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I. INTRODUCCION
En el siglo pasado, ante el inminente desarrollo de la industria nacional, de la
dignificación del trabajador y de su importancia, comenzaron a surgir demandas de
enseñanza práctica de distintos sectores que exigieron (al entonces Ministerio de
Educación y Justicia de la Nación) la creación de escuelas técnicas y de formación
en oficios, paralelamente a la creación de organismos especializados de
conducción y supervisión de todos los establecimientos.
Así fue que, por decreto 14.538/44, se creó la Comisión Nacional de Aprendizaje y
Orientación Profesional (CNAOP) que, posteriormente, ante la necesidad de
uniformar y agilizar lo relacionado con la enseñanza técnica y profesional
determinó que ésta se fusionara con la Dirección Nacional de Enseñanza Técnica,
dando origen al Consejo Nacional de Educación Técnica (CONET), creado como
organismo autárquico mediante la Ley Nº 15.240 sancionada en el año 1959.
Esto tiene alcance también sobre la educación universitaria, convirtiendo a la
Universidad Obrera Nacional, en la Universidad Tecnológica Nacional. Ambas
instituciones dependían directamente del poder Ejecutivo, a través del Ministerio
de Educación y Justicia.
La Creación del CONET dio origen a las ENET Nro. 1 (Escuelas Nacionales de
Educación Técnica) instituciones estas a las que me referiré a continuación.
II. Desarrollo
(1960-1976)
Las ENET Nro. 1 también llamadas Escuelas Industriales, nacieron como dijimos,
como una necesidad Económica y Social de los años 60, donde los procesos
industriales en el mundo, comenzaban a tener un nivel de complejidad que
abarcaba disciplinas de distintas índoles y las escuelas de formación profesional y
de oficios existentes hasta el momento, no cubrían esas necesidades; otro factor a
tener en cuenta y de más peso social, fue que la formación en disciplinas técnicas,
exigía un status similar al de las ciencias sociales que predominaban en ese
entonces. Estas Escuelas proponían una formación general de un nivel tal, que
equiparaba “socialmente” a las Escuelas consideradas como puentes de ascenso
social, aspecto este, que “marco” la educación en nuestro país desde sus inicios.
Las ENET Nro. 1 proponían un ciclo básico de tres años y un ciclo superior de otros
tres, con un porcentaje mayor de horas cátedra académicas que horas de práctica
o taller.
Sus Planes de Estudio y prácticas, fueron elaborados con sumo detalle por el
CONET y no dejaban ningún aspecto, tanto académico como administrativo,
librado a la participación de comunidad educativa alguna. Todos las ENET Nro. 1
deberían tener, según su especialidad, uniformidad total respecto de sus planes de
estudio.
Se fueron creando y “construyendo” a lo largo del país las ENET Nro. 1, con
edificios nuevos, laboratorios y talleres de primer nivel, tanto en sus edificaciones
como en sus elementos auxiliares de la educación.
Un Aspecto importante también, fue que en las capitales de provincias, las ENET
Nro. 1 contaban con sistema de “Internado” con todo lo que esto conlleva, llámese
comedores, Docentes Tutores, Servicio Medico, Etc.
Rápidamente estas Escuelas Estatales fueron ganando prestigio y competían en
matriculas con las escuelas tradicionales, inclusive con las Privadas consideradas
socialmente de “Elite”. Su examen de Ingreso se tornaba realmente difícil y exigía
la preparación extra escolar para su aprobación.
En Este marco, la Escuela Industrial Nro. 1, dejo de ser un elemento de Formación
para el trabajo y paso a ser un puente para los estudios superiores, tanto en las
ciencias duras, como en las sociales. Sus profesores eran los de mas prestigio y las
competencias escolares, normalmente quedaban en sus claustros.
Al Cabo de diecisiete años, ya existían, en todas las capitales de provincia y en
alguna ciudad importante (Ej. Rosario, Bariloche), una ENET Nro. 1 con su
respectivo edificio moderno, Talleres perfectamente equipados y Gimnasio
Polideportivo. Sus Egresados gozaban del mismo prestigio que sus Escuelas y
tenían un año “Ganado” cuando ingresaban a la facultad.
(1976-1992)
A Partir del año 1976 comenzó a deteriorarse la preocupación del CONET por sus
Escuelas. El Gobierno defacto provincial izó la Educación Primaria y descuido
totalmente la Secundaria y por supuesto también la Técnica; no hubo inversión en
nuevos equipos de laboratorio ni talleres. El gobierno Militar abrió las puertas de a
importación y el mercado se inundo de nuevas tecnologías provenientes de países
sumamente industrializados; eso no llego a la Escuela Técnica; sus Tornos siguieron
siendo los mismos, sus maquinas para ensayos de materiales, sus laboratorios de
maquinas eléctricas, Etc., se quedaron en la década del 60. De a poco se fue
abriendo cada vez más la brecha entre las industrias que renovaron su maquinaria
de producción y la escuela que formaría los técnicos para utilizarlas. Los claustros
académicos no eran suficientes para lograr el Perfil del Técnico necesario. De este
modo las ENET Nro. 1 comenzaron a perder su prestigio.
(1992-2004)
En la década del 90 con el gobierno del Dr. Menem, se provincial izaron las
Escuelas de Nivel Medio y se implementó el polimodal, dejando de lado a las
escuelas técnicas y se acentuaron aun mas los problemas de este tipo de
educación. Las ENET Nro. 1 cambiaron de denominación pasando a llamarse de
distintos modos. La mayoría de las provincias las pasaron al ámbito de sus CPE y
otras como Tucumán, al ámbito de su Universidad. La Educación Técnica dejo de
este modo, de tener hegemonía curricular y cada provincia las continuo con
políticas propias.
(2005-2013)
Fuentes:
Muchos son los alumnos egresados de las aulas de la Escuela Pablo Nogues, que
hoy cumplen funciones de jerarquía en el ámbito de las actividades técnicas del país, tanto
en el sector privado como en las funciones públicas y educacionales.
Estos títulos persiguen una doble finalidad: primero otorgar a los egresados la
posibilidad de estudios universitarios y, asimismo, contar con una profesión para la que
nuestro medio ofrece un amplio mercado de trabajo.
Por último no hay que olvidar las grandes dependencias que ocupa el taller, dotado
con las máquinas necesarias para atender a cualquier requerimiento que surja de la
práctica que deba realizarse.
De la necesidad de este verdadero complejo educacional hablan las cifras. Todos los
años acuden a registra su inscripción cientos de aspirantes a ingresar en el
establecimiento. Anualmente egresan más de 100 alumnos entre los cuales hay que
contar un buen porcentaje de mujeres que se ha incorporado al estudio de las carreras
técnicas con suma facilidad.
Fuente: Internet
ANEXO 2-Historia de la Escuela donde estudie desde 1976 a 1978, ENET Nro. 1 EUGENIO
PERTICONE (Provincia de Neuquén)
La ENET Nº 1 fue fundada en 1943 por decreto Nª 143.794/43, con el nombre de “Escuela
Técnica de Oficios de Neuquén”. Tenía dos anexos: el Comercial y el Profesional de
Mujeres.
Las primeras tareas de organización estuvieron a cargo de Alberto E. Alonso, quien era
Director de la Escuela de Artes y Oficios de General Roca, Río Negro; lo acompañaba
Domingo Sierro Yáñez, que fuera Director de la Escuela Nacional de Comercio “General
San Martín”, hoy IFD Nº 12.
Nuestra escuela comenzó sus tareas en la calle Manuel Láinez 237, mientras que un anexo
con talleres en San Martín 675.
El edificio de la calle Láinez presentó siempre problemas funcionales, huellas de su
pasado: inicialmente había sido destinado para viviendas familiares, luego para
dependencias de Vialidad Nacional y más tarde comisaría. Por estas razones es que sus
paredes agrietadas eran ventanas abiertas para el viento y el frío, y sus pisos eran de
tierra o cemento ya deteriorado.
La esposa de Perticone recuerda: “Faltaba todo, pero sobraba voluntad. Frente a esta
situación, Eugenio dejó todas sus fuerzas y empuje para lograr ver a su Escuela convertida
en lo que es hoy el edificio”.
En 1944 funcionó el Primer Curso de Técnicos con 10 alumnos en la especialidad
“Industria de la Madera”. Sus profesores fundadores fueron: Alberto Sagrede, Héctor
Ernesto Cámpora, Gustavo A. Moreno, Salvador Bellostas y Francisco A. López Lima.
En 1946, el anexo Comercial se transformó en autónomo, llamándose Escuela de
Comercio. Lo mismo ocurrió con el anexo Profesional de Mujeres, que en 1947 pasó a ser
Escuela Profesional de Mujeres.
En 1948, por decreto Nº 19.379/48, se llamó Escuela Industrial de la Nación.
En 1950, y mediante decreto Nº 17.137/50, se volvió a cambiar el nombre a Escuela
Industrial de la Nación -Ciclo Medio- Capitán Don Juan de San Martín.
Así llegamos a 1961, año en el cual se creó, por Resolución Nº 399, la Escuela Nacional de
Educación Técnica “Capitán Don Juan de San Martín”.
La demanda de profesionales técnicos sigue vigente y, según los empresarios, tiene una
oferta insuficiente cuando se tiene la mirada puesta en el largo plazo. Mientras que en
Alemania el 60 por ciento de los alumnos se capacita en estas materias en el secundario, y
en Chile ese índice asciende al 50 por ciento, en la Argentina apenas llegan al 20% los
chicos dispuestos a estudiar un año más en la secundaria, aunque ello les permita estar
capacitados para trabajar en un oficio apenas con 19 años.
La primera escuela técnica en la Argentina fue la Escuela Industrial de la Nación, con sus
especialidades en mecánica, química y construcciones, fundada en 1899 y dirigida por el
ingeniero Otto Krause, hijo de inmigrantes alemanes. Quizás esto no sea casualidad, ya
que el modelo alemán de educación en la secundaria, orientada a la capacitación para los
principales procesos productivos, marcó su impronta en todo el mundo.
Dentro de las escuelas técnicas de gestión privada están aquellas creadas por empresas,
aunque según el INET no existe un registro diferenciado de ellas. El lunes pasado se
inauguró la Escuela Técnica Roberto Rocca en Campana, construida y gestionada por la
empresa. Con una inversión de 125 millones de pesos y un presupuesto operativo de un
millón de pesos anuales, sin aporte estatal, su objetivo es "fortalecer la educación técnica
ante la escasez de técnicos y la dificultad para abastecer a la industria". La cuota es de
2400 pesos, pero hay becados y también alumnos que no pagan la cuota completa. "La
educación es el corazón de la industria", dijo Paolo Rocca, presidente de la organización
Techint. El empresario empleó varias veces la palabra racionalidad para referirse a la
resolución de problemas.
En cuanto a escuelas fábrica, que hoy son pocas, De Luca recuerda que existía la de
Somisa, la de Segba, Tandanor, Siemens, Renault, entre muchas otras, porque "antes
había un reintegro estatal para las empresas que tenían sus escuelas".
"Algo pasa en el matrimonio escuela-mercado de trabajo", dice Gustavo Iaies, director del
centro de Estudios de Políticas Públicas (CEPP). "Tenemos todavía chicos que egresan de la
secundaria sin las competencias que requiere el mercado. Es un diálogo que cuesta, el de
escuela-empresa. La percepción general es que mientras que las escuelas, hoy, son
enormemente tolerantes, las empresas no. Y así se da la situación de que el 65% de los
jóvenes abandonan su trabajo antes de haber cumplido un año en su puesto."
Para Iaies, en general la secundaria tiene que asumir que habrá chicos que sigan una
carrera universitaria, pero que otros no lo harán. Y todos deben tener las herramientas
para poder insertarse en el mercado laboral.
Marina Bassi es especialista sénior en educación del BID, una organización que le
encomendó investigaciones sobre el tema en varios países, entre ellos la Argentina. Como
experiencia, invitaron a un encuentro a nueve escuelas técnicas de excelencia en distintos
países, como Suecia, Estados Unidos, Inglaterra, Brasil y la Argentina, que participó con la
ORT y un representante invitado de la nueva escuela de Techint. La pregunta fue ¿qué
hace que a una escuela técnica le vaya bien? Las conclusiones fueron:
ue abandonan el secundario