinación del valor de venta de un bien, de un
servicio o de un contrato de construcción, la Administración Tributaria estima-
rá “de oficio”49, tomando como referencia el valor de mercado de acuerdo a la
Ley del IR.
De la regla descrita, se puede concluir que solo cuando la valoración con-
venida fuera inferior al valor de mercado, la Administración Tributaria tiene la
potestad de corregir (de oficio) la determinación practicada por el contribuyen-
te. Lo haría aplicando las reglas de valor de mercado de la Ley del IR, salvo
que el contribuyente pruebe la razón por la cual acordó una contraprestación
inferior al valor de mercado de bienes de igual o similar naturaleza.
En consecuencia, la aplicación de la regla de valor de mercado en el
ámbito del IGV es potestad de la Administración para corregir la base imponi-
ble autodeterminada por el contribuyente y no es regla de valoración para la
determinación del IGV.
50 Se discute si es una norma antifraude que debe actuar solo cuando la valoración conveni-
da determine un menor pago del IR o cuando fuera fehaciente. Así, por ejemplo, la regla
53 Como ya indicamos, no compartimos la tesis mayoritaria que sostiene que el IGV grava
operaciones concretas, nos adscribimos a las tesis minoritarias que sostienen que el IGV
grava el valor añadido. Véase: Villanueva Gutiérrez (2003: 594-596).
54 Esta idea es resaltada por Gálvez Rosasco (2006: 77).
58 Artículo 1324º del Código Civil: “las obligaciones de dar suma de dinero devengan el inte-
rés legal que fija el BCR, desde el día en que el deudor incurra en mora, sin necesidad de
que el acreedor pruebe haber sufrido daño alguno”.
59 Con arreglo a los artículos 655º y 656º del Código Civil argentino, no se requiere la prueba
del daño tratándose de los intereses moratorios. El artículo 1108º del Código Civil español,
igualmente, califica a los intereses moratorios como indemnizatorios sin necesidad de
prueba del daño.
60 Inclusive a nivel doctrinario se dice que estos intereses, debido a la financiación del precio
o retribución, no deberían estar gravados, porque si “se tiene previsto que no hay IVA
sobre las operaciones de crédito, aplicarlo sobre los intereses de financiación de las ope-
raciones gravadas implica afectar la neutralidad del tributo” (Plazas Vega 1998: 773).
61 Respecto a los intereses compensatorios, la Administración Tributaria en el Informe Nº
016-2008-SUNAT/2B0000 concluye que:
[...] respecto del monto de los intereses que se generan por el financiamiento otorgado
por el propio vendedor de los bienes materia de la importación, que se encuentran deta-
llados en el Literal A del Apéndice I del TUO de la Ley del IGV, debe tenerse en cuenta [...]
En caso que forme parte del valor en aduana de las mercancías importadas y, por ende,
integre la base imponible del IGV aplicable a las importaciones, se encontrará exonerado
del IGV.
62 Respecto a las prestaciones accesorias, Checa Gonzales (2005: 322) indica que:
[...] una prestación debe ser considerada accesoria de una principal cuando no constituye
para la clientela un fin en sí mismo, sino un medio para disfrutar en las mejores condicio-
nes del servicio principal del prestador, tal como lo había declarado en la Sentencia del 22
de octubre de 1998, As. C-308/96 y C-94/97.
63 El Tribunal de Justicia de la CEE sostiene que “solo es imponible si existe entre quien efec-
túa la prestación y su destinatario una relación jurídica, en cuyo marco se intercambian
prestaciones recíprocas, excluyéndose que pueda considerarse contrapartida el dinero
percibido si no hay pacto entre las partes (Sentencia de fecha 3 de marzo de 1993, citada
por Herrero 1996: 166).
Nuestra Ley considera que los gastos asumidos por cuenta del cliente
forman parte de la base imponible cuando consten en un comprobante de
pago emitido a su nombre. La solución de nuestra norma difiere de la Directiva
Europea por razón del comprobante de pago emitido a nombre del proveedor,
en cuyo caso habiendo asumido los gastos en nombre propio (del provee-
dor), pero por cuenta del cliente, estos forman parte de la base imponible del
Impuesto. En cambio, si el comprobante de pago es emitido “a nombre” del
cliente y por cuenta de este, ambas normas coinciden en el sentido que tales
gastos no forman parte de la base imponible del Impuesto.
En realidad, el reembolso de gastos no constituye parte de los costos,
gastos y margen de utilidad del proveedor, no un elemento que conforme el
valor agregado por el proveedor, de modo que técnicamente no debería estar
gravado. Sin embargo, nuestra norma adopta una solución basada más en
razones prácticas que técnicas, pues si el comprobante de pago del gasto se
emite a nombre del proveedor, este se encontrará habilitado para deducir el
crédito fiscal y por lo tanto, su reembolso deberá gravarse con el Impuesto
para generar un efecto neutral en el Impuesto.
9.1. Operación que da origen al reembolso debe estar gravado con el IGV
En nuestra norma se señala que los gastos asumidos “por cuenta del com-
prador o el proveedor del servicio forman parte de la base imponible del Im-
puesto. Nótese que nuestra norma no exige que la operación que da origen al
reembolso (por ejemplo tasas pagadas por cuenta del cliente, gastos exone-
rados del Impuesto asumidos por cuenta del cliente, entre otros) esté gravada
con el Impuesto, sólo exige que el comprobante de pago esté a nombre del
proveedor, lo que puede verificarse tanto en una operación gravada con el
IGV como en operaciones no gravadas con el Impuesto.
Sin embargo, la jurisprudencia del Tribunal Fiscal con buen criterio ha se-
ñalado que esta norma tiene como propósito neutralizar el IGV tomado como
crédito fiscal por el proveedor, de modo que es condición para que el reem-
bolso sea parte de la base imponible del IGV que la operación que origina tal
reembolso esté, a su vez, gravado con el Impuesto.
En efecto, la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 720-3-1998, de fecha 18
de agosto de 1998 en el caso de las Agencias de Aduana que gestionan los
trámites aduaneros en representación del comitente de la mercancía y efec-
túan pagos por cuenta de ellos, los cuales le son reembolsados por práctica
comercial a través de facturas que contienen tres cuerpos: (i) los derechos
de aduana, (ii) los gastos pagados por cuenta del cliente y (iii) la comisión del
agente. El Tribunal ha establecido lo siguiente en relación al rubro (ii) que:
“[...] [D]ichos reembolsos no se encuentran dentro del ámbito de aplicación de la Ley
del Impuesto General a las Ventas, toda vez que no constituyen ingresos propios
de la contraprestación por los servicios que prestan las Agencias de Aduanas[...]”.
“[...] [S]i bien es cierto que los gastos efectuados forman parte de la base imponi-
ble cuando hayan sido facturados a nombre de quien presta el servicio, también
lo es, que dicho precepto legal es aplicable en el entendido que dichos gastos se
hayan encontrado gravados con el Impuesto General a las Ventas, tomando en
cuenta que en este caso, lo que pretende la norma es que el prestador del ser-
vicio recupere el crédito fiscal que fuera trasladado respecto del gasto efectuado
por cuenta del prestatario (en razón de las prácticas comerciales), [...] la presta-
ción del servicio gravado con motivo de dichos gastos gravados fueron prestados
realmente al comitente a quien realmente se le debe trasladar el impuesto mas
no a la Agencia de Aduana [...]”.
9.2. La regla del reembolso de gastos no aplica para los costos y gastos que
son de cargo del propio proveedor
Nos referimos a los costos y gastos que son propios de la venta o de los servi-
cios que realiza el proveedor y que por lo tanto, debe formar parte de la base
imponible del Impuesto. Debemos reiterar que la base imponible del Impuesto
está conformada por todos los costos, gastos y margen de utilidad de los servi-
cios o venta de bienes que realiza el proveedor, lo que incluye conceptos grava-
dos y no gravados con el Impuesto. En efecto, las empresas de servicios gravan
con el Impuesto la totalidad de la retribución pactada con sus clientes, a pesar
que las remuneraciones de los trabajadores no están gravadas con el Impuesto.
En ese sentido, si el arrendatario asume contractualmente el costo de los
arbitrios e Impuesto Predial de un local arrendado, estos tributos no son cos-
tos y/o gastos del arrendatario sino del propietario, de modo que, al incluirse
en el importe de la factura se deben gravar con el Impuesto. A pesar, que el
Impuesto Predial y Arbitrios no están gravados con el Impuesto siendo gastos
propios de los servicios de arrendamiento que ofrece del proveedor, deben
67 En esta Resolución el Tribunal Fiscal indica que, lo se pretende con la inclusión en la base
imponible de los reembolsos por gastos efectuados, es que el prestador de servicio recu-
pere el crédito fiscal que le fuera trasladado respecto del gastos efectuado por cuenta del
prestatario, tal como lo señala la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 720-3-98, asimismo,
cabe agregar que dichos reembolsos serán gravados siempre que estén referidos a un
servicio prestado por el contribuyente.
68 El Tribunal Fiscal en la Resolución Nº 526-2-2001 expresa que con referencia al reembol-
so de “los gastos incurridos por cuenta del turista por concepto de servicios exonerados
o inafectos al referidos impuesto en el caso de turismo nacional, cabe señalar que... los
gastos realizados por cuenta del comprador o usuario del servicio que forman parte de la
base imponible cuando hayan sido facturados a nombre del vendedor, constructor o quien
preste el servicio, precisión que tiene sustento por el crédito fiscal originado por esos
gastos, que será aplicado por quien solicita el reembolso (vendedor, constructor o quien
presta el servicios, tal como lo ha hecho la recurrente al incorporar en su factura no sólo
una comisión, sino también los conceptos que debían ser reembolsados por el usuario de
los servicios”.
69 En la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 543-2-99 se hace mención a, “los gastos efectua-
dos por cuenta del cliente forman parte de la base imponible siempre hayan sido factura-
dos a nombre de quien presta el servicio considerado que lo que pretende la norma es que
el prestador del servicio recupere el crédito fiscal que le fuera trasladado al haber efectua-
do un gasto por cuenta del usuario. Si los gastos asumidos no se encuentran gravados con
el IGV, éstos no pueden formar parte de la base imponible al solicitarse el reembolso”.
70 Checa González 2002: 253.
71 Se corrobora, una vez más, la idea de que la prestación accesoria corre la misma la suerte
de la prestación principal, con lo señalado por la Administración Tributaria en el Informe Nº
048-2007-SUNAT/2B0000 al concluir que:
[...] a fin de determinar si el servicio de transporte de combustible realizado por vía terres-
tre constituye un servicio independiente o accesorio a la operación de venta del bien, de-
berá evaluarse cada caso concreto, teniendo en cuenta, [...], las condiciones contractuales
pactadas para la venta del bien y los usos y costumbres que pudieran ser aplicables.
lo reafirma Mazza y Enrico (2002: 315) al indicar que los “servicios comple-
mentarios a la operación gravada, por aplicación de [...] la Teoría de Unicidad,
[...] siguen igual tratamiento que la operación principal; es decir, pasan a estar
gravados aun cuando, considerados independientemente, se hallen exentos
o no gravados”72.
El conocido principio jurídico que predica “lo accesorio sigue la suerte de
lo principal”73 tiene sustento en la “teoría de unicidad”, según la cual:
[...] los actos o manifestaciones son inseparables, siendo que, a excepción de
que la ley disponga algún tratamiento especial, debe tenerse en cuenta el trata-
miento que la ley ha previsto para la operación principal. En ese sentido, el fin
común de dos prestaciones distintas sirve para delimitar cuándo son autónomas
y cuándo se trata de una obligación principal u otra accesoria; en este último
caso, la ulterior actividad (accesoria) debe ser añadida para poder alcanzar el
objetivo perseguido con la primera obligación (Herrero 1996: 78-79).
Esto es expresado en el artículo 14º de nuestra Ley del IGV, el que es-
tablece que, cuando con motivo de una operación gravada, se proporcionen
bienes muebles o servicios exonerados o inafectos, estos formarán parte de
la base imponible de la operación gravada. En sentido inverso, cuando con
motivo de una venta o servicio exonerado o inafecto se proporcionen bienes
y servicios gravados, el valor de estos también estará exonerado o inafecto.
En ambas situaciones se exige por vía reglamentaria que los bienes o
servicios accesorios sean necesarios para realizar la operación de venta del
bien, prestación de servicios o contratos de construcción, y que consten for-
malmente en el comprobante de pago correspondiente.
Sin embargo, la norma es más exigente para aplicar la regla de la acce-
soriedad en el caso de la entrega de bienes o prestación de servicios grava-
dos. Estos pasan, en virtud de la accesoriedad, a estar exonerados o inafec-
tos, pues, en tal caso, exige a) que obedezca a prácticas usuales de mercado,
[...] puede señalarse que si con motivo de la venta de bienes a su cliente la empresa pro-
veedora brinda el servicio de transporte y para ello requiere contratar unidades de trans-
porte para la entrega de dichos bienes en el lugar designado contractualmente por este
último, el servicio de trasporte resultará accesorio a la operación de venta de los citados
bienes; debiéndose entender que la retribución por el servicio de transporte forma parte
del valor de venta de los bienes [...].
72 Con el mismo parecer, Fenochietto (2001: 405) señala que:
[...] cuando se presten servicios accesorios a un operación gravada y dichos servicios
fuesen alcanzados por una tasa de impuesto distinta a la que está alcanzada la operación
principal, esta última arrastrará a los servicios, los que estarán alcanzados por la misma
alícuota de la operación principal, tal como si se tratara de un hecho único.
73 Reiterada jurisprudencia del Tribunal Fiscal declara que lo “accesorio sigue la suerte de lo
principal”. Así, en la Resolución Nº 907-5-97 de fecha 26 de mayo de 1997 y la Resolución
Nº 374-1-2000 de fecha 16 de junio del 2000, declara que “el atributo de accesorio de un
bien o servicio está en el hecho de que necesariamente se tenga que dar o prestar con la
realización de la operación principal”.
b) que sea otorgado con carácter general en todos los casos en los que con-
curran iguales condiciones, c) que no constituya retiro de bienes, y d) que
conste en el comprobante de pago o en la nota de crédito respectiva.
En este mismo sentido, el Tribunal Fiscal en la Resolución Nº 00002-5-
2004 de fecha 2 de enero de 2004, declara que:
[...] la teoría de la unicidad, que justifica la idea de que lo accesorio sigue la suer-
te de lo principal, se encuentra expresamente regulada en el segundo párrafo del
artículo 14º, cuando establece que los bienes o servicios que se proporcionen
con motivo de una venta, prestación de servicios o contrato de construcción se-
guirán la suerte de estas últimas (gravado, inafecto o exonerado, según el caso);
pero, además, también se encuentra recogida en el primer párrafo del citado
artículo al disponer que integran la base imponible los cargos que se efectúen
por separado de aquel y, aún, cuando se originen en la prestación de servicios
complementarios, en intereses devengados por el precio no pagado o en gastos
de financiación de la operación.
76 Checa González (1987: 66) considera que los descuentos y bonificaciones que figuren se-
paradamente en factura, que se concedan previa o simultáneamente al momento en que
la operación se realice y en función de ella y que, además no constituyan remuneración de
otras operaciones, requisito este que impide la reducción de la base imponible en aquellos
supuestos del comercio de distribución en los que los titulares de marcas practican, por
ejemplo, los descuentos a los distribuidores para que estos exhiban o anuncien de modo
preferencial sus productos.
77 Solé Estalella (2005: 93-94) señala, de manera similar, que se excluyen de la base impo-
nible las “Indemnizaciones que son cantidades que se perciben como compensación de
daños o perjuicios sufridos. Desde esta óptica, no retribuyen ningún tipo de operación, por
lo que no pueden incluirse en base imponible alguna”.
78 Respecto a los reembolsos, Solé Estalella (2005: 93-94) señala que consisten en “los
anticipos que se hacen por cuenta y cargo de otra persona, con ocasión de mandato
o de trabajos profesionales. En ellos, una persona, normalmente un proveedor o pres-
tador de servicios, solo actúa como mediador en el pago entre su cliente y un tercero.
Como tales, no deben incluirse en base imponible alguna del proveedor, puesto que, con
ellos, dicho proveedor no está satisfaciendo la contraprestación de ninguna operación
propia”.
13.3.1. Traslado de IGV menor y uso de crédito fiscal hasta ese importe
Si se traslada el IGV por un monto menor (18%) al que corresponde (19%),
el adquirente sólo puede usar el crédito fiscal hasta el importe que le ha sido
trasladado. En este caso, se estará produciendo una omisión del 1% por con-
cepto de IGV para el proveedor que es muy probable que deba asumirlo con
cargo a sus propios recursos, generando un gasto no deducible para efectos
del IR. La única manera de lograr el traslado del punto adicional de IGV sería
emitiendo una nota de crédito y generando nueva factura. La nota de crédito
por el uso de una tasa equivocada del IGV está basada en el Artículo Único
de la Resolución de Superintendencia Nº 12-92-EF/SUNAT publicada el 14 de
enero de 1992, en cuyo inciso d) se señala que procede la emisión de notas
de crédito “por modificaciones en el monto del Impuesto derivadas de errores
u omisiones”.
13.3.2. Traslado de IGV mayor y uso de crédito fiscal hasta el importe correcto
Si se traslada el IGV por un monto mayor (19%) al que corresponde (18%),
el adquirente sólo puede utilizar el crédito fiscal hasta el importe correcto del
Impuesto. Si este fuera el caso, el proveedor estaría realizando un pago en
exceso del 1% y dicha situación podría corregirse emitiendo una de nota de
crédito por el 1% siempre que se acredite el adquirente no ha usado ese punto
en exceso. En este caso, la nota de crédito por el 1% sólo ajustará el Impuesto
Bruto del proveedor, pero no el crédito fiscal del adquirente que podría haber
deducido con la tasa correcta del 18%.
El Informe Nº 107-2003 de 17 de marzo de 2003 recoge los conceptos
antes expresados. En efecto, señala que “Tratándose del exceso del impuesto
que por error se hubiera consignado en el comprobante de pago, únicamente
procederá la aplicación de lo dispuesto en el inciso c) del artículo 26º del TUO
de la Ley del IGV; en ese sentido, para que proceda el ajuste del impuesto
bruto el contribuyente deberá emitir la nota de crédito respectiva y acreditar
que el comprador no ha utilizado el exceso como crédito fiscal”.
IV
Capítulo XIV
EL DERECHO AL CRÉDITO
FISCAL
Sumario:
1. Finalidad económica del impuesto y el hecho gravado. 2. Enfoque
doctrinal del derecho al crédito fiscal. 3. La neutralidad económica y el
crédito fiscal como su correlato jurídico. 4. Nacimiento del derecho al
crédito fiscal. 4.1. Características del costo o gasto para fines del IR.
4.1.1. Objetividad del costo o gasto. 4.1.2. Efectividad del costo o gasto.
4.2. Características del destino a operaciones gravadas. 4.2.1. Costo o
gasto y destino a operaciones gravadas como una sola exigencia. 4.2.2.
Inmediatez y cambio de destino. 4.2.3. Conexión directa o indirecta con
operaciones gravadas. 5. La carga de la prueba y ejercicio del derecho
al crédito fiscal. 5.1. La función de la factura. 5.2. Ejercicio del derecho al
crédito fiscal hasta el 23 de abril de 2008. 5.3. El ejercicio del derecho al
crédito fiscal a partir del 24 de abril de 2008. 5.3.1. Resolución del Tribu-
nal Fiscal Nº 1580-5-2009 publicada el 3 de marzo de 2009 como prece-
dente de observancia obligatoria. 5.3.2. Incumplimiento o cumplimiento
parcial tardío o defectuoso en relación al Registro de Compras. 5.3.3.
Los requisitos formales de una lectura conjunta de las Leyes Nº 29214 y
Nº 29215. 5.3.4. Regularización de períodos anteriores a la expedición
de las Leyes Nº 29214 y Nº 29215. 6. La anotación en el Registro de
Compras. 6.1. La anotación en registros computarizados. 6.2. Registro
de Compras computarizado como documento electrónico. 6.3. La imple-
mentación del Sistema de llevado de Libros y Registros Electrónicos. 7.
La legalización del Registro de Compras antes y después de la vigencia
de las Leyes Nº 29214 y Nº 29215. 8. La obligación de detracción. 9. La
obligación de “bancarización”. 10. La caducidad del derecho al crédito
fiscal. 11. La imprescriptibilidad del derecho al crédito fiscal ejercido. 12.
El crédito fiscal como costo o gasto a efectos del IR. 13. Interrelación
entre la deducción del crédito fiscal, la relación de repercusión y na-
cimiento de la obligación tributaria - precios de transferencia. 13.1. El
traslado del impuesto como condición legal para el uso del crédito fiscal.
13.2. Momento en que tiene lugar el nacimiento de la obligación tributa-
ria y momento en que tiene lugar la deducción del crédito fiscal. 13.3. El
momento del nacimiento de la obligación tributaria y el momento de la
emisión del comprobante de pago. 13.4. El Informe Nº 093-2011/SUNAT
de 11 de agosto de 2011. 13.5. Informe Nº 030-2011/SUNAT de 30 de
marzo de 2011. 14. Conclusiones.
Impuesto General a las Ventas peruano. Es esta deducción la que permite que la
materia imponible en el impuesto sea realmente al valor añadido en cada tramo
de la cadena de producción y comercialización de los bienes y servicios. Y es
esta deducción inmediata la que, además de ser un instrumento técnico orien-
tado a facilitar que el impuesto grave el valor añadido, constituye el mecanismo
que asegura que el impuesto no suponga un coste para el empresario y, por
tanto, que tal impuesto se exija en condiciones de estricta neutralidad.
En este sentido, García Novoa (2007: 86) señala que el Tribunal de Jus-
ticia de la Comunidades Europeas:
[En] las sentencias Ronpelman Aff., de 14 de julio de 1998 (Ass. 123 y 330/87),
Oro de 5 de diciembre de 1989 (As. 165/88) y Genios Holding de 13 de diciembre
de 1989 (As. 349/87) insisten en que “un elemento básico del Impuesto sobre el
Valor añadido consiste en que, en cada transacción, el Impuesto al Valor Añadi-
do solo es exigible hecha la deducción del importe de la cuota que ha gravado
directamente el coste de los diversos elementos constitutivos del precio de los
bienes y los servicios”. El sistema común del Impuesto al Valor Añadido, como
dice la Sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas Ghent
Coal Terminal, de 15 de enero de 1998, As. 37/1995, “garantiza, por lo tanto,
la perfecta neutralidad con respecto a la carga fiscal de todas las actividades
económicas, cualquiera que sean los fines o los resultados de las mismas, a
condición de que dichas actividades estén, a su vez, sujetas al Impuesto al Valor
Añadido.
(1979: 605) señala que: “es pacífica la opinión de la doctrina en admitir que
se trata de un verdadero derecho de crédito del operador económico contra
el ente impositor, derecho que consiste en deducir del importe del impuesto
relativo a las operaciones efectuadas, el impuesto satisfecho o debido por el
contribuyente”4.
Al ser un derecho de crédito, el Estado se encuentra obligado a reem-
bolsar, según la legislación de que se trate, mediante la compensación au-
tomática legal, y subsidiariamente mediante la devolución, aunque en otras
legislaciones —como en el caso de Perú— no se permite el reembolso del
crédito, hecho que altera la neutralidad del impuesto.
La configuración del hecho imponible como tributo de carácter periódico
parece enfrentar una dificultad insalvable. Al ser el tributo una obligación ex
lege, no podría integrarse en su estructura un derecho de carácter facultativo
que pueda alterar, a discreción del sujeto, el nacimiento de la obligación tribu-
taria y su cuantía.
Nada impide, sin embargo, que el derecho de deducción se regule como
derecho de ejercicio obligatorio5, como ocurría en el caso de la legislación
peruana, en la cual no existía posibilidad de renuncia ni ejercicio libre a la
decisión de su titular6. Esta situación se justificaría por el interés público en
la funcionalidad del tributo, como un impuesto neutral para el empresario y
que incide económicamente en el consumo final de bienes y servicios. Sin
embargo, a partir de la reforma operada a través de las Leyes Nº 29214 y Nº
29215 puede interpretarse que la deducción del crédito fiscal es potestativa
dentro del plazo de doce meses siguientes a la emisión del comprobante de
pago.
Otro aspecto que conviene resaltar es que el derecho de deducción nace
ope legis en cuanto el sujeto actúa como empresario en la realización de la
adquisición que da lugar al derecho. Es consustancial al derecho de deduc-
ción que el sujeto haya actuado como empresario. La deducción en tanto
actuación como empresario permite jurídicamente plasmar la neutralidad de
los intermediarios durante la cadena de distribución.
4 Al respecto, cabe mencionar que el profesor Casado Ollero (1979: 605) sostiene una tesis
particular: el derecho de deducción es un tertiun genus que se ubica entre el mero interés
legítimo y el derecho subjetivo. La doctrina añade en torno a la naturaleza del derecho de
deducción que se trata de un auténtico crédito del impuesto, esto es, un crédito tributario.
5 Así lo dispone el artículo 18º de la Ley del IGV en el Perú, lo cual es reiterado jurispru-
dencialmente por el Tribunal Fiscal. Este órgano administrativo señala además que el
empresario carece de facultades para discrecionalmente ejercer el derecho de deducción.
Resolución Nº 112-03-96 de fecha 12 de enero de 1996.
6 La Resolución del Tribunal Fiscal Nº 228-2-97 de fecha 19 de febrero de 1997 sostiene que:
[...] el titular no está facultado para aplicar el derecho de deducción contra el impuesto que
resulte de ventas anteriores a la emisión de las facturas que sustentan tal derecho. Esto
implica que el titular no tiene facultad de aplicar el derecho de deducción contra operacio-
nes anteriores, ni tampoco posponer su ejercicio a períodos posteriores.
7 Véase también en este sentido Ramírez Gómez (1997: 171-172), Derouin (1981: 231) y
Pérez Herrero (1997: 259).
8 En la Directiva Nº 2006/112/CE relativa al sistema común del Impuesto sobre el Valor Aña-
dido del Consejo de la Comunidad Europea del 28 de noviembre de 2006 (que sustituyó a
la Sexta Directiva), en el artículo 168º se señala que:
En la medida en que los bienes y los servicios se utilicen para las necesidades de sus
operaciones gravadas, el sujeto pasivo tendrá derecho, en el Estado miembro en el que
realice estas operaciones, a deducir del importe del impuesto del que es deudor.
En el Perú se expresa esta exigencia disponiendo que la adquisición que da lugar al dere-
cho de deducción sea costo o gasto para fines del IR o, dicho de otro modo, en la medida
en que la adquisición califique como gasto necesario para las actividades económicas
de la empresa, esto es, en la medida en que la adquisición cumpla con el principio de
causalidad.
9 La única manera de que el impuesto grave el valor agregado sería planteando que este
sea el hecho imponible, lo cual sería incompatible con la tesis —asumida como premisa—
de que el hecho imponible es cada operación de venta y prestación de servicios.
10 Véase acerca de la naturaleza del derecho subjetivo el trabajo de Escobar Rozas (2002:
125 y ss.).
11 “Como todos los derechos subjetivos el derecho de crédito se encuentra limitado por la
función y finalidad para la cual ha sido atribuido a su titular” (Diez-Picazo 1996: 108).
sujeto pasivo, este derecho nacerá y se podrá ejercer de modo inmediato sin que
pueda ser sometido a limitaciones”12.
12 Véase también en este sentido, Ramírez Gómez (1997: 171-172); Derouin (1981: 231); y
Pérez Herrero (1997:259).
13 Véanse: las Resoluciones del Tribunal Fiscal Nº 282-4-97 de fecha 27 de febrero de 1997,
Nº 335-1-2000 de fecha 31 de mayo de 2000 y Nº 306-4-97 de fecha 4 de marzo de 1997.
14 Es el caso de la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 453-5-2001 de fecha 27 de abril de
2001, en la cual el Tribunal Fiscal ha declarado que se tiene derecho al crédito fiscal a
pesar de que el contribuyente reciba un bono que compense en parte los gastos incurridos
por la empresa.
15 La Resolución del Tribunal Fiscal Nº 453-5-2001 de fecha 27 de abril de 2001, citada an-
teriormente, validó el uso del crédito fiscal entre otras consideraciones al señalar que los
ingresos que constituyeron el bono habían sido considerados para efecto de los pagos a
cuenta del Impuesto a la Renta y el Impuesto a la Renta Anual.
4.2.1. Costo o gasto y destino a operaciones gravadas como una sola exigencia
La segunda exigencia es que las adquisiciones que den lugar al crédito fiscal
se destinen a operaciones por las cuales se deba pagar el impuesto (Ley del
IGV, artículo 18º, inciso b). Así, aun cuando el sujeto se comporte como em-
presario en la adquisición gravada, no es titular del crédito fiscal si es que esa
adquisición no se destina a operaciones gravadas. Es un requisito extrínseco:
el sujeto pese a actuar como empresario no goza del derecho al crédito fiscal
si es que no se cumple con él.
En consecuencia, este requisito niega el derecho al crédito fiscal para
las adquisiciones destinadas a operaciones exoneradas o inafectas. En es-
tas operaciones, la cadena de deducciones queda rota y el impuesto termina
afectando al intermediario, quien debe asumirlo como costo de sus productos
o servicios. En estos casos, el impuesto se convierte en uno que afecta los
consumos intermedios y no solo el consumo final.
La jurisprudencia del Tribunal Fiscal (Resolución Nº 5837-4-2002 de fe-
cha 26 de septiembre de 2002) ha señalado que este requisito es aplicable
cuando las empresas realizan simultáneamente operaciones gravadas y ope-
raciones exoneradas o inafectas. El objetivo es evitar que aquellas adquisicio-
nes gravadas con el impuesto que se destinan a operaciones no gravadas que
efectúe el contribuyente otorguen derecho al crédito fiscal.
Este razonamiento sirve para sustentar la deducción de gastos cuyo des-
tino a operaciones resulte impreciso. Es el caso de los gastos recreativos a
favor del personal, seguros médicos a favor del personal y, en general, todo
gasto cuyo destino a operaciones gravadas luzca mediatizado. En tales ca-
sos, si la empresa solo realiza operaciones gravadas, bastará la causalidad
del gasto en los términos explicados en el acápite precedente para que proce-
da el uso del crédito fiscal17.
17 Este es el sentido señalado en el Reglamento de la Ley IGV, artículo 6º, numeral 1, inci-
so d).
Nº 612-5-97 de fecha 17 de febrero de 1997 permite la deducción del crédito con facturas
en las cuales se consigna en forma equivocada el RUC.
20 RTF Nº 2717-4-96 de fecha 23 de diciembre de 1996, RTF Nº 825-4-97 de fecha 27 de
agosto de 1997 en las cuales se precisa acertadamente que el desconocimiento del dere-
cho al crédito fiscal por aspectos formales, terminaría convirtiendo un impuesto concebido
como de valor agregado en un impuesto tipo acumulativo, alterando su naturaleza.
21 RTF Nº 825-4-97 de fecha 27 agosto de 1997, RTF Nº 1009-3-97 de fecha 9 de diciembre
ma. De modo que este requisito, y no el plazo, devenía en ilegal. Así, el contri-
buyente podría ejercer su derecho al crédito fiscal dentro de los cuatro meses
sin necesidad de acreditar retraso alguno.
Ahora bien, ¿cuándo se entiende que las operaciones se han realizado?
Aunque la norma era imprecisa en cuanto al momento en que se realizaban
las operaciones, debe entenderse que ello tiene lugar, en el caso de las ven-
tas, cuando se produzca el devengo del impuesto, sin interesar en este caso
si se ha emitido o no el comprobante de pago correspondiente. Vale decir, pro-
ducido el nacimiento de la obligación tributaria referido a las operaciones gra-
vadas (ventas o servicios), habrán de anotarse ellas en el Registro de Ventas.
En cambio las compras se entenderán realizadas cuando, una vez pro-
ducido el devengo del impuesto, se hayan emitido los comprobantes de pago
que las justifiquen y se encuentren en posesión del comprador. Si esto último
no ocurre, se permite excepcionalmente que el comprador se encuentre en
posesión de los documentos justificativos dentro de un plazo determinado.
Como puede verse, a diferencia del Registro de Ventas, la anotación de
las operaciones en el Registro de Compras requería no solo la realización de
la compra (que, entendemos, se produce cuando se devenga el impuesto),
sino también con la emisión y entrega del comprobante de pago. Entonces,
tal anotación había de producirse en el mes en que se realiza la operación y,
excepcionalmente, en el mes en que se recibía el documento justificativo del
crédito fiscal.
En estas condiciones, la anotación no constituía una facultad de libre
ejercicio, sino un deber que se cumplía en la oportunidad señalada por la nor-
ma. Ella debía producirse en el mes en que se realizan las operaciones y, de
manera excepcional, en meses posteriores, si el comprobante justificativo se
hubiera recibido con retraso.
5.3. El ejercicio del derecho al crédito fiscal a partir del 24 de abril de 2008
A raíz de la vigencia de las Leyes Nº 29214 y Nº 29215, publicadas el mismo
día en el diario oficial El Peruano y con vigencia simultánea a partir del 24 de
abril de 2008, se ha suscitado una serie de dudas en relación con la oportuni-
dad del ejercicio del crédito fiscal. Así como una ardua discusión sobre la re-
troactividad o no de la regularización del crédito fiscal de ejercicios anteriores
por defectos formales.
Es importante resaltar el hecho de que la Ley Nº 29214 fue publicada a
insistencia del Congreso de la República, pese a la negativa del Presidente de
la República de promulgar la Ley. Frente a ello, el Ejecutivo tramitó su propia
norma, la Ley Nº 29215, que pretende precisar y complementar lo dispuesto
por la Ley Nº 29214. Así, en la perspectiva del Ejecutivo, el ejercicio del crédi-
to fiscal debe estar regido fundamentalmente por la segunda norma y no por
la primera.
22 Con la Leyes Nº 29214 y Nº 29215 se ha suscitado una situación inusual, porque se han
publicado dos leyes el mismo día y con vigencia simultánea a partir del día siguiente. Ello
puede conducir al “Conflicto sincrónico total-parcial entre normas del mismo grado”, que
se produce cuando dos normas son promulgadas simultáneamente por el mismo órgano.
Es total-parcial cuando una de las normas no puede ser aplicada bajo ninguna circuns-
tancia sin entrar en conflicto con la otra, mientras que esta tiene un campo adicional de
aplicación, el cual no entra en conflicto con la primera. Una norma limita la validez de la
otra. En relación con las Leyes Nº 29214 y Nº 29215, podemos comentar lo siguiente:
a) No puede hablarse de la derogación de la norma cuyo ámbito de validez quede limita-
do por la otra. Puede decirse que la consecuencia jurídica de la norma cuya validez se
limita entra en vigencia conforme al ámbito delimitado por la otra norma.
b) Aquí tampoco puede hablarse de modificación del comando normativo de la norma. La
modificación supone la vigencia anterior de la Ley modificada.
c) Pareciera que el comando normativo de la Ley Nº 29214 es determinado por la Ley Nº
29215 en referencia al ejercicio del derecho al crédito fiscal.
“Conflicto sincrónico total-total entre normas del mismo grado”: existe un conflicto total-
total cuando ninguna de las normas puede ser aplicada bajo ninguna circunstancia sin
entrar en conflicto con la otra. ¿Cómo resolvemos el conflicto? No funcionan el criterio de
ley posterior, ley especial ni jerarquía. Entonces, podría plantearse la prevalencia entre las
tres formas de normas jurídicas (imperativa, prohibitiva y permisiva).
“Conflicto sincrónico parcial-parcial entre normas del mismo grado”: existe conflicto par-
cial-parcial cuando cada una de las normas tiene un campo de aplicación en el cual entra
en conflicto con la otra, pero también tiene un campo adicional de aplicación en el cual no
se producen conflictos.
5.3.3. Los requisitos formales de una lectura conjunta de las Leyes Nº 29214 y
Nº 29215
Veamos en el siguiente cuadro los requisitos formales del crédito fiscal que
resultan de la lectura concordada de ambas leyes.
24 Fazzini (2000: 59) agrega, en relación con el derecho de deducción, que deben distinguir-
se tres momentos:
– La nascita del diritto alla detrazione del tributo, fissata nel momento di esigibilitá del
tributo.
– L’insorgere della situazione di vantaggio (credito di imposta) che consegue al compi-
mento dell’atto strumentale per l’adempimento dell’onere della registrazione del docu-
mento passivo.
– L’esercizio del diritto di detrazzione constituito dell’imputaziones (computo) del credito
d’imposta nella liquidazione periodia o annuale (imputazione che configura un atto
strumentale per l’esercizio di un diritto).
y servicios para fines de control del crédito fiscal. Su llevanza está sujeta al
cumplimiento de ciertos deberes jurídicos formales, tales como: la legaliza-
ción, la anotación de comprobantes de pago, el atraso máximo permitido y el
empastado.
– Uno de los deberes formales está dado por la legalización de los libros
contables, el cual se regula en la Resolución de Superintendencia Nº
234-2006/SUNAT del 30 de diciembre de 2006. Esta norma dispone, en
su artículo 3º, titulado “Oportunidad de la legalización”, que los libros y
registros deben ser legalizados antes de su uso, incluso cuando estos
últimos sean llevados en hojas sueltas. Dicha resolución regula el plazo
en que se debe proceder a legalizar los libros contables.
– Otro deber formal está dado por la anotación de los documentos en los
libros contables, el cual está regulado en el Reglamento de la Ley del
IGV, cuyo artículo 10º, numeral 3) señala las condiciones bajo las cuales
tal anotación ha de llevarse a cabo.
– Otro deber formal es el atraso máximo permitido en cuanto a la llevanza
del Registro de Compras. La Resolución de Superintendencia Nº 234-
2006/SUNAT, en su artículo 8º, nos remite al Anexo II, código 8, en la que
se señala que el atraso máximo es de 10 días hábiles contados a partir
del primer día hábil del mes siguiente a aquel en que se recepcionen los
comprobantes de pago.
Como se observa, la legalización y la anotación son deberes jurídicos
formales independientes regulados por dos normas jurídicas distintas. Por lo
que su cumplimiento o incumplimiento debe evaluarse en forma independien-
te. Así, la legalización oportuna no implica que la anotación lo haya sido y, del
mismo modo, la legalización extemporánea no determina que la anotación
corra la misma suerte.
En este orden de ideas, es posible que la legalización haya sido oportuna
y que la anotación haya sido extemporánea y viceversa, que la legalización
haya sido extemporánea y la anotación oportuna. Ello implica examinar en
cada caso concreto el cumplimiento o incumplimiento de estos deberes jurí-
dicos formales.
Si bien la legalización pudo haber sido extemporánea, de tal hecho no se
deriva que se haya anotado los comprobantes que sustentan la deducción del
crédito fiscal recién a partir de la fecha de la legalización. En otras palabras,
el incumplimiento del deber de legalizar oportunamente, que es un hecho in-
dependiente, no acredita la anotación extemporánea de los comprobantes de
pago25.
[...] la resolución de multa [...] impugnada ha sido girada por infracción de llevar con atraso
mayor al permitido por las normas vigentes los libros de contabilidad u otros registros exi-
gidos por leyes, reglamentos o resoluciones de superintendencia, prevista por el numeral
4 del artículo 175º del Código Tributario.
Que la Administración considera que dicha infracción se encuentra acreditada por el he-
cho de que los Registros de Compras y Ventas, Libros Mayor y Diario, la recurrente anotó
operaciones de períodos anteriores a la fecha de legalización.
[...] sin embargo, tal situación no acredita el atraso en dicho libro, puesto que jurídicamente
este recién existe desde su legalización o apertura y en consecuencia solo podría llevarse
con atraso desde dicha fecha; en tal sentido, a efectos de determinar atrasos anteriores
a su existencia, tendría que verificarse los libros y registros anteriores que, en todo caso,
sería el vigente a la fecha de comisión de la infracción que se le imputa a la recurrente.
26 Como es conocido, tal parecer no es compartido por el Tribunal Fiscal, por cuanto en reite-
radas oportunidades, como por ejemplo en las Resoluciones Nº 6294-3-2007 de fecha 10
de julio de 2007 y en Nº 10257-4-2007 de fecha 26 de octubre de 2007, se señala:
Que de las normas que regulan el procedimiento de autorización de los libros y registros
contables vinculados a asuntos tributarios, se desprende que los libros y registros com-
putarizados se llevan utilizando hojas computarizadas, y que tales registros o libros com-
putarizados son las referidas hojas computarizadas en las que se anotan las operaciones
pertinentes, siendo que de no existir tales hojas computarizadas no podría afirmarse que
un determinado contribuyente lleva un libro o registro contable en particular, no pudiendo
considerarse que el libro o registro computarizado es el sistema o software contable.
[...] lo antes señalado guarda coherencia con la exigencia de la legalización de los libros
contables establecida en la resoluciones de superintendencia [...], de lo cual se deja cons-
tancia física en la primera hoja de tales libros, siendo que interpretarse que el registro
contable es el sistema o software contable y no de hojas computarizadas haría imposible
la legalización exigida en dichas normas al no resultar esta posible y vaciaría de contenido
a las mismas.
Que en tal sentido no puede entenderse que el ingreso de información a un sistema o
software contable que es llevado en forma computarizada constituya la anotación de las
operaciones, siendo que por el contrario dado que el registro contable es llevado en forma
computarizada, la aludida anotación se verificaría al momento en que dicha información es
impresa en las hojas legalizadas.
Por otro lado, respecto a este sistema la SUNAT ha expresado las venta-
jas que generará este nuevo sistema, tales como:
• Seguridad en el almacenamiento de los registros y archivos, toda vez
que en adelante la información y archivos estarán protegidos adecuada-
mente contra pérdidas, robos o cualquier accidente o caso fortuito que se
genere.
• Reducción de costos en la legalización de los libros y hojas sueltas, que
con la Resolución de Superintendencia Nº 234-2006/SUNAT, se habían
incrementado.
Sin embargo, respecto a este nuevo sistema existen críticas por el lado
empresarial, ya que sostienen que se generará un cambio cultural que traerá
complicaciones de orden técnico y administrativo, además de generar mayo-
res costos para su implementación y adecuación.
Otro tema de preocupación es que la información registrada podrá ser
conocida inmediatamente por la Administración, siendo que ella tendrá la in-
formación de las operaciones del empresario en tiempo real, lo que preocupa
en el supuesto que estas puedan contener contingencias que facilitarían la
imposición de multas.
Evidentemente, los cambios siempre crean temor, y sobre todo los tec-
nológicos, pero se debe de tener en cuenta que cada vez la tecnología se
desarrolla más, y las empresas que se quieren desarrollar se deben adecuar
a ellas, aunando ello a la necesidad de la Administración de modernizar sus
sistemas de fiscalización, a fin de hacerlo más eficaz.
27 Decreto Legislativo Nº 929, artículo 1º, literal c), publicado el 10 de octubre de 2003.
8. La obligación de detracción
En los últimos años se ha agregado el requisito del depósito de la detracción
como condición para el ejercicio del derecho al crédito fiscal. La detracción,
como veremos más adelante, es un deber jurídico formal que obliga al com-
prador o usuario al pago parcial del precio de una operación en la oportunidad
y forma previstas en la Ley, con prescindencia de lo pactado en el contrato28.
Nótese que la obligación de pago del precio tiene origen en el contrato
(compraventa o prestación de servicios), de modo que la prestación de dar
que cumple el comprador o usuario no nace de la Ley, sino del contrato. La
Ley impone la oportunidad y forma del pago parcial, esto es, deberes formales
de hacer, pero no la prestación de dar una suma de dinero, que viene a ser la
contraprestación del contrato de compraventa o prestación de servicio sujeta
a la detracción.
La Ley ha supeditado el ejercicio del derecho al crédito fiscal al mes en
que se realice el depósito de la detracción. En consecuencia, este deber for-
mal es un auténtico requisito que condiciona el ejercicio del derecho al crédito
fiscal.
9. La obligación de “bancarización”
De conformidad con lo establecido en la Ley Nº 28194 —Ley de Bancariza-
ción—, las obligaciones dinerarias que superen los mil dólares o tres mil qui-
nientos nuevos soles deben cancelarse con los medios de pago señalados en
su artículo 5º. Este artículo menciona, entre otros, al depósito en cuentas, a
28 Primera Disposición Final del Decreto Legislativo Nº 940. Derecho al crédito fiscal, saldo
a favor del exportador o cualquier otro beneficio vinculado con el IGV, así como sustentar
gasto y/o costo para efecto tributario.
En las operaciones sujetas al Sistema, los adquirentes de bienes, usuarios de servicios o
quienes encarguen la construcción, obligados a efectuar la detracción:
1. Podrán ejercer el derecho al crédito fiscal o saldo a favor del exportador, a que se re-
fieren los artículos 18º, 19º, 23º, 34º y 35º de la Ley del IGV, o cualquier otro beneficio
vinculado con la devolución del IGV, a partir del período en que se acredite el depósito
establecido en el artículo 2º.
los giros, a las transferencias de fondos, a las órdenes de pago, a los cheques
con la “cláusula no negociable”, “intransferible”, “no a la orden” u otro equiva-
lente, entre otros.
Así, la bancarización29 es un deber formal en virtud del cual la Ley fija la
forma de pago de la contraprestación de la venta o prestación del servicio.
A diferencia de la detracción, la bancarización no modifica la oportunidad de
pago prevista en el contrato sino solo la forma de pago, es decir, los medios
de pago formalmente previsto en la Ley de Bancarización (Ley Nº 28194 pu-
blicada el 26 de marzo de 2004).
Lo importante es que la bancarización no es un requisito para el ejercicio
del derecho al crédito fiscal. Es solo un requisito que permite convalidar o in-
validar el crédito fiscal previamente usado.
La razón por la que sostenemos que no es un requisito para el ejercicio
del crédito fiscal es que la oportunidad de pago de la contraprestación está
prevista en el contrato. De modo que si dicho pago, en la forma prevista en la
Ley, fuera requisito para el uso del crédito fiscal, se dejaría librada a la volun-
tad de las partes el ejercicio del derecho al crédito fiscal. Esto es incompatible
con el carácter obligatorio del ejercicio del crédito fiscal y además con el con-
trol fiscal del impuesto.
Su función es colaborar en las labores de control fiscal y su incumpli-
miento debe preverse como infracción. Este es el caso de la detracción, mas
no así la bancarización. Lo que definitivamente es inaceptable es que el in-
cumplimiento de cualquiera de estos deberes origine la pérdida del derecho
de deducción.
Esta situación genera consecuencias jurídicas sustantivas (desconoci-
miento del crédito fiscal y el gasto) derivado del incumplimiento de la detrac-
ción o de la bancarización. Ello, como señala Bravo Cucci, encubre técni-
camente verdaderas sanciones impropias y se hace tabla rasa de todas las
garantías mínimas del derecho sancionador.
El control fiscal no puede servir para adoptar medidas que anulen el nú-
cleo esencial del derecho. ¿Qué justificación se puede argüir si ante una com-
pra real debidamente sustentada no se ha bancarizado ni se ha realizado la
detracción para negar el derecho al crédito fiscal?30
29 Por su parte, Picón Gonzáles (2008: 49) explica que “es la obligación formal mediante
la cual el contribuyente que pretenda deducir el gasto o costo de su adquisición, deberá
efectuar el pago de las contraprestaciones (precios) superiores a S/.5 000 o US$ 1 500 (a
partir de 2008 es S/. 3 500 o US$ 1 000) mediante los medios de pago regulados.
30 Esta pregunta fundamental ha dado lugar a que el artículo 8º de la Ley Nº 28194 no men-
cione que no procede el crédito fiscal aunque la operación no sea real, como lo señalaba
el Decreto Legislativo Nº 939. Igualmente, resulta dudoso que ante una detracción extem-
poránea practicada dentro de los 4 períodos tributarios no otorgue derecho a crédito fiscal,
aunque en tal situación habrá lugar a la imposición de una multa, pero no desconocimiento
del crédito fiscal.
crédito fiscal. Por interpretación a contrario, el IGV constituye costo o gasto para
fines del IR cuando no se tenga derecho a aplicar el IGV como crédito fiscal35.
El Reglamento complementa esto, al disponer, en su artículo 10º, nume-
ral 4) que, vencido el plazo de los 4 meses, el adquirente que haya perdido
el derecho al crédito fiscal podía contabilizar el impuesto como costo o gasto
para efecto del IR.
En este sentido, como se señala en la RTF Nº 4425-2-2003 de fecha 6
agosto de 2003 “[...] el derecho a utilizar el impuesto generado en las adquisi-
ciones de bienes y servicios como crédito fiscal prima sobre la deducción de
este como gasto o costo del Impuesto a la Renta, hecho que solo se produce
cuando no existe tal derecho”.
Por su parte, la Administración Tributaria, en el Informe Nº
230-2005-SUNAT/2B0000, ha señalado que:
En caso de no cumplirse con alguno de los requisitos formales previstos en el
artículo 19º del citado TUO y no pueda subsanarse dicho incumplimiento (por no
haberlo establecido la norma, o habiéndolo establecido el sujeto no esté en la
posibilidad de efectuar dicha subsanación), el IGV que afectó las adquisiciones
podrá constituir gasto o costo para efecto de la determinación del Impuesto a la
Renta, tal como lo establece el artículo 69º del TUO de la Ley del IGV. Para tal
efecto, sin embargo, se agrega, deberá verificarse —además— si de acuerdo
con la normatividad que regula el Impuesto a la Renta se cumplen los requisitos
para la deducción del IGV como gasto o costo.
En relación con el ámbito de aplicación del artículo 69º de la Ley del IGV,
es conveniente tener presente las siguientes situaciones:
a) Es aplicable para las entidades exoneradas del IGV que no tienen dere-
cho a aplicar el IGV de compras como crédito fiscal, pero sí como costo
o gasto para fines del IR36.
b) Es aplicable para las situaciones en las que el comprobante de pago no
cumple con la información mínima exigida por la Ley. A saber:
35 Ley del IGV, artículo 69º.- El Impuesto General a las Ventas no constituye gasto ni costo
para efectos de la aplicación del Impuesto a la Renta cuando se tenga derecho a aplicar
como crédito fiscal.
36 En el Informe Nº 260-2005-SUNAT/2B0000, se señala que:
En caso de que las adquisiciones de bienes estén destinadas a la venta para consumo en
la Región Selva, operación que se encuentra exonerada del IGV, no procede utilizar como
crédito fiscal el IGV trasladado en las mismas, por cuanto dichas adquisiciones no están
destinadas a operaciones por las que se deba pagar el IGV.
En este caso, este impuesto constituirá costo o gasto para efectos del Impuesto a la Ren-
ta, de acuerdo a lo previsto en el artículo 69º del TUO de la Ley del IGV y siempre que se
cumpla con el principio de causalidad y no exista prohibición legal.
No obstante, si no se cumplen con los requisitos establecidos para el goce de la exone-
ración del IGV, se podrá utilizar como crédito fiscal el IGV trasladado en la compra de
los bienes, en la medida en que se cumplan con todos los requisitos establecidos en los
artículos 18º y 19º del TUO de la Ley del IGV.
13.1. El traslado del impuesto como condición legal para el uso del crédito fiscal
El traslado económico del IGV se encuentra regulado en el tercer párrafo del
artículo 38º de la ley de dicho impuesto, en el capítulo correspondiente a “Me-
dios de Control, Registros y Comprobantes de Pago”. Dicho artículo establece
lo siguiente: “El comprador del bien, el usuario del servicio incluyendo a los
arrendatarios y subarrendatarios, o quien encarga la construcción, están obli-
gados a aceptar el traslado del Impuesto”.
Esta norma, que regula el traslado económico del impuesto, comprende
un aspecto que se encuentra cubierto por la autonomía privada de las partes,
puesto que la obligación de pagar el precio de los contratos (ventas o servi-
cios) nace del acuerdo libre entre vendedor y comprador. En ese sentido, si
surgiera algún evento de incumplimiento o desacuerdo entre las partes, con
relación al traslado económico del impuesto, que es parte del precio, el con-
flicto se debe ventilar como un conflicto privado, de derecho civil y no como un
conflicto de derecho público y ante el Tribunal Fiscal.
El traslado de la carga económica del IGV es un aspecto que correspon-
de a la autonomía de la voluntad de las partes, en el sentido que estas pueden
libremente pactar que un impuesto, que por su naturaleza no es trasladable,
se traslade.
Ello queda evidenciado en el caso del Impuesto a la Renta. En efecto,
en el artículo 47º de la ley de dicho impuesto se admite que éste se traslada,
pese a que en principio goza de una naturaleza no trasladable.
De la misma forma, si bien el tercer párrafo del artículo 38º de la Ley del
IGV regula la traslación económica, es perfectamente posible que las partes
acuerden no trasladar la carga económica de dicho impuesto.
14. Conclusiones
a) El derecho al crédito fiscal materializa jurídicamente el principio de neu-
tralidad económica en el IGV, que viene a ser su razón de ser como im-
puesto que afecta el consumo final de bienes y servicios. El derecho al
crédito fiscal es consustancial a la calidad de empresario que debe reunir
su titular. Esa relación crédito-empresario está expresada en nuestra Ley
a través del requisito de la causalidad, la cual debemos entenderla según
su finalidad.
b) Así, cuando la limitación o prohibición de deducción de gastos obedezca
a situaciones en que la Ley presume que tales gastos son de tipo per-
sonal o privado, no cabrá el derecho al crédito fiscal; pero cuando esas
restricciones obedezcan a otras razones (dificultades de valoración en el
aporte de marcas o en su transferencia, etcétera) sí cabrá el derecho al
crédito fiscal. Por esa misma razón habrá lugar al crédito fiscal cuando,
por imperio de la Ley, los gastos que lindan con los gastos personales
hayan sido calificados como empresariales (gastos recreativos a favor de
los trabajadores).
c) El ejercicio del derecho al crédito fiscal era de carácter obligatorio con el
régimen vigente hasta el 23 de abril de 2008, y es de carácter facultativo
dentro del mes de emisión del documento y los doce meses siguientes
con el régimen vigente a partir del 24 de abril de 2008.
d) Debe distinguirse en cuanto a este “derecho” el cumplimiento de la carga
de la prueba y el ejercicio del “derecho”. La Ley regula ambos planos en el
artículo 19º como requisitos formales. Sus funciones jurídicamente son di-
versas: el primero tiene por objeto acreditar la existencia del “derecho”. El
segundo, en cambio, tiene por objeto exteriorizar el ejercicio del “derecho”,
el mismo que debe producirse en las oportunidades que la Ley señala.
e) El ejercicio del “derecho” al crédito, obligatorio según la sistemática del
régimen anterior, debía producirse en el mes en que se realizaban las
Capítulo XV
Sumario:
1. Encuadre constitucional de los deberes formales en el IGV. 2. El naci-
miento del derecho al crédito fiscal. 3. Los requisitos formales en el IGV
para ejercer el derecho al crédito fiscal. 3.1. La posesión del comproban-
te de pago. 3.2.1. La anotación del comprobante de pago en el Registro
de Compras. 3.2.2. Los defectos formales en relación con el Registro de
Compras. 4. El incumplimiento de requisitos formales y la supuesta pér-
dida de derechos sustanciales. 5. La jurisprudencia comunitaria andina
frente al incumplimiento de deberes formales y su deducción como crédi-
to fiscal. 6. La jurisprudencia comunitaria europea frente al incumplimien-
to de deberes formales y su influencia en el derecho de deducción. 7. El
crédito fiscal como derecho de configuración legal y no constitucional en
la Sentencia del Tribunal Constitucional. 8. Los requisitos formales des-
de la vigencia de la Ley Nº 29214 y Nº 29215 y su vigencia retroactiva.
9. Pronunciamientos del Tribunal Fiscal sobre la aplicación de la Ley Nº
29214 y Nº 29215 a períodos anteriores. 10. Los defectos formales del
registro de compras. 11. Los defectos formales de los comprobantes de
pago. 12. Emisor habilitado para la emisión de comprobante de pago. 13.
El concurso de defectos formales. 14. Conclusiones.
40 Respecto al concepto de los deberes formales, Blanco (2004: 197), siguiendo a Villegas,
precisa que se puede:
[...] concebir a estos deberes como un conjunto de obligaciones de hacer y no hacer de
los sujetos pasivos de las obligaciones tributarias, de contenido no pecuniario, y que se
originan con ocasión de la tributación. Dentro de esta definición amplia se ubicarán pues
una serie de deberes que están presentes, en mayor o menor medida, en todos los tributos
y en todos los ordenamientos jurídicos, como puede ser, en vía de ejemplo: la inscripción
en registros especiales; la emisión de cierta documentación; el registro y/o contabilización
internas de las operaciones [...] etcétera.
41 La diferencia entre ambas ramas del Derecho radica en que la existencia del título valor
por sí mismo es suficiente para acreditar el derecho; mientras que en el Derecho Tributa-
rio, la sola existencia de factura no es título suficiente, aunque si necesario, del derecho
de deducción.
Por su parte, Checa González (2002: 320), citando otra Sentencia del
Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, señala que:
Esta doctrina ha recibido el importante respaldo del Tribunal de Justicia de las
Comunidades Europeas, toda vez que en su Sentencia de 5 de diciembre de
1996, As. C-85/95, John Reisdorf/ Finanzamt Köln-West, se reconoció implícita-
mente que los medios de prueba del IVA soportado no pueden limitarse de forma
que se haga imposible o sumamente difícil ejercitar el derecho a la deducción
de las cuotas, indicando a este respecto que: “procede declarar que, a falta de
normas específicas relativas a la prueba del derecho de deducción, los Estados
miembros están facultados para exigir la presentación del original de la factura
para justificar este derecho y la de admitir, cuando el sujeto pasivo ya no la po-
sea, otras pruebas que demuestren que la transacción objeto de la solicitud de
deducción se produjo efectivamente”.
Fruto de todo ello ha sido que la Administración Tributaria ha rectificado su tradi-
cional postura restrictiva, y así ya se puede leer, en la consulta de la DGT de 25
de abril de 2001, algo que era impensable en tiempos pasados:
La falta de factura completa o del recibo exigido por la normatividad del IVA, sin
perjuicio de las consecuencias sancionadoras que de ello puedan derivarse por
la posible comisión de infracción simple, no supone la imposibilidad de probar
la realidad y el importe de las operaciones celebradas sin ese concreto soporte
documental, por cuanto resultará de aplicación lo previsto en los artículos 114º y
115º de la LGT, en los que se establece que quien haga valer su derecho deberá
probar los hechos normalmente constitutivos del mismo, siendo de aplicación
en los procedimientos tributarios las normas que sobre medios y valoración de
pruebas se contienen en el Código Civil y en la Ley de Enjuiciamiento Civil, con
las especialidades que en el ámbito tributario se establecen.
impone al adquirente obligaciones excesivas y poco razonables para que controle por
cada operación comercial que realice si su proveedor continúa inscrito en los Registros de
la Administración.
Que la finalidad de los requisitos formales que la Ley del IGV prevé como imprescindibles
para utilizar el crédito fiscal es que el adquirente exija un comprobante de pago emitido co-
rrectamente, que permita controlar el cumplimiento de las obligaciones por el transferente
o prestador del servicio.
Que de lo expuesto resulta que si bien la verificación de la correcta emisión del compro-
bante de pago corresponde al adquirente, ello solamente puede exigírsele en la medida
en que el incumplimiento del emisor sea verificable por dicho adquiriente en el momento
de efectuar la operación.
52 Del mismo parecer es Rodríguez Dueñas (2000: 175), cuando señala que: “en cuanto a
los requisitos formales que se encuentran contenidos en el artículo 19º de la Ley del IGV,
debemos señalar que, en nuestra opinión, no son requisitos constitutivos del crédito fiscal,
sino requisitos procedimentales o de validación para hacer efectivo el ejercicio del derecho
al crédito fiscal y que se encuentran estrechamente vinculados con elementos que permi-
ten evidenciar la realización de la adquisición.
57 No usamos el verbo “habría sido modificada” porque ello supone la vigencia de una nor-
ma anterior que es modificada en su contenido normativo por una norma posterior. En su
lugar, usamos el verbo “habría sido precisada” en su comando normativo por la segunda
norma.
62 Al respecto, cabe señalar las siguientes RTF, en las cuales se realiza una interpretación de
la ley conforme a lo señalado.
En la RTF Nº 0055-1-2000, de fecha 21 de enero de 2000, el Tribunal señala:
[...] en cuanto al reparo al crédito fiscal por no estar sustentado con el original de la factura
[...], este Tribunal ha establecido mediante las Resoluciones Nº 2353-4-96 y Nº 1000-4-99
que el extravío del referido documento no conlleva la pérdida del crédito fiscal en aquellos
casos en que la preexistencia del comprobante de pago y la existencia de la operación
resultan comprobables, por lo que en el caso de autos resulta necesario que la Adminis-
tración verifique dicha situación [...].
En la RTF Nº 551-5-2000, de fecha 27 de julio de 2000 se precisa que:
En relación con lo manifestado por la Administración en el sentido de que las facturas
de compra presentadas por la recurrente son apócrifas debido a que fueron emitidas en
imprentas no autorizadas por la SUNAT, cabe señalar que, si bien el Reglamento de Com-
probantes de Pago estableció [...] que solo se consideraran comprobantes de pago a los
documentos impresos en imprentas inscritas en el registro de imprentas, la verificación
del cumplimiento de dicho requisito no se puede exigir al comprador de un bien o de un
Con acierto, Sainz de Bujanda (1985: 219) señala que en esta relación
entre interés fiscal y derechos fundamentales:
La Administración propende, a medida que aumenta su poder, a desconocer los
derechos de la persona individual, sacrificándolos en aras de un llamado interés
“superior” [...] misión de los juristas es luchar sin tregua para que las metas del
bien común no se manipulen y tergiversen con el propósito de justificar la lesión
o el despojo de los intereses individuales legítimos. Ordénese, por tanto, la ley
hacia la consecución del bien común [...], pero sin olvido de su función de garan-
tía. Trasladado al campo financiero: organícese un justo sistema de imposición
y postúlese una justa asignación de los gastos públicos; mas no se debiliten los
resortes que garantizan los derechos de la persona individual —de cada contri-
buyente— en el marco de las relaciones intersubjetivas con la Hacienda Pública.
servicio, por lo que tal circunstancia no podría acarrear la pérdida del crédito fiscal, en
caso se compruebe que el proveedor efectivamente emitió los comprobantes de pago que
sustentan el crédito fiscal reparado.
63 Las Leyes Nº 29214 y Nº 29215 han recogido esta idea, corrigiendo la situación existente
hasta el 23 de abril de 2009, fecha de publicación de ambas leyes.
entendido como una causal de pérdida o impedimento del ejercicio del dere-
cho al crédito fiscal.
va. La causa es que una forma procesal determinaba la pérdida del derecho
al crédito fiscal, a pesar de que este se encontraba plenamente acreditado.
Esto significa que el crédito fiscal tiene relevancia constitucional en los as-
pectos procesales que la regulan. Ello, porque todo derecho debe ser probado
y, en este particular caso, tal derecho de prueba está limitado a las formalida-
des establecidas en la Ley del IGV. Limitaciones y formalidades que no son
proporcionales ni adecuadas a los fines de que pretende conseguir la norma.
Agrega el Tribunal:
Que de las normas antes citadas se desprende que el incumplimiento de la le-
galización del Registro de Compras no implicará la pérdida del crédito fiscal ni
su diferimiento a la fecha de su legalización. Que asimismo se desprende que el
incumplimiento de las formalidades relacionadas con el Registro de Compras no
originará la pérdida del ejercicio del derecho al crédito fiscal.
14. Conclusiones
No podría admitirse en un Estado de Derecho, equilibrado entre el interés pú-
blico de recaudar lo justo y los derechos fundamentales de las personas, que
los requisitos formales de segundo grado, contenidos en una norma regla-
mentaria (decreto supremo), e incluso a partir del año 2008 en una norma re-
glamentaria de menor rango (resolución de superintendencia), restrinjan con
igual medida o intensidad que la factura, el derecho a la tutela judicial efectiva
y el principio de capacidad contributiva que se encuentran en la Constitución
Política de Perú.
Ello supondría que cualquier error en el registro de los datos contenidos
en el comprobante de pago tendría el mismo carácter y peso que la ausencia
de un comprobante de pago. Esto, evidentemente, no se ajusta a una recta
interpretación constitucional de dichos deberes formales ni a los principios
de proporcionalidad ni razonabilidad. Si así ocurriera, como ya señalamos, el
contribuyente estaría sometido a un “sistema” de pruebas tasadas, constituido
por la posesión de la factura y sus requisitos, la anotación en el Registro de
Compras, el cumplimiento de cada uno de los requisitos previstos en el Re-
glamento para el Registro de Compras, todos ellos requisitos con igual peso
y relevancia jurídica.
Capítulo XVI
Sumario:
1. El destino a operaciones gravadas como razón de la prorrata del cré-
dito fiscal. 2. La deducción del crédito fiscal y su corrección a través de
la prorrata del crédito fiscal. 3. Clases de prorrata. 3.1. Prorrata especial.
3.2. Prorrata por actividades relacionadas. 3.3. Prorrata provisional. 3.4.
Prorrata general. 4. Operaciones que dan lugar a la aplicación de la pro-
rrata. 4.1. El concepto de operaciones no gravadas. 4.2. Operaciones no
consideradas como “no gravadas”. 4.3. Algunas operaciones que no de-
terminan la prorrata. 4.3.1. El retiro de bienes. 4.3.2. Transferencia antes
de despacho a consumo. 5. Proporción aplicable: ¿un período tributario
o varios períodos tributarios? 6. Conclusiones.
71 En igual sentido, Durán-Sindreu Buxadé (2001: 54) señala que: “[...] acorde con la finali-
dad del impuesto, tan solo son deducibles aquellas cuotas soportadas en la adquisición de
bienes y/o servicios que se incorporan efectivamente al mismo”.
72 Al respecto, Bravo Cucci (2001) señala que:
[...] las operaciones que de acuerdo al reglamento no califican como operaciones no
gravadas (vale decir no son operaciones para efectos del impuesto), en nuestra opinión
debe entenderse que la mención efectuada incluye en general a todas las operaciones
excluidas del ámbito de aplicación del impuesto, vale decir aquellas que califican como
inafectas, con excepción de aquellas expresamente señaladas en el reglamento como “no
gravadas” (las cursivas son nuestras).
3. Clases de prorrata
3.1. Prorrata especial
La prorrata especial alude, en realidad, a una situación en la que, esencial-
mente, no se aplica una fórmula de proporción. Solo se hace residualmente
respecto de las adquisiciones comunes, cuyo destino no pueda determinarse
fehacientemente. Entonces la prorrata especial encierra fundamentalmente la
aplicación de las normas generales del IGV, en cuanto al cómputo del crédito
fiscal (sistema de destinación específica). Y accesoriamente se acude a una
proporción matemática para determinar el “grado de afectación” de las adqui-
siciones comunes en relación con operaciones gravadas bajo la mecánica de
la prorrata general.
Por lo cual, en la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 2232-4-2002, de fecha
25 de abril de 2002, se precisa:
77 Esta Directiva, como ya se precisó en otros capítulos, sustituyó a la antigua Sexta Directiva.
Insumo Valor de
Producto Otros costos Total costos Margen
gravado venta
Tomates S/. 5 000 S/. 2 000 S/. 7 000 10%= S/. 700 S/. 7 700
Conservas S/. 5 000 S/. 5 000 S/. 10 000 30%= S/. 3 000 S/. 13 000
Insumo Valor de
Producto Otros costos Total costos Margen
gravado venta
Tomates S/. 7 000 S/. 2 800 S/. 9 800 10%= S/. 980 S/. 10 780
Conservas S/. 3 000 S/. 3 000 S/. 6 000 30%= S/. 1 800 S/. 7 800
Bobinas de Valor de
Producto Otros costos Total costos Margen
papel venta
Papel cortado S/. 5 000 S/. 2 000 S/. 7 000 10%= S/. 700 S/. 7 700
Libros S/. 5 000 S/. 5 000 S/. 10 000 30%= S/. 3 000 S/. 13 000
Pues bien, este aserto nos permite inferir que cuando el legislador se
refiere a “operaciones comprendidas en el artículo 1º de la Ley” lo hace con la
finalidad de encontrar —precisamente—, en las operaciones que calificarán
como no gravadas, alguna vinculación con la dinámica y desarrollo del me-
canismo del valor agregado. Es decir, si están en el artículo 1º de la Ley del
IGV es porque guardan cierta vinculación con el impuesto. En esta medida
precisan incluirse como “no gravadas”, en tanto sean exoneradas o inafectas.
La norma —adviértase— no incluye de facto como “no gravadas” a las ope-
raciones inafectas o exoneradas, sino que previamente sostiene: “en tanto
estén comprendidos en el artículo 1º de la Ley”79.
Hemos sostenido en anterior oportunidad, como también lo han hecho
otros, que la definición de “operaciones gravadas” adolece de una grave im-
perfección técnica. “Lo comprendido en el artículo 1º de la Ley” no puede
calificar como inafecto, porque ello significaría afirmar que lo comprendido no
está comprendido, o que lo incluido no está incluido80. Más aún, tampoco tiene
sentido la referencia a operaciones comprendidas en el artículo 1º respecto de
las exoneradas, porque estas —de plano— están comprendidas en el ámbito
de aplicación. Ello resultaría a todas luces reiterativo e inútil. Entonces, ¿de-
bemos concluir que la norma no sirve?, ¿que en tales circunstancias era mejor
no decir nada que haberlo dicho tan mal? Nuestro entendimiento, por encima
de las incoherencias técnicas de las que adolece esta definición, es que es un
avance frente a la indefinición absoluta en la que nos encontrábamos antes de
la expedición de esta norma. Es posible sobre esta “realidad jurídica” delinea-
da por el legislador construir un mensaje normativo coherente.
Si el propósito del legislador es delinear un nexo de vinculación de las
“operaciones no gravadas” con el ámbito de aplicación del impuesto, entonces
ble reducida, de modo que el monto equivalente al valor CIF era fiscalmente
indiferente. Este valor entraba en contacto con la mecánica del IGV solo con
ocasión de la importación de bienes. Así, este valor estaba fuera del campo
de aplicación hasta el momento en que se producía la importación de los
bienes, razón por la cual no originaba la aplicación de la prorrata del crédito
fiscal, más aún cuando no había lugar a restituir un crédito fiscal previamente
aplicado y relacionado al valor CIF. De este modo, se conseguía conciliar el
gravar dicha operación por el valor agregado equivalente al exceso del valor
CIF y, por otro lado, sostener que el valor equivalente al CIF no califica como
“operación no gravada”, porque es fiscalmente neutral hasta el momento en
que se realiza la importación de los bienes.
Cabe resaltar, en este punto, las Resoluciones del Tribunal Fiscal Nº 929-
5-1997 de fecha 10 de junio de 1997 y Nº 631-1-1999 de fecha 10 de agosto
de 1999, que señalaban que el Decreto Legislativo Nº 775 grava con dicho
impuesto, entre otros, la venta de bienes muebles en el país. En tal sentido, no
pueden considerarse las ventas efectuadas antes de despacho a consumo,
pues las mismas se entienden como realizadas fuera del país. Es decir, am-
bas resoluciones sostienen atinadamente que la venta antes de despacho a
consumo está fuera del campo de aplicación del impuesto bajo la vigencia del
Decreto Legislativo Nº 775. Sin embargo, dicha afirmación no podía aplicarse
a la transferencia antes de despacho a consumo que exceda del valor CIF,
pues constituía una operación gravada. Por ello, no podía entenderse realiza-
da fuera del país. Lo que sí puede afirmarse, aplicando la ratio decidendi de
dichas resoluciones y otras citadas anteriormente, es que el valor CIF encon-
traba el ligamen de conexión con el valor agregado solo con ocasión de su
importación efectiva. De manera que este valor no deba dar lugar al cómputo
de la prorrata83.
Como puede verse, el Reglamento de la Ley del IGV exige, para con-
siderar una operación como no gravada, que dicha operación se encuentre
prevista en el artículo 1º de la Ley el IGV (venta de bienes, prestación de
servicio, contratos de construcción, importación), y que luego se encuentren
exoneradas o inafectas del impuesto. La lógica de dicha definición es que las
operaciones que dan lugar a prorrata son aquellas que guardan relación o
afectan la liquidación del impuesto. Esto solo sucede si la operación no grava-
da se encuentra, en principio, en el artículo 1º de la Ley, bajo la condición de
exonerada o inafecta.
Sobre la base de lo expuesto, concluimos que las ventas antes de des-
pacho a consumo no se encuentran comprendidas dentro del artículo 1º de
la Ley del IGV mientras no se produzca su nacionalización definitiva. En este
sentido, la primera operación que toma contacto con el campo de aplicación
del impuesto es la importación de bienes, de modo que las transferencias an-
tes de que esta se produzca son irrelevantes para fines del impuesto.
Similar situación se produce en la venta de bienes ingresados bajo admi-
sión o importación temporal. En definitiva, dichas transferencias no guardan
vinculación con el campo de aplicación del impuesto y, por lo tanto, no afectan
su liquidación hasta el momento en que se produce su importación definitiva.
84 Rodríguez Dueñas (2000: 182) señala un ejemplo claro de cómo la mala redacción de la
norma distorsiona toda la estructura del impuesto:
[...] puede ocurrir que un sujeto pasivo del impuesto realice por única vez operaciones no
gravadas y posteriormente pura y exclusivamente operaciones gravadas, en cuyo caso,
en aplicación literal de la norma, dicho sujeto deberá aplicar la prorrata durante los próxi-
mos doce meses, aun cuando en dicho período no realice operaciones no gravadas. Tal
interpretación atenta a todas luces contra la estructura técnica del IGV, toda vez que se
está limitando la aplicación del crédito fiscal a un sujeto pasivo que se encuentra realizan-
do operaciones gravadas y que puede identificar el destino de sus adquisiciones como
plenamente afectas a tales fines.
6. Conclusiones
De lo expuesto en el tenor del presente capítulo, podemos extraer algunas
conclusiones, a propósito de las bondades y defectos de las reglas de propor-
ción del crédito fiscal recogidas en el Reglamento:
a) La definición de “operaciones no gravadas” permite circunscribir el uni-
verso de operaciones que obligan a los contribuyentes a practicar la regla
de proporción. Así, se ha dado un paso importante en aras de la seguri-
dad jurídica. Este aserto se corrobora porque la definición ha permitido
excluir del universo de operaciones que derivan en la “regla de propor-
ción”, a operaciones que se mantienen fuera de la mecánica del impues-
to. Es decir, a operaciones que no guardan ningún punto de conexión
con el impuesto y, por lo tanto, son neutrales al mismo. De esta forma,
el legislador toma un punto intermedio entre la interpretación extensiva y
restrictiva del término “operaciones no gravadas”, al señalar que las ope-
raciones exoneradas, y solo ciertas inafectaciones, compartan la aplica-
ción de la regla de proporción, en la medida en que estén comprendidas
en el artículo 1º de la Ley del IGV, y en cuanto evidencien un nexo de
conexión con el impuesto.
b) La referencia a “operaciones comprendidas en el artículo 1º de la Ley”,
en el contexto en el que está inserto, tiene más sentido respecto de las
inafectaciones. Al ser su universo bastante amplio como para abarcar
una infinidad de operaciones, se incluye solo aquellas que guarden un
punto de conexión con el campo de aplicación del impuesto. En esta
medida, únicamente ellas originan la aplicación de la regla de proporción.
Por esta razón, exige que las operaciones estén —en principio— com-
prendidas en el artículo 1º de la Ley, pero no basta ello, sino además que
85 En este sentido, podemos citar la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 405-4-2003, de fecha
23 de enero de 2003, en la cual el Tribunal señala:
[...] del análisis de las normas expuestas se puede interpretar, como lo hace la recurrente,
que al ser el IGV un tributo de liquidación mensual, el artículo 23º del TUO de la Ley del
IGV se debe aplicar a sujetos que realicen conjuntamente operaciones gravadas y no gra-
vadas en un mes calendario determinado, pero si en este mes solamente dichos sujetos
realizan operaciones gravadas, no hay motivo para aplicarlo teniendo derecho a utilizar la
totalidad de su crédito fiscal.
En este sentido, podemos concluir, como lo señala el Tribunal, también en las Resolucio-
nes del Tribunal Fiscal Nº 23-1-1999 y Nº 354-2-2002, que el procedimiento de prorrata
solo es aplicable cuando en el mismo mes-período el sujeto realiza operaciones gravadas
y no gravadas.
Capítulo XVII
Sumario:
1. Introducción. 2. Los activos fijos y el crédito fiscal. 2.1. Venta de bienes
dentro de los dos años. 2.2. Venta de bienes del activo fijo totalmente
depreciados. 2.3. La destrucción o desaparición por causa imputable al
contribuyente. 2.4. Posterior venta no gravada con el IGV: ¿procede o no
el reintegro? 3. Venta de activos fijos con un plazo menor de reposición.
4. Las mermas y desmedros no acreditados. 5. Nuevos supuestos de
reintegro: caso fortuito, fuerza mayor y delitos. 6. Reintegro del crédito
fiscal por nulidad, anulación, rescisión o resolución de contratos.
1. Introducción
La proporción entre el crédito fiscal, que origina la adquisición de activos fijos,
y los débitos fiscales posteriores, derivados de su incorporación como parte
del precio de venta de los bienes o servicios, se regulan a través de la regla de
la prorrata, y la denominada regularización del crédito fiscal se realiza a través
de la técnica del reintegro de crédito fiscal.
La primera opción contenida en los artículos 173º y 187º de la Directiva
Nº 2006/112/CE del Consejo de la Unión Europea, de fecha 28 de noviembre
de 2006 (que modifica la Sexta Directiva de la CEE), consiste en controlar año
a año la cuantía del crédito fiscal deducido al momento de la adquisición en
proporción a las operaciones gravadas y no gravadas durante un plazo de 5
años, incluyendo la venta del propio activo fijo. Una variante de esta opción
es la contenida en la normativa peruana, la que señala, con respecto de la
adquisición de inmuebles gravadas con el IGV, en caso de su posterior venta
(segunda venta no gravada), la aplicación de la regla de la prorrata del crédito
fiscal.
La segunda opción contenida en el artículo 22º de la Ley del IGV tiene
por objeto controlar la proporción entre el crédito fiscal deducido al momento
de la adquisición de los activos fijos y los débitos fiscales generados con su
explotación durante un plazo mínimo fijado en la ley o, en su defecto, cuando
la venta del activo fijo se realice a un precio mayor al de su adquisición dentro
del plazo mínimo que indica la norma.
89 Por ejemplo, si una empresa ubicada en la Amazonía compra un activo fijo gravado con
el IGV y, posteriormente, antes de transcurrido el plazo de los dos años decide venderla
dentro de la propia región, esta venta se encontrará exonerada del IGV.
90 Se debe tener en cuenta el Informe Nº 149-2002-SUNAT/K00000, en el que se concluye que:
Tratándose de la transferencia de bienes del activo fijo que han sido utilizados para realizar
operaciones gravadas con el IGV, será de aplicación lo dispuesto en el primer párrafo del
artículo 22º del TUO LIGV y su Reglamento, con prescindencia que dicha transferencia no
resulte gravada con el IGV, como es el caso de la originada en una reorganización empresa-
rial. En este supuesto, para que surja la obligación de reintegrar el crédito fiscal, es impres-
cindible que el bien del activo fijo sea transferido a un precio menor al de su adquisición.
91 La aplicación de la prorrata del crédito fiscal tiene como finalidad calcular el crédito fiscal
proporcional a las operaciones gravadas del contribuyente cuando este, además, realiza
operaciones no gravadas. Por ello, aquellas operaciones neutrales al impuesto, en el sen-
tido de que no generan ni crédito ni débito fiscal, no determinan la aplicación de la regla de
la prorrata; por ejemplo, la venta de acciones, la venta de valores mobiliarios, la venta de
moneda o la venta de inmuebles no estuvieron gravados. Dentro de ese contexto, importa
que la operación en referencia sea neutral al impuesto, por cuanto el crédito aplicado se
reintegra en su totalidad y porque la venta posterior no se encuentra gravada con el IGV.
Por esa razón, optamos por la no aplicación de la prorrata del crédito fiscal.
92 De conformidad con el artículo 21º, inciso c), del Reglamento de la Ley del IR, se entiende
por mermas a la pérdida física, en el volumen, peso o cantidad, de las existencias ocasio-
nada por causas inherentes a su naturaleza o al proceso productivo (pérdida cuantitativa
o física del producto). Por desmedro se entiende a la pérdida de orden cualitativo e irrecu-
perable de las existencias, haciéndolas inutilizables para los fines a los que estaban desti-
nados (pérdida cualitativa o de valor del producto). Esto se complementa con lo señalado
por el Tribunal Fiscal en la Resolución Nº 2684-4-2003, de fecha 22 de abril de 2003, en la
que se precisa que:
[...] de acuerdo con los principios contables generalmente aceptados, la merma es la eva-
poración o desaparición de insumos, materias primas o bienes intermedios durante el
proceso productivo o de comercialización, en tanto que el desmedro corresponde a los
productos dañados o defectuosos dentro del proceso, lo que significa que en la primera el
material desaparece, mientras que en el desmedro hay deterioro o daño físico.
a) Por un lado, la Ley del IGV dispone el no reintegro del crédito fiscal con
respecto de mermas y desmedros de existencias debidamente “acredi-
tados”, conforme al artículo 22º, literal d), del TUO de la Ley del IR y el
artículo 6º, numeral 4, último párrafo del Reglamento de la Ley del IGV.
Entendemos que, acertadamente, la norma indica que no hay lugar al
reintegro del crédito fiscal, porque se trata de autoconsumos que guar-
dan vinculación con el ciclo productivo o de comercialización. Por consi-
guiente, no hay necesidad de neutralizar la deducción del crédito fiscal.
Ahora bien, por argumento en contrario, las mermas y desmedros “no
acreditados” originarían el reintegro del crédito fiscal.
b) Por otra parte, el Reglamento de la Ley del IGV en su artículo 2º, inciso c),
numeral 3, indica que las mermas y desmedros “acreditados” conforme a
la Ley del IR no califican como retiro de bienes. Literalmente, se expresa
que “no se consideran venta, los siguientes retiros: “[...] Los que se efec-
túen como consecuencia de mermas y desmedros debidamente acredita-
dos conforme a las disposiciones del Impuesto a la Renta”. Entendemos
que, por la misma consideración técnica indicada en el punto anterior, no
hay lugar para calificar las mermas y desmedros como retiro de bienes,
por cuanto son operaciones directamente vinculadas al ciclo productivo
o de comercialización y no hay necesidad de neutralizar la deducción del
crédito fiscal. Ahora bien, por argumento a contrario sensu, las mermas y
desmedros “no acreditados” deberían calificar como retiro de bienes.
En orden a tales consideraciones, ¿qué ocurre con las mermas y des-
medros “no acreditados” conforme a la Ley del IR? ¿Se originarían los dos
efectos enunciados por interpretación a contrario? Las mermas no acredita-
das o “anormales” son aquellas que exceden de los porcentajes técnicamente
admitidos, y los desmedros “no acreditados” son aquellos cuya destrucción
no se ha acreditado conforme a la ley. Financieramente, según la NIC 2, las
mermas “anormales” pueden acreditarse como gastos del ejercicio en la cuen-
ta “cargas excepcionales”. Del mismo modo, los desmedros no acreditados
conforme a ley pueden sustentarse por medios alternativos, destrucción ante
autoridad policial o municipal, entre otros, a fin de no ser consideradas como
faltantes de inventario.
Lo cierto es que, tributariamente, en ambos casos, y aun cuando existan
procedimientos alternativos para su acreditación, no constituyen gastos de-
ducibles. Por lo tanto, no se cumple uno de los requisitos de validez para la
deducción del crédito fiscal. En tal orden de ideas, habrá lugar al reintegro del
cuando eran pérdidas normales e inevitables del negocio, y que, por lo tanto, se integra-
ban al costo del bien o servicio producido. Cabe indicar que, mientras el desmedro se
conceptúa como un deterioro o pérdida de valor del bien, es decir, alude a una pérdida
cualitativa de valor, la merma implica una desaparición o consumo de parte de este, es
decir, alude a una pérdida cuantitativa, producto de la naturaleza propia del bien o del
proceso al que es sometido.
97 Al respecto, se han dictado varias resoluciones, como la Resolución del Tribunal Fiscal Nº
417-3-2004, de fecha 28 de enero de 2004, que constituye jurisprudencia de observancia
obligatoria, la cual concluye que:
[...] no debe reintegrarse el crédito fiscal por la destrucción de bienes por caso fortuito o
fuerza mayor, debidamente acreditados, aun cuando no se haya contemplado expresa-
mente dentro de las excepciones que señalaba el Reglamento, aprobado por los Decretos
Supremos Nº 029-94-EF y Nº 136-96-EF.
98 Ambos supuestos son calificados en la doctrina civil como causas no imputables ante el in-
cumplimiento de la obligación, en los cuales importa la no atribución de responsabilidad al
deudor. La diferencia entre uno y otro es meramente conceptual. El caso fortuito (hechos
de Dios) es un hecho jurídico natural; mientras que la fuerza mayor (hechos del príncipe)
es un hecho jurídico humano involuntario; pero ambos son supuestos de no imputación de
responsabilidad. No se trata de causas de exoneración de responsabilidad, sino simple-
mente de hechos que ocasionan el incumplimiento y que, por ser extraños a la voluntad
del deudor, no le son atribuibles.
99 De distinto parecer es el Tribunal Fiscal. Este señala en la Resolución Nº 1706-5-2005 de
fecha 16 de marzo de 2005 que:
[...] la desaparición, destrucción o pérdida de bienes por delitos cometidos en perjuicio del
contribuyente por sus dependientes o terceros, que incluye el delito de robo, no deben dar
lugar al reintegro del crédito fiscal en la medida en que no se incumplen los requisitos del
artículo 18º de la Ley del IGV, pues se trata de gastos vinculados a la actividad gravada
que inciden en la generación de operaciones afectas con el impuesto.
100 Al respecto, es preciso señalar que, en la doctrina civil, aun cuando es muy discutido, se
señala que existen dos tipos de ineficacia del acto jurídico o del negocio jurídico y, por
ende, de los contratos. La ineficacia originaria o estructural, que comprende a la nulidad
y la anulabilidad, donde el acto no produce efectos jurídicos por carecer de uno o más de
los elementos establecidos en el artículo 140º del Código Civil, o adolece de defectos sub-
sanables o vicios, causales que se encuentran establecidas en los artículos 219º y 221º
del Código Civil, respectivamente. Por otro lado, existe la ineficacia funcional, cuyos su-
puestos típicos son la rescisión y la resolución; en estos supuestos, el contrato que venía
produciendo sus efectos jurídicos deja de producirlos posteriormente por la aparición de
una causal en la celebración del contrato en el caso de la rescisión, o porque sobrevienen
a la celebración del contrato en el caso de la resolución. Estos supuestos se encuentran
recogidos en los artículos 1370º y 1371º del Código Civil, respectivamente.
Capítulo XVIII
Sumario:
1. La reserva de ley y el ajuste del impuesto bruto y crédito fiscal. 2. Los
supuestos de ajustes del débito y del crédito fiscal: ¿son taxativos? 3.
Los ajustes del impuesto bruto y crédito fiscal en la jurisprudencia del Tri-
bunal Fiscal. 3.1. Ajuste del impuesto bruto por modificación de la contra-
prestación. 3.2. Ajuste del impuesto bruto por error en el comprobante de
pago. 4. Las formalidades exigidas por el Reglamento de Comprobantes
de Pago no invalidan los ajustes del débito fiscal según jurisprudencia
del Tribunal Fiscal. 5. Las notas de crédito no son comprobantes de pago
y los requisitos del Reglamento. 6. La obligación de registrar la nota de
crédito en el Registro de Ventas. 7. Supuestos específicos de ajustes del
impuesto bruto y crédito fiscal. 7.1. Descuentos otorgados con posterio-
ridad a la emisión del comprobante de pago. 7.2 Anulación total o parcial
de operaciones de ventas de bienes o prestación de servicios, condi-
cionada a la correspondiente devolución de bienes y de la retribución
efectuada por el servicio no realizado. 7.3. Consignación por error de
un mayor impuesto bruto al correspondiente, condicionada a la demos-
tración de que el adquiriente no ha utilizado dicho exceso como crédito
fiscal. 8. Ajustes al débito y crédito fiscal en la prestación de servicios. 9.
Ajustes del débito y crédito fiscal en la primera venta de inmuebles. 10.
Retiro de bienes. 11. Mes en el que debe efectuarse el ajuste al débito y
crédito fiscal. 12. Tipo de cambio. 13. Condonación de deudas.
fiscal en el sentido que la disminución del impuesto por pagar (débito fiscal)
debe corresponder a una disminución del crédito deducible (crédito fiscal), lo
que conduce a una recaudación sobre el valor agregado real que se ha cau-
sado en la operación.
Al respecto Risso Montes (2001: 335) señala que se debe “permitir que
aquel que disminuya el valor de una operación disminuya también su impues-
to bruto y que el favorecido con la disminución de dicho valor disminuya tam-
bién su crédito fiscal, a fin de no perjudicar el interés del fisco y de asegurar el
correcto funcionamiento de la técnica del valor agregado”.
Por su parte, el Tribunal Fiscal en la Resolución Nº 213-4-2000 de fecha
14 de marzo de 2000 declara que “el ajuste al débito fiscal por parte del ven-
dedor y el correspondiente ajuste en el crédito fiscal por parte del adquirente
debían realizarse en el mismo mes, lo que supone que la recurrente en su
calidad de vendedora debió enviar oportunamente las copias de la respectiva
nota de crédito a su cliente”.
Debe notarse adicionalmente que la regulación de los supuestos de ajus-
tes al débito y crédito fiscal en la medida que modifican o anulan la base impo-
nible, está comprendida dentro del principio de reserva de ley, en tanto afecta
elementos esenciales del tributo.
Según la Sentencia del Tribunal Constitucional Nº 2762-2002-AA/TC del
30 de enero de 2003:
[Las] exigencias [de reserva de ley] deben ser analizadas en cada caso concreto
y dependiendo de la naturaleza de cada tributo, pues el contenido material de la
reserva de ley requerirá de una concretización singular en atención a la natura-
leza y objeto de cada cobro tributario. Esta determinación o intensidad de la re-
serva se logra cuando se parte de un análisis de la reserva tanto en su extensión
horizontal como vertical.
[La reserva de ley exige que] los elementos esenciales y determinantes para
reconocer un tributo como tal. Estos elementos son los hechos imponibles, los
sujetos pasivos de la obligación que va a nacer, así como el objeto y la cantidad
de la prestación (las cursivas son nuestras).
Como es de verse, el ajuste del impuesto bruto y crédito fiscal, para fines
del impuesto, es una materia que afecta su base imponible y, como tal, se
encuentra protegida por la reserva de ley; esto es, que cualquier limitación, re-
gulación o exigencia tiene que estar contenida en una norma con rango de ley.
Pero, no solo está protegida por la reserva de ley sino que además cualquier
delegación en blanco por norma de rango inferior constituye una violación del
principio de reserva de ley, tal como se indica en la Sentencia del Tribunal
Constitucional Nº 2762-2002-AA/TC:
[La reserva de ley permite] remisiones de elementos esenciales del tributo a
normas reglamentarias, única y exclusivamente cuando la ley misma establezca
parámetros y límites de actuación a dicha norma, la razonabilidad así lo justifi-
que; es decir cuando la referida remisión quede sustentada como una medida
En esa misma lógica, el artículo 27º de la Ley del IGV se refiere a los
supuestos que dan lugar al ajuste del crédito fiscal, en el caso de los des-
cuentos, devolución de bienes o servicios no prestados y por el exceso del
impuesto bruto.
Nótese que no hay una perfecta sintonía entre los seis supuestos del ar-
tículo 26º y los tres supuestos del artículo 27º de la Ley del IGV. Sin embargo,
pese a esa falta de coordinación entre ambos artículos, debemos entender
que los supuestos de ajuste del impuesto bruto dan lugar también al ajuste del
crédito fiscal y que esa falta de coordinación entre ambos artículos se debe a
una deficiente técnica legislativa.
En otro orden de ideas, debemos reflexionar si caben otros supuestos
distintos a los regulados en los artículos 26º y 27º de la Ley del IGV. El Re-
glamento, en su artículo 7.1, señala que los “ajustes del impuesto bruto y del
crédito fiscal se efectuarán [...] [cuando] se produzcan las rectificaciones, de-
voluciones o anulaciones de las operaciones originales”.
A diferencia de los supuestos indicados en la Ley, el Reglamento se re-
fiere a las rectificaciones de las operaciones originales y, concretamente, de
su base imponible y no de rectificaciones en la emisión de los comprobantes
de pago.
En cambio, en el Reglamento de Comprobantes de Pago, artículo 10º,
numeral 1, se señala que las notas de crédito “[...] se emitirán por concepto de
anulaciones, descuentos, bonificaciones, devoluciones y otros”.
la Factura Comercial puede ser objeto de variación por descuentos y otros, siem-
pre que estén sustentados en Notas de Crédito [...] (las cursivas son nuestras).
Por otro lado, las notas de crédito deberán cumplir con los mismos requi-
sitos siguientes:
– Deberán contener los mismos requisitos y características de los compro-
bantes de pago en relación a los cuales se emitan.
– Solo podrán ser emitidas al mismo adquirente o usuario para modificar
comprobantes de pago otorgados con anterioridad.
– En el caso de descuentos o bonificaciones, solo podrán modificar com-
probantes de pago que otorguen derecho a crédito fiscal o crédito dedu-
cible, o sustenten gasto o costo para efecto tributario.
– Tratándose de operaciones con consumidores finales, los descuentos o
bonificaciones deberán constar en el mismo comprobante de pago.
– El adquirente o usuario, o quien reciba la nota de crédito a nombre de
éstos, deberá consignar en ella su nombre y apellido, su documento de
identidad, la fecha de recepción y, de ser el caso, el sello de la empresa.
Debemos tener en cuenta, que según el artículo 5º, numeral 13 del Re-
glamento de la Ley del IGV, los descuentos que se concedan u otorguen no
forman parte de la base imponible, siempre que:
– Se trate de prácticas usuales en el mercado o que respondan a determina-
das circunstancias tales como pago anticipado, monto, volumen u otros.
Por otro lado, las notas de crédito se emiten por una disminución de valor
de las operaciones pero no cuando existe falta de pago, tal como lo señala la
Administración Tributaria en el Oficio Nº 024-2000-K0000 del 03 de marzo de
2000:
Capítulo XIX
OPERACIONES DE VALOR NO
FEHACIENTE Y NO REALES
Sumario:
1. Introducción. 2. Operaciones de valor no fehaciente y no determinado.
2.1. El valor de mercado como facultad de la Administración Tributaria
para efectuar ajustes y determinar la base imponible en el IGV. 2.2. Deter-
minación del valor de mercado. 3. Operaciones con valor no fehaciente.
3.1. Valor inferior al usual de mercado. 3.1.1. Razones que justifican un
menor valor al usual de mercado en la jurisprudencia del Tribunal Fiscal.
3.1.2. El mayor valor de un producto no necesariamente es el valor de
mercado. 3.2. La disminución del precio por mermas o razones análogas.
3.3. Los descuentos que no se ajustan a los requisitos de Ley. 4. Opera-
ciones de valor no determinado. 4.1. Inexistencia de documentación sus-
tentatoria. 4.2. Documentación sustentatoria incompleta. 4.3. Los efectos
en el crédito fiscal. 5. La carga de la prueba en las operaciones de valor
no fehaciente y no determinado. 6. Operaciones no reales o inexistentes.
6.1. Operaciones no reales. 6.2. Operaciones reales con comprobantes
de pago de terceros. 6.2.1. El pago del IGV por el responsable de emitir el
comprobante de pago y el IGV a pagar por la operación real. 6.3. Elemen-
tos de configuración de una operación no real. 6.4. La carga de la prueba.
1. Introducción
Las operaciones de valor no fehaciente y las operaciones no reales están
reguladas en el Capítulo X del Título I de la Ley del IGV denominada: “De los
medios de control, de los Registros y los Comprobantes de Pago”, siendo apli-
cables sus reglas a todas las operaciones gravadas con el impuesto. En éstos
se regulan los efectos jurídicos las de operaciones reales con problemas de
valoración inferior en su base imponible (valor no fehaciente) o de operacio-
nes reales que no tienen sustento documentario o que teniéndolo no descri-
ben adecuadamente los bienes y servicios vendidos (valor no determinado).
También se regulan los efectos jurídicos de las operaciones no reales bajo dos
modalidades: las operaciones inexistentes (simulación absoluta) y las opera-
ciones existentes (reales) pero encubiertas en comprobantes de pago que no
corresponden a las operaciones (simulación relativa).
De esta descripción breve puede apreciarse que la ubicación de las nor-
mas que regulan este tipo de operaciones no es la más adecuada, porque
se establecen efectos jurídicos sustantivos y no se trata solo de medios de
104 Es importante rescatar la RTF Nº 8970-2-2008, de fecha 22 de julio de 2008, que respecto
a la determinación sobre base cierta y base presunta señala lo siguiente:
[...] es necesario emitir pronunciamiento sobre la nulidad invocada por la recurrente respecto
del procedimiento de fiscalización, en el sentido que la Administración Tributaria debió efec-
tuar la determinación de la obligación tributaria sobre base presunta y no sobre base cierta.
El artículo 63º del TUO del Código Tributario aprobado por Decreto Supremos Nº 135-
99-EF, dispone que durante el período de prescripción, la Administración Tributaria po-
drá determinar la obligación tributaria considerando las bases siguientes: 1) base cierta:
tomando en cuenta los elementos existentes que permitan conocer en forma directa el
hecho generador de la obligación tributaria y la cuantía de la misma; y, 2) Base presunta:
en mérito a los hechos y circunstancias que, por relación normal con el hecho generador
de la obligación tributaria, permitan establecer la existencia y la cuantía de la obligación.
De lo expuesto, se aprecia que para determinar la obligación tributaria el Código Tributario
no ha establecido un orden de prelación en virtud de la cual deba privilegiarse la base
cierta sobre la base presunta o al revés, por el contrario, se ha recogido la facultad de la
Administración para utilizar directamente la determinación sobre base presunta solamente
en aquellos casos en que se configure alguna de las causales de presunción previstas en
el artículo 64º del citado código, supuesto en el cual la Administración se encontrará facul-
tada para aplicar alguno de los procedimientos de presunción contemplados en el artículo
66º al 72º del mismo código u otras normas con rango de Ley. Por tal motivo, la nulidad
invocada por la recurrente carece de sustento.
106 Ley del IGV, artículo 6º, numeral 4, cuarto párrafo. Reglamento de la Ley del IR, artículo
21º, inciso c).
ción entre el referido agente de ventas y los boletos emitidos, así como tampoco
lo señalado en el sentido que la diferencia de precios obedecía a una promoción
especial por tratarse del “principal agente de ventas”, ni sustento la introducción
de una supuesta nueva tarifa “IT(net)” con dicho agente, considerando que la
propia recurrente en sus escritos da cuenta que en el ejercicio 2001 se dispuso la
suspensión de vuelos al Perú [...] por lo que no habiéndose sustentado de forma
alguna las razones por las que se vendieron los Boletos [...] a una tarifa inferior
a la correspondiente para la temporada alta (US$ 550.00) para los boletos solo
de ida en clase económica, resulta arreglado a Ley que la Administración haya
reparado la diferencia del valor de los boletos observados con el valor de venta
de temporada alta, por lo que procede confirmar la apelada en este extremo.
Que, asimismo, respecto a lo señalado por la recurrente en el sentido que la
Administración no ha acreditado el valor de mercado, es pertinente destacar que
dicho valor ha sido establecido en función a las operaciones gravadas según
el reporte que obra en autos [...], siendo que los rangos de los precios de los
boletos detallados coinciden con la información proporcionado por la propia re-
currente respecto a las tarifas vigentes en cada temporada, por lo que no resulta
atendible lo alegado.
110 Al respecto conviene citar la RTF Nº 625-4-2003 de fecha 10 de febrero de 2003, sumillada
por el Tribunal Fiscal del siguiente modo:
[...] Los citados valores derivan del reparo por parte de la Administración de dos facturas
emitidas por la compra de repuestos de vehículos que no considera como operaciones
fehacientes, cuya adquisición ya se encontraría incluida en el pago por la reparación de los
mismos. Se establece que de acuerdo al contrato de reparación y a las facturas emitidas
por el prestador del servicio, no se desprende que en el monto cobrado por éste se hayan
incluido la totalidad de los repuestos necesarios para el arreglo de los vehículos, coinci-
diendo que los repuestos no cobrados serían los comprados a otro proveedor y cancela-
dos de acuerdo a las facturas reparadas; en consecuencia el reparo carece de sustento,
debiéndose dejar sin efecto los valores emitidos.
Finalmente el artículo 44º de la Ley del IGV, refiriéndose a los dos su-
puestos de operaciones no reales, como lo ha precisado el Reglamento de
la Ley del IGV en su artículo 6º, numeral 15.2113, que éstas no podrán ser
acreditada mediante:
a) La existencia de bienes o servicios que no hayan sido transferidos o
prestados por el emisor del documento; o,
b) La retención efectuada o percepción soportada, según sea el caso.
Al respecto Alvarado Goicochea (2006: 228) comenta que:
[...] en caso se advierta, que una operación no real, ésta calificación no podrá ser
dejada sin efecto o “pretender acreditarse”, en la hipótesis que exista bienes o
servicios que no hayan sido transferidos o prestados por el emisor del compro-
bante o, en caso, las operaciones cuestionadas se hubieran sujetado al Régimen
113 Numeral incluido por el artículo 8º del Decreto Supremo Nº 130-2005-EF, publicado el 7 de
octubre de 2005, vigente desde el 1 de noviembre de 2005.
ello exigir que se pruebe lo contrario, sino que deberá reunir los medios probato-
rios suficientes que le permitan acreditar que la operación declarada por el con-
tribuyente nunca existió. Para ello la Administración Tributaria deberá atenerse
al principio de impulso de oficio establecido en el numeral 1.3 del artículo IV del
Título Preliminar de la LPAG que establece que las autoridades deben dirigir e
impulsar de oficio el procedimiento y ordenar la realización práctica de los actos
que resulten convenientes para el esclarecimiento y resolución de las cuestiones
necesarias (Análisis Tributario, marzo, Lima, 2005).
EXPORTACIONES EN EL IGV
Capítulo XX: LA EXPORTACIÓN DE BIENES
Capítulo XX
LA EXPORTACIÓN DE
BIENES
Sumario:
1. Introducción. 2. El principio de imposición en el país de destino. 3.
El principio de imposición en el país de origen. 4. La territorialidad del
impuesto. 5. El consumo como elemento jurídicamente relevante en las
transacciones internacionales y la territorialidad como elemento secun-
dario. 6. El procedimiento de exportación y su perfeccionamiento. 7. La
desgravación del consumo de bienes exportados a mercados extranje-
ros: ¿tasa “0”, exoneración o no sujeción? 8. La inafectación de la expor-
tación de bienes y la compraventa internacional. 9. La naturaleza jurídica
del saldo a favor del exportador (SFE) y del saldo a favor materia de
beneficio (SFMB). 10. El tratamiento legal del SFMB. 11. La devolución
del SFMB no genera intereses. 12. Errores frecuentes en el trámite de
la compensación automática o solicitud de devolución del SFMB. 13.
Las exportaciones directas o indirectas. 14. Venta de combustible a em-
presas de transporte internacional de carga y/o pasajeros o a naves de
bandera extranjera. 14.1. Régimen vigente hasta el 1 de enero de 2011.
14.2. Opinión de SUNAT - Carta 034-2007/SUNAT. 15. Régimen vigente
a partir del 2 de enero de 2011. 15.1. Opinión de SUNAT - Informe Nº
062-2011/SUNAT. 16. Ley de Promoción para la Extracción de Recursos
Hidrobiológicos altamente migratorios.
1. Introducción
Nuestro país ha adoptado el principio de imposición en el país de destino o
de consumo en la exportación de bienes. Por ello, la exportación de bienes o,
más específicamente, la venta internacional se encuentra inafecta del impues-
to1. De manera que nuestro sistema impositivo se alinea al tratamiento fiscal
de la mayoría de los países del mundo que no gravan las exportaciones y, por
lo tanto, ofrece al mercado internacional precios competitivos que promueven
el desarrollo de las exportaciones nacionales.
1 En este sentido, la doctrina ha establecido dos principios para solucionar el problema que
se presenta en la imposición, el valor agregado en las operaciones o negocios internacio-
nales. Estos son el criterio de imposición en el país de destino o de consumo y el criterio
de imposición en el país de origen o fabricación.
8 La Zona Primaria forma parte del territorio aduanero que comprende los puertos, aero-
puertos, terminales terrestres, centros de atención en frontera para las operaciones de
desembarque, embarque, movilización o despacho de las mercancías y las oficinas, loca-
les o dependencias destinadas al servicios directo de una aduana. Adicionalmente pue-
de comprender recintos aduaneros, espacios acuáticos o terrestres, predios o caminos
habilitados o autorizados para las operaciones arriba mencionadas. Esto incluye a los
almacenes y depósitos de mercancía que cumplan con los requisitos establecidos en la
normatividad vigente y hayan sido autorizados por la Administración Aduanera. La Zona
Secundaria es aquella parte del territorio aduanero no comprendida como zona primaria o
zona franca.
9 Un ejemplo de ello son los Ceticos que se encuentran dentro de la zona primaria, por lo
que el ingreso de mercaderías nacionales y la prestación de servicios provenientes del
resto del territorio nacional hacia este se considerarán como exportación, y si esta tiene
el carácter de definitiva, le serán aplicables las normas referidas a la restitución del IGV
como saldo a favor del exportador.
Tal como lo sustentó el Tribunal Fiscal, en la Resolución Nº 4458-5-2003 de fecha 8 de
agosto de 2003, en la que señala que: “[...] la normativa referida a los Ceticos ha diseñado
una ficción legal por la cual debe calificarse como exportados a los bienes y servicios que
se destinen hacia ellos, y, por ende, reconocérsele la inafectación que les concede la Ley,
así como al exportador el derecho a la restitución del Impuesto General a las Ventas me-
diante el mecanismo del saldo a favor”.
En este sentido, el Tribunal Fiscal emitió el Acta de Reunión de Sala Plena Nº 2004-08 de
fecha 29 de marzo de 2004, que ha interpretado el artículo 7º del Decreto Supremo Nº 112-
97-EF declarando que: “[...] los usuarios de los Ceticos no tienen derecho a utilizar como
crédito fiscal el Impuesto General a las Ventas que hubiere gravado sus adquisiciones del
resto del país, siempre que hubiesen sido ingresadas a los Ceticos observando los proce-
dimientos establecidos por la ley para ser calificados como exportación”.
[La] entrega [léase venta para nuestro contexto normativo], si la hay, tiene lugar
inmediatamente antes o inmediatamente después de la exportación, conforme al
criterio de territorialidad establecido. Ya que este criterio atiende casi únicamente
siempre al lugar de salida de la expedición, la exportación sigue normalmente a
la entrega. De todas formas, puede haber exportación sin entrega en el sentido
técnico de la palabra, principalmente, cuando el bien exportado queda en poder
de la misma persona que se limita a desplazarlo del interior al exterior del terri-
torio [...] [y agrega que la exención de las exportaciones] no se aplica más que
a las entregas de bienes que tienen lugar en el territorio, cuando dichos bienes
están destinados a la exportación.
Exportación de bienes
Lugar de
Proveedor Cliente Lugar de venta Resultado
consumo
Domiciliado / No
Domiciliado País Extranjero Exportación
domiciliado
Domiciliado / No
Domiciliado Extranjero Extranjero Exportación
domiciliado
12 Fenochietto (2001: 881) señala que “los bienes se gravan a tasa cero cuando no solo se
exime a la venta de los mismos, sino que, además, a través de algún mecanismo se per-
sigue devolver el impuesto pagado por las adquisiciones de insumos de manera tal que la
exención sea amplia y alcance a las anteriores etapas del ciclo productivo”.
19 Se señala que: “la solicitud de devolución presentada [...] se deniega [...] amparándose en
que [...] no se consignó como período tributario el último vencido a la fecha de presenta-
ción de la indicada solicitud, lo cual no resulta arreglado a ley por cuanto no se le requirió
para que subsanara dicha omisión de forma, recortándose su derecho a defensa”.
el Texto Único Ordenado de la Ley del Impuesto General a las Ventas e Impues-
to Selectivo al Consumo, aprobado mediante Decreto Supremo Nº 055-99-EF,
siempre que el recurso extraído se desembarque en planta industrial pesquera
nacional, en un porcentaje mínimo del treinta (30%) de la carga en bodega.
Para efecto de lo dispuesto en el párrafo anterior, el combustible se considerará
exportado en el momento en que sea embarcado en la nave. El combustible
debe ser embarcado por el armador durante la permanencia de la nave en zona
primera aduanera y debe seguirse el procedimiento que se establezca mediante
decreto supremo refrendado por el Ministro de la Producción [...]”
Especies afines:
Pez espada / Merlín azul / Merlín negro / Pez vela / Perico o Dorado / Pez volador o Lisa
voladora / Lisa voladora o Pez volador / Pez volador / Cazón o Tiburón / Cazón / Cazón
volador / Cazón o Tiburón oceánico / Tiburón azul o Tintorera / Tiburón bonito o Diamante
o Mako / Tiburón martillo o Tiburón Cruz / Tiburón gato o Suño / Tiburón zorro / Tiburón de
aleta.
Capítulo XXI
LA EXPORTACIÓN DE BIENES Y LA
VENTA DE BIENES MUEBLES EN
EL ÁMBITO DEL IVA
Sumario:
1. Introducción. 2. El principio de territorialidad y el principio de impo-
sición en el país de destino. 3. La distinta naturaleza de la “venta de
bienes muebles ubicados en el país” como hipótesis de imposición y la
“exportación de bienes muebles” como procedimiento aduanero. 3.1.
La venta de bienes como hecho jurídico tributario. 3.2. La exportación
de bienes como procedimiento administrativo. 4. La territorialidad de
la venta de bienes y la exportación de bienes. 5. Tratamiento en el
Derecho Comparado a la exportación y a la venta o entrega de bienes
destinada a la exportación. 5.1. Países que exoneran o inafectan a la
entrega de bienes. 5.1.1. Comunidad Europea. 5.1.2. Francia. 5.1.3.
España. 5.1.4. Doctrina en relación a las legislaciones extranjeras ci-
tadas. 5.2. Países que exoneran o inafectan a la exportación. 5.2.1.
Argentina. 5.2.2. Chile. 5.2.3. Colombia. 5.2.4. Uruguay. 5.2.5. Doctrina
en relación a las legislaciones que exoneran o inafectan a la exporta-
ción. 6. Las exportaciones efectuadas por el comprador de los bienes
(denominadas “exportaciones indirectas”) o las exportaciones efectua-
das por domiciliados a favor de domiciliados. 7. La exportación de bie-
nes en la Ley del IGV del Perú, la doctrina nacional y la jurisprudencia
del Tribunal Fiscal. 7.1. El consumo de bienes en el país como hecho
gravado con el Impuesto. 7.2. La jurisprudencia del Tribunal Fiscal.
7.2.1. La Resolución del Tribunal Fiscal Nº 1047-4-2004 de 25 de fe-
brero de 2004. 7.2.2. La Resolución del Tribunal Fiscal Nº 6845-1-2002
de fecha 26 de noviembre de 2002. 7.2.3. La Resolución del Tribunal
Fiscal Nº 399-4-2003 de fecha 23 de enero de 2003. 7.2.4. La Resolu-
ción del Tribunal Fiscal Nº 5682-2-2009 de fecha 16 de junio de 2009.
7.2.5. Nuevo criterio del Tribunal Fiscal Nº 05682-2-2009 y Nº 08974-
3-2009 en relación a las ventas destinadas a la exportación de bienes.
a) Resolución del Tribunal Fiscal Nº 05682-2-2009 de 16 de junio de
2009. a.1) Principio de imposición en el país de destino y la exportación
inafecta del IGV. a.2) La transferencia de propiedad según el artículo
947º del Código Civil no es necesaria a fin de verificar si se produjo o
no el hecho gravado venta. b) Resolución del Tribunal Fiscal Nº 08974-
3-2009 de fecha 11 de septiembre de 2009 y Nº 11673-3-2009 de fecha
6 de noviembre de 2009. b.1) Los Holding Certificate no transfieren
propiedad. c) Resolución del Tribunal Fiscal N 10599-9-2010 de 14 de
septiembre de 2010 - teoría del título y modo con entrega física. c.1)
1. Introducción
La relación entre la exportación de bienes y la venta de bienes muebles téc-
nicamente se explica por la relación entre el “principio de territorialidad” que
fundamenta el gravamen de la venta de bienes muebles en el país y el “prin-
cipio de imposición en el país de destino” que fundamenta la exoneración o la
no sujeción (inafectación) de la exportación de bienes.
Sin embargo, la forma de expresar a nivel del derecho positivo esta rela-
ción entre la territorialidad y la imposición en destino, no es del todo lograda,
porque en algunas legislaciones se exonera o inafecta a la exportación de
bienes, mientras que en otras, con mayor propiedad, se exonera o inafecta a
la venta de bienes.
En nuestro país, se han suscitado varios casos que reseñamos en la
parte final de este capítulo, en los cuales el Fisco ha pretendido absurdamente
gravar auténticas exportación de bienes como ventas de bienes locales basa-
do en que en tales casos habría operado la transferencia de propiedad de los
bienes a través de la tradición documental, la tradición ficta o la tradición real
de los bienes ante de que se perfeccione la exportación.
[...] en cuanto a la regla o principio de territorialidad, ella implica que la ley del IVA
extienda su validez a los hechos o situaciones ocurridas dentro de las fronteras
del territorio del Estado [...] el ámbito natural de la aplicación de este criterio se
circunscribe a las operaciones interiores, es decir a los intercambios que tengan
lugar dentro del territorio del Estado. Pero respecto de las operaciones interna-
cionales se trata de un criterio que no se revela como adecuado para propósitos
del impuesto [...]. Por tanto, en el plano conceptual la adopción de la regla de la
territorialidad pura en materia de operaciones interiores razonablemente debe
acompañarse de la consagración del criterio de destino o criterio de origen res-
pecto de las operaciones internacionales (el énfasis es nuestro).
Esta obligación, por tanto, no tiene su fuente como sucede en los contratos en la
voluntad del obligado, sino en la voluntad de la Ley, lo que quiere decir que es la
Ley, y solo la Ley, la que determina su nacimiento, su validez, su configuración
y contenido y sus modos de extinción. Sin que la voluntad del obligado sea, en
absoluto, relevante para la fijación de estos extremos. Pues la voluntad del obli-
gado se dirige a la realización del hecho imponible y no a dar nacimiento a una
obligación, que repetimos, tiene su única fuente en la Ley.
una compraventa internacional, (ii) una donación, (iii) una simple remisión de
bienes al extranjero con distintas finalidades, tales como pruebas, muestras,
etc.
En referencia a la exportación como procedimiento administrativo, Calvo
(2007: 91) señala lo siguiente:
Podemos definir la exportación como un régimen aduanero que habilita para la
salida de mercancías comunitarias fuera del territorio aduanero de la Comunidad
Europea [...] toda exportación de una determinada mercancía exige su inclusión
en este régimen, efectuándose mediante un procedimiento aduanero específico
que, como tendremos oportunidad de precisar, se inicia con la presentación en
la Aduana de la mercancía y de una declaración el Documento Único Aduanero
(DUA), a través de la cual se solicita el régimen. Posteriormente se continúa con
el reconocimiento de la mercancía y, en su caso, con el pago de los derechos de
exportación [...], concluyendo con la autorización de la salida de la mercancía.
El autor español Gascón Orive (2005: 82) señala que la entrega de bie-
nes destinada a la exportación constituye un hecho gravado con el Impuesto.
En efecto, sostiene que:
[...] [L]as exportaciones no se distinguen de las demás operaciones interiores,
estando sólo sujetas al impuesto aquellas exportaciones que se producen como
consecuencia de una entrega de bienes o prestación de servicios, puestas estas
operaciones [...] tiene el carácter de sujetas que, como se sabe, es la condi-
ción necesaria para considerarlas como exentas. Por tanto, aun cuando exista
aduaneramente una exportación (salida de bienes del territorio de aplicación del
impuesto a un país tercero), pero no tenga como causa una entrega de bienes o
una prestación de servicios, no podemos hablar de exportaciones exentas, pues
para que exista exención ha de estar la operación sujeta al impuesto.
5.1.2. Francia
En el artículo 262º del Título II del Código General de Impuestos, se dispone
que:
Se considera exonerado del IVA:
La liberación de bienes expedida o transportada por el vendedor o por su
cuenta, fuera de la Comunidad Europea, así como las prestaciones de servi-
cios directamente ligadas con la exportación.
5.1.3. España
La Ley 37/1992 —Ley del Impuesto sobre el Valor Añadido— dispone en su
artículo 21, lo siguiente:
Exenciones en las exportaciones de bienes.
Estarán exentas del impuesto, en las condiciones y con los requisitos que se
establezcan reglamentariamente, las siguientes operaciones:
1. Las entregas de bienes expedidos o transportados fuera de la Comunidad por
el transmitente o por un tercero que actúe en nombre y por cuenta de éste.
2. Las entregas de bienes expedidos o transportados fuera de la Comunidad por
el adquirente no establecido en el territorio de aplicación del Impuesto o por
un tercero que actúe en nombre y por cuenta de él.
Se excluyen de lo dispuesto en el párrafo anterior los bienes destinados al equi-
pamiento o avituallamiento de embarcaciones deportivas o de recreo, de aviones
de turismo o de cualquier medio de transporte de uso privado.
En igual sentido, otro autor español Victoria Sánchez (2006: 275) señala
lo siguiente:
La exportación de bienes está exenta del IVA. Ahora bien, aunque usualmente
se atribuye la exención a la exportación de bienes con destino a terceros países,
en realidad la exención corresponde a la entrega previa de los bienes que se
exportan (el énfasis es nuestro).
5.2.1. Argentina
Mediante la Ley Nº 20631, Texto Ordenado por Decreto Nº 280 del 15 de abril
de 1997, que incorpora modificaciones hasta la Ley Nº 24920 publicada en el
Boletín Oficial el 31 de diciembre de 1997 (Impuesto al Valor Agregado), se
dispone lo siguiente:
Artículo 8º.- Quedan exentas del gravamen de esta ley:
[...]
d) Las exportaciones.
5.2.2. Chile
Mediante Ley Nº 825, Ley sobre impuesto a las ventas y servicios se dispone
lo siguiente:
Artículo 12º. Estarán exentos del impuesto establecido en este Título:
A. Las ventas y demás operaciones que recaigan sobre los siguientes bienes:
[...]
5º.- Las materias primas nacionales, en los casos en que así lo declare por reso-
lución fundada la Dirección de Impuestos Internos, siempre que dichas materias
primas estén destinadas a la producción, elaboración o fabricación de especies
destinadas a la exportación.
Sólo pueden acogerse a esta norma de excepción los contribuyentes que adquie-
ran las materias primas de personas que no emitan facturas o de proveedores
que, en forma previa, renuncien expresamente al crédito fiscal que originarían
tales transferencias si quedaran afectas al impuesto al valor agregado.
5.2.3. Colombia
Mediante la Ley de Impuesto General Sobre las Ventas Nº 6826:
Capítulo 3. De las exenciones y de la tasa del impuesto.
5.2.4. Uruguay
Mediante el Texto Ordenado de 1996 vigente según Ley Nº 18.083 del
27.12.2006, en su Título 10 se dispone:
Artículo 5. Territorialidad
Estarán gravadas las entregas de bienes y las prestaciones de servicios realiza-
das en el territorio nacional y la introducción efectiva de bienes, independiente-
mente del lugar en que se haya celebrado el contrato y del domicilio, residencia
o nacionalidad de quienes intervengan en las operaciones, no lo estarán las
exportaciones de bienes. Tampoco estarán gravadas aquellas exportaciones de
servicios que determine el Poder Ejecutivo.
Quedan comprendidos en el concepto de exportación de servicios los fletes in-
ternacionales para el transporte de bienes que circulan en tránsito en el territorio
nacional y los servicios prestados a organismos internacionales que determine
el Poder Ejecutivo.
recurrente, momento a partir del cual el comprador, a través el banco del exterior
designado, adquiriría la disposición de los bienes materia de compraventa y por
tanto, la propiedad, mientras que la recurrente mantendría la posesión de los
bienes por intermedio de LICSA pasando a tener una posesión menos plena de
los bienes, es decir, ya no a título de propietario.
[Agrega el Tribunal Fiscal que] [...] una exportación se considera realizada en la
fecha de embarque de la mercancía, la cual corresponde a la fecha de control
de embarque anotada en las casillas 10 o 12, según corresponda, de la orden
de embarque, de acuerdo con lo dispuesto por la Resolución del Tribunal Fiscal
Nº 11699-A-2007.
26 En efecto, el inciso a) del artículo 3 de la Ley del IGV, establece que se considera venta
a “todo acto por el que se transfieren bienes a título oneroso, independientemente de la
designación que se dé a los contratos o negociaciones que originen esa transferencia y de
las condiciones pactadas por las partes”. Asimismo, el numeral 3 del artículo 2º del Regla-
mento de la Ley del IGV, establece que se considera venta a “Todo acto a título oneroso
que conlleve la transmisión de propiedad de bienes, independientemente de la denomina-
ción que le den las partes, tales como venta propiamente dicha, permuta, dación en pago,
expropiación, adjudicación por disolución de sociedades, aportes sociales, adjudicación
por remate o cualquier otro acto que conduzca al mismo fin”.
27 En efecto, el inciso a) del artículo 4 de la Ley del IGV dispone que, en la venta de bienes,
la obligación tributaria se origina “en la fecha en que se emita el comprobante de pago de
acuerdo a lo que establezca el reglamento o en la fecha en que se entregue el bien, lo que
ocurra primero”.
a.2) La transferencia de propiedad según el artículo 947º del Código Civil no es necesa-
ria a fin de verificar si se produjo o no el hecho gravado venta
Como hemos indicado, el fundamento bajo el cual el Tribunal Fiscal resolvió
gravar la venta de metales destinados a exportación radica en que se habría
producido la transferencia de propiedad de los metales conforme a la teoría
del título y modo del artículo 947 del Código Civil.
Tomando en consideración la naturaleza ex lege (legal) de la obligación
tributaria, la Ley del IGV señala en el inciso a) de su artículo 3º que se entien-
de por venta a “todo acto por el que se transfieren bienes a título oneroso y a
título gratuito” y el inciso a) del numeral 3) del artículo 2º del Reglamento dis-
pone que es venta “todo acto que conlleve la transmisión de propiedad de los
bienes gravados”. Del mismo modo, el inciso c) del numeral 3) del artículo 2º
del Reglamento indica que constituye venta todo acto por el que se transfiere
la propiedad a título gratuito.
Se puede concluir que para efectos del IGV es venta todo acto que con-
lleve la transferencia de propiedad de bienes muebles sea a título oneroso o
a título gratuito.
De otro lado, la Ley del IGV señala cuándo se perfecciona el hecho gra-
vado venta de bienes muebles. En efecto, en el inciso a) del artículo 4º de la
En cambio, las ventas pactadas en condiciones FOB o CIF o las que ini-
cian con la letra D, no implicarán ventas gravadas con el Impuesto, porque la
entrega de los bienes en condiciones FOB o CIF se realiza sobre la borda del
buque y en las que inician con letra D en el puerto de destino.
Si bien los Incoterms no constituyen pactos a través de los cuales se
transfiera la propiedad de los bienes, el Tribunal Fiscal ha tomado la entrega
de los bienes como un elemento relevante para la configuración del hecho
gravado venta. Si bien contractualmente los Incoterms no determinan transfe-
rencia de propiedad, para efectos del IGV la entrega determina la configura-
ción del aspecto material del hecho gravado venta.
[...] [E]n ejercicio de su autonomía privada y dentro del marco previsto en el Có-
digo Civil, las partes pueden válidamente pactar en un contrato de compraventa
que la propiedad de bienes muebles se transferirá mediante su tradición ficta, así
como establecer la forma y momento en que ésta va a ocurrir de acuerdo con la
regulación contemplada en el citado código [...].
En consecuencia, con la emisión de los citados certificados por TRAFIGURA y su
entrega a la recurrente, no se realizó la transferencia de propiedad de los meta-
les objeto de venta mediante una tradición (entrega) documental, como sostiene
la Administración, sino que ésta se realizó con la entrega física de los bienes en
el puerto de destino (INCOTERMS CIF FO), según se detalla expresamente en
la Cláusula Tres de los citados contratos de compraventa, precisándose en la
Cláusula Siete que el vendedor mantendría la titularidad de los bienes hasta el
pago final, es decir luego de la entrega de los mismos en el extranjero.
De lo expuesto, al haberse concluido que los certificados de entrega futura no
constituyen documentos representativos que pudieran sustituir la entrega física
de los bienes (tradición ficta documental a que se refieren los artículos 947º, 903º
y 1580º del Código Civil), y al haberse producido la entrega de los metales en el
exterior (puerto de destino), tal como se estipuló en los contratos de compraventa
suscritos entre TRAFIGURA y la recurrente, la Administración no ha acreditado
que la transferencia de propiedad de los citados bienes se efectuó en el país, por
lo tanto, las operaciones reparadas no se encontraban gravadas con el Impuesto
General a las Ventas y la recurrente no tenía obligación de efectuar pago alguno
por ellas en calidad de responsable solidario, por lo que corresponde revocar la
apelada en este extremo y dejar sin efecto las Resoluciones de Determinación.
8. Conclusión
La territorialidad de la venta de bienes muebles depende de lo previsto en
cada legislación del IVA en particular y su relevancia jurídica consiste en de-
terminar su configuración como operación gravada del mercado interno, en
otras palabras, la territorialidad radica el consumo en el mercado local; mien-
tras que la imposición en destino es el principio técnico para que las ventas
internacionales dirigidas al mercado internacional no se encuentran gravadas
con el Impuesto.
En Derecho Comparado la venta de bienes muebles puede ser anterior
o posterior a la exportación de bienes, lo que no impide, sin embargo, que
se configure una exportación de bienes no gravada con el IVA o con mayor
propiedad, una venta no gravada con el IVA. Nuestra legislación no es ajena
a estos fundamentos técnicos, especialmente en el IVA, que es un impuesto
armonizado en sus principios técnicos a nivel mundial, y nuestra jurispruden-
cia no debería aislarse de estos principios técnicos comunes que sustentan el
funcionamiento del Impuesto.
Creemos que lo importante es la aplicación del principio de imposición
en el país de destino, para lo cual, es necesario vincular la venta de bienes al
procedimiento de exportación a fin de verificar que su consumo se produzca
Capítulo XXII
LA EXPORTACIÓN DE
SERVICIOS
Sumario:
1. Concepto de exportación de servicios. 2. La exportación de servicios
como institución propia del Derecho Tributario. 3. Requisitos para que
se configure la exportación de servicios. 4. Examen de los requisitos
para considerar una exportación de servicios. 4.1. El servicio debe es-
tar incluido en el Apéndice V de la Ley de IGV. 4.1.1. Servicios de con-
sultoría y asistencia técnica. 4.1.2. Arrendamiento de bienes muebles.
4.1.3. Servicios de publicidad, investigación de mercados y encuestas
de la opinión pública. 4.1.4. Servicios de procesamiento de datos, apli-
cación de programas de informática y similares. 4.1.5. Servicios de
colocación y de suministro de personal. 4.1.6. Servicios de comisio-
nes por colocaciones de crédito. 4.1.7. Operaciones de financiamiento.
4.1.8. Seguros y reaseguros. 4.1.9. Los servicios de telecomunicacio-
nes destinados a completar el servicio de telecomunicaciones origi-
nado en el exterior; únicamente respecto a la compensación entre-
gada por los operadores del exterior, según las normas del Convenio
de Unión Internacional de Telecomunicaciones. 4.1.10. Servicios de
mediación y/u organización de servicios turísticos prestados por ope-
radores turísticos domiciliados en el país en favor de agencias u ope-
radores turísticos domiciliados en el exterior. 4.1.11. Cesión temporal
de derechos de uso o de usufructo de obras nacionales audiovisuales
y todas las demás obras nacionales que se expresen mediante proce-
so análogo a la cinematografía, tales como producciones televisivas
o cualquier otra producción de imágenes, a favor de personas no do-
miciliadas para ser transmitidas en el exterior. 4.1.12. El suministro de
energía eléctrica a favor de sujetos domiciliados en el exterior, siem-
pre que sea utilizado fuera del país. El suministro de energía eléctrica
comprende todos los cargos que le son inherentes contemplados en la
legislación peruana. 4.1.13. Los servicios de asistencia telefónica que
brindan los Centros de Llamadas a favor de empresas o usuarios, no
domiciliados en el país, cuyos clientes o potenciales clientes domicilien
en el exterior, y siempre que sean utilizados fuera del país. 4.1.14. Los
servicios de transformación, modificación, reparación, mantenimiento
y conservación de naves y aeronaves de bandera extranjera a favor
de sujetos domiciliados en el exterior, siempre que su utilización eco-
nómica se realice fuera del país. Estos servicios se hacen extensivos
a todas las partes y componentes de las naves y aeronaves. 4.2. El
servicio debe ser prestado a título oneroso. 4.3. El exportador debe ser
una persona domiciliada en el país. 4.4. El usuario o beneficiario debe
ser una persona no domiciliada en el país. 4.5. El uso, explotación o
aprovechamiento de los servicios por parte del no domiciliado debe
tener lugar íntegramente en el extranjero. 5. La territorialidad en la
exportación de servicios. 6. La exportación en los servicios de ejecu-
ción inmediata. 7. El saldo a favor del exportador en las exportaciones
de servicios. 8. La exportación de bienes intangibles: ¿Exportación de
bienes o exportación de servicios? 8.1. La cesión definitiva o la licencia
sobre obras audiovisuales como exportación de bienes o de servicios.
8.2. La exportación de bienes o servicios. 8.2.1. La exportación de
bienes y servicios: formalidades que deben cumplirse. 8.2.2. La acre-
ditación del destino de las adquisiciones a operaciones de exporta-
ción. 9. La exportación de servicios vigente a partir de 2 de enero de
2011. 9.1. El fundamento de la ampliación de los tipos de exportación
de servicios. 9.2. Las distintas clases de exportación de servicios en
el AGCS y su compatibilidad con los principios técnicos del IVA. 9.3.
¿Cómo definimos la territorialidad de los servicios y su relación con
el principio de imposición en el país de destino? 9.4. ¿Qué servicios
deberían considerarse como exportación de servicios? Territorialidad
e imposición en destino. 9.5. Clases de exportación según la OMC, la
Ley Nº 29646 y la Ley del IGV. 9.6. La extraterritorialidad en la Ley del
IGV. 9.7. Conclusiones.
Lugar de Lugar de
Proveedor Cliente Apéndice V Resultado
prestación consumo
Servicio
Exportación
Domiciliado No domiciliado País Extranjero incluido en
inafecta
Apéndice V
Servicio no
Domiciliado No domiciliado País Extranjero incluido en Gravado IGV
Apéndice V
Servicio
Exportación
Domiciliado No domiciliado Extranjero Extranjero incluido en
inafecta
Apéndice V
31 Conforme al último párrafo del artículo 33º de la Ley del IGV y el artículo 9º del Reglamen-
to de la Ley, se establecen ciertos requisitos a efectos de que se consideren exportación
de servicios algunos supuestos, los cuales resultan constitutivos de los derechos que se
generan.
Lugar de Lugar de
Proveedor Cliente Apéndice V Resultado
prestación consumo
Servicio no
Operación
Domiciliado No domiciliado Extranjero Extranjero incluido en
inafecta
Apéndice V
Pues bien, cada uno de los requisitos exigibles para que un servicio ca-
lifique como exportación de servicios están regulados en una norma regla-
mentaria (Decreto Supremo), esto incluye la lista taxativa de servicios de ex-
portación, situación que consideramos vulnera el principio de reserva de Ley,
pues se realiza una remisión en blanco al Reglamento a fin que determine las
condiciones legales para calificar un servicio de exportación.
yecto de Ley que dio lugar al Decreto Legislativo Nº 980. Esta se justificó en
la exposición de motivos indicando que:
Habida cuenta de la conveniencia de contar en la Ley del IGV con los criterios
que deben cumplir las operaciones para ser calificadas como exportación de ser-
vicios y poder incorporarse al Apéndice V de la Ley, es que resulta conveniente la
presente propuesta normativa, la misma que constituye una adecuación técnica,
en virtud de la cual se incorpora en el artículo 33º de la Ley los requisitos que se
encontraban establecidos en el Reglamento.
Del mismo modo, otros autores también han criticado la regulación vigen-
te. Así, Pantigoso Velloso (1995: 65) considera que:
Al existir una lista restringida no se está generalizando el IGV, ni se estará cum-
pliendo con el principio de “país de destino”, respecto de las exportaciones no
contenidas en la lista. [...] Es más, las exportaciones gravadas en nuestro país,
al ser suministradas a países que aplican el principio de “país de destino”, se en-
contrarían gravadas dos veces: en nuestro país y en el país de destino que grava
la importación, lo que generará una doble e indeseada imposición, afectando
nuestras posibilidades competitivas externas.
4.1.13. Los servicios de asistencia telefónica que brindan los Centros de Lla-
madas a favor de empresas o usuarios, no domiciliados en el país, cu-
yos clientes o potenciales clientes domicilien en el exterior, y siempre
que sean utilizados fuera del país
Este numeral fue incorporado por el artículo 1º del Decreto Supremo Nº 025-
2006-EF, publicado el 1 de marzo de 2006. Se señala en el artículo 3º del
Decreto que:
[...] el servicio de asistencia telefónica brindado por los Centros de Llamadas
consiste en el suministro de información comercial o técnica sobre productos o
servicios, recepción de pedidos, atención de quejas y reclamaciones, reserva-
ciones, confirmaciones, saldos de cuentas, cobranzas, publicidad, promoción,
mercadeo y/o ventas de productos, traducción o interpretación simultánea en
línea, y demás actividades destinadas a atender las relaciones entre las em-
presas o usuarios a quienes les presta el servicio y sus clientes o potenciales
clientes.
41 Para efectos de la TUO de la Ley del IGV y para la Ley de Concesiones Eléctricas, Decreto
Ley Nº 25844, publicado el 19 de noviembre de 1992, el suministro de energía es un ser-
vicio. Así, la Ley de Concesiones Eléctricas en su artículo 2º califica al suministro regular
de energía eléctrica para uso colectivo como servicio público de electricidad.
42 Véase el Informe Nº 163-2006-SUNAT/2B0000 del 27 de junio de 2006, que comenta el
suministro de energía eléctrica en relación con la Ley de Promoción de la Inversión en la
Amazonía.
Domicilio del
proveedor
tesis del primer acto de disposición del servicio para las utilizaciones de servi-
cios. Lamentable la ausencia de una definición clara del tema en este caso ne-
cesaria, genera que ni el propio Tribunal Fiscal tenga un entendimiento armónico
de la situación. [De este modo] la tesis que responde de forma más coherente al
objetivo perseguido por la Ley del IGV es la de entender por lugar de consumo o
empleo del servicio a aquel en el cual se produce el aprovechamiento económico
del servicio, que es en el que entendemos ocurrirá el efecto perseguido por el
impuesto, vale decir el consumo.
El lugar donde el servicio comienza a prestarse, o si se quiere, donde inicialmen-
te es dispuesto, no es, necesariamente, el lugar donde el aprovechamiento eco-
nómico se producirá. La norma no pretende referirse al lugar donde el servicio es
prestado sino a aquel en el cual el servicio es consumido.
miento incide en el goce del rendimiento económico obtenido, lo que implica “ha-
cer provechosa o útil una cosa. [...], cuando nos referimos al uso debemos aten-
der al uso inmediato del servicio; es decir, a aquel primer uso potencial al que se
encuentra naturalmente destinado el servicio y que es perfectamente identifica-
ble. Igualmente, tratándose de la explotación, la consideración de la explotación
económica del servicio deberá hacerse desde un punto de vista potencial. Como
el aprovechamiento es un concepto de contenido económico deberá atenderse
al lugar en que los provechos o beneficios económicos del servicio son gozados.
del artículo 9º del Reglamento de la Ley del IGV aprobado por el decreto Supre-
mo Nº 29-94-EF.
[...] el tema de la utilización económica está vinculado al beneficio inmediato
que el proveedor del exterior obtenía de la información proporcionada por su
representante local, referida principalmente a los potenciales compradores de
su mercadería, permitiéndole asimismo disminuir sus costos de transacción para
futuras operaciones en el Perú. Que la utilización económica o aprovechamiento
que el proveedor del exterior obtenía de estos servicios, se veía materializada en
forma objetiva en el hecho que pagaba una retribución a su representante en el
país, con prescindencia de concretar ventas de mercadería sobre la base de la
información recibida; en tal sentido, como el uso de la información brindada por
la recurrente a su comitente, fue económica y directamente utilizada por éste en
el exterior, los reparos [...] deben ser levantados.
Territorialidad en la
exportación de servicios
49 Lupo (2002: 583) señala que el criterio de imposición en el país de destino “define que
tanto los bienes como los servicios deben estar gravados en el país donde se produzca su
utilización, explotación o aprovechamiento económico, por lo que grava a las importacio-
nes y exime a las exportaciones”.
ción de los bienes y servicios son utilizados como crédito fiscal por los contri-
buyentes. Se configura así su neutralidad y su efecto no acumulativo respecto
del empresario. Pero también se traslada el impuesto a un consumidor final,
quien finalmente será el que asuma la carga del impuesto y de esta forma se
completa el sistema.
De este modo, se ha establecido en el artículo 33º de la Ley del IGV que
“La exportación de bienes o servicios, así como los contratos de construcción
ejecutados en el exterior no están afectos al Impuesto General a las Ventas”.
En este sentido, como se explicó, con esta regulación se busca que aquellos
productos y servicios destinados al mercado internacional sean competitivos,
y no se exporten los impuestos que los gravan en nuestro territorio, aun cuan-
do esto no se cumpla a cabalidad, sino parcialmente.
Respecto a que la norma denomina inafecto a este supuesto, se discute
doctrinariamente si esta es una inafectación, como señala la norma, o si es-
tas son operaciones gravadas con una tasa “0”, como afirma la mayoría de
autores51.
Se señala que es una inafectación por cuanto el legislador la ha estable-
cido como tal. Asimismo, la devolución del IGV de compras se sustenta en un
hecho particular o sistema peculiar que el legislador ha establecido para po-
sibilitar la descarga total que haya afectado los servicios exportados y que no
es asimilable al crédito fiscal por cuanto este sistema tiene otras aplicaciones.
Así, además de la posibilidad de compensar este saldo contra el débito fiscal,
el exportador tiene la posibilidad de compensarlo contra otros impuestos. Por
último, tiene la posibilidad de solicitar su devolución.
La tesis de que las operaciones de exportación están gravadas con una
tasa “0” se sustenta en el hecho del cálculo operativo del saldo a favor del
exportador. El artículo 9º, numeral 3) del Reglamento de la Ley de IGV remite
a las normas de la prorrata del crédito fiscal para determinar el saldo a favor
del exportador. Además, esta permite explicar mejor la técnica del impuesto,
Como puede verse, el Decreto Supremo tiene una doble importancia: la pri-
mera, es una norma interpretativa que precisó que la cesión definitiva de obras
nacionales audiovisuales constituía una exportación de bienes, con lo cual su
vigencia se retrotraía a la vigencia del Decreto Legislativo Nº 821 (24 de abril
de 1996); y la segunda es que, incluyó como exportación de servicios la cesión
temporal de derecho de uso o usufructo sobre obras nacionales audiovisuales.
La referida norma agregó que, mediante normas reglamentarias, se esta-
blecería el procedimiento por el cual la cesión se realizaría con carácter defi-
nitivo o temporal, así como los alcances, condiciones y requisitos que debería
cumplir el contribuyente para solicitar el saldo a favor del exportador, así como
las normas necesarias para la mejor aplicación de dicho decreto supremo
(Decreto Supremo Nº 058-97, artículos 3º y 4º).
Las normas reglamentarias nunca se expidieron. Esto, en nuestra opi-
nión, no impide que el cedente o licenciante pueda gozar del beneficio del
saldo a favor del exportador, si cumple con las normas pertinentes de la expor-
tación de bienes o de la exportación de servicios. La causa es que el Decreto
Supremo no condicionó el goce del beneficio a la expedición de tales normas.
La obra audiovisual es toda creación intelectual, expresada mediante
una serie de imágenes asociadas que dan la sensación de movimiento, con o
sin sonorización incorporada, susceptible de ser proyectada o exhibida a tra-
vés de aparatos idóneos o por cualquier medio de comunicación de la imagen
o del sonido (Decreto Legislativo Nº 822, artículo 2º, numeral 19). Se define al
videograma como la fijación audiovisual incorporada en videocasetes, video-
disco o cualquier otro soporte material o análogo (Decreto Legislativo Nº 822,
artículo 2º, numeral 49).
En definitiva, la obra audiovisual es una obra intelectual protegida bajo
los alcances de la Ley de Derechos de Autor (Decreto Legislativo Nº 822, artí-
culo 5º, inciso e). Ello implica que el titular de la obra intelectual detenta los de-
rechos morales52 y patrimoniales53. Los primeros son perpetuos, inalienables,
imprescriptibles, inembargables e irrenunciables (Decreto Legislativo Nº 822,
artículo 21º); los segundos, en cambio, son susceptibles de explotación bajo
cualquier forma o procedimiento (Decreto Legislativo Nº 822, artículo 30º).
Licencia es la autorización o permiso que concede el titular de los de-
rechos al usuario de la obra u otra producción protegida para usarla de una
forma determinada y conforme a las condiciones convenidas en el contrato de
licencia. A diferencia de la cesión, la licencia no transfiere la titularidad de los
derechos (Decreto Legislativo Nº 822, artículo 2º, numeral 16).
54 En lo no previsto por este Código o en otras normas tributarias podrán aplicarse normas
distintas a las tributarias, siempre que no se opongan ni las desnaturalicen. Supletoria-
mente, se aplicarán los principios del Derecho Tributario, o en su defecto los Principios
de Derecho Administrativo y los Principios Generales del Derecho (Norma IX del Título
Preliminar del Código Tributario).
55 Decreto Legislativo Nº 1053, publicado el 27 de junio del 2008, vigente desde el 17 de
marzo del 2009, salvo algunas normas de la anterior Ley, que aún son aplicables.
56 Constituyen bienes muebles los corporales que pueden llevarse de un lugar a otro, los
derechos referidos a los mismos, los signos distintivos, invenciones, derechos de autor,
derechos de llave y similares (Ley del IGV, artículo 3º, inciso b).
57 En el caso de bienes intangibles, se consideran ubicados en el territorio nacional cuando
el titular y el adquirente se encuentren domiciliados en el país (Reglamento de la Ley del
IGV, artículo 2º, numeral 1, inciso a), último párrafo).
En este caso, las mercancías incluidas en este régimen deben estar sustenta-
das en la Declaración de Exportación correspondiente.
Excepcionalmente, las normas aduaneras establecen destinos aduane-
ros especiales en los cuales el despacho se realiza mediante formalidades
mucho más simples. Este sería el caso de la salida de mercadería contenidas
en envíos o paquetes transportados por concesionarios postales, también de-
nominados mensajería internacional, correos rápidos o courier.
En estos casos, la exportación se sustenta en una Declaración Simplifi-
cada, siguiendo el procedimiento regulado en el INTA-PE.02.0158. Ahora bien,
debe mencionarse que el régimen simplificado de concesionarios postales esta-
blece que para aquellos exportadores que deseen solicitar el beneficio del saldo
a favor del exportador, el Concesionario Postal debe utilizar una Declaración
Simplificada por cada exportador. En este sentido, el exportador a través de
concesionarios postales debía tener una Declaración Simplificada a su nombre.
Asimismo, el valor FOB de la mercadería despachada por medio de este
destino especial no puede exceder la cantidad señalada en el Reglamento de
Destinación Aduanera Especial de envíos o paquetes transportados por con-
cesionarios postales. Si los envíos o paquetes excedieran el monto estableci-
do, se procederá al legajamiento de la Declaración Simplificada y, concluido
el trámite podrá solicitar nueva destinación aduanera, en donde le será de
aplicación las formalidades de la exportación normal.
El Reglamento de Destinación Aduanera Especial de envíos o paquetes
transportados por concesionarios postales precisó que aquellos bienes que
no son considerados para uso personal y exclusivo del destinatario59 y aque-
llos bienes cuyo valor excede de dos mil dólares al año por destinatario son
considerados mercancía60. Lo cual implica que podían destinarse a los dife-
rentes regímenes y operaciones aduaneras contemplados en la Ley general
de Aduanas y su Reglamento61.
envíos postales, por no cumplir con las condiciones de peso o valor, serán trasladadas por
el Concesionario Postal, bajo responsabilidad, a los Terminales de Almacenamiento de
Carga para su despacho de acuerdo a las disposiciones de la Ley General de Aduanas,
dentro de un plazo máximo de cinco días hábiles siguientes al término de la descarga, en
estos casos el Concesionario Postal informará al destinatario para que este opte por la
destinación aduanera que le convenga.
62 Los requisitos que tienen que cumplir las adquisiciones para otorgar derecho al crédito
fiscal, son los siguientes:
a) Que sean permitidos como gasto o costo de la empresa, de acuerdo a la legislación del
IR, aun cuando el contribuyente no esté afecto a este último impuesto.
b) Que se destinen a operaciones por las que se deba pagar el impuesto. Debe tenerse
en cuenta que, en el caso de las exportaciones, este requisito no es aplicable.
9.5. Clases de exportación según la OMC, la Ley Nº 29646 y la Ley del IGV
En la tabla que presentamos a continuación está el comparativo entre las
definiciones del AGCS de la OMC, la Ley Nº 29646 y la Ley del IGV. La con-
cordancia entre el AGCS y la Ley Nº 29646 es total con ligeras variaciones de
9.7. Conclusiones
Los comentarios efectuados respecto del régimen de exportación de servicios
se pueden resumir en las conclusiones siguientes:
1. La deficiente técnica legislativa de recoger la definición del AGCS sobre
exportación de servicios en el ámbito del IGV sin considerar la interrela-
ción entre la territorialidad y el principio de imposición en el país destino
en los servicios internacionales. Esta premisa origina varias incoheren-
cias que hemos descrito en este capítulo. A saber:
a. Se consideran exportación de servicios a servicios prestados y con-
sumidos en el país (literal B).
b. Se otorga devolución de impuestos “reintegro tributario” a los ser-
vicios profesionales prestados en el extranjero a pesar que estos
sujeto son consumidores finales para efectos del IGV.
c. Se otorga devolución de impuestos a servicios prestados y consu-
midos en el país para promover el turismo a favor de sujetos no
domiciliados.
2. La Ley Nº 29646 tienen 4 tipos de exportación de servicios, mientras que
la Ley del IGV solo contempla como exportaciones de servicios a los lite-
rales A y B del Apéndice V, mientras que los literal C y D son regímenes
de devolución del IGV. En el caso del literal C los servicios están grava-
dos con el IGV y en el caso del literal D los servicios no están gravados
con el IGV y el profesional solicita la devolución del IGV de compras.
3. No está claro si la exportación de servicios comprende sólo los servicios
territoriales en el literal A del Apéndice V o también los servicios extrate-
rritoriales. Nuestra opinión es que sólo están los territoriales.
4. Los servicios extraterritoriales otorgan derecho a crédito fiscal.
VI
Capítulo XXIII
PRECIOS DE TRANSFERENCIA
EN EL IGV
Sumario:
1. Temas de reflexión. 2. La contraprestación como valor subjetivo y re-
gla general en la determinación de la base imponible del IGV. 3. El valor
de mercado como norma de valoración de la base imponible del IR. 4.
Valoración fiscal como instrumento al servicio de la finalidad de cada
impuesto en particular. 5. El supuesto de hecho de la regla de precios
de transferencia. 6. La consecuencia jurídica de la norma de precios
de transferencia en el IR. 7. La consecuencia jurídica de la norma de
precios de transferencia en el IGV. 8. El ajuste de precios de transferen-
cia en el IGV. 8.1. Los métodos de valoración global de la rentabilidad
y su aplicación en el IGV. 9. El ajuste como norma de valoración para
efectos del IGV. 9.1. El débito fiscal en cada uno de los períodos al que
corresponden las transacciones y el crédito fiscal en el mes en que se
emite la factura o la nota de débito. 9.2. El débito fiscal y el crédito fiscal
en el mes en que se conozcan los resultados del estudio de precios de
transferencia y se emita la factura o la nota de débito. 10. El valor de
mercado como base imponible del IGV en el ámbito europeo. 11. Con-
clusiones.
1. Temas de reflexión
Los ajustes de precios de transferencia en la base imponible del IGV tienen
relación con la valoración impositiva como elemento esencial de la norma
tributaria. La valoración tributaria para fines del Impuestos a la Renta (IR)
y el Impuesto General a las Ventas (IGV) suscita los siguientes temas de
reflexión: a) la unidad o diversidad de valoración de la base imponible del IR
e IGV; b) la incidencia de valores imputados (rentas imputadas) en la base
imponible del IGV, c) la compatibilidad de la base imponible del IGV, basado
en la idea de contraprestación de operaciones gravadas concretas (ventas
o servicios) y el ajuste de precios de transferencia, basado en criterios de
valoración globales de la utilidad operativa de las empresas, d) el momento
en que debe tener lugar el ajuste de la base imponible del IGV tratándose
de “rentas imputadas” y e) la posibilidad de la deducción de créditos fiscales
“imputados”.
La suma total que queda obligado a pagar el adquirente es, sin ninguna
duda, la contraprestación fijada en el contrato de venta o de prestación de
servicios. Por eso se señala en doctrina que la base imponible del IGV es un
valor subjetivo, dado que la contraprestación viene fijada por las partes en el
correspondiente contrato.
En este sentido, Derouin (1981: 197) califica al Impuesto sobre el Va-
lor Agregado (IVA) como un impuesto sobre la cifra de negocios (esto es, el
intercambio de bienes y servicios empresariales) y en tal sentido “siendo el
impuesto sobre el valor añadido, en principio, un impuesto sobre la cifra de
negocios, su base debe ser, por regla general, el precio del servicio entregado
o del bien suministrado”.
Del mismo parecer es Durán-Sindrev (2001: 61), para quien “[...] cohe-
rentemente con lo así dispuesto, la base imponible del impuesto está cons-
tituida, con carácter general, por la totalidad de la contraprestación que el
transmitente de los bienes o prestador de servicios obtenga o vaya obtener,
con cargo a estas operaciones, del comprador de los bienes, del destinatario
de la prestación o de un tercero”.
No obstante ello, el artículo 32º de la Ley del IR, señala que las reglas
previstas en su tenor “también serán de aplicación para el Impuesto General a
las Ventas e Impuesto Selectivo al Consumo, salvo para la determinación del
saldo a favor materia de devolución o compensación”.
De la lectura concordada de ambas normas, surge la pregunta de cómo
debería entenderse la relación entre ellas y en función a ello determinar cuál
es la base imponible del IGV, si es el valor de la contraprestación (artícu-
lo 14º de la Ley del IGV) o el valor de mercado (artículo 32º de la Ley del
IR).
1 Es necesario aclarar que en este trabajo partimos de la premisa conceptual que el IGV no
grava jurídicamente el valor añadido, sino las concretas operaciones de venta o de pres-
tación de servicio, tesis que no compartimos, pero que sin embargo permite explicar con
mayor claridad los conceptos que se expresarán en este trabajo.
En nuestra Ley del IGV se señala que la base imponible es la suma total
que queda obligada a pagar el adquirente del bien, usuario del servicio o quien
encarga la construcción2.
De ese modo, la suma total que queda obligado a pagar el adquirente o
usuario del servicio, es la cuantía derivada de la obligación de pagar el precio
fijado en el contrato de intercambio de bienes o de servicios, por lo que puede
concluirse, que la base imponible del IGV es el valor subjetivo fijado por las
partes en el contrato.
Considérese que el crédito fiscal en el IGV está estructurado también
sobre la idea de contraprestación, puesto que el comprobante de pago que
es título formal indispensable para deducir el crédito fiscal, se emite en base
al ingreso real proveniente de la transacción y no sobre el valor de mercado,
excepto en el caso de transacciones gratuitas que además no otorgan dere-
cho al crédito fiscal.
Según la Ley del IGV el valor de mercado es aplicable a través de las
reglas de valor no fehaciente o no determinado. Según dicha regla, el valor de
la contraprestación fijado por las partes es no fehaciente cuando sea inferior
al valor usual de mercado para otros bienes o servicios de igual naturaleza,
salvo prueba en contrario (Ley del IGV, artículo 42º).
En tal caso, para la determinación del valor de venta de un bien, de un
servicio o de un contrato de construcción, la SUNAT estimará de oficio3 toman-
do como referencia el valor de mercado de acuerdo a la Ley del IR.
operación fuera fijado por una autoridad judicial, arbitral, estatal, aun cuando
dicho valor fuera menor al de mercado6.
En nuestra opinión, más allá de la literalidad de la norma que apoyaría la
tesis de la facultad administrativa para corregir la base imponible del IR, la re-
gla de valor de mercado es una norma de valoración de la base imponible del
IR y como tal, es una norma de obligatoria aplicación por los contribuyentes
en su autoliquidación del IR anual7.
La razón fundamental de esta idea es que la regla de valor de mercado
es una norma cuyo propósito es evitar que las partes manipulen a su conve-
niencia el valor de las transacciones, alterando la real capacidad económica
derivada de ellas y con ello el IR a pagar8.
Siendo este el fundamento del artículo 32º de la Ley, pensamos que es
más coherente que deba tratarse de una norma de valoración de la base
imponible del IR y no de una potestad de la Administración Tributaria, porque
solo así se alcanzaría la finalidad de exigir el IR según la real capacidad con-
tributiva derivada de las transacciones económicas.
En el caso del IR, la capacidad contributiva que se pretende gravar es la
renta neta generada en el período fiscal anual medida en términos de valor de
mercado, regla con la cual, la Ley pretende que el contribuyente no manipule
6 Se discute si es una norma antifraude que debe actuar solo cuando la valoración conve-
nida determine un menor pago del IR o cuando fuera fehaciente. Así por ejemplo la regla
de valor de mercado no se aplicaría cuando la valoración convenida fuera superior a la de
mercado y se hubiera pagado más IR y tampoco habría lugar a la aplicación de la regla
cuando el valor sea fehaciente y hubiera sido fijada por decisión de un juez (subasta judi-
cial) o un martillero público.
7 Como se aprecia en la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 673-1-2006 de fecha 7 de febrero
de 2006, la cual señala:
Que precisado el carácter de venta de bienes en el caso de las operaciones efectuadas
entre la recurrente y [...], se establece que las mismas debían efectuarse al valor de mer-
cado, de acuerdo a las reglas establecidas por la Ley del Impuesto a Renta, para el caso
de venta de existencias, esto es el que normalmente se obtiene en las operaciones one-
rosas que la empresa realiza con terceros, o en su defecto, el valor que obtenga de una
operación entre sujetos no vinculados en condiciones iguales y similares.
Además la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 6670-5-2005 de fecha 2 de noviembre de
2005, en la que señala:
[...] si bien la recurrente pretende que el valor a atribuir a la transferencia realizada sea
su valor de adquisición menos las depreciaciones efectuadas hasta el 2001, ello no es
procedente, pues tal valor difiere de su valor comercial, por lo que corresponde asignarle
el precio de mercado.
[...], el valor asignado al bien transferido como aporte ha sido sobrevaluado, ya que no re-
sulta razonable, que habiéndose adquirido a US$ 12,800.00 en marzo de 1998 su valor se
haya incrementado a aproximadamente US$ 20,173.00 transcurridos cuatro años desde
su adquisición, [...].
[...] si bien procede la acotación del IR, como consecuencia de la transferencia del vehícu-
lo [...], la Administración debe ajustar el valor de mercado aplicado en la transferencia.
8 Véase Villanueva Gutiérrez (2002: 28).
9 Aclaramos que no compartimos la tesis mayoritaria que sostiene que el IVA grava opera-
ciones concretas y no el valor añadido, y nos adscribimos a las tesis minoritarias que el
IVA grava el valor añadido. Ver Villanueva Gutiérrez 2003.
10 Esta idea es resaltada por Gálvez Rosasco (2006: 77).
11 Así por ejemplo, la imputación de intereses presuntos para los préstamos entre partes
independientes, salvo que el deudor tenga contabilidad, es una muestra de la finalidad
antielusiva que persigue este tipo de normas, puesto que el legislador estima que el dine-
ro, siendo un bien productivo por excelencia, no debe ser gratuito y que la única prueba
admitida para la no generación del interés presunto es la contabilidad del deudor, caso
en el cual, el legislador entiende que si en la contabilidad no está registrada la cuenta de
gastos financieros, es verosímil que el préstamo no ha generado intereses, dado que es
improbable que un tercero deje de contabilizar gastos que disminuyan su renta neta gra-
vable.
12 En la Guía de la OCDE referida a precios de transferencia y que constituye reglas de inter-
pretación de la normas de precios de transferencia de la Ley del IR, se señala:
Las administraciones fiscales no han de suponer automáticamente que las empresas aso-
ciadas intentan manipular sus beneficios [...] es importante tener presente que la necesi-
dad de efectuar ajustes para aproximar las operaciones realizadas a condiciones de plena
concurrencia se plantea con independencia de cualquier obligación contractual que las
partes puedan haber asumido de pagar un precio concreto o de la eventual intención de
minimizar sus impuestos (apartado 1.2).
13 El “ajuste fiscal efectuado con arreglo al principio de plena concurrencia no afectará a
las obligaciones contractuales subyacentes que ligan en los aspectos no tributarios a las
empresas asociadas y puede ser apropiado aun cuando no exista intención de minimizar
o evitar la tributación. Guías de la OCDE de precios de transferencia. Apartado 1.2.
14 El “ajuste fiscal efectuado con arreglo al principio de plena concurrencia no afectará a
las obligaciones contractuales subyacentes que ligan en los aspectos no tributarios a las
empresas asociadas y puede ser apropiado aun cuando no exista intención de minimizar
o evitar la tributación” (Herrero Mallol 1999: 25).
15 Los ajustes compensatorios pueden facilitar la declaración por parte de los contribuyentes
de la renta imponible de conformidad con el principio de plena concurrencia [...]. De esa
manera con la finalidad de presentar una correcta declaración del impuesto, se permite
que el contribuyente aplique un ajuste compensatorio que refleja la diferencia entre el
precio en condiciones de plena concurrencia y el precio real registrado en sus libros y
registros”. OCDE, apartado 4.38.
16 Véase la polémica del ajuste bilateral como autoliquidación o como potestad de la Admi-
nistración Tributaria de realizar tales ajustes. Pablo Varona (2002: 84) y Cercerrado Millán
(2000: 61).
vistas para la base imponible del IGV, la regla de corrección del valor sub-
valuado, la inafectación de los servicios gratuitos, la inexistencia de créditos
fiscales imputados y sin la existencia de factura.
La aplicación de la norma de precios de transferencia para fines del IGV
puede ser interpretada de dos formas:
– Que dicha normativa se aplique como una regla de valoración única para
ambos impuestos, en cuyo caso, el contribuyente debería liquidar a valor
de mercado sus operaciones gravadas con el IGV.
Como esta primera interpretación implica un cambio radical de las reglas
de valoración en relación con el funcionamiento del IGV en que no aplica
la regla de valor de mercado como base imponible sino el valor contrac-
tual pactado, la viabilidad de tal cambio debería tener reglas precisas y
muy claras a nivel de Ley, precisando:
Cómo podría ajustarse la contraprestación pactada a valores de merca-
do, incluso cuando la valoración fuera mayor a valor de mercado y ade-
más que dicha valoración a “valores de mercado” no sea una potestad de
la Administración Tributaria sino un deber del contribuyente en su autoli-
quidación del IGV, previéndose el uso de los créditos fiscales imputados
correlativos al ajuste de los débitos fiscales imputados.
– Que dicha normativa se aplique para fines del IGV sin distorsionar los
principios de valoración del IGV y sin desconocer la normativa aplicable
para este impuesto. Si aplicáramos sin ningún sentido crítico y razonado
la norma de valoración de precios de transferencia, podría llegarse a
la conclusión que debería valorarse los servicios gratuitos también para
efectos del IGV. Así, los servicios gratuitos para fines del IGV no están
gravados, en cambio sí lo están para fines del IR a partir del ejercicio
2006. En otras palabras, los efectos jurídicos que derivan de la norma
de precios de transferencia deben aplicarse en el IGV con respeto de las
reglas esenciales de valoración previstas para este impuesto.
Nos parece que, la intención del legislador ha sido imponer una regla de
valoración uniforme para ambos impuestos en el ámbito de las transacciones
entre empresas vinculadas, sin meditar en la profunda diferencia de valoración
y del funcionamiento de la regla de valor de mercado en ambos impuestos.
En este sentido, entendemos que es insuficiente la referencia que hacen
los artículos 32º y 32º-A de la Ley del IR, en el sentido que la norma de precios
de transferencia también aplicará para efectos del IGV y del ISC, porque con
esas reglas se estarían produciendo cambios radicales en la base imponible
del IGV, en el nacimiento del IGV para débitos fiscales “imputados” y el uso de
créditos fiscales “imputados”.
Está claro que el propósito de la valoración a precios de mercado según
la metodología de precios de transferencia es aplicable tanto para el IR como
para efectos del IGV.
18 El ajuste a valor de mercado como norma de valoración en el IGV solo aplicaría en las en-
tregas gratuitas que no hayan implicado transferencia de propiedad de bienes que confor-
man el activo fijo de empresas vinculadas (Ley del IGV, artículo 3, inciso c), numeral 2). En
este caso, el contribuyente tiene que aplicar la regla de valor de mercado como valoración
de la base imponible de esta operación y por consiguiente, debe autoliquidar el IGV con
base a dicho valor.
9.2. El débito fiscal y el crédito fiscal en el mes en que se conozcan los resulta-
dos del estudio de precios de transferencia y se emita la factura o la nota
de débito
En esta postura Sáenz Rabanal y como una variante a las posibilidades de
ajuste, plantea la posibilidad que los ajustes de precios de transferencia se
produzcan en el mes en que se conozca fehacientemente el resultado de los
Estudios Técnicos de Precios de Transferencia, mediante la emisión de la
nota de débito o de crédito correspondiente.
Nótese que esta posición se basa en el hecho que la regla de valor de
mercado rige como norma de valoración en el IGV, por lo que aplica tanto para
los casos de subvaluación o sobrevaluación, lo que difiere de la posición que
nosotros defendemos.
Adicionalmente la proposición de Sáenz Rabanal es que el ajuste del
débito fiscal se efectúe en el mes en que se conoce la fehaciencia de los resul-
tados del Estudio de Precios de Transferencia, lo cual entendemos se basa en
la consideración que el ajuste de valor se expresa formalmente en las notas
de débito o de crédito correspondientes, las cuales serían emitidas una vez
conocidos los resultados del Estudio de Precios de Transferencia y tendrían
incidencia en el período fiscal de su emisión como ajustes de valor a la base
imponible del impuesto20.
La premisa conceptual de esta posición es que el valor de mercado re-
giría como una regla de valoración de la base imponible del IGV, dejando de
lado, el principio de contraprestación.
21 Apartado 1 del artículo 10º de la UStG, que constituye la regla general: “En las entregas
de bienes y prestaciones de servicios (primera frase del número 1 del apartado 1 del artí-
culo 1), el volumen de negocios imponible vendrá determinado por la contraprestación. La
contraprestación comprenderá todo lo que el destinatario de la entrega o prestación gasta
para obtener el bien o servicio, pero con deducción del Impuesto sobre el Volumen de
Negocios”. El apartado 4 del artículo 10º de la UStG prevé excepciones a esta regla en lo
relativo al autoconsumo, en relación con el cual el volumen de negocios estará constituido,
con sujeción a ciertos requisitos, por los costes correspondientes a la realización de la
operación.
En virtud del apartado 5 del artículo 10º de la UStG, el apartado 4 de este artículo se apli-
cará por analogía “a las entregas de bienes y prestaciones de servicios efectuadas por las
sociedades y asociaciones de personas en el sentido de los números 1 a 5 del apartado 1
del artículo 1 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades, por las asociaciones de personas
sin capacidad jurídica y por las comunidades en el marco de su actividad, en favor de sus
accionistas, socios, miembros o asociados, así como de las personas vinculadas a ellos,
y por los empresarios individuales en favor de las personas vinculadas a ellos [...]”.
22 Sentencia del Tribunal de Justicia (Sala Quinta) de 29 de mayo de 1997. - Finanzamt Ber-
gisch Gladbach contra Werner Skripalle - Petición de decisión prejudicial: Bundesfinanzhof
- Alemania. - Disposiciones fiscales - Sexta Directiva IVA - Base imponible - Relaciones
personales entre el prestador y del destinatario de los servicios. - Asunto C-63/96.
11. Conclusiones
a) La base imponible del IGV es la contraprestación pactada en el contrato
y el valor de mercado solo es aplicable tratándose de las situaciones de
subvaluación (Ley del IGV, artículo 42º).
b) La aplicación de la regla de valor de mercado en caso de subvaluación es
potestad exclusiva de la Administración Tributaria y como tal, solo puede
materializarse a través de una resolución de determinación.
c) Así en el IGV, los contribuyentes deben autoliquidar sus débitos y cré-
ditos fiscales en base al principio de contraprestación contenido en las
facturas y complementariamente, solo la Administración Tributaria puede
modificar esa valoración convenida en caso de subvaluación previa noti-
ficación de la resolución de determinación.
d) La modificación de la valoración convenida por las partes a través de
resoluciones de determinación se efectuaría sin aplicación de multas,
porque el contribuyente no habría infringido ninguna norma de determi-
nación del IGV, ni tampoco con intereses moratorios, porque la determi-
nación de este débito fiscal imputado sería de cargo de la Administración
Tributaria y no del contribuyente.
e) Así como en el IR el ajuste es bilateral e implica el reconocimiento de ren-
tas presuntas y simétricamente costos o gastos presuntos, en el ámbito
del IGV la aplicación de valor de mercado conduce al reconocimiento de
débitos y créditos fiscales presuntos a través de la notificación de resolu-
ciones de determinación por parte de la Administración Tributaria.
f) En este sentido, el ajuste para fines del IGV previsto en el artículo 109º del
Reglamento de la Ley del IR es violatorio de los principios que sustentan
la aplicación del IGV. A saber, la contraprestación como base imponible,
el nacimiento de la obligación tributaria, el uso del crédito fiscal, basados
todos ellos, en la idea central de contraprestación como base imponible del
IGV. Demás está decir que es violatorio del principio de reserva de Ley.
Capítulo XXIV
LA CESIÓN DE CRÉDITOS, EL
FACTORING Y EL IGV
Sumario:
1. La concepción jurídica de la cesión de créditos. 2. La concepción ju-
rídica del factoring. 2.1. Los créditos objeto de cesión. 2.2. Clases de
factoring. 2.2.1. Factoring con o sin recurso. 2.2.2. Factoring con finan-
ciamiento a la vista o al vencimiento. 2.2.3. Factoring con o sin notifica-
ción. 2.3. Las empresas autorizadas a realizar operaciones de factoring.
3. Tratamiento tributario. 4. El factoring en la jurisprudencia del Tribunal
de Justicia de la Comunidad Europea. 5. Regulación del factoring en el
ámbito del IGV. 5.1. Régimen anterior. 5.2. Régimen vigente. 5.2.1. El
factoring sin recurso o con recurso no está gravado con el IGV. 5.2.2.
El factoring con recurso como servicio financiero gravado con el IGV.
6. El factoring propio (sin recurso o sin responsabilidad). 6.1. Los ser-
vicios complementarios. 6.2. Los intereses del crédito transferido. 6.3.
La cobertura del riesgo crediticio. 7. Factoring impropio (con recurso o
con responsabilidad). 7.1. El servicio de crédito. 7.2. Factoring impropio
en el supuesto que la cobranza resulta exitosa: ¿ganancia de capital o
servicio financiero? 7.3. Los servicios adicionales. 7.4. Los intereses. 8.
La cesión de créditos realizada por un factor no autorizado. 9. Deberes
formales derivados de la cesión de créditos.
25 Barchi (2000-2001: 218) señala: “Por tanto, la cesión de créditos a título oneroso no es
otra cosa que una hipótesis calificada de compraventa, es decir de aquel contrato que
vale como tipo de negocio traslativo oneroso. En consecuencia, el régimen de la cesión
onerosa debe regirse, salvo excepciones expresamente señaladas, por las reglas de la
compraventa”.
26 La compraventa en realidad transmite derechos. En efecto, la compraventa lo es de
derechos, porque cuando se vende una cosa se trata de transmitir la propiedad sobre
la misma, es decir, un derecho sobre ella, razón por la que la compraventa tendería en
todo caso al cambio de un derecho por un precio (Albaladejo citado por Barchi 2000-
2001).
3. Tratamiento tributario
Independientemente de su concepción jurídica y tributaria, desde el punto de
vista económico-financiero la cesión de créditos y el factoring son negocios
que tienen finalidad financiera. El cedente del crédito consigue recursos eco-
nómicos asumiendo el gasto financiero, mientras que el cesionario genera
su rentabilidad por el ingreso financiero derivado de la adquisición. El trata-
miento contable sigue el principio de la sustancia económica a fin de reflejar
los efectos de los negocios de factoring y cesiones de créditos en los estados
financieros de la empresa, según los lineamientos de la NIC 39.
En el ámbito tributario, en la Ley del Impuesto a la Renta no existe ningu-
na regulación específica para los negocios de factoring y cesiones de créditos,
habiéndose solo expedido la Segunda Disposición Complementaria Final del
Decreto Supremo Nº 219-2007-EF35, en la que se estableció que el factor de-
berá sujetarse a las siguientes reglas:
– Factoring sin recurso: El factor, que asume el riesgo crediticio, conside-
rará que la diferencia entre el valor nominal y el valor de transferencia
del crédito constituye un ingreso por servicios, que se encuentra gravado
con el Impuesto a la Renta.
– Factoring con recurso: El factor, que no asume el riesgo crediticio, consi-
derará que la diferencia entre el valor nominal y el valor de transferencia
del crédito constituye el interés por un servicio de financiamiento.
34 Bassallo Ramos (2003) hace un interesante cuadro de las posibles formas de las trans-
ferencias de créditos, dependiendo —señala— de las condiciones y sujetos que intervie-
nen:
a) Factoring como transferencia de créditos definitiva, con transferencia del riesgo y con-
diciones establecidas en el Resolución S.B.S. Nº 1021-98.
b) Transferencia de créditos definitiva con asunción del riesgo por parte del factor. Puede
ser que no sea factoring si no se cumplen los requisitos de la Resolución S.B.S. Nº
1021-98, porque el que actúa como factor es una persona no autorizada o que los cré-
ditos estén vencidos.
c) Transferencia de créditos no definitiva, se da el caso cuando el transferente asume el
riesgo por los créditos cedidos. El autor citado señala, que en este caso se pueden dar:
c.1) Transferencia de créditos definitiva, cuando se verifica el cobro de los créditos.
c.2) Transferencia de créditos que se convierte en la prestación de un servicio de
financiamiento.
35 Norma publicada en el diario oficial El Peruano el 31 de diciembre de 2007, que modifica
el Reglamento de la Ley del Impuesto a la Renta.
En primer lugar, no existe ningún motivo válido que justifique una diferencia de
trato, a efectos del IVA, entre el factoring en sentido propio y el factoring impro-
pio, dado que, en ambos casos, el factor realiza prestaciones a título oneroso
en favor del cliente y ejerce, por tanto, una actividad económica. Cualquier otra
interpretación establecería distinciones arbitrarias entre estas dos categorías de
factoring y cargaría sobre el operador económico afectado, en el marco de algu-
nas de sus actividades económicas, el coste del IVA sin darle la posibilidad de
deducirlo con arreglo al artículo 17º de la Sexta Directiva.
Pues bien, procede recordar que el régimen de deducciones previsto en dicho
artículo tiene por objeto liberar completamente al empresario del peso del IVA de-
vengado o pagado en el marco de todas sus actividades económicas, de manera
que el sistema común del IVA garantiza la perfecta neutralidad con respecto a
la carga fiscal de todas las actividades económicas sujetas al IVA, cualesquiera
que sean sus fines o resultados (véase en particular, en este sentido, la senten-
cia de 27 de septiembre de 2001, Cibo Participations, C-16/00, Rec. p. I-6663,
apartado 27).
dito, mas no así en los casos de facturas comerciales, en las cuales la transfe-
rencia del documento (factura) no es posible por la obligación tributaria formal
de mantenerlos en poder de la empresa por el plazo de años sin perjuicio de
los plazos de prescripción del Código Tributario. Asimismo se señalaba que el
documento y el crédito respectivo, son conceptos distintos38.
Aunque con la dación de la Ley Nº 27039, la situación aparentemente
ha quedado aclarada, estimamos que las disposiciones anteriores, permitían
interpretar en el sentido que la transferencia era aplicable a las facturas co-
merciales y no a las facturas conformadas, porque la Quinta Disposición Com-
plementaria y Final de la Ley del IGV se refería a que la “citada transferencia
y correspondiente cesión de créditos no constituye venta de bienes ni presta-
ción de servicios”.
En efecto, “la citada transferencia” a que hace referencia la norma, no es
más que la “transferencia de propiedad de las facturas” y en seguida mencio-
na “la correspondiente cesión de créditos”, hecho este último que representa
jurídicamente una forma específica de “transferencia de créditos”, que se ma-
terializa en los casos en que el crédito no está contenido en un título valor,
sino más bien en cualquier otro documento no sujeto a circulación mediante
endoso.
En otras palabras, si bien la norma tributaria hace referencia a la “transfe-
rencia de propiedad de facturas”, se señala la forma jurídica a través de la cual
se materializa la citada transferencia, “la correspondiente cesión de créditos”,
la misma que como indicamos anteriormente, solo es aplicable a créditos no
contenidos en un título valor, cuya enajenación se efectúa a través del negocio
jurídico cesión de derechos contenidos en el Código Civil.
Además a la fecha de expedición de la Ley del IGV (Decreto Legislativo
Nº 821 de fecha 23 de abril de 1996), la factura conformada no estaba regu-
lada en la legislación nacional, situación que recién se produjo a fines del año
1996 con la publicación de Ley General del Sistema Financiero y del Sistema
de Seguros-Ley Nº 26702 del 9 de diciembre de 1996, con lo cual razonable-
mente la norma tributaria no podía estar regulando una situación jurídicamen-
te inexistente a la fecha de su publicación.
5.2.1. El factoring sin recurso o con recurso no está gravado con el IGV
En el factoring propio (sin recurso) solo están gravados los servicios adicio-
nales que preste el factor al cesionario, además de los intereses devengados
a partir de la transferencia de los créditos que no hayan sido facturados a los
deudores e incluidos previamente en la transferencia de los créditos, puesto
que el factor no realiza ninguna de las operaciones establecidas en el artículo
1º de la Ley del IGV como gravadas con el impuesto (Ley del IGV, artículo 75º,
primer, tercer y cuarto párrafo; y Reglamento de la Ley del IGV, artículo 5º,
numeral 16, literales c) y d).
En el factoring impropio (con recurso), de resultar exitosa la cobranza
de los créditos cedidos, la transferencia del o los créditos por un monto me-
nor a su valor nominal constituye una ganancia de capital, no configurándose
ninguna operación gravada con el impuesto, pero habría que diferenciarla de
los servicios adicionales e intereses que se devenguen con posterioridad a la
transferencia toda vez que éstos si se encontrarían gravados.
5.2.2. El factoring con recurso como servicio financiero gravado con el IGV
El factoring impropio o con recurso es considerado como un servicio de finan-
ciación o de crédito que el factor presta al cedente, que se configura a partir
de la devolución o recompra del crédito cedido. Para estos efectos se estipula
en el tercer párrafo del artículo 75º de la Ley del IGV, que la base imponible en
este caso es la diferencia entre el valor del crédito cedido y el valor nominal de
los créditos. Asimismo, se ha precisado que la cesión de créditos, que realiza
el factorado al factor, no constituye una venta de bienes ni una prestación de
servicios gravados con el impuesto.
Veamos a continuación el análisis detallado de las modalidades del fac-
toring en nuestro país y sus efectos.
40 Del mismo parecer es Risso Montes y Luque Bustamante (1998: 14-15), cuando señalan
que:
El simple otorgamiento de garantías por riesgo de cobranza no es suficiente para deter-
minar la configuración de una operación de financiamiento, habida cuenta de que si la
cobranza llega a feliz término, el adquiriente del crédito no habrá proporcionado al cedente
recursos dinerarios temporales a cambio de una retribución. El adquiriente no habrá ge-
nerado un mayor valor agregado en la cadena de producción y distribución de los bienes
y servicios; la diferencia entre el monto cobrado y el costo de adquisición del crédito, sola-
mente le representará una ganancia de capital.
los créditos y todas las actividades para el rescate del crédito comprenderían
el servicio por el cual, el factor, cobraría una retribución o una comisión.
En nuestra legislación se establece que en el factoring impropio el servi-
cio se configura con la devolución y recompra de los créditos. Lo que implica
que en el factoring impropio también existe transferencia de los créditos, pero
condicionada a un resultado exitoso en las gestiones de cobranza41, lo que
generaría una ganancia de capital que es realizada al momento de la recupe-
ración de los créditos.
Si la gestión de cobranza es exitosa la transferencia de los créditos será
definitiva, no encontrándose gravado con el impuesto. Si los resultados de las
gestiones de cobranza son negativas, el factor puede utilizar la cláusula de
recurso, de modo que devuelve los créditos asumidos o requiere al cliente o
factorado para que recompre los créditos.
Se deduce que para nuestra legislación existen 2 efectos que resultan de
estas operaciones, dependiendo de los resultados de las cobranzas, a saber:
Factoring impropio
1 Servicio de crédito o No hay resultado favorable en Gravado con el IGV en el mo-
financiación. la cobranza de créditos. mento de la devolución o re-
compra.
2 Ganancia de capital. Resultados favorables en la No gravado, sin efectos para
cobranza de créditos. IGV, salvo los servicios adicio-
nales discriminados e intere-
ses.
pago del IGV (por dichos intereses, no devengados pero ya cobrados por él,
menos el descuento), en razón a que el crédito se transfirió sin riesgo credi-
ticio.
Nótese que el artículo 75º de la Ley del IGV y su Reglamento (artículo
5º, numeral 15, inciso c) no hacen la distinción entre la transferencia con o sin
riesgo crediticio en relación al tratamiento de los intereses. En efecto, en la
norma del Reglamento se señala que cuando se incluyan los intereses en la
transferencia, el contribuyente es el transferente, porque ya percibió los inte-
reses por adelantado.
[...] la cesión de créditos conforme con lo dispuesto por el numeral 1 del inciso
a) del artículo 3º de la Ley del IGV, si bien constituye una venta, no se encuentra
gravado con el impuesto, en tanto la cuenta por cobrar que se cede no constituye
un “Bien mueble” (sic), y el citado artículo 3º solo considera bienes muebles a
los “corporales” que pueden llevarse de un lugar a otro, los derechos referentes
a los mismos, los signos distintivos, invenciones, derechos de llave y similares,
las naves y aeronaves, así como los documentos y títulos cuya transferencia
implique la de cualquiera de los bienes mencionados.
En principio, todo ingreso que retribuye cualquier prestación realizada por un
empresa, debe estar gravada con el IGV, como pago por los servicios, salvo que
no corresponda a los hechos que puedan estar comprendidos en el inciso a) del
artículo 1º o los otros incisos del mismo artículo.
Como puede observarse, aunque la cesión de derechos o créditos constituye
jurídicamente una venta o transferencia de bienes, similares a los comprendidos
en el inciso a), esta operación no resulta incluida en dicho inciso, por estar exclui-
da la cesión de derechos de crédito de la definición de bienes muebles, criterio
establecido en la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 5637-4-2002.
Consecuentemente, la cesión de derechos no puede estar gravado con el Im-
puesto General a las Ventas bajo la forma de prestación de servicios a la que se
refiere el inciso b) del artículo 1º de la citada ley, porque este inciso no grava la
venta o transferencia de bienes.
Capítulo XXV
CONTRATOS DE COLABORACIÓN
EMPRESARIAL EN EL IGV
Sumario:
1. Introducción. 2. El contrato de consorcio. 2.1. El concepto de consor-
cio y sus elementos. 2.2. El Impuesto general a las Ventas. 2.2.1. Adjudi-
cación a título exclusivo de bienes comunes (inciso m). 2.2.2. Asignación
de bienes y/o servicios (inciso n). 2.2.3. Atribución por el operador de
adquisiciones comunes (inciso o). 2.3. Aplicación del crédito fiscal. 3.
La asociación en participación. 3.1. Tratamiento del contrato hasta el
ejercicio 1998. 3.2. Tratamiento del contrato a partir del ejercicio 1999.
3.3. Normas de tránsito. 3.4. Diferencias entre el contrato de asociación
en participación y el joint venture. 3.4.1. Por los aportes. 3.4.2. Por la
gestión del negocio. 4. El contrato de joint venture. 4.1. Capacidad jurí-
dico-tributaria. 4.2. El Impuesto general a las Ventas. 4.3. Joint venture
con contabilidad independiente. 4.3.1. Principio del ente contable. 4.3.2.
Operaciones gravadas. 4.4. Joint venture sin contabilidad independien-
te. 4.4.1. Operaciones inafectas. 4.4.2. Crédito fiscal.
1. Introducción
Nuestra Ley del Impuesto General a las Ventas (IGV) y su Reglamento contie-
nen una regulación expresa sobre los contratos de colaboración empresarial,
en función a la obligación de llevar contabilidad independiente o a la posibili-
dad de eximirse de ella. De llevar los contratos de colaboración empresarial
una contabilidad independiente de las partes del mismo, “el contrato” resultará
contribuyente del IGV. De ser lo contrario, la condición de contribuyente del
impuesto recaerá en los partes celebrantes del mismo43.
Así, la Ley del IGV impone la calidad de sujetos pasivos a los consorcios,
joint ventures u otras formas de contratos de colaboración empresarial, que
lleven contabilidad independiente. Los que son definidos en el artículo 4º, nu-
meral 3 del Reglamento de la Ley del IGV del modo siguiente:
Se entiende por Contratos de Colaboración Empresarial a los contratos de carác-
ter asociativo celebrados entre dos o más empresas, en los que las prestaciones
de las partes sean destinadas a la realización de un negocio o actividad empre-
sarial común, excluyendo a la asociación en participación y similares.
2. El contrato de consorcio
Se encuentra muy difundido en nuestro medio, el nomen juris de consorcio
como una de las modalidades de los denominados contratos de colaboración
empresarial, que junto a los contratos de joint venture, y el de asociación
en participación, forman una trilogía contractual casi de obligatoria cita. No
obstante, la difusión amplia del nomen juris consorcio en el medio comercial,
jurídico y empresarial, poco o nada se sabe con relación al contenido negocial
inversionistas. Frente a ello, habría que responder, que existe una inadecuada
apreciación de la regulación normativa de un contrato (la tipicidad legal del
contrato), que de modo alguno, constituye un esquema inflexible —todo lo
contrario—, la propuesta legislativa contiene esencialmente normas dispositi-
vas, que pueden ser perfectamente moduladas por la voluntad de las partes
contratantes47.
47 En una postura novedosa, desde la perspectiva del “Law and Economics”, Hernández Ga-
zzo, discrepa de esta tesis señalando que sería conveniente propiciar una regulación legal
coherente sobre determinados aspectos puntuales y esenciales del joint venture, que ten-
drían como principal efecto reducir los costos de transacción inmersos en una negociación
contractual, al disponer las partes de una legislación supletoria al contenido contractual o
simplemente al servir ella como guía para la elaboración de un contrato de joint venture.
En nuestra opinión, tales funciones pueden ser desempeñadas por la tipicidad social del
contrato, puesto que como señalan los profesores Elías, Salas, Del Busto y Calle los efec-
tos de dicha tipicidad son similares a la tipicidad legal; de modo que bastará la voluntad
de las partes de celebrar un contrato típico socialmente para que le sean aplicables a éste
las reglas propias que la doctrina y la jurisprudencia han reconocido a este tipo social
contractual. Por otra parte, parece poco verosímil que los inversionistas que comprometen
ingentes recursos económicos en este tipo de contratos, dejen determinadas estipulacio-
nes libradas a la supletoriedad típica legal o típica social.
48 El Tribunal Fiscal negó la calidad de contrato de colaboración empresarial a la siguiente
relación, mediante RTF Nº 1272-4-2002 de fecha 8 de marzo de 2002:
[...] se observa que no existe un negocio o actividad empresarial común, en tanto que
la actividad de pesca es llevada a cabo tanto por A, como por B, siendo que lo obtenido
como resultado de dicha actividad resulta ser de propiedad de las mismas, debiendo la
recurrente pagar un precio por la pesca obtenida para poder adquirirla y utilizarla en el
procesamiento de los productos que comercializa.
las partes suman sus capacidades individuales para emprender una obra o
actividad encomendada por terceros, sin desarrollar una actividad en común;
de modo que, cada venturer realiza en forma autónoma las actividades a que
se ha comprometido en el joint venture (Elías Laroza y otros 1993: 192). Este
contrato evidentemente corresponde por su concepto y características al con-
trato de consorcio, pero lo curioso del caso está dado porque los autores de
dicha ponencia, a diferencia del legislador, indican que este joint venture es
atípico y que los joint ventures que implican una actividad en común (que es
lo normal y ordinario) se conocen usualmente en nuestro medio como con-
sorcios, en los que los distintos venturers actúan en conjunto “tomados por la
mano para un emprendimiento común” (Elías Laroza y otros 1993: 177).
Por encima de dicha divergencia terminológica, que no hace sino con-
fundir y desconcertar a los agentes económicos, observamos algo tan simple
como la existencia de dos modalidades de joint venture: uno típico, en el
cual se desarrolla una actividad en común y uno atípico, en el cual se com-
plementa capacidades empresariales, sin que ello signifique el desarrollo de
una actividad común. El legislador ha querido llamar al segundo como con-
sorcio, quizá porque no implica una actividad común, en tanto que el primero
se le denomina como contrato de riesgo compartido (o simplemente joint
venture).
Lo expuesto no hace sino confirmar nuestra afirmación en el sentido,
que el consorcio como modalidad propia y distinta del joint venture no existe
y que más bien el legislador, ha querido recoger con dicha modalidad con-
tractual a una de las formas de joint venture, que si bien no implica la parti-
cipación conjunta de los intervinientes (modalidad típica de joint venture), sí
implica la gestión y actuación directa de cada uno de los miembros en la em-
presa o negocio propuesto (modalidad atípica de joint venture denominada
consorcio).
ción) los copropietarios, permutan el derecho que tienen sobre los bienes que
no se le adjudiquen, a cambio de los derechos que le ceden en los que se le
adjudican.
La referida atribución hasta el límite de participación contractual, repre-
senta una permuta de derechos entre los copropietarios de los bienes comu-
nes. Representa desde el punto de vista tributario una permuta de bienes
muebles, en donde la base imponible estaría dada por el valor de mercado de
las cuotas ideales, pues para efectos impositivos constituyen bienes muebles
no solo los corporales susceptibles de movilización, sino también los derechos
referidos a los mismos. Empero por efecto de la inafectación, la indicada per-
muta de derechos hasta el límite de participación contractual no está gravado
con el IGV.
el mismo que viene a constituir uno de los requisitos formales necesarios para
el ejercicio del derecho a deducción. El referido documento tiene casi las mis-
mas exigencias establecidas para la emisión de una factura. Desde su auto-
rización para su impresión hasta su propia emisión, cuyas características y
requisitos constan en el texto de la referida Resolución de Superintendencia.
Finalmente, el Reglamento de la Ley del IGV ha precisado que las inafec-
taciones previstas en el artículo 2º, incisos m), n) y o) de la Ley de IGV, no
se consideran como operaciones no gravadas para efectos de la prorrata del
crédito fiscal50. Tal que las partes involucradas en un contrato de colaboración
empresarial sin contabilidad independiente, no verán afectados su crédito fis-
cal por la participación en el contrato. Lo que resulta atinado porque de otro
modo, se desalentaría la celebración de este tipo de acuerdos de colabora-
ción empresarial.
En el caso del artículo 2º, inciso n) de la Ley del IGV, la afectación o asig-
nación de bienes a la ejecución del contrato no origina la aplicación de la regla
de la prorrata, porque no siendo un supuesto comprendido dentro del campo
de aplicación del IGV, no califica como una operación no gravada, por lo tanto,
no existe necesidad de practicar la prorrata del crédito fiscal. En tal sentido, la
precisión contenida en el Reglamento de la Ley del IGV es innecesaria por lo
menos en referencia a este supuesto.
Los incisos m) y o) por el contrario, pueden originar operaciones com-
prendidas dentro del campo de aplicación del IGV, pues la permuta de de-
rechos, por efecto de la adjudicación o atribución, representa para efectos
impositivos una venta de bien mueble. Si las adquisiciones comunes se des-
tinan a operaciones no gravadas (adjudicación o atribución), el IGV vinculado
a dichas compras, no sería susceptible de ser aplicado como crédito fiscal en
aplicación del artículo 18º de la Ley del IGV. En estos casos, la precisión re-
glamentaria es de suma utilidad pues evita la reducción del crédito fiscal, por
la vía de aplicar la regla de la prorrata.
3. La asociación en participación
El contrato de asociación en participación es un contrato típico regulado por
el artículo 440º de la LGS, que importa la celebración de un contrato asociati-
vo, mediante el cual una de las partes —llamada asociante— concede a otra
u otras —llamadas asociados— la participación en los resultados (utilidades
Por lo tanto, no existe plazo alguno para que el operador anote en el Registro Auxiliar el
documento de atribución del IGV correspondiente a las adquisiciones realizadas por cuen-
ta del contrato.
Ahora bien, cabe señalar que la fecha de anotación del mencionado documento de atribu-
ción en el Registro Auxiliar del Operador, no es relevante para el goce del crédito fiscal del
partícipe de los contratos bajo análisis
50 Reglamento de la Ley del IGV, artículo 2º, numeral 6, subnumeral 6.2, quinto párrafo, literal ii.
el asociante es el titular o dueño del negocio. Los asociados son terceros que
participan en los resultados o utilidades del negocio de aquél, a cambio de una
contribución que le han entregado.
Por esa razón, entendemos que el Reglamento de la Ley del IGV ha
señalado que el contrato de asociación en participación no es considerado
para sus efectos como un contrato de colaboración empresarial54. Y es que
respecto de esta modalidad contractual, no se requiere acudir a una ficción
legal, pues tanto el asociado como el asociante tienen existencia jurídica
propia y distinta, circunstancia que no queda desvirtuada por el mero hecho
de no estar obligado el contrato de asociación, a llevar contabilidad indepen-
diente.
Por consiguiente, las operaciones entre asociado y asociante califican
como operaciones gravadas en cuanto se subsuman en alguna de las hipó-
tesis de afectación de la Ley del IGV. Si los aportes que realice el asociado al
asociante, son a título de propiedad y respecto de bienes muebles, los mis-
mos estarán gravados con el IGV. Por el contrario, si los aportes son a título
de uso y/o disfrute, no estarán gravados con el IGV, salvo que asociante y
asociado sean empresas vinculadas y el bien mueble aportado sea un activo
fijo del asociado, en cuyo caso estará gravado como un servicio55.
En concordancia con la naturaleza del contrato, la Ley Nº 27034, publi-
cada el 30 de diciembre de 1998, modificó la Ley del IR con la finalidad de
excluir a los contratos de asociación en participación de la obligación de lle-
var contabilidad independiente, como ocurre en los contratos de colaboración
empresarial por mandato del artículo 65º de la Ley del IR. Ello en mérito a
que en el contrato de asociación en participación el negocio es de propiedad
y exclusiva responsabilidad del asociante. Los gastos, costos e ingresos del
negocio deben contabilizarse en su propia contabilidad, sin necesidad de que
se obligue a llevar una contabilidad independiente.
Por consiguiente, debemos distinguir el tratamiento tributario hasta el
ejercicio 1998 y el que se da a partir del ejercicio 1999.
los gastos, costos y resultados (utilidad o pérdida) que genere el contrato. Por
el contrario en el contrato de joint venture, la gestión del negocio es comparti-
da por los venturers, quienes activamente establecen relaciones jurídicas con
los terceros y asumen en proporción a los recursos económicos asignados al
contrato, los gastos, costos y resultados (utilidad o pérdida) generados por la
ejecución del mismo.
Ley del IR no le confiere tal capacidad pues son las partes integrantes quienes
tributan dicho impuesto.
Dado que el joint venture es sujeto del IGV, la Ley obliga a las entidades
que gocen de capacidad tributaria respecto de tributos administrados por la
Administración, a inscribirse en el Registro Único de Contribuyentes (RUC),
conforme lo prevén el artículo 2º del Decreto Legislativo Nº 94359 y artículo 2º
de la Resolución de Superintendencia Nº 210-2004-SUNAT60. Tal inscripción
determina que el joint venture posea un número de identificación tributario, con
el cual no solo comparece frente a la Administración Tributaria sino también
frente a terceros, debiendo emitir comprobantes respecto de sus operaciones
con éstos, así los comprobantes de pago y notas de contabilidad constituyen
el soporte documental válido para efectos tributarios y que finalmente serán
reflejados en los registros de ventas y compras y otros libros contables que el
joint venture esté obligado a llevar.
Capítulo XXVI
EL IGV EN LA IMPORTACIÓN DE
PRODUCTOS DIGITALES
Sumario:
1. Consideraciones generales. 2. Regulación aduanera tributaria de los
productos digitales y software. 2.1. Regulación anterior de valoración
aduanera sobre el software informático. 2.2. El Reglamento expedido
por SUNAT en el régimen anterior. 2.3. Regulación vigente respecto a
la importación de productos digitales. 2.3.1. El Acuerdo de Promoción
Comercial Perú - EE.UU. 2.3.2. La importación de productos digitales.
2.3.3. Los tipos de productos digitales. a) Medios portadores. b) Medios
no portadores. 3. Los intangibles provenientes del exterior.
1. Consideraciones generales
En el Capítulo 5 referido a la venta de bienes muebles intangibles, apartado 5
hemos abordado el tratamiento de la cesión de derechos patrimoniales sobre
el software y de la licencia de uso. En este capítulo abordamos las normas
tributarias aduaneras referidas a la importación de productos digitales que
comprende e software informático.
La obligación tributaria aduanera recae sobre la importación de mercan-
cía62. La hipótesis de imposición está constituida por la importación de bienes,
que conforme al artículo 49º del Decreto Legislativo Nº 105363, publicado el 27
de junio de 2008, “es el régimen aduanero que permite el ingreso de mercan-
cías al territorio aduanero para su consumo [...]”.
64 Sobre este tema, el legislador tampoco ha realizado distinción alguna entre bienes tangi-
bles o intangibles en la Ley del IGV, toda vez que se limita a establecer que la “importación
de bienes” configura un supuesto gravado con el IGV. Situación que no se presenta en las
legislaciones colombiana, ecuatoriana y venezolana.
por medio ninguna mercancía que importar ni por lo tanto, gravar. Este criterio
estaba confirmado por la declaración efectuada por el Presidente del Comité
de Valoración que adoptó la Decisión 4.1, quien señaló en su sustentación del
24 de septiembre de 1984 lo siguiente:
En el caso de los soportes informáticos importados que llevan datos o instruccio-
nes para su utilización en sistemas de proceso de datos (software) es esencial-
mente el propio soporte, es decir, la cinta o el disco magnético, lo que adeude el
derecho previsto en el arancel de aduanas.
[...]. Es más, si las partes disponen de los medios técnicos necesarios, el soft-
ware puede transmitirse por cable o satélite, en cuyo caso no se plantea la cues-
tión de los derechos de aduana”.
ción normativa determinaba que los software diseñados para operar con
una mercancía específica e importada, necesariamente se incorporaban
como base imponible para los impuestos aduaneros. La razón de esta
regulación es que la R.S. Nº 546 entendía que el soporte físico estaba
conformado también por el valor del software. La regulación efectuada de
esta forma infringía la Decisión 4.1 que permitía la distinción entre valor
del soporte y el valor del software.
2. La importación de software que viene en un soporte informático para
“equipo de proceso de datos” no se encuentra gravada con derechos
arancelarios, siempre que en la Factura Comercial que ampara la men-
cionada operación se diferencie el valor de ambos. De igual modo, no se
encuentra gravado con los mencionados derechos, el ingreso a nuestro
país por internet, de este tipo de software.
3. Tratándose de soportes informáticos con software de entretenimiento
y educativos, se consideraba tanto el valor del soporte como el de
software, sustentándose en que la expresión datos o instrucciones
establecida en la Decisión 4.1, no incluía las grabaciones sonoras o
de video.
Respecto a la regulación reglamentaria efectuada por SUNAT habría que
mencionar siguientes críticas: (i) la sola distinción de montos en la factura
determinaba que el software esté gravado o no, lo que no parece un elemento
único y determinante para gravar o no gravar el software (ii) la consideración
del software de entrenamiento y educativo como imponible bajo cualquier cir-
cunstancia vulneraba abiertamente la Decisión 4.1 de la OMC.
65 El artículo 2º, numeral 34 de la Ley sobre el Derecho de Autor, Decreto Legislativo Nº 822,
define al software (programa de ordenador):
Expresión de un conjunto de instrucciones mediante palabras, códigos, planes o en cual-
quier otra forma que, al ser incorporadas en un dispositivo de lectura automatizada, es ca-
paz de hacer que un computador ejecute una tarea u obtenga un resultado. La protección
del programa de ordenador comprende también la documentación técnica y los manuales
de uso.
a) Medios portadores
El primer tipo de producto digital consiste en aquel incorporado en un medio
portador, caso en el cual solo se gravará el costo o el valor del medio portador
propiamente dicho sin considerar el valor del producto digital almacenado.
Esta categoría encuentra sustento en el artículo 15.3 del APC Perú -
EE.UU., que tiene como criterio esencial para la determinación del valor en
aduana, la distinción entre el valor del medio portador (soporte físico o mer-
cancía) y el valor del producto digital (software y grabaciones); considerando
que los impuestos aduaneros gravan solamente a las mercancías, caracterís-
tica que alcanza únicamente a los soportes tangibles.
b) Medios no portadores
El segundo tipo de producto digital se refiere al contenido en medios no por-
tadores de productos digitales. En este caso, se grava con los tributos adua-
neros los productos digitales necesarios para el funcionamiento de los bienes
considerados como medios no portadores, tales como equipos, máquinas,
instalación industrial o análogos importados, etc.
Esta disposición normativa determina que el software diseñado para ope-
rar con una mercancía específica e importada, necesariamente se incorpora
como base imponible para los impuestos aduaneros.
VII
MECANISMOS DE RECAUDACIÓN
DEL IGV
Capítulo XXVII: LAS RETENCIONES EN EL IGV
Capítulo XXVII
LAS RETENCIONES EN
EL IGV
Sumario:
1. Introducción a los mecanismos de recaudación del IGV. 2. Las re-
tenciones: ¿deber jurídico formal u obligación legal sustantiva? 3. Las
tres relaciones jurídicas en las obligaciones de retención. 4. La rela-
ción jurídica: agente de retención-contribuyente. 4.1. Definición del ré-
gimen de retención. 4.2. Operaciones por las que se debe practicar la
retención. 4.3. Suma sobre la cual opera la retención y tasa de reten-
ción. 4.4. Oportunidad de retención. 4.5. Excepción de la obligación de
retención por razón del monto. 4.6. Efectos de las notas de crédito y
débito respecto de la retención. 4.7. Operaciones en moneda extran-
jera. 4.8. Acreditación de la condición de agente de retención. 4.9. Los
comprobantes de pago por operaciones incluidas en el régimen. 4.10.
Operaciones excluidas de la retención. 5. La relación jurídica: agente
de retención-Estado. 6. La relación jurídica: contribuyente-Estado. 6.1.
Aplicación de las retenciones del IGV por el proveedor. 6.2. Resolu-
ciones de la Comisión de Acceso al Mercado de INDECOPI. 6.3. Obli-
gaciones formales para los proveedores. 7. Vigencia del Régimen de
Retenciones.
eficacia del control administrativo constituye una condición necesaria (no suficiente) de un
sistema tributario justo.
3 Sostiene el Tribunal Constitucional que la constitucionalidad o inconstitucionalidad debe
ser evaluada a la luz del test de proporcionalidad (Sentencia del Tribunal Constitucional-
Expediente Nº 0008-2003-AI/TC). La proporcionalidad se evalúa en función de la ade-
cuación o idoneidad de la medida a los fines perseguidos y la necesidad de la medida
para alcanzar el fin que pretende, en lugar de otras menos lesivas de los derechos funda-
mentales. Las medidas adoptadas con ese fin han de ser razonables y proporcionales en
relación con el objetivo pretendido y no han de afectar al contenido esencial del derecho
(Sentencia del Tribunal Constitucional peruano Nº 141/1988 de 12 de julio de 1988).
al Fisco por cuenta del sujeto al que le efectúa dicho pago. A su vez, este último
computará en su declaración jurada y como pago a cuenta el importe retenido.
7 Véase al respecto Bravo Cucci (2007: 18), quien hace un análisis de la absurda interpre-
tación de las normas del Régimen de Retenciones y del Código Tributario que realiza la
Administración Tributaria. Interpretación que deriva en algunos casos en sanciones a los
agentes de retención, quienes realizan pagos anticipados con sus propios fondos de próxi-
mas retenciones a las que estarán obligados, a fin de no incurrir en infracciones, y que por
este actuar “excesivamente diligente” —como sostiene el autor citado— son sancionados.
9 El tipo de cambio publicado en la fecha es aquel que aparece publicado por la S.B.S. en el
Diario Oficial El Peruano en ese día. Comúnmente corresponde al tipo de cambio del día
anterior. Cuando se menciona el tipo de cambio de una fecha dada se hace referencia al
tipo de cambio cotizado al cierre de las operaciones de ese día, el cual es publicado por la
S.B.S., comúnmente, al día siguiente.
En tal sentido, esta Comisión considera que los argumentos dados por la
Administración Tributaria sobre este punto no son suficientes para sustentar
Capítulo XXVIII
LAS PERCEPCIONES
EN EL IGV
Sumario:
1. La justificación de la obligación de percepción. 2. La naturaleza de
las obligaciones de percepción. 3. El derecho subjetivo del contribu-
yente de pagar tributos y obligaciones legales constitucionales. 4. La
percepción como pago adelantado del IGV en la Sentencia del Tribunal
Constitucional. 5. Nuestros comentarios sobre la postura del Tribunal
Constitucional. 6. Las tres relaciones jurídicas en las obligaciones de
percepción. 7. El Régimen de Percepciones aplicable a la venta de
bienes del Apéndice 1. 7.1. La relación jurídica: agente de percepción-
contribuyente del IGV. 7.1.1. Operaciones por las que se debe practicar
la percepción. 7.1.2. Oportunidad de la percepción. 7.1.3. Las percep-
ciones canceladas antes del pago del precio. 7.1.4. Suma sobre la cual
opera la percepción y tasa de percepción. 7.1.5. Aplicación de las per-
cepciones por el cliente. 7.1.6. Operaciones excluidas de la percepción.
7.1.7. Comprobantes de pago de operaciones comprendidas en el Ré-
gimen de Percepciones. 7.1.8. Efectos de las notas de crédito y débito
en la percepción. 7.1.9. Operaciones en moneda extranjera. 7.1.10.
Sujetos de la relación jurídica: agente de percepción-contribuyente.
7.2. La relación jurídica: agente de percepción y Estado. 7.2.1. Las
responsabilidades del agente de percepción según el Código Tributa-
rio. 7.2.2. Obligaciones formales del agente de percepción. 7.3. Rela-
ción jurídica: contribuyente del IGV-Estado. 8. Régimen de Percepción
aplicable a la adquisición de combustibles líquidos. 8.1. La relación
jurídica: agente de percepción-contribuyente del IGV. 8.1.1. Operacio-
nes por las que se debe practicar la percepción. 8.1.2. Oportunidad
de la percepción. . 8.1.3. Suma sobre la cual opera la percepción y
tasa de percepción. 8.1.4. Sujetos de la relación jurídica: agente de
percepción-contribuyente. 8.2. La relación jurídica: agente de percep-
ción-Estado. Obligaciones formales de los agentes de percepción. 8.3.
Relación jurídica: contribuyente del IGV-Estado. Obligaciones formales
para los clientes. 9. Régimen de Percepción aplicable a la importación
de bienes. 9.1. Operaciones por las que se debe practicar la percep-
ción. 9.2. Oportunidad de la percepción. 9.3. Suma sobre la cual opera
la percepción y tasa de percepción. 9.4. Aplicación de las percepciones
del IGV por el importador. 9.5. Operaciones excluidas de la percepción.
9.6. Operaciones en moneda extranjera. 9.7. Sujetos que intervienen
en la percepción. 9.8. Obligaciones para el agente de percepción. 9.9.
vado a una norma infralegal establecer los sujetos que cumplirán con la carga
de actuar como agentes de percepción, sin que se haya establecido parámetros
razonables para su elección (Apuntes Tributarios, julio 2007: 4).
[...] es una exigencia inherente a “un sistema tributario justo” como el que la
Constitución propugna en el art. 31.1: en una palabra, la lucha contra el fraude
fiscal es un fin y un mandato que la Constitución impone a todos los poderes
públicos, singularmente al legislador y a los órganos de la Administración Tribu-
taria. De donde se sigue asimismo que el legislador ha de habilitar la potestad
o los instrumentos jurídicos que sean necesarios y adecuados para que dentro
del respeto debido a los principios y derechos constitucionales, la Administración
esté en condiciones de hacer efectivo el cobro de las deudas tributarias (funda-
mento jurídico 3).
La lucha contra la informalidad y evasión fiscal no creemos que tenga
una finalidad extrafiscal, sino totalmente fiscal. No puede haber un sis-
tema tributario justo si es que unos pocos soportan las cargas tributarias
y otros muchos la evaden. La lucha contra la evasión es un mandato
constitucional que busca la vigencia efectiva del principio de igualdad en
materia tributaria.
21 De modo referencial, se señalan los siguientes bienes: Dióxido de carbono, Poli (tereftala-
to de etileno) sin adición de dióxido de titanio, en formas primarias, envases o preformas,
Exclusión obligatoria
– Que el sujeto tenga la condición de no habido.
– Que la Administración haya comunicado o notificado al sujeto y di-
cha condición figure en los registros de la Administración así como
la baja de su inscripción RUC.
– Los sujetos hayan suspendido temporalmente sus actividades y di-
cha información figure en los registros de la Administración.
Exclusión facultativa
– Que el sujeto sea omiso a la presentación de la declaración de per-
cepciones de este régimen.
– Que el sujeto presente declaraciones de percepción de este régi-
men y no consigne percepciones efectuadas durante 3 meses con-
secutivos.
– Que los sujetos no hayan cumplido con el pago oportuno del íntegro
de lo retenido o percibido durante 3 meses consecutivos.
• El cliente
Se considera cliente, en el régimen de percepciones aplicable a la venta de
bienes, al sujeto que adquiera bienes de un agente de percepción.
– El cliente que sea contribuyente del IGV deberá abrir una subcuenta es-
pecial denominada “IGV percepciones por aplicar” dentro de la cuenta
IGV, en la cual se controlarán las percepciones que hubiera sufrido y las
aplicaciones de ellas.
Las obligaciones formales que deben cumplir los clientes son las si-
guientes:
– Declaración pago PDT-IGV Renta Mensual: el cliente está obligado a
efectuar la declaración y pago mensual del IGV utilizando el PDT-IGV
Renta Mensual, Formulario Virtual Nº 621, donde consignará el importe
de las percepciones que se le hubieran efectuado a los fines de sus de-
ducciones del impuesto a pagar (artículo 13º de la Resolución de Super-
intendencia Nº 058-2006/SUNAT).
– Cuenta IGV-Percepciones por aplicar: el cliente, sujeto del IGV, deberá
abrir una subcuenta denominada “IGV-Percepciones por aplicar” dentro
de la cuenta IGV. En ella controlará las percepciones que le hubieren
practicado, así como las aplicaciones de dichas percepciones al IGV por
pagar o las devoluciones por tal concepto efectuadas por la Administra-
ción Tributaria (inciso b), artículo 16º de la Resolución de Superintenden-
cia Nº 058-2006/SUNAT).
Al respecto, en el Informe Nº 270-2006-SUNAT/2B0000 se señala que:
[...] si bien para el control de los montos [...] percibidos se ha establecido el de-
ber de abrir las subcuentas [...] “IGV Percibido por Aplicar” dentro de la cuenta
IGV, según corresponda; sin embargo, no se ha prescrito que su incumplimiento
origine la pérdida del derecho a aplicar la retención o la percepción. Asimismo,
las normas que regulan los regímenes bajo comentario no han condicionado el
derecho de aplicar las retenciones y percepciones efectuadas contra el IGV a la
legalización del Registro de Compras que debe llevar el sujeto del IGV por apli-
cación de las normas de este impuesto.
• El cliente
Se considera cliente, en el Régimen de Percepciones aplicable a la adquisi-
ción de combustibles líquidos derivados del petróleo a todo aquel sujeto que
26 Informe Nº 270-2006-SUNAT/2B0000.
c) A las realizadas por agentes de retención del IGV designados por la Ad-
ministración Tributaria28.
d) A la efectuada por el Sector Público Nacional a que se refiere el inciso a)
del artículo 18º del TUO de la Ley del IR.
e) Importación de los bienes comprendidos en las subpartidas nacionales
del Anexo Nº 2 de la Ley Nº 29173.
f) A la importación de mercancías consideradas envíos de socorro, de acuer-
do con el artículo 67º del Reglamento de la Ley General de Aduanas.
g) Las importaciones realizadas al amparo de la Ley Nº 27037, Ley de Pro-
moción de la Inversión en la Amazonía.
h) Las importaciones efectuadas por los organismos internacionales acre-
ditados ante la Administración Tributaria mediante constancias emitidas
por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Cuadro Nº 1
Apéndice 1
Relación de bienes cuya venta está sujeta al Régimen de Percepción del IGV
Capítulo XXIX
LAS DETRACCIONES
EN EL IGV
Sumario:
1. La justificación política fiscal del SPOT. 2. Naturaleza de las obliga-
ciones derivadas del SPOT: (i) Deber formal para el cliente y (ii) derecho
real de garantía para el proveedor. 2.1. La obligación formal y el derecho
real de garantía. 2.2. Los efectos generados en el proveedor y el cliente.
3. Derechos constitucionales que afecta el SPOT en sectores de alta
informalidad. 4. Los Derechos constitucionales que afecta el SPOT en
sectores formales de la economía. 4.1. El derecho de propiedad y el
derecho real de garantía creador por el SPOT. 4.2. La afectación de los
atributos del derecho de propiedad: ejercicio del crédito fiscal condicio-
nado al cumplimiento de la detracción. 5. Apreciaciones finales. 6. Con-
secuencias jurídicas del cumplimiento o incumplimiento del Sistema de
Detracciones. 7. Marco normativo aplicable al Sistema de Detracciones.
8. El Sistema de Detracciones en los servicios empresariales gravados
con el IGV. 8.1. Operaciones sujetas. 8.1.1. La intermediación laboral
y la tercerización. 8.1.2. Otros supuestos de intermediación. 8.1.3. La
fabricación por encargo. 8.1.4. La comisión mercantil. 8.1.5. La asesoría
empresarial y de gestión. 8.1.6. El servicio de arquitectura, ingeniería y
actividades conexas. 8.2. Monto del depósito. 8.3. Sujetos obligados.
8.4. Oportunidad del depósito. 8.5. Operaciones exceptuadas. 9. El Sis-
tema de Detracciones en las operaciones del Anexo 1. 9.1. Venta de bie-
nes sujeta al Sistema de Detracciones. 9.2. Operaciones exceptuadas.
9.3. Sujeto obligado. 9.4. Oportunidad de la detracción. 9.5. Traslado de
los bienes. 10. Traslado de bienes que no sean venta. 10.1. Traslados
sujetos al Sistema de Detracciones. 10.2. Traslados exceptuados del
Sistema de Detracciones. 10.3. Sujeto obligado. 10.4. Oportunidad de
la detracción. 10.5. Traslado de los bienes. 11. Retiro de bienes. 11.1.
Operaciones sujetas al Sistema de Detracciones. 11.2. Sujeto obligado.
11.3. Oportunidad de la detracción. 11.4. Traslado de los bienes. 12. El
Sistema de Detracciones en las operaciones del Anexo 2. 12.1. Opera-
ciones sujetas. 12.2. Operaciones exceptuadas. 12.3. Sujetos obligados.
12.4. Oportunidad de la detracción. 12.5. Traslado de bienes. 13. Reglas
comunes aplicables al Sistema de Detracciones. 13.1. Efectos en el IGV
y en el IR. 13.2. A partir de qué fecha las operaciones quedan sujetas
al Sistema de Detracciones. 13.3. Emisión de comprobantes de pago.
13.4. Infracciones y sanciones. 13.5. El destino del dinero depositado en
el Banco de la Nación. 13.6. Apertura de cuentas y chequeras. 13.7. La
29 Constituye una excepción del principio de integridad de pago previsto en el artículo 1221º
del Código Civil.
proveedor por la creación del derecho real de garantía y limitación del derecho
a la tutela judicial efectiva por condicionar el ejercicio del crédito fiscal al cum-
plimiento de la detracción) se realiza con la finalidad de lograr una aplicación
efectiva del principio de igualdad en materia tributaria.
4.2. La afectación de los atributos del derecho de propiedad: ejercicio del cré-
dito fiscal condicionado al cumplimiento de la detracción
A efectos de determinar la naturaleza de los deberes formales y su configura-
ción constitucional es importante rescatar lo señalado por el Tribunal Consti-
tucional, el 4 de abril del 2007, en el proceso de agravio constitucional inter-
puesto contra una sentencia de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia del Cusco, sentencia en la que se declaraba infundado un proceso
de amparo contra la SUNAT, proceso que tenía como pretensión se declare
inaplicable el artículo 19º, inciso c), del Decreto Supremo Nº 055-99-EF, TUO
de la Ley del IGV, por cuanto la recurrente consideraba que se violaban sus
derechos constitucionales relativos a la propiedad y al principio de no confis-
catoriedad de los tributos.
La recurrente buscaba con el proceso de amparo planteado, que el Tribu-
nal Constitucional reconozca el derecho al crédito fiscal que el contribuyente
consideraba que podía ejercerlo pese a no cumplir con uno de los requisitos
formales establecidos en el inciso c) del artículo 19º. De ese modo, el Tribunal
36 Sostiene Herrera Molina (1998: 463) que “el legislador está obligado a establecer un me-
canismo que en condiciones normales garantice la repercusión real del impuesto (al valor
agregado) en la mayor medida de lo posible”.
37 Respecto al concepto de los deberes formales, Andrés Blanco (2004: 197), siguiendo a
Héctor Villegas, precisa que se puede “concebir a estos deberes como un conjunto de
obligaciones de hacer y no hacer de los sujetos pasivos de las obligaciones tributarias, de
contenido no pecuniario, y que se originan con ocasión de la tributación. Dentro de esta
definición amplia se ubicarán pues una serie de deberes que están presentes, en mayor o
menor medida, en todos los tributos y en todos los ordenamientos jurídicos, como ser, en
vía de ejemplo: la inscripción registros especiales; la emisión de cierta documentación; el
registro y/o contabilización internas de las operaciones [...] etc.”.
38 Sentencia de 14 de Julio de 1988, asunto Lea Jeunehommme contra el Estado belga (las
cursivas son nuestras).
5. Apreciaciones finales
El SPOT es un mecanismo de recaudación del IGV inteligente que ha probado
su eficacia en el incremento de recaudación lo que ha motivo que el Estado
amplíe su aplicación a diversos sectores de la actividad económica. Sin em-
bargo, el interés fiscal no sólo interés de recaudación sino también protección
de los derechos fundamentales del ciudadano-contribuyente. A varios años
de su vigencia, el Estado está en la posibilidad de restringir este mecanismo
únicamente a proveedores que operen en la economía informal a través de la
creación de un registro de buen contribuyente o buen pagador de obligaciones
tributarias o cualquier otro medio de control inteligente y practicable.
En este trabajo hemos demostrado que el SPOT limita los atributos del
derecho de propiedad del proveedor sobre los fondos depositados en las
cuenta del Banco de la Nación, en la medida que se genera a favor del Es-
tado un auténtico derecho real del garantía creado a través de Reglamento
e inclusive en los supuesto de ingresos como recaudación ese derecho real
de garantía va acompañada de la desposesión material de los fondos de la
cuenta del proveedor a favor del Estado.
También desde la óptica del cliente, la limitación del ejercicio del crédito
fiscal al cliente le impide convertir su crédito ilíquido el liquidez inmediata, lo
que afecta el derecho a la tutela judicial efectiva, en la medida que el titular del
crédito fiscal no puede ejercer sino cuando cumpla la limitación legal, a pesar
que el derecho está debidamente adquirido, probado y comprobado.
45 No se encuentran sujetos al SPOT los servicios gratuitos, por cuanto no están gravados
con el IGV. Tampoco se encuentra sujeta al SPOT la cesión gratuita de bienes del activo
fijo entre empresas vinculadas, aun cuando está gravada con el IGV, porque el Reglamen-
to solo sujeta al SPOT el arrendamiento de bienes.
46 Cabe precisar que desde el 11 de agosto de 2008, se encuentra oficialmente vigente la
Revisión 4 de la CIIU de las Naciones Unidas. Dado que la normativa actual del Sistema
de Detracciones hace referencia expresa a la Revisión 3 de la CIIU, esta clasificación to-
davía es aplicable, empero esta situación debería corregirse normativamente, en tanto se
crean dudas respeto a la aplicación de las detracciones.
47 Incluye “los servicios de marketing directo, que se presta a través de trabajo con público
que ejecuta en el campo proyectos publicitarios elaborados por las agencias de publici-
dad” (Informe Nº 232-2006-SUNAT/2B0000 de fecha 19 de septiembre de 2006).
48 Destaca el arrendamiento de unidades de transporte (tractores, automóviles, camionetas,
camiones) del capítulo 87 del Arancel que se encuentran sujetos al SPOT.
49 En el artículo 2º de la Resolución Superintendencia Nº 56-2006/SUNAT se estableció que
no se encontraban incluidos dentro de este rubro los servicios de: hospedaje, depósito
de bienes, y de estacionamiento o garaje para vehículos. A su vez, con el Informe Nº
153-2006-SUNAT/2B0000 del 16 de junio de 2006 se señaló que “la cesión en uso que
efectúan los hoteles de sus salas de exposición y restaurantes a terceros se encuentra
sujeto al SPOT”.
Queda claro que, solo los contratos de intermediación laboral como su-
puesto de destaque de personal para que labore bajo la dirección de otro em-
presario, distinto al contratante, en supuestos de temporalidad, complemen-
también está incluido el dinero necesario para la obtención de los bienes materia
de la fabricación por encargo52.
en su artículo 13.2, inciso b). De igual forma sucede cuando se emitan los
documentos autorizados (Entidades financieras y Compañías de Seguro,
empresas de servicios de telefonía, agua y luz). La razón es que dichas em-
presas, generalmente, no revisten riesgo fiscal para el Estado. Y, por último,
ocurrirá de manera similar, con las operaciones en las cuales el usuario del
servicio tenga la condición de no domiciliado, conforme a la Ley del Impues-
to al Renta (Reglamento en su artículo 13º). En este caso, no se aplicará
porque el sistema sería impracticable dado que el proveedor es un no do-
miciliado.
Se señala que esta excepción no opera cuando el adquirente sea una en-
tidad del Sector Público Nacional a que se refiere el artículo 18º, inciso a)
de la Ley del IR. Es decir, todas las instituciones estatales, con excepción
de las empresas estatales que realizan actividades empresariales.
– Cuando se emita cualquiera de los documentos a que se refiere el artí-
culo 4º, numeral 6.1 del Reglamento de Comprobantes de Pago, excepto
las pólizas emitidas por las bolsas de productos a que se refiere el literal
e) de dicho artículo. Como por ejemplo: boletos de transporte aéreo, do-
cumentos emitidos por las empresas del sistema financiero y de seguros,
documentos emitidos por las Administradoras Privadas de Fondos de
Pensiones y por las Entidades Prestadoras de Salud, recibos emitidos
por los servicios públicos de suministro de energía eléctrica y agua, etc.
– Cuando se emita liquidación de compra, de acuerdo a lo establecido en
el Reglamento de Comprobantes de Pago57.
de depósito, conforme lo prevé el artículo 10º numeral 10.1 del Decreto Legis-
lativo Nº 940.
La detracción debe practicarse en las ventas al contado, en la fecha de
pago y en las ventas a plazos o con pago diferido, dentro del quinto día hábil
del mes siguiente, a fin de que el adquirente pueda ejercer el derecho al cré-
dito fiscal.
El proveedor efectuará el depósito dentro del quinto día hábil siguiente
de recibida la totalidad del importe de la operación, o hasta la fecha en que la
Bolsa de Productos le entregue el monto contenido en la póliza, según sea el
caso (artículo 11º, numeral 11.1, incisos b y c del Reglamento).
En el caso del retiro de bienes, el sujeto del IGV debe efectuar el depó-
sito en la fecha del retiro o emisión del comprobante de pago, lo que ocurra
primero (artículo 17º, numeral 11.1 del Reglamento).
13.2. A partir de qué fecha las operaciones quedan sujetas al Sistema de De-
tracciones
El SPOT se aplica a las operaciones cuyo nacimiento de la obligación tributa-
ria por el IGV se hubiera producido desde el 15 de septiembre de 2004 (De-
creto Legislativo Nº 940, Segunda Disposición Final).
ral 9.3 de la Ley58. El Estado de adeudos se emitirá como máximo tres ve-
ces al año dentro de los cinco días hábiles de los meses de enero, mayo y
septiembre. En este sentido, la Administración Tributaria, en su Informe Nº
178-2005-SUNAT/2B0000, señala que:
[...] si el deudor tributario, titular de una cuenta en el Banco de la Nación, tiene
una o más cuotas vencidas de un fraccionamiento de carácter particular o gene-
ral que permanece impagos no procederá la libre disposición del monto deposi-
tado [...], independientemente de que se haya configurado o no una causal de
pérdida del fraccionamiento.
dos con el IGV, cuyo importe de la operación o el valor referencial sea mayor
a S/. 400.00. Se incluye en la sujeción al sistema las subcontrataciones del
servicio, y el movimiento de carga (numeral 4 del Anexo 3 de la Resolución
de Superintendencia Nº 183-2004/SUNAT) cuando se preste conjuntamente
al transporte de los bienes.
No se incluyen en ese supuesto al transporte de bienes por vía férrea, al
transporte de equipaje, cuando confluye con el transporte de personas. Ni el
transporte de caudales o valores.
Dentro de los siete días hábiles siguientes de que algún vehículo con
las características propias de los incorporados en este sistema transite por la
garita de la Administradora de Peaje, esta debe enviar a la Administración Tri-
butaria, por medio de sus sistemas informáticos, toda la información referente
a los vehículos que potencialmente pueden estar dentro del sistema y que han
transitado por la garita de la Administradora de Peaje. El archivo que tiene la
información solicitada puede ser rechazado eventualmente, por diversas cau-
sas establecidas en la norma. Si ello ocurriese, se calificaría como no remitido
el archivo. Si la Administradora de Peaje se excede del plazo de siete días
hábiles, se considerará a los depósitos como no realizados.
Tras ser aceptada la información por la Administración Tributaria, esta le
emite a la Administradora de Peaje, en el plazo de un día hábil siguiente de
aceptado el archivo, un reporte en el cual le da las instrucciones necesarias
para que realice el depósito en las cuentas del Banco de la Nación de los im-
portes cobrados por ella. Esto lo debe realizar en no más de un día hábil de
recibido el reporte. A su vez, le ordenará no depositar algunos importes, cuan-
do el transportista al que se imputan no tiene RUC o este no le corresponde,
o no tiene una cuenta abierta en el Banco de la Nación donde depositar el
importe. La Administración Tributaria le proporcionará un detalle, a la Adminis-
tradora del Peaje, de los cobros que debió realizar y no hizo. En cuanto a los
transportistas que pagaron la detracción, pero no contaban con RUC, no le co-
rrespondía o carecían de cuenta en el Banco de la Nación, la Administración
Tributaria en los dos días hábiles siguientes de recibido el archivo, de oficio
les extendería el RUC y/o solicitará al Banco de la Nación que le apertura una
cuenta para efectuar los depósitos. Obtenido estos datos, la Administración
Tributaria comunicará a la Administradora de Peaje, para que esta última efec-
túe la validación e inmediatamente después realice el depósito.
61 Numeral 1 del artículo 173º, numeral 1 del artículo 174º, numeral 1 del artículo 175º, nu-
meral 1 del artículo 176º, numeral 1 del artículo 177º, y numeral 2 del artículo 178º.
Anexo 1
Bienes sujetos al Sistema de Detracciones
Anexo 2
Bienes sujetos al Sistema de Detracciones
Notas
(1) El porcentaje de 9% se aplicará cuando el proveedor tenga la condición de titular del permiso de
pesca de la embarcación pesquera que efectúa la extracción o descarga de los bienes y figure como
tal en el “Listado de proveedores sujetos al SPOT con el porcentaje de 9%” que publique la SUNAT. En
caso contrario, se aplicará el porcentaje de 15%.
Dicho listado será elaborado sobre la base de la relación de embarcaciones con permiso de pesca
vigente que publica el Ministerio de la Producción, de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 14º del
Reglamento de la Ley General de Pesca, aprobado por el Decreto Supremo Nº 012-2001-PE.
El referido listado será publicado por la SUNAT a través de SUNAT Virtual, cuya dirección es http://
www.sunat.gob.pe, hasta el último día hábil de cada mes y tendrá vigencia a partir del primer día ca-
lendario del mes siguiente. Para determinar el porcentaje a aplicar, el sujeto obligado deberá verificar
el listado publicado por la SUNAT, vigente a la fecha en que se deba realizar el depósito.
(2) El porcentaje aplicable a la venta de algodón en rama sin desmotar efectuada por un sujeto que hu-
biera renunciado a la exoneración contenida en el inciso A) del Apéndice I de la Ley del IGV es el 15%.
(3) Mediante R.S. Nº 064-2005/SUNAT publicada el 13.03.2005, se establece la aplicación del SPOT a partir
del 01.04.2005 para este producto.
(4) Incorporado mediante R.S. Nº 178-2005/SUNAT publicada el 22.09.2005.
Anexo 3
Servicios sujetos al Sistema de Detracciones
Notas
(1) Numerales sustituidos por el artículo 6º de la R.S. Nº 258-2005/SUNAT publicada el 29.12.2005, según
textos del anexo de la referida norma publicado el 30.12.2005 y vigentes a partir del 01.02.2006.
(2) Numerales incluidos por el artículo 6º de la R.S. Nº 258-2005/SUNAT publicada el 29.12.2005, según
textos del anexo de la referida norma publicado el 30.12.2005 y vigentes a partir del 01.02.2006.
(3) Numerales modificados por la R.S. Nº 056-2006/SUNAT publicada el 02.04.2006, vigentes a partir del
día siguiente de su publicación.
(4) Título y numerales sustituido e incorporado, respectivamente, por el artículo 14º de la R.S. Nº 293-
2010/SUNAT publicada el 31.10.2010, vigente a partir del día 01.12.2010.
(5) Numeral sustituido por el Artículo Único de la R.S. Nº 098-2011/SUNAT publicada el 21.04.2011, vigen-
te a partir del día 01.05.2011.
VIII
IGV SECTORIAL
Capítulo XXX: LA EXONERACIÓN DEL IGV EN LA ZONA DE LA AMAZONÍA
Capítulo XXX
Sumario:
1. La exoneración incrementa el costo de producción de los bienes
y servicios. 2. Aspectos constitucionales del beneficio de la exone-
ración del IGV. 2.1. La reserva de ley en sentido formal. 2.2. La re-
serva de ley en sentido material. 2.3. Las exoneraciones no tiene
rango de derecho constitucional. 3. Los requisitos para el goce de
la exoneración del IGV. 4. Los requisitos de acogimiento al beneficio
de la exoneración. 4.1. Los sujetos beneficiarios. 4.2. Las activida-
des beneficiadas y las operaciones comprendidas. 4.2.1. La venta
de bienes muebles y el contribuyente sustituto. 4.2.2. La prestación
de servicios. 4.2.3. Los contratos de construcción o la primera venta
de inmuebles que realicen los constructores de los mismos en dicha
región. 4.3. El acogimiento al régimen. 4.4. La zona geográfica be-
neficiada. 5. El reintegro tributario. 5.1. Objetivo del beneficio. 5.2. La
reserva de ley formal y material en el reintegro tributario. 5.3. Sujetos
beneficiarios. 5.4. Territorios que gozan del beneficio. 5.5. Bienes ob-
jeto del beneficio. 6. Naturaleza del crédito fiscal especial. 6.1. Situa-
ción de los beneficios de origen legal frente al IR. 6.2. Crédito fiscal
especial en relación con el IR.
to el régimen tributario especial debe estar regulado por ley del Congreso
conforme al artículo 79º de la Constitución.
Sin embargo, existen Resoluciones del Tribunal Fiscal (Resolución Nº
176-5-2004 de 16 de enero de 2004, Nº 2437-3-2003 de 8 de mayo de 2003,
Nº 383-5-2005 de 19 de enero de 2005 y 6805-3-2003 de 24 de noviembre de
2003) que han confirmado el no acogimiento al régimen de la Amazonía por
falta de cumplimiento de este requisito, lo cual entendemos obedece a la falta
de una adecuada fundamentación de la defensa.
Esta línea jurisprudencial no corresponde con aquella otra que ha seña-
lado que la presentación del formulario de acogimiento al régimen tributario
agrario no es constitutivo del beneficio, a pesar que su Reglamento exige ese
requisito como constitutivo5. En efecto, según la Resolución Nº 01024-2-200
de 25 de febrero de 2003 el Tribunal Fiscal ha declarado:
Que conforme al criterio establecido por este Tribunal en la Resolución Nº 505-
4-2201 de 20 de abril de 2001 la presentación extemporánea de la aludida de-
claración no supone la denegatoria, siendo en este caso únicamente aplicable
la multa correspondiente, resultando necesario que la Administración evalúe si
la recurrente cumple con los requisitos establecidos por la Ley Nº 27360 (Otras
Resoluciones en igual sentido Nº 1036-2-2003 de 25 de febrero de 2003 y Nº
2839-2-2003 de 23 de mayo de 2003).
5 El artículo 3º del Decreto Supremo Nº 049-2002-AG dispone que “el acogimiento a los
beneficios a que se refiere la Ley se efectuará en la forma, plazo y condiciones que
la Sunat establezca. El referido acogimiento se realizará anualmente y tendrá carácter
constitutivo”.
5. El reintegro tributario
El reintegro tributario del IGV era un mecanismo que permitía que la exonera-
ción del impuesto sea total, de modo que el empresario que goza de este régi-
men no soporta el IGV de las compras como costo o gasto a pesar de realizar
operaciones exoneradas con el impuesto. Eso permitía que el comerciante no
incorporara el IGV de las compras como parte del costo de sus productos y
por lo tanto, la exoneración no afectaba su margen de rentabilidad.
Este beneficio estuvo vigente hasta el 31 de diciembre de 2007 en virtud
de la Ley Nº 28656.
IGV no podía objetarse del goce del beneficio amparados en exigencias con-
tenidas a nivel de resoluciones de superintendencias expedidas por SUNAT.
En efecto, la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 6494-5-2002, jurispruden-
cia de observancia obligatoria, publicada el 4 de diciembre de 2002, estable-
ció que:
[...] procede amparar las solicitudes de reintegro tributario [...] en caso que los
contribuyentes hayan acreditado cumplir con los requisitos contemplados por el
referido artículo 48º, no pudiendo ser objetada su admisión a trámite ni denegada
automáticamente por la Administración por el solo hecho de no estar acompaña-
das de los documentos establecidos por la Resolución de Superintendencia Nº
073-97/SUNAT [...].
por la ley para gozar del beneficio. Es la Ley la que otorga el crédito. El origen
de éste es un mandato legal. Por ende, no puede considerarse que deriva,
esto es, que se genera, con ocasión de una operación con terceros.
Anexo 1
Régimen de eliminación y racionalización de los beneficios tributarios de la Región de la
Amazonía y de la Región Selva
Loreto
Provincias de Lo- Mariscal Ra- Alto
Maynas Loreto Requena Ucayali
reto beneficiadas món Castilla Amazonas
Reintegro tributa- √ √ √ √ √ Hasta el
rio 31/12/2008
Exoneración √ √ √ √ √ Desde el
01/01/2009
hasta el
31/12/2012
Sustitución gradual X X X X X
de exoneración
Crédito fiscal espe- 50% del 50% del 50% del IBM 50% del 50% del X
cial IBM IBM IBM IBM
Exoneración por √ √ √ √ √ √
gas natural, petró-
leo y derivados
Exoneración de uti- Desde el Desde el Desde el Desde el Desde el Desde el
lidades que se rein- 01/01/2008 01/01/2008 01/01/2008 01/01/2008 01/01/2008 01/01/2008
viertan en obras hasta el hasta el hasta el hasta el hasta el hasta el
de infraestructura 31/12/2013 31/12/2013 31/12/2013 31/12/2013 31/12/2013 31/12/2013
y/o adquisición de
bienes de capital
(artículo 16º de la
Ley Nº 29175)
Importación Hasta el Hasta el Hasta el Hasta el Hasta el X
31/12/2010 31/12/2010 31/12/2010 31/12/2010 31/12/2010
San Martín
Departamento beneficiado San Martín
Reintegro tributario X
Exoneración Hasta el 31/12/2008
Sustitución gradual de exoneración Desde el 01/01/2009 hasta el 31/12/2012
Crédito fiscal especial 25% del Impuesto Bruto Mensual (IBM) hasta el 31 /12/2011
San Martín
Crédito fiscal especial por impor- A partir del 01/01/2013 hasta el 31/12/2016 se aplicarán créditos
tación especiales, según lo dispuesto en el artículo 2.2 de la Ley Nº 29175
Exoneración por gas natural, petró- X
leo y derivados
Reducción gradual de la exone- X
ración por gas natural, petróleo y
otros
Exoneración de utilidades que se Desde el 01/01/2008 hasta el 31/12/2013
reinviertan en obras de infraes-
tructura y/o adquisición de bienes
de capital (artículo 16º de la Ley Nº
29175)
Importación Desde el 01/01/2008 hasta el 31/12/2012
Amazonas
Departamento beneficiado Amazonas
Reintegro tributario X
Exoneración Hasta el 31/12/2008
Sustitución gradual de exoneración Desde el 01/01/2009 hasta el 31/12/2012
Crédito fiscal especial X
Exoneración por gas natural, petró- X
leo y derivados
Reducción gradual de la exone- X
ración por gas natural, petróleo y
otros
Exoneración de utilidades que se Desde el 01/01/2008 hasta el 31/12/2013
reinviertan en obras de infraes-
tructura y/o adquisición de bienes
de capital (artículo 16º de la Ley Nº
29175)
Importación Desde el 01/01/2008 hasta el 31/12/2012
Madre de Dios
Departamento beneficiado Madre de Dios
Reintegro tributario X
Exoneración Hasta el 31/12/2008
Sustitución gradual de exoneración Desde el 01/01/2009 hasta el 31/12/2012
Reducción gradual de la exone- A partir del año 2012
ración por gas natural, petróleo y
otros
Crédito fiscal especial X
Exoneración por gas natural, petró- √
leo y derivados
Madre de Dios
Reducción gradual de la exonera- Desde el 01/01/2008 hasta el 31/12/2012
ción por gas natural, petróleo y otros
Exoneración de utilidades que se Desde el 01/01/2008 hasta el 31/12/2013
reinviertan en obras de infraestruc-
tura y/o adquisición de bienes de ca-
pital (artículo 16º de la Ley Nº 29175)
Importación X
Ucayali
Departamento beneficiado Ucayali
Reintegro tributario X
Exoneración Hasta el 31/12/2008
Sustitución gradual de exoneración Desde el 01/01/2009 hasta el 31/12/2012
Crédito fiscal especial por importa- A partir del 01/01/2013 hasta el 31/12/2016 se aplicarán créditos
ción especiales, según lo dispuesto en el artículo 2.2 de la Ley Nº 29175
Exoneración por gas natural, petró- √
leo y derivados
Reducción gradual de la exone- Desde el 01/01/2008 hasta el 31/12/2012
ración por gas natural, petróleo y
otros
Exoneración de utilidades que se Desde el 01/01/2008 hasta el 31/12/2013
reinviertan en obras de infraes-
tructura y/o adquisición de bienes
de capital (artículo 16º de la Ley Nº
29175)
Importación Desde el 01/01/2008 hasta el 31/12/2012
Huánuco
Departamento beneficiado Huánuco (localidades artículo 3º de la Ley Nº 27037)
Reintegro tributario X
Exoneración Hasta el 31/12/2008
Sustitución gradual de exoneración Desde el 01/01/2009 hasta el 31/12/2012
Crédito fiscal especial por importa- A partir del 01/01/2013 hasta el 31/12/2016 se aplicarán créditos
ción especiales, según lo dispuesto en el artículo 2.2 de la Ley Nº 29175
Exoneración por gas natural, petró- X
leo y derivados
Reducción gradual de la exone- X
ración por gas natural, petróleo y
otros
Exoneración de utilidades que se Desde el 01/01/2008 hasta el 31/12/2013
reinviertan en obras de infraestruc-
tura y/o adquisición de bienes de ca-
pital (artículo 16º de la Ley Nº 29175)
Importación Desde el 01/01/2008 hasta el 31/12/2012
Leyenda
√ Vigente
X No aplica
Impuesto Bruto
IBM
Mensual
Capítulo XXXI
Sumario:
1. La inmunidad tributaria y las instituciones educativas. 2. Definición de
las instituciones educativas particulares. 3. La inmunidad tributaria y el
Impuesto General a las Ventas. 3.1. Qué se entiende por fines educati-
vos precisados por la norma reglamentaria. 3.2. Operaciones incluidas
en el Anexo I como inafectas del IGV. 3.3. Importación de bienes inafec-
tos del IGV. 3.4. La inafectación para donaciones al Sector Público. 4. La
inmunidad tributaria y el IR. 5. ¿El crédito por reinversión constituye un
beneficio tributario?
3.1. Qué se entiende por fines educativos precisados por la norma reglamen-
taria
En la Disposición Transitoria Única del Decreto Supremo Nº 46-97-EF se ha
proporcionado criterios importantes para la evaluación respecto de las opera-
ciones de importación, prestación de servicios o transferencia de bienes efec-
tuadas por las instituciones educativas que gozan de la inafectación del IGV.
La norma señala que la inafectación se determina en función a la natu-
raleza de las operaciones y no al destino otorgado a los fondos obtenidos, lo
4. La inmunidad tributaria y el IR
El artículo 13º del Decreto Legislativo Nº 882, en concordancia con el último
párrafo del artículo 19º de la Constitución, señala que las utilidades reinverti-
das8 en infraestructura y equipamiento didácticos exclusivamente para fines
educativos y de investigación, así como en becas de estudio no estarán suje-
tas al pago del IR para lo cual concede un crédito que neutralice el pago del
IR.
Entendemos que el artículo 13º del Decreto Legislativo Nº 882 regula con
total coherencia a los fines constitucionales pertinentes, la aplicación del IR
sobre las utilidades no destinadas a fines educativos y otorga un mecanismo
especial de crédito sobre aquellas destinadas o reinvertidas en fines educa-
tivos.
8 Según el anexo del Decreto Supremo Nº 047-94-EF las utilidades pueden ser reinvertidas
en los bienes y servicios siguientes:
i. Inmuebles y bienes de capital exclusivamente para la prestación del servicio educativo.
ii. Becas según el artículo 12º del presente Decreto Supremo.
iii. Libros, folletos, revistas y en general, cualquier publicación que apoye el proceso edu-
cativo presentado en medios impresos, magnéticos o digitales.
iv. Software para fines educativos y material didáctico.
9 Dado que nuestra legislación no contiene una definición de beneficio fiscal y hace alu-
sión a tres términos distintos, exoneraciones, incentivos o beneficios fiscales, se trata de
perfilar jurídica y conceptualmente los referidos términos. Según la doctrina y jurispruden-
cia del Tribunal Fiscal como la Resolución Nº 657-5-97 y 355-5-98, la exoneración es la
superposición de dos normas jurídicas, la norma tributaria y la norma de exoneración. El
decurso natural de la norma tributaria (esto es, que al acaecimiento del hecho imponible
debe surgir la consecuencia jurídica), queda interrumpida por la existencia de la norma
exoneratoria que impide el surgimiento de la consecuencia jurídica. En tal sentido, puede
observarse que la exoneración se encuentra en el ámbito de la estructura de la norma
jurídica tributaria.
En relación a los beneficios tributarios, a falta de definición normativa, estos podrían afec-
tar cualquiera de los elementos que componen una norma jurídica (los distintos aspectos
del supuesto de hecho y de la consecuencia jurídica) introduciendo elementos especiales
y específicos. La doctrina más calificada sobre beneficios fiscales señala lo siguiente “la
conclusión del análisis estructural nos permite especificar a los beneficios fiscales como
suplementos que al afectar al hecho imponible modifican de manera parcial a la obligación
tributaria”.
El incentivo fiscal a diferencia de la exoneración o beneficio tributario, no hace alusión a
la estructura de la norma tributaria, sino a su aspecto funcional o teleológico, de modo
que puede utilizarse una exoneración o beneficio tributario con finalidad de incentivar o
promover el desarrollo de una determinada actividad económica. Pero también es posible
que se establezca un incentivo fiscal sin la regulación de un beneficio fiscal, es el caso por
ejemplo de la inmunidad impositiva constitucional otorgada a las instituciones educativas
particulares, que es un incentivo con el objeto de promover el desarrollo de la actividad
educativa.
Cabe también la posibilidad que el incentivo fiscal se logre a través de otras herramientas
jurídicas que no afecten la estructura de la norma jurídica, sino elementos externos a es-
tos, formas especiales de determinación, plazos especiales de pago, formas especiales de
extinción de la obligación tributaria.
Como puede observarse hay una distinción clara entre la exoneración, el beneficio fiscal
y el incentivo, pudiendo concluirse que el incentivo tributario que busca promover el desa-
rrollo de la actividad educativa no se ha implementado a través de un beneficio tributario
sino a través de un mecanismo especial de pago de la obligación tributaria.
Capítulo XXXII
Sumario:
1. Introducción. 2. Personas jurídicas con fines no lucrativos. 2.1. Fin no
lucrativo y desarrollo de actividades económicas. 2.2. Rasgos caracte-
rísticos de las actividades económicas. 2.3. La confusión entre actividad
mercantil y fin no lucrativo. 3. La jurisprudencia del Tribunal fiscal en
relación a las personas jurídicas sin fines de lucro y la realización de ac-
tividades empresariales. 4. Los problemas específicos de las entidades
sin fines de lucro en el ámbito del IGV. 4.1. Sujetos del impuesto. 4.4.1.
Habitualidad en la prestación de servicios. 4.1.2. Habitualidad en el retiro
de bienes. 4.1.3. Habitualidad en la venta de bienes. 4.2. La prorrata de
crédito fiscal. 4.3. Las personas jurídicas sin fines de lucro con tratamien-
to especial en el impuesto.
1. Introducción
El tratamiento tributario de las personas jurídicas sin fines de lucro en el ámbi-
to del IGV tiene varias dificultades técnicas que lo enfrentan con los principios
económicos que sustentan este impuesto, puesto que el valor agregado su-
pone que las operaciones gravadas con el impuesto son aquellas por las que
se percibe una contraprestación que comprenda la recuperación de costos
directos e indirectos, gastos administrativos, gastos de ventas y el margen de
utilidad, lo que comprende a los empresarios que organizan distintas activida-
des económicas con el propósito de ofrecer bienes y servicios a los consumi-
dores finales.
En las actividades económicas que organizan las personas jurídicas
sin fines de lucro usualmente no se percibe ninguna contraprestación o se
percibe una contraprestación que está por debajo del costo de los bienes y
servicios que se ofrecen a los consumidores finales. El no percibir ninguna
contraprestación suscita la discusión de si las personas jurídicas sin fines de
lucro deben tributar por el autoconsumo de bienes o servicios y el percibirlo
por debajo del costo provoca que el impuesto trasladado en sus adquisi-
ciones no pueda ser recuperado íntegramente o si es aplicable el valor de
mercado.
– Las personas jurídicas no lucrativas no tienen como uno de sus fines ins-
titucionales la obtención de beneficios económicos, lo que desnaturaliza
su finalidad no lucrativa.
– Al tratarse de una institución sin fines lucrativos las actividades econó-
micas (el arrendamiento) no se encontrarían comprendidos dentro de su
objeto social.
– Las actividades económicas no generan un beneficio directo a los aso-
ciados.
– También comúnmente se argumenta que se ha constituido una persona
jurídica sin fines de lucro (asociación) para dar un supuesto fin social a
las actividades mercantiles que realiza.
En estas observaciones que realiza la Administración Tributaria se apre-
cia una confusión entre las actividades empresariales que legal y lícitamente
puede ejercer la persona jurídica sin fines de lucro y la finalidad no lucrativa
de estas entidades. En efecto:
– Una primera inexactitud que se presenta es que una persona jurídica sin
fines de lucro (la asociación) no puede desarrollar actividades económi-
cas (arrendamiento), a la usanza de una empresa (una empresa inmobi-
liaria).
– Una segunda cuestión es que las actividades económicas que una per-
sona jurídica sin fines lucrativos realiza no desnaturaliza su finalidad no
lucrativa. Las rentas obtenidas de la explotación de dicho capital (y no de
una actividad económica) sirven de instrumento o medio para realizar los
fines no lucrativos previstos en su estatuto social. El fin no lucrativo, no
impide realizar actividades económicas ni menos aún procurar obtener
rendimientos de los bienes muebles o inmuebles que sean de su propie-
dad, lo contrario sería irracional.
– Una tercera inexactitud es que el objeto social de la persona jurídica sin
fines de lucro, en nuestro ejemplo la asociación, no puede ser nunca una
actividad económica o la explotación de un capital mueble o inmueble,
su objeto social es siempre un fin o interés común trascendente del mero
interés individual y egoísta de sus miembros. Por tanto, el arrendamiento
como actividad económica para generar fondos y destinarlos al fin no lu-
crativo —como no podía ser de otro modo— no constituye el objeto social
de la asociación y no puede estar comprendido dentro de él, puesto que
es solo un medio para lograr el fin social que se busca.
– Una cuarta inexactitud es que cualquiera que fuese el objeto social de
la persona jurídica sin fines de lucro nunca puede redundar en beneficio
individual de los asociados, su finalidad es común, el logro del fin no lu-
crativo propuesto desde sus inicios.
Así en las personas jurídicas sin fines de lucro, si las ventas resultan
gravadas con el impuesto, es posible que se grave por el importe al que se
realizan las ventas, mientras que el impuesto de las compras podría superar
el débito fiscal derivado de las ventas. También en personas jurídicas en que
los servicios sean significativos, es probable que el débito fiscal sea mayor al
crédito fiscal, porque en este tipo de personas jurídicas el costo de los ser-
vicios dependientes e independientes no está gravado en su adquisición, no
obstante lo cual, al integrarse como parte del costo de los bienes vendidos,
estaría gravado con el impuesto, generándose un débito fiscal por recuperar.
Además debe considerarse en nuestro caso que si tales ventas están
gravadas con el impuesto por un valor menor que al de mercado, correspon-
dería una determinación complementaria para exigir el impuesto, salvo prue-
ba en contrario. Lo que definitivamente no cabría en este tipo de situaciones,
porque la venta a un menor valor se encuentra justificada en el fin no lucrativo
de este tipo de personas jurídicas.
asociados de una asociación sin fines de lucro, se concluía que las asociacio-
nes no tenían la obligación de practicar la prorrata de crédito fiscal. Mientras
que la interpretación contraria sostenía que aun cuando hubiera ese defecto
en la definición de operación no gravada, debía practicarse una prorrata es-
pecial dado que las asociaciones generaban operaciones gravadas con el im-
puesto, pero también operaciones no gravadas, que aunque técnicamente no
estaban calificadas como tal por el Reglamento, en sentido amplio, constituían
operaciones por las que no se pagaba el impuesto, tales como, las cuotas
ordinarias y extraordinarias de los asociados.
En razón de esta discusión, a partir del 1 de noviembre de 2005 se incluye
expresamente como operación no gravada las cuotas ordinarias o extraordi-
narias que pagan los asociados a una asociación sin fines de lucro, así como
los ingresos obtenidos por entidades del sector público por tasas y multas,
siempre que sean realizados en el país (Decreto Supremo Nº 130-2005-EF).
Debe recordarse que la Administración Tributaria mediante la Directiva
Nº 004-95/SUNAT, de fecha 15 de octubre de 1995 interpretó que “los ingre-
sos que perciban las asociaciones sin fines de lucro respecto al pago de las
cotizaciones mensuales que realizan sus asociados se encuentran inafectos
al Impuesto General a las Ventas”. Posteriormente mediante la Directiva Nº
001-98/SUNAT de fecha 30 de enero de 1998 la Administración complementó
su interpretación en el sentido que los servicios individualizados prestados por
las asociaciones no estaban comprendidos en el alcance de la Directiva Nº
004-95/SUNAT, “debiéndose determinar en cada caso el cumplimiento de los
señalado en la Ley del IGV para considerarlo gravado con dicho impuesto, por
la prestación de un servicio”.
En igual sentido, el Tribunal Fiscal mediante la Resolución Nº 1048-3-
2003, de fecha 27 de febrero de 2003, señala que:
[...] es importante recalcar que las cuotas sociales de las asociaciones sin fines
de lucro se encuentran inafectas al Impuesto General a las Ventas, en la medida
que se destinan al sostenimiento de la asociación; es por ello, que únicamente
en el caso que los montos abonados por los asociados no tengan la naturaleza
de cuotas sociales es que se encontrarán gravadas con el impuesto.
4.3. Las personas jurídicas sin fines de lucro con tratamiento especial en el
impuesto
El artículo 1º del Decreto Legislativo Nº 783 dispone que el IGV que se pa-
gue en las compras de bienes y servicios efectuadas con financiación prove-
Capítulo XXXIII
EL IGV EN EL DESARROLLO DE
PROYECTOS INMOBILIARIOS
Sumario:
1. IGV en la venta de bienes inmuebles futuros. 1.1. Posición de la
Administración Tributaria. 1.2. Posición del Tribunal fiscal. . 1.3. Cuá-
les son los riesgos que se deben considerar para tomar el criterio
del Tribunal fiscal. 1.4. Cuándo llega a tener existencia el bien. 1.5.
Cuándo se entiende percibida la retribución. ¿Qué es la puesta a
disposición? 2. ¿El IGV de los materiales de construcción constituye
crédito fiscal al 100% o solo puede usarse el 50%? 2.1. Método de
identificación específica. 2.2. Método de prorrata. 2.3. El destino de
la compra determina si se tiene o no derecho al crédito fiscal. 2.4.
La ratio legis del artículo 5º, numeral 9 del Reglamento de la Ley
del IGV. 2.5. Opinión de la Administración Tributaria sobre el uso del
crédito fiscal. 3. ¿La venta de las cocheras debe gravarse con el IGV
o cabe aplicar la exoneración de las 35 UIT? 4. Ventas financiadas
e intereses compensatorios cobrados. 5. ¿Cómo se declara el IGV
en los proyectos en etapa pre-operativa anterior a la venta de los
departamentos? 6. La autoconstrucción como mecanismo de ahorro
del IGV. Naturaleza jurídica de la autoconstrucción. 7. La autocons-
trucción y la Norma VIII en jurisprudencia de la Corte Suprema. 7.1.
Los hechos del caso. 7.2. Sentencia de la Quinta Sala especializada
en los Contencioso Administrativo de la Corte Superior de Justicia de
Lima. 7.3. La Sentencia de la Sala Civil Permanente de la Corte Su-
prema de Justicia. 7.4. Apreciación crítica de la Sentencia de la Corte
Suprema. 7.4.1. La Norma VIII del Título Preliminar del Código Tribu-
tario. 7.4.2. La modificación de la Norma VIII del Título Preliminar del
Código Tributario. 7.4.3. Opinión crítica del fallo de la Corte Suprema.
[...] toda vez que la normativa que regula el IGV no ha distinguido si las opera-
ciones de venta de bienes recaen sobre bienes existentes o bienes futuros, la
venta de bien futuro, en el caso de inmuebles se encuentra gravada con el IGV.
Dicha disposición ha sido manifestada anteriormente por la SUNAT a través de
la Directiva Nº 012-99/SUNAT.
1.3. Cuáles son los riesgos que se deben considerar para tomar el criterio del
Tribunal fiscal
Como primer aspecto, los auditores de la Administración Tributaria están obli-
gados a seguir el criterio de los informes Nº 104-2007-SUNAT/2B0000 y Nº
215-2007-SUNAT/2B000017, lo que definitivamente originará una contingencia
tributaria en caso de haberse seguido el criterio del Tribunal Fiscal de pagar el
IGV al final del proyecto inmobiliario.
Sin embargo, esta contingencia en función a su probabilidad de éxito
podría calificarse de remota, además de no generar mayor carga económi-
ca para los contribuyentes, porque en el supuesto de que el Tribunal Fiscal
cambiara la uniforme y reiterada jurisprudencia en la venta de bienes futuros,
este cambio de criterio daría lugar a eximir de multas e intereses moratorios a
los contribuyentes de conformidad con el artículo 170º, numeral 1 del Código
Tributario, el que establece que:
No procederá la aplicación de intereses ni sanciones cuando producto de la in-
terpretación equivocada de una norma, no se hubiese pagado monto alguno de
la deuda tributaria relacionada con dicha interpretación hasta la aclaración de
la misma, y siempre que la norma aclaratoria señale expresamente que es de
aplicación el presente numeral.
17 De conformidad con el artículo 94º del Código Tributario, los informes que emita la Sunat
son de carácter vinculante al momento de resolver los expedientes.
pago del impuesto respecto de los pagos recibidos por los primeros contratos
del proyecto. En específico, cuando el constructor aún no ha iniciado la com-
pra de materiales e insumos, situaciones en las cuales no se tendría crédito
fiscal sino más bien un IGV omitido por los pagos adelantados o anteriores a
la existencia del bien. Sin embargo, aun cuando este fuera el caso, siempre
resulta más conveniente pagar el mismo importe en un futuro, por el valor del
dinero en el tiempo.
En cambio, los pagos recibidos durante la ejecución del proyecto proba-
blemente no generen ningún impuesto omitido por el crédito fiscal derivado de
las compras destinada a la ejecución de la obra.
18 La cual por ficción legal corresponde al 50% del valor de venta del inmueble.
2.4. La ratio legis del artículo 5º, numeral 9 del Reglamento de la Ley del IGV
El artículo 5º, numeral 9 del Reglamento señala que:
Para determinar la base imponible del impuesto en la primera venta de inmue-
bles realizada por el constructor, se excluirá del monto de la transferencia el valor
del terreno. Para tal efecto, se considerará que el valor del terreno representa el
cincuenta por ciento (50%) del valor total de la transferencia del inmueble.
¿Existe una razón social para presumir que el valor del terreno es el 50%
del valor total de la transferencia del inmueble, cuando en la realidad suele ser
un monto inferior? Entendemos que esta norma pretende que aquellos sujetos
que adquirieran sus viviendas, puedan adquirirlas a un menor precio.
En vista que el IGV, por su propia naturaleza, es un impuesto trasladable
al consumidor vía el precio, se tiene por claro que si el vendedor tiene un me-
nor impuesto que pagar, entonces tiene un menor impuesto que trasladar. En
el caso concreto, solo el 50% del valor total de la transferencia del inmueble es
trasladado, el que corresponde a la construcción del bien. Una tasa efectiva
de 9,5 % de IGV.
En tal sentido, para que efectivamente el vendedor tenga un menor im-
puesto a trasladar, éste debe obtener el crédito fiscal correspondiente.
En razón de lo anterior, carece de sentido afirmar que en el caso de
la primera venta de bienes inmuebles, es de aplicación el procedimiento
de la prorrata contenido en el artículo 6º, numeral 6.2 del Reglamento. Si
el constructor solo obtiene crédito fiscal por el 50% de sus adquisiciones, el
otro 50% del impuesto que asume lo trasladará al comprador a través del
precio del inmueble. Con lo cual no habría beneficio alguno para quien ad-
quiere una nueva vivienda pues a la tasa efectiva de 9,5% de IGV debe
adicionarse el 9,5% del crédito fiscal que el vendedor no obtuvo y que tras-
ladó en el precio, de lo que resulta un traslado de 19% por concepto de
IGV.
Como se puede apreciar, aplicar el procedimiento de la prorrata a la ven-
ta de inmuebles contraviene la razón de ser de la misma norma.
Para que pueda aplicarse el procedimiento de identificación específica
con miras a usar el crédito fiscal establecido en el artículo 6º, numeral 6.1 del
Reglamento de la Ley del IGV, debe contabilizarse por separado las compras
destinadas a utilizarse en operaciones gravadas y de exportación, de las des-
tinadas a operaciones no gravadas, sin incluir las exportaciones, y en opera-
ciones gravadas y no gravadas (comunes).
De este modo, cuando se realicen operaciones gravadas y no gravadas,
tiene sentido efectuar la prorrata del crédito fiscal solo cuando el contribuyente
no pueda identificar claramente las adquisiciones que van a ser destinadas a
operaciones gravadas y no gravadas, o cuando al efectuar la identificación,
encuentre adquisiciones de destino común, a fin de que no se utilice crédito
fiscal por operaciones por las que no se va a pagar el IGV.
De no procederse de la forma antes descrita, el procedimiento del pro-
rrateo disminuiría el crédito fiscal del sujeto del impuesto, aun cuando aquella
pudiera identificar sus compras destinadas a operaciones gravadas y utilizar
solo el impuesto pagado en aquellas adquisiciones destinadas a operaciones
afectas con el IGV.
Así, según lo establecido en el artículo 23º de la Ley del IGV, de la prime-
ra venta de inmuebles que realice, el 50% constituye una operación gravada
(por la construcción) y en otro 50% una operación no afecta con el IGV (por la
venta del terreno).
Si atendemos lo expuesto, siempre que el proyecto logre identificar y con-
tabilizar en forma separada las compras destinadas a la construcción, frente a
las destinadas a la venta del terreno, aquella podrá utilizar el IGV pagado por
las primeras en su integridad19.
De existir adquisiciones destinadas de manera conjunta a la construcción
y al terreno, es solo respecto de estas últimas sobre las cuales deberá calcular
el crédito fiscal según el procedimiento del prorrateo.
3. ¿La venta de las cocheras debe gravarse con el IGV o cabe aplicar
la exoneración de las 35 UIT?
Si se trata de unidades independizadas del departamento, deben facturarse
con el IGV considerando gravado el 50% del valor de venta pactado. En efecto,
la Administración Tributaria ha opinado mediante el Informe Nº 063-2995-SU-
de bien futuro, así como esta modalidad tiene un mayor riesgo y consecuente-
mente un menor costo al caso en que adquieran los departamentos terminados;
Que de la revisión de los mencionados contratos, así como la documentación
que obra en autos, se aprecia que las gestiones para la demolición del anterior
inmueble y la construcción del nuevo fueron realizadas por los propietarios ori-
ginales del terreno; que además la recurrente no asumió expresamente respon-
sabilidad ni riesgo alguno por la pérdida de la obra, por lo que de ocurrir algún
hecho por caso fortuito o por fuerza mayor que supusiera su pérdida, los pro-
pietarios originales del terreno debían asumirla en la parte proporcional que les
correspondiera. Que de lo expuesto, se concluye que fueron los propietarios de
los departamentos construidos quienes asumieron los costos y responsabilidad
de la obra en la parte que les correspondía, no existiendo transferencia como
señala la Administración.
la adquisición del inmueble sobre la cual iba a levantar su obra, o por un precio
establecido.
Que si bien la recurrente arguye que la Sra. [...] y los demás contratantes siempre
fueron propietarios de los inmuebles que se les entregó, no existiendo por tanto
transferencia de propiedad alguna, de los términos del contrato bajo análisis y
sus adicionales no se advierte tal situación, sino, por el contrario, que a través de
estos últimos se les transfirieron en propiedad los inmuebles que la recurrente
iba a construir como titular de la obra, aunque edificada en un terreno que no era
de su exclusiva propiedad, supuestos distinto al caso que los contratantes, bajo
su riesgo y costo, hubiesen encargado la obra a la recurrente.
7.4.2. La modificación de la Norma VIII del Título Preliminar del Código Tribu-
tario
El Código Tributario aprobado mediante el Decreto Legislativo Nº 816 incor-
poró como segundo párrafo de la norma VIII de dicho Código, tomando casi
textualmente el artículo 2º de la Ley 11683, con el siguiente texto:
Para determinar la verdadera naturaleza del hecho imponible, la Superintenden-
cia Nacional de Administración Tributaria - SUNAT atenderá a los actos, situacio-
nes y relaciones económicas que efectivamente realicen, persigan o establez-
can los deudores tributarios. Cuando éstos sometan esos actos, situaciones y
relaciones a formas o estructuras jurídicas que no sean manifiestamente las que
el derecho privado ofrezca o autorice para configurar adecuadamente la cabal
intención económica y efectiva de los deudores tributarios, se prescindirá, en
la consideración del hecho imponible real, de las formas o estructuras jurídicas
adoptadas, y se considerará la situación económica real”.
21 Marciano Godoy (2005: 102, 103 y ss.) señala que la primera parte del artículo 2º de
la Ley 11863 “corresponde a la variante o modalidad más radical de la escuela de la
consideración económica, exactamente la variante defendida por Jarach. Este canon de
interpretación confiere al intérprete el poder general de investigar si la realidad económica
presupuesta por el supuesto de hecho se hace presente en el caso concreto acaecido,
desconsiderando —como procedimiento normal sujeto a contadas excepciones— las for-
malizaciones jurídicas practicadas por los contribuyentes”.
minar del Código Tributario. Una aplicación lata y tan extendida de esta norma
nos acerca a la abandonada doctrina de la consideración económica del he-
cho imponible, lo que constituiría una vulneración del principio de reserva de
ley y de la consideración del hecho imponible como hecho jurídico.
Capítulo XXXIV
LA VENTA DE PAQUETES
TURÍSTICOS
Sumario:
1. La venta de paquetes turísticos como exportación de servicios y la
territorialidad del IVA. 2. La exportación de servicios de hospedaje y ali-
mentación a favor de turistas no domiciliados o a través de paquetes
turísticos. 3. Las clases de servicios turísticos prestados por las Agen-
cias de Viajes. 4. Instrumentos internacionales que regulan la actividad
de las Agencias de Viajes. 5. Caracterización jurídica de las actividades
desarrolladas por las Agencias de Viajes. 6. Los servicios prestados por
las Agencias de Viajes como exportación de servicios. 7. Evolución de
la legislación tributaria que permite apreciar la finalidad o ratio legis del
tratamiento tributario. 7.1. Paquetes turísticos durante la vigencia del De-
creto Legislativo Nº 775. 7.2. Paquetes turísticos durante la vigencia del
Decreto Legislativo Nº 821. 7.3. La regulación legal de los servicios de
mediación y/u organización. 8. Uso, explotación o aprovechamiento del
servicio en el exterior. 9. Examen de la interpretación de SUNAT - Informe
Nº 359-2003/SUNAT. 9.1. Apreciación crítica de la opinión vertida por la
SUNAT. 9.2. Conclusiones de la interpretación de la SUNAT. 10. Examen
de la jurisprudencia del Tribunal Fiscal. 10.1. La Resolución del Tribunal
Fiscal Nº 757-5-2000 de 29 de setiembre de 2000. 10.2. La Resolución
del Tribunal Fiscal Nº 11060-2-2007 de 20 noviembre de 2007. 10.3. La
Resolución del Tribunal Fiscal Nº 03372-2-2005 de 27 de mayo de 2005.
10.4. La Resolución del Tribunal Fiscal Nº 11362-4-2007 de fecha 28 de
noviembre de 2007. 11. La exoneración prevista en la Ley Nº 26962. 11.1.
La Resolución del Tribunal Fiscal Nº 10849-3-2007 de fecha 13 de no-
viembre de 2007. 12. La venta de paquetes turísticos como exportaciones
de servicios bajo el Apéndice V. 13. Los servicios turísticos a partir de la
Ley Nº 29646 vigente desde el 2 de enero de 2011. 13.1. Los servicios de
mediación u organización RTF Nº 5200-1-2000. 13.2. Los servicios turís-
ticos del Apéndice V literal B, numeral 6. 13.3. Los servicios gravados y
con devolución del IGV - Literal C del Apéndice V. 13.4. Los servicios de
hospedaje y alimentación prestados por establecimiento de hospedaje.
27 Informe Nº 3 8-2003/SUNAT/2B0000.
28 En este tipo de contratos el artículo 5º de la Directiva Nº 90/314/CEE señala que los Esta-
dos miembros adoptarán las medidas necesarias para que la responsabilidad respecto al
consumidor por la buena ejecución de las obligaciones derivadas del contrato recaiga en
el organizador y/o detallista que sean parte de dicho contrato, con independencia de que
dichas obligaciones las deban ejecutar él mismo u prestadores y ello sin del derecho del
organizador y/o detallista a actuar contra esos otros prestadores de servicios.
33 Nos referimos a este informe, por cuanto el Informe Nº 358-2003/SUNAT se limita a reco-
ger la opinión vertida en el Informe Nº 359-2003/SUNAT.
Agrega que este servicio se encontraría gravado con el IGV, salvo que
constituya una exportación de servicios. Ello ocurriría únicamente cuan-
do el OTD contacta a una agencia u operador turístico domiciliado en el
exterior con los proveedores de servicios turísticos, pudiendo percibir por
ello una comisión.
34 El artículo 1435º del Código Civil señala que: “En los contratos con prestaciones no ejecu-
tadas total o parcialmente, cualquiera de las partes puede ceder a un tercero su posición
contractual. Se requiere que la otra parte preste su conformidad antes, simultáneamente
o después del acuerdo de cesión. Si la conformidad del cedido hubiera sido prestada pre-
viamente al acuerdo entre cedente y cesionario, el contrato sólo tendrá efectos desde que
dicho acuerdo haya sido comunicado al cedido por escrito de fecha cierta”.
35 Incorporado como segundo párrafo, inciso a) artículo 73º de la Ley del IGV; posteriormente
derogado por el artículo 2º del Decreto Legislativo Nº 919, vigente a partir del 1 de julio de
2001.
Por esa razón, aun cuando el OTD actuaba como intermediario se veía
precisado a cumplir con la exigencia que los servicios de hospedaje y alimen-
tación se facturasen a su nombre, a fin de que opere la exoneración, lo cual
no determinaba la pérdida de su condición de intermediario, porque esta si-
tuación dependía de la naturaleza del servicio prestado por el OTD y no de la
facturación que se hacía a su nombre por exigencia de la norma exoneratoria.
Ahora bien, en este escenario, la transferencia de los servicios factura-
dos a nombre del OTD a favor del OTND no necesariamente era la facturación
a nombre de esta última. Si acaso se interpretara que la exoneración suponía
necesariamente la facturación de los servicios turísticos, para que se produz-
ca la transferencia, este hecho no podía estar bajo control del establecimiento
de hospedaje, con lo cual era dudoso que la exoneración dependiera de una
futura facturación del OTD.
Antes bien, parece lo lógico que la transferencia de que habla la norma,
era la previsión contractual que los beneficiarios efectivos de los servicios
debían ser los OTND y los turistas extranjeros.
En el supuesto negado que se considerara que la ausencia de factu-
ración a favor del OTND implicaba el incumplimiento de un requisito esen-
cial para el goce de la exoneración, ese hecho determinaría la pérdida de
la exoneración del IGV para los servicios turísticos nacionales (hospedaje y
alimentación), pero ningún efecto jurídico podía causar sobre los servicios de
mediación y/u organización previstos como exportaciones de servicios por las
razones siguientes:
a) Porque la exportación de servicios incluía dos tipos de servicios, la me-
diación y la organización. La facturación a nombre del OTD, según la
SUNAT, le hacía perder su condición de intermediario (mediador), lo cual
no significa que no goce de la inafectación para la exportación de servi-
cios. Porque aun cuando la SUNAT tuviera la razón, el OTD pasaría a ser
considerado como organizador de los servicios, supuesto que también
encaja como exportación de servicios.
b) Porque la transferencia de los servicios a la OTND no es requisito que
esté contemplado en el supuesto de hecho de la exportación sino de la
exoneración, de modo que no puede negarse la aplicación de la exone-
ración a la no facturación de los servicios a favor del OTND.
c) La exportación de servicios tiene sus propios requisitos, dentro de los
cuales no está el hecho que el exportador facture al cliente extranjero
como requisito constitutivo de la inafectación.
Al tratarse de dos normas distintas, por un lado, la exoneración y por el
otro, la inafectación, era posible no gozar de la exoneración y sí de la inafec-
tación a la exportación de servicios o gozar de la exoneración y no de la
inafectación, dependiendo del cumplimiento o no del supuesto de hecho co-
rrespondiente a cada norma.
13.3. Los servicios gravados y con devolución del IGV - Literal C del Apéndice V
Como puede apreciarse los dos supuestos anteriores regulan la venta de pa-
quetes turísticos como exportación de servicios, mientras que los servicios
previstos en el literal C del Apéndice V son servicios gravados con el impuesto
y no son exportaciones de servicios inafectas del IGV. Sin embargo, el im-
puesto trasladado por los servicios contemplados en dicho inciso es materia
de devolución a favor del turista extranjero (persona natural no domiciliada).
A diferencia de los casos anteriores, los servicios previstos en el literal C del
Apéndice V son servicios prestados a título individual a favor de los turistas
extranjeros, porque en caso fueran prestados a través de paquetes están gra-
vados con el IGV en la prestación a favor de los operadores turísticos domi-
ciliados y son considerados exportación de servicios en la venta de paquetes
por los operadores turísticos domiciliados a favor de operadores turísticos no
domiciliados.
Capítulo XXXV
Sumario:
1. Las razones técnicas para no gravar los servicios de intermediación
financiera. 2. La política fiscal y los factores técnicos que deberían con-
siderarse para exonerar o gravar los servicios financieros. 3. Los pro-
blemas de técnica legislativa en relación al alcance de los servicios
inafectos o exonerados. 3.1. Delimitación del supuesto de inafetación
previsto para “los servicios de crédito” prestados por entidades finan-
cieras y bancarias. 3.2. La interpretación de operaciones propias. 3.3.
Nuestra opinión. 3.4. La inafectación ratione persona versus la exone-
ración ratione materia. 3.5. Las operaciones bancarias autorizadas por
el artículo 221º de la Ley Nº 26702. 4. La jurisprudencia del Tribunal
Fiscal. 4.1. Servicios de agente financiero están exonerados por tratarse
de servicios vinculados a la intermediación financiera y los servicios de
asesoría financiera gravados (referencia a fallo del Tribunal de Justicia
de la Comunidad Europea). 4.2. Servicio de recaudación de tributos mu-
nicipales como operación propia comprendida en la inafectación. 4.3.
Los depósitos efectuados por personas jurídicas no se encuentran gra-
vados con el IGV. 5. Exoneración del IGV a los intereses derivados de
Valores Mobiliarios. 5.1. ¿Por qué se afectan los intereses con el IGV?
5.2. Comentarios del Decreto Supremo Nº 099-2011-EF.
que los servicios bancarios que ninguna relación tienen con esta función de
intermediación financiera, deberían estar sujetos al Impuesto.
más títulos valores, con excepción de los títulos representativos de mercaderías y los
derechos o títulos enunciados en el apartado 2 del artículo 15º;
g) la gestión de fondos comunes de inversión definidos como tales por los Estados miem-
bros”.
39 Nos referimos a entidades financieras y bancarias como comprensivas de todas las
empresas de operaciones múltiples comprendidas en el artículo 16.A) de la Ley Nº
26702.
40 El Decreto Ley Nº 25978 derogó la sujeción de los servicios de crédito al ISC y creó la
exoneración del IGV con el mismo texto vigente al día de hoy.
rios no tienen la condición de bienes muebles, de modo que la única frase que
interesa a los fines de definir el alcance de la inafectación es la última oración
del artículo 2 inciso r), “así como por concepto de comisiones e intereses de-
rivados de las operaciones propias de estas empresas”.
El segundo defecto de la norma es que el artículo 2º inciso r) de la Ley
tiene como título “servicios de crédito” lo que no guarda concordancia con el
contenido de la norma, que hace referencia a “comisiones e intereses deriva-
dos de las operaciones propias de estas empresas” con lo cual el comando
normativo del supuesto de inafectación no comprende sólo los servicios de
crédito sino todas las operaciones propias de estas entidades.
creto Legislativo Nº 965, o en sentido restringido que sólo comprende las ope-
raciones de intermediación financiera y servicios u operaciones accesorias, lo
cual queda corroborado con el contenido del Decreto Legislativo Nº 965 que
sólo menciona como operaciones gravadas los servicios bancarios que no
guarda vinculación con actividades de intermediación financiera.
Expresado en otras palabras, la discrepancia de interpretación radicaría
en definir el alcance de las operaciones gravadas realizadas por las entidades
financieras y bancarias, las cuales comprenderían sólo las mencionadas en el
Decreto Legislativo Nº 965 o adicionalmente a las allí indicadas las operacio-
nes no mencionados en el tenor de esta norma, que no guarden vinculación
con las actividades de intermediación financiera.
NO SE ENCUENTRA
ACTIVIDADES BANCARIAS
INAFECTA CON EL IGV
Única Disposición Com-
Ley Nº 26702 plementaria y Final del
Decreto Legislativo Nº 965
OPERACIONES DE INTERMEDIACIÓN FINANCIERA
OPERACIONES ACTIVAS
Otorgar sobregiros o avances en cuenta corriente Inafecto
Otorgar créditos directos Inafecto
Conceder préstamos hipotecarios y prendarios Inafecto
Emitir, avisar, confirmar y negociar cartas de crédito o a plazo (1) Inafecto
Otorgar créditos pignoraticios con alhajas u otros objetos de oro y plata Inafecto
Arrendamiento Financiero Gravado
Descontar y conceder adelantos sobre letras de cambio, pagarés y otros do- Inafecto
cumentos comprobatorios de deuda
Realizar operaciones de factoring (2) Inafecto
Expedir y administrar tarjetas de crédito Inafecto
Otorgar avales, fianzas y otras garantías (3) Inafecto
OPERACIONES PASIVAS Inafecto
Recibir de depósitos a la vista Inafecto
Recibir de depósitos a plazos y de ahorros Inafecto
Emitir cheques de gerencia (4) Inafecto
Emitir órdenes de pago Inafecto
Emitir cheques de viajero (4) Inafecto
Aceptar letras de cambio a plazos Inafecto
SERVICIOS BANCARIOS
Custodia de bienes y valores Gravado
Alquiler de cajas de seguridad Gravado
Promover operaciones de comercio exterior y brindar asesoría integral en Inafecto
esa materia (5)
Servir de agente financiero para la colocación y la inversión en el país de Inafecto
recursos externos (6) RTF 624-3-2001
Aceptar y cumplir comisiones de confianza que se detallan en el artículo Gravado
275º de la Ley
Prestar servicios de asesoría financiera sin que ello implique manejo de di- Gravado
nero de sus clientes o de portafolios de inversiones por cuenta de éstos
Operar en moneda extranjera No aplica
Comprar, mantener y vender oro No aplica
Actuar como fiduciarios en fideicomisos (7) Inafecto
Emitir certificados bancarios en moneda extranjera y efectuar cambios in- No aplica
ternacionales
Poderes generales y especiales para administrar bienes Gravado
NO SE ENCUENTRA
ACTIVIDADES BANCARIAS
INAFECTA CON EL IGV
Única Disposición Com-
Ley Nº 26702 plementaria y Final del
Decreto Legislativo Nº 965
Representación de dueños de acciones, bonos y valores Gravado
Efectuar cobros, pagos y transferencias de fondos Inafecto
RTF 10149-3-2007
INVERSIONES INSTITUCIONALES Y DERIVADOS FINANCIEROS
Comprar, conservar y vender acciones de bancos u otras instituciones del No aplica
exterior que operen en la intermediación financiera o en el mercado de va-
lores
Emitir y colocar bonos (8) Inafecto
Adquirir, conservar y vender valores representativos de capital que se ne- No aplica
gocien en algún mecanismo centralizado de negociación e instrumentos
representativos de deuda privada
Adquirir, conservar y vender acciones de las sociedades que tengan por No aplica
objeto brindar servicios complementarios o auxiliares, a las empresas y/o
a sus subsidiarias
Adquirir, conservar y vender, en condición de participes, certificados de No aplica
participación en los fondos mutuos y fondos de inversión
Comprar, conservar y vender títulos representativos de la deuda pública, No aplica
interna y externa, así como obligaciones del Banco Central
Comprar, conservar y vender bonos y otros títulos emitidos por organismos No aplica
multilaterales de crédito de los que el país sea miembro
Comprar, conservar y vender títulos de la deuda de los gobiernos No aplica
Adquirir y negociar certificados de depósito emitidos por una empresa, ins- No aplica
trumentos hipotecarios, warrants y letras de cambio
Celebra contratos de compra venta de cartera No aplica
Actuar como originador en procesos de titulización mediante la transferen- No aplica
cia de bienes muebles, inmuebles, créditos y/o dinero
Realizar operaciones de financiamiento estructurado y participar en proce- Inafecto
sos de titulización
Efectuar operaciones con productos financieros derivados No aplica o inafecto
Notas
(1) Las cartas de crédito pueden implicar un crédito otorgado al importador o en otras ocasiones un sim-
ple servicio bancario cuando el Banco local actúa simplemente como confirmador, aunque en este
caso estaría vinculado a una operación de intermediación financiera.
(2) El factoring realizado por empresas especializadas (art. 16º-B de la Ley Nº 26702) se encuentra gravado
cuando se trata del factoring impropio o sin transmisión de riesgo crediticio y se encuentra inafecta
cuando es realizado directamente por empresas financieras y bancarias.
(3) Las operaciones activas indirectas están vinculadas a actividades de intermediación financiera.
(4) La emisión de cheques de gerencia o de viajero da lugar al cobro de una retribución por el servicio
de emisión, la cual se encuentra inafecta del Impuesto por tratarse de operaciones vinculadas a la
intermediación financiera.
(5) La asesoría en materia de comercio exterior y promoción de actividades en esta materia puede com-
prender operaciones vinculadas a actividades de intermediación financiera u operaciones que faciliten
las actividades de comercio exterior, que no guarden vinculación con actividades de intermediación
financiera, por ejemplo, actividades de cobro o de pago a través de servicios otorgados por los Bancos.
Estas operaciones están inafectas conforme a la opinión que hemos delineado en este capítulo.
(6) Los servicios de asesoría financiera se encuentran gravados con el Impuesto, mas no los servicio de
agente financiero. La Resolución del Tribunal Fiscal Nº 624-3-2001 ha abordado esta distinción, así
como una Sentencia del Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea que reseñamos en el siguiente
apartado.
(7) Los servicios fiduciarios en los fideicomisos bancarios, si son prestados directamente y no por empre-
sas especializadas, se encuentran inafectos del Impuesto según la interpretación que hemos propues-
to en este capítulo. Distinto es el caso de servicios fiduciarios en fideicomisos bancarios o de tituliza-
ción prestados a través de empresas especializadas, los cuales no están incluidas en la inafectación por
no estas mencionadas dentro de los sujetos que gozan de esta norma y por la exclusión expresa del
Decreto Legislativo Nº 965.
(8) La emisión y colocación de bonos actuando el Banco como emisor es una operación propia de estas
entidades comprendida dentro de la inafectación del Impuesto. La captación de recursos puede rea-
lizarse a través de depósitos en el sistema financiero o a través del mercado directo de capitales, la
cual entendemos es una operación de intermediación financiera que económicamente representa
un costo mayor que el de los depósitos bancarios. Nótese que la emisión y colocación de bonos no
sería un supuesto exonerado sino inafecto (véase en este sentido, el artículo de Rocío Liu y Juan Luis
Avendaño publicada en Semana Económica el día 26 de octubre de 2009) y que abarcaría no sólo las
emisiones públicas sino también las emisiones privadas.
41 Dealing in Money, operation of bank account, documentary credit, provision of loans, credit
card services, financial guarantee, guarantee claims, dealing in financial instrument and
shares, stock lending, share dividends, futures, swaps, underwriting financial instruments,
dealing in foreign exchange, financial leases, debt collection, debt factoring, safe-keeping,
advisory services, provision of life insurance/reinsurance, provision of non-life insurance/
reinsurance, settlement of insurance claim, loss adjusting services, trustee services, fund
management and professional services.
Como puede apreciarse el Tribunal Fiscal reconoce como criterio que los
servicios de caja y tesorería son propios de las CMAC y que no le era aplica-
ble la exoneración porque el contrato comprendía una serie de servicios que
no guardan ninguna relación con los servicios de caja y tesorería.
Dos comentarios nos merece esta Resolución: (i) La definición de servi-
cios de caja y tesorería como propios de las CMAC se realiza sobre la base de
la ley sectorial aplicable a estas entidades financieras y (ii) Que no evaluó en
el caso concreto que el servicio esencial y principal era el de recaudación de
los tributos municipales y no los accesorios dirigidos a mejorar las herramien-
tas de cobro (software, equipos, asesoría técnica).
Adicionalmente si los servicios de recaudación de tributos municipales se
evaluaran en base a la Ley Nº 26702, se aprecia que podrían estar compren-
didos en el inciso 29) del artículo 221º que señala “efectuar cobros, pagos y
transferencia de fondos, así como exigir giros contra sus propias oficinas y/o
bancos corresponsales” o en el inciso 32) del artículo 221º que señala “acep-
tar y cumplir las comisiones de confianza que se detalla en el artículo 275º” y
el numeral 14 del artículo 275º que se refiere a “los contratos de mandato, con
o sin representación, incluyendo poderes generales o especiales para cobrar
créditos o documentos.
En el primer caso, los servicios estarían inafectos y en el segundo caso, es-
tarían gravados con el Impuesto. Lo que revela la inseguridad e imprecisión de la
norma de inafectación prevista para las operaciones propias de estas empresas.
ses que obtuvo por depósitos en cuentas de ahorro, depósitos a plazo y otros
instrumentos financieros mantenidos en instituciones bancarias y financieras.
El Tribunal señala que
[S]e encuentran exonerados únicamente los servicios prestados por los bancos
e instituciones financieras y crediticias en relación a sus actividades propias,
lo que no ha sucedido en el caso de autos. Que no obstante [...] .los intereses
percibidos por la recurrente por sus depósitos bancarios no constituyen ventas ni
servicios afectos por cuanto no corresponden a una venta o a una prestación por
la cual se perciba una retribución.
Que [...] cabe señalar que dichos depósitos forman parte de los servicios de in-
termediación financiera que desarrollan los bancos e instituciones financieras y
crediticias, siendo además que la recurrente como empresa depositante no está
prestando un servicio empresarial a los bancos en la medida que se limita a efec-
tuar depósitos en sus cuentas de ahorros, cuenta a plazos y cuenta corrientes,
por lo cual percibe intereses.
IX
IMPUESTO SELECTIVO AL
CONSUMO
Capítulo XXXVI: EL IMPUESTO SELECTIVO AL CONSUMO
Capítulo XXXVI
EL IMPUESTO SELECTIVO AL
CONSUMO
Sumario:
1. De la función recaudatoria a la extrafiscalidad de la imposición selec-
tiva. 1.1. Afectar la composición de la demanda. El grado de nocividad
del producto. 1.2. Atenuar la regresividad del IGV. Afectar con más carga
impositiva al que exterioriza mayor capacidad contributiva. 1.3. La fina-
lidad recaudatoria del impuesto y la desviación de su objetivo original
como tributo extrafiscal. 1.4. Impuesto que permite la recuperación de
costos. 1.5. El reordenamiento del ISC. Finalidad extrafiscal. 2. Los bie-
nes gravados con el ISC. 3. La base imponible en el ISC: la magnitud del
producto o el precio del producto. 4. La reserva de ley en relación a la
facultad de modificar la tasa y/o montos fijos del ISC mediante Decreto
Supremo. 4.1. La remisión normativa y la reserva de ley. 5. El impuesto
monofásico producto final: bienes del Apéndice III y IV. 6. Las normas
vigentes en el ISC. 6.1. El Apéndice III de la Ley del IGV e ISC (Sistema
específico). 6.2. Apéndice IV: sistema al valor y sistema específico. 7.
Ámbito de aplicación del ISC. 8. La sujeción pasiva. 8.1. El productor o
fabricante propiamente dicho. 8.2. La fabricación por encargo. 8.2.1. El
comitente como fabricante. 8.2.2. El contratista como fabricante. 8.2.3.
El comitente es productor por la aplicación de una marca distinta a la del
contratista. 8.2.4. El comitente y el fabricante por encargo son fabrican-
tes. 8.3. Empresas vinculadas económicamente. 8.3.1. Los supuestos
de vinculación económica: fabricante y empresa vinculada son sujetos
del IGV. 8.3.2. Ventas entre fabricante y empresa vinculada: mayores al
50%. 9. Ventas entre fabricante y un tercero: ventas iguales o mayores
al 50%. 10. Base imponible. 10.1. Determinación de la base imponible.
10.3. Derecho a la deducción. 10.3.1. Fabricante y empresa vinculada
contribuyentes del ISC. 10.3.2. Fabricante y comitente que aplica marca
distinta sin contrato. 10.3.3. Fabricante que usa insumos gravados con
ISC. 10.4. Alícuota del impuesto. 10.5. Concepto de venta. 10.6. Naci-
miento de la obligación tributaria. 10.7. Pago del impuesto. 11. El ISC en
la importación de bienes. 11.1. Bienes gravados. 11.2. Base Imponible.
11.3. Nacimiento de la obligación tributaria. 11.4. Pago del impuesto. 12.
La venta en el país por el importador de los bienes. 12.1. Los bienes gra-
vados. 12.2. El sujeto pasivo. 12.3. El derecho a la deducción. 12.4. La
vinculación económica. 13. Los juegos de azar y apuestas. 13.1. Base
imponible. 13.2. Aspecto temporal. 13.3. Aspecto subjetivo. 13.4. Decla-
ración y pago. 13.5. Inafectación del IGV.
1.2. Atenuar la regresividad del IGV. Afectar con más carga impositiva al que
exterioriza mayor capacidad contributiva
Otro objetivo importante para la implementación de la imposición selectiva es
la atenuación de la regresividad del IGV, dado que éste afecta con igual carga
impositiva a sujetos de distinta capacidad económica, lo que se puede atenuar
con la imposición selectiva al consumo de determinados bienes y servicios.
En este caso se afecta con un impuesto adicional al consumo de los bienes
suntuosos que exteriorizan una mayor capacidad contributiva. Señala Sevilla
Segura (2005: 94):
Una clase de impuesto sobre el consumo que recae sobre determinados bienes
y/o servicios es los denominados impuestos de lujo, cuyo propósito consiste en
introducir un gravamen adicional sobre el consumo de determinados bienes o
servicios que se entienden expresivos de una mayor capacidad de pago. Por
esta vía lo que se pretende es compensar en alguna medida, la regresividad
inherente a la imposición sobre el consumo.
más selectivo a los combustibles de mayor valor, pero con un menor conteni-
do de componentes nocivos o de exigir más impuesto a las bebidas alcohóli-
cas con menor contenido de alcohol aunque de mayor valor.
va. Los bienes suntuosos o de lujo son accesibles para la población que
ostenta mayores niveles de ingresos, con lo cual se atenúa la regresivi-
dad de la imposición general al consumo. Si acaso resiste esa clasifica-
ción, tradicionalmente se ha considerado en este rubro a los vehículos.
celes y tasas, los cuales se regulan mediante decreto supremo. Los gobiernos locales,
pueden crear, modificar y suprimir contribuciones y tasas, o exonerar de éstas, dentro de
su jurisdicción y con los límites que señala la Ley.
4 Criterio recogido por la Sentencia del Tribunal Constitucional Nº 6626-2006-AA/TC publi-
cada el 12 de junio de 2007.
Apéndice IV
Bienes afectos al Impuesto Selectivo al Consumo
8702.10.10.00/ Vehículos usados que hayan sido reacondicionados o reparados en los Ceticos.
8702.90.99.90
8703.10.00.00/
8703.90.00.90
8704.21.00.10-
8704.31.00.10
8702.10.10.00/ Solo: vehículos automóviles nuevos ensamblados para el transporte colectivo de per-
8702.90.99.90 sonas, con una capacidad proyectada en fábrica de hasta 24 asientos, incluido el del
conductor.
Partidas
Productos
arancelarias
2202.90.00.00 Solo: Bebidas rehidratantes o isotónicas, bebidas estimulantes o energizantes y de-
más bebidas no alcohólicas, gaseadas o no; excepto el suero oral; las preparaciones
líquidas que tengan propiedades laxantes o purgantes, diuréticas o carminativas, o
nutritivas (leche aromatizadas, néctares de frutas y otros complementos o suplemen-
tos alimenticios), siempre que todos los productos exceptuados ofrezcan alivio a do-
lencias o contribuyen a la salud o bienestar general.
2202.10.00.00 Agua, incluida el agua mineral y la gasificada, azucarada, edulcorada de otro modo
o aromatizada.
Partidas
Productos
arancelarias
2204.10.00.00/ Vinos de uva.
2204.29.90.00
2205.10.00.00/ Vermuts y otros vinos de uva preparados con plantas o sustancias aromáticas.
2205.90.00.00
2206.00.00.00 Sidra perada, aguamiel y demás bebidas fermentadas.
2207.10.00.00 Alcohol etílico sin desnaturalizar.
2207.20.00.00 Alcohol etílico y aguardiente desnaturalizados, de cualquier graduación.
2208.20.20.00/ Aguardientes de vino o de porujo de uvas; whisky, ron y demás aguardientes de caña;
2208.90.90.00 gin y ginebra; y los demás.
Partidas
Productos
arancelarias
8703.10.00.00/ Solo: vehículos automóviles nuevos ensamblados proyectados principalmente para
8703.31.10.00 el transporte de personas.
8703.90.00.90
8704.21.10.10- Camionetas pick up nuevas ensambladas de cabina simple o doble.
8704.31.10.10
8704.21.10.90- Solo: chasis cabinados nuevos de camionetas pick up.
8704.21.90.00
8704.31.10.90/ Solo: chasis cabinados nuevos de camionetas pick up.
8704.31.90.00
Partidas
Productos
arancelarias
8701.20.00.00 Tractores usados de carretera para semirremolques.
8702.10.10.00- Solo: vehículos automóviles usados ensamblados para el transporte colectivo de
8702.90.99.90 personas.
Partidas
Productos
arancelarias
2402.10.00.00 Cigarros y cigarritos que contengan tabaco.
2402.90.00.00 Los demás cigarros, cigarritos de tabaco o de sucedáneos del tabaco.
2403.10.00.00- Los demás tabacos y sucedáneos del tabaco, elaborados; tabaco “homogenizado”
2403.91.00.00 o “reconstituido”.
8. La sujeción pasiva
La Ley del IGV e ISC califica como sujetos pasivos del impuesto a:
– Los productores o las empresas vinculadas económicamente a éstos, en
las ventas realizadas en el país.
Debiendo entenderse por productor a aquella persona que actúa en la
última fase del proceso destinado a conferir a los bienes la calidad de
productos sujetos al impuesto, aun cuando su intervención se lleve a
cabo a través de servicios prestados por terceros.
– Las personas que importen los bienes gravados.
– Los importadores o las empresas vinculadas económicamente a éstos en
las ventas que realicen en el país de los bienes gravados.
– Las entidades organizadoras y titulares de autorizaciones de juegos de
azar y apuestas, a que se refiere el artículo 50º, inciso c) de la Ley.
Una de las mayores desventajas que enfrentan los modelos monofásicos
de imposición al consumo, es determinar el sujeto pasivo de la obligación
tributaria en la etapa elegida dentro de la cadena de producción y comerciali-
zación, puesto que no es sencillo dar una definición de fabricante o productor,
mayorista, minorista o incluso consumidor final.
Esta dificultad precisamente se aprecia en el ISC, el cual como se señaló
anteriormente recoge un modelo monofásico producto final (a nivel de fabri-
cante o productor), por lo que es de imperiosa necesidad proporcionar no solo
una definición de fabricante o productor propiamente dicho, sino también a
una operación de venta para efectos del IGV, situación que se observa hasta
la actualidad en el Decreto Supremo Nº 055-99-EF.
En consecuencia, para la legislación del IGV que se encontraba vigente
al de diciembre de 1992 la fabricación por encargo, era considerada como
un supuesto de venta de bienes muebles, atendiendo a que el fabricante por
encargo a elaborar un bien distinto a los insumos, materias primas o bienes
intermedios que el comitente le hubiere proporcionado, está entregando un
bien cualitativamente distinto y en consecuencia transfiriendo la propiedad de
los mismos. En este contexto, el contribuyente del impuesto debería ser el fa-
bricante, puesto que éste efectúa la primera transferencia dentro de la cadena
de comercialización y producción.
No obstante ello, el Reglamento de la Ley del IGV e ISC vigente hasta
el 31 de diciembre de 1992, calificaba como contribuyente en la fabricación
por encargo, no al fabricante sino al comitente, lo cual significaba que para
efectos del ISC, no había una operación de venta del fabricante al comitente,
puesto que desde de la perspectiva del modelo monofásico producto final se
grava la primera venta en la cadena de producción y comercialización, es de-
cir aquella efectuada por el fabricante. Por la vía de calificar al comitente como
fabricante, se logra sustentar que la venta referida es la primera en la cadena
de producción y comercialización, y que consecuentemente la fabricación por
encargo, importa un servicio de fabricación cuyo valor se incorpora al produc-
to sujeto a comercialización por parte del comitente fabricante.
Ahora bien, la legislación tributaria vigente a partir del 1 de enero de
1993 a la fecha, omite calificar expresamente a la fabricación por encargo,
como venta de bienes muebles, aunque algunas normas tangencialmente se
refieren al tema en cuestión. En efecto, el artículo 3º, inciso e) del TUO de la
Ley del IGV e ISC vigente, califica como constructor para la primera venta de
inmuebles, a quienes encargan a terceros la construcción total o parcial de un
inmueble; en ambos casos, la transferencia que realiza a terceros el comitente
califica como primera venta efectuada por el constructor. Esto significa que
la construcción por encargo, califica como un contrato de construcción y no
como primera venta.
Por otra parte, el artículo 33º del TUO de la Ley del IGV e ISC, califica
como exportación:
La remisión al exterior de bienes muebles como consecuencia de la fabricación
por encargo de clientes del exterior, aun cuando estos últimos hubieran propor-
cionado, en todo o en parte, los insumos utilizados en la fabricación del bien
encargado. En este caso, el saldo a favor no incluye el impuesto consignado en
los comprobantes de pago y/o declaración de importación, que correspondan
a bienes proporcionados por el cliente del exterior para la elaboración del bien
encargado. Se considera exportador al productor de bienes que venda sus pro-
ductos a clientes del exterior a través de comisionistas que operen únicamente
como intermediarios encargados de realizar los despachos de exportación; sin
agregar valor al bien; siempre que cumplan con las disposiciones establecidas
por Aduanas sobre el particular.
7 Que los precios sean menores a los fijados con terceros no vinculados y que las ventas no
sean mayores al 50% en el ejercicio.
La finalidad es controlar el consumo del cigarrillo, toda vez que las caje-
tillas llevan impreso el precio de venta al público.
Por último, para determinar el ISC, se aplica previamente el IGV forman-
do así parte de su base imponible, ocasionándose un efecto acumulativo al
producirse lo que la doctrina denomina como sobreimposición, esto es, un
impuesto aplicado sobre otro impuesto.
Al respecto apréciese los siguientes cuadros:
fueren mayor a la del bien vendido cuando: (a) No sean necesarias para
realización de venta o, (b) Su valor sea excesivo respecto de la venta del
bien afecto.
tibles, se posibilita la deducción como crédito del ISC que haya afectado, a
los insumos utilizados directa o indirectamente en el proceso productivo. Así
cuando el fabricante produzca bienes comprendidos en el Apéndice III (com-
bustibles y derivados del petróleo) tiene derecho a la deducción, respecto
de la adquisición o importación de insumos que sean gasolina o productos
derivados del petróleo, los cuales, a su vez, pueden ser utilizados directa o
indirectamente en el proceso productivo.
En tal orden de ideas, se aprecia que los combustibles utilizados indirec-
tamente como insumos para productos afectos al ISC (que no sean combusti-
bles), se cargarán al costo del producto; mientras que los fabricantes de com-
bustibles, tomarán como crédito el ISC que haya afectado los combustibles
utilizados directa o indirectamente en el proceso productivo.
Sistema
específico en
Apéndice III
nuevos soles
por galón
Gasolina para motores
- Hasta 84 octanos 1,36
- Más de 84 hasta 90 octanos 1,36
- Más de 90 hasta 95 octanos 1,78
- Más de 95 hasta 97 octanos 2,07
- Más de 97 octanos 2,30
Queroseno y carburadores tipo queroseno para reactores y turbinas 1,94
(Turbo A1), excepto la venta en el país o la importación de aeronaves.
Gasoils 1,47
Residual 6, excepto la venta en el país o la importación para comercia- 0,52
lizadores de combustibles para embarcaciones.
Los demás fueloils 0,50
Sistema al
Apéndice IV
valor
Literal A
Bebidas rehidratantes o isotónicas, bebidas estimulantes o energizan- 17%
tes y demás bebidas no alcohólicas, gaseadas o no y etc.
Agua (agua mineral, gasificada, azucarada, edulcorada de otro modo
o aromatizada).
Vino de uva, vermuts y otros vinos de uva, sidra perada, aguamiel y de- 20%
más bebidas fermentadas, alcohol etílico, aguardiente de vino y demás.
Vehículos dependiendo de sus características y otras condiciones. 0%, 10% y
30%
Cigarros y cigarritos de tabaco y los demás tabacos. 50%
Literal A
Pisco 1,50 por litro
Literal C Sistema al
valor según
precio de ven-
ta al público
Cervezas 27,8%
Cigarrillos de tabaco negro y rubio 30%
sideraba hasta cuatro formas distintas de efectuar el pago: pago como regla
general; pagos a cuenta de gasolinas para motores, kerosene y otros; pagos
a cuenta de aguas minerales, cervezas y otros; y pago en la importación de
cigarrillos.
Finalmente, respecto a los pagos a cuenta en exceso cabe precisar que,
el contribuyente tendrá la posibilidad de que el saldo de dicho pago sea utili-
zado como pago a cuenta del mes siguiente.